Servicio diario - 16 de mayo de 2018


 

Tierra Santa: Francisco llama al diálogo, la justicia y la paz
Rosa Die Alcolea

Última catequesis del Bautismo: Vestidura blanca y cirio pascual
Rosa Die Alcolea

Audiencia general: Alcanzar la santidad en las circunstancias diarias
Rosa Die Alcolea

Audiencia general, 16 de mayo de 2018 — Texto completo
Redacción

Religiones dhármicas: El Papa les agradece "cultivar la cultura del encuentro"
Rosa Die Alcolea

Audiencia general: Invitación del Papa a llevar la "alegría de la vida en Cristo"
Rosa Die Alcolea

México: Proyecto Global de Pastoral 2031 — 2033
Redacción

Mons. Arizmendi: El Proyecto General de Pastoral de la CEM
Felipe Arizmendi Esquivel

San Pascual Bailón, 17 de mayo
Isabel Orellana Vilches


 

 

16/05/2018-14:55
Rosa Die Alcolea

Tierra Santa: Francisco llama al diálogo, la justicia y la paz

(ZENIT – 16 mayo 2018).- El Papa Francisco se ha reconocido “muy preocupado y apenado” por la tensión en Tierra Santa y en Oriente Medio, y por la espiral de violencia “que aleja cada vez más del camino de la paz, del diálogo y de las negociaciones”.

El Pontífice ha reiterado que “nunca es el uso de la violencia lo que conduce a la paz”. Así, el Santo Padre ha pronunciado unas palabras de cercanía a las víctimas de esta crisis en la audiencia general, celebrada este miércoles en la plaza de San Pedro:

“Expreso mi gran pesar por los muertos y los heridos y estoy cerca con la oración y el afecto a todos los que sufren. La guerra llama a la guerra, la violencia llama a la violencia”.

 

Renovar el diálogo, la justicia y la paz

El Pontífice ha querido hacer un llamamientos a las partes involucradas y a la comunidad internacional a “renovar su compromiso para que prevalezcan el diálogo, la justicia y la paz”.

En este contexto, Francisco ha invocado a la Virgen María, haciendo partícipes a todos los presentes en el rezo del Ave María. “¡Que Dios tenga piedad de nosotros!”ha dicho.

Asimismo, el Santo Padre ha deseado un buen mes de Ramadán a los hermanos musulmanes, que empieza mañana. “¡Que este tiempo privilegiado de oración y ayuno ayude a caminar por el camino de Dios, que es el camino de la paz!”, ha indicado Francisco.

 

 

 

16/05/2018-10:37
Rosa Die Alcolea

Última catequesis del Bautismo: Vestidura blanca y cirio pascual

(ZENIT – 16 mayo 2018).- La última catequesis sobre el Bautismo ha estado dedicada a la vestidura blanca y a la vela encendida, que simbolizan la “dignidad del bautizado” y su “vocación cristiana”, ha explicado el Papa.

La audiencia general se celebrado esta mañana, 16 de mayo de 2018, a las 9:40 horas, en la plaza de San Pedro, bajo un radiante sol, y con la participación de miles de peregrinos de diferentes países del mundo.

Como cada miércoles, Francisco ha dirigido unas palabras en español, a modo de resumen de la catequesis, que ha pronunciado por completo en italiano.

 

Sin mancha hasta la vida eterna

Estamos llamados a preservar la vestidura «sin mancha hasta la vida eterna» –ha aclarado el Papa Francisco– recorriendo el “camino de la vida cristiana, cultivando las virtudes y, sobre todo, viviendo la caridad”.

El Papa ha explicado el significado de la vestidura blanca en el bautizo: Desde los primeros siglos, los recién bautizados se revisten de una nueva vestidura blanca, para expresar su condición, recibida en el sacramento, de criaturas transfiguradas en la gloria divina.

 

Luz de Cristo resucitad

En segundo lugar, el Santo Padre ha hablado del símbolo que representa en el Bautismo la vela encendida en el cirio pascual: ésta indica que “la luz procede de Cristo resucitado, de quien recibimos su esplendor y su calor”, ha descrito.

“La vocación cristiana nos impulsa a caminar en la luz de Cristo y a perseverar en la fe”. Los padres –ha expresado el Pontífice– como también los padrinos y las madrinas, tienen la responsabilidad de alimentar esta llama bautismal para que los más pequeños vayan creciendo en la fe.

 

Padre Nuestro

El Papa ha recordado que l”a celebración del bautismo se concluye con el Padre Nuestro, que es la oración de los hijos de Dios”.

Po ello, Francisco ha invitado a los padres a enseñar esta oración desde pequeños: “Los niños recién bautizados aprenderán esta oración y lo que significa llamar a Dios Padre dentro de la Iglesia”.

 

 

 

16/05/2018-11:29
Rosa Die Alcolea

Audiencia general: Alcanzar la santidad en las circunstancias diarias

(ZENIT — 16 mayo 2018).- Busquen a Dios una y otra vez —ha dicho el Santo Padre en la audiencia general— porque el Espíritu Santo da la fuerza necesaria para alcanzar la santidad en medio de las circunstancias que les toca vivir cada día.

El Papa Francisco ha animado a los peregrinos de lengua española presentes en la audiencia general de hoy, miércoles 16 de mayo, a "poner los medios necesarios para que la gracia del bautismo crezca y fructifique en sus vidas".

Como cada miércoles, en la audiencia general, el Papa ha dirigido un saludo a los visitantes procedentes de España y Latinoamérica.

 

 

16/05/2018-15:43
Redacción

Audiencia general, 16 de mayo de 2018 —Texto completo

(ZENIT – 16 mayo 2018).- La audiencia general de esta mañana ha tenido lugar a las 9:25 horas en la Plaza de San Pedro donde el Santo Padre Francisco ha encontrado grupos de peregrinos y fieles de Italia y de todo el mundo.

El Santo Padre, ha dedicado la catequesis al Bautismo: “Revestíos de Cristo” (Fragmento bíblico: Carta de San Pablo a los Gálatas 3,26-27), última reflexión sobre el sacramento.

Tras resumir su discurso en diversas lenguas, el Santo Padre ha saludado en particular a los grupos de fieles presentes procedentes de todo el mundo. Después ha lanzado un llamamiento por la preocupante situación en Oriente Medio. La audiencia general ha terminado con el canto del Pater Noster y la  bendición apostólica.

 

Catequesis del Papa Francisco

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy concluimos el ciclo de catequesis sobre el Bautismo. Los efectos espirituales de este sacramento, invisibles para los ojos pero que operan en el corazón de quien se ha convertido en una nueva criatura, se hacen explícitos mediante la entrega de la prenda blanca y la vela encendida.

Después del lavacro de regeneración, capaz de recrear al hombre según Dios en la verdadera santidad (cf. Ef 4,24), pareció  natural, desde los primeros siglos, revestir a los nuevos bautizados con una prenda nueva, blanca, a semejanza del esplendor de la vida conseguida en Cristo y en el Espíritu Santo. La vestimenta blanca expresa simbólicamente lo que ha sucedido en el sacramento, y  anuncia, al mismo tiempo, la condición de los transfigurados en la gloria divina

San Pablo recuerda el significado de revestirse de Cristo, cuando explica cuáles son las virtudes que deben cultivar los bautizados: “Elegidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de bondad, humildad, mansedumbre y paciencia, soportándoos unos a otros y perdonándoos mutuamente al otro… Y por encima de todo esto revestíos de caridad, que es el vínculo de la perfección”. (Col 3: 12-14).

La entrega ritual de la llama tomada del cirio pascual también recuerda el efecto del Bautismo: “Recibid la luz de Cristo”, dice el sacerdote. Estas palabras recuerdan que nosotros no somos la luz, sino que la luz es Jesucristo (Jn 1, 9, 12, 46), quien, resucitado de entre los muertos, ha vencido las tinieblas del mal. ¡Nosotros estamos llamados a recibir su esplendor! Al igual que la llama del cirio pascual ilumina cada vela, el amor del Señor resucitado inflama los corazones de los bautizados, llenándolos de luz y calor. Y por eso desde los primeros siglos el sacramento del bautismo también se llama “iluminación” y al  bautizado se le llamaba “el iluminado”.

Esta es ciertamente la vocación cristiana: “Caminar siempre como hijos de la luz, perseverando en la fe” (cf. Rito de la iniciación cristiana de adultos, n.° 226, Jn 12, 36). Si se trata de niños, es deber de los padres, junto con los padrinos y madrinas preocuparse por alimentar la llama de la gracia bautismal en sus pequeños, ayudándolos a perseverar en la fe (cf. Rito del bautismo de los niños, n. 73). “La educación en la fe, que en justicia se les debe a los niños, tiende a llevarles gradualmente a comprender y asimilar el plan de Dios en Cristo, para que finalmente ellos mismos puedan libremente ratificar la fe en que han sido bautizados”. (ibid., Introducción, 3).

La presencia viva de Cristo, que debemos  proteger, defender y dilatar en nosotros, es la lámpara que ilumina nuestros pasos,  luz que orienta nuestras decisiones, llama que calienta los corazones para  ir al encuentro del Señor, haciéndonos capaces de ayudar a los que hacen el camino con nosotros, hasta la comunión inseparable con Él. Ese día, dice también el Apocalipsis, “Noche ya no habrá; no tienen necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque el Señor Dios los alumbrará y reinarán por los siglos de los siglos” (véase 22: 5).

La celebración del bautismo termina con la oración del Padre Nuestro, propia de la comunidad de los hijos de Dios. En efecto, los niños renacidos en el bautismo reciben la plenitud del don del Espíritu en la confirmación y participan en la eucaristía, aprendiendo lo que significa dirigirse a Dios llamándolo “Padre”.

Al final de estas catequesis sobre el Bautismo, repito a cada uno de vosotros la invitación que expresé en la exhortación apostólica Gaudete et Exsultate: “Deja que la gracia de tu Bautismo fructifique en un camino de santidad. Deja que todo esté abierto a Dios y para ello opta por él, elige a Dios una y otra vez. No te desalientes, porque tienes la fuerza del Espíritu Santo para que sea posible, y la santidad, en el fondo, es el fruto del Espíritu Santo en tu vida (cf. Ga 5,22-23)”.

 

 

 

16/05/2018-16:33
Rosa Die Alcolea

Religiones dhármicas: El Papa les agradece "cultivar la cultura del encuentro"

(ZENIT — 16 mayo 2018).- El Papa ha señalado que es un motivo de acción de gracias a Dios cuando los líderes religiosos se comprometen a "cultivar la cultura del encuentro", dan ejemplo de "diálogo" y colaboran activamente en el "servicio de la vida, de la dignidad humana y de la protección de la creación".

Esta mañana, a las 9 horas en la Casa Santa Marta, el Santo Padre Francisco ha recibido en audiencia a una delegación de las religiones dhármicas.

El diálogo y la colaboración son palabras clave —ha indicado el Papa en su saludo— en un tiempo como el nuestro que, debido a una complejidad de factores sin precedentes, ha asistido al crecimiento de tensiones y conflictos, con una violencia generalizada tanto a pequeña como a gran escala.

Francisco se ha encontrado con algunos líderes y fieles de estas religiones debido a la Conferencia sobre "Dharma y Logos. Diálogo y colaboración en una época compleja", que tuvo lugar ayer en Roma, y en la que participaron hindúes, budistas, jainistas, sijs y cristianos.

En este contexto, el Pontífice les ha agradecido todo lo que hacen: "Colaborando juntos, de acuerdo con vuestras respectivas tradiciones religiosas, para la promoción del bien en este mundo nuestro. Invoco bendiciones abundantes sobre vosotros y vuestras comunidades".

 

Religiones dhármicas

El sustantivo dharma se basa en la palabra dhara, que proviene del sánscrito dhri, que significa 'poseer', 'conservar', 'mantener'. Dharma es una palabra sánscrita que significa las cosas como son'.

Al grupo de religiones dhármicas pertenecen el budismo, el hinduismo, el jainismo y el sijismo.

Publicamos a continuación el saludo que el Papa ha dirigido a los presentes.

 

 

16/05/2018-16:03
Rosa Die Alcolea

Audiencia general: Invitación del Papa a llevar la "alegría de la vida en Cristo"

(ZENIT — 16 mayo 2018).- El Papa Francisco ha enviado un pensamiento especial para los jóvenes, los ancianos, los enfermos y los recién casados en la audiencia general celebrada esta mañana, 16 de mayo, en la plaza de San Pedro.

La oración mariana que entrelaza el tiempo de este mes de mayo —ha dicho el Santo Padre— sostenga y motive a cada uno a vivir bien su presencia en la familia y en el ambiente de trabajo, llevando, con el entusiasmo de los discípulos, la alegría de la vida en Cristo.

 

 

16/05/2018-17:11
Redacción

México: Proyecto Global de Pastoral 2031 — 2033

(ZENIT — 16 mayo 2018).- Los obispos de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) publicaron el pasado 13 de mayo de 2018, el Proyecto Global de Pastoral 2031-2033.

El Proyecto Global de Pastoral ha sido estructurado en tres grandes partes siguiendo una metodología propia del ejercicio pastoral latinoamericano.

A continuación, ofrecemos el proyecto íntegro, publicado por los obispos mexicanos.

***

 

HACIA EL ENCUENTRO DE JESUCRISTO REDENTOR
Y BAJO LA MIRADA AMOROSA DE SANTA MARÍA DE GUADALUPE

 

Proyecto Global de Pastoral 2031-2033

Los Obispos y el pueblo de México celebraremos en el año 2033 los hechos de la Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, en un ambiente de oración y reflexión para anunciar este acontecimiento de redención a todo creyente y a todo hombre y mujer de buena voluntad. Esta fecha será de gran júbilo para todos, ya que, al contemplar el misterio pascual nos debemos llenar de vida y esperanza. Ésta es la alegría del Evangelio que deseamos experimentar y comunicar, para que todos tengamos vida para siempre.

La redención que Dios ha obrado por la Muerte y Resurrección de Cristo no ha perdido novedad con el paso del tiempo, ni su significado ha quedado anclado al pasado. Por el contrario, su valor es presente y eficazmente operante en la fe y por la fe.

La tercera década del tercer milenio de la redención tiene providencialmente un peculiar significado para nuestra nación mexicana, pues apenas pocos años después de la llegada del Evangelio a estas tierras, en el año de 1531, santa María de Guadalupe hizo resonar en sus palabras, la bondad y novedad del anuncio cristiano. El acontecimiento guadalupano actualizó la buena noticia de la pacífica re-adquisición del único pueblo de Dios ya que mediante la muerte de Cristo fue derribado el muro de la enemistad que dividía a dos pueblos.

Más aún, el hecho guadalupano encuentra su más elocuente síntesis en el mandato de construir una "casita", donde se manifieste el consuelo materno de Dios (cf. Is 49,15). El mandato guadalupano de "hacer una casita", evoca el oráculo mesiánico de la promesa divina, hecha a David, de "hacer para él una casa", es decir, una descendencia mesiánica, esto es una "familia de reyes", coherentes con su cometido de establecer la paz y la justicia; un pueblo sacerdotal, fiel a su misión de interceder por las necesidades ajenas. Pero además de este aspecto bíblico, para los pueblos mesoamericanos el templo era un signo elocuente de una nación, por tanto, la invitación a construir un templo evocaba la construcción de una nueva nación.

Creemos que la Iglesia en México necesita sentarse a los pies de la Virgen Madre para alentar la esperanza de ser un solo pueblo. La restauración de nuestra responsabilidad necesita de su corazón materno. Ella puede ayudarnos a sentirnos pueblo e identificarnos con el pueblo. Ella nos invita a contemplar, creer, vivir y anunciar el Misterio de la Redención realizado por Jesús. Por tanto, la gracia de la obra redentora ilumina e interpela nuestra conciencia, además que nos anima a esperar confiadamente en el progreso del reinado de la justicia y la paz de Jesucristo, Hijo de la Madre del verdadero Dios por quien se vive. Por ello, con audacia profética y de modo crítico, con el presente Proyecto Global de Pastoral 2031+2033 que presentamos, los Obispos de México queremos ofrecer una luz que pueda ayudar a responder a la pregunta fundamental que nos interpela: qué significa celebrar en la fe, aquí en México, y ahora, después de dos milenios de la redención de Cristo y medio milenio del acontecimiento guadalupano, ser una comunidad de discípulos, testigos de la plenitud de vida y del consuelo que ofrece a todos, el Hijo de santa María de Guadalupe.

El Proyecto Global de Pastoral se propone como una forma eficaz de hacer operativas las estructuras e instancias eclesiales.

El presente proyecto quiere ser una expresión de la unidad y la colegialidad entre nosotros los Obispos. Queremos vibrar siempre en los dos principios teológicos que lo han animado: la colegialidad y la comunión de las Iglesias al interno de la Conferencia Episcopal en el ánimo en que San Juan Pablo II lo pedía a la Iglesia.

Se trata de un proyecto en el que hemos querido involucrar plenamente, en todas las fases de la elaboración y ejecución, a los fieles laicos, a los consagrados y consagradas, a los diáconos y a todos los presbíteros de nuestra amada nación. No se pretende, en modo alguno, atropellar, suplantar o nulificar lo que cada diócesis hace; por el contrario, queremos proporcionar criterios que faciliten la eficacia de tales tareas, mediante un ejercicio pastoral más coordinado, es decir, más sinérgico, transversal, subsidiario y gradual.

El Proyecto Global de Pastoral ha sido estructurado en tres grandes partes siguiendo una metodología propia del ejercicio pastoral latinoamericano.

En la primera parte miramos la realidad como pueblo redimido por Jesucristo y amado por Santa María de Guadalupe. Con nuestro corazón pleno de agradecimiento y teniendo presente lo que el Dios Padre Bueno ha realizado en nuestra Patria a lo largo de estos siglos, hemos querido, como discípulos misioneros de Jesucristo, mirar y hacer nuestra esta realidad del pueblo al que servimos: escuchando los clamores de nuestros hermanos, en la experiencia que nos da el trabajo de cada día como pastores, ayudados por la mirada del Magisterio de la Iglesia Universal y Latinoamericana así como el importante aporte de las ciencias humanas, para reflejar en ella la mirada misericordiosa del Señor de la Historia, que ve la realidad con los ojos y el corazón del Padre, desde su identidad de Hijo y su proyecto de vida digna, plena y eterna para todos sus hijos y hermanos nuestros.

Y desde una mirada con la ternura, capaz de tejer, atenta y cercana, no adormecida, de conjunto y de unidad como lo hizo nuestra madre Santa María de Guadalupe.

Nuestra mirada a la realidad no ha sido la de los especialistas, sino la del pastor que quiere verla y aproximarse a ella con los ojos de Dios. Al acercarnos fuimos advirtiendo y poniendo de relieve los diversos y complejos fenómenos que se están asentando, así como las manifestaciones de estas profundas transformaciones que se observan en este cambio de época, y fuimos tratando de comprender cuáles podrían ser sus posibles causas, sus alcances, la manera como está modificando y afectando, o también fortaleciendo, la vida de las personas y de la sociedad, y que contradicen o fortalecen la dignidad de la persona y los valores del Evangelio.

En la segunda parte. Nos enfocamos a precisar y responder al núcleo problemático que aglutinó toda la realidad expresado en lo que denominamos el problema antropológico-cultural:

"Los obispos que servimos a esta amada nación mexicana estamos convencidos de que la humanidad vive en este momento un verdadero y profundo cambio de época, un extraordinario giro histórico que se percibe en todos los campos de la vida humana, arrastrado por un desarrollo científico, innovaciones tecnológicas sorprendentes y sus veloces aplicaciones en distintos campos de la naturaleza y de la vida (cfr. EG 52) pero nos preocupa el arribo de esta nueva cultura que desdibuja y mutila la figura humana, y es aquí donde se encuentra el corazón de esta profunda transformación que se está dando y lo que nosotros identificamos como el núcleo cultural fundamental: ¡la negación de la primacía del ser humano.

"...Por eso, con más fuerza y convicción creyente que nunca, queremos ahora afirmar, con corazón y mente de pastores, que para nosotros el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado. Porque Adán, el primer hombre, era figura del que había de venir, es decir, Cristo nuestro Señor. Cristo, el nuevo Adán, en la misma revelación del misterio del Padre y de su amor, manifiesta plenamente al hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocación (GS 22)... (PGP 87).

Terminamos describiendo, en la tercera parte, con lo que creemos que es el desafio fundamental: "... Dios nos está llamando a generar esperanza y a fortalecer y reconstruir una vida humana más plena para todos sus hijos, especialmente los descartados por estos nuevos fenómenos, una vida que refleje en cada persona a Cristo el hombre perfecto y se manifieste en condiciones dignas para cada uno. Una tarea que exige un profundo proceso de conversión, y nosotros, los Obispos, somos los primeros que debemos dar ejemplo de ella ... Creemos que es aquí y ahora donde Obispos, presbíteros, diáconos, consagrados, consagradas y fieles laicos, valorando nuestra dignidad común, junto a otros hermanos que desde otras trincheras trabajan por este noble empeño, el buen Dios nos pide concretizar nuestras respuestas" (PGP 164).

En esta tercera parte hemos querido sentir y hacer sentir a toda la Iglesia en México la gravedad de hacer algunas opciones pastorales para acompañar y afrontar estos momentos cruciales de nuestro país y de la humanidad. Por ello, presentamos con humildad y docilidad al Espíritu de Dios, seis opciones y compromisos pastorales:

  • Opción por una Iglesia que anuncia y construye la dignidad humana;
  • Opción por una Iglesia comprometida con la paz y las causas sociales;
  • Opción por una Iglesia Pueblo;
  • Opción por una Iglesia misionera y evangelizadora;
  • Opción por una Iglesia compasiva y testigo de la Redención;
  • Opción por una Iglesia que comparte con los adolescentes y jóvenes, la tarea de hacer un país lleno de esperanza, alegría y vida plena.

Encomendamos este Proyecto Global de Pastoral 2031+2033 a la acción amorosa del Padre Bueno, de Jesucristo Redentor y del Espíritu santificador, y bajo la mirada de ternura de Santa María de Guadalupe.

13 de mayo de 2018

Fiesta de la Ascensión de Nuestro Señor Jesucristo

 

 

16/05/2018-16:42
Felipe Arizmendi Esquivel

Mons. Arizmendi: El Proyecto General de Pastoral de la CEM

+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo Emérito de San Cristóbal de las Casas

 

VER

Acaba de publicarse el Proyecto General de Pastoral (PGP), que durante varios meses elaboramos en la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), con la ayuda de muchas personas e instituciones del país, como una preparación a los 500 años de las apariciones de la Virgen de Guadalupe (1531-2031) y a los 2000 años de la Redención, la muerte de Jesucristo en la Cruz (33-2033). Se publicó el domingo en que celebramos la Ascensión del Señor a los cielos, como un signo de que los hijos de la Virgen María y discípulos de Jesús debemos empeñarnos en construir aquí un adelanto del cielo nuevo y de la tierra nueva que esperamos. Además, estamos cerca de Pentecostés, la efusión del Espíritu, porque si no es con la ayuda del Espíritu Santo, en vano nos cansamos en las cosas del Reino de Dios. Todo tiene su simbolismo.

No es un Plan de Pastoral, sino un Proyecto General, con un propósito muy claro: describir las grandes realidades en que estamos inmersos, ofrecer criterios iluminadores a la luz del misterio de la Redención y del Hecho Guadalupano, e indicar actitudes fundamentales para ayudar a construir un nuevo país, siendo una Iglesia con un rostro renovado. Los planes concretos de pastoral deberán ser elaborados por las diversas instancias que tiene la Iglesia en México, como son las comisiones y dimensiones episcopales, las diócesis y congregaciones religiosas, los decanatos, las parroquias, los seminarios, las áreas y equipos pastorales, etc., adecuándolos a su realidad y teniendo en cuenta los propios procesos pastorales. Es un Proyecto que no se impone a las Iglesias locales, sino que se ofrece como un apoyo para ser una Iglesia en salida, samaritana, cercana al pueblo, pobre con los pobres, misionera, sinodal; en una palabra, más evangelizadora.

Este Proyecto nos lo sugirió el Papa Francisco en su visita a México, cuando, en la catedral metropolitana, nos dijo a los obispos que los graves problemas del país, sobre todo el narcotráfico, "no nos consienten a nosotros, Pastores de la Iglesia, refugiarnos en condenas genéricas, sino que exigen un coraje profético y un serio y cualificado proyecto pastoral para contribuir, gradualmente, a entretejer aquella delicada red humana, sin la cual todos seríamos desde el inicio derrotados por tal insidiosa amenaza".

 

PENSAR

Selecciono algunos párrafos de nuestro PGP, que tienen que ver con el momento electoral que estamos viviendo:

"Nuestra forma de gobierno ha ido avanzando lentamente. Una participación ciudadana cada vez más madura y organizada da señales de la toma de conciencia de que los asuntos públicos son responsabilidad de todos. Numerosos grupos sociales y ciudadanos se organizan cada vez mejor para expresar, manifestar y defender sus ideas en los más diversos campos, así como para exigir la rendición de cuentas y el respeto por sus derechos. Destacamos la importancia que en este nuevo escenario nacional adquiere la representación de un importante número de jóvenes que paulatinamente se han ido incorporando y van despertando en su participación ciudadana, utilizando de manera creativa las nuevas tecnologías en este campo. La democracia como forma de gobierno en nuestro país, aunque sea de manera formal, poco a poco se ha ido consolidando. Van quedando atrás las dudas y las controversias por los resultados. Se han fortalecido las instituciones en este campo, se han destinado cuantiosos recursos para dar credibilidad a las votaciones y se ha tratado de que sean los ciudadanos quienes estén al frente de estos procesos" (61).
"A pesar de que se han destinado grandes cantidades de dinero para consolidar nuestra democracia, siendo una de las más caras del mundo, no termina de afianzarse, dejando profundamente insatisfechos a muchos ciudadanos que se sienten desilusionados por esta forma de gobierno, sobre todo por los escándalos de corrupción, los salarios estratosféricos de políticos y funcionarios, la superficialidad de las plataformas de los partidos, la manipulación del voto que juega con la pobreza de la gente y los escasos resultados que se ofrecen para una vida mejor de los pueblos. Los políticos tendrán que recuperar la confianza de los ciudadanos y el verdadero sentido de la política, como esa búsqueda continua del bien común que nos lleva a construir sociedades justas y en paz. También los ciudadanos tendremos que saber que la democracia no termina emitiendo nuestro voto, sino que es necesario dar seguimiento a este proceso, exigir el cumplimiento de las promesas de campaña y pedir la rendición de cuentas de manera transparente, deber al que todo político está obligado" (62).

 

ACTUAR

Sugiero que todos conozcamos este Proyecto, lo asumamos y lo llevemos a la práctica, para que no se quede en un documento más. Es nuestra aportación al bien del país. De todos depende la renovación de la patria y de la Iglesia.

 

 

16/05/2018-17:31
Isabel Orellana Vilches

San Pascual Bailón, 17 de mayo

«Patrono de los congresos eucarísticos que vivió enamorado de la Eucaristía. Recibió favores sobrenaturales que fueron visibles para otros. No podía evitar ciertas manifestaciones externas de su gozo espiritual que causaban sorpresa»

Nació el 16 de mayo (también se señala el 17) de 1540 en la vigilia de Pentecostés, de ahí su nombre de Pascual, en la localidad de Torrehermosa, Zaragoza, España. Fue el segundo de seis hijos. Sus padres Martín e Isabel eran humildes agricultores y no pudieron costearle estudios. Por eso a los 7 años comenzó a trabajar como pastor, oficio que mantuvo hasta los 24. Pero era listo; fue autodidacta y aprendió a leer juntando las letras. Era alegre, parco en palabras, respetuoso, sincero, humilde y generoso, entre otras virtudes que ya se destacaron durante su infancia. Con cierta timidez en algunos momentos, como todos los niños hizo sus travesuras, aunque la que se recuerda está relacionada con el ideal religioso al que se abrazaría. En el transcurso de una visita a un primo que se hallaba enfermo y que vestía de ordinario un hábito, no se le ocurrió otra cosa que ponérselo. No era la primera vez que le había llamado la atención añorando tener uno igual, así que vio la oportunidad y la aprovechó. Mucho costó a los suyos que se desprendiera de él, pero cuando lo hizo advirtió que de mayor sería fraile. Como tantas personas también tenía tendencias que sin ser inmorales podrían haberle impedido alcanzar la perfección, pero las fue transformando progresivamente.

Era de complexión robusta y desde niño se sintió atraído por las penitencias. No existían para él «mentiras piadosas», supo elegir el mejor bocado para los demás, nunca se avergonzó de su humilde sayal, que prefería remendado a que fuese nuevo, no tuvo nada para sí, y buscó cumplir siempre la voluntad de Dios antes que la suya. No puede juzgarse como pueril su gran sentido de la justicia, sino fruto de su sensibilidad espiritual. Así cuando las ovejas pastaban en un campo ajeno, con su corto salario abonaba al dueño lo que hubieran podido esquilmarle. El amo del ganado que pastoreó en Alconchel le tomó gran afecto. Incluso pensó hacerle su heredero, pero Pascual había decidido ser fraile a toda costa y renunció a los bienes.

Uno de sus amigos con los que compartía el mismo oficio era Juan de Aparicio. Ambos unían sus oraciones para elevarlas al Santísimo y a la Virgen entonando cánticos mientras Pascual tocaba el rabel que él mismo había fabricado. Bien cumplidos sus 18 años trabajó en Monforte del Cid y Elche (ambas localidades de Alicante), donde conoció a los franciscanos alcantarinos. Fue la primera vez que tuvo cerca la vida religiosa. Pero siguió cuidando las ovejas. Se detenía con el rebaño en un lugar donde pudiera vislumbrar el campanario de alguna iglesia. Así lo hizo con la ermita de Nuestra Señora de la Sierra en Alconchel, y la de Nuestra Señora de Loreto en Orito, a cuyo dintel solía ir de noche a orar esperando el clarear del día para asistir a la misa. El propietario del ganado que cuidaba sabía bien lo que significaba para él poder participar en ella entre semana. Porque lo peculiar de Pascual desde temprana edad fue su extraordinario amor por la Eucaristía. Incluso hallándose en el campo adoraba al Santísimo.

En una ocasión, en el instante de la consagración anunciada por el alegre repique de campanas, los pastores que trabajaban cerca de él le escucharon decir: «¡Ahí viene!, ¡allí está!»,mientras se hincaba de rodillas. Le había sido concedido la gracia de ver el Cuerpo de Cristo. Muchos hechos extraordinarios le acontecían. No le agradaba estar en la palestra, y sin embargo, instado por una fuerza interior no podía evitar ciertas manifestaciones externas de su gozo que, por ser inusuales, llamaban la atención de quienes las veían. Además, los favores sobrenaturales que recibía eran visibles para otros.

A los 24 años pidió ingreso en el convento de los Frailes Menores de Orito, Valencia, aunque le desviaron a Elche donde se hallaba la persona que debía acogerle. Profesó en 1564 y fue trasladado a Orito donde fue limosnero. Después estuvo destinado en Villarreal, Jumilla, Almansa, Valencia, entre otras. Por cualquiera de las localidades que atravesaba siempre halló un momento para visitar al Santísimo. Le encomendaron diversos menesteres; fue portero, cocinero, mandadero y barrendero. Dormía acurrucado contra la pared y le agradaba sentarse en cuclillas. Las dificultades que se presentaban en la convivencia las solventaba con buen sentido del humor y caridad.
Nunca perdía el tiempo. Al igual que había llenado las horas mientras ejercía el pastoreo con oraciones, composiciones para María, la confección de rosarios o de algún instrumento musical, en los pequeños instantes de asueto que surgían en la vida conventual se le podía ver rezando y adorando la Eucaristía con los brazos en cruz. Buscaba el modo de ayudar a los sacerdotes en misa para estar más cerca del Santísimo, al que dedicó hermosísimas oraciones, y proseguía su adoración entrada la noche, llegando a la capilla antes que el resto de la comunidad.

Tuvo que ir a París a entregar una carta al general de la Orden, padre Cristóbal de Cheffontaines, y en el trayecto defendió con bravura la fe en la Eucaristía frente a los calvinistas que le salieron al paso, y que le atacaron. Apenas sabía leer y escribir, pero cuando se trataba de hablar de la presencia de Cristo en la Eucaristía, no había quien le ganara. Era capaz de penetrar con hondura, agudeza y juicio cierto en cuestiones de índole teológica. Falleció en Villarreal, Castellón, el 17 de mayo de 1592, Domingo de Pentecostés, escuchando el tañido de la campana que avisaba de la elevación de la Eucaristía en la Santa Misa. Al confirmarlo, musitó: «Oh que hermoso momento!», y a renglón seguido entregó su alma a Dios. Durante el funeral el ataúd estaba abierto, y mientras el oficiante realizaba la doble elevación abrió y cerró sus ojos en dos ocasiones. Se le han atribuido numerosos milagros en vida y después de muerto. Pablo V lo beatificó el 29 de octubre de 1618. Y Alejandro VIII lo canonizó el 16 de octubre de 1690. León XIII lo declaró patrono de las asociaciones y congresos eucarísticos.