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Obispos España: “no matarás” indica el límite que nunca puede transgredirse

 

Los obispos españoles condenan la eutanasia y el suicidio asistido a través de un comunicado y defienden la instauración de cuidados paliativos a nivel estatal.

 

 

22 mayo 2018, 13:35 | Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano


 

 

La Subcomisión Episcopal de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Española ha hecho público un comunicado ante las recientes iniciativas legislativas sobre la eutanasia y el suicidio asistido, presentadas en el Congreso de los Diputados en España.

Lo primero que han recordado en su nota es el quinto mandamiento de la Ley de Dios: “no matarás”; el cual “se encuentra en el fundamento de toda ética verdaderamente humana y, de modo particular, en la tradición cristiana” han escrito los obispos españoles; un mandamiento además, “que indica el límite que nunca puede ser transgredido”.

 

Eutanasia: mal moral y atentado a la dignidad de la persona

Es por ello que condenan que “la eutanasia y el suicidio asistido sean presentados hoy por algunos como respuestas viables y aceptables al problema del dolor y del sufrimiento”, y en este contexto, citan las palabras que escribe Benedicto XVI en su Encíclica Spe Salvi: “es cierto que debemos hacer todo lo posible para superar el sufrimiento, pero extirparlo del mundo por completo no está en nuestras manos, simplemente porque no podemos desprendernos de nuestra limitación”.

“La Iglesia siempre ha considerado la eutanasia como un mal moral y un atentado a la dignidad de la persona” – aseguran – y señalan que “nadie es dueño absoluto de la vida” ni “existe un derecho a disponer arbitrariamente de la propia vida”.

Esta proposición de ley, por el contrario, “defiende una absolutización del principio de autonomía y de la pura subjetividad como criterios fundamentales de la decisión”. A este respecto, los obispos españoles señalan que “no es posible entender la eutanasia y el suicidio asistido como algo que se refiera exclusivamente a la autonomía del individuo, ya que tales acciones implican la participación de otros, en este caso, del personal sanitario”.

 

Cuidar siempre a la persona que vive

Un comunicado en el que también citan el artículo 36.3 del Código de Ética y Deontología Médica de la Organización Médica Colegial española, el cual afirma que “el médico nunca provocará intencionadamente la muerte de ningún paciente, ni siquiera en caso de petición expresa por parte de éste”. Siendo cierto que en algunas situaciones “no siempre se puede garantizar la curación de la enfermedad - tal y como asegura el Papa Francisco en su mensaje al Presidente de la Academia Pontificia para la Vida en 2017, - pero a la persona que vive debemos y podemos cuidarla siempre, sin acortar su vida nosotros mismos, pero también sin ensañarnos inútilmente contra su muerte”.

 

Sí a la vida con cuidados paliativos

Y es en este punto donde los obispos de España demandan los llamados “cuidados paliativos”, los cuales presentan como “una disciplina de altísimo valor científico y ético en el ámbito universitario y sanitario”, siendo estos: “El tratamiento del dolor y el abordaje del sufrimiento, el control de efectos secundarios y colaterales, la mejora de la calidad de vida y de la autonomía del paciente, la ayuda a las familias en estas situaciones, el morir en compañía de los seres queridos, con la asistencia espiritual y sacramental” y tantos otros aspectos importantes que son precisamente “los que son demandados ampliamente por la sociedad y por los profesionales sanitarios en particular”.

Por último, citan “el fundamento último de la sociedad”, el cual considera que el ser humano “es un ser con los otros y para los otros” y con el que el Estado “tiene la obligación de proteger la vida de todos los ciudadanos”. “Todo ser humano es un don que refleja el rostro de Dios y que merece acogida, protección, respeto y amor”, finalizan.