Red Iberoamericana de

Estudio de las Sectas

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Nº 591

10 de jul. 2018

 

BOLETÍN MONOGRÁFICO: SECTA DEL PRÍNCIPE GURDJIEFF

 

1. ¿Cómo rehacer la propia vida tras estar en una secta?

2. ¿Están las sectas más operativas de lo que nos pensamos?

3. Las sectas, en el centro de atención en España tras la liberación de Patricia Aguilar.

4. El Príncipe Gurdjieff estuvo a punto de captar a otra menor española.

5. La familia de Patricia Aguilar, fundamental para lograr la detención del líder sectario.

6. Padre de la española captada: “está como ausente”.

7. La Justicia de Perú amplía la investigación de la secta del Príncipe Gurdjieff.

8. Psiquiatra peruano: el Príncipe Gurdjieff “se aprovechó de todos sus seguidores”.

9. Alertan sobre la capacidad de las sectas de utilizar las redes sociales para captar.

10. “Cuando un grupo sectario abduce a un joven, lo está secuestrando emocionalmente”.

 

 

1. ¿Cómo rehacer la propia vida tras estar en una secta?

FUENTE: Aleteia

 

 

¿Cómo rehacer la propia vida tras estar en una secta? Psicólogos expertos en sectas lo explican a raíz de la liberación de la joven española Patricia Aguilar en Perú. Reproducimos a continuación el artículo que ha escrito Luis Santamaría, integrante de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), en el portal Aleteia.

El pasado 4 de julio la policía de Perú detuvo al líder sectario Félix Steven Manrique, gurú de un pequeño grupo gnóstico que se autodenominaba “Príncipe Gurdjieff” y que captó, entre otras jóvenes, a la española Patricia Aguilar, que ha sido liberada junto con otras mujeres peruanas y sus hijos, menores de edad. La misma Patricia tiene un bebé de un mes que sería hijo del líder.

¿Podemos decir que se ha llegado al final de la historia sectaria de Patricia? ¿Qué es lo que toca hacer ahora? Hemos hablado con algunos psicólogos expertos en sectas para entender más lo que ha pasado y lo que va a venir… y lo que se puede aprender para otros casos.

Está en una cárcel sin barrotes

Álvaro Farías, integrante de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), lo tiene claro: según las declaraciones anteriores de Patricia, “se encuentra en el estado de alienación mental típico de un adepto a una secta, quien ha sido sometido a un proceso de reforma del pensamiento, manipulación psicológica o lavado de cerebro”. Por ello, este psicólogo uruguayo afirma que “si el ingreso a una secta es la consecuencia de un proceso, la salida también será a consecuencia de un proceso”. De hecho, “si bien a esta altura Patricia está físicamente libre, todavía puede estar en esa cárcel sin barrotes que suele ser la pertenencia a una secta”.

Algo parecido sostiene Margarita Barranco, psicóloga de la asociación española RedUNE: “lo que ha llegado al final es el contacto directo con el líder”, pues en lo que respecta al recorrido sectario de la joven captada “todavía está por ver si ha llegado al final o no”, ya que se desconoce el grado de manipulación ejercido por el líder, “qué técnicas ha utilizado, cómo las ha utilizado y qué consecuencias y efectos han tenido en Patricia”.

Según la psicóloga Karmele Sayans, integrante también de RedUNE, “incluso en el mejor de los casos –a saber, que hubiese abandonado Patricia de forma voluntaria– ahora empieza el proceso de rehabilitación, en el que la secta está muy presente a la hora de trabajar”.

Las consecuencias de la manipulación sectaria

Margarita Barranco destaca el dato del aislamiento de Patricia, por lo que “se va a sentir totalmente desubicada y fuera de lugar, le va a costar volver a confiar en las personas”. También encontrará dificultades a la hora de tomar decisiones, ya que “hasta ahora el que ha tomado las decisiones ha sido el líder, y se va a sentir muy insegura y con miedo, además de sola y desplazada”. Además, “necesitará tiempo para ella misma, algo que le ha faltado al estar bajo la influencia de este señor”.

Álvaro Farías recuerda que estamos ante el caso de un sujeto “claramente psicopático y manipulador”, y además del abuso psicológico grupal ya señalado “podemos suponer que Patricia haya sido sometida a violencia física y a violencia sexual, además de una dieta pobre en nutrientes y con la ingesta de alucinógenos potentes como la ayahuasca”, con importantes consecuencias para su salud física y psíquica.

En un año y medio de convivencia con el autodenominado Príncipe Gurdjieff, según Karmele Sayans, la joven adepta “se habrá integrado perfectamente en el delirio del gurú”, hasta el extremo de que “acaba de tener un hijo con este hombre”, por lo que “la clave del caso es el propio bebé”, asegura esta psicóloga que trabaja con menores.

El psicólogo Carlos Sanz se fija en los síntomas que puede desarrollar el ex adepto de una secta, “en un rango muy amplio, desde el trastorno de adaptación hasta síntomas de trastorno de estrés post-traumático (pesadillas, insomnio, hipervigilancia, flashbacks, es decir, revivir sucesos acaecidos en el grupo sectario con un inusitado realismo, etc.)”.

¿Qué se puede hacer ahora?

“Tanto Patricia como su familia necesitan ahora ayuda de profesionales que entiendan del tema y sepan cómo desmontar todo el proceso y puedan recuperar su vida, llegando a pensar ella por sí misma, entendiendo lo que se le ha hecho”, explica Margarita Barranco. Por eso “el trabajo que queda es todavía largo”, y precisa del apoyo incondicional de su familia. Además, recomienda que esté lejos de la influencia del gurú, cortando todo contacto con él, para que sea más fácil la recuperación, ya que “en el momento en el que deje de tener esa influencia, será cuando ella empezará a poder recuperarse”.

Álvaro Farías reitera la importancia de un tratamiento profesional adecuado “una vez estudiada desde el punto de vista médico, repuestas sus fuerzas físicas con una buena alimentación y descanso” de manera que se pueda lograr, con la psicoterapia, “una plena recuperación de la violencia psicológica a la que ha sido sometida”.

Ahora toca activar dos sistemas de protección, según Sayans. “El primero hacia Patricia, como víctima de la manipulación sectaria, y el segundo de cara al bebé”, desprotegido por las circunstancias de una madre todavía adolescente –y, además, afectada por su pertenencia a la secta– y del perfil psicológico del padre.

Y a largo plazo, como señala Carlos Sanz, hay que “dirigirse precisamente a cubrir aquellos aspectos que son los que llevan a las personas a ser vulnerables a la captación”, aspectos entre los que destaca “la soledad, la depresión, las dificultades sociales, la dependencia, la baja autoestima, la baja tolerancia a la frustración”.

¡Se puede salir de las sectas!

Sanz también afirma que, aunque parezca exagerado, “salir de una secta podría asimilarse a regresar desde otro planeta”, con el shock que supone pasar “de un entorno comunitario constante hacia uno que predica implícitamente la individualidad, de estar con un líder que tiene (o dice tener) todas las respuestas hacia un mundo en el que muchas veces no se aportan soluciones completas ni satisfactorias, de vivir con la tensión de un objetivo grandioso y escatológico a sobrellevar las tareas cotidianas de todos los días”.

El mensaje final de Margarita Barranco es claro: Patricia, como cualquier ex adepto de una secta, “se puede recuperar, puede hacer una vida normal y corriente, puede volver a aprender a quererse, tomar decisiones y pensar por sí misma. Con la ayuda familiar, será más rápida la recuperación”. Porque “se puede salir de un grupo sectario y rehacer la vida”.

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2. ¿Están las sectas más operativas de lo que nos pensamos?

FUENTE: Vida Nueva

 

 

El caso

Esta semana hemos conocido la noticia de que una joven alicantina desaparecida era localizada en Perú. Había llegado a la selva peruana tras haber sido captada por el líder de una secta en su Elche natal. El cabecilla la convenció y en enero de 2017 dejó su casa y su vida puso rumbo a unas promesas que no debieron parecerle ingenuas. Así comienza el artículo escrito por Mateo González Alonso en la edición digital de la revista española Vida Nueva.

Ahora ha aparecido rodeada de niños, uno de ellos su bebé con apenas un mes de vida, en una vivienda insalubre en una zona empleada por los narcotraficantes del entorno. ¿Era esa la promesa que le habría hecho Félix Steven Manrique, el líder de esa rama de la ‘Gnosis’? A través de contactos por Facebook, el gurú, que se autodenomina Príncipe Gurdjieff, –según ha contado la familia de la víctima– “la fue enamorando desde que ella tenía 16 años, aprovechando que Patricia había sufrido la pérdida de un familiar con el que estaba muy unida, hasta los 18, cuando consiguió que abandonara su casa”. En la desesperación, le ofreció una nueva misión en el mundo y un camino accesible de salvación. Esa salvación parecía pasar por el hecho de quedarse embarazadas del gurú.

El hecho de que la joven sea mayor de edad y que haya realizado varios vídeos en los que asegura su firme decisión de militar en las filas de la ‘Gnosis’ complican la situación de búsqueda y rescate de esta muchacha. Tanto es así que el propio padre de la alicantina –que ha contado con la ayuda de SOS Desaparecidos– lleva un mes en Perú para acelerar los pasos que está dando la unidad de lucha contra la trata de personas.

La realidad

Los medios se han movilizado y la familia se encuentra muy arropada en este rescate de la joven que ha aparecido en muy mal estado. También en varios medios se ha escuchado la voz de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) que continuamente ejerce de radar de las tendencias de toda la cantidad de grupos que operan en la sociedad con los mecanismos propios de las sectas. Su secretario para España, el sacerdote Luis Santamaría, intervenía en “La mañana”, en TVE, junto con la prima de la víctima –Noelia Bru, que está haciendo de portavoz de la familia y que ha conocido muy a fondo todos los mecanismos de presión psicológica empleados en las víctimas– y recordaba que “va a ser difícil que vuelva a ser lo que era, está recatada pero no liberada”.

Con palabras de un psicólogo, Santamaría empleaba la metáfora de que estar en una secta es como estar en “una presión sin barrotes”. Las técnicas de manipulación o el delirio mesiánico no dejan lugar a dudas de que este pequeño grupo de mujeres que estaban en torno a Félix Steven Manrique es claramente una secta, basada en algunas de las creencias más esotéricas de la gnosis que se ha rescatado en nuestros días.

Estas sectas minúsculas parecen ser la tendencia. En España, según datos recientes, se estima que hay entre 200 y 250 de estos pequeños grupos que se concentran especialmente en Madrid, Barcelona y la Comunidad Valenciana y que ya van dejando una riada de víctimas. Las estimaciones, dentro de las dificultades de este tipo de estadísticas, señalan que en este país un 1 % de las personas podría pertenecer a una secta, unas 400.000 personas son captadas por las sectas.

El proselitismo

La repulsa continua del proselitismo y de determinadas concepciones clericalistas de la Iglesia, han convertido al papa Francisco en un revulsivo contra el fenómeno de las sectas –¡y más en el caso de América Latina!–. Este desafío se pone de manifiesto, por citar un ejemplo, en la exhortación apostólica Evangelii gaudium, cuando escribe, en el número 63, que “la fe católica de muchos pueblos se enfrenta hoy con el desafío de la proliferación de nuevos movimientos religiosos, algunos tendientes al fundamentalismo y otros que parecen proponer una espiritualidad sin Dios.

Esto es, por una parte, el resultado de una reacción humana frente a la sociedad materialista, consumista e individualista y, por otra parte, un aprovechamiento de las carencias de la población que vive en las periferias y zonas empobrecidas, que sobrevive en medio de grandes dolores humanos y busca soluciones inmediatas para sus necesidades”.

Este diagnóstico trae sus propias consecuencias: “Estos movimientos religiosos, que se caracterizan por su sutil penetración, vienen a llenar, dentro del individualismo imperante, un vacío dejado por el racionalismo secularista. Además, es necesario que reconozcamos que, si parte de nuestro pueblo bautizado no experimenta su pertenencia a la Iglesia, se debe también a la existencia de unas estructuras y a un clima poco acogedores en algunas de nuestras parroquias y comunidades, o a una actitud burocrática para dar respuesta a los problemas, simples o complejos, de la vida de nuestros pueblos”.

Frente al desafío de las sectas, las tradiciones religiosas deben recordar continuamente aquella frase de Chesterton que decía que “para entrar a la Iglesia hay que quitarse el sombrero, no la cabeza”.

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3. Las sectas, en el centro de atención en España tras la liberación de Patricia Aguilar.

FUENTE: La Nueva España

 

 

El rescate de Patricia Aguilar, la joven de Elche que fue captada por una secta en Perú hace un año y medio, ha puesto en el punto de mira a este tipo de organizaciones que operan por todo el territorio nacional e internacional en busca de seguidores. Lo cuenta I.J. Iniesta en el medio regional asturiano La Nueva España.

La Comunidad Valenciana, el País Vasco o Madrid son el caldo de cultivo de este tipo de agrupaciones, al tratarse de las zonas de mayor concentración de personas, y donde más desplazamientos de habitantes se producen. “A más tráfico de gente, y en núcleos urbanos grandes, mayor anonimato y mejor forma de pasar desapercibidos”, dice el psicoanalista y experto en sectas Miguel Perlado.

La secta que captó a Patricia Aguilar, tenía cultos satánicos, aunque este tipo es de los menos frecuentes. Según asegura el experto, las más comunes son las que tienen como objetivo el desarrollo y superación de la motivación personal, pero también los grupos sanadores o relacionados con dolencias médicas. Y aunque no todas poseen el mismo riesgo, se calcula que alrededor de una decena de estos grupos son de riesgo moderado y alto. Cuando se habla de riesgo, explica Perlado, “hablamos de la capacidad de modificar y anular la personalidad, hasta alcanzar un grado de sumisión casi total”.

Y es que los líderes de las sectas realizan una importante manipulación psicológica con el objetivo de atrapar a las víctimas, hasta el punto de que se vuelven totalmente dependientes de su líder. En este sentido, el estrés y el ritmo de vida actual facilitan estos escenarios.

La forma que tienen las sectas de captar a sus miembros también ha cambiado en los últimos años. Antes, las organizaciones buscaban a sus víctimas a pie de calle, exponiendo sus discursos a aquellos que quisieran oírlos. “Ahora funciona mucho más el boca a boca, y es muy peligroso”, señala Perlado. Esto se debe a que, en muchas ocasiones, las víctimas se inician a través de un amigo o familiar, que les recomienda ir a una de estas charlas o sesiones camufladas con cursos o talleres de superación personal. “En estas ocasiones, la percepción del riesgo es todavía menor, porque la invitación te llega de alguien de tu confianza”.

En cuanto al perfil de personas que caen en las redes de estas sectas, “no hay uno claro. Lo que buscan es gente joven, idealista, con ganas de ayudar y que se desviva. Incluso con ciertos estudios, para que si reciben críticas legitimen el grupo aludiendo a que tienen gente preparada”, señala Perlado.

Lo que sí es cierto, es que muchas veces se provechan de “perfiles con especial vulnerabilidad y personas sensibles que pasan un mal momento por alguna mala experiencia personal o familiar. Así es más fácil seducirles con algo que se les hace irresistible. No son conscientes y, al final, por medio de la manipulación psicológica, quedan absolutamente atrapados por los líderes”.

De esta forma acabó Patricia Aguilar en la secta liderada por Félix Steven Manrique, detenido el pasado 4 de julio por las autoridades peruanas. Patricia puso un mensaje en la red buscando respuestas esotéricas a la muerte de un ser querido, y recibió una respuesta de Manrique. Ahí empezó todo. La Fiscalía de Trata de Personas fue quien llevó la investigación, después de que la familia denunciara situación.

Para Miguel Perlado, este es uno de los principales problemas a la hora de enfrentarse a este tipo de casos en España: la ausencia de legislación al respecto. Y es que, mientras que en otros países sí que existen leyes que penan la captación de personas en una secta y facilitan la intervención y la disolución, en España es mucho más difícil y tan sólo se puede intervenir cuando hay pruebas suficientes de maltratos físicos, abusos sexuales o estafas. Y precisamente la motivación económica es lo que mueve a la mayoría de este tipo de grupos, “aunque lo primero que buscan es poder. Con él, viene todo lo demás”.

Así, lo primero es conseguir la admiración de las víctimas, embaucarlas con una idea o promesa que desean alcanzar. “La dependencia emocional es muy fuerte. Hay casos en los que consiguen salir por su propio pie, pero el trauma es muy grande y necesitan ayuda de personas especializadas para poder recuperar de nuevo su vida”, concluye el especialista Miguel Perlado. En el caso de Patricia, el líder de la secta aprovechó la debilidad y bajada de autoestima de la joven tras perder a un familiar cercano para captarla.

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4. El Príncipe Gurdjieff estuvo a punto de captar a otra menor española.

FUENTE: Varios medios

 

 

Ayuda espiritual, alojamientos, regalos y hasta retoques estéticos a jóvenes que «quieran cambiar de vida». Así se anunciaba en internet Félix Steven Manrique, de 34 años, el líder de la secta apocalíptica de la que acaba de ser rescatada la joven ilicitana Patricia Aguilar, tal como informa el diario Las Provincias. El gurú tampoco dejaba lugar a dudas: advertía explícitamente de que las jóvenes debían estar dispuestas a mantener relaciones sexuales. Su misión: aseguraba haber sido elegido por Dios para repoblar el mundo tras el apocalipsis. Para conseguirlo reclutaba «esposas sumisas», un grupo de «elegidas», según publicaba la revista Interviu.

Y en eso estaba. La policía peruana ha logrado detener este miércoles a Manrique en una casa de campo ubicada en la selva de San Martín de Pangoa, a casi 500 kilómetros de donde se vio a Patricia por última vez, según ha informado el diario El Periódico. Los agentes encontraron allí al gurú junto a otras dos mujeres peruanas y sus hijos, menores de edad, cuyos familiares habían denunciado su desaparición. Patricia fue localizada a una hora de distancia en otro domicilio, en el que cuidaba a los hijos de esas mujeres y a otro bebé, su hijo, nacido hace menos de dos meses.

El gurú de la secta, que se hacía llamar Príncipe Gurdjieff, asegura que tiene una misión en el mundo y que encontrarían la salvación. Así, poco a poco, este hombre conquistaba a las chicas y las incitaba a que abandonasen su domicilio e hicieran «cualquier cosa por él», según el testimonio dado por la prima de una de las jóvenes captadas. Esto mismo hizo con Patricia. Tras ser localizada en Perú, la joven de Elche difundió varios vídeos en los que dejaba claro que no estaba allí en contra de su voluntad, aunque, desde el principio, su familia sostuvo que su estancia en aquel país sudamericano no era voluntaria y ha luchado desde entonces por recuperarla.

La lucha de su familia

El rescate de Patricia ha sido una odisea para su padre. Dos viajes a Perú y un año y medio de búsqueda han culminado con su liberación. Alberto Aguilar llevaba desde el 9 de junio en Lima impulsando la investigación abierta en el país andino por la Fiscalía de Trata de Personas contra Félix Steven Manrique, el gurú de un «grupo gnóstico» al que habría conocido Patricia con 16 años por Internet.

Según denunció la familia de la joven el juzgado, Manrique convenció a Patricia para que viajara a Perú con él y abandonara su hogar cuando cumpliera la mayoría de edad. Así, la alicantina abandonó su casa de Elche el 7 de enero de 2017 para seguir hasta Lima al gurú cuando se encontraba en un momento de «vulnerabilidad».

La abogada de SOS Desaparecidos, Maite Rojas, asegura que ha sido la tenacidad de la familia la que ha logrado mantener y hacer avanzar la investigación, que finalmente ha dado sus frutos. La abogada asegura que se ha podido constatar que el líder de la secta mantenía a las mujeres captadas en condiciones «infrahumanas» y en la actualidad se encontraban en una zona de la selva peruana controlada por narcotraficantes.

La familia de la joven, junto con la abogada de SOS Desaparecidos, lograron que un juez abriera diligencias para demostrar que la joven había sido captada por el gurú cuando no tenía aún la mayoría de edad. Estas pruebas son el único resquicio legal que tienen para tratar de recuperarla ya que el Código Penal español no reconoce como delito el abuso de debilidad ejercido por grupos coercitivos.

Estas razones son las que llevaron al padre de Patricia a viajar dos veces a Perú para recuperar a su hija. Fue por primera vez el pasado enero para encontrarse con las familias de otras desaparecidas a las que se les situaba también con Manrique. La segunda odisea ha dado con su hija y con la detención de Manrique, pero la situación de la familia continúa siendo complicada. La prima de Patricia y portavoz de la familia, Noelia Bru, asegura que tras tanto tiempo en la secta está «totalmente anulada, es otra persona. La hemos rescatado, pero no la hemos recuperado, el daño ya está hecho».

La joven ilicitana ha llegado el 5 de julio a Lima en compañía de su bebé procedente de la selva peruana donde fue ubicada por las autoridades andinas durante el procedimiento contra la trata de personas. El pasado octubre, la Ertzaintza averiguó, gracias a la familia de Patricia, que el líder de la secta había intentado «reclutar» a otra chica de Guipúzcoa, de 16 años, que quería convertirse en otra de las esposas del Príncipe Gurdjieff, pero una denuncia a tiempo lo evitó.

El desarrollo de la investigación

Noelia Bru ha explicado en Radio Elche que el padre de la joven, Alberto Aguilar, viajó hace un mes a Perú para impulsar la búsqueda. “Y la policía ha montado un buen operativo hasta que los ha localizado en una casa en el campo. El tipo convivía con varias mujeres, [los agentes lo encontraron con] una golpeada, convivía con su esposa oficial embarazada de ocho meses y otras dos embarazadas que lo mantenían”. Lo leemos en el diario El País.

Félix Steven Manrique, autodenominado Príncipe Gurdjeff, está acusado de liderar una secta del entorno de la Gnosis, que ofrecía a mujeres jóvenes cambiar su vida a cambio de mantener relaciones sexuales con él. En la precaria casa donde la joven vivía, los agentes encontraron un recipiente con unas especies de rosarios y figurillas de metal, junto con fotos de carné suyas.

Bru relató que la fiscalía de trata de personas investiga este caso hace desde mucho tiempo: “Había otras personas desaparecidas y este tipo estaba detrás de las desapariciones, con chicas que habían tenido hijos con él, porque él decía que su misión era repoblar la tierra. Varias mujeres lo denunciaron por falta de manutención de los hijos, por violencia familiar y por abusos sexuales”.

Cuando Patricia Aguilar tenía 16 años, comenzó a caer en los engaños de Félix Steven Manrique, que usó las redes sociales para contactar con ella. La familia sostiene que la joven pasaba por un “momento de vulnerabilidad” tras el fallecimiento de un pariente. “Hemos conversado con personas que han salido de esa secta, y Manrique es un líder de manual: lo que quiere es el poder, el dinero y el abuso sexual. Él difundía que quería repoblar la tierra y estaba intentando hacer lo mismo con una joven del País Vasco. Tuvo contacto con ella a través de redes sociales y ofrecía una nueva vida a cambio de tener relaciones sexuales con él. Se presenta como el novio que va a ayudar en un momento vulnerable”, explicó en Radio Elche Bru, que también reconoció que su prima ha cambiado durante este tiempo. “En la violencia de género no se es consciente de que uno no merece las vejaciones; confirmamos que está bien y está viva, y eso es lo que importa hoy. En todo lo que venga vamos a ir paso a paso y que las cosas se pongan en su sitio”, añadió.

Las sectas se aprovechan de lo positivo de las personas

El sacerdote, experto en sectas y uno de los miembros fundadores de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), Luis Santamaría del Río, ha comentado en el programa “Fin de Semana” de COPE que tras lo ocurrido con la joven española que ha sido rescatada por su padre de una secta en Perú “sabemos por dónde van los tiros en el fenómeno sectario en estos momentos. Cómo se puede captar a 10.000 km a través de Internet”. Recuerda además que las sectas no solo se aprovechan de la vulnerabilidad sino también de “los valores y virtudes de las personas”.

El padre Santamaría, en conversación con Cristina López Schlichting, conductora del espacio, ha dado una serie de pautas para mantenernos alejadas de las sectas: “hay que tener bien cubierto los dos flancos fundamentales de la humanidad que son la afectividad y la espiritualidad”. También señala algunos de los indicios que podemos observar en nuestros hijos o familiares que podrían estar siendo captados por una secta: “si hay algún cambio extraño en las compañías o cambian las costumbres de la persona. En ese momento es muy importante que haya siempre un cariño y una comunicación fuerte con ellos para poder actuar pronto”. Por último advierte de que siempre, siempre hay que “demostrarles que se les quiere mucho y que aunque estén en una secta o hayan cometido un error, siempre su familia va a estar ahí, sin reprocharles nada”.

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5. La familia de Patricia Aguilar, fundamental para lograr la detención del líder sectario.

FUENTE: Varios medios

 

 

El 7 de enero de 2017 marcaba para siempre la vida de la familia de Patricia Aguilar. La joven de 18 años desaparecía de su casa de Elche con la excusa de acudir al cumpleaños de un amigo, pero nunca regresó. Al no poder localizarla y comprobar que se había llevado 6.000 euros, sus padres comenzaron a sospechar que no se trataba únicamente de una huida voluntaria. Empezaron entonces una investigación hasta dar con indicios –conversaciones o textos– de que había sido captada por una secta.

Aunque el proceso de manipulación llevaba en marcha meses, nunca se lo habrían imaginado, según relata el diario español ABC. Poco a poco fueron atando cabos sobre determinadas actitudes, pero desde ese momento lo único importante era encontrarla. Iniciaron entonces una movilización por la que en primer lugar acudieron a la Comisaría de la Policía Nacional de la localidad y al Juzgado de Instrucción número 1, aunque el caso no siguió adelante.

Un camino difícil

La mayoría de edad de Patricia complicaba las cosas. Recurrieron a las autoridades tanto españolas como peruanas, a ONGs y dieron visibilidad al caso, seguros de que efectivamente se trataba de una captación. Las campañas contribuyeron a recaudar fondos para seguir adelante con las investigaciones y permitieron a su padre, Alberto, viajar a Perú. Hasta allí se desplazó el pasado enero para evitar que las autoridades paralizaran el caso y conoció a otras familias que se encontraban en la misma situación.

Al mismo tiempo, una prima de la joven trató de infiltrarse en las redes del líder de la secta, Félix Steven Manrique –el cual se hacía llamar Príncipe Gurdjieff– para conocer de cerca su forma de operar. Alberto volvió este pasado junio para ayudar a la Policía y presenciar el coletazo final de la liberación de su hija. Su principal objetivo queda cumplido. La joven fue hallada con un bebé de apenas un mes (suyo) y a cargo de otros cuatro menores. Se encontraba en condiciones «infrahumanas» con otras dos mujeres en una rudimentaria vivienda ubicada en una peligrosa zona controlada por el narcotráfico en medio de la selva (a unos 600 kilómetros de Lima).

Los agentes detuvieron a Manrique, quien se dedicada a captar a jóvenes a través de redes sociales convenciéndolas de que estaba por llegar un apocalipsis y que tenía que repoblar con ellas la tierra. Así sucedió con Patricia en un momento especialmente vulnerable tras haber muerto su tío.

Según confirma la portavoz de la familia a ABC, la joven está en estos momentos con su hijo en un albergue de acogida que depende del Ministerio Público de Perú mientras es sometida a exámenes psicológicos y médicos bajo el programa de protección de víctimas, al que ha sido incorporada por orden de la Fiscalía. Su padre únicamente ha podido verla de lejos sin establecer contacto alguno con ella. Tampoco conoce por el momento a su nieto.

La familia es consciente de que todavía mantiene un vínculo con el líder de la secta, por lo que no saben cuál será su primera reacción al verles. Aun así, reciben como buena noticia que quiera someterse a tratamiento. De hecho, han contactado con un psicólogo para que la atienda a su llegada a España, algo todavía por concretar. Desde SOS Desaparecidos –asociación que se ha implicado desde el inicio en la búsqueda– explican que Patricia está ilegal en aquel país, por lo que esperan que puedan expulsarla de allí, pero el hecho de que su bebé tenga la nacionalidad peruana «complica el tema, porque es mucho más difícil su salida».

La organización estudia junto a la familia la mejor fórmula para traerla de regreso. Manrique está imputado por un presunto delito de trata de seres humanos, aunque se le podrían sumar otros cargos como explotación sexual y laboral y abandono de menores. La detención se ha ampliado otros siete días. Las autoridades judiciales tomarán una decisión previsiblemente entre el día 12 y el 13 de este mes de julio.

Averiguar el estado mental de Patricia

Un psicólogo forense ha mantenido ya la primera entrevista con Patricia Aguilar para examinar su estado mental, según informan Vanesa Lozano y Luis Rendueles en El Periódico. Las conclusiones del perito serán decisivas para determinar si la joven española y otras dos mujeres que seguían a Manrique han sufrido coacciones psicológicas.

Desde su llegada a Perú, la joven española pasó por varias ciudades y pueblos, siempre siguiendo al gurú, que se hacía llamar Príncipe Gurdjieff. Cuando fue rescatada, Patricia vivía sola en una cuadra para animales con cuatro niños y su bebé. El pasado 28 de mayo había dado a luz a una niña. En los primeros reconocimientos médicos, la joven estaba muy delgada y desmejorada. Sus familiares dijeron que sólo le llevaban comida una vez a la semana.

Manrique, que está detenido por la policía de Lima acusado de trata de personas, ya fue expulsado de la iglesia gnóstica a la que pertenecía por “delirios de grandeza” y padecer “graves problemas psicológicos”. Posteriormente lo acusaron de “abusos sexuales”.

Una sensación agridulce

La familia Patricia ha explicado en “Herrera en COPE” que están “contentos” pero con una sensación “agridulce”. “Nos hemos encontrado una situación que sobrepasa lo que imaginábamos”, afirma Noelia Bru, prima y portavoz de la familia. “Siempre hemos hablado de una secta, pero nos llega información que nos sobrepasa, hablamos de temas muy graves”.

Patricia, que ahora tiene 19 años y un bebé de un mes, fue captada a través de Internet por el peruano Félix Manrique, que manejaba teorías apocalípticas en la red. Patricia fue a contar un sueño que tuvo a una página esotérica y Manrique le contestó. Entonces tenía tan solo 16 años. “Este tipo se dedicaba a través de las redes a pescar jovencitas con un trabajo sutil de años. Él empezó a venderse como amigo, luego como una especie de novio y le empieza a vender la película de que el mundo está muy mal, con guerras por llegar, que todo está escrito, que él es una especie de dios y que será el juez en el próximo apocalipsis. Así ella poco a poco va perdiendo la cabeza mediante técnicas muy severas”, relata Noelia.

Antes de ir a la selva, según ha relatado Noelia, la secta estuvo en un piso en el centro de Lima. “Allí se encontraron signos de violencia física, puertas reventadas, vecinos que decían que se oían gritos y que veían a las chicas siempre sumisas caminando detrás de él, amoratadas y que los pequeños se comportaban muy agresivos con otros niños del vecindario a los que llegaban a atacar como si fueran demonios”.

Más tarde el grupo se trasladó a vivir a la selva, donde los encontraron. “El líder estaba en un pueblo junto con otras dos mujeres que lo mantenían y trabajaban en condiciones pésimas. Pero Patricia no estaba allí, se encontraba a una hora de aquel lugar en una especie de cuadra de animales, en condiciones infrahumanas. Estaba delgadísima y con un bebé en brazos al que estaban devorando los mosquitos. Comían una vez a la semana”.

Sobre la recuperación de Patricia, su prima recuerda que “ahora mismo acaba de salir de años bajo el yugo de este tipo, con lo que no se puede esperar una respuesta automática y que se lance a los brazos de su padre, al que aún no ha visto. Ellas –las secuestradas– ahora defienden a Manrique –como ocurre en otras sectas–, por eso vamos a ir paso a paso. Espero que cuando vea a su padre algo en su cabeza haga 'clic'. Respetamos su libertad, lo que quiera o crea, pero nuestra obligación como familia es que esté bien, ella y ahora su bebé”.

Reconoce además que en estos momentos traerla España es complicado. “En Perú el caso ha tenido mucha repercusión y parece que va a tomar más tiempo del esperado”. En cualquier caso, añade, “lo vamos a intentar porque necesitan asistencia médica y psicológica”. Precisamente, la hermana de otra de las víctimas de Manrique, Adriana Vega, declaró a los periodistas que el líder de la secta estudió filosofía y que toma “diferentes religiones para acoplarlas a su conveniencia” y captar a mujeres con las que mantiene relaciones sexuales.

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6. Padre de la española captada: “está como ausente”.

FUENTE: El Periódico

 

 

Lleva año y medio luchando por recuperar a su hija, Patricia, que se fue de la casa familiar de Elche el 7 de enero de 2017 siguiendo los pasos de un gurú que decía ser el Príncipe Gurdjieff y que iba a repoblar el mundo tras el apocalipsis que se avecinaba. Alberto Aguilar, 47 años y encargado de una empresa de reparto de productos de panadería, logró la madrugada del pasado 5 de julio ver viva a su hija.

También vio detenido al gurú que la captó por internet y con el que ha tenido un hijo, Félix Steven Manrique, de 35 años, después de que la policía peruana los localizara en dos casas de la selva de San Martín de Pangoa, a 500 kilómetros de Lima. Cansado y esperanzado, Alberto responde las preguntas de Vanesa Lozano y Luis Rendueles, de El Periódico, en la primera entrevista que concede a medio de comunicación español desde que salvó a Patricia.

- ¿Ha podido hablar con su hija? ¿La ha visto?

- No he podido hablar con Patricia. La vi cuando hizo el trasbordo del autobús que la trajo desde la selva, pero fue desde lejos y ella no pudo verme.

- ¿Dónde está ahora su hija Patricia?

- En estos momentos, Patricia está a disposición del Ministerio de la Mujer, en Lima. Está en manos de psicólogos y asistentes sociales.

- ¿Y dónde está el gurú, Félix Steven Manrique?

- Sobre ese hombre hay una detención policial que aquí en Perú le dicen “en flagrancia”. La Fiscalía ha ordenado su detención por un posible delito de trata de personas, entre otras mi hija. Está privado de libertad y estará al menos siete días en esa situación, hasta que se dicte, esperemos, prisión para él.

- A su hija ya la han visto psicólogos de la policía peruana y también del Ministerio de la Mujer. ¿Le han dicho qué tal se encuentra tras año y medio en ese grupo sectario y tras haber tenido un bebé con el líder del grupo hace 40 días?

- Los psicólogos de la policía la evaluaron mientras estuvo en comisaría. Luego la están examinando expertos del ministerio de la Mujer. No me han dado los informes. Lo que sé es que mi hija tenía un aspecto demacrado y sucio cuando llegó a la comisaría. Está como ausente.

- ¿Qué sabe de su vida desde que se fue de casa?

- Sabemos que llegó a Lima y estuvo conviviendo junto al grupo en un condominio. Estuve hablando con el dueño del piso y nos contó los pormenores y problemas que tuvo con el gurú. No le pagaba y le destrozó el piso, huyó una noche. También me explicó que Steven actuaba de forma machista con Patricia y las otras mujeres, haciendo entre otras cosas que siempre caminaran detrás de él. Después he sabido que los han encontrado en medio de la selva, en un lugar remoto, poco accesible, lejos de la civilización, viviendo entre tablones y durmiendo en palés, sin ningún cuidado higiénico ni seguridad ante posibles ataques de animales o insectos.

- ¿Cómo era la vida de su hija con el supuesto gurú?

- Parece que su papel era el de ser una 'esposa' más. Se encargaba de cuidar ella sola a un grupo de niños en medio de la selva, en una especie de cabaña de madera que es en realidad una cuadra para animales. La encontraron con una bebé de un mes a su cargo y cuatro niños más. Podemos imaginar qué educación y qué alimentación han estado recibiendo.

- ¿Cómo se enteró de que era usted abuelo? ¿Qué sintió?

- Me lo comunicó la madre de otras de las mujeres captadas por Steven. Yo estaba en el coche, conduciendo en dirección a la Fiscalía de Trata en Lima. Sentí alegría, pero también emociones encontradas.

- ¿Dónde y cómo dio a luz Patricia? ¿Fue a un hospital?

- El parto de mi hija se produjo en la misma cabaña. Fue asistida por las otras dos chicas (se refiere a las otras dos mujeres captadas por Steven) y una mujer mayor vecina de por allí que ejerció como partera. Patricia sufre una enfermedad cardiaca y haber pasado por un embarazo y un parto se encuentran entre las situaciones de mayor riesgo para ella. Su vida corrió peligro al dar a luz en esas condiciones y, si la cosa se hubiera complicado, no habrían podido recibir ayuda, por la distancia que había hasta el centro médico más cercano.

- ¿Está dispuesto a criar a su nieta en España?

- Por supuesto que estoy dispuesto a criar a mi nieta en España, es el mejor sitio donde puede ir porque allí va a encontrar todas las condiciones que no ha tenido en sus primeros días de vida y todo el amor de su verdadera familia y de su ciudad.

- ¿Dónde está el bebé ahora?

- Con Patricia, pero bajo la tutela del Ministerio de la Mujer.

- Usted viajó a Lima el pasado 9 de junio para impulsar la investigación y localizar a su hija. ¿Cómo ha sido este mes allí?

- Ha sido un mes bastante ajetreado e intenso. He hecho muchas cosas y movido muchos hilos sobre todo durante las dos primeras semanas. Luego ya quedé un poco a la espera porque se inició la investigación. Y, por último, ahora estamos administrando el resultado del trabajo conseguido.

- ¿Dónde se ha alojado?

- En casa de la familia de otra de las víctimas de Steven. Las familias nos unimos desde el principio para hacer fuerza. No puedo estar más agradecido. Estoy muy bien atendido y muy contento de la decisión que tomé al venir a su casa porque han sido muy hospitalarios y todo se ha coordinado mucho mejor.

- ¿Cómo se enteró de que Patricia había sido localizada?

- A través de la policía, nos informó de que la habían encontrado. Esto fue posterior a la localización de Steven y las otras dos mujeres, porque Patricia estaba bastante alejada del lugar de donde primero localizaron al grupo. Ella estaba a unos 30 minutos a pie del pueblo, cruzando la selva. Primero nos informaron de la detención de Steven y el rescate de las otras dos mujeres que estaban con él. Entonces supimos que Patricia y los niños no estaban con ellos… Fue un momento muy tenso. Tenían una pista que indicaba que podían encontrarse en el lugar donde finalmente los rescataron y nos aferramos a ella. El tiempo que tardaron en llegar allí y confirmarlo se nos hizo eterno… No puedo explicar todo lo que pasó por mi cabeza.

- ¿Y de la detención de Manrique?

- Lo supimos antes de que se fuera a producir, nos avisaron de que tenían que precipitar el operativo porque había riesgo de que huyeran.

- ¿Qué sintió en ambos casos? ¿Y durante todo el operativo policial?

- Mucha tensión, impaciencia, esperanza, nervios. Al final todo resultó bien, no hubo problema y conseguimos el propósito de que lo detuvieran.

- Además del coste psicológico que esta situación ha supuesto para ustedes, han tenido que invertir parte de sus ahorros familiares en la búsqueda y el rescate de Patricia. ¿Tienen un cálculo del coste económico que ha tenido todo esto para la familia?

- Sólo en viajes, dietas, trámites de la investigación, etc., llevamos invertidos unos 14.000 euros. También he de decir que parte de nuestra familia ha contribuido y, además, recibimos unos 3.500 euros de otra mucha gente que se ha volcado con nosotros a través de la asociación 'Plataforma Para La Dignidad Humana' que creamos para el caso de Patricia y con la que queremos continuar para ayudar a otras víctimas de sectas como ella.

- ¿Qué planes tiene ahora? ¿Le gustaría volver con ellos a casa?

- Claro que me gustaría volver a casa. Ese es mi objetivo, volver con Patri y con la bebé, estoy deseándolo y con un poco de suerte pronto se cumplirá.

- ¿Cuenta con la posibilidad de que Patricia no quiera volver a España o no quiera estar en contacto con su familia?

- Sí, pero esa no va a ser una opción, voy a seguir luchando para que esto termine como debe, con Patricia y su bebé en España. Ya que he llegado hasta aquí, no voy a rendirme.

- ¿Cuál es la peor situación que ha vivido este año y medio?

- La más angustiosa fue el día que desapareció Patricia y, más concretamente, la hora en que apagó el teléfono y no volvió a conectarse hasta el momento que puso el famoso Whatsapp que decía aquello de “estaré bien, os hablo en horas”.

- ¿Hay otras chicas que corren el mismo peligro que Patricia en España?

- Seguro que sí. Como mínimo, hay una chica que vive en el País Vasco que estuvo a punto de correr la misma suerte que mi hija. Aprovecho para decirles a sus padres que denuncien. Ellos saben lo que ocurrió, fueron informados por la Ertzaintza. Les pido una vez más que luchen para evitar que siga habiendo gente que, como este tipo, intente apartar a hijos e hijas de sus familias.

- ¿Cuenta España con protección frente a las sectas y, en especial, los adolescentes españoles?

- No hay ninguna protección contra sectas, esta es la cruda realidad. A mí me han llegado a decir que captar no es delito. Debemos luchar porque haya un código penal en el que esta figura de la captación quede bien clara y nuestros hijos adolescentes no puedan ser captados por un tipo desde el otro lado del mundo porque estén pasando por un momento de vulnerabilidad.

- ¿Cómo están su mujer, Rosa, y su hijo pequeño, de 13 años, en España?

- Todos estamos muy felices y contentos porque hemos encontrado a Patricia y encima tiene una bebé. La felicidad es doble. Mi mujer está pasándolo mal, porque es muy nerviosa y la distancia y el no saber juega malas pasadas, pero lo está llevando y está cuidando del hermano de Patricia, que me dice que también está muy contento de haber sido tío tan pequeño.

- ¿Cómo se imagina el futuro?

- Con Patricia y su bebé con nosotros en España, ayudándola a que salgan adelante. Me gustaría que retomara sus estudios y ayudarle a criar al nuevo miembro de la familia, queriéndolo, disfrutándolo y siendo felices, que yo creo que es lo que ya toca.

- ¿Ha podido celebrar la noticia?

- Todavía no, ahora es momento de seguir sumando y esforzándonos. Estoy ayudando aquí día y noche. No hay tiempo. Estoy durmiendo entre tres y cuatro horas al día.

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7. La Justicia de Perú amplía la investigación de la secta del Príncipe Gurdjieff.

FUENTE: Varios medios

 

 

Investigación de otras víctimas

La fiscal Berenice Romero, responsable de la Fiscalía Especializada en Delitos de Trata de Personas de Perú, investiga a otras dos presuntas víctimas de Félix Steven Manrique, líder de la secta que captó a la española Patricia Aguilar, de 19 años. “Ellas todavía no declaran, los que han presentado las denuncias son sus familiares y lo que obra en el auto son apreciaciones, opiniones de los familiares”, explicó Romero al diario El Comercio.

La fiscal indicó que tiene siete días para hacer la investigación preliminar y durante los cuales tomará las declaraciones de Manrique, la española Aguilar y las peruanas Paola Vega y Maryori García, que vivían en la misma secta y tuvieron hijos con el líder. “Todavía no sé las versiones de las tres mujeres, de él ni de los menores”, agregó. Respecto a las otras víctimas, la fiscal dijo al matutino que estos casos se remontan a años anteriores y que se trata de mujeres que viven en Lima.

La fiscal Romero explicó que Manrique ya era investigado desde el año pasado a raíz de la desaparición de Vega, de 42 años, y García, de 29 años, y que en enero último se acumuló el caso de la joven española. Entre el material que la fiscal está investigando figuran las capturas de pantalla de una red social, que aparentemente manejaba Manrique para captar a sus víctimas.

El sospechoso permanecerá detenido hasta el 12 de julio, día en el que la fiscal debe haber decidido si pide su prisión preventiva conforme los indicios que reúna. “Si tengo indicios suficientes de causa probable puedo postular mi caso ante el Poder Judicial y puedo pedir prisión preventiva, pero eso no es seguro en este momento porque no tengo elementos de convicción suficientes”, afirmó Romero al diario peruano.

La casa donde vivieron las mujeres fue localizada en San Martín de Pangoa, de la selvática provincia de Satipo, en la vertiente oriental de los Andes peruanos, a unos 450 kilómetros de Lima, una zona peligrosa por pertenecer al Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), controlado por el narcotráfico y los remanentes del grupo armado Sendero Luminoso.

Las víctimas lo defienden

Noelia Bru, la prima de Patricia, que ha hablado con una de las mujeres víctimas y con otras adeptas a la secta, dice que «ellas defienden a su líder», incluso algunas desarrollan el síndrome de Estocolmo y niegan toda evidencia de malestar, tal como leemos en ABC. En la detención, incluso, una de las mujeres gritó a los policías frases como «¡Aquí no hay ninguna Patricia! Nosotros estamos aquí porque queremos! ¡Se están utilizando nuestras imágenes sin permiso!», al verles. «Las tiene adoctrinadas y prevenidas», puntualiza. Por ello, ahora que lo tenemos, no queremos que se nos escape», dice Bru.

La Fiscalía de Miraflores en Lima investiga delitos como trata de personas, explotación infantil, maltrato a las mujeres o abandono de menores por parte de este «gurú» peruano, cuya detención ha sido ampliada a siete días. «Ahora estamos esperando a que llegue un informe de la Ertzaintza sobre otro caso de una menor del País Vasco a la que ha intentado captar este líder por Facebook».

La lucha de la familia desde Elche durante el tiempo que la joven ha estado desaparecida ha sido incesante. Noelia llegó a agregar a Félix Steven Manrique hasta dos veces en Facebook. «Él siempre quería fotos de mis palmas de las manos, audios de mi voz, que le diera mi teléfono... era muy insistente y en seguida me decía que era falso y me eliminaba», cuenta. Esa fue la red social en la que todo comenzó.

Patricia, inquieta por una especie de sueño en el que una sombra delante de ella se detiene y quiere conocer qué significado tiene (la familia explica que es creyente de estos temas esotéricos), con la influencia de la muerte de su tío y la posibilidad de encontrar algún tipo de relación, escribe un comentario en una página de Facebook que trata estos temas. Ahí aparece este «Príncipe G», con una respuesta contundente: «Tienes un privado». Y en ese instante comenzó toda una historia en la que él se ganó poco a poco la confianza de ella.

Tras su cautiverio, los psicólogos han informado a la familia de que la joven puede tener consecuencias psicológicas, podría olvidar el pasado, incluso, ya que las teorías que difundía este líder se basaban en el despojo de los sentimientos malos y de todo recuerdo anterior.

La situación de los niños y las familias afectadas

Las cuatro niñas y el niño rescatado permanecerán bajo el cuidado del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP). Según María del Carmen Santiago, directora general de niños y adolescentes del MIMP, los niños son hijos de distintas madres y el padre sería Félix Steven Manrique. Una de las menores afirmó haber sido víctima de tocamientos indebidos, por lo que el MIMP evalúa si la custodia seguirá a cargo de la madre o si la niña pasará a cuidado integral en un centro de acogida residencial, tal como informa América TV.

La Policía pidió a los padres de familia tener un mayor control de las actividades de sus hijos en redes sociales. “No se debe tomar contacto con personas que uno no conoce y menos proporcionar fotografías”, remarcaron.

En un primer momento, los familiares de las mujeres que fueron captadas por Felix Steven Manrique Gómez, el sujeto autodenominado 'Príncipe Gurdjieff', se encuentran en el Ministerio de la Mujer siendo evaluados por especialistas para saber el nivel de afectación que han tenido respecto a esta situación de trance que han vivido durante los últimos años.

Antes pasaron por la misma evaluación las tres mujeres y los cinco menores, quienes más temprano se pudieron reencontrar con sus familiares en esta sede, pero después fueron trasladados a un centro de atención residencial. Se han detectado tres puntos que preocupan con relación a los cinco niños: cuadros de ansiedad, desnutrición y enfermedades en la piel. Estos problemas en los menores han sido confirmados por médicos legistas que los han evaluado y que han identificado este tipo de situaciones que han afectado a los menores.

Los familiares continúan en evaluación, mientras que las víctimas se encuentran bajo tutela del Ministerio de la Mujer. Tras una reunión con la viceministra de Poblaciones Vulnerables, Cecilia Aldabe, se evalúa qué medidas se tomarán para que estas personas se recuperen y cuáles serán los pasos legales a seguir.

El niño, las niñas y sus progenitoras son atendidas por los especialistas de la Unidad de Protección Especial (UPE) del MIMP, a fin de darles las medidas de protección inmediata y la asistencia profesional para su recuperación, en el marco de sus competencias. Asimismo, el MIMP a través de las coordinaciones con las redes del Centro de Atención Residencial (CAR) garantizará su vivienda y alimentación.

Piden justicia

Los familiares de las mujeres rescatadas de manos de la secta gnóstica se reunieron el 6 de julio en Ventanilla para pedir a las autoridades que se hagan justicia y que caiga una sanción ejemplar sobre el principal responsable, Félix Steven Manrique. “Que lo metan en prisión y que cumpla por lo que ha hecho, porque es una salvajada”, ha dicho a América TV Alberto Aguilar, el padre de Patricia, la ciudadana española que también fue rescatada.

Por su parte, la tía de una de las menores de edad captadas comentó: “El día de ayer no la pude ver, no me permitían ver a mi sobrina. Vinieron cochinas, llenas de piojos. Mi sobrina tiene 10 añitos, ellas hacían las labores del hogar. Él no hace nada (Manrique) es un vago. Este hombre está maltratando a las criaturas”, dijo.

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8. Psiquiatra peruano: el Príncipe Gurdjieff “se aprovechó de todos sus seguidores”.

FUENTE: La República

 

 

El psiquiatra peruano Guillermo Ladd ve con preocupación el rol de las sectas, al hilo del caso de la desarticulación del grupo gnóstico que lideraba Félix Steven Manrique. Reproducimos a continuación la entrevista que le ha hecho Eduardo Salinas para el diario La República.

- ¿Qué características tiene el captor de una secta religiosa y cómo logra convencer a sus víctimas?

- El captor de una secta necesita tener cierta información previa, como que su víctima pasa por una crisis personal y no tiene la suficiente fortaleza para tomar una decisión firme. En el caso de un falso gurú, por lo general, es un personaje dotado de un gran carisma para poder convencer a sus víctimas, además de un gran ego.

- ¿Qué pasa con las víctimas que son captadas? Sufren pero no renuncian a los malos tratos.

- El líder de una secta sabe cómo “hipnotizar” a sus víctimas y luego les hace creer que necesitan incorporarse a su secta y aceptar sus condiciones.

- ¿A pesar de que la joven Patricia Aguilar sabía que su familia la estaba buscando en España?

- Es que le lavaron el cerebro, ellos son especialistas en eso. Además, es muy probable que la víctima tuviera un entorno no saludable, no adecuado para ella... como no tener el cariño de las personas que la rodean. Una persona saludable rara vez se deja captar por una secta, porque tiene criterio y sabe discernir lo que es correcto.

- ¿Qué diagnóstico tendría la víctima si se le hace un examen psiquiátrico?

- No hay un perfil específico, pero la víctima por lo general presenta trastornos mentales e inclusive problemas de personalidad. Puede sufrir de depresión, problemas para adaptarse a su entorno, y estas patologías pueden ser aprovechadas por el sectario para captarlas y usarlas en su beneficio.

- Y en el caso del líder de la secta, ¿qué diagnóstico tendría?

- El perfil que se hizo a otros creadores de sectas señala que (estos) presentan un delirio de grandeza que puede asociarse a una personalidad esquizofrénica o un delirio de tipo religioso; el problema es que la persona no se da cuenta y no mide lo que hace. Estos líderes sectarios buscan la explotación de la vida sexual de sus víctimas, suelen tener varias concubinas.

- En este caso sería un charlatán, pues ni la sede central de su secta lo reconoce...

- Pero cumplió su sueño de crear una secta propia, se aprovechó de todos sus seguidores; esta es la vertiente que siguen estas personas, ser líderes, y sus víctimas no tienen la suficiente conciencia como para darse cuenta de sus actos.

- ¿Cree que las sectas en el Perú tienen una presencia que nos debería preocupar?

- Sí, hay que preocuparnos. Hay una secta en el Perú a la que hasta ahora no se le ha juzgado por los actos de sus líderes, porque cuentan con poder económico y político; las otras sectas no llegan a ese grado de poder.

- No hay ninguna regulación ni límites para la existencia de sectas.

- Creo que debemos ser críticos, sobre todo con las sectas que cuentan con poder económico y político, considero que debe haber una regulación en la conducta de estas sectas, porque ellas no tienen el derecho de actuar como quieren, se debe regular las acciones de estos grupos y sus líderes.

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9. Alertan sobre la capacidad de las sectas de utilizar las redes sociales para captar.

FUENTE: Correo

 

 

El alarmante caso de la joven española Patricia Aguilar y otras dos mujeres nativas captadas a través de Facebook por una secta en el Perú, halladas desnutridas y enfermas en San Martín de Pangoa, Satipo en Junín, pone en la palestra a este tipo de organizaciones. ¿Qué son y en qué medida pueden convertirse en un peligro pertenecer a ellas? Lo relata el diario peruano Correo.

El experto en seguridad digital Miguel Guerra advierte de que las redes sociales se han convertido en el principal canal de contacto de mujeres jóvenes, menores de edad en su mayoría, y que por ello es muy importante la supervisión de los padres. “Pueden existir maneras de controles parentales, en los cuales los padres pueden saber cuándo se agrega a una persona nueva, conociendo la interacción del menor, los comentarios, a quienes agrega, qué cosa publica en el muro. Son aplicaciones que están en la red”, dijo el especialista.

Por su parte, el antropólogo de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) José Sánchez indica que una secta es una forma de organización que usualmente rechaza al mundo y, por tanto, se aparta de este bajo un fuerte compromiso de los seguidores. Así pues, no siempre tienen un sentido religioso y sus líderes poseen características específicas como una personalidad dominante y cautivante. “Sabe bien que posee esas cualidades y las emplea para sus fines grupales y personales, con lo cual establecen relaciones de poder y de sujeción bastante fuertes”, agrega Sánchez.

Indica que pertenecer a una secta se convierte en algo negativo cuando se despersonaliza al individuo y se vuelve dependiente de otras voluntades que no es la propia. ¿Cómo convencen a los adeptos? Para Balbina Cárdenas, especialista en temas de trata de personas, no existe un solo factor para que una persona decida dejar su modo de vida atrás para unirse a una secta.

“Es multifactorial: social, económico, mental. En el caso de las chicas adolescentes, es la ilusión y la necesidad. Si no hay esta necesidad económica, es el vacío de amor, de cariño, que mezcla este vínculo con el victimario que le da lo que quiere”, indica.

En el mundo se han dado otros casos de sectas donde las personas captadas han sido sometidas a abusos y vejaciones. Es el caso de NXIVM, en Estados Unidos, que aún registra denuncias sobre casos de esclavitud a sus adeptos, o el llamado “Culto de Colin Batley” en Gran Bretaña, en el que se violaba a mujeres y menores de edad.

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10. “Cuando un grupo sectario abduce a un joven, lo está secuestrando emocionalmente”.

FUENTE: ABC

 

 

Reproducimos a continuación un artículo que ha publicado el diario español ABC con el título “Abducidos”. Su autor es el psicólogo Javier Urra, miembro del Consejo General de la Psicología, conocido sobre todo en España por haber sido anteriormente defensor del menor de la Comunidad de Madrid.

Nos encontramos con jóvenes que por circunstancias personales y/o sociales a veces sienten un cierto malestar, que puede ser personal o general, y de pronto, aparece un grupo, una asociación, una secta, que les transmite algo esencial: «Te queremos, te valoramos, te necesitamos». Y desde su propia libertad optan por unirse a ese grupo, que se convierte en un «grupo de hermanos». Y ahora viene la pregunta; ¿Tienen libre albedrío?; ¿saben lo que quieren hacer?; ¿pueden hacer algo distinto a lo que hacen?

Porque el ser humano tiene la razón, el conocimiento, pero también la emoción, los sentimientos. Y es así que nos manejamos con lo cognitivo y lo volitivo. Replanteémoslo. Paremos a pensar. ¿Un menor de 18 años sabe lo que debe hacer? ¿Lo que le puede acarrear una determinada conducta en el futuro? Se trata de menores que no tienen derecho al sufragio universal, ni a independizarse, ni a trabajar, y sin embargo, pueden unirse a un grupo dudoso, cuando no oscuro, y alejarse de sus amigos, de su familia, de su entorno, de su psicohistoria, de su futuro.

La libertad requiere capacidad, requiere criterio, requiere sentido común, exige capacidad crítica, una distancia de valoración que una niña, un joven no posee. Cuando un grupo fanático o sectario abduce a un joven, lo está secuestrando emocionalmente. El problema es que ese joven no lo va a reconocer, que va a decir que está por su propio deseo, pero no es verdad, cree que es verdad, pero no lo es.

Países como España, serios, democráticos, han de proteger a quienes son engañados, a quienes se les quiebran el futuro. Porque además están sus padres, hermanos, familiares, que sufren. ¿Dejaríamos a un joven precipitarse al suicidio? La respuesta es no. Y entonces, ¿por qué le vamos a dejar incluirse en una secta que haga de esa persona un ser donde su dignidad, su honor, su intimidad queden vapuleados? Querido lector: ahora no piense, ahora sienta. ¿Y si es su hijo y si es su hija?

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La RIES es una red de expertos y estudiosos católicos sobre el fenómeno sectario y la nueva religiosidad, presentes en España y Latinoamérica, y abarcando las zonas lusoparlantes. Pretende ofrecer, también con este boletín informativo, un servicio a la Iglesia y a toda la sociedad. La RIES no se responsabiliza de las noticias procedentes de otras fuentes, que se citan en el momento debido. La RIES autoriza la reproducción de este material, citando su procedencia.