El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Padre
Federico Lombardi S.I., ha informado esta mañana del
inminente viaje apostólico del Papa Francisco a
Río de Janeiro para la XXVIII Jornada
Mundial de la Juventud. El Padre Lombardi ha pasado revista
hoy miércoles 17 de julio al programa del Pontífice durante la
semana que transcurrirá en Brasil explicando que se trata de un
viaje “particularmente significativo en su continente y esto le
otorga, naturalmente, un tono especial por cuanto respecta a las
expectativas y a la participación”.
“Cómo sabemos – ha proseguido- la decisión de efectuar su primer
viaje a América Latina no fue suya; pero su predecesor, Benedicto
XVI había confirmado que la Jornada Mundial de la Juventud se
celebraría en Río de Janeiro y que “el Papa” estaría presente,
como en todas las Jornadas, aunque el Papa no habría sido él. De
este modo, el Papa Francisco retoma el legado de Benedicto XVI,
haciendo este viaje. Sucedió algo parecido durante el anterior
cambio de pontificado: el primer viaje de Benedicto XVI, siempre
para la Jornada Mundial de Juventud, fue también a su tierra,
Alemania, concretamente a Colonia, pero la ciudad la había
decidido su antecesor, el beato Juan Pablo II”.
“El viaje ya estaba planeado, pero ciertamente el programa, se ha
“adaptado”, digamos intensificado y enriquecido, con eventos
adicionales. con el cambio de pontificado. El proyecto preparado
para Benedicto XVI era más ligero y, en cambio, con el Papa
Francisco se han añadido algunas cosas, como por ejemplo, la
peregrinación al santuario de Aparecida, la visita a la favela de
Varginha (Manguinhos), al hospital de San Francisco de Asís de la
Providencia, la reunión con el Comité de Celam. Son actos que no
formaban parte del calendario del primer proyecto del viaje, hecho
más a medida de Benedicto XVI. El Papa Francisco ha mantenido la
duración, es decir del 22 al 29 de julio, que estaba prevista
antes del cambio de pontificado, pero ha incluido más actividades;
en particular la peregrinación a Aparecida, en un día que, en el
borrador precedente, podría haber estado dedicado al descanso”.
“Por supuesto -ha añadido Lombardi- el Santo Padre fue invitado
por los obispos organizadores y promotores de la JMJ”,
monseñor Orani Tempesta, Arzobispo de Río de Janeiro, y
el Cardenal Damasceno Assis, presidente de la
Conferencia Episcopal de Brasil, y naturalmente
por la presidenta Dilma Rousseff, que vino al
Vaticano “para la inauguración del pontificado y se entrevistó con
Francisco al día siguiente invitándolo explícitamente a ir a
Brasil. El Papa confirmó inmediatamente, pocos días después de su
elección, que habría viajado para la Jornada Mundial de la
Juventud, y este hecho ha permitido a la organización acelerar los
preparativos”.