Servicio diario - 11 de enero de 2018


 

Card. Pietro Parolin: Nuevos desafios para la Iglesia en 2018
Rosa Die Alcolea

Causas de los Santos: Mons. Demetrio Fernández, nuevo miembro de la Congregación
Rosa Die Alcolea

Unidad de los Cristianos: Mons. Ladaria Ferrer, nuevo miembro del Consejo
Redacción

Venezuela: Mons. José Luis Azuaje, nuevo Presidente de la Conferencia Episcopal
Rosa Die Alcolea

Argentina: Audiencia del Papa Francisco con el Ordinario militar
Redacción

San Antonio María Pucci, 12 de enero
Isabel Orellana Vilches


 

 

11/01/2018-19:18
Rosa Die Alcolea

Card. Pietro Parolin: Nuevos desafíos para la Iglesia en 2018

(ZENIT — 11 enero 2018).- "La Iglesia quiere entrar verdaderamente en diálogo con la realidad juvenil, quiere entender a los jóvenes y quiere ayudar a los jóvenes", anuncia el Cardenal Pietro Parolin.

El Secretario de Estado del Vaticano ha hablado de los principales temas que la Iglesia abordará en 2018, en una entrevista concedida a 'Vatican News', realizada por el periodista Alessandro Gisotti: el inminente viaje apostólico a Chile y Perú, el Sínodo dedicado a los jóvenes, el Encuentro Mundial de las Familias en Dublín, la encíclica del Papa 'Amoris Laetitia' y la reforma de la Curia Romana.

Mons. Pietro Parolin ha declarado que el nuevo año, 2018, estará dedicado a los jóvenes de manera especial, en todos sus niveles: sus esperanzas, sus aspiraciones, los desafíos, "que deben afrontar y también sobre las esperanzas que llevan consigo, así como sus debilidades y sus miedos".

 

Acercamiento innovador

"Yo creo que lo más innovador de este acercamiento es la búsqueda de una nueva relación de la Iglesia con los jóvenes, orientada a un paradigma de responsabilidad exento de todo paternalismo", observa el Secretario de Estado.
En este sentido, Parolin señala que "el Papa, la Iglesia, pide a los jóvenes qué pueden hacer ellos por la Iglesia, cual contribución pueden dar al Evangelio, a la difusión del Evangelio hoy. Y creo que a esta invitación los jóvenes sabrán responder con su generosidad y también con su entusiasmo".

 

Viaje a Chile y a Perú

El Cardenal Pietro Parolin destaca sobre el inminente viaje del Papa Francisco a Chile y a Perú (del 15 al 22 de enero) que "es siempre el encuentro con las Iglesias, es siempre el encuentro con la comunidad cristiana".

Además, esta visita apostólica cuenta con otros desafíos: "El primero es el desafío de las poblaciones indígenas, de los indígenas: y aquí hago referencia al Sínodo sobre la Amazonia que ha sido convocado por el Papa recientemente y que tendrá lugar en el 2019. Por lo tanto, cuál es el papel, cuál es la contribución de estas poblaciones dentro de cada país, de sus sociedades, y para dar una contribución también a estas sociedades, ha explicado Parolin.
También el Papa abordará un tema que le preocupa y sobre el que "ha vuelto varias veces": el de la corrupción, "que impide el desarrollo y también la superación de la pobreza y de la miseria", comenta el Cardenal Parolin.

 

Aplicación de la 'Amoris Laetitia"

El Encuentro Mundial de las Familias se celebrará el próximo mes de agosto en Dublín, dos años después de la publicación de la encíclica 'Amoris Laetitia' del Papa Francisco.

Por este motivo, Mons. Pietro Parolin, opina que seguramente, este encuentro "será una etapa importante", y asegura que será también un período de "reflexión, de profundización y también una etapa para llevar adelante este proceso de aplicación de las indicaciones de 'Amoris Laetitia".

 

Una "ayuda" para el Papa

Otro de los temas comentados por el Cardenal Pietro Parolin ha sido la reforma de la Curia romana: "Que la Curia realmente se convierta en una ayuda para el Papa", ha dicho.

Recordando los pasos ya realizados en el contexto del trabajo del C9, el cardenal habla de la conversión y la define como "el espíritu profundo que debe animar cada reforma", así como "la dimensión fundamental de la vida cristiana", apunta 'Vatican News' en su edición italiana.

 

 

11/01/2018-15:22
Rosa Die Alcolea

Causas de los Santos: Mons. Demetrio Fernández, nuevo miembro de la Congregación

(ZENIT — 11 enero 2018).- El Papa Francisco ha nombrado a Mons. Demetrio Fernández González, obispo de Córdoba (España), miembro de la Congregación para las Causas de los Santos.

La Oficina de Prensa de la Santa Sede lo ha hecho público hoy, 11 de enero de 2018.

Asimismo, junto a Mons. Fernández González, ha sido designado miembro de esta Congregación Mons. Vincenzo Paglia, Arzobispo-obispo emérito de Terni?Narni?Amelia (Italia) y Presidente de la Pontificia Academia para la Vida.

 

"Gesto de confianza"

La Diócesis de Córdoba señala que el nombramiento se trata de "un gesto de confianza" por parte del Papa Francisco hacia Mons. Demetrio Fernández, "encomendándole esta delicada e importante tarea al servicio de la Iglesia universal para los próximos cinco años", indican.

Este nuevo servicio a la Iglesia que el Papa Francisco encomienda a Mons. Demetrio Fernández, supondrá desplazarse a Roma —informan en la página web de la Diócesis—al menos una vez al mes para las reuniones ordinarias, y será compatible con su plena dedicación a la diócesis de Córdoba, sus tareas en la Conferencia Episcopal Española y las que le vienen encomendadas por la Asamblea de los Obispos del Sur, a la que pertenece.

La Congregación vaticana para las Causas de los Santos, a la que pertenece un grupo de cardenales, arzobispos y obispos de todo el mundo, preparan todo lo necesario para que el Papa, en virtud de la suprema autoridad apostólica, proponga nuevos ejemplos de santidad para todos: estudio detenido de las virtudes heroicas en cada siervo de Dios, verificación de los milagros que se presentan para su estudio, y estudio sobre el martirio de tantos testigos en la historia de la Iglesia.

"En suma, se trata de colaborar con el Papa en la pastoral de la santidad para la Iglesia universal", señala la Diócesis de Córdoba.

Mons. Demetrio Fernández González nació el 15 de febrero de 1950 en Puente del Arzobispo (Toledo) en el seno de una familia cristiana. Recibió la ordenación sacerdotal el 22 de diciembre de 1974 en Toledo, de manos del cardenal Marcelo González Martín, arzobispo de Toledo.

 

Obispo de Córdoba

Fue nombrado Obispo de Tarazona el 9 de diciembre de 2004, recibió la ordenación episcopal el 9 de enero de 2005 en el Monasterio de Veruela-Tarazona.

El día 18 de febrero de 2010 fue nombrado por el Santo Padre Benedicto XVI Obispo de Córdoba. Inició su ministerio episcopal en la Sede de Osio el día 20 de marzo de
2010.

En el seno de la Conferencia Episcopal Española ha sido Presidente de la Junta de San Juan de Ávila, Doctor de la Iglesia, y miembro de las Comisiones Episcopales para la Vida Consagrada, la de Seminarios y Universidades y la Comisión Episcopal para el diálogo Interreligioso. Actualmente, forma parte de la Comisión Episcopal de Patrimonio.

Tiene publicaciones de teología, historia y espiritualidad y numerosos artículos en revistas especializadas.

 

 

11/01/2018-16:35
Redacción

Unidad de los Cristianos: Mons. Ladaria Ferrer, nuevo miembro del Consejo

(ZENIT — 11 enero 2018).- El Papa Francisco ha nombrado miembro del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos a Mons. Luis Francisco Ladaria Ferrer, arzobispo de Thibica (Túnez), jesuita y Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, hasta ahora consultor del mismo Pontificio Consejo.

La Oficina de Prensa de la Santa Sede lo ha comunicado hoy, jueves, 11 de enero de 2018.

Mons. Luis Francisco Ladaria Ferrer es Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe desde el 1 de julio de 2017, así como presidente de la Pontificia Comisión "Ecclesia Dei", de la Comisión Teológica Internacionaly de la Pontificia Comisión Bíblica.

El jesuita nació el 19 de abril de 1944 en Mallorca, fue ordenado sacerdote sacerdote de la Compañía de Jesús en 1966 y fue nombrado Obispo de Thibica, en Túnez, en el año 2008, también Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

 

 

11/01/2018-16:03
Rosa Die Alcolea

Venezuela: Mons. José Luis Azuaje, nuevo Presidente de la Conferencia Episcopal

(ZENIT — 11 enero 2018).- En Venezuela "se necesita reactivar la economía, dar trabajo, dar empleo, dar seguridad a la gente tanto personal como jurídica; mirar al pueblo según lo que realmente necesite, pensar y actuar en función de sus preocupaciones", declaró Mons. José Luis Azuaje, nuevo Presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana.

El Obispo de Barinas (Venezuela) fue elegido Presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana para el trienio 2018-2021, el pasado martes 9 de enero de 2018, en el marco de la realización de la CIX Asamblea Ordinaria Plenaria de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), informa la Conferencia venezolana.

Mons. Azuaje observó que "las actuales estrategias económicas son coyunturales" en Venezuela, —recoge la página web de la Conferencia Episcopal— y detalló que se necesita reactivar la economía, dar trabajo, dar empleo, dar seguridad a la gente tanto personal como jurídica; mirar al pueblo según lo que realmente necesite, pensar y actuar en función de sus preocupaciones.

"En el país no solamente necesitamos un cambio de modelo económico sino también un cambio de modelo político, porque nos hemos deteriorado demasiado", ha indicado el nuevo Presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela.

Asimismo, Mons. José Luis Azuaje, tras su elección indicó que en "en estos momentos debemos seguir trabajando en función de favorecer la vida de la gente, el sentido de la cultura de la vida de cada persona, pero con una constante, no por el interés de adquirir adeptos en un proceso electivo, sino con el interés fundamental de resguardar la dignidad y la vida de los venezolanos".

Asimismo, componen la nueva Junta Directiva de la CEV para el trienio 2018-2021: el primer Vicepresidente Mons. Mario Moronta, Obispo de San Cristóbal; segundo Vicepresidente Mons. Raúl Biord, Obispo de la Guaira; y como Secretario General a Mons. José Trinidad Fernández, Obispo Auxiliar de Caracas.

 

 

11/01/2018-19:50
Redacción

Argentina: Audiencia del Papa Francisco con el Ordinario militar

(ZENIT — 11 enero 2018).- El Papa Francisco ha recibido esta mañana, 11 de enero de 2018, en audiencia a Mons. Santiago Olivera, Ordinario Militar de Argentina.

La Oficina de Prensa del Vaticano ha informado sobre el encuentro, a través de un comunicado.

El Santo Padre envió un mensaje al obispo castrense de Argentina el pasado 20 de noviembre, con motivo de la desaparición de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan, asegurando su "ferviente oración".

El Papa Francisco designó a Mons. Santiago Olivera como Ordinario Militar de Argentina el pasado 28 de marzo de 2017, habiendo sido anteriormente Obispo de Cruz de Eje desde 2008.

 

 

11/01/2018-19:29
Isabel Orellana Vilches

San Antonio María Pucci, 12 de enero

«La vida del padre Pucci bien puede calificarse como la labor heroica e impagable de un santo cura de pueblo; dio su vida por todos. Murió después de haber cubierto con su manta a un indigente que yacía en la calle aterido de frío»

Incontables sacerdotes han entregado su vida a Dios ejerciendo su labor pastoral en poblaciones de escaso relieve. En estas misiones, frecuentemente teñidas de soledades, han amasado heroicas virtudes sosteniendo firmemente su vocación con la gracia de Cristo, y haciendo que ésta germine en una inagotable cascada de bendiciones. Han sido el punto de referencia más cercano que las buenas gentes han tenido para proponerse la búsqueda de la santidad.

Eustaquio, que ese era su nombre de pila, se santificó siendo sacerdote de una parroquia durante medio siglo, como miembro de la Congregación de los Siervos de María (Servitas), en la que adoptó el nombre de Antonio María. Había nacido en la localidad italiana de Poggiole, colindante a Pistoia, el 16 de abril de 1819. Era uno de los siete hermanos de una humilde familia, y como tal estaba destinado por su padre a ser labrador. Pero él acariciaba el sueño de convertirse en sacerdote. Siendo monaguillo servicial y piadoso, don Luigi, el párroco que le ayudaba a estudiar, se fijó en él. Y cuando el joven cumplió 18 años, el bondadoso presbítero se entrevistó con su padre, quien no ocultó su juicio negativo respecto a la vocación que mostraba su hijo. Esta resistencia se venció poco después y Eustaquio fue ordenado en 1843.

No era agraciado, ni resultaba simpático. Ahora bien, ni su voz nasal de tono monótono, ni sus ligeros gestos nerviosos eclipsaron su piedad. Y su labor apostólica, realizada entre las gentes sencillas, daba grandes frutos porque ayudaba a todos a remontar las debilidades y a superar dificultades de diverso calado. Erraron los que al hablar de su eventual proceso de canonización, lo tildaron de un hombre ordinario. Las personas se encariñaban con el humilde párroco, que vivió durante cuarenta y cinco años una heroicidad perseverante y oculta, solo manifiesta a los ojos de Dios. El cardenal Laurenti, prefecto de la Congregación de Ritos, confió al padre Ferrini, postulador general de la Orden: «Si el padre Pucci ha sido siempre buen párroco y buen religioso a la vez, es sin duda un santo de verdad».

Dedicado a los menesteres pastorales en la parroquia de san Andrés de Viareggio, se centraba en labores diversas: enseñanza del catecismo, ayuda a los pobres, acciones sociales, dirección de grupos de seglares, fundación de religiosas, del apostolado del mar, etc. Y de forma especial se ocupó de los niños pobres y enfermos. Daba singular relieve a las celebraciones de las primeras comuniones. Y repartía premios, como el de la «Befana» (o «hada-buena»), remedo de la tradición española de los Reyes Magos; él mismo se implicaba llevando gustoso los juguetes al domicilio de los pequeños.

Calibrando la importancia de ofrecer una formación integral a los jóvenes y en función también de la enseñanza del catecismo, instituyó la «Compañía de San Luís» y la Congregación de la Doctrina Cristiana. Sin saberlo, y sin haber tenido ocasión de encontrarse en vida, el padre Pucci realizaba con los jóvenes una labor paralela a la que san Juan Bosco efectuaba en esa época en Turín. Conocedor de la riqueza del buen humor para la vida espiritual, en el reglamento de la asociación dirigida a los jóvenes había escrito que «buscaran un buen amigo y huyeran de los tristes».

Su ejercicio pastoral fue bendecido con vocaciones de personas a las que dirigía. Impulsó, entre otras obras, las Siervas de María de Viareggio y «La Pía Unión de los hijos de San José». Instituyó la Cofradía de la Misericordia y la Conferencia de San Vicente, todo con objeto de ejercitar la caridad con los más necesitados, a los que les entregaba sin dudarlo su manteo y colchón cuando el frío glacial los dejaba ateridos. Los pobres y enfermos tenían en él siempre una mano amiga. Los buscaba por las calles para darles ayuda y consuelo; ello caló en el corazón de las gentes que lo denominaron «Padre de los pobres». Encomiable fue su labor con las Hermandades tratando de que hicieran comunidad fuera de los ámbitos de sus propias cofradías.

Como religioso, fue superior de la casa de Viareggio en 1859, y reelegido, excepcionalmente, de modo permanente. En 1883 su gobierno se extendió a toda la Toscana; estuvo presidido por la preocupación de ser amado más que temido, de ser caritativo, servidor de todos y no dominador. Este apóstol de la caridad, devotísimo de la Virgen de los Dolores, humilde, consolador de los afligidos, insigne confesor, gran reconciliador y dador de paz, que fue agraciado con dones extraordinarios diversos, una vez más se apiadó de un pobre que yacía en el suelo aterido de frío. Le dio su manto para que se cubriera, y ello le acarreó una grave pulmonía, a consecuencia de la cual murió el 12 de enero de 1892, a la edad de 73 años. Fue beatificado por Pío XII el 22 de junio de 1952, y canonizado por Juan )0011e1 9 de diciembre de 1962.