Red Iberoamericana de

Estudio de las Sectas

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Nº 575

12 de may. 2018

 

BOLETÍN MONOGRÁFICO: PSEUDOTERAPIAS Y PSEUDOCIENCIAS

 

1. La Asociación Médica Mundial apoya la lucha de los médicos españoles contra las pseudoterapias.

2. Las estadísticas oficiales muestran una preocupante implantación de pseudoterapias en España.

3. Yoga, acupuntura, meditación… técnicas muy implantadas en España.

4. Reiki y sus derivadas: cuanto más lejos de los hospitales, mejor.

5. El reiki se difunde en España también en centros de mayores y de amas de casa.

6. Argentina: una facultad de Medicina realiza un curso de posgrado con chamanes.

7. La “Fira de la Terra” de Barcelona sirvió como plataforma de difusión de pseudoterapias.

8. El Ministerio de Sanidad de España avanza en la regulación de los productos homeopáticos.

9. Los médicos que recomiendan terapias alternativas practican malos hábitos.

10. España: piden cárcel para un “terapeuta energético” por abusos sexuales.

 

 

1. La Asociación Médica Mundial apoya la lucha de los médicos españoles contra las pseudoterapias.

FUENTE: Médicos y Pacientes

 

 

El Consejo de la Asociación Médica Mundial (AMM) reunido en Riga, Letonia, dio el visto bueno el pasado 25 de abril a una propuesta de declaración sobre pseudoterapias presentada por el Dr. Jerónimo Fernández Torrente, coordinador del Observatorio contra las pseudociencias, pseudoterapias, intrusismo y sectas sanitarias de la Organización Médica Colegial (OMC) de España, y que formaba parte de la delegación española que asistió al encuentro en el que también participa el presidente de la corporación, Dr. Serafín Romero.

Según informa Médicos y Pacientes, el portal oficial de este organismo español, la OMC considera fundamental que la Asociación Médica Mundial y sus integrantes sean conscientes de este problema y de sus riesgos y repercusiones sanitarias y sociales, de ahí que el Consejo de la AMM haya decidido que la propuesta se traslade a todas las organizaciones médicas nacionales para que realicen sus aportaciones.

La delegación de la OMC, que participó en la 209ª reunión del Consejo de la AMM que se celebró hace días en Riga (Letonia) ha presentado una propuesta de Declaración específica sobre pseudociencias, pseudoterapias, intrusismo y sectas sanitarias ante los representantes de cada una de las seis regiones de la AMM: África, Asia, Europa, América Latina, América del Norte y el Pacífico integrados en el Consejo.

La propuesta fue presentada por el Dr. Jerónimo Fernández Torrente, tesorero de la OMC y coordinador del Observatorio contra las pseudociencias, pseudoterapias, intrusismo y sectas sanitarias, ante la preocupación de esta corporación por el auge desproporcionado y los riesgos y consecuencias negativas de estas prácticas, y considerando que la AMM y sus Asociaciones nacionales y de la profesión médica deben conocer y ser conscientes de este problema y de sus repercusiones sanitarias y sociales.

A ello, la corporación médica española añade que la mayoría de los países no disponen de un marco regulatorio específico en este ámbito y donde éste existe “no se cumple o es demasiado laxo o permisivo, lo que ha permitido la proliferación de las pseudoterapias, que representan un grave peligro para la salud de los ciudadanos”.

Los principales riesgos identificados en la propuesta presentada por el Dr. Fernández Torrente, pasan por el abandono, por parte de los pacientes, de otras terapias médicas efectivas por prácticas que no han demostrado valor curativo o que carecen del mismo, y esto puede ocasionar graves problemas de salud e incluso la muerte. A ello se suma la posibilidad más que frecuente de retrasos peligrosos y “pérdida de oportunidad” en la aplicación de fármacos, procedimientos y técnicas reconocidas y avaladas por la comunidad científica.

Independientemente del abandono de un tratamiento médico, algunas pseudoterapias, por sí mismas, según se subraya, pueden tener efectos negativos sobre la salud, tales como daños económicos o morales en los pacientes; encarecimiento de los procesos; intrusismo en la profesión médica, incluidas sectas habitualmente relacionadas con este tipo de prácticas.

La OMC considera que esta propuesta de declaración sobre pseudociencias y pseudoterapias constituye una oportunidad para reivindicar y poner en valor la Medicina basada en evidencias, el método científico experimental y el conocimiento científico aplicado, y es por ello que incluye una serie de recomendaciones.

Recomendaciones de la OMC

En la propuesta presentada ante la AMM, la Organización Médica Colegial incluye estas ocho recomendaciones:

- El médico tiene el deber de prestar a todos los pacientes una atención médica de calidad humana y científica, ofreciendo el mejor tratamiento posible basado en la mejor evidencia científica. La Declaración de Ginebra de la AMM y el Código Internacional de Ética Médica deben ser referentes en éste sentido.

- El médico debe emplear preferentemente procedimientos y prescribir fármacos cuya eficacia se haya demostrado científicamente. No son éticas las prácticas inspiradas en el charlatanismo, las carentes de base científica y que prometen a los enfermos la curación, los procedimientos ilusorios o insuficientemente probados que se proponen como eficaces, la simulación de tratamientos médicos o intervenciones quirúrgicas y el uso de productos de composición no conocida.

- El médico debe disponer de libertad de prescripción, respetando la evidencia científica y las indicaciones autorizadas de entre las mejores posibles y hacer partícipe a su paciente, por calidad y seguridad en la atención. El médico que ejerza y aplique técnicas o terapias no reconocidas legalmente ni avaladas por la comunidad científica tiene el deber de informar adecuadamente a sus pacientes y asumir todas las obligaciones legales, profesionales y deontológicas que marcan la actividad médica de la lex artis ad hoc y el acto médico en sensu estricto.

- Los médicos deben saber que algunos grupos de pacientes, como aquellos con cáncer, enfermedades psiquiátricas o patologías crónicas graves, y niños, son particularmente vulnerables a los riesgos asociados con las prácticas pseudocientíficas/pseudoterapeúticas alternativas y/o complementarias no contrastadas con métodos de evidencia.

- La profesión médica necesita profundizar en aspectos como la relación médico–paciente, la comunicación personal y social, la confianza mutua y la humanización de la asistencia sanitaria centrada en la persona, con respeto a las decisiones y autonomía del paciente, para evitar su desviación hacia las pseudociencias y pseudoterapias.

- El intrusismo en la profesión médica, tras el preocupante aumento con el uso de las nuevas tecnologías, solo puede ser combatido con leyes. Se necesitan políticas de los gobiernos que sean poco tolerantes con estas prácticas y una implicación real de las Administraciones. Es, asimismo, responsabilidad de las Administraciones y de las Asociaciones Médicas Nacionales (AMNs) denunciar aquellas pseudoterapias / pseudociencias que ponen en riesgo la salud pública de la población, así como la mala praxis, el fraude, la publicidad engañosa y las webs con contenidos de salud, no acreditadas, que se puedan considerar fraudulentas.

- Las AMM y las AMNs deben hacer frente especialmente a las pseudoterapias/ técnicas de manipulación de la mente o las emociones, con alto componente sectario, así como las que puedan contener publicidad engañosa, las que utilizan productos no autorizados u otros productos sin fundamento. Todas ellas han de ser “expresamente excluidas” de cualquier circuito sanitario y de salud.

- Los Estados y/o autoridades competentes deben establecer disposiciones estrictas que protejan a los pacientes tratados con prácticas del entorno de las pseudoterapias/ pesudociencias, complementarias y/o alternativas. Cuando se descubre que es dañino, debe haber un mecanismo que detenga o limite considerablemente dichas prácticas para proteger la salud pública y el entorno de los pacientes afectados y sus familias.

Precisamente, las principales líneas de actuación de la AMM, que representa a más de diez millones de médicos a través de más de un centenar de organizaciones nacionales de todo el mundo, se centran en áreas como: salud pública, ética médica, sistemas sanitarios, y formación médica, entre otros.

La AMM, fundada en 1947 en París por 20 Consejos, Ordenes y Asociaciones Médicas, entre ellas España, constituye un referente ético de la Medicina, regulador de todos los aspectos básicos y compartidos por la profesión médica en todo el mundo, desde la práctica profesional, a la formación médica, la protección de los pacientes en cualquier ámbito, especialmente de los de poblaciones o grupos sociales más vulnerables o frágiles.

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2. Las estadísticas oficiales muestran una preocupante implantación de pseudoterapias en España.

FUENTE: El País

 

 

Los españoles están instalados en una confusión importante sobre las pseudoterapias, las llamadas terapias alternativas. Y los expertos alertan de que se trata de una laguna grave, más de lo esperado, que puede convertirse en un problema mayor en el futuro. El último barómetro del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) de febrero incluía una serie de preguntas sobre la salud de los españoles, sus visitas al médico y, por primera vez, una docena de cuestiones en torno a técnicas y productos como la homeopatía y el reiki.

Aunque las pseudoterapias no han probado su utilidad frente a ninguna enfermedad, las respuestas de los encuestados reflejan un importante desconocimiento entre la sociedad española de la diferencia que existe entre los tratamientos médicos y los falsos remedios, según cuenta Javier Salas en el diario español El País.

Por ejemplo, cuando preguntan a los españoles por las razones para no usar pseudoterapias como la reflexología o la sanación espiritual, las respuestas delatan desconocimiento en el mejor de los casos y muy poco rechazo hacia técnicas y productos que no curan. Al agrupar las respuestas que muestran cierto grado de escepticismo hacia estas prácticas —”no sirven”, “la medicina es suficiente”, “hay mucho timo”, “efectos secundarios”— se quedan 27 puntos por detrás de aquellas respuestas que abren la puerta a usarlas si se dieran las circunstancias —”las desconoce”, “no tiene necesidad”, “son caras”—. En la encuesta, muchos españoles dicen conocer estas técnicas, pero no parece que sepan realmente lo que son y que no funcionan.

“Se confirma en estos datos una clara confusión; no parece que lo vean como algo ajeno a la ciencia”, asegura Josep Lobera, investigador de la Universidad Autónoma de Madrid. Lobera ya trabajó sobre este asunto en el Estudio de Percepción de la Ciencia, de Fecyt, donde observaron este mismo problema de confusión y desinformación. “Veíamos gente muy a favor de estas terapias y de la ciencia, a la vez”, explica el sociólogo, que pone como ejemplo a la homeopatía: “La mayoría está confundida, piensa que es un medicamento porque se vende en farmacias, con su cajita, su prospecto, hasta se receta...”.

Este último aspecto, el del papel de los profesionales sanitarios, también se resalta en el barómetro: hasta el 18,4 % de los que practican estas pseudoterapias lo hacen con el apoyo de médicos o enfermeros y el 14 % se informa sobre ellas en centros de salud.

“La gente acude a un profesional porque se supone que te va a ayudar a curarte y con esto te pueden estar alejando de tu oportunidad terapéutica”, lamenta Elena Campos, presidenta de la Asociación para Proteger a los Enfermos de la Terapias Pseudocientíficas (APETP). “Se pone de relieve la necesidad de informar a la población en general y también de realizar cursos de formación a los profesionales para que sepan a qué se están enfrentando. No puedes dar por buena una decisión que parece informada, pero que en realidad nace de la confusión”, critica Campos.

Este problema que muestra el CIS ya se apuntaba en aquella encuesta de Fecyt, en la que el 53 % de los españoles se identificaba mucho, bastante o algo con la afirmación de que los productos homeopáticos funcionan. Aunque solo el 7 % estaba muy convencido de que funciona, y según este CIS rondan el 5 % los que la consumen cada año, Lobera considera que todas estas respuestas destilan una sensación de batiburrillo en la cabeza de los españoles. “Las conocen e incluso confían, no las usan porque en este momento no tienen necesidad... Me inquieta porque creo que no hay información, la gente no sabe lo que es el método científico, que los medicamentos tienen que probar su eficacia, etc.”.

Mujeres y de Podemos

Este CIS muestra datos interesantes sobre el uso real que los españoles hacen de muchas de estas pseudoterapias, como que el porcentaje de españoles que usan alguna vez al año la homeopatía rondaría el 5 % de la población. En general, solo un tercio de los españoles habría usado una de estas terapias alternativas en el último año, pero porque el 20 % de ellos habrían recibido un “masaje terapéutico”, que es una denominación bastante ambigua. Aunque en la encuesta se mezclan técnicas como el yoga, más cercanas al bienestar, con falsas técnicas sanatorias como el reiki, por lo general son las mujeres las que más dicen usarlas.

También muestra que el consumo de estas técnicas y productos no está en absoluto reñido con una buena educación, al contrario: el perfil más habitual sería una mujer con estudios y buen nivel socioeconómico, como también mostraba la encuesta de Fecyt. Además, destacan los votantes de Podemos. Desde el CIS aseguran que escogieron esta temática para incluir por primera vez varias preguntas en detalle por su intención de recoger “aspectos de actualidad de la realidad española” y que para diseñarla “se consultaron fuentes relativas a la información oficial existente en el Ministerio de Sanidad, y se utilizó también la encuesta diseñada para Europa por la Encuesta Social Europea”. Carolina Moreno explica que es probable que se hayan mezclado pseudociencias con terapias con cierta base científica y prácticas de bienestar para tratar de encontrar patrones distintos.

Cuando se pregunta a los usuarios de estas técnicas y al público en general por las razones por las que se utilizan, asoma la idea de que son buenas para mantener una vida sana y que llegan allí donde la medicina se queda corta, que destacan como las respuestas más repetidas. “Esa percepción del adjetivo natural, complementario, alternativo como algo beneficioso confunde a la gente. Y los charlatanes se aprovechan, porque dicen que “no hace daño”, que hace sentir bien...”, explica Jerónimo Fernández, responsable del Observatorio contra las Pseudociencias de la Organización Médica Colegial. Fernández, que se me muestra “bastante preocupado” por el papel de su gremio en este problema, alerta de que está “calando el discurso de la ineficacia de los tratamientos médicos”. “La desinformación, el desconocimiento, se mezcla todo, aquellas prácticas que tienen una base de bienestar, como el yoga, con el reiki que es simplemente un engaño”, lamenta. Y añade: “Lo más preocupante es la gente que cree, que ya se mueve en el ámbito de la fe, y debería haber tenido una información fiable”.

Lobera está realizando un estudio a fondo sobre estos creyentes en las pseudoterapias en su grupo de la UAM y se muestra “muy preocupado” por las sensaciones que le transmiten los datos del CIS sumado a la experiencia de su investigación. “El problema es mayor de lo que podíamos pensar, porque en algunos grupos sociales es muy fuerte, como entre universitarios. Cuando hablamos de grupos demográficos con un 15 % o un 20 % de usuarios, ya es mucha gente”, advierte. Además, el nivel de satisfacción de los usuarios de estas técnicas que no curan es por lo general tan elevado como el de los pacientes de médicos de cabecera o especialistas, según el CIS, lo que da otra pista de que se juzgan desde el ámbito de las creencias.

Técnicas “iluminadas”

“Lo que me preocupa es que nos estamos encontrando con gente que tiene una narrativa propia muy sólida, que ya es casi religiosa”, alerta Lobera. No están en contra de ir al médico, no son anticiencia, pero lo ven muy limitado y buscan técnicas más “iluminadas”, explica este sociólogo, a quien le ha sorprendido que los usuarios de estas pseudociencias forman redes personales y tejidos argumentales muy firmes, que incluyen muchas ideas en el mismo paquete. “Se nos viene encima algo muy potente, muy grave”, advierte.

En la encuesta de Fecyt, se preguntó a los 6.300 encuestados qué harían en caso de tener que operarse por una enfermedad grave. Solo el 1,8 % dijo como primera opción que buscaría un tratamiento alternativo a la medicina, pero hasta un 17 % mencionó esta opción entre todas sus posibilidades. Y aunque el 70 % mencionó que se fiaría en exclusiva de los médicos, hasta un 26 % aseguró que se informaría por su cuenta, un 37 % dijo que la opinión de los médicos no sería determinante y un 33 % tendría en cuenta la recomendación de amigos y familiares. Todas estas respuestas abren la puerta a las pseudoterapias: según este barómetro del CIS, el 64 % de los usuarios de pseudoterapias accedieron a información sobre ellas entre su círculo íntimo de amigos y conocidos.

“Desde hace dos años estamos viendo que el consumir estas terapias no tiene que ver ni con el nivel de estudios ni con la influencia de los medios, sino por el boca a boca”, explica Carolina Moreno, catedrática de la Universidad de Valencia especialista en percepción social de la salud. Moreno, que coordina el proyecto ESTENAS para el estudio de las terapias alternativas, añade que el acceso surge a partir de círculos inmediatos y muy en menor media de internet (22 %), y que está más vinculado a factores emocionales que racionales y a la confianza.

“La mayoría de la gente no tiene clara la diferencia entre la medicina y estas terapias”, asegura Moreno. “Debería haberse gestionado desde la gobernanza, empezando por Sanidad, que no informa, y que tiene un informe que es un despropósito con 139 terapias todas mezcladas, sin distinciones claras, una lista larguísima que no se entiende”, critica. Coincide con ella la presidenta de APETP, Elena Campos: “Desde Sanidad ni han hecho una campaña de concienciación, que es algo que venimos pidiendo desde hace un año. Por ejemplo, ahora la UE ha tenido que promover una campaña en favor de las vacunas, porque se ha disparado el sarampión por los recelos hacia la vacunación”.

Casos reales

Los datos sociológicos y el análisis de los especialistas recuerdan a casos reales, como el del joven Mario Rodríguez, que murió tras abandonar la quimio durante semanas por un tratamiento alternativo. Este estudiante de Física, que lógicamente no tenía nada contra la ciencia, llegó a las pseudoterapias por recomendación de su entorno, su madre, y el curandero que le trató aseguraba que las vitaminas que le recetaban mejorarían su bienestar. Estaba tan convencido de la utilidad de estos remedios que los estuvo administrando casi hasta su muerte, que fue cuando se dio cuenta de que se había equivocado al confiar en falsos remedios.

También recuerda a lo sucedido en Granada en 2010, cuando un brote de sarampión evidenció una red sólida de familias contrarias a la vacunación que obligó a intervenir a un juez para obligarlas. Son situaciones reales, advertencias que muestran que no se han establecido los cortafuegos necesarios para evitar que se extienda la desinformación pseudocientífica. “Gracias al CIS ya tenemos los datos”, apunta Campos, “espero que ahora actúen los políticos”.

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3. Yoga, acupuntura, meditación… técnicas muy implantadas en España.

FUENTE: Xataka

 

 

En febrero, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de España decidió hacer una serie de preguntas sobre “medicina complementaria” en su barómetro mensual. Los datos son interesantes porque completan la información que ya tenemos gracias a la Encuesta Nacional de Salud y las Encuestas de Percepción Social de la Ciencia de la FECYT. Hasta aquí las buenas noticias. Los resultados del CIS son preocupantes y desmoralizantes a parte iguales: la 'desinformación' en temas de salud es toda una epidemia y, puestos en contexto, no está claro que vayamos a mejor. Lo cuenta Javier Jiménez en el portal Xataka.

Pues sí, el CIS preguntaba por diferentes tratamientos no convencionales relacionados con la salud. Eso nos ha dado la oportunidad para indagar sobre qué saben los españoles sobre su funcionamiento, sobre cuánto, dónde y cómo las usan, sobre la satisfacción que les produce y sobre las razones para usarlos (o no). Los pseudotratamientos más conocidos son el Yoga (90,3 %) la Acupuntura (89,1 %), la meditación (74,9 %), las plantas medicinales (71,1 %) y la Homeopatía (66,5 %). Los menos conocidos son la Terapia Floral (22,6), el Ayurveda (10,9) y el Chi-kung (8,1).

De entre los que conocen estas pseudotratamientos y dicen saber en qué consisten, las cifras de uso son también reveladoras: el 6,2 % ha ido a un profesional de la acupuntura, el 9,8 % a un homeópata o el 10,4 % a meditación. Eso sí, la mayoría del uso de este tipo de “tratamientos no convencionales” es puntual, aunque no deja de ser curioso que las terapias menos conocidas sean las que tienen usuarios más fieles (la acupuntura tiene un 11,3 de uso semanal frente al 45,5 del Chi-Kung).

El perfil del usuario permanece estable. Los datos de la Encuesta Nacional de Salud (2013) ya señalaban que las mujeres recurren a las “terapias alternativas” en mayor medida que los hombres y que cuanto mayor es el nivel de estudios, mayor es el uso de productos homeopáticos. Estos datos del CIS lo confirman.

Una de las partes más interesantes son las preguntas por las razones para usarlas. Las respuestas más repetidas fueron: “La gente cree y confía en ellas sin ningún motivo concreto” (33,9 %), “Ayudan a tener una vida sana y equilibrada” (30,7 %) y “curan enfermedades y dolencias para las que la medicina convencional no funciona” (26,3 %) o “alivian los efectos secundarios” (24,3 %). Cuando preguntamos sólo a aquellos que usan la mayor respuesta es “para que ayuden a tener una vida sana y equilibrada”.

Un problema de prácticas comunitarias

Pero quizás el dato más interesante es que el 64 % de los usuarios de pseudoterapias las conocieron por su círculo íntimo de amigos y conocidos. Desde hace muchos años, está claro que el problema de las pseudociencias no es un problema de estudios o de estatus socioeconómico: es un problema de prácticas comunitarias. Algo mucho más difícil de abordar.

Muchas pseudociencias (y sus discursos ideológicos) se incardinan en la racionalidad de las prácticas. Las ‘prácticas’ son formas de actividad humana socialmente establecidas que permiten la cooperación gracias a que tienen cierta sistematicidad y coherencia. Es decir, tienen una ‘racionalidad’ propia (unas reglas que conectan medios con fines) que no tiene por qué estar alineada con la racionalidad científica. Y, pese a ello, cumplen funciones sociales y comunitarias cruciales.

Es lo que, en línea con el trabajo de Almond y Verba (1963) podríamos llamar “culturas sanitarias” (o “culturas científicas”): un conjunto de reglas (actitudes, creencias y sentimientos) que usamos para ordenar y dar significado a nuestro conocimiento del mundo (y de la enfermedad). Lo interesante es que la mayoría de las personas somos “multiglósicas”: es decir, utilizamos “variedades culturales” distintas dependiendo de cuál sea la “cultura” de prestigio en cada momento.

Podemos ser escépticos en un grupo de Whatsapp y creyentes en el siguiente sin solución de continuidad. Y ese es, precisamente, el gran reto de la educación científica actual. Como explica Javier Salas en un completísimo reportaje (el reproducido justo arriba en este boletín InfoRIES), los datos del CIS son una llamada de atención a las autoridades sanitarias. Pero sobre todo, los datos dejan claro que tenemos que seguir investigando para desarrollar mejores herramientas con las que combatir la pseudociencia.

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4. Reiki y sus derivadas: cuanto más lejos de los hospitales, mejor.

FUENTE: El País Semanal

 

 

La mayoría de pseudoterapias no están avaladas por la ciencia. Hay que tener mucha fe para poner la salud de uno en manos de alguien que te hace supuestos pases mágicos sólo con sus dedos. Así se introduce el artículo que ha escrito, titulado “Reiki de ida y vuelta”, el conocido divulgador español J. M. Mulet en El País Semanal.

En el año 2011 se anunció en la prensa que varios hospitales españoles iban a implementar unidades de reiki como apoyo a los pacientes oncológicos. Durante estos siete años hemos visto cómo les hacían a los enfermos una especie de masajes, a veces pasando las manos a cierta distancia del cuerpo, para reconducir o reequilibrar las energías y así recuperar la salud.

Todo ello de manera oficial, amparado por algunos colegios de médicos o universidades. De hecho, estas técnicas no se diferencian mucho de cuando un curandero te hace una imposición de manos o un sacerdote te bendice. Sin embargo, parece que los años dorados del reiki llegan a su fin. La Organización Médica Colegial ha creado un observatorio de pseudoterapias donde el reiki es una de las más cuestionadas. El Gobierno de Madrid prohibió esta pseudociencia en 2017. Técnicas como el reiki, el ‘tapping’ o el ‘shiatsu’ no han superado nunca ningún ensayo clínico. Tampoco son efectivas.

El reiki es una disciplina que se anuncia como milenaria, pero no es cierto. Es el invento de un monje budista llamado Mikao Usui. Le vino la inspiración en 1922, después de una jornada de meditación en lo alto del monte Kurama (Japón). Básicamente lo que hizo Usui fue recoger conceptos propios de la medicina tradicional china, como el de la energía vital o qi, y reinterpretarlos a su gusto, pero sin ninguna aplicación del método científico. Ni evidencia de su funcionamiento. De hecho, el significado del nombre es incierto, pero parece ser también un préstamo del término chino que quiere decir “influencia espiritual”. Tampoco se puede considerar que sea oriental.

Al fallecer Usui, se crearon diversas escuelas. Una de ellas fue creada en Hawái por la estadounidense de origen japonés Hawayo Takata. A través de ella se exportó a Occidente. Como pasa con muchas pseudomedicinas, cualquiera puede reinterpretarla a su gusto, así que a partir del reiki se ha derivado el shiatsu o acupresión, que viene a ser una acupuntura sin agujas. Fue inventado por Tokujiro Namikoshi en 1940 —aunque también se venda como técnica milenaria— y su práctica consiste en presionar con el dedo. Otra derivada de esta pseudociencia es el shenshu: reiki para animales de compañía. Y como parece que la imaginación no abunda, el shiatsu tiene una copia occidental llamada EFT o taping, que no solo sirve para calmar dolores al estilo de la acupuntura, sino que también se puede aplicar en caso de problemas psicológicos. Hasta la recomiendan para arreglar lavadoras (y no es broma).

La mediática Sor Teresa Forcades imparte cursos de esta disciplina en su monasterio. Así que ya hemos visto cómo en menos de un siglo, a partir de las elucubraciones de un monje han nacido toda una suerte de disciplinas que comparten un nexo en común: ninguna ha superado nunca un ensayo clínico. ¿Son efectivas? No. No hay ninguna evidencia de su funcionamiento. Hay que tener mucha fe para poner tu salud en manos de alguien que te hace pases mágicos. Si leemos lo que se puede encontrar en la página web del maestro John Curtin, presidente de la asociación española de reiki, dice barbaridades como la siguiente: que el cáncer es “rabia que te consume, un deseo de auto-destrucción”.

Aparte de mezclar conceptos de medicina india con japonesa, asume que es una enfermedad psicosomática que se debe a problemas emocionales, algo que no es cierto. El cáncer es algo muy serio y no es culpa de los sentimientos de la persona que lo sufre. Hacer algo así es bastante miserable, pero cuando practicas una disciplina que te vas inventando sobre la marcha, puedes hacer afirmaciones gratuitas como esta. Pseudomedicinas como el reiki y sus derivadas, cuanto más lejos de los hospitales mejor. 

Una de las muchas derivaciones del reiki fue el toque terapéutico. Se supone que los practicantes de esta técnica son capaces de detectar la energía vital, que si se desequilibra, puede causar enfermedades. Esta pseudociencia se desmontó con un sencillo experimento llevado a cabo por Emily Rosa, una estadounidense de nueve años. Cuando cursaba cuarto de primaria, le encargaron un trabajo de ciencia. Ella diseñó un sencillo experimento para demostrar la ineficacia del toque terapéutico.

Cogió un trozo grande de cartón y lo puso sobre una mesa, como si fuera un biombo. Le hizo dos agujeros para que las manos del tocador terapéutico quedarán apoyadas sobre la mesa con las palmas hacia arriba del lado de la niña. Rosa ponía una de sus manos sobre la del terapeuta, a distancia suficiente como para que no detectara el calor. Si detectaba algún tipo de energía, el sujeto tenía que acertar sobre cuál de sus manos había puesto Rosa la suya. ¿Cuál fue el resultado? Los tocadores terapéuticos acertaron sólo en el 44 % de las veces, lo previsible por azar. En 1998 Rosa se convirtió en el autor más joven en firmar un artículo de investigación en la prestigiosa revista de la Asociación Médica Americana.

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5. El reiki se difunde en España también en centros de mayores y de amas de casa.

FUENTE: Hoy – La Nueva España

 

 

Es frecuente ver en los medios de comunicación ejemplos de una paulatina difusión del reiki y penetración en entornos sanitarios, de servicios sociales… Recogemos a continuación algunas muestras recientes en España.

Reiki para mayores en Cáceres

Apenas se cuelan algunos rayos de sol por las rendijas de las persianas de la sala, según explica Álvaro Rubio en el diario Hoy. Luz tenue y silencio. En su interior, tres sillas colocadas en fila con tres mujeres sentadas que rondan los 65 años. Ellas esperan durante 30 segundos en silencio hasta que se rompe con el inicio de una melodía oriental. Sus notas marcan el comienzo de la sesión. A sus espaldas están de pie Lorena Olivenza y Leonor Cáceres. Ellas les guían en la búsqueda del equilibrio de su cuerpo y lo hacen a través de la imposición de manos.

Primero las posan sobre sus hombros, luego las sitúan a cinco centímetros de su cabeza y seguidamente descansan sus dedos sobre el pelo. Todo durante varios minutos mientras escuchan de fondo una música relajante con los ojos cerrados. Más tarde, deslizan la palma de sus manos por la frente, la nuca, la espalda y el torso. En algunos momentos, acompañan el recorrido con pequeños movimientos circulares. Así hasta que regresan a los hombros y vuelve el silencio.

Un minuto después, Chelo Jiménez, Juani González y Josefa Pizarro se levantan. Acaban de recibir su sesión semanal de Reiki en el centro de mayores, ubicado en la Plaza Mayor de Cáceres. Desde hace cinco meses no faltan a su cita de los jueves con las voluntarias de Hikari Reiki, la única asociación cacereña que tiene como principal objetivo ofrecer sesiones y formación sobre esta técnica japonesa.

«A través de las manos armonizamos el cuerpo para que se gestione y funcione mejor», explica Maite Mulió, la presidenta de esta agrupación que nació a finales de 2016 en la ciudad. «Trabajamos a nivel energético y eso repercute en beneficios físicos, mentales y emocionales», añade esta madrileña que se asentó en Extremadura hace diez años. Fue entonces cuando se empezó a formar como quiromasajista y maestra de Reiki.

Ella es una de las embajadoras de esta práctica en la capital cacereña. «En ciudades como Madrid esta técnica de canalización y transmisión de energía vital está muy extendida. En Cáceres ha tardado un poco más en llegar, pero los que la prueban, enseguida lo sienten y ven los beneficios que tiene», apunta Mulió, que ha formado en Reiki a más de un centenar de extremeños.

Algunos de ellos imparten sesiones en Cáceres. Es el caso de Lorena Olivenza, pedagoga que trabaja para el Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (Sepad) y se encarga de desarrollar programas de envejecimiento activo. «Cada jueves vengo al centro de mayores de Cáceres. Estas sesiones ya las han probado unos 50 usuarios y actualmente contamos con un grupo de doce personas», detalla tras terminar una de esas 'clases'.

A ella ha asistido Josefa, de 71 años. Está jubilada desde los 65 y empezó a hacer Reiki en septiembre de 2017. «Padezco vértigo y me viene muy bien», comenta tras reconocer que antes no tenía muy claro en qué consistía esta técnica. En eso coinciden con ella Chelo y Juani, de 67 y 58 años respectivamente. Ambas participan en las sesiones para calmar sus nervios. «Al principio respiras fuerte y, a medida que pasa el tiempo, vas notando que tu cuerpo se serena. Nos ayuda mucho a relajarnos», comentan. «Ese es uno de los muchos beneficios que aporta Reiki, que está reconocida por la Organización Mundial de la Salud como técnica complementaria y se usa en algunos hospitales de España», destaca Leonor, voluntaria que imparte sesiones en el centro de mayores.

Sin embargo, no existen pruebas científicas que demuestren la eficacia del Reiki más allá del efecto placebo y de una sesión de relajación. Ésta, como muchas otras terapias alternativas, es considerada pseudo-científica por la comunidad académica. De hecho, en algunos hospitales se ha prohibido su práctica. Por ejemplo, en junio de 2017 la Consejería de Sanidad de Madrid emitió una instrucción a los centros sanitarios públicos para prohibir la publicidad, promoción y presencia del Reiki.

Ante esas voces críticas, la presidenta de la asociación Hikari Reiki asegura que «nunca es perjudicial». Apunta que «es algo complementario y, en el caso del centro de mayores, diferente a las típicas actividades que se ofrecen». Añade que tras probarlo son muchos los que se interesan. «Ha habido usuarios de hasta 84 años», comenta.

Su compañera Lorena asiente con la cabeza y matiza que el Reiki no tiene edad. «Lo puede hacer cualquier persona». Lo dice en el pasillo de la sala que visita cada jueves. La misma en la que se acaba de apagar la luz y la música vuelve a escucharse de fondo. Es el momento de empezar una nueva sesión.

Antes de que el Reiki llegara Cáceres, está técnica ya lo había hecho en otras partes del mundo con mucha más fuerza. Desde Japón, se ha extendido por numerosos rincones del Planeta. De hecho, en varias ciudades de España se llevan a cabo sesiones en centros hospitalarios públicos. También desde hace cinco años en el Hospital Infanta Cristina de Badajoz lo utilizan con pacientes oncológicos. «Siempre de una forma complementaria, tal y como lo reconoce la Organización Mundial de la Salud. En ningún caso, hablamos de sustituir el tratamiento de la medicina general. Es compatible con todo tipo de medicación y para todas las edades», matiza Maite Mulió, presidenta de la asociación Hikari Reiki.

En el caso de Cáceres, además de implantarse en el centro del mayor de la Plaza, también se ha impartido en la Asociación Contra el Cáncer. Ahora, el objetivo de la agrupación es poner en marcha un voluntariado en el Hospital San Pedro de Alcántara y en la Casa de la Mujer. «Por el momento no tenemos suficientes voluntarios en la ciudad para abarcar todos esos espacios», lamenta Maite, quien anima a todos aquellos cacereños interesados en esta técnica a contactar con la asociación.

Actualmente cuentan con un grupo formado por 15 voluntarios pero realmente están en activo siete. La mayoría son mujeres que rondan los 40 años de edad. Casi todas trabajan en el ámbito de la sanidad y lo social. La mayoría son psicólogas, enfermeras y profesoras. Ellas aportan 15 euros anuales con los que sufragan los gastos de esta asociación. Para impartir Reiki es necesario contar con una formación específica. El primer nivel se consigue de manera intensiva en un día. Luego hay que esperar tres semanas para poder ofrecer la primera sesión. «Se podría decir que es el tiempo que tarda nuestro cuerpo en gestionar lo aprendido», detalla Maite, quien apunta que se rige por las directrices de la Federación Española de Reiki, que es el organismo con más rigor y seriedad que existe actualmente.

Reiki para amas de casa en Avilés

El reiki , terapia alternativa que persigue el equilibro del cuerpo desde el punto de vista físico, emocional y espiritual, centró la última de las jornadas de la Asociación de Amas de Casa de Avilés, celebrada el pasado 16 de abril por la tarde en la Casa Municipal de Cultura, según informa La Nueva España. Durante el acto, la reikista Marlen Calzón Castelo explicó a las asistentes que dicha terapia consiste en la canalización y transmisión de energía mediante la imposición de manos y símbolos. Asimismo, comentó que entró en los hospitales para ayudar a los enfermos de cáncer y sida de la mano de pacientes y enfermeras que ya conocían y practicaban la terapia.

“Hace que los efectos de la quimioterapia sean más suaves, las defensas del organismo se refuercen y el paciente se relaje y duerma mejor”, indicó al público. Marlen Calzón, que ofrece sesiones gratuitas el último viernes de cada mes en el centro sociocultural Los Canapés, habló de la figura del reikista. “Son personas que están conectadas con la energía y dan amor”, dijo para añadir que requieren de una preparación. “Han de trabajar a nivel personal, intentar ser mejor persona y vivir de forma armoniosa tanto a nivel emocional como mental”.

Además de las ventajas de la terapia, Marlen Calzón también se refirió a los efectos molestos que pueden provocar en algunas personas las sesiones de reiki. “Quienes tienen la energía muy estancada y las emociones muy reprimidas, el reiki las mueve pudiendo provocar descomposición y vómitos, si bien estas reacciones limpian el cuerpo de toxinas”, dijo para añadir que la terapia actúa sobre la parte física y emocional. “Muchas enfermedades vienen por emociones mal gestionadas o reprimidas”, concluyó para hacer hincapié en que todas las personas pueden someterse a una sesión: niños, adultos, mujeres embarazadas, animales y plantas, todos los seres vivos.

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6. Argentina: una facultad de Medicina realiza un curso de posgrado con chamanes.

FUENTE: La Capital

 

 

La ciudad de Rosario (Argentina) es desde el pasado 18 de marzo sede de un curso de posgrado único en el país. Se trata de Medicina Tradicional Indoamericana, que comenzó a dictarse en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). La iniciativa corresponde a la Fundación Mesa Verde cuyos docentes en psiquiatría, psicología, medicina y antropología compartirán las clases junto a chamanes (médicos tradicionales) que legarán su conocimiento sobre el poder terapéutico de la naturaleza. Está dirigido a profesionales de la salud, ciencias sociales, abierto al público y, en la articulación entre saber ancestral y mundo académico, tiene su marca registrada. Lo cuenta Silvia Carafa en La Capital.

En la certeza de que existe más de una lógica y cosmovisión en la vastedad cultural, la propuesta de Mesa Verde es a la vez un recurso y un puente: conocer nuevos paradigmas y desandar la distancia entre los saberes milenarios de los pueblos americanos y la medicina occidental. ¿El objetivo? Una nueva percepción en la relación salud y enfermedad, ni más ni menos que el bienestar.

El curso que es anual tiene clases mensuales donde la reflexión, información y vivencias permiten desacoplar el sentido común y los prejuicios. Un verdadero trabajo de deconstrucción de los cánones de conocimiento, un corrimiento de paradigmas para acceder a otras lógicas. Para abismarse en la atávica relación de los médicos tradicionales indígenas (chamanes) con la naturaleza y el potencial terapéutico que deviene de este vínculo, donde cada ser vivo es un todo consciente interrelacionado con su entorno.

Las clases son mensuales, los cupos limitados y las expectativas altas, la edición del año pasado dejó frutos y abrió camino. Claro que no fue fácil llegar a esta instancia. A escuchar en los claustros de la Facultad de Medicina la inquietante melodía de los cantos ceremoniales y la fina cascada de sonidos de los palos de lluvia. O los relatos, de primera mano, sobre los estados ampliados de conciencia.

¿Cómo es posible este escenario de empiria y academia? “Hubo un cambio y el mejor ejemplo es este curso”, explicaron a La Capital los integrantes de Mesa Verde y docentes del posgrado: Néstor Berlanda, Diego Viegas, Ariel Roldán e Iván Turchetti, psiquiatra, antropólogo, médico psicoterapeuta y psicólogo, respectivamente.

Invitados

El saber tradicional lo aportarán los chamanes invitados: Héctor Sarmiento de la comunidad Yacuy (Tartagal), Wilder Muñoz de la comunidad Shipibo (Amazonia Perú), Carina López Regnal (Jujuy) y Hugo Medina comunidad Qom (Rosario). Ellos guiarán el asombro a través de una cosmovisión que habla de mundo emocional, espíritus, energía y diagnósticos que llegan a través de estados no ordinarios de la conciencia. Además de vivencias que se pierden en la noche de los tiempos, cuando el hombre comenzaba a percibirse como ser doliente.

“La medicina tradicional indígena (MTI) se sustenta en un cuerpo de conocimientos existente a lo largo de milenios, que permanece actualmente vigente en algunas culturas y regiones, y que ha demostrado ser eficiente, aunque la medicina occidental lo haya ignorado hasta la fecha”, dijeron los especialistas. Además, explicaron que desde 1977, la Organización Mundial de la Salud (OMS), llama a sus estados miembros a que estudien, conserven y protejan “toda la sabiduría encerrada en lo que se llama medicina tradicional indoamericana, como patrimonio intangible, inmaterial de la humanidad y que en muchos lugares funciona articulando con la atención primaria de la salud”.

Pero precisamente esa vigencia juega a dos aguas. “No somos un grupo new age ni un lugar alternativo con respecto a los espacios académicos”, explicaron los investigadores para diferenciar la rigurosidad de sus trabajos objetivados en protocolos, de las propuestas de poca o ninguna enjundia científica, aunque utilicen categorías similares. “Hay un gran mercado para estos temas, usan los mismos conceptos pero con salidas individuales”, advirtieron los profesionales. “Los pueblos indígenas trabajan desde lo social, una persona podía enfermar porque rompía tabúes de la comunidad, la MIT tiene sus reglas, es otra lógica pero el abordaje también es riguroso, no es una moda o una búsqueda en el vacío”, aclararon.

¿Quiénes participan del curso? Personas de distintas edades y profesiones además de médicos, psicólogos, trabajadores sociales y estudiantes avanzados en carreras afines. “Tienen algo en común, no alcanzan a explicarse un montón de cosas. Cuando eso ocurre, el paradigma occidental hace agua y comienzan a investigar otras cosmovisiones”, argumentaron. Claro que esta búsqueda requiere “pararse en un marco referencial distinto al que forma nuestro sentido común, porque de lo contrario se corre el riesgo de integrarlos como actos de magia”, aseguraron.

Otros saberes, otras conciencias

¿Hay un solo paradigma para pensar la relación salud y enfermedad? ¿Una antinomia entre sustancias sutiles y biologicismo? ¿Una sola manera de legitimar saberes? “Por supuesto que no”, enfatizaron los integrantes de Mesa Verde. Desde esa convicción, vienen trabajando en los últimos veinte años con tres programas de investigación, en un ir y venir epistemológico entre los emergentes del presente y los saberes atávicos. Todo parece estar ahí en alguna dimensión, sólo hay que afinar percepciones, más allá del racionalismo que imprimió un sentido único al mundo. Tañer otras cuerdas.

Y eso es lo que hacen. Es su carta de presentación. “La investigación es uno de nuestros principales objetivos, que apunta a desentrañar los misterios de los estados ampliados de conciencia, el chamanismo y la medicina tradicional de las culturas ancestrales”, aseguraron. Y dijeron que sus programas de trabajo Archaic, Aleph y Abya-Yala, indagan el papel de los mitos, incluso contemporáneos, en la construcción de la realidad, los nuevos paradigmas holísticos de la ciencia y los fenómenos culturales del paso al nuevo milenio, entre otras incumbencias.

De sus dos décadas de trabajo, Mesa Verde dedicó 16 años a un núcleo duro: el chamanismo amazónico y la ayahuasca. El trabajo incluyó viajes a distintos lugares de América, sesiones con más de 3.500 voluntarios y hasta sus propias vivencias. La investigación fue “rigurosa” y quedó sistematizada en el libro “Ayahuasca medicina del alma”, que recoge la indagación sobre los efectos concretos del compuesto milenario.

¿Cuál fue la respuesta? “Bien utilizada la ayahusca tiene un enorme potencial terapéutico porque abre muchos contenidos inconscientes”, explicaron, y dijeron que el trabajo fue presentado en el congreso anual de la Asociación Argentina de Psiquiatría. Otro objetivo del análisis fue “desmitificar una investigación previa que, por desconocimiento o prejuicio, equiparaba un proceso de ayahuasca como modelo para replicar la psicosis y, en función de esto, ensayar tratamientos que partían de un criterio erróneo”, aseguraron. Y fundamentaron: “Un chamán no es un psicótico, al contrario, es una persona adapta a su realidad a la que conoce muy bien, es un emergente de su grupo social”.

Según los investigadores, es importante dejar sentado que ya no realizan sesiones con ayahusca, sobre todo para evitar confusiones con quienes hacen estas prácticas sin contención profesional ni rigor científico. Entre otras actividades, anotan el Centro de Estudios en Antropología del Conocimiento en la Facultad de Humanidades (UNR), donde Viegas, que también es abogado, dicta el seminario de contenido variable Antropología de la Conciencia.

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7. La “Fira de la Terra” de Barcelona sirvió como plataforma de difusión de pseudoterapias.

FUENTE: El Mundo

 

 

Marie Curie, primera persona en lograr dos premios Nobel, compartió espacio los días 21 y 22 de abril en Barcelona con fenómenos que ni su mente preclara habría imaginado. En una sala bautizada con su nombre se negó la existencia de enfermedades demostradas desde hace décadas, se 'fotografiaron' auras y se culminó el día con una danza curativa. La sala dedicada a Albert Einstein corrió una suerte similar. En su interior se azuzó la conspiración que atribuye los cataclismos climáticos al uso de aviones fumigadores. Lo cuenta Javier Oms en el diario español El Mundo.

Los prodigios anteriores constaban en el programa de la Fira de la Terra, un evento anual que, en paralelo a su defensa de la ecología, la sostenibilidad y la venta de cerámica, da cobijo a pseudocientíficos y supuestos terapeutas. Sin mayor base que la voluntad de creérselos, sus tesis son vistas por la ciencia real como potencialmente peligrosos si, como sucede, personas diagnosticadas con enfermedades recurren a ellos en busca de alternativas a la medicina. «En los casos más leves es una estafa, en otros un verdadero peligro», dice Emilio Molina, coordinador de la Red de Prevención del Sectarismo y Abuso de la Debilidad (RedUne).

Negacionismo del SIDA

La Fira de la Terra llegó este año a su 23ª edición. Y como cada año, el Ayuntamiento colaboró con ella. En esta edición aportó 8.000 euros, además de ceder el recinto del Parc Tecnológic que Barcelona Activa tiene en Nou Barris. Un convenio que mantienen pese a que, por primera vez, el consistorio ha asumido el «peligro» de algunos conferenciantes. Es el caso del autodenominado investigador Lluís Botinas, presidente de la Asociación Plural 21, desde la que hace décadas niega la existencia del virus del VIH o el cáncer.

Tras ser advertidos sobre sus tesis negacionistas, el consistorio aseguró que Botinas sería expulsado de la Fira porque sus teorías pueden constituir «un riesgo». Una portavoz de la Fira, no obstante, negó que el veto se hubiera hecho efectivo y recordó que Plural 21 ha participado «sin problemas» en las ediciones anteriores. El nombre del negacionista seguía en el programa oficial pese a la petición expresa del ayuntamiento, a través de una carta, de eliminarlo de la parrilla.

En la feria no parecían haber recibido el mensaje del Ayuntamiento: «Intentamos ser plurales y vivir en libertad», sostuvo su portavoz, Mirta Mazzetti. El Ayuntamiento aseguró a este diario que no había otorgado el permiso para que Plural 21 participara y advirtió de que, si se pronuncian argumentos que nieguen la existencia del sida, «valoraremos llevar a cabo medidas», sin concretar cuáles.

Aunque el consistorio sí avala el resto del programa, «siempre que no se atente contra la salud pública», el de Plural 21 no es el único caso. El elenco de conferenciantes a los que la Fira da espacio es «un disparate», según Molina. Una opinión apoyada desde el Colegio Oficial de Médicos de Barcelona (COMB), donde tachan de «fraude» a quienes prometen soluciones infundadas a enfermedades reales. «Nunca se ha demostrado que nadie se haya curado de un cáncer con música o solventando problemas emocionales», según Gustavo Tolchinsky, portavoz del COMB.

El origen emocional de la enfermedad

La Fira mantiene contenidos que, en actos similares, ha motivado denuncias médicas en Cataluña en los últimos meses. Entre ellos destaca el taller de Desprogramación Biológica –impartido por Josefa Brugarola y Ana Blanco–, una práctica que atribuye las enfermedades a meros conflictos emocionales. Surgida de la denominada Nueva Medicina Germánica –«una de las más peligrosas», según el colegio de médicos–, sus promotores creen viable que un cáncer sea causado, entre otras tesis peregrinas, por traumas personales. A un nivel todavía superior, esas hipotecas emocionales las podemos heredar de ancestros.

A inicios de año el Departament de Salut abrió un expediente a los organizadores de otro evento –'Un mundo sin cáncer: lo que tu médico no te está contando'– que giraba en torno a tesis similares. El ex personaje televisivo Txumari Alfaro recomendó durante la jornada este remedio para el cáncer mamario: «La terapia consiste en no hacer nada, solamente tomando conciencia del cáncer en la mama, mejorará». Salut no ha tomado por el momento ninguna medida similar en torno a la Fira porque, como recuerdan, no están obligados al control preventivo. En cambio, sí han instado a otro evento al que tiene previsto acudir Plural 21 –Biocultura–, que se aseguren de que el pseudocientífico no publicita en sus charlas «actividades que pretendan sustituir la intervención de los profesionales sanitarios», tal y como marca la ley.

La Fira cuenta con decenas de expositores que se ciñen al cultivo, la meditación, el yoga o el Tai Chi, actividades practicadas a diario por millones de personas. El problema, según los expertos, surge cuando se da el salto de prácticas inofensivas «a terapias que no lo son en absoluto», explican desde RedUne, desde donde identifican a varios expositores en esa línea: las terapias holísticas o el «desbloqueo de centros de energía».

Ambas se encuentran en la lista de pseudociencias denunciadas en el observatorio de la Organización Médica Colegial. Desde el colegio de médicos añaden un argumento clave para entender el peligro de las terapias alternativas a la medicina: «Si no se informa de forma veraz al paciente, éste puede rechazar un tratamiento al creer lo que le cuentan: que es inútil o una conspiración de la industria farmacológica». El doctor Tolchinsky resume el debate: «No es lo mismo cinco años de navegar por internet que 500 años de investigación médica».

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8. El Ministerio de Sanidad de España avanza en la regulación de los productos homeopáticos.

FUENTE: Varios medios

 

 

La orden por la que regulará la comunicación de productos homeopáticos está comenzando a 'andar' en España, según informa Redacción Médica. Tal y como consta en los documentos remitidos por Sanidad a las comunidades autónomas en el seno de la Comisión Delegada del Consejo Interterritorial, el Ministerio ya está preparando el reglamento por el cual se formalizarán este tipo de productos. Un decisión 'sorpresa' del equipo de la ministra Dolors Montserrat que, de aprobarse, tendrá un plazo de tres meses para que estos productos homeopáticos se registren ante la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, AEMPS.

La decisión, que se regulará mediante una orden ministerial de Sanidad en colaboración con Hacienda, estipula que los titulares de los productos homeopáticos a los que se refiere el artículo 1 dispondrán de un plazo de tres meses a contar desde el día de la entrada en vigor de esta orden para comunicar a la AEMPS su intención de adecuarse a lo previsto en el Real Decreto 1345/2007, de 11 de octubre.

Dicha comunicación deberá de ser presentada a través del soporte informático habilitado al efecto por la AEMPS en su página web y contendrá todos los datos precisos así como el pago de las tasas correspondientes. En el caso de que estos puntos no se regulen, el Ministerio concederá un plazo de diez días a los interesados para su subsanación, con indicación de que, si así no lo hicieran, se les tendrá por desistidos de su petición, previa resolución de la AEMPS.

“En el plazo máximo de tres meses a contar desde el día siguiente a aquel en que finalice el plazo al que se refiere el apartado 1, la persona titular de la Dirección de la AEMPS dictará una resolución en la que establecerá la relación de homeopáticos para los que se haya comunicado la intención de adecuación al Real Decreto 1345/2007, de 11 de octubre, y fijará un calendario para que los titulares de los citados productos soliciten la correspondiente autorización de comercialización”, ha estipulado la orden concretando que, de no ser así, no se podrá seguir comercializando el producto en España, debiendo ser retirado del mercado.

La orden marca que para registrar este tipo de producto son necesarios los datos del titular, el nombre del producto y si este “reivindica indicación terapéutica o si se solicitará como sin indicaciones terapéuticas”. Además, el productor deberá de presentar las condiciones de prescripción y dispensación propuestas y la composición cualitativa y cuantitativa. “Se requiere la declaración completa y detallada de los componentes activos del producto, así como la declaración de los excipientes”, asegura el Ministerio en la orden.

Por otro lado, este compuesto también deberá de remitir información sobre si las cepas de origen son “nosodes”, especificando las mismas, y la vía de administración del producto. Además, en el caso de que el homeopático esté autorizado en algún país de la Unión Europea, deberá de especificarse.

Quejas de las autonomías

El documento ha provocado la protesta de varios representantes de las comunidades autónomas que, pese a la aprobación, anunciaron su rechazo a un proyecto que consideran demasiado laxo y benévolo con la industria de la homeopatía, una disciplina que tanto la Organización Médica Colegial como la Real Academia Nacional de Farmacia consideran una pseudociencia sin eficacia terapéutica alguna. Lo cuenta Cristina G. Lucio en El Mundo.

“La homeopatía no cura y tenemos la obligación como administración de comunicárselo a la ciudadanía”, ha opinado Carmen Montón, consejera de Sanidad valenciana, tras la reunión. La regulación, que ya emprendió y posteriormente abandonó Ana Mato durante su mandato, responde, según Sanidad, a la obligación de trasponer una directiva europea y pretende “poner fin a la situación de transitoriedad en la que se encuentran los medicamentos homeopáticos”, tal y como señala el borrador presentado.

Sin embargo, los consejeros de la Comunidad Valenciana, Asturias, Extremadura o Cantabria, entre otros, consideran que el proyecto puede servir de sostén para la pseudociencia. Estas comunidades autónomas habían pedido a Sanidad un endurecimiento de la normativa que conllevara una retirada de los productos homeopáticos no autorizados.

En otras palabras, que fuese valiente y que luchara por tener una postura distinta a la europea y alineada con la evidencia científica y que se deje de considerar como medicamentos a estos productos, que el propio documento permite que se sigan vendiendo en el circuito sanitario bajo la consideración de medicamento sin indicación terapéutica. “Supone abrir un camino fácil para que la homeopatía entre en las farmacias”, ha apuntado Montón.

Antes de entrar en la reunión, el consejero de Sanidad y Políticas Sociales de Extremadura, José María Vergeles, subrayó que la homeopatía no debe considerarse un medicamento, ya que no ha superado ensayos clínicos que demuestren su eficacia, por lo que instó a la Agencia del Medicamento a “no engañar” a la población. “Clasificar un medicamento como medicamento requiere una serie de procedimientos, realizar ensayos clínicos... mientras no los tenga no se puede considerar medicamento. Ni homeopático ni de ninguna clase”, subrayó.

Situación legal actual

A día de hoy, los productos homeopáticos en España se regulan por varios reales decretos que, en realidad, han supuesto que la comercialización de los productos se sitúe en un limbo legal. En 1990, la ley 25/1990 de 20 de diciembre incluyó por primera vez a la homeopatía en la categoría de medicamentos. Cuatro años después, el Real Decreto 2208/1994 de 16 de noviembre abrió la puerta a la comercialización de productos sin indicación terapéutica a través de un proceso de registro simplificado. Y a este procedimiento se acogieron unos 19.000 productos homeopáticos, lo que colapsó el procedimiento de admisiones. La norma señalaba que, ante el silencio administrativo, las solicitudes se darían por denegadas, pero los productos continuaron en el mercado.

En 2007, un nuevo Real Decreto establecía que los medicamentos acogidos a la normativa de 1994 debían comunicar a la AEMPS la intención de adecuarse a una nueva regulación en un plazo de tres meses desde la entrada en vigor de la misma. Según lo previsto, la AEMPS sometería entonces a estos productos a una evaluación de sus beneficios y riesgos, pero esto tampoco se llevó a cabo.

La intención del nuevo proyecto de Sanidad es que la industria se adecue a la normativa de 2007 y, en un plazo de tres meses, soliciten su autorización. Presumiblemente, muchos de ellos lo harían a través de una fórmula que incluía el decreto de 1994: la posibilidad de clasificarse como medicamento sin indicaciones terapéuticas. Tras la solicitud, en un plazo de unos meses, la AEMPS también debería pronunciarse al respecto. Y, por el momento, no ha trascendido cuáles son los requisitos que se solicitarán.

Pero la posibilidad de que se abra la vía a una legalización de la homeopatía ha generado duras críticas. Por ejemplo, Ciudadanos ya ha presentado varias preguntas al Gobierno que plantean dudas sobre el sentido que tiene comercializar productos como medicamentos si no tienen ninguna indicación terapéutica. En la misma línea, la consejera de Sanidad de la Comunidad Valenciana, Carmen Montón, también ha denunciado el “descontrol” del mercado y ha rechazado la posible 'amnistía fiscal' de la que podrían beneficiarse las compañías homeopáticas, que no han pagado en estos años las tasas de comercialización de cada uno de sus productos (sólo por 'familias' de fármacos).

También la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseodocientíficas denunció recientemente “el trato de favor y la sobreprotección tácita” que ha recibido la homeopatía desde los años 90, y “el agravio comparativo frente a los medicamentos propiamente dichos”, que deben cumplir una serie de requisitos y demostraciones para obtener una autorización de comercialización en España.

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9. Los médicos que recomiendan terapias alternativas practican malos hábitos.

FUENTE: El Espectador

 

 

Los servicios de atención primaria que ofrecen la medicina alternativa a sus pacientes tienen más probabilidades de malos hábitos como el uso excesivo de antibióticos, según un estudio de datos de prescripción realizado por investigadores del Departamento de Atención Primaria en Salud de la Universidad de Oxford. De acuerdo con su investigación, el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido ha estado reduciendo el uso de medicamentos alternativos durante varios años, y varios organismos dicen que no hay pruebas fehacientes que demuestren que funciona.

Según leemos en el diario colombiano El Espectador, el año pasado, la Agencia Nacional de Salud de Inglaterra recomendó a los médicos que ya no recetaran remedios homeopáticos o de hierbas, aunque algunos médicos de cabecera continúan haciéndolo. La Asociación Británica de Homeopatía está llevando a NHS England a los tribunales para tratar de revocar su decisión, con una revisión judicial fijada para el 1 de mayo, según New Scientist.

Los defensores de la homeopatía a menudo afirman que como estos remedios tienden a ser relativamente baratos, evitan el uso de medicamentos convencionales más caros. Sin embargo, la investigación de los doctores Alex Walker, Richard Croker y Seb Bacon (entre otros) descubrió que “los servicios de atención primaria que ofrecen la medicina alternativa a sus pacientes tienen más probabilidades de practicar malos hábitos como el uso excesivo de antibióticos”.

Los investigadores analizaron 7618 prácticas de atención primaria en Inglaterra con datos disponibles en un sitio web llamado Open Prescribing, que analiza el uso de medicamentos dentro del INS de Inglaterra, y que fue desarrollado por Ben Goldacre de la Universidad de Oxford y sus colegas.

Su investigación concluyó que el 8,5 % de las prácticas (644) prescribieron homeopatía entre diciembre de 2016 y mayo de 2017. Las prácticas peor calificadas tuvieron 2,1 veces más probabilidades de prescribir homeopatía que las de mejor categoría. Los ahorros de costos también se asociaron fuertemente a las prescripciones homeopáticas. De las prácticas que más gastan en medicamentos identificados como “de bajo valor” por el Instituto Nacional de Salud de ese país, el 12,8 % prescribe homeopatía.

Su análisis también incluyó el uso de dosis ineficaces de medicamentos para reducir el colesterol y el uso de medicamentos de marca caros en lugar de los que están disponibles en formas genéricas más baratas. Pero los médicos que favorecen la homeopatía obtuvieron casi el mismo puntaje que otros médicos en cuanto a las medidas de calidad no relacionadas con la prescripción, como el porcentaje de pacientes que recomendarían la práctica a sus amigos.

Peter Fisher, presidente de la Facultad de Homeopatía de Inglaterra, dijo a New Scientist que otros estudios han demostrado que los médicos que usan estos remedios tienden a recetar menos antibióticos. “No sabemos si estas medidas se correlacionan con lo que les importa a los pacientes, ya sea que mejoren y tengan efectos secundarios”.

“Incluso la prescripción de homeopatía infrecuente está fuertemente asociada con un rendimiento deficiente en un rango de medidas de calidad de prescripción, pero no con la recomendación general del paciente o la puntuación del marco de resultados de calidad. Es poco probable que la asociación sea una relación causal directa, pero puede reflejar características de la práctica subyacente, como el grado de respeto por la práctica basada en la evidencia, o una administración más pobre del presupuesto de prescripción”, concluyen los investigadores.

En marzo de este año, la investigadora canadiense Alexandra Furtos, de la Universidad de Montreal (Canadá) analizó el famoso remedio homeopático para la gripa “oscillococcinum” y descubrió que su compuesto principal era la sacarosa y lactosa, es decir, pura azúcar.

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10. España: piden cárcel para un “terapeuta energético” por abusos sexuales.

FUENTE: Efe

 

 

La Fiscalía pide 37 años de cárcel para un terapeuta de Sabadell (Barcelona) acusado de abusar de cuatro pacientes, en dos casos cuando eran menores de edad, enmascarando como técnicas de relajación y crecimiento personal las prácticas sexuales a las que presuntamente les sometía, según informa Efe. La Sección séptima de la Audiencia de Barcelona ha iniciado el pasado 25 de abril el juicio contra el terapeuta, en el que los cuatro pacientes han ratificado la denuncia y los abusos sexuales de que dijeron haber sido víctimas, en una declaración que por orden del tribunal se ha celebrado a puerta cerrada para preservar su intimidad.

La acusación particular ejercida por los denunciantes había solicitado al tribunal que la declaración de las víctimas se llevara a cabo a puerta cerrada, para evitar la “perturbación” que les podría causar ser interrogados en presencia de público. El terapeuta, que trabajaba en un centro en Sabadell (Barcelona), está acusado de haber cometido cuatro delitos de abusos sexuales, por los que la fiscal pide 37 años de cárcel y un total de 720.000 euros en concepto de indemnización por los daños morales causados a las cuatro víctimas.

El acusado se encuentra en prisión cumpliendo una pena de seis años por otros dos delitos de abusos sexuales cometidos anteriormente, uno de ellos a un menor. De hecho, uno de los denunciantes se decidió a poner su caso en conocimiento de la justicia cuando tuvo conocimiento de la condena del procesado. En su escrito de calificación, el fiscal ha señalado que el acusado se aprovechó de su relación de confianza con las víctimas para llevar a cabo los abusos.

Cuando el terapeuta comenzó con los abusos, en dos de los casos las víctimas eran menores de edad y, con el pretexto de ofrecerles refuerzo escolar gratuito o clases de tenis, se ganó su confianza, añade la Fiscalía en su escrito de acusación. Después de establecer un vínculo con los menores, el procesado se prestó a realizarles “terapias de reequilibro” y “masajes energéticos”, situación que aprovechó para abusar de los menores durante años.

Según el fiscal, a pesar del “rechazo” y confusión de las víctimas, el procesado se aprovechaba de la “relación de confianza” que les unía, ya que les aseguraba que los tocamientos que realizaba eran “parte de la terapia y necesarios para la curación”. Otra de las víctimas del acusado es una mujer que sufrió abusos sexuales siendo menor de edad, hecho que el terapeuta aprovechó para convencer a la víctima de que sus “terapias”, incluyendo prácticas sexuales, la estaban ayudando a superar “sus traumas”.

A la víctima más reciente, el acusado la conoció cuando era menor de edad y, durante unos años, mantuvo una relación médica y otra “prácticamente consanguínea” con ella, ya que compartieron comidas y salidas “en familia”, según ha concluido el fiscal en su escrito. Del mismo modo que ocurrió con las otras víctimas, el terapeuta se aprovechó de la relación muy estrecha que mantenía con la paciente, así como de su condición de terapeuta, para enmascarar sus abusos con una serie de terapias naturales, de acuerdo con las tesis de la acusación pública.

En la sesión primera del juicio también han declarado “varias jóvenes” que han afirmado haber tenido contacto con el terapeuta sin haber sufrido ningún abuso, según ha resaltado a la salida de la vista el abogado del procesado, Juan Franco.

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La RIES es una red de expertos y estudiosos católicos sobre el fenómeno sectario y la nueva religiosidad, presentes en España y Latinoamérica, y abarcando las zonas lusoparlantes. Pretende ofrecer, también con este boletín informativo, un servicio a la Iglesia y a toda la sociedad. La RIES no se responsabiliza de las noticias procedentes de otras fuentes, que se citan en el momento debido. La RIES autoriza la reproducción de este material, citando su procedencia.