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Aumenta el hambre en el mundo afectando a 821 millones de personas

 

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura ha informado que el índice de hambre en el mundo ha incrementado considerablemente por tercer año consecutivo. Los conflictos armados y el cambio climático son algunos de los factores desencadenantes.

 

 

11 septiembre 2018, 16:02 | Ciudad del Vaticano


 

 

Tras haber disminuido de forma constante durante más de una década, vuelve a aumentar el hambre en el mundo.

La oficina para la Alimentación y la Agricultura de Naciones Unidas acaba de publicar el informe titulado "El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2018" que desvela que hay seis millones de personas más que en 2016; que padecen las dramáticas consecuencias de la falta de alimentos.

"En estos momentos hay 821 millones de personas que sufren hambrunas. De todas ellas, 492 millones necesitan una acción humanitaria urgente. Eso supone que el hambre ha aumentado en todo el planeta por tercer año consecutivo", se lee en el documento.

 

Causas: conflictos violentos y cambio climático

Este incremento se debe en gran medida a la proliferación de conflictos violentos y de perturbaciones relacionadas con el clima, según explica la Organización.

El informe, revela además que unos 155 millones de niños menores de cinco años padecen desnutrición crónica (estatura demasiado baja para su edad), mientras que 52 millones sufren de desnutrición aguda, lo que significa que su peso es demasiado bajo para su estatura.

Estas tendencias son consecuencia no sólo de los conflictos y el cambio climático, sino también de profundos cambios en los hábitos alimentarios y de las crisis económicas.

 

Objetivo Hambre Cero para el 2030

El informe es la primera evaluación global de la ONU sobre seguridad alimentaria y nutrición que se publica tras la adopción de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, cuyo objetivo es acabar con el hambre y todas las formas de malnutrición en 2030 como una de las principales prioridades de las políticas internacionales.

El documento apunta a los conflictos –cada vez más agravados por el cambio climático- como uno de los principales motivos del resurgir del hambre y de muchas formas de malnutrición.

“En la última década, el número de conflictos ha aumentado de forma dramática y se han vuelto más complejos e irresolubles por su naturaleza”, afirman los responsables de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), UNICEF, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su prólogo conjunto al informe. Subrayan que algunas de las tasas más elevadas del mundo de niños con inseguridad alimentaria y malnutrición, se concentran ahora en zonas de conflicto.

 

Garantizar sociedades pacíficas

“Esto ha hecho saltar alarmas que no podemos ignorar: no acabaremos con el hambre y todas las formas de malnutrición para 2030 a menos que abordemos todos los factores que socavan la seguridad alimentaria y la nutrición. Garantizar sociedades pacíficas e inclusivas es condición necesaria para ese objetivo”, aseguran los dirigentes de la ONU.

La hambruna golpeó diversas zonas de Sudán del Sur durante varios meses a principios de 2017, y existe un grave riesgo de que vuelva a producirse allí, así como de que aparezca en otros lugares afectados por conflictos, en especial el noreste de Nigeria, Somalia y Yemen.

Los expertos advierten que incluso en regiones que no sufren de tanta violencia, las sequías o inundaciones -ligadas en parte al fenómeno climático de El Niño-, así como la desaceleración económica mundial, han llevado también a un deterioro de la seguridad alimentaria y la nutrición.