Red Iberoamericana de

Estudio de las Sectas

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Nº 534

11 de nov. 2017

 

BOLETÍN MONOGRÁFICO:

PSEUDOTERAPIAS Y PSEUDOCIENCIAS

 

1. Eurodiputada española: “es necesario poner coto a la proliferación de pseudoterapias en la UE”.

2. El cuento cuántico, el último refugio de las terapias alternativas.

3. La homeopatía no es efectiva... y además sale cara.

4. Argentina: inician a los niños en el reiki a partir de los 5 años de edad.

5. Científica española llama a reaccionar frente a las pseudoterapias, con víctimas mortales.

6. Un ciudadano español quiere interponer una querella contra la homeopatía.

7. La televisión pública de España se retracta por difundir pseudociencias en un programa.

8. Chile: un hospital público aplica reiki y terapias holísticas a los enfermos de cáncer.

9. Un científico asegura que “recurrir a la pseudociencia le puede matar”.

10. Aromaterapia: ¿ciencia o ficción?

 

 

1. Eurodiputada española: “es necesario poner coto a la proliferación de pseudoterapias en la UE”.

FUENTE: El Diario

 

 

El pasado mes de octubre, la eurodiputada socialista española Soledad Cabezón reclamó en el Parlamento Europeo la necesidad de una nueva normativa europea que regule las prácticas conocidas popularmente como medicina complementaria o alternativa. Lo hizo como presidenta del Intergrupo de Salud del Parlamento Europeo, en un seminario sobre medicinas alternativas organizado por la Comisión de Medio Ambiente, Salud y Seguridad Alimentaria. Lo cuenta Teguayco Pinto en El Diario.

Además de la regulación de las 139 prácticas identificadas en la UE, la eurodiputada socialista también ha señalado la necesidad de revisar la directiva que regula los productos homeopáticos, que establece un procedimiento simplificado para autorizar dichos productos sin requerir pruebas científicas. El Intergrupo se alinea así con la postura de las academias científicas europeas, que el pasado mes de septiembre emitieron un informe sobre la homeopatía en el que urgen a la Comisión Europea a establecer “un marco regulador estandarizado y basado en el conocimiento”.

- A principios de octubre, el portavoz del PSOE en la comisión de sanidad del Congreso, Jesús Fernández, realizó unas polémicas declaraciones sobre las terapias alternativas, que poco después fueron rectificadas por dirigentes del partido ¿Está clara la posición del partido respecto a este tema?

- Probablemente su forma de expresarse no fue la más adecuada y dio lugar a confusión, pero es la postura de la secretaria de Sanidad la que marca la línea del partido.

- ¿Y cuál es esa línea?

- Que todo aquello que se suministre a un paciente, ya sea un medicamento o una terapia, tiene que tener una eficacia y una seguridad demostradas mediante evidencia científica.

- ¿Es esto lo que ha defendido en el Parlamento Europeo?

- Hemos planteado la necesidad de establecer una definición más clara de este tipo de terapias alternativas o complementarias y de una mejor regulación, que ahora mismo consideramos que es demasiado laxa o inexistente. A día de hoy reconocemos que hay al menos 130 prácticas que se encuentran bajo este paraguas y necesitamos saber qué es lo que aporta cada una de ellas y, a partir de ahí, mejorar la regulación para proteger la seguridad de los pacientes.

- ¿A qué se refiere con “una definición más clara”?

- Llamar terapia o medicina a estas prácticas es darles un reconocimiento que no deberían tener, porque son prácticas sobre las que no hay evidencia científica. Lo que no demuestra eficacia no se puede llamar medicamento, ni medicina complementaria, ni terapia alternativa. Podrá ser otra cosa, pero desde luego lo que no se puede hacer es llamarlo medicamento ni referirse a ello como una práctica médica. Ese es el primer filtro que hay que poner, no solo el de la seguridad, sino también el de la eficacia, tal y como sucede con cualquier procedimiento médico convencional.

- La actual directiva europea que regula los productos homeopáticos y se refiere a ellos como medicamentos.

- En su momento se determinó que lo que había que priorizar era la seguridad del paciente y no la eficacia de estos productos, así que se estableció una regulación simplemente para asegurar que las diluciones homeopáticas no tuvieran efectos secundarios, sin que fuera necesario que demostrasen eficacia. El problema es que se abrió una puerta que ha permitido hacer creer que los productos homeopáticos se aprueban al mismo nivel que los medicamentos convencionales, cuando no es así. Esta normativa está siendo utilizada de forma engañosa para hacer creer que un producto homeopático es un producto médico, cuando no lo es. Los productos homeopáticos son diluciones que no producen ningún efecto secundario, pero que tampoco han presentado pruebas de que tengan algún efecto positivo.

- ¿Qué sucede el resto de las prácticas que no son homeopatía?

- A día de hoy, la mayoría de los países europeos no disponen de un marco regulatorio y es este vacío legal lo que ha permitido la proliferación de pseudoterapias. Hasta ahora las considerábamos inofensivas, porque no tenían efectos secundarios, pero cada vez hay más evidencias que muestran que no son tan inofensivas y que, de hecho, están generando problemas. Por eso planteamos que es necesario una nueva regulación europea que ponga coto a la proliferación de pseudoterapias.

- ¿Qué tipo de problemas se han generado?

- Cada vez son más frecuentes los casos de pacientes que abandonan tratamientos eficaces, poniendo en riesgo sus vidas. Hay personas que incluso llegan a abandonar sus tratamientos contra el cáncer por productos sobre los que no hay ningún tipo de evidencia.

- ¿Hay una posición favorable en el Parlamento para iniciar estos cambios?

- Hay una actitud favorable a un cambio regulatorio que esté basado en la evidencia científica. Obviamente no hay unanimidad sobre cuál es el mejor camino para abordar la modificación, pero sí una concienciación de que es necesario que se conozcan las prácticas que se están llevando a cabo en cada país, los problemas que están generando, etc.

- Hay países que subvencionan algunas de estas prácticas. ¿Han planteado alguna queja ante esta petición?

- De momento nadie ha dicho nada en este sentido. Francia, Bélgica y Suiza son los únicos países que, a día de hoy, tienen algún sistema para reembolsar el coste de alguna de estas prácticas, pero es debido a la demanda de un sector de la ciudadanía, no a que haya evidencias de que tengan ningún efecto. Además, hay que tener en cuenta que en estos países sólo están reguladas unas pocas prácticas de las más de 130 las que hay identificadas.

- Hay asociaciones que piden que algunas de estas prácticas se integren en el sistema sanitario. ¿Cómo ve esa posibilidad?

- Antes de integrar cualquier práctica en los sistemas de salud se deben requerir evidencias sólidas de que funcionan. Creo que los estados miembros deberían exigir estas pruebas antes de dar pasos en este sentido, ya que medidas como reembolsar los costes de algunas de estas prácticas pueden generar confusión entre los pacientes.

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2. El cuento cuántico, el último refugio de las terapias alternativas.

FUENTE: La Voz del Interior

 

 

En el universo subatómico no se cumple la física que experimentamos a diario. Pero las llamadas terapias cuánticas aseguran lo contrario. La polémica continúa, según afirma Pablo Giordano en La Voz del Interior. Los postulados de la mecánica cuántica se enuncian a través de sistemas matemáticos altamente abstractos, fuera del alcance de cualquiera que no se especialice. Es por eso que entre los científicos de partículas circula una humorada que asegura que si afirmas conocer a la mecánica cuántica, no la conoces.

En ese universo subatómico no se cumple la física que experimentamos a diario. Ocurren cosas raras. Las primeras leyes fueron enunciadas por Schrodinger y Heisenberg hace casi cien años, y las similitudes con el misticismo oriental propiciaron el movimiento espiritual actual que asegura curar y garantiza felicidad gracias a este “nuevo paradigma”. Entre sus defensores se encuentra la terapeuta Judy Knight, quien sostiene que un guerrero de 35.000 años se le apareció en la cocina de su casa y le transfirió “poderes cuánticos”. En el documental ¡¿Y tú qué sabes?! el gurú espiritual Deepak Chopra expone didácticamente los principios que rigen a las partículas elementales y todo parece ir más o menos bien hasta que una mujer maravillada por este asombroso mundo, tira su medicación a la basura. ¿Para qué usarla si nuestro cerebro puede sanarnos?

Ver para ser

La ley física que más utilizan las “terapias cuánticas” para crear la sensación de ser avaladas por datos científicos, es la que describe cómo las partículas subatómicas se comportan de una manera cuando las observamos y de otra cuando no. Un electrón, por ejemplo, existe dentro de un átomo simultáneamente en infinitos lugares, y esos infinitos, al ser detectados, es decir, observados, se constituyen en uno solo; se llama colapso de la función de onda. Por eso los místicos cuánticos creen que al estado final de nuestra realidad lo crea la conciencia del observador, nuestro cerebro. De esta manera, existirían infinitas realidades, pero como observadores provocamos solo una, descartando las restantes. Sólo hay que saber “elegir” la realidad en donde estamos sanos.

Pero el colapso de la función de onda no se produce por “observación”. Para provocarlo debemos interactuar con la partícula haciéndola colisionar. No estamos viendo, sino interviniendo, modificando. Creamos un efecto que nos brinda información que no puede extrapolarse a ningún ámbito que no sea a escala un millón de veces más pequeña que el grosor de un cabello humano, no en nuestra realidad gigantesca.

Otros gurúes apelan a la dualidad onda-partícula. Las singularidades ultrapequeñas se comportan como partículas y ondas a la vez, pero estos sanadores creen ver allí una dualidad mente-cerebro aunque en Mecánica Cuántica la dualidad es sólo una forma de expresarse. El doctor en Física Alberto Rojo, argentino ex investigador de la Universidad de Chicago, lo refiere en Borges y la Física Cuántica: “Un electrón es otra cosa, hablar de ondas y partículas para el mundo cuántico es usar analogías de la experiencia cotidiana, lo que abre todas las puertas para filosofías espirituales que nada tienen que ver con la Física y mucho menos con la Medicina”.

Chopra y otros cientos de miles de creyentes aseguran que en ciertas zonas del cerebro, normalmente en los microtúbulos, tendrían lugar eventos cuánticos que determinarían nuestra salud, enfermedad y conciencia. Pero todas las células del cuerpo poseen estructuras microtubulares, por lo que estaríamos acribillando partes de nuestra conciencia, por ejemplo, cada vez que nos deshacemos de un pedacito de piel, o nos cortamos las puntas en la peluquería.

Los peligros de creer

El caso más famoso que visibilizó mundialmente el problema de las creencias en terapias no-sanitarias es el de Steve Jobs, que optó por morir de cáncer en manos de una dieta milagrosa, a una posible cura en el ámbito médico. El problema es legislativo y cada creencia divergente, no todas prometen una cura, por lo que se torna difícil regularlas. Muchos países optan por condenar a sus practicantes, directamente, por ejercicio ilegal de la medicina.

Pero estas sentencias son raras, se avanza de a poco y con mucho impedimento. Este año, por ejemplo, se prohibió en todos los hospitales de Madrid la práctica del Reiki; Estados Unidos obligó a los “medicamentos” homeopáticos (los cuales se defienden con la cuántica) a advertir a los clientes de que no curan y en Argentina varios colegios de Psicólogos penalizan a los miembros que practican Constelaciones Familiares, Coaching y Bioneuroemoción.

Los datos sobre el crecimiento de las pseudoterapias y su impacto negativo en la salud y la economía pública son alarmantes. El más concluyente meta estudio realizado al respecto a cargo de la Universidad de Yale, demostró este año, entre otras cosas, que los que optan por lo alternativo tienen entre dos y seis veces más probabilidades de morir que quienes acuden a su doctor. La evidencia se concluye de la Base de Datos Nacional del Cáncer, una colección de 34 millones de registros.

Es cierto que estamos compuestos por partículas; pero no por esa razón hablamos de danza cuántica, aunque recientemente la marca española de detergentes Finish lanzó al mercado un nuevo producto que, según pone en la etiqueta, contiene quantos, lo que garantiza una limpieza de tu vajilla en armonía con el universo.

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3. La homeopatía no es efectiva... y además sale cara.

FUENTE: Redacción Médica

 

 

Después de que las academias europeas de las ciencias desmintiesen el aval científico de la homeopatía y avisasen de su falta de efectividad, un estudio retrospectivo que aborda el coste de esta práctica advierte de que resulta más cara que la medicina basada en la evidencia e incrementa los costes de la atención sanitaria. Lo cuenta Eduardo Ortega en el portal especializado Redacción Médica.

Así lo indica un investigación publicada en Plos one y que compara, en un periodo de 33 meses, los costes que generan los pacientes tratados con medicina 'oficial' y los que generan los casos en los que además se emplea la homeopatía en varias patologías como depresión, migraña, rinitis alérgica, asma, dermatitis atópica y dolor de cabeza.

En el análisis se emplearon datos de unos 43.800 pacientes alemanes, de los que 21.861 no utilizaron homeopatía y 21.939 que sí lo hicieron. La investigación indica que en el caso de los pacientes en los que se empleó esta pseudociencia los costes sanitarios fueron un 19 por ciento más elevados, de casi 2.000 euros más por paciente.

Coste ambulatorio

De esta manera, el paciente sin homeopatía generó unos costes de 10.428 euros en el periodo citado, mientras que los casos en los que sí se empleó generaron unos 12.414 euros. El estudio precisa que estas diferencias se deben principales a “pérdidas de productividad” y a un incremento de los costes ambulatorios en el caso de los pacientes tratados con homeopatía. Estas diferencias se encuentran en todas las patologías estudiadas, precisan Julia K. Ostermann, Claudia M. Witt y Thomas Reinhold, autores del estudio.

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4. Argentina: inician a los niños en el reiki a partir de los 5 años de edad.

FUENTE: Junín 24

 

 

En el auge de prácticas de terapias alternativas, el reiki ha tomado un lugar importante. Es una técnica de transmisión de energía a través de las manos que se transporta de una persona a otra, lo que produce mejorías a nivel físico, emocional, espiritual y mental. Sus beneficios no sólo son experimentados por los grandes, sino también por los más chicos, ya que actualmente ellos también reparan de sus ventajas. Así comienza el artículo que ha publicado el medio digital Junín 24, firmado por Rocío Díaz, que es totalmente laudatorio del reiki. Lo reproducimos para que se pueda ver su avance e implantación, también en menores de edad.

Recientemente, en el Centro Gaiatri Junín de Marcela Zillo se realizó un seminario de Reiki para niños de Primer Nivel a cargo de Marcelo Rodríguez Arias, al que asistieron alrededor de diez chicos, quienes “se trataron con mucho respeto y lograron un espacio armónico”. En charla con Rodríguez Arias, maestro de reiki oriundo de Buenos Aires, los más pequeños “se pueden iniciar a partir de los cinco años, lo importante es que tengan conciencia de querer realizar la terapia, en otras palabras, ellos deben decidirlo por sí mismos”

Afirmó que muchos padres acuden a esta práctica para que sus hijos logren la relajación y por lo tanto sus sentidos se agudicen, es decir, no pierdan la atención y ni la capacidad de voluntad. Otro beneficio, es que logran un buen descanso por las noches. Esta terapia consigue que sus sistemas se equilibren y los ayuda en momentos de nerviosismo o de miedo.

“En el seminario aprenden jugando, por ejemplo, pintan mándalas, crean pelotas de energía con las manos y miran una película sobre la historia del reiki en dibujitos. Son actividades que le resultan divertidas para ir familiarizándolos con la energía, los niños siempre aprenden experimentando. Aprenden a hacerse un auto tratamiento para armonizarse ellos y armonizar a una persona”, concluyó el reikista.

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5. Científica española llama a reaccionar frente a las pseudoterapias, con víctimas mortales.

FUENTE: Redacción Médica

 

 

Reproducimos a continuación el artículo que, bajo el título “(Pseudo) Terapeutas New Age”, ha publicado hace unos días el medio Redacción Médica, firmado por la científica Elena Campos, presidenta de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP), de España.

Más sosegado el procés [intento de secesión de Cataluña con respecto a España], conviene recuperar un tema que atenta tanto contra la reputación de las profesiones sanitarias como contra la salud pública y su dignidad. Más de 2.000 años de Historia de la Medicina a base de prueba, error, constancia y verificación objetiva con la práctica, para que hoy cualquiera pueda no sólo llamarse sino también ejercer como “terapeuta”. Químicos, biólogos, hortelanos, hijos de… los ponentes de la X Feria de la Alimentación y la Salud financiada por un Ayuntamiento y Diputación (administraciones públicas) lo acredita (y sólo constituye un ejemplo).

Pueden vender “agua de mar” [1], dicloro de sodio diluido (MMS) [2], plantas o cualquier tipo de potingue [3] casi para cualquier cosa (cáncer, enfermedades metabólicas, autismo, infecciones, etc.), o directamente negar la enfermedad achacándola a un conflicto emocional [4]. No se despeinan; no se preocupan. Alguien les creerá y su negocio estará blindado por la receptividad de algún crédulo, la necesidad de algún enfermo o la ignorancia hecha cultura de su séquito.

Estimados profesionales sanitarios: la pasividad profesional ayuda; la inacción de las autoridades sanitarias lo fomenta. La legitimación por instituciones reconocidas y reconocibles les aúpa. Redes sociales, medios de comunicación… El titular, lo alternativo, lo conspiranoico, la falacia de lo natural: todo vale. Ni RTVE se da por aludida a pesar de las denuncias [5] y vuelve a (re)estrenar un programa para la difusión de pseudoterapias como si fueran “complementarias”: Complementarios.

¿Consecuencias? ¿Acaso somos conscientes? Las sufrirá otro. Qué más da. No será mi hijo, ni mi madre, ni mi pareja. A mí no me tocará... Pero toca:

Ana Pena (1998): linfoma. Conoció, y siguió, la Nueva Medicina Germánica [6]. Muerta.

Mario Rodríguez (2014): enfermo de leucemia. Convencido para seguir la (falsa) Medicina Ortomolecular. Muerto [7].

Maribel Candelas (2015): cáncer de mama. Confió en la Bioneuroemoción. Ya no es nadie [8].

Francesco, 7 años (2017): otitis tratable con antibióticos. Usaron homeopatía. Muerto [9].

Abramos los ojos: se trata de un goteo constante. Sólo la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas ha recibido casi 600 denuncias de afectados entre marzo y octubre de 2017. Profesionales del ámbito biosanitario. ¿Qué estamos haciendo? ¿Qué hemos hecho?

Sólo se requiere imaginación y pocos medios más para ofertar una titulación (carente de validez oficial, por supuesto) pero con el suficiente papel de fondo como para darle forma a ese diploma que se expondrá en aquel habitáculo disfrazado de clínica que pretende ofrecer como terapéuticas (y como tales se lucrará) actividades que, para desgracia de todos, no consiguen demostrar eficacia para la indicación terapéutica que manifiestan. Con lo que manifiestamente fallan al ser aplicadas, con la consecuente afectación de su usuario (trágicamente: paciente).

Quizás es por ello que solicitan un cambio legal que las ampare, una denominación propia que las reconozca administrativamente y requisitos legales que las otorgue el privilegio de ser “especiales” (como lo son los productos homeopáticos gracias a la Directiva Europea de 2004; otro ejemplo de lo que acaba ocurriendo cuando las voces científicas callan ante la sinrazón).

No caben diferentes grados de evidencia exigibles según el tipo de medicina de que se trate como algún Portavoz de Sanidad en el Congreso emitió, siendo reprobado por ello. No. Medicina solo hay una: la que se basa en una eficacia contrastable medible. Cabe exigir, por tanto, un mismo protocolo de autorización para todo medicamento basado en la evidencia clínica; cabe exigir el cumplimiento de la regulación legal vigente que protege el ejercicio de la profesión sanitaria de intrusismo y mala praxis. Cabe exigir la difusión de información contrastada y veraz por parte de los medios de comunicación.

Profesionales del ámbito biosanitario: si vosotros mismos no dais a valorar vuestra profesión ¿entonces quién? [10]; defendamos la profesionalidad sanitaria; defendamos al paciente. El Ministerio de Sanidad insta a denunciar casos de mala praxis e intrusismo. Además, el Gobierno reconoció hace unos días que el fiscal debe actuar una vez se ponga en su conocimiento este tipo de actividades, delictivos contra la salud pública. No se trata de convertirse en jueces o inspectores: se trata de cumplir un código deontológico que reniega de la charlatanería y del abuso del paciente. Se trata de vuestra reputación como colectivo. Se trata de nuestra salud.

O actuamos o serán ellos quienes, efectivamente, blinden su negocio mediante la denuncia por tenencia de pruebas de aquellos pocos que se atreven a enfrentarlos: El mayor naturópata de España blinda su negocio millonario.

Notas al pie

1. Reportaje sobre el agua de mar terapéutica (2001) vía la revista Discovery Salud, especializada en difundir falsas terapias y promocionar a pseudoterapeutas: El agua de mar purificada cura diversas enfermedades.

2. Solución Mineral Milagrosa o MMS. http://www.mmsmineralshop.com/product.php?id_product=44

3. Un ejemplo es la multinacional Labolife, 2ª finalista al Premio PYME del Año (2017) en Baleares, que cuenta con apoyo institucional del Gobierno balear y colaboraciones con la Universitat de les Illes Balears y que comercializa productos de base homeopática sin autorizar por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios, incluso dirigidos al tratamiento del cáncer y las infecciones. El nombre comercial de esta pseudo terapia es “microinmunoterapia”.

4. El Español, mayo 2017: “Así embaucan 30 curanderos a enfermos desesperados con psicomagia o agua de mar”.

5. Carta Abierta remitida a los directivos de RTVE y a su figura de Defensor del Espectador con motivo de la acogida y promoción de técnicas que sin aval científico o incluso contra poniéndose al estado de la técnica, son difundidas por este medio.

6. El País, julio 1995: “El supuesto 'médico alternativo' Hamer cuenta con unos 3.000 pacientes de cáncer en España”; agosto 1995, TVE difundió sin contrastar las bondades de la 'nueva medicina' del ex doctor Hamer;

7. La Vanguardia, abril 2016: “Un padre denuncia al curandero que trató, sin éxito, la leucemia de su hijo”.

8. Blog Qué Mal Puede Hacer, diciembre 2015.

9. Redacción Médica, mayo 2017: “Muere un niño en Italia que fue tratado con homeopatía”.

10. Redacción Médica, octubre 2017: “Barcelona guía contra las pseudoterapias a todos los colegios de médicos”.

11. El País, mayo 2017: “La ministra de Sanidad anima a denunciar engaños con las pseudoterapias”.

12. El País, octubre 2017: “Sanar el cáncer con canciones y otras pseudoterapias: El Gobierno admite que el fiscal debe actuar”.

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6. Un ciudadano español quiere interponer una querella contra la homeopatía.

FUENTE: Redacción Médica

 

 

Antonio (nombre ficticio) estaba convencido de que seguía las pautas adecuadas para bajar el colesterol alto y evitar que éste fuera a mayores. Tras sufrir un infarto de miocardio, un equipo médico le advirtió de que se estaba “suicidando”. ¿La causa? Que su médico particular, para más 'inri' compañera de clínica de la que ahora es su ex mujer, le convenció para sustituir su medicación oficial por productos homeopáticos. Recoge su testimonio Marc Cebrián en Redacción Médica.

Cuando recuerda cómo le “tomaron el pelo” recurre al sentido del humor, pero lo aparta cuando habla de su actual cruzada: interponer una querella ante la Fiscalía General del Estado contra todos aquellos que atentan contra la salud pública para evitar que enfermos como él padezcan su mismo calvario. El supuesto carácter inofensivo de los productos homeopáticos es uno de los principales argumentos de los defensores de esta disciplina. Nuestro protagonista, sin embargo, ha experimentado en primera persona lo falsa que puede resultar esa tesis.

Esta es la historia de un hombre que vivió el colapso de sus arterias coronarias y que luchó contra ello con la única ayuda de una supuesta terapia que, como en otros muchos casos, resultó ineficaz hasta el punto de llevarlo al abismo. Su camino comenzó cuando María, médico que trabajaba en la misma clínica que su ex mujer, le indicó que debía cambiar sus fármacos por su “alergia al excipiente”, una patología que no padecía. “Durante años pensé que estaba tomando fármacos eficaces, sentía seguridad porque los recetaba una médica y los adquiría en la farmacia. Estuve tomando estos productos de 2002 a 2011”, relata.

En la actualidad ha puesto su experiencia al frente de la Justicia al servicio de la lucha para que casos como el suyo no se repitan. El ambicioso objetivo de este juez retirado no es otro que la retirada del reconocimiento de la homeopatía como medicamento, un término que le concede el Real Decreto Legislativo 1/2015. “Quiero que se regulen por ley las pseudoterapias sin evidencia científica, que no curan y generan confusión”, cuenta. Aunque no busca que le otorguen reconocimiento, su reto es que el delito de persuasión coercitiva se añada al Código Penal para que acaben contra la “publicidad engañosa” que se usa.

La decisión de enfrentarse a este tipo de terapias es la consecuencia de una experiencia que le acercó peligrosamente a la muerte. Recuerda su peor estado de salud, cuando llegó a pesar 58 kilos –“a pesar de tener una complexión deportista”– y recaer en una “brutal” depresión que casi le cuesta la vida. Pero todo ello le da fuerzas para preparar una denuncia ante la Fiscalía General del Estado que le ha llevado a acumular en 94 páginas con recetas y pruebas de cómo algunos pseudomédicos practican la peligrosa “publicidad engañosa”, letal para los pacientes que se sienten vulnerables por su enfermedad. “Buscan convencer y lavan el cerebro a enfermos desesperados” para que, como él, se dejen convencer y sustituyan sus respectivos tratamientos por productos que no son más que “agua con azúcar”.

Su lucha le ha llevado a hablar con distintos pacientes de asociaciones que han sufrido casos similares al suyo. Muchos de ellos cayeron en la homeopatía tras asegurarles, como en su caso, que los “medicamentos sustituyentes” poseían los mismos “principios activos” que los recetados.

La misma “piedra”

Una de las principales características de los pacientes que caen en las redes de este tipo de fármacos para tratar enfermedades graves es la desesperación por encontrar una solución a su problema. En estos casos, la vulnerabilidad se convierte en un peligro más para el paciente. Así le ocurrió a Antonio, que ni siquiera después del infarto consiguió sacudirse la influencia negativa de su médico homeópata, que le indicó que sus recetas seguían teniendo mayor beneficio para su salud. Debido a su vulnerable estado de salud y a la confianza que tenía en esta médico, aceptó el cambio.

Al mes y medio de implantarle varios stents en las arterias coronarias, Antonio acudió al servicio de Urgencias aquejado de los mismos síntomas que tuvo en el infarto. Se le detectaron nuevas obstrucciones. Padecía de reestenosis. Por entonces, no pensaba que las pastillas que le proporcionaban lo estaban matando. Decidió acudir a un hospital en el que trabajaba un amigo médico para que le practicara un cateterismo. “Te has salvado de milagro” o “tú estás loco, te estás suicidando con estas pastillas”, son las frases que recuerda de cómo le alertaron los médicos tras descubrir que había sustituido su medicación prescritas por productos que “no le hacían nada”. Ahí descubrió que había estado tomando homeopatía durante diez años.

“Creo que tengo la obligación de hacer algo por los demás, un bien, no lo hago por venganza”, responde Antonio. Desde entonces ha estado investigando mucho sobre las tácticas y técnicas que usan para seducir a los pacientes enfermos, los más vulnerables. “Dicen que no sustituyen los productos homeópatas por medicamentos, pero sí lo hacen. Realizan un lavado de cerebro y técnicas sectarias que usan como trampolín para incidir sobre las personas”, afirma.

Su vida actual

“Éramos amigos. Íbamos a cenar fuera todas las semanas. Había máxima confianza. Ella sigue con ese rollo y la voy a denunciar”, recuerda. Hoy lo que le une a esta médico es la querella que está preparando contra la “publicidad engañosa” que ha ido llevando a cabo en los últimos años. Después del susto, volvió a renacer. Hoy en día la relación con su ex mujer y su amiga está rota. “Ahora tengo los niveles de colesterol muy bien, y sé que tuve mucha suerte”, destaca. “Yo no podía sospechar nada, y menos que mi propia esposa y su amiga me pudieran llegar a estar a punto de morir. ¿Cómo iba a sospechar nada?”, asegura mientras se emociona.

Debido a las graves consecuencias que le acarreó el dejar de lado su medicación por los productos homeopáticos, el ex juez cuenta que hoy necesita “hasta 29 pastillas” para tratar su débil corazón y maltrechas arterias. Dieciséis años después ha descubierto lo que estuvo tomando durante esa etapa de su vida. “Me he enterado ahora, leyendo lo que es la homeopatía, me tomé las recomendaciones que me hacía como si fuera otra opinión médica que tenía que escuchar”, explica.

“Lucho por andar un poco más cada día”, a pesar de que al principio no lograba dar más de dos pasos, al final logró andar un día el kilómetro. Ahí se recuperó de su depresión. Entre sus objetivos a corto plazo está el de “vivir” tomándose las cosas con más calma. Además de tener memoria de cómo acontecieron los hechos, también ha recopilado “muchas recetas” de los productos homeópatas que le llevarán a interponer una querella denuncia en la Fiscalía General del Estado y querellas ante los juzgados. “Se están forrando con la salud de los demás y esto no puede ser”, avisa.

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7. La televisión pública de España se retracta por difundir pseudociencias en un programa.

FUENTE: El Español

 

 

Cuando varias asociaciones de periodistas y divulgadores científicos denunciaron ante el Defensor del Espectador que Javier Cárdenas aprovechaba su tribuna en los medios para difundir supercherías y teorías pseudocientíficas, el presentador televisivo español se defendió atacando y amenazando con querellarse contra ellos. Pero un mes después, su programa “Hora Punta” entona el mea culpa y pide disculpas, reconociendo que la ciencia no ha estado bien representada en el espacio. Lo leemos en El Español.

La retractación pública ha ocurrido en “RTVE responde”, el programa que aborda la queja de los televidentes de la radio y televisión pública. Venía precedido de una intervención de Antonio Calvo Roy, presidente de la AECC (Asociación Española de Comunicación Científica). “El periodismo es información y contexto, e incluso en programas de entretenimiento como ‘Hora Punta’ se debe respetar este principio” - afirmaba. “Hay que hacer las cosas con rigor, contando no lo primero que se le ocurre a alguien que pasa, cualquier sandez”.

Calvo Roy hacía referencia a dos controvertidas intervenciones en el programa: la de la teoría de la “morfopsicología”, una actualización de la frenología decimonónica que afirma deducir los rasgos psicológicos a partir de los del rostro; y la mención de una teoría de la conspiración según la cual huracanes como Harvey podrían haber sido creados por el hombre, pese a que el propio programa admitía que la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología) consideraba eso “imposible”.

“Hora punta se hace eco de una noticia que no está demostrada científicamente” - responde el programa en el espacio de RTVE. “Lamentamos que el planteamiento ofendiera a determinadas personas y en especial a la Asociación de Profesionales de Comunicación Científica, ya que no ha habido intención de dar el más mínimo valor científico”.

“Les pedimos disculpas, y si se vuelve a tocar este contenido o similares, nos gustaría contar con la opinión de expertos en ciencia para debatirlo con más rigor” - concluye el comunicado del programa. “Hora Punta” acaba de volver a su horario después de dos semanas retirado para dejar paso a “Operación Triunfo”, una decisión que ha supuesto un coste considerable en audiencia.

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8. Chile: un hospital público aplica reiki y terapias holísticas a los enfermos de cáncer.

FUENTE: El Tipógrafo

 

 

Reiki y Musicoterapia son algunas de las intervenciones holísticas que se implementan para aliviar los síntomas producidos por la quimio y radioterapia. Según estudios publicados en prestigiosas revistas científicas, las terapias complementarias aplicadas al tratamiento de pacientes afectados de cáncer han demostrado el beneficio en su salud. Bajo esta premisa, el Hospital Regional de Rancagua implementó este tipo de terapias, logrando muy buenos resultados. Con esta desfachatez publicita esta práctica el diario chileno El Tipógrafo.

Al respecto, el director del Hospital regional, Sergio Zamorano Ortiz, señaló que “una mayor cabida a estas terapias ha hecho que los pacientes tengan mejores resultados y sus familias estén en un mejor estado y por lo tanto estamos muy felices de aquello”. Las terapias complementarias están dirigidas a los pacientes que se encuentran en tratamiento oncológico en el hospital, y se implementan para aliviar los síntomas molestos que producen la quimio y radioterapia.

Por su parte, el jefe de la Unidad de Oncología, Javier Anabalón, recalcó que “si bien tenemos un muy buen equipo de psicólogas, enfermeras y tens que apoyan, la idea era ofrecer otras alternativas”. Es así como “nace la oportunidad de la musicoterapia y el reiki inicialmente, si a futuro nos va bien, la idea es poder ampliarnos a otras terapias complementarias”, explicó el oncólogo.

En la unidad referida, se implementó un taller de Meditación y Musicoterapia, además de Terapia Holística, la que consiste en sesiones individuales de Reiki, Auriculoterapia (uso de pequeños imanes en la oreja) y Terapia Vibracional. “Estas terapias reducen síntomas asociados a la quimioterapia y este es el único hospital público en regiones, que está llevando a cabo un taller de estas características en pacientes adultos”, enfatizó la Dra. Carmen Gloria Vergara, jefa de la Unidad de Hematología.

Estas terapias complementarias están a cargo de 3 terapeutas que colaboran ad honorem con el centro asistencial y con los pacientes del hospital, no descartándose el ingreso de nuevos terapeutas para apoyar esta gestión, que ayuda a mejorar la calidad de vida de los pacientes. Carolina Frías, psicóloga de la Unidad de Oncología y Alivio del Dolor, señaló también que “estas terapias vienen a complementar el bienestar del paciente”, lo cual va de la mano con “la búsqueda de aquello donde el paciente se pueda expresar y desahogar”, concluyó.

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9. Un científico asegura que “recurrir a la pseudociencia le puede matar”.

FUENTE: SEBBM

 

 

Con el título “Recurrir a la pseudociencia le puede matar. ¡Es un hecho!”, el portal de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular (SEBBM) ha publicado un artículo firmado por José Antonio López Guerrero, profesor titular y director del laboratorio de Neurovirología en el Departamento de Biología Molecular de la Universidad Autónoma de Madrid, director de Cultura Científica del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, miembro de la SEBBM y miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Virología.

Sin Ciencia no hay futuro. Lo que no diga la Ciencia, lo hará la Pseudociencia. Detrás de estas frases, se manifiesta la legítima preocupación de científicos, médicos y académicos por la presencia en la Sociedad de técnicas y prácticas no basadas en el método científico, prácticas que llevan a cabo hasta la mitad de los españoles. Las no medicinas matan hasta cuatro veces más...

La VIII encuesta FECYT de percepción social de la ciencia y la tecnología 2016 abordó, entre otras muchas cuestiones, el arraigo de las pseudociencias en la Sociedad. Es algo que debemos tomarnos con cierta preocupación. Sin ir más lejos, cerca del 15 % de los españoles cree en los horóscopos, un 13 % en curanderos y más del 20 % en fenómenos paranormales. No veo claro cómo el creer en la astrología, que nunca llegamos a la Luna o que los alimentos ecológicos son, por definición, más saludables podría afectar a nuestra salud –aunque sí a nuestro bolsillo–.

Sin embargo, los datos dicen cosas más preocupantes: en el mismo paquete de la pseudociencia se encuentran las mal llamadas pseudoterapias –mal llamadas puesto que tienen de terapias lo que yo de melenudo–: prácticas como la homeopatía, osteopatía, el reiki, la acupuntura denominada tradicional china o la cada vez más conocida, por desgracia, bioneuroemoción, entre otras muchas. Prácticas que, en muchos casos, además de saquearnos el bolsillo, sí pueden suponer un perjuicio serio para nuestra salud, sobre todo, si llegamos a abandonar las terapias médicas –las únicas que deben ser consideradas terapias–.

Además, y por si fuera ya poco absurdo este submundo pseudoterapéutico, otro dato de las encuestas dice claramente que el sentido común y el nivel social, económico o cultural no tienen por qué ir de la mano. Un trabajo recientemente publicado en el Journal of the National Cancer Institute sorprendió a los propios autores: las personas que optan por las pseudomedicinas suelen tener más dinero y, paradójicamente, mayor nivel educativo. El titular que apareció en los medios a raíz de dicha publicación, no deja lugar a dudas: “Las no medicinas matan cuatro veces más”. Así de claro. Así de peligroso.

Recurrir, con la dudosa legitimidad que otorga la desesperación de enfermos y familiares, a prácticas alejadas del rigor científico y médico solo aliviará, en el mejor de los casos, el bolsillo de quien las ofrezca. En el peor escenario, puede ocasionar un daño adicional que, incluso, podría llegar a ser fatal, sobre todo si se abandona el tratamiento médico reglado. La homeopatía, plantas tóxicas como el kalanchoe o técnicas surrealistas como la bioneuroemoción, entre otras “pseudocosas”, utilizadas, incluso, contra el cáncer, son una barbaridad que solo contribuirá a fortalecer una estafa.

En el trabajo presentado anteriormente, coordinado desde la Universidad de Yale, EE.UU., el oncólogo Skyler Johnson cuantifica el riesgo que supondría recurrir a prácticas pseudocientíficas contra determinadas enfermedades, aunque no se abandone el tratamiento médico reglado. Para ello, se compararon los casos de 281 personas con cáncer que optaron por pseudotratamientos y las historias de 560 pacientes que sí confiaron en la medicina: quimioterapia, radioterapia, cirugía y terapia hormonal.

Los resultados son escalofriantes. Las mujeres con cáncer de mama que practicaron técnicas pseudocientíficas aumentaron su riesgo de muerte unas cuatro veces. Los pacientes con pseudoterapias en cáncer colorrectal y de pulmón tuvieron 3,6 y 1,5, respectivamente, más posibilidades de morir. Los autores –y yo mismo- concluyen: “los pacientes interesados en las medicinas alternativas deberían ser advertidos del riesgo de muerte asociado a esta decisión. Es importante que los oncólogos inviertan tiempo en hablar con sus pacientes sobre sus creencias particulares”. No obstante, y aunque tímidamente, algo parece estar cambiando. Perjudicar a un enfermo podría dejar de salir gratis...

La Audiencia Provincial de Valencia ordenó juzgar por intrusismo al curandero de un joven que murió tras abandonar la quimioterapia. Los hechos ocurrieron en julio de 2013. Mario Rodríguez falleció por una leucemia cuando tenía 21 años. Durante un tiempo, Mario estuvo compatibilizando la quimioterapia con unos remedios que le recomendaba José Ramón Llorente, quien se presentaba como médico naturista. Meses antes de morir, Mario eligió abandonar la quimio, de la que desconfiaba.

Desde entonces, su padre, Julián, ha iniciado una cruzada para evitar que haya más enfermos a los que –y cito textualmente- les “coman el tarro” con la esperanza de curarse con “terapias alternativas”. Tras el fallecimiento de Mario, su padre acabó fundando una asociación para proteger a los enfermos de las terapias pseudocientíficas –la APETP–, asociación actualmente presidida por la biotecnóloga Elena Campos, investigadora del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, CBMSO (CSIC-UAM).

Finalmente señalar que, además de la APETP, organizaciones e instituciones profesionales tan importantes como la Organización Médica Colegial de España empiezan a salir de ese “bosque profundo” donde parecían habitar para anunciar su rechazo absoluto contra las pseudociencias, pseudoterapias, intrusismo y sectas sanitarias. Incluso, y aunque tímidamente, empiezan a surgir farmacias que, además de negarse a vender mentiras pseudocientíficas, informan a sus clientes de sus riesgos. Asimismo, con tesón y presión de colectivos científicos y académicos, se está logrando paralizar cursos, exposiciones y actividades –durante la Noche de los Investigadores o la Semana de la Ciencia– sobre pseudociencia/pseudoterapia en, al menos, universidades y centros públicos... Esperemos que estas iniciativas no caigan en saco roto; nuestra salud lo lamentaría.

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10. Aromaterapia: ¿ciencia o ficción?

FUENTE: Farmaciencia

 

 

Reproducimos a continuación el artículo que ha publicado recientemente la asociación Farmaciencia en su blog, con el fin de la divulgación científica frente al auge de las pseudoterapias. Está firmado por Roi Cal Seijas, licenciado en Farmacia.

Entendemos por aromaterapia la disciplina que usa los aceites esenciales extraídos de ciertas especies vegetales para mejorar el bienestar físico o mental y que se fundamenta en los efectos producidos por los aromas en el organismo. Esta terapia (o pseudoterapia, ya veremos…) tiene su origen en 1935 de mano del químico francés René-Maurice Gattefosé, aunque el uso de los aceites esenciales y de los aromas para tratar enfermedades es muy anterior.

En aromaterapia el aceite esencial es administrado por vía inhalatoria, bien de forma directa con difusores/evaporadores o bien en forma de masaje aromaterapéutico, baños aromáticos, cataplasmas, etc. Los olores están compuestos por moléculas volátiles que pueden interaccionar con los receptores de las células olfativas y generar una respuesta. Un aceite esencial o aceite volátil es una mezcla de diversas sustancias químicas (hidrocarburos, alcoholes, ácidos, ésteres, aldehídos, cetonas, enoles y compuestos sulfurados o nitrogenados), extraídas de una fuente vegetal mediante destilación en vapor de agua. Cada aceite esencial es característico de una especie vegetal (o animal, en caso del almizcle) y posee una composición única que le otorga su olor y sabor característico. El uso de aceites esenciales está muy extendido en la elaboración de productos cosméticos por su agradable olor, aunque también se emplean en industria alimentaria para mejorar el sabor.

Algunos aceites esenciales que empleamos de forma habitual no pueden ser considerados aromaterapia: el popular bálsamo Vicks Vaporub combina diferentes esencias (menta, eucalipto, trementina…) con una acción balsámica-expectorante útil en resfriados, el aceite de árbol del té aplicado de forma tópica tienen acción bactericida/antifúngica, las esencias con mentol o alcanfor añaden a pomadas antiinflamatorias por su acción rubefaciente, etc.

Evidencia científica en aromaterapia

A pesar de que el uso de la aromaterapia está bastante extendido no encontraremos evidencia científica sólida que respalde ninguna de las indicaciones en las que se está empleando. Ciertamente hay mucha literatura y estudio publicados, sin embargo las revisiones más rigurosas siempre concluyen igual: “Baja calidad, tamaño de muestra insuficiente, no se pueden sacar conclusiones, se necesitan más estudios…”. Veamos algunos ejemplos:

1.- Aromaterapia para el tratamiento del dolor durante el trabajo de parto.

2.- Aromaterapia y masaje para el alivio de síntomas en pacientes con cáncer.

3.- Aromaterapia para la promoción de la relajación y el sueño, el alivio del dolor y la reducción de los síntomas depresivos en pacientes con demencia.

4.- Aromaterapia para el tratamiento de las náuseas y los vómitos posoperatorios.

Uno de los estudios más numerosos fue publicado en el año 2000, en él se incluyeron seis estudios en los que se evaluaba la utilidad de la aromaterapia en el tratamiento o prevención de la ansiedad, aplicada mediante masaje aromaterapeútico. Si bien en un principio estos estudios parecían indicar que el masaje de aromaterapia poseía un ligero y breve efecto ansiolítico, los autores concluyeron que la investigación realizada no fuera lo suficientemente rigurosa como para probar la eficacia de la aromaterapia en el tratamiento de la ansiedad.

La dificultad principal en el estudio de la aromaterapia por inhalación es el diseño de un ensayo clínico doble ciego controlado con placebo. Para que los resultados sean confiables se debe ocultar la verdad tanto a los participantes como a los investigadores, algo complicado porque ambos son conscientes del aroma que perciben. Por otra parte, es imposible distinguir si el efecto relajante o la disminución de la ansiedad se debe a la presencia de alguna molécula concreta en la esencia que interacciona con nuestro organismo o al simple hecho de percibir un aroma agradable.

Sí existe una evidencia científica convincente para algunos compuestos presentes en los aceites esenciales cuando éstos se administran por otras vías como la oral, tópica o pulmonar. Algunos aceites esenciales ricos en terpenos son beneficiosos cuando se emplean por vía oral en catarros, bronquitis agudas o sinusitis. El aceite del árbol de té, de la planta Melaleuca alternifolia, posee propiedades antibacterianas y antimicóticas. Sin embargo, insistimos que no todo uso de aceites esenciales debe ser considerado aromaterapia.

Productos basados en la aromaterapia

Uno de los principales fabricantes de aromaterapia en nuestro país en Pranarom, famosos por acuñar el término “aromaterapia científica”. Si revisamos su vademécum de aromaterapia nos encontraremos con productos e indicaciones como éstas:

Abeto negro (Picea mariana): cansancio que se manifiesta a primeras horas de la mañana. Mandarina (Citrus reticulata): para un momento de relajación. Mandravasarotra (Cinnamosma fragrans): para reforzar las defensas inmunitarias. Canela de China (Cinnamomum cassia): afrodisíaco. Naranjo amargo (Citrus aurantium ssp): para una vuelta al trabajo sin estrés ni angustia. Yuzu (Citrus junos): obtendrás un gran momento de calma, paz y serenidad en este mundo tan estresante. Pachuli (Pogostemon cablin): mejora de la circulación linfática y venosa.

No se ha encontrado una evidencia científica sólida que respalde estos productos para estas indicaciones concretas. El término aromaterapia científica está completamente injustificado y parece corresponder más a un concepto de marketing o publicitario que a una realidad. Estos productos a base de diversos aceites esenciales y las propiedades que les atribuyen se sustentan más en un uso tradicional que en evidencias científicas.

Los efectos secundarios de la aromaterapia administrada por vía inhalatoria son escasos y leves, principalmente consisten en nauseas, mareos o dolor de cabeza. Por vía oral los aceites esenciales han de manejarse con cuidado ya que algunos poseen una toxicidad importante. Especial precaución debería tenerse en niños y embarazadas, en la que esta vía está desaconsejada. Como cualquier otro producto de fitoterapia habrá que tener en cuenta dosis, interacciones, precauciones y contraindicaciones. Por vía tópica también pueden causar irritación y problemas cutáneos especialmente en personas susceptibles (psoriasis, atopía…).

Conclusiones

La aromaterapia, entendida como la utilización de aceites esenciales por vía olfativa para provocar una respuesta en el organismo a través de la interacción con receptores olfativos, es claramente una pseudoterapia que carece de aval científico. Los profesionales sanitarios (médicos, farmacéuticos, enfermeros…) deberían abstenerse de recomendar este tipo de productos. Los colegios profesionales deberían abstenerse de acoger cursos sobre aromaterapia por razones deontológicas.

Algunos aceites esenciales contienen moléculas biológicamente activas que pueden resultar eficaces y poseer utilidad terapéutica en ciertas indicaciones. Para que un aceite esencial sea eficaz debe emplearse una vía de administración convencional como para el resto de fármacos (oral, pulmonar, tópica…). La recomendación de un aceite esencial debe hacerse en base a pruebas científicas y no apoyándose en el uso tradicional. Deberá prestarse mucha atención a la toxicidad y a las contraindicaciones y advertir a los pacientes que “natural” no es sinónimo de inocuo.

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La RIES es una red de expertos y estudiosos católicos sobre el fenómeno sectario y la nueva religiosidad, presentes en España y Latinoamérica, y abarcando las zonas lusoparlantes. Pretende ofrecer, también con este boletín informativo, un servicio a la Iglesia y a toda la sociedad. La RIES no se responsabiliza de las noticias procedentes de otras fuentes, que se citan en el momento debido. La RIES autoriza la reproducción de este material, citando su procedencia.