Servicio diario - 18 de septiembre de 2018


 

Estructura del Sínodo: Presentada la Constitución apostólica `Episcopalis communio'
Rosa Die Alcolea

Santa Marta: "La cercanía y la humildad es lo que da autoridad a Jesús"
Rosa Die Alcolea

ENTREVISTA: Card. Nichols: "Para la solidaridad europea, necesitamos pragmatismo y armonía"
Deborah Castellano Lubov

Estados Unidos: El Papa nombra obispo auxiliar de Hartford
Rosa Die Alcolea

Eslovenia: Francisco acepta la renuncia del obispo de Celje
Rosa Die Alcolea

Padre Antonio Rivero: "Hacernos como niños"
Antonio Rivero

San Alonso de Orozco, 19 de septiembre
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

18/09/2018-13:45
Rosa Die Alcolea

Estructura del Sínodo: Presentada la Constitución apostólica `Episcopalis communio'

(ZENIT – 18 sept. 2018).- Esta mañana, a las 11 horas en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, ha tenido lugar la conferencia de presentación de la Constitución apostólica Episcopalis communio del Santo Padre Francisco, sobre la estructura del Sínodo de los Obispos.

Han intervenido: El cardenal Lorenzo Baldisseri, Secretario General del Sínodo de los Obispos, Mons. Fabio Fabene, Subsecretario del Sínodo de los Obispos, y el Prof. Darío Vitali, consultor de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos y profesor de Teología dogmática en la Pontificia Universidad Gregoriana.

Esta Constitución lleva la fecha del 15 de septiembre, que no es una “elección casual”, teniendo en cuenta que ese mismo día, del año 1965, el Papa Pablo VI –que será canonizado el próximo 14 de octubre, en pleno contexto de la Asamblea sinodal– instituía, precisamente, el Sínodo de los Obispos, ha matizado el Card. Baldisseri, según Vatican News en español.

 

Cuatro claves

Episcopalis communio es un texto –ha aclarado el Secretario General del Sínodo– que se articula en dos grandes secciones: una doctrinal, compuesta por diez parágrafos, y una disciplinaria, compuesta por veintisiete artículos.

Así, el Cardenal Baldisserio ha ofrecido cuatro claves de lectura principales para este documento. La primera es la “referencia al Concilio Vaticano II”, de donde nace el Sínodo de los Obispos.

La segunda la ofrece la “referencia al tema de la renovación de la Iglesia”, puesto que el Papa no mira sólo al pasado, es decir al último Concilio, sino también al presente, a la hora actual de la Iglesia, que –tal como se lee en la Exhortación Apostólica Evangelii gaudium– va entrando en una nueva etapa evangelizadora, a la que se le pide con fuerza que se constituya en todas las regiones de la tierra en uno “estado permanente de misión”, ha anunciado el Cardenal.

 

“Refundación” del organismo sinodal

La tercera clave de lectura podría considerarse decisiva, según ha expuesto Mons. Lorenzo Baldisserio, puesto que se trata del “factor de mayor novedad” de esta Constitución, que configura por ciertos aspectos una verdadera “refundación” del organismo sinodal, es decir el de la integración estable del Sínodo dentro del marco de una “Iglesia constitutivamente sinodal”.

Mientras la cuarta clave de lectura se encuentra en el último parágrafo de la parte doctrinal porque en cierto sentido es la que se configura como “la más rica de futuro”, ha indicado Mons. Baldisseri. Se trata de la “dimensión ecuménica”, tal como el mismo Santo Padre lo había expresado ya al manifestar su convicción de que en una Iglesia sinodal, también el ejercicio de la primacía de Pedro podrá recibir mayor luz.

 

Dinamismo de comunión

Asimismo, el Secretario General del Sínodo ha destacado en su intervención que hace tres años, concretamente el 17 de octubre de 2015, con ocasión del 50° aniversario de la institución del Sínodo, el Papa Bergoglio pronunció en el Aula Pablo VI una alocución que ha sido considerada por muchos comentadores como uno de los discursos “teológicamente más significativos” de su pontificado.

En aquella circunstancia, el Pontífice afirmó que “en una Iglesia sinodal, el Sínodo de los Obispos es sólo la manifestación más evidente de un dinamismo de comunión que inspira todas las decisiones eclesiales”, y precisaba que el Sínodo, “representando al episcopado católico”, se convierte en una expresión de la colegialidad episcopal dentro de una Iglesia que es totalmente sinodal.

De esta manera –ha señalado Baldisseri– en cierto sentido aquel discurso anticipaba ya en forma sintética los principales contenidos de esta nueva Constitución Apostólica.

 

El Papa no está solo

Sí, porque “el Papa no está solo, por encima de la Iglesia; sino dentro de ella como bautizado entre los bautizados y dentro del Colegio Episcopal como Obispo entre los Obispos, llamado al mismo tiempo –como Sucesor del Apóstol Pedro– a guiar la Iglesia de Roma que preside en el amor a todas las Iglesias”, ha explicado el Cardenal italiano.

“El Santo Padre exhorta a la Iglesia a leer los signos de los tiempos”, subrayó, aclarando que este es el camino que siempre ha recorrido la Iglesia, tal como lo demuestra la experiencia del Concilio Ecuménico Vaticano II.

El Prof. Dario Vitali, Consultor de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, por su parte aludió a la novedad más sustancial de este documento, que se encuentra en “el último y primer sujeto eclesial, el sucesor de Pedro, que permite encaminar y llevar a la práctica el proceso sinodal”, ha señalado Vatican News.

 

 

 

18/09/2018-16:23
Rosa Die Alcolea

Santa Marta: "La cercanía y la humildad es lo que da autoridad a Jesús"

(ZENIT — 18 sept. 2018).- En la Misa celebrada esta mañana en Santa Marta, Francisco ha señalado que en el Evangelio, cuando Jesús no estaba con la gente, "estaba con el Padre, orando". Y la mayor parte del tiempo en la vida de Jesús, "en la vida pública de Jesús, Él la pasó en la calle, con la gente", informa 'Vatican News' en español.

Esta cercanía —ha continuado el Santo Padre—, la humildad de Jesús, "es lo que le da autoridad a Jesús, lo acerca a las personas". Ha recordado que "Él tocaba a la gente, abrazaba a la gente, miraba a la gente a los ojos, escuchaba a la gente".

Así, el Papa ha presentado a Jesús como "icono y modelo de pastor en la homilía de la Misa matutina, este martes, 18 de septiembre de 2018.

En este sentido, ha subraya que Jesús tenía "autoridad" ante el pueblo, no por la doctrina que predicaba, que era casi la misma que las otras, sino porque era "humilde y amable de corazón".

"Él no regañaba, no decía 'Yo soy el Mesías' o 'Yo soy el Profeta'; no hacía sonar la trompeta cuando estaba sanando a alguien o predicaba a la gente o hacía un milagro como la multiplicación de los panes. No. Él era humilde. "Él hacía". Y era "cercano a la gente", ha aclarado el Papa Bergoglio.

El Obispo de Roma ha comentando el pasaje del Evangelio de Lucas propuesto por la liturgia, el del milagro de la resurrección del hijo único de una madre viuda.

 

Amable de corazón

En este pasaje —según ha indicado el Papa— San Lucas enfatiza la "gran compasión" que tuvo Jesús al ver a la madre viuda, sola y al niño muerto. Él tenía "esta capacidad para sufrir". No era "teórico". Se puede decir que "pensaba con el corazón, no separaba la cabeza del corazón".

Francisco ha enfatizado dos rasgos de esta "compasión": la mansedumbre y la ternura. Jesús dice: "Aprended de mí que soy humilde y amable de corazón": amable de corazón. "Esa mansedumbre. Él era amable, no regañaba. No castigaba a la gente. Era amable. Siempre con mansedumbre", ha explicado el Santo Padre.

"¿Se enfadaba Jesús? ¡Sí! —ha relatado el Papa—. Pensemos en cuando vio la casa de su padre convertida en un negocio, para vender cosas, cambiar monedas... allí se enfadó, tomó la fusta y mandó fuera a todos. Pero porque amaba al Padre, porque era humilde ante el Padre, tenía esta fortaleza".

 

Ternura

Jesús no ha dicho "No llores, señora", estando distante, ilustra el Papa. "No. Se ha acercado, tal vez le ha tocado por la espalda, tal vez la ha acariciado. `No llores'. Éste es Jesús. Y Jesús hace lo mismo con nosotros, porque es cercano, está en medio de la gente, es pastor.

El otro gesto de ternura es tomar al niño y devolvérselo a su madre. En resumen, "humilde y amable de corazón, cercano a la gente, con capacidad de simpatizar, con compasión y con estos dos rasgos de mansedumbre y ternura". Éste es Jesús". Y hace con todos nosotros, cuando se acerca, lo mismo que hizo con el niño y la madre viuda, ha expresado Francisco.

 

Cuando las cosas salen mal

El pastor, ha dicho el Pontífice, en los momentos difíciles, en los momentos en que se desata el diablo, donde el pastor es acusado, pero acusado por el Gran Acusador a través de tanta gente, tantos poderosos; "sufre, ofrece vida y ora". Y Jesús oró.

"Cuando la gente lo insultaba, aquel Viernes Santo, y gritaba `crucifíquenlo', Él permanecía en silencio porque tenía compasión de aquellas personas engañadas por los poderosos del dinero, del poder... Él estaba en silencio. Rezaba".

 

 

18/09/2018-18:15
Deborah Castellano Lubov

ENTREVISTA: Card. Nichols: "Para la solidaridad europea, necesitamos pragmatismo y armonía"

(ZENIT — 18 sept. 2018).- "Para ser eficaz y tener solidaridad con el futuro de Europa, debemos ser prácticos; debemos reconocer que las situaciones y lo mejor, difieren de un país a otro, pero que para avanzar debemos mantener cierta armonía", declaró Mons. Nichols.

En una entrevista exclusiva con Zenit en Poznan, Polonia, en la Asamblea Plenaria del Consejo de las Conferencias Episcopales Católicas Europeas (CCEE), el Arzobispo de Westminster y Presidente de la Conferencia Episcopal Católica de Inglaterra y Gales, que también es Vice-presidente de la CCEE, expresó sus ideas.

En la entrevista, el Cardenal inglés habló sobre las prioridades de la asamblea y reconoció que a veces los problemas no tienen soluciones universales. Además, el Arzobispo de Westminster también expresó su reacción ante el reciente anuncio del Papa acerca de la convocatoria de los presidentes de las Conferencias Episcopales del mundo en el Vaticano, que se realizará el 21 al 24 de febrero de 2019, para dialogar sobre la protección de los menores y adultos vulnerables. Asimismo, señaló lo que cree necesario para que este encuentro sea significativo, mencionando algunos de los desafíos del proceso.

El Cardenal Nichols también tocó el tema de su trabajo, contra el tráfico humano, y cómo podría ser considerado en el próximo Sínodo sobre Jóvenes que se realizará en el Vaticano en octubre.

Hablando de lo que espera para ese Sínodo, expresó por qué el diálogo entre generaciones es "sumamente importante".

Aquí está la entrevista exclusiva de Zenit:

 

ZENIT: Aquí en esta Asamblea Plenaria, los presidentes de las Conferencias Episcopales europeas se reúnen para debatir sobre la solidaridad y las prioridades. ¿Por qué es importante colaborar concretamente juntos en estos desafíos particulares de Europa?

Cardenal Nichols: No creo que nadie dude la urgencia de estos problemas particulares que enfrenta Europa. Como todos los esfuerzos en la vida, somos mejores cuando estamos juntos. Entonces, la solidaridad da dos cosas: solidaridad con los más necesitados, esa solidaridad que dice "este es mi hermano" y también solidaridad significa que estamos dispuestos a trabajar juntos para encontrar soluciones.

Solidaridad no significa que debe haber una sola solución universal, pero las soluciones deben tener una cierta armonía entre sí. Si se toma el ejemplo más crudo del movimiento de personas desesperadas en toda Europa, las soluciones para quienes están en los los márgenes del continente europeo son diferentes a las del centro de Europa. Pero es necesario que haya algo de armonía entre ellos. No se trata de que se pueda tener una sola política europea, sino que necesitamos un sentido de solidaridad en el que intentemos actuar juntos en beneficio no de los extranjeros, sino de las personas que son nuestros hermanos.

 

ZENIT: Reconocemos que, como cristianos, debemos reconocer la necesidad de dar la bienvenida a nuestros hermanos, pero...

Cardenal Nichols: ¡Exactamente! Esa es una de las fuentes importantes de saber que tenemos un deber, pero ese espíritu en sí mismo, no es una política de moda,
necesitamos la realidad, el pragmatismo, que da forma a la política, un pragmatismo formado por la solidaridad.

 

ZENIT: Correcto, porque diferentes países tienen situaciones diferentes. Nuestro instinto, como lo recuerda el Papa, debería ser dar el de acoger, pero también ha reconocido que para hacer esto, es necesario que los que lleguen puedan integrarse adecuadamente y tengan las condiciones necesarias para vivir. Entonces, no es blanco o negro...

Cardenal Nichols: Creo que si Europa ha aprendido algo en los últimos diez años, es darse cuenta de la complejidad de estos problemas. Estos problemas se encuentran muy lejos de Europa y tienen sus raízes en la pobreza, en la violencia, en la explotación, e incluso tienen sus raízes, —como dijo el Cardenal [Angelo] Bagnasco— en "decir falsas verdades y falsas promesas". Y luego en promesas "hechas pero no cumplidas".

Entonces, estos son problemas complejos que requieren soluciones a muchos niveles.

Lo que estamos tratando de hacer esta semana es ver cómo el instinto de solidaridad busca formar conciencias maduras.

 

ZENIT: Esta semana se anunció al final de la sesión del Consejo de Cardenales que el Papa ha decidido convocar una cumbre de los presidentes de las Conferencias de Obispos de todo el mundo sobre la protección de menores y adultos vulnerables. ¿Es esto significativo como un gesto concreto en el compromiso del Papa de abordar esta crisis de abuso? ¿Qué cree que es concretamente necesario, como las medidas que se generan, para ser eficaz y significativo?

Cardenal Nichols: Yo diría que no hay una solución mágica ni una sola solución. Esto también es un desarrollo muy propio y doloroso de nuestra historia. Lo más importante para los obispos y para aquellos que trabajan con ellos en estos temas es escuchar la voz de los sobrevivientes y las víctimas, y eso no es fácil. A veces, hay tanto dolor en el corazón de una víctima o un sobreviviente que el diálogo es difícil. A veces, hay mucha actitud defensiva por parte de obispos, lo que hace que el diálogo sea aún más desafiante. Creo que es muy importante que escuchemos y escuchemos bien [a las víctimas] en esta reunión.

En mi vida, ha habido una conexión entre escuchar a los sobrevivientes de abuso y escuchar a los sobrevivientes del tráfico humano. Lo que he aprendido de la experiencia de las víctimas de abuso en la Iglesia es que ellos sienten una especie de impotencia. Es difícil para la Iglesia ser un agente de ayuda cuando ha sido un agente de abuso.

Intento hacer todo lo que sea posible para ayudar a otro grupo de víctimas, para quienes no somos los perpetradores, del tráfico humano. Todo comenzó cuando escuché a una mujer inglesa con la que habían traficado en la prostitución en Italia, y ese testimonio trajo este problema a mis propias tierras. Entonces, creo que escuchar a las víctimas es muy importante.

 

ZENIT: Pensando en el trabajo del Grupo Santa Marta [que encabeza el Cardenal Nichols, que trabaja para combatir el tráfico humano] y su trabajo para erradicar y eventualmente terminar con el tráfico humano, ¿el tráfico de jóvenes será uno de los temas que discutirán?

Cardenal Nichols: Bien, sé que en algunas escuelas de Inglaterra, en Londres, hacen presentaciones de lo que es ser víctima del tráfico humano. Ellos entienden. Ellos conocen el riesgo.

 

ZENIT: ¿Cuáles son sus expectativas personales para el próximo Sínodo?¿Hay algunos aspectos más importantes para sus jóvenes?

Cardenal Nichols: Bueno, en los preparativos del Sínodo en Westminster, hemos tenido una pequeña serie de reuniones en las que otros obispos y yo nos hemos reunido con jóvenes. Creo que la conversación entre nosotros ha sido algo muy importante. Frecuentemente, las conversaciones con los jóvenes o las conversaciones dentro de la Iglesia se construyen como debates desagradables, mientras que las reuniones que hemos tenido han sido verdaderos diálogos. Y creo que el diálogo entre generaciones es algo muy importante y poderoso.

 

 

18/09/2018-12:39
Rosa Die Alcolea

Estados Unidos: El Papa nombra obispo auxiliar de Hartford

(ZENIT — 18 sept. 2018).- El Papa Francisco ha nombrado obispo auxiliar de Hartford (EE.UU.), al Rev.do P. Juan Miguel Betancourt, Miembro del Instituto Esclavos de la Eucaristía y de María Virgen, según ha informado la Oficina de Prensa de la Santa Sede este martes, 18 de septiembre de 2018.

El sacerdote ha sido párroco de Saint Francis de Sales / Saint James en Saint Paul, vicedecano de Estudios y profesor de Sagrada Escritura en el Saint Paul Seminary, en Saint Paul en la archidiócesis de Saint Paul and Minneapolis (Minnesota), asignándole la sede titular episcopal de Curzola.

 

P. Juan Miguel Betancourt

El reverendo P. Juan Miguel Betancourt, nació el 1 de junio de 1970 en Ponce (Puerto Rico), en la diócesis homónima. Asistió al Colegio San Conrado en Ponce y obtuvo el bachillerato en Ciencias Naturales en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (1992). El 1 de enero 1992 se unió a los Esclavos de la Eucaristía y de María Virgen, donde hizo su profesión perpetua el 6 de agosto de 2000. Realizó sus estudios eclesiásticos en la Universidad Católica de Puerto Rico en Ponce (1996-2002). Más tarde obtuvo una Licencia en Sagrada Escritura en el Pontificio Instituto Bíblico en Roma (2001-2005).

Después de la ordenación, el 21 de abril de 2001,ha sido profesor de Sagrada Escritura en la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico y en el Seminario Mayor Regina Cleri en Ponce (2005-2006). Desde 2006 es párroco de Saint James y Saint Francis (unidas en 2011), Vicedecano de los estudios de Saint Paul Seminary, profesor de Sagrada Escritura en el mismo Seminario y en la University of Saint Thomas y Superior de la Casa de San José en Saint Paul.

 

 

18/09/2018-14:34
Rosa Die Alcolea

Eslovenia: Francisco acepta la renuncia del obispo de Celje

(ZENIT — 18 sept. 2018).- El Papa Francisco ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis de Celje (Eslovenia), presentada por Mons. Stanislav Lipov§ek, por motivo de edad, a sus 75 años.

Lo ha comunicado la Oficina de Prensa de la Santa Sede, este martes, 18 de septiembre de 2018.

El obispo emérito nació el 10 de julio de 1943, fue ordenado en 1968, como sacerdote de Maribor, Eslovenia, y en 2010 fue ordenado obispo de Celje, misión pastoral que desarrollado hasta hoy día.

 

Diócesis de Celje

La diócesis católica de Celje (en latín Dioecesis Celeiensis) está situada en la ciudad de Celje y forma parte de la Provincia Eclesiástica de Maribor, en Eslovenia. Es la tercera ciudad más grande en el país.

La Catedral esta diócesis está dedicada al profeta Daniel, ha sido la sede episcopal de la diócesis de Celje desde la creación de la misma en 2006 durante el pontificado de Benedicto XVI.

 

 

18/09/2018-13:58
Antonio Rivero

Padre Antonio Rivero: "Hacernos como niños"

 

DOMINGO 25 DEL TIEMPO ORDINARIO

Ciclo B
Textos: Sb 2, 17-20; St 3, 16- 4, 3; Mc 9, 29-36

Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor en el Noviciado de la Legión de Cristo en Monterrey (México) y asistente del Centro Sacerdotal Logos en México y Centroamérica, para la formación de sacerdotes diocesanos.

Idea principal: Hacernos como niños.

Síntesis del mensaje: Reconquistemos la infancia espiritual.

 

Puntos de la idea principal:

En primer lugar, protagonistas a primera vista en el evangelio de hoy: los niños. Los japoneses tienen al niño en vitrina, los alemanes en el colegio, los españoles en los altares. Los judíos en cambio los toleraban porque serían algún día adultos. Su presencia nada significaba en las sinagogas, ni en parte alguna. Parecía que el llegar a viejo era la cima de los méritos. Conversar con un niño era tirar y desperdiciar las palabras. Cuando vemos a los apóstoles apartando de su Maestro a los críos entendemos que no hacían sino lo que hubiera hecho cualquier otro judío de la época. Pero Jesús rompería con su época. Donde prevalecía la astucia, entronizaría la sencillez; donde mandaba la fuerza, ensalzaría la debilidad; en un mundo de viejos, pediría a los suyos que volvieran a ser niños. Sí, algo tiene de especial la niñez para Jesús.

En segundo lugar, el niño de ordinario no tiende trampa, no es malicioso (l a lectura). El niño tampoco se deja llevar de la codicia hasta el punto de ambicionar lo indeseable (2a lectura). El niño es transparente, sincero. Quien mejor entendió esta infancia espiritual fue santa Teresita del Niño Jesús. He aquí sus palabras: "puedo, pues, a pesar de mi pequeñez, aspirar a la santidad.

¡Engrandecerme, es imposible! He de soportarme tal como soy, con mis innumerables imperfecciones; pero quiero buscar la manera de ir al cielo, por un caminito muy recto, muy corto, por un caminito enteramente nuevo...Quiero también encontrar un ascensor para remontarme hasta Jesús, puesto que soy demasiado pequeña para subir por la ruda escalera de la perfección...He pedido, entonces, a los Libros Santos que me indiquen el ascensor deseado, y he encontrado estas palabras pronunciadas por boca de la misma Sabiduría eterna: Si alguno es pequeñito que venga a mí. Me he acercado, pues, a Dios, adivinando que había encontrado lo que buscaba, y, al querer saber lo que hará Dios con el pequeñito, he proseguido buscando, y he aquí lo que he encontrado: Como una madre acaricia a su hijito, así os consolaré yo: a mi pecho seréis llevados, y os acariciaré sobre mis rodillas...¡Ah!, nunca habían venido a alegrar mi alma unas palabras tan tiernas y tan melodiosas. El ascensor, que me ha de subir al cielo, son vuestros brazos, ¡oh, Jesús! Para esto, no tengo ninguna necesidad de crecer, antes, al contrario, conviene que continúe siendo pequeña y, cada día, lo sea más". Sí, algo de especial tiene la niñez a los ojos de Dios.

Finalmente, Jesús nos invita hoy a la reconquista de la infancia espiritual. Les dejo aquí unos párrafos de mi libro sobre Jesucristo: "la infancia que Jesús propone no es el infantilismo, que es sinónimo de inmadurez, egoísmo, capricho. Es, más bien, la reconquista de la inocencia, de la limpieza interior, de la mirada limpia de las cosas y de las personas, de esa sonrisa sincera y cristalina, de ese compartir generosamente mis cosas y mi tiempo. Infancia significa sencillez espiritual, ese no complicarme, no ser retorcido, no buscar segundas intenciones. Infancia espiritual significa confianza ilimitada en Dios, mi Padre; fe serena y amor sin límites. Infancia espiritual es no dejar envejecer el corazón, conservarlo joven, tierno, dulce y amable. Infancia espiritual es no pedir cuentas ni garantías a Dios. Ahora bien, la infancia espiritual no significa ignorancia de las cosas, sino el saber esas cosas, el mirarlas, el pensarlas, el juzgarlas como Dios lo haría. La tergiversación de las cosas, la manipulación de las cosas, los prejuicios y las reservas, ya traen consigo la malicia de quien se cree inteligente y aprovechado. Y esta malicia da muerte a la infancia espiritual. La infancia espiritual no significa vivir sin cruz, de espaldas a la cruz; no significa escoger el lado dulzón de la vida, ni tampoco escondernos y vendar nuestros ojos para que no veamos el mal que pulula en nuestro mundo. No. La infancia espiritual, lo comprendió muy bien santa Teresita del Niño Jesús, supone ver mucho más profundo los males y tratar de solucionarlos con la oración y el sacrificio. Y ante la cruz, poner un rostro sereno, confiado e incluso sonriente. Casi nadie de sus hermanas del Carmelo se daba cuenta de lo mucho que sufría santa Teresita. Ella vivía abandonada en las manos de su Padre Dios. Y eso le bastaba".

Para reflexionar: Gran tarea: hacernos como niños. Requiere mucha dosis de humildad, de sencillez. Dios nos dice que debemos pasar por la puerta estrecha, si queremos entrar en el cielo. En el Reino de Dios sólo habrá niños, niños de cuerpo y de alma, pero niños, únicamente niños. Dios, cuando se hizo hombre, empezó por hacerse lo mejor de los hombres: un niño como todos. Podía, naturalmente, haberse encarnado siendo ya un adulto, no haber "perdido el tiempo" siendo sólo un chiquillo...Pero quiso empezar siendo un bebé. Lo mejor de este mundo, ¡vaya que lo sabía Dios!, son los niños. Ellos son nuestro tesoro, la perla que aún puede salvarnos, la sal que hace que el universo resulte soportable. Por eso dice Martín Descalzo que si Dios hubiera hecho la humanidad solamente de adultos, hace siglos que estaría podrida. Por eso la va renovando con oleadas de niños, generaciones de infantes que hacen que aún parezca fresca y recién hecha. Los niños huelen todavía a manos de Dios creador. Por eso huelen a pureza, a limpieza, a esperanza, a alegría. ¡No maniatemos a ese niño que llevamos dentro con nuestras importancias, no lo envenenemos con nuestras ambiciones! Por la pequeña puerta de la infancia se llega hasta el mismo corazón del gran Dios.

Para rezar: Señor, hazme como un niño. Sólo así podré entrar en tu Reino. Que vaya cada día recuperando mi inocencia. Que sea transparente en mis palabras, intenciones y acciones.

 

 

18/09/2018-18:19
Isabel Orellana Vilches

San Alonso de Orozco, 19 de septiembre

«Religioso agustino español. Una figura señera del siglo XVI. Gran apóstol, predicador y escritor. Bienhechor de los pobres, estimado por grandes personalidades de su época»

Dejó una imborrable estela en el Madrid del siglo XVI como insigne predicador e incansable apóstol. Nació el 17 de octubre de 1500en Oropesa, localidad toledana integrada en la diócesis de Ávila, España, y de cuyo castillo era gobernador su padre, Hernando de Orozco. Debía su nombre a una profunda convicción de su madre quien, hallándose encinta y pensando cómo habría de llamar al hijo que esperaba, sintió que la Virgen María le sugería el nombre de Alonso en honor de san Ildefonso, puesto que deseaba que el niño fuese su «capellán». Sus tres hermanos se abrazaron, como él, a la vida religiosa. Su infancia también se caracterizó por su amor a Dios y la clara voluntad de consagrarle su vida.

Cursó estudios elementales en Talavera de la Reina, donde fue monaguillo, y en Toledo, de cuya catedral fue «seise» (niño de coro). En esta época se originó su afición por la música y nunca perdió su dilección por ella. Los estudios universitarios los realizó en Salamanca. Su intención era cursar leyes como su hermano Francisco y secundándole ingresó en el convento de los ermitaños de San Agustín, un lugar que habían encumbrado con su virtud venerables e insignes figuras, entre otros: san Juan de Sahagún y santo Tomás de Villanueva. Alonso tomó el hábito de manos de éste último en 1523.

Después de ser ordenado sacerdote, completó sus estudios en la universidad salmantina, pero su camino no discurriría por la vertiente académica, sino por la vía de la predicación que le encomendaron, prestigioso ministerio en la época. No se destinaba a cualquiera para esta misión ya que requería una sólida formación, además de unas cualidades para la oratoria que no están en manos de todos. Ahora bien, no era cuestión de talento o condiciones; era un asunto de virtud. Como Alonso la poseía, Dios le dio la gracia de llegar al corazón de las gentes de diversa procedencia, y obtener incontables conversiones a través de sus palabras y de acciones apostólicas que le hicieron muy popular. Lo mismo alternaba con la corte y nobleza, se codeaba con escritores ya inmortales como Quevedo y Lope de Vega, que se volcaba en el pueblo. Eran las gentes humildes y sencillas quienes se sentían identificadas por el testimonio de su vida austera y su ardiente caridad con los enfermos, los abandonados y los reclusos.

Doña Juana, hija de Carlos V, le admiraba profundamente por haberle escuchado predicar en Valladolid; le acogió como predicador real, misión ratificada por su padre en 1554 y por Felipe II. Pero antes de recalar en Madrid, Alonso ya había desempeñado el oficio de prior de los conventos de Medina, Soria, Sevilla, Granada y Valladolid.

Además, fue visitador de Andalucía y definidor provincial. Una artritis gotosa frustró su anhelo de evangelizar y obtener la palma del martirio en Méjico; ya había emprendido el camino, y estando en Canarias se vio obligado a regresar al convento.

En 1561, cuando Felipe II le llamó a Madrid, le avalaba una larga trayectoria como religioso y como escritor, porque hallándose en Sevilla en 1542 había sentido que la Virgen le instaba a hacerlo:«iescribe!», le dijo. Y de su pluma surgieron numerosos tratados de espiritualidad, libros, sermones, obras poéticas y una notable correspondencia. De modo que, entre su capacidad como predicador para elevar el corazón de las gentes a Dios, sus dotes musicales (tañía el clavicordio), que eran aclamadas por espíritus selectos, y su ingente producción literaria, coronadas por su virtud, amor a la oración y devoción por la Eucaristía y por María, que eran el centro de su vida, se comprende la expectación con la que se acogía su palabra y el cariño del pueblo llano que lo denominaba «el santo de San Felipe», aludiendo al nombre del convento madrileño en el que vivía.

Los que recurrían a él ignoraban la batalla interior que libraba. Durante treinta años padeció unos escrúpulos tales que solo cesaban durante la confesión y la celebración de la Santa Misa. En una etapa de su vida tuvo que luchar para defender su vocación al sentirse atraído por el mundo, escuchar la llamada del amor humano y tener que aceptar las dificultades del día a día dentro de la vida religiosa. «¡Oh cuántas veces estuve determinado de dejar la vida santa que había comenzado!», confesó después.En particular, siempre le costó tener que acoger obedientemente las misiones de gobierno que le confiaron: «Si algunas veces, ordenándolo vuestros ministros, sentí pesadumbre en aceptar [...], al fin, peleando con mi voluntad, me sujetaba al yugo de la obediencia, en la cual Vos, bondad infinita, siempre me fuisteis favorable, de suerte que hallaba nuevas fuerzas adonde yo no pensaba». Todo lo superó con insistente oración, mortificación y vivencia de la radicalidad evangélica. De su intensa oración extrajo la sabiduría que vertía en sus numerosos textos.

En 1570 fundó el convento de las agustinas de la Magdalena de Madrid, en 1576 el de las agustinas y los agustinos de Talavera, y en 1588 el de agustinas de la Visitación, también en Madrid. Siempre preocupado por la santidad de todos, y sabiendo el alcance que tiene la misión sacerdotal, decía a los presbíteros: «no os engañéis diciendo no me siento devoto para celebrar, porque eso es decir que arda la lámpara sin echarle aceite o el fuego sin leña. El santo David dice que los carbones fríos son encendidos en la presencia de este santísimo fuego. Lleguémonos luego a él; que si flacos somos, él es nuestra fortaleza; y si pecadores, él es nuestra salud y remedio; y si tibios, él mismo se llamó fuego abrasador por su inmensa caridad y amor». A los 90 años, residiendo junto a un grupo de agustinos en la casa de doña María de Aragón, enfermó gravemente. Allí le visitaron Felipe II, Isabel Clara Eugenia y el cardenal Quiroga, entre otros. Murió el 19 de septiembre de 1591. León XIII lo beatificó el 15 de enero de 1882. Juan Pablo II lo canonizó el 19 de mayo de 2002.