Red Iberoamericana de

Estudio de las Sectas

 

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Nº 615

1 de oct. 2018

 

1. Yuyú vudú: esclavas religiosas y explotación.

2. Sectas y leyes en España: recogen firmas para acabar con la desprotección de las víctimas.

3. Advierten sobre el “trasfondo sectario” de la Peace Run que ha pasado por España y Portugal.

4. Perú: presentan un proyecto de ley para prohibir el funcionamiento de sectas abusivas.

5. Los testigos de Jehová deberán pagar 35 millones de dólares por encubrir abusos sexuales en EE.UU.

6. Patricia Aguilar revela cómo el Príncipe Gurdjieff la utilizó como gancho para el proselitismo.

7. Antigua mormona fundamentalista relata su testimonio de superación personal en un libro.

8. La actualidad de los Niños de Dios: La Familia Internacional.

9. Joven coreana cuenta cómo perdió a toda su familia en la secta Grace Road.

10. Argentina: así era el imperio del “hermano Raúl”, condenado por abusos a menores.

 

 

1. Yuyú vudú: esclavas religiosas y explotación.

FUENTE: Aleteia

 

 

Conoce el “Yuyú vudú”, una derivación de la magia negra del vudú con la que algunos nigerianos someten a las esclavas sexuales. Lo explica José Luis Vázquez Borau, integrante de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) en el portal Aleteia.

Cuando en nuestros ambientes culturales decimos que una cosa produce “Yuyu”, queremos significar “temor”, “espanto” o “miedo”. ¿De dónde proviene esa sensación? Es una derivación de la magia negra del Vudú, rito practicado principalmente en Nigeria, que se utiliza para el sometimiento de las personas. Así, continuamente nos llegan noticias de mujeres nigerianas sometidas por las mafias nigerianas, mediante este rito.

Muchas de ellas, mujeres y niñas, fueron engañadas en su país de origen con falsas promesas de trabajo, previo el rito correspondiente, y después, ya en Europa o en Asia, obligadas a prostituirse. Les toman muestras de sus uñas o de su vello púbico y ante el altar de sus loas (jerarquías espirituales) les ofrecen el sacrificio de animales. Los proxenetas custodian estas pertenencias en botellas de plástico, junto con las cenizas del ritual como garantía de que se cumpla el pacto.

Si se rompe este vínculo de por vida, que se ha creado, tanto sus vidas como las de sus familias corren grave peligro. Hay que recordar que estas mujeres, algunas de ellas muy jóvenes, creen a pie juntilla en estas creencias ancestrales que las aterran. Cuando estas mujeres conocen la realidad a las que son sometidas es demasiado tarde, ya que los traficantes les exigen la devolución del importe del viaje, una deuda desorbitada que puede rondar en 50 o 60.000 euros. Como no pueden asumir la deuda, se ven obligadas a aceptar las vejaciones a las que son sometidas.

¿A qué se debe ese pavor por el Yuyu Vudú?

La religión Vudú se originó en el área cultural de África Occidental en tiempos prehistóricos. Se trata de una variante teísta de un sistema animista de creencias, provisto de un fuerte componente mágico. Por su vinculación directa con la cosmología y los sistemas de creencias neolíticos, su estudio resulta de gran interés en el campo de la Paleoantropología. El Vudú se cuenta entre las religiones más antiguas del mundo, a caballo entre el politeísmo y el monoteísmo.

El tráfico de esclavos hacia América produjo un fuerte fenómeno de sincretismo entre esta religión arcaica y las creencias cristianas de los esclavistas, así como con las religiones nativas de los lugares adonde se transportó a los esclavos. De aquí surgiría el Vudú haitiano y un gran número de derivativos: la Regla de Ocha o Santería en Cuba, el Candomblé, la Umbanda y Kimbanda en Brasil, etcétera. Algunos de estos derivativos han llegado a Europa en décadas recientes, sobre todo de la mano de emigrantes retornados.

Por tanto, estamos ante una religión seguida por muchos millones de personas en todo el mundo y en los países africanos donde germinó (Nigeria, Benín, Togo y Ghana) convive armoniosamente con el Islam y el Cristianismo. Para el Vudú la meta principal no es la salvación de las almas, sino encontrar con la ayuda de los loas la solución inmediata a problemas cotidianos.

El Vudú no propone dogmas ni tiene textos sagrados; lo que quiere es orientar a sus devotos a encontrar un equilibrio entre lo natural y lo sobrenatural, así como entre las fuerzas del bien y del mal en la vida diaria. Según el Vudú, los loas ayudan a la gente a cambio de ceremonias rituales, ofrendas y sacrificios en su honor. Los compromisos del adepto con el loa son ineludibles porque, de no cumplirlos, se expone a la pena de severos castigos. Así, nos movemos en un mundo mágico, que en el caso del Yuyu, se trata de magia negra.

Una nueva esclavitud

Otro de los más impresionantes ejemplos de esclavitud sexual es el que se está desarrollando en varios países de la costa oeste del continente africano. En Ghana (independizada del Reino Unido en 1957), Togo (independizada de Francia y el Reino Unido en 1960), Benín (independizada de Francia en 1960) o Nigeria (independizada del Reino Unido en 1960) han reaparecido las llamadas esclavas religiosas. Se calcula que más de 30.000 niñas viven atadas a un sacerdote-fetiche sirviendo de objeto sexual con la excusa de aplacar a los espíritus.

En un informe titulado “Las Niñas Olvidadas”, elaborado por la Sociedad Anti-Esclavitud, se denuncia la existencia de esclavas religiosas en el oeste de África y se asegura haber encontrado a niñas de ocho años a las que se fuerza a realizar brutales actos sexuales. Son esclavas en todo el sentido de la palabra. Hoy en día, en varios países de África niñas y adolescentes son ofrecidas en forma de sacrificio voluntario por sus padres a personajes a los que se considera sagrados y que, una vez en poder del sacerdote, se las utiliza para efectuar agotadoras tareas domésticas e indignantes servicios sexuales.

Ante la esclavitud sexual, algo empieza a moverse en positivo. En marzo de este año, Ewuare XI, líder del Reino de Benín, en el estado nigeriano de Edo, invocó maldiciones sobre los sacerdotes (houngans) y sacerdotisas (mambos) que realizaban rituales de yuyu. De este modo el llamado oba de Benín, título que deriva de la lengua yoruba, importante grupo étnico de África, y que significa rey o gobernante, espera que la prohibición de la magia negra suponga una nueva era para la justicia en la lucha contra el tráfico de personas en el país.

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2. Sectas y leyes en España: recogen firmas para acabar con la desprotección de las víctimas.

FUENTE: Varios medios

 

 

Patricia Aguilar, la joven rescatada de una secta en Perú, comienza a salir de la boca del lobo tras 18 meses de amenazas y abusos de un gurú que anuló su voluntad. Su historia es sólo un grave ejemplo de la desprotección legal que sufren miles de víctimas y familiares de captados por todo tipo de sectas, según explica Laura Camacho, de la agencia Efe.

Hace cerca de tres meses que Patricia regresó a su casa en Elche (Alicante) junto con su padre y el bebé que tuvo durante su cautiverio en la selva de Perú después de que el líder de la secta, Félix Steven Manrique, ahora en prisión por trata de seres humanos, fuera manipulando su mente durante años y siendo ella todavía menor de edad.

Algo debe cambiar

Su infierno, relata a Efe su prima y portavoz de la familia, Noelia Bru, “tiene que servir para algo porque hay que cambiar las cosas y dar soluciones al vacío legal que existe. Hay que dar respuestas a la desesperación de las familias cuando acuden a la policía y los jueces y les responden que no puede hacerse nada”.

Bru avanzaba la semana pasada que en breve solicitarían la colaboración ciudadana para impulsar una reforma del Código Penal que tape jurídicamente el agujero que existe sobre los delitos sectarios, de forma que se tipifique el delito de “persuasión coercitiva”. Cosa que han hecho ya con una recogida de firmas en Change.org (y cuyo texto reproducimos más abajo).

Ya cuentan con el apoyo de asociaciones de prevención de sectas, colectivos de desaparecidos, de psicólogos y de otras víctimas. El primer paso lo ha dado la familia de Patricia junto con Carlos Bardavío, uno de los pocos abogados en España especialista en el fenómeno de las sectas y que cuenta con la primera tesis sobre la regulación penal de estos abusos en la que se incluye la iniciativa del delito de persuasión coercitiva.

A Bardavío acudió la familia de Patricia al enterarse de que acababa de publicar su extenso estudio sobre la materia, que se presentó precisamente el pasado 25 de septiembre en el Colegio de Abogados de Madrid con la asistencia de la letrada de la familia de la joven, María Teresa Rojas.

Un problema real en España

Una problemática en auge, ya que se calcula que en España unas 400.000 personas están inmersas en alguna de las 400 sectas de diversa índole. Más allá de las de corte religiosos y esotérico, en los últimos años han irrumpido con fuerza las sectas pseudoterapéuticas. Sean del tipo que sean la raíz en todas ellas es la misma: una persona o un grupo dominan a otro individuo o colectivo de forma progresiva y sutil con el objetivo de limitar en su beneficio su capacidad crítica de la realidad.

“Un lavado de cerebro en el que se empuja al captado a su incapacidad de forma paulatina, a un sistema totalitario”, defiende este abogado, que gráficamente compara este sometimiento al ejercido por los maltratadores. También equipara la visión policial y jurídica actual de las sectas con la que en los años 80 se tenía de la violencia contra las mujeres, donde no existía formación y las víctimas incluso recibían mofas cuando explicaban el maltrato psicológico que sufrían de sus parejas.

“La voluntariedad en los tribunales se sigue trabajando de forma muy antigua, o dicho de otra forma, el concepto de violencia se ejercita actualmente con formas mucho más modernas”, explica Carlos Bardavío, que propone castigar con penas de entre 5 a 8 años de prisión a quienes mediante violencia, intimidación o engaño coercitivo o técnicas de persuasión coercitiva físicas o psíquicas impidan la libre formación de la voluntad y la libertad de decisión. Su iniciativa contempla como técnicas de persuasión coercitiva las conductas que produzcan control social, emocional, ambiental, cognitivo o volitivo de los estados disociativos de la realidad.

La parcela de las pseudoterapias

Para Emilio Molina, vicepresidente de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP), miembro de la Red para la Prevención del Sectarismo y Abuso de la Debilidad (RedUNE), el problema es gravísimo porque no se trata de “charlatanes”, sino de verdaderas organizaciones de expertos en manipulación mental que “hackean” tu manera de pensar. Cuando alguno se ha dado cuenta de que estaba dentro de la tela de araña y acude a denunciar se encuentra con incomprensión y en la mayoría de los casos con el archivo. “Has sido tonto por comprar o dar ese dinero y no se investiga más”, dice Molina

Este ingeniero informático lleva cuatro años combatiendo las “poderosas y lucrativas” sectas pseudoterapéuticas que llevan incluso a enfermos de cáncer a abandonar tratamientos (es muy significativo, por ejemplo, el caso de Maribel Candelas) o a ciudadanos a comprar productos totalmente inútiles porque han sido captados por un gurú que no tiene cortapisas legales para engañar a un persona. “Explotan miedos, vulnerabilidades, hacen que desconfíes de la medicina tradicional y que rompas con cualquier persona de tu entorno que te pueda dar una visión crítica”, explica Molina, que considera necesario concienciar a la población de los riesgos de este tipo de pseudociencias.

Campaña de la familia de Patricia

Reproducimos a continuación el texto que ha divulgado la familia de Patricia Aguilar como petición de apoyo ciudadano en su empeño de lograr una legislación específica y un tratamiento serio del fenómeno sectario.

Por una ley contra las sectas

Durante un año y medio mi hija Patricia Aguilar ha sido víctima de una secta destructiva. Fue captada cuando tan solo era una adolescente mediante las redes sociales. No importaron los 10000 Km. que la separaban de su captador, él supo manipularla hasta que consiguió que lo abandonara todo (familia, estudios, país…) sin decir nada a nadie, para unirse a la secta que estaba formado el Príncipe Gurdjieff.

Patricia dejó todo porque fue incitada a ello, después de manipularla día y noche durante un año y medio. Fue de una forma sutil como se ganó la confianza de mi hija y esta bajó la guardia, consiguió averiguar todo de ella y su familia y la convenció de que no había más salida que irse a Perú junto a él y al resto de “elegidas”.

En este tiempo, han sido incontables los abusos, maltratos físicos y psicológicos que ha sufrido. El líder la puso en contra de su familia, y amenazó para que no abandonase el grupo porque su acción, tendría consecuencias fatales para ella y el resto. La única forma de vida era obedecer las órdenes del líder, un peruano de 35 años llamado Félix Steven Manrique. Un tipo que descubrió que jugar a ser Dios y captar a mujeres, para que lo mantuvieran y de las que pudiera abusar sexualmente, era una forma de vida, y en algunos países no estaba penado por las leyes, focalizando sus miradas en esos lugares para captar.

Patricia fue hallada en la selva de Perú, en una cuadra para animales en condiciones infrahumanas, junto a cinco menores a su cuidado. El líder los dejo allí para no ponerse en riesgo y que no lo descubrieran. Él subía de vez en cuando para controlar la situación, y volvía a una habitación en el pueblo, donde disponía de cama, luz y agua y en esa cuadra no. Steven Manrique en este momento está en prisión preventiva en Lima, investigado por un delito de trata de personas.

Mi hija ya está a salvo en España, recuperándose junto a su bebé, que tuvo durante su estancia en Perú. Debido a que Patricia era mayor de edad cuando desapareció, pese a haber sido captada desde los 16 años y de los numerosos indicios y testimonios que aportábamos a la policía, nada se podía hacer. Nunca olvidaré la frase “captar no es delito” o “es una fuga voluntaria de una persona mayor de edad”.

Parte de la familia emprendimos una lucha por encontrarla, investigamos y descubrimos quién había captado a mi hija, encontramos a otras víctimas y me tuve que desplazar a Perú para encontrar una solución que nadie me daba aquí, porque se limitaban a esperar un informe de Interpol que nunca llegó. Allí tras aparecer en televisión, se agilizó todo y la policía inició un operativo, donde dos policías actuaron como verdaderos héroes y rescataron a las víctimas y detuvieron al líder sectario.

Lo que nos ha ocurrido, le puede pasar a cualquiera. Las sectas siempre han estado ahí, pero ahora con las nuevas tecnologías, llegan a cualquier lado y en cualquier momento. Pueden esconderse detrás de cualquier perfil, no tienen un cartel que anuncien lo que son. Mientras mantenemos nuestra batalla legal contra Félix Steven Manrique, queremos evitar que lo que le pasó a Patricia le vuelva a ocurrir a cualquier otra persona en nuestro país. Evitemos entre todos que ninguna otra familia tenga que pasar lo que hemos pasado nosotros.

Por eso te pedimos que firmes esta campaña para solicitar al Gobierno de España y al Ministerio de Interior y de Justicia que pongan cuantos mecanismos sean necesarios para crear una ley contra la persuasión coercitiva en nuestro país, una ley “antisectas”. Ya existen este tipo de leyes en otros países como Francia. ¿Por qué en España no?

Es necesario que existan campañas de concienciación y prevención en colegios e institutos. También que exista un observatorio de especialistas y expertos que puedan elaborar informes sobre las sectas que están activas y se les haga un seguimiento. Necesitamos que los cuerpos de seguridad tengan la formación necesaria en este campo y se les proporcionen herramientas y protocolos de actuación.

Ahora mismo, mientras lees esta petición, hay personas como tú y yo, atrapadas bajo el yugo de alguna secta. Nadie las busca, nadie las rescatará porque son mayores de edad y la justicia entiende que “es su decisión vivir así”. No podemos permitir que un ser humano abuse de otro. Nadie elige voluntariamente recibir golpes e insultos, humillaciones, abusos sexuales, ser esclavo de otra persona… detrás de estos comportamientos, suele haber un abusador/a que, mediante la manipulación psicológica, pretende sacar un beneficio personal de la situación.

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3. Advierten sobre el “trasfondo sectario” de la Peace Run que ha pasado por España y Portugal.

FUENTE: Varios medios

 

 

El secretario de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), Luis Santamaría, advirtió el pasado 24 de septiembre sobre el “trasfondo sectario” de la Carrera por la Paz (Peace Run), cuya edición de 2018 ha transcurrido durante estos días por varias localidades de Castilla y León de las provincias de Burgos, Palencia, Valladolid, Zamora y Salamanca (con etapas previas en el País Vasco y posteriores en Portugal). Lo cuenta Juanma de Saá en la agencia Ical.

“Hay una gran falta de información sobre el contenido real de esta carrera, que llega disfrazado de iniciativa internacional por la paz, pero que tiene detrás a la secta de origen hindú liderada por Sri Chinmoy. En 2016 pasó por Benavente y ya alertamos en su momento sobre ello y los medios de Asturias y de Castilla y León se hicieron eco, pero aquí está otra vez”, advirtió Luis Santamaría en declaraciones a la agencia Ical.

“Se trata de una organización que asegura contar con el aval de la ONU, aunque es falso, ofrece a ayuntamientos y colegios una carrera de relevos con una antorcha que dice representar la aspiración universal de la humanidad por un mundo más perfecto. Se propone una actividad, talleres sobre valores, que los niños cante una canción... y son expertos en hacerse muchas fotos con los niños y con los responsables públicos”, añadió.

El lado oscuro de Sri Chinmoy

El líder que está detrás de la denominada “Peace Run” y que se autodefine como “filósofo de la paz”, Sri Chinmoy, “aparece como hombre altruista, filántropo, récord Guinness; sus seguidores dicen que ha escrito 750 libros y 17.000 poemas, que ha pintado 140.000 cuadros y que ha compuesto más de 3.000 canciones”, según señaló Santamaría del Río.

“El 25 de septiembre cubre la etapa Irún-Vitoria, y el 26, va de Vitoria a Burgos, con visitas programadas a varios colegios, lo cual es especialmente preocupante y, aunque en la web peacerun.org/es no figuran más fechas, hemos podido saber que está prevista su llegada a Fuentelapeña (Zamora) el día 29, con salida en Tordesillas y llegada a Salamanca”, precisó.

El secretario de la RIES recalcó a Ical que es “propio” de las sectas “ocultar con habilidad toda la realidad” que hay tras sus actividades. “De hecho, estos grupos se caracterizan por el mimetismo y el señuelo. Muestran una cara externa sin revelar el trasfondo y, en este caso, con un líder sobre el que pesan acusaciones de sectarismo, manipulación y abusos”, indicó Luis Santamaría.

“El señuelo, en este caso, es la promoción de la paz entre los pueblos y la actividad deportiva, y tiene sentido que, con su mejor voluntad e intención, caigan en esa red y sean engañadas administraciones locales y colegios para promocionar, sin saberlo, la actividad de este grupo. Por ese motivo estamos atentos a todos esos movimiento y advertimos sobre ellos”, concluyó.

Datos de su paso por España

Según leemos en el Diario Vasco, el colegio católico Egiluze Ikastetxea, de Rentería (Guipúzcoa), regentado por las Hijas de la Cruz, se sumó a la 31ª edición de 'Peace Run', una iniciativa internacional por la paz en el mundo, compuesta por una red de voluntarios de diferentes países de Europa. El pasado 25 de septiembre, su comunidad educativa realizó un recorrido por la localidad y recogió una antorcha simbólica que ha pasado ya por 150 países y por manos como las de Teresa de Calcuta, Nelson Mandela, el Papa Juan Pablo II, Carl Lewis y un incontable número de atletas olímpicos y personas cuya visión ha sido y es un mundo unido por la Paz.

'Peace Run' ha contado con más de un millón de participantes y, en Europa, está compuesta por una red de voluntarios de diferentes países entre todos conectados para construir un mundo de paz y armonía entre personas y culturas. El acompañamiento ha transcurrido entre el barrio de Fanderia y la Herriko Enparantza. Una vez en el centro los participantes explicaron al alumnado el propósito de esta carrera y les hablaron en diferentes idiomas demostrando que la procedencia de los mismos es muy amplia y que es éste un movimiento global por la paz.

Por otra parte, un grupo de 14 voluntarios de la Carrera por la Paz (Peace Run), con sus dos coches de apoyo, ha llegado en la mañana del 27 de septiembre al Ayuntamiento de Burgos con su antorcha encendida con el objetivo de propagar la paz mediante el deporte. Han sido recibidos con todos los honores por la concejala Lorena de la Fuente previo paso por el colegio Claudio Sánchez Albornoz. Una vez en el salón de Plenos del Consistorio han intercambiado regalos y el grupo de deportistas ha interpretado su himno, según relata Andrea Ibáñez en Burgos Conecta.

La iniciativa comenzó hace 31 años. «El fundador Sri Chinmoy soñaba con un mundo de paz y por conseguirlo mediante el deporte», ha explicado Esmeralda Vicedo, coordinadora de Peace Run en España. Cada dos años se realiza la carrera por continentes, este 2018 le tocaba a Europa, el pasado mes de febrero arrancaron en Bulgaria y finalizarán la próxima semana en Lisboa, Portugal. Un total de 24.000 kilómetros en esta edición en la que han paseado la antorcha por innumerables países europeos y un total de 150 países desde que comenzaron con la aventura.

Así contestan a las críticas

En Burgos Conecta leemos, además, que Esmeralda Vicedo ha animado a Luis Santamaría, integrante de la RIES, después de conocer su alerta, a que forme parte del grupo durante un tiempo y que hable directamente con ellos; incluso a llamar a los colegios para que se vea que solo hay un sentido de paz, nada de objetivos ocultos, ha asegurado la coordinadora española.

La carrera llegó el 28 de septiembre a Tordesillas (Valladolid), con un acto en el instituto Juana I, a las 13:45 horas, según informa El Norte de Castilla. Vicedo rechazó las acusaciones: «Somos transparentes, gente voluntaria. Se puede comprobar si se viene con nosotros a los actos que organizamos en los colegios. Hay críticos para todo, que buscan puntos negros donde no los hay. No tenemos que escondernos. No hacemos daño a nadie. No recibimos nada a cambio. Somos voluntarios que recorren Europa con un deseo de paz. También Cruz Roja recibe críticas».

En el instituto Juana I aseguraron desconocer estas acusaciones de «trasfondo sectario», y el Ayuntamiento de Tordesillas (a quien la entidad solicitó, sin respuesta, ayuda de alojamiento) rechazó cualquier tipo de recepción oficial, como sí han hecho en otros municipios. Aseguran que dormirán en la localidad cercana de Torrecilla de la Abadesa.

En la carta que envían a los ayuntamientos, les invitan a participar en un «sencillo acto de bienvenida», de unos 15 minutos, que consiste en la presentación de la Peace Run y de los corredores internacionales. Después, se invita al alcalde o algún concejal a pronunciar «unas palabras sobre paz, tolerancia y respeto» y se ejecuta una ceremonia con «el paso de la antorcha de la paz a los asistentes y la entrega de un pequeño obsequio al Ayuntamiento en recuerdo de la visita». Aseguran, además, que no requieren más apoyo, aunque sí solicitan «al ser todos voluntarios y una organización sin ánimo de lucro disponemos de fondos muy limitados« la posibilidad de alojarse en albergues municipales.

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4. Perú: presentan un proyecto de ley para prohibir el funcionamiento de sectas abusivas.

FUENTE: Perú 21

 

 

Ante las denuncias formuladas contra el pastor evangélico Alberto Santana, el congresista de Peruanos por el Kambio (PpK) Moisés Guía presentó el pasado 25 de septiembre un proyecto de ley que plantea prohibir el funcionamiento en el país de organizaciones religiosas con prácticas autoritarias, abusivas, y discriminatorias. El legislador oficialista explicó que “las entidades religiosas se establecen en el país bajo la libertad que les brinda la Constitución Política del Perú”.

Además, remarcó que las iglesias “se rigen bajo los principios, valores, cultura y prácticas democráticas” y, de acuerdo a su iniciativa, se prohíben “las prácticas abusivas, discriminatorias y contrarias a los derechos de las personas; así como actividades de proselitismo político”. Guía añadió que “los evangélicos han avivado la espiritualidad de gran parte de la población mediante servicios pastorales dirigidos a los sectores menos atendidos”.

“Sin embargo, lamentablemente, las personas que dirigen jerárquicamente ciertas iglesias no están exentas de abusos y excesos. Entonces, estos proyectos de ley procuran salvaguardar la dignidad de la persona, garantizando sus derechos como tal”, expresó. La iniciativa legislativa propone, además, que el Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, reglamente el establecimiento público de las entidades religiosas en el Perú.

El proyecto es presentado días después de una serie de acusaciones contra el pastor evangélico Alberto Santana, quien dirigió hasta hace unos días la Iglesia Cristiana Mundial El Aposento Alto, cuestionado por sus declaraciones homofóbicas y por incitar la violencia contra la mujer. El pasado 10 de septiembre, decenas de integrantes de El Aposento Alto intentaron tomar la explanada del estadio Alejandro Villanueva, donde juega el club Alianza Lima, argumentando que son los supuestos propietarios tras haber realizado la adquisición a los anteriores dueños.

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5. Los testigos de Jehová deberán pagar 35 millones de dólares por encubrir abusos sexuales en EE.UU.

FUENTE: Noticia Cristiana

 

 

Un jurado de Montana (EE.UU.) dictaminó que los testigos de Jehová deben pagar 35 millones de dólares a una víctima de abuso sexual infantil después de que los líderes que supieron del crimen no lo denunciaran a las autoridades. Según informa Noticia Cristiana, traduciendo lo publicado por Christian Post, un juez revisará la decisión del jurado, con la Watchtower Bible and Tract Society de Nueva York esperando apelar el veredicto de culpabilidad, de acuerdo con The Associated Press.

Neil Smith, abogado de la mujer de 21 años que acusó a los testigos de Jehová de abuso y encubrimiento, dijo en un comunicado que la decisión del jurado envía un mensaje a las iglesias que se niegan a denunciar el abuso. “Afortunadamente ese mensaje es lo suficientemente fuerte como para que la organización cambie sus prioridades de manera que comiencen a priorizar la seguridad de los niños para que no se abuse de otros en el futuro”, dijo Smith, según AP.

Dos mujeres, de 32 y 21 años, demandaron al grupo religioso por presuntamente no haber denunciado a su abusador a las autoridades, pero optaron por expulsarlo temporalmente hasta que se arrepintiera. El juicio comenzó a principios de este mes en la ciudad de Thompson Falls. El Tribunal Supremo de Montana rechazó un intento de los testigos de Jehová de retrasar el juicio.

El caso de Montana es una de las docenas de demandas que se han presentado en todo el país contra la secta en la última década, según una historia de la AP publicada a principios de este mes. “Parece ser un problema generalizado dentro de los testigos de Jehová”, dijo el abogado Devin Storey, cuya firma de abogados manejó muchos de estos casos, informa la AP. “Se informa menos de lo que debería ser”.

La decisión se produce meses después de que la actriz notable Leah Remini, quien ganó los titulares por abandonar la Iglesia de Scientology (Cienciología), anunció sus planes de lanzar un especial sobre el abuso dentro de los testigos de Jehová, según el Hollywood Reporter. “Remini producirá un especial para A & E que se enfoca en los testigos de Jehová, para transmitirse durante un descanso después de la tercera temporada de la ganadora del Emmy Leah Remini: Scientology and the Aftermath”, informó la publicación de noticias de entretenimiento, citando fuentes anónimas.

“La religión, aunque se basa en enseñanzas bíblicas, ha sido criticada por algunas prácticas como expulsar o rechazar miembros que tienen puntos de vista disidentes, negarse a participar en política o gobierno, no celebrar cumpleaños o Navidad, y por múltiples predicciones de Armagedón que tienen, obviamente, aún para salir adelante”.

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6. Patricia Aguilar revela cómo el Príncipe Gurdjieff la utilizó como gancho para el proselitismo.

FUENTE: El Periódico

 

 

“Al principio eran sólo fotos de mi rostro, después en pijama, en ropa interior, hasta llegar a pedírmelas desnuda. Sabía que yo tenía 16 años, pero no era un obstáculo para él”. El gurú de Patricia Aguilar, Félix Steven Manrique, obligó a la joven a grabar vídeos de “alto contenido sexual” como parte de su “proceso espiritual”. Así lo ha denunciado la chica ante la Policía Nacional, dos meses después de ser rescatada por la policía peruana y su padre en la selva de San Martín de Pangoa.

El Periódico ha tenido acceso a su declaración en la comisaría de Elche (Alicante), la ciudad en la que ha vuelto a vivir junto a su familia. Allí acudió la joven, que ahora tiene 19 años, el pasado 20 de septiembre y pidió cambiar la manifestación que hizo en Perú tras ser liberada, ya que entonces “continuaba manipulada y tenía miedo a represalias por parte del gurú”, en prisión por trata de personas. Lo cuentan los periodistas Vanesa Lozano y Luis Rendueles.

Durante once horas, Patricia relató a una mujer policía cómo el autoproclamado Príncipe Gurdjieff la fue “sometiendo” desde que la conoció en un grupo de Facebook, cuando ella tenía 16 años y buscaba respuestas a la muerte de su tío en un foro esotérico. “Me dijo que podía ayudarme. Empezó pidiéndome que realizara vídeos para Youtube con contenidos apocalípticos, esoterismo... Me ocupaba la mayor parte del día y de la noche, llegando a afectarme en el instituto, ya que tenía que faltar a clase porque me ponía fecha límite para terminarlos”, aseguró la joven, que explicó cómo Manrique, 16 años mayor que ella, la hacía despertarse “cada dos horas” para hacer esos trabajos y llegó a recomendar a Patricia que dejara de tomar su mediación para la cardiopatía que padece porque, le decía, “era la causante del cansancio”.

Le pidió que fingiera ser modelo

Entre las tareas que el gurú imponía a Patricia mientras su relación fue virtual, también estaba contactar con otras menores de edad para captarlas hacia él, según declaró la chica: “Steven me pidió que me creara una cuenta de Facebook y me hiciera pasar por una modelo de 22 años para contactar con las chicas que él me iba diciendo y ayudarlas a seguir avanzando en la iniciación”. Así, bajo la amenaza de que “solo siguiendo sus instrucciones podríamos salvarnos mi familia y yo”, Patricia envió mensajes a tres chicas que, como ella, eran menores de edad: dos peruanas y una española: “Con la española, me dijo que debía ganarme su confianza para pedirle fotos y vídeos de contenido sexual similares a los que yo le había enviado con la excusa de que yo, a raíz de hacerlos, había tenido un cambio espiritual que también le ocurriría a ella”.

Un año y medio después de conocer por internet a Manrique, cuando Patricia se marchó de la casa de sus padres para encontrarse con él en Perú, el “control” que su “líder espiritual” tenía sobre ella era ya “absoluto”: “Debía informarle en todo momento de la ropa que llevaba, del lugar donde me encontraba, lo que comía e incluso sobre mi menstruación”, declaró la joven. Añadió que, cuando se quejaba a Manrique, este la vejaba con frases como: “la mujer perfecta sería muda” o “Dios me ha mandado un atajo de inútiles”.

En su declaración ante la policía, que ratificó ante la jueza de Elche, Patricia explica cómo, tras instalarse en Perú, en enero de 2016, las exigencias de Manrique aumentaron: “Fuimos a su casa, donde dejé las maletas, el dinero que él me hizo cogerle a mi padre antes de marcharme como parte de mi preparación para ir con él a Perú (7.800 euros) y la documentación que me había pedido en España para contraer matrimonio. A partir de ese momento, no volví a tener acceso ni al dinero ni a la documentación”.

Inyección anticonceptiva

Ese día, el gurú la trasladó a un hotel de Lima: “yo había aceptado que tener un hijo con él era necesario para la salvación, por lo que accedí a mantener relaciones sexuales. Sin embargo, al día siguiente me puso una inyección diciéndome que se trataba de un anticonceptivo y que así lo habían pedido los maestros espirituales. Me sentí mareada al instante y tuve irregularidades con mi menstruación en los meses siguientes”. A partir de entonces, Patricia relata constantes traslados de domicilio hasta terminar en el zulo de la selva donde fue rescatada por su padre, Alberto, y la policía peruana año y medio después de su desaparición.

Cuando llegó a Perú, Patricia tuvo que instalarse con otras dos “esposas” peruanas de Manrique y los cuatro niños que había tenido con ellas, un grupo que el gurú dominaba a su antojo: “nos obligaba a tomar ayahuasca tanto a las mujeres como a algunos de los menores (…) Como parte de las creencias espirituales de Steven estaba el ayuno, así que los adultos y los niñas mayores de ocho años estábamos 24 horas sin comer. Durante el ayuno, solo consumíamos hojas de coca que él nos ofrecía con la excusa de que así se nos pasaría el hambre”. Según la joven, estas condiciones empeoraron durante su estancia en la selva, donde “sólo contábamos con plátanos y piña y, en ocasiones, algo de arroz, careciendo de agua corriente, luz, camas y baño”.

La joven española detalló a la policía los castigos físicos a los que Manrique la sometía si le desobedecía, incluso cuando ya esperaba un bebé del gurú: “Me golpeaba, en ocasiones me daba bofetones o me castigaba con un látigo, estando incluso ya embarazada, siendo durante la gestación cuando más golpes he recibido”.

Lo mismo ocurría con las otras dos mujeres y los niños, según apunta Patricia: “Steven golpeaba a sus hijos, unas veces con la mano, otras con una correa o un látigo. Sobre todo, pegaba a su hijo de cuatro años. En dos ocasiones también presencié cómo trató de asfixiar a una de las mujeres. A la otra mujer llegó a fracturarle un palo de madera en las piernas. Aquel día la obligó a dormir en la calle”.

Según su declaración, “todo ocurría en presencia de los menores”, que, al igual que ella y las otras mujeres, fueron “maltratados física y psicológicamente” por el líder del grupo, que pasaba la mayor parte del día “tumbado, durmiendo y meditando”, mientras dos de sus “esposas” trabajaban doce horas diarias y Patricia cuidaba de todos los niños.

Intentó escapar

Patricia, que también denuncia haber sufrido abusos sexuales por parte de su captor, intentó escapar, sin éxito: “le dije que me iba a marchar a la comisaría para dar cuenta de las continuas agresiones y amenazas que estábamos sufriendo. Entonces, trató de cogerme del cuello y me amenazó con que si me iba le haría daño a los niños, así que decidí quedarme”, declaró. La chica intentó mediar con el gurú: “Cada vez que yo le daba más importancia a los niños, él respondía: la vida de los niños no me importa”.

La española denuncia que Manrique también la privó de asistencia médica durante el embarazo, poniendo en peligro su vida y la de su bebé, una niña nacida el pasado 28 de mayo. Entonces, Patricia ya vivía aislada, cuidando sola de los niños en la selva. De hecho, según su declaración, Steven impidió que recibiera ayuda en el parto “diciéndoles a los niños que cuando mi bebé naciese iban a querer matarlo, por lo que no debían dejar que se acercase nadie”. El nacimiento de su última hija tampoco provocó un cambio en Manrique, según ha declarado Patricia: “Tras dar a luz, sufrí depresión y le pedí a Steven que no me dejara sola, pero hizo caso omiso alegando que donde él vivía tenía cama, agua y luz y que no pensaba quedarse”.

Centrada ahora en su hija, que ya tiene cuatro meses, y en recuperarse con ayuda psicológica, Patricia teme por su seguridad y la de su familia. Por eso, concluye su declaración con un aviso a las autoridades peruanas y españolas: “Steven es una persona muy agresiva, sin ningún sentimiento hacia sus propios hijos y con un profundo desprecio hacia las mujeres. Si sale de prisión, sus víctimas estamos muertas”.

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7. Antigua mormona fundamentalista relata su testimonio de superación personal en un libro.

FUENTE: ABC – El País

 

 

Hasta los 17 años, Tara Westover (Clifton, Idaho, EE.UU., 1986) no supo lo que era el Holocausto. Desconocía, también, quién era Martin Luther King. En su vida había oído hablar de Napoleón. Y pensaba que Europa era un país. Todo eso, y mucho más, lo descubrió cuando llegó a la universidad. No es que antes hubiera sido mala estudiante. Es que, simplemente, no había estudiado. O no, al menos, según los estándares sociales. Lo cuenta Inés Martín Rodrigo en el diario español ABC.

Una salida a la luz

Nacida en el seno de una familia mormona, en un pequeño pueblo de Idaho, creció al margen de la sociedad. Su padre, un fundamentalista creyente en teorías de la conspiración, racista y misógino, no permitía que fueran al médico, ni a la escuela. Estaba obsesionado con que el FBI les perseguía y terminaría matándoles (como, de hecho, pasó con la mujer y un hijo de Randy Weaver), y mantenía a su mujer y a sus hijos recluidos en la granja familiar, estableciendo el trato estrictamente necesario con la sociedad.

De hecho, hasta los nueve años, Tara no existió «legalmente», gracias a un «certificado de nacimiento retrasado». Trabajaba en el campo, ayudando a su padre, y en casa, colaborando con su madre, que terminó convertida en improvisada comadrona de la zona, con el riesgo que eso conllevaba. Pero llegó un momento en el que no pudo más. La violencia dejó de parecerle normal. Los abusos de uno de sus hermanos (físicos y psíquicos) empezaron a dejarle secuelas. Y dijo basta.

Durante el día, seguía con su vida «normal» y por las noches estudiaba a escondidas, en secreto. Así logró entrar, con notas excelentes, en la Universidad Brigham Young (Provo, Utah), cuya matrícula pagó haciendo largos turnos nocturnos en una tienda de un pueblo cercano. Al acabar sus estudios, se doctoró en Historia Intelectual en Cambridge, pasó por Harvard y decidió ponerse a escribir. Pero no una historia cualquiera. La suya propia. Una educación (Lumen) se convirtió en best seller al poco de publicarse y sus derechos fueron vendidos a 24 países, incluido el nuestro, donde su autora ha pasado unos días de promoción.

Recién llegada de Dallas –se acaba de instalar en Nueva York, tras haber vivido en Londres–, en sus respuestas se muestra tan lúcida como en las páginas del libro. «No es que estuviera lista para contar mi historia, simplemente empecé a escribir. Llegué a un punto en el que no escribirlo me agobiaba, pero no sabía si estaba o no preparada», confiesa. Nunca había escrito, salvo textos académicos, y no creció en una familia lo que se dice literaria, así que, una vez más, su afán de superación la llevó a apuntarse a un grupo de autores aficionados. «Crecí leyendo la Biblia, manejando el idioma… En la Biblia hay muchos relatos que son muy poéticos, con una calidad literaria muy buena. Pero cuando decidí escribir el libro, tuve que empezar de cero».

La violencia fue la clave

Tras la publicación, sus padres, con los que hoy no tiene contacto, trataron de refutar, una a una, todas las verdades que Tara contaba. Especialmente lo relativo a los abusos de su hermano. Y eso que dejó fuera del libro «muchas cosas» porque que sabía que iban a disgustarles. «La violencia rompió mi familia. No fue el radicalismo, ni la ideología, ni la religión. Fue la violencia de mi hermano y la forma en la que reaccionaron mis padres. Empezaron a decir a la gente que yo estaba poseída. No querían afrontar esa situación. Creían que si me hacían elegir entre callarme y expulsarme de la familia, repudiarme, optaría por el silencio, porque era lo que siempre había hecho». Pero no lo hizo.

Alejarse de su familia (hoy sólo tiene relación con tres de sus hermanos) fue un «acto de fe». Tuvo que liberarse de esa carga para poder vivir. Pese a la rabia. Y con mucho dolor. «Cuando más enfadada he estado ha sido cuando he sentido que la forma en que me han educado me ha herido. Pero una de las cosas buenas que ha tenido distanciarme de mi familia es que he podido avanzar. Así es más fácil que esa rabia desaparezca, porque es como si ya hubiera cumplido su cometido. Es un mecanismo de conservación que nos permite salir de situaciones difíciles: una vez que estás fuera, en un lugar seguro, es posible desechar la rabia y seguir sin ella».

Tara ya no es mormona, pero siente «un gran afecto» por esa religión. «El libro no trata del mormonismo. Mi familia no es representativa de los mormones. La mayor parte de los mormones va al colegio, al médico... Me gusta mucho la idea de fe, sobre todo el concepto que encuentras en la Biblia, la idea de que la fe es la esperanza de un mundo mejor». Un mundo como el que ella encontró, gracias a la escritura.

«De Colón sí había oído hablar», matiza Tara Westover, con una sonrisa. Reconoce, no obstante, que sigue teniendo muchas carencias y que hace una semana descubrió a Prince, y por eso mismo no se atreve a valorar su música. «Nunca lo había escuchado, ahora soy consciente de que es un cantante». Lo mismo le sucedió cuando, al sumergirse en la escritura del libro, empezó a toparse con conceptos «extraños» como «punto de vista», «relato»... Hasta llegó a «googlear» «arte de la narrativa».

Una entrevista

Tara Westover ha escrito un libro único: por su valor terapéutico, iniciático, necesario para digerir una vida violenta en una familia de mormones extremos; y porque el pasado al que está ajustando cuentas está increíblemente cerca. Westover es muy joven, nació en las montañas de Idaho en un día impreciso de 1986, y necesitó romper con su familia para hacer cosas tan peregrinas como ir al dentista. Lo cuenta Berna González Harbour en el diario español El País.

La última de siete hermanos, jamás fue a la escuela y creció bajo la convicción paterna de que llamar a una ambulancia tras un accidente grave era equivalente a meter en casa al mismísimo demonio bajo el aspecto de médicos o agentes del Gobierno en realidad dispuestos al ataque. Sólo la Biblia aportaba razones para aceptar heridas abiertas, fracturas ensangrentadas, infecciones galopantes malcuradas al sol; o la explotación laboral a la que le sometía el padre y el maltrato violento que uno de sus hermanos le infligía con permiso de su madre.

— Feliz cumpleaños —arrancamos. Cualquier día de septiembre puede serlo, puesto que no hubo certificado de nacimiento cuando vino al mundo y creció creyendo que este era su mes.— ¿Cómo lleva no saber cuándo nació?

— Gracias —ríe—. Cuando te crías así lo tomas como algo normal, no has experimentado otras vidas y no me lo planteé hasta que me pidieron el certificado para estudiar.

Westover responde mientras desayuna aguacate con pan, hambrienta tras aterrizar en Madrid. Publica en España Una educación (Lumen), un desnudo integral, bellísimo y estremecedor de una infancia especial, cargada de creencias tan totalizantes como arrasadoras. El peor de los infiernos es aquel del que tus seres más queridos son responsables y sin embargo ella lo describe tranquila, con una naturalidad chocante para el tamaño de su testimonio. Indudablemente porque ese infierno no lo fue para ella, puesto que era su normalidad. “Mi libro es sobre si nos está permitido cambiar. La primera versión de ti no es tu única versión, y cuando empiezas a cambiar: ¿qué haces con la gente que de verdad te importa y que no puede aceptar ese cambio? De eso va el libro”.

Westover dudó enormemente antes de abandonar su hogar —el desguace de su padre en el que se destrozaba las venas; la cocina de hierbas curativas de su madre; la violencia de su hermano; los sermones que daban sentido a su mundo— pero a los 16 años se decidió a estudiar. Sufrió al adaptarse a un mundo del que solo había aprendido a desconfiar y que sin embargo no la esperaba a tiros, sino con mojones de conocimiento en los que tropezaba una y otra vez: ¿qué era el Holocausto? ¿Y Luther King? ¿Y Napoleón? ¿Y Europa? ¿Y un examen? ¿Y una redacción? ¿De verdad había que lavarse las manos con jabón, como le decían sus compañeras de piso? El mundo exterior, para el que su padre les había preparado con almacenes de rifles y comida por si eran atacados, se transformó en algo acaso más arriesgado: un lugar donde había gente que quería ayudarla, donde habían ocurrido tragedias, guerras, luchas por los derechos civiles, arte y obras que desconocía desde su infancia sin escuela.

“Me tomó mucho tiempo anular el instinto de desconfianza que me habían inculcado y empezar a confiar”. Fueron muchas negativas a recibir becas, ayudas, consejos, tratamientos médicos, ropa bonita y soluciones que le proponía la gente buena que fue encontrando por el camino. Pero poco a poco, mientras ella tomaba el rumbo hacia su integración en la sociedad, sus padres empezaron a escribir su propia versión de la historia: el demonio la estaba poseyendo para separarles de ellos. Demasiado duro para una joven brillante que acabó graduándose en Arte e Historia y logrando un posgrado en Cambridge. “Ellos creían que estaba poseída, pero no fue eso lo que nos separó”, cuenta.

Lo cuenta con la misma naturalidad con la que sigue hincando el diente a la tostada. No fue ella quien rompió con ellos, sino sus padres quienes renegaron de ella cuando Westover levantó un muro ante la violencia de su hermano. El demonio la había poseído en versión paterna, eso no ocurre todos los días. Y llegó la quiebra familiar.

Cuando atravesó todo ese cambio se sintió aislado y por ello decidió escribirlo. “El extrañamiento es una de esas cosas muy difíciles de hablar, la gente no habla de ello, no hay discurso público sobre ello, y decidí escribirlo”. “Fue muy terapéutico escribirlo, pero publicarlo es diferente. Escribes para ti mismo y publicas para los demás. Escribí para mí misma y publiqué por si podía ser útil.

— ¿No temió herir a su familia, romper los últimos lazos?

— Se sienten heridos, claro. Y quienes les rodean creen que es un acto del demonio. Pero lo que rompió a mi familia no fue el extremismo, la ideología o la religión, sino la respuesta ante mi hermano violento. Para mi familia lo peor que podía hacer era hablar de ello y yo no quería eludirlo en nuestra relación. Por ello renegaron de mí.

En el libro parece perdonar a su padre, al que atribuye un trastorno bipolar, pero no salva a su madre. “Ella solo quiere proteger a mi padre, ama a sus hijos, pero invierte su energía en mantener el status quo y sacrifica todo en ese altar. Creo que a mi madre le rompió el corazón renegar de mí, creo que nunca lo ha aceptado del todo, que sintió que en el pulso que mantuvimos yo acabaría volviendo a la línea correcta y que seguiríamos adelante, con violencia y silencio. Pero no lo entendió. No pudo anticipar lo que pasaba. Y aunque mis padres me amaban, las decisiones que tomaron no estuvieron motivadas por el amor. El amor podía ser real, pero no primaba en las decisiones que tomaban. Lo que primaba era el miedo y el deseo de ocultar lo que pasaba, eso fue más poderoso que el amor. Me llevó mucho tiempo entender que el amor es amor y no necesariamente hace que una relación sea saludable”.

Una educación (Lumen) contiene un aroma a memorias de una larga vida y sorprende la prisa que se ha dado por depositar esa experiencia sin esperar su maduración. ¿Acaso parece un libro más propio de un final de la vida que de un principio? “La gente cree que las memorias son un género para el final de la vida y no estoy de acuerdo. Se trata de capturar un momento de tu vida. Mi libro va de extrañamiento y una de las cosas más duras del extrañamiento es que no conoces el futuro, no sabes el final de la historia. Si lo haces al final de tu vida ya lo habrás resuelto de una forma u otra y lo increíble del extrañamiento es que aún falta reconciliación, solución, no sabes cómo va a acabar. La incertidumbre del extrañamiento está ahora y por eso sentí que tenía que escribirlo ahora”.

— ¿Fue la educación lo que la salvó?

— Quería afrontar la educación no como una forma de obtener un título, una forma de vivir mejor, de conseguir mejor trabajo, sino como algo que te convierte en alguien diferente, te cambia la vida, me permitió levantarme sobre sí misma y tomar decisiones por mí misma. Fue la forma de convertirme en una persona, la persona que soy.

La mujer de 32 años que es Tara Westover desconoce aún qué libros acometerá en el futuro y en el aire queda el recelo de que tal vez solo tenga una historia que contar. Pero esa historia es tan grande, tan única y a la vez tan vital que se convierte en una vibrante lección de superación. Desde el aislamiento, la opresión y la ignorancia, hacia la construcción de una gran personalidad.

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8. La actualidad de los Niños de Dios: La Familia Internacional.

FUENTE: Protestante Digital

 

 

Concluimos, con su séptima entrega, la serie de artículos publicada en el medio español Protestante Digital, en la que José de Segovia ha ofrecido multitud de detalles sobre la secta de los Niños de Dios (La Familia), desde sus orígenes hasta hoy.

Los Niños de Dios no existen oficialmente desde 1978, que se hizo lo que ellos llaman la Revolución de Nacionalización y Reorganización, para ser La Familia Internacional. La Historia nos muestra cómo muchas iglesias se convierten en sectas, pero ¿puede una secta dejar de serlo? Cuando comienzan los Niños de Dios hace medio siglo, eran difíciles de distinguir de cualquier otro grupo evangélico de la Gente de Jesús –el movimiento espiritual que llevó a la fe cristiana a muchos hippies a finales de los 60–, pero obsesionados por el Apocalipsis, se convierten en una secta sexual, que acaba siendo relacionada con la prostitución y el abuso de menores.

Tras la muerte del fundador en Portugal, David Berg (1919-1994), su compañera Maria –nacida como Karen Zerby, aunque cambió legalmente el apellido al anónimo Smith en 1997– reina sobre la Familia Internacional, pero ha hecho con su marido Peter –a veces apellidado Amsterdam, porque es allí donde se unió a la secta, pero llamado ahora oficialmente Christopher Smith– un “Reinicio” en 2010... ¿en qué consiste? Dos sociólogos expertos en mormonismo, Gary y Gordon Shepherd, han valorado académicamente los cambios, mientras el profesor del seminario bautista de Louisville (Kentucky, EE.UU.) Jim Chancellor se ha atrevido a hacer un estudio oral de los miembros, que ha causado mucha controversia en medios apologéticos contra las sectas, por su moderación… ¿cuánto ha cambiado la Familia?

Presas del sensacionalismo

Pocas sectas han sido tan presas del sensacionalismo, como los Niños de Dios. La información que uno suele encontrar sobre La Familia suelen ser reportajes efectistas, centrados en los aspectos sexuales más escandalosos, pero desde el suicidio en 2005 del hijo de Berg, Davidito, lo que dan es la falsa impresión de ser una secta pedófila dirigida al abuso sistemático de menores. Los medios religiosos reproducen ese discurso. Y el problema es que cuando hablas con personas que han estado en La Familia, no se reconocen en la descripción que estás dando.

Para entender la mala prensa de los Niños de Dios hay que darse cuenta de que el movimiento anti-sectas nació con ellos. Es cuando están en el rancho de Texas del evangelista Fred Jordan que un grupo de padres –encabezado por un oficial de la Marina retirado que había perdido su hijo en Vietnam– forman en el verano de 1971 el FREECOG (Comité de Padres para Librar a nuestros Hijos e Hijas de los Niños de Dios). Esta primera organización anti-secta estaba basada en San Diego, pero se hizo famosa en todo el país por un padre que era funcionario del estado, un afroamericano llamado Ted Patrick, que se convirtió en “el padre de la desprogramación”.

La peregrina idea en la que se basa este movimiento es que lo que se produce en la secta es un “lavado de cerebro”. Este término de origen chino se populariza al hablar del tratamiento que reciben los prisioneros de guerra en Corea durante los años 50. Nunca se ha podido definir muy claramente lo que significa psicológicamente, pero forma parte ya del vocabulario de todo el mundo. En FREECOG lo relacionaban con la hipnosis, que era supuestamente la explicación por la que los hijos de aquellos padres estaban tan felices en los Niños de Dios.

El problema de las sectas

Las asociaciones de padres que surgen a partir de FREECOG utilizaron, en primer lugar, los medios de comunicación para denunciar “estas sectas que se habían llevado a sus hijos”, cuando eran mayores de edad que habían entrado libremente en estos movimientos. Al secuestrarlos para someterlos a una “desprogramación”, cometen un delito que hace que las autoridades tomen distancia de ellos. En países como España, por ejemplo, utilizaron políticos católicos conservadores para promover una legislación contra las sectas. Cuando jurídicamente vieron que eso era imposible sin atentar contra la libertad religiosa, acudieron a medios policiales.

En 1990 los Mossos d’Esquadra catalanes hicieron contra los Niños de Dios una de las tres operaciones policiales contra sectas de aquella época, que acabaron con el ridículo más espantoso en los juzgados. Después de detener a diez personas en Castellar del Vallés y Collbató, la Generalitat tomó la tutela de veintitrés menores, que perdió el año 92, al declarar la Audiencia Provincial de Barcelona “la total libertad de los padres para vivir y orientar a sus hijos hacia las convicciones morales, religiosas o filosóficas que crean más adecuadas”.

El magistrado cuestionó en el juicio de 1993 una y otra vez a la fiscal, que pedía nada menos que doscientos años de cárcel. Y el Constitucional desestimó en el 94 hasta siete recursos de amparo de la Generalitat para recobrar la tutela de los menores… ¡un completo desastre! La aparición del terrorismo islámico y el fracaso de operaciones policiales tan mal orientadas que buscaban en el caso de los Niños de Dios pornografía infantil, hizo que no se volvieran a repetir estas intervenciones.

Entonces ya se llamaban Familias Misioneras. Los Niños de Dios no existen oficialmente desde 1978, que se hizo lo que ellos llaman la Revolución de Nacionalización y Reorganización (RNR). Esto no fue sólo un cambio de nombre. David Berg cambió toda “la cadena de mando”. En una semana desapareció toda la estructura de organización de los Niños de Dios. El control era ya mucho más directo. Se acabó así todo de foco de resistencia contra la práctica de “efear”, que era ya una forma descarada de conseguir ingresos por la prostitución.

¿Empezar de nuevo?

El Reinicio (Reboot) en 2010 es un cambio mucho más profundo que el RNR. No es un relevo de dirección. Lo que pasa es que es obra de Maria y Pedro, los mismos que con David Berg han llevado la organización desde los años 70. No es una transformación como la Iglesia de Dios Universal, que a la muerte de Armstrong (1892-1986) se dividió e hizo incluso una declaración de arrepentimiento. No hay divisiones en La Familia, sólo una descentralización, al desaparecer prácticamente la vida comunitaria. Se mantienen los Servicios Mundiales y estos se financian por la introducción del diezmo, práctica hasta ahora desconocida en La Familia.

En 2009 aparecieron por primera vez en público María y Pedro en una conferencia en Salt Lake City –hay fotos en Internet–, para anunciar el Reinicio. Al año siguiente se disuelven las “colonias” –el nombre que dan a las comunidades, ya que nunca se han llamado iglesias– y aparece la actual página web, donde se presentan como “directores” –antes eran “reyes”–. Ellos se identifican también como los autores de los extensos documentos que explican los cambios. Hago un breve resumen a continuación, pero recomiendo su lectura en inglés, así como los comentarios sociológicos de los Shepherd.

Primero dicen que desaparece la obsesión escatológica. Esto para muchos es lo más significativo, algo parecido a lo ocurrido con Testigos y otras sectas milenaristas. Eso hace, en segundo lugar, que la actividad misionera ya no sea a tiempo completo y para todos. Es también, en tercer lugar, la razón de la desaparición de las “colonias”, así como, en cuarto lugar, la introducción de sus miembros en la vida social, económica y educativa. En quinto lugar, tratan la delicada cuestión de las debilidades y errores de Moisés David. Dicen que muchos de sus escritos son inspiradores, pero son meras opiniones, que pueden estar equivocadas. Y en sexto lugar, las profecías ya son para la guía personal individual, no para dar dirección oficial a La Familia.

¿En qué no han cambiado?

Para el conservador mundo evangélico, lo que más les ofenderá es lo que dicen de “la ley del amor”. Sigue siendo el principio directivo de su teología. Por ello “compartir sexualmente entre adultos con consentimiento, por razones apropiadas” es aceptado todavía. Aunque Chancellor muestra que ha disminuido considerablemente la promiscuidad sexual en la segunda generación. Lo que significa que tal vez no hagan orgías, pero el sexo sigue siendo para ellos algo que no se limita al matrimonio. Reconocen excesos en Berg y piensan que no es necesario mezclar la espiritualidad con el sexo, como cuando unen la oración con la masturbación, pero no lo condenan. En ese sentido La Familia está en otra órbita que el mundo cristiano tradicional.

Hay otros aspectos, sin embargo, inquietantes en Berg, que no son meras opiniones. La hija que rompió con la Familia, Débora, muestra la conexión ocultista con “espíritus ministradores”, a la que se refiere en varias Cartas de Mo. En particular, la que se llama “Abrahim, el rey gitano” y varias en la que habla de “Madame M.”, una pitonisa gitana que visita en Londres. Abrahim es alguien que supuestamente vivió al final de la Edad Media, participa en orgías sexuales con toda su tribu y es asesinado por los turcos. Le habla a Berg con verbos en infinitivo, como Tarzán. Débora cree que es guiado por ese “espíritu ministrador” cini su padre comete todo tipo de excesos. Él mismo explica sus borracheras así.

Respecto a los niños, todo son fotos y reglas de protección para ellos. Su página es tan obsesiva en esto, que parece una rama de la UNICEF. Supongo que a algunos les tranquilizará esto. A mí, tantas normas de precaución me producen el efecto contrario. No obstante, como ya he dicho, es una acusación injusta a La Familia. Creo que fue un problema concreto del entorno de Berg. Aunque es la propia María, la que es acusada por su hijo, no Moisés David –así como otras mujeres de su círculo íntimo–. Lo que es cierto, según ellos, es que el sexo debe ser entre adultos y con consentimiento. Otra cuestión es ese amor que lo justifica todo…

¿Un grupo cristiano?

He apreciado mucho el estudio de Chancellor porque es, en primer lugar, un esfuerzo de diálogo directo con ellos. Casi toda la apologética que se hace sobre sectas, es acerca de ellos, no con ellos. Muchos siguen sin citar sus propios textos y declaraciones. Abundan los malentendidos y algunas acusaciones son francamente injuriosas. No podemos seguir así. Como dice el profesor bautista, ¡hay que atreverse a hablar con ellos!

Como siempre que se habla de movimientos así, hay que hacer la distinción de Chancellor entre discípulos que han sido regenerados espiritualmente y la pregunta de si La Familia es un grupo cristiano. Muchos de los que ha conocido fueron convertidos por Agapé (Campus Crusade), iglesias presbiterianas y luteranas, o Asamblea de Dios. Uno de los que habló fue incluso pastor bautista del sur. Estamos hablando de una secta de origen evangélico, ¿cómo no va a haber cristianos en ella?

Otra cosa es si La Familia es un grupo cristiano. Desde luego tienen que ver con el cristianismo histórico. No son mormones, pero ¿es su teología ortodoxa? La Confesión de Fe de la Familia se esfuerza por aparentar ortodoxia, pero han cruzado barreras que les alejan del cristianismo histórico, como la llamada “ley del amor” que todo lo justifica, o la reconocida “Profecía del Padre David”, aunque sus cartas no tengan la autoridad de la Biblia. Si a eso le añadimos la feminización del Espíritu Santo, su peculiar idea del Nacimiento Virginal, o la actividad de los “espíritus ministradores” de Berg, muy ortodoxo no es todo esto. Aunque el mayor problema sigue siendo la ortopraxis. Y en esto creo que tenemos mucho que aprender.

Ortodoxia y ortopraxis

El estudio de Chancellor es, en primer lugar, un esfuerzo de diálogo directo con los miembros de La Familia. Si hay algo que deja claro la Escritura, es que doctrina y práctica son inseparables. Estamos llamados a practicar la verdad, no sólo creerla y confesarla. Mi problema con La Familia no es que son demasiado radicales. Es que no son lo suficiente. Sólo así se puede entender cómo cualquier aberración se justifica en nombre del amor. Si a veces apelamos a la “pureza” y a la “verdad”, para actuar sin amor, otras veces evitamos confrontar nuestro pecado, cubriéndolo con supuesto “amor”.

Al final de su vida, Francis Schaeffer nos advirtió sobre los dos peligros. Hay cristianos que se aferran a la “sana doctrina” para vapulear a todos sin ningún amor, pero hay otros que justifican lo injustificable en nombre del “amor”. Todos somos pecadores e inconsecuentes (Romanos 3:9-20), pero al pecado hay que llamarlo pecado, porque si no, ¡nos confundimos! El pecado ha de ser confesado, para ser perdonado (1 Juan 1:9). Es cierto que “el amor cubre muchas faltas” (1 Pedro 4:8), pero hay que reconocerlas, no ocultarlas. Sólo así son cubiertas por la sangre de Jesús, que limpia todo pecado (1 Juan 1:7).

No son versículos aislados para aprender de memoria, como hace La Familia, sino la Escritura toda, la que nos lleva a “andar en la luz”. Para eso debemos reconocer las tinieblas que hay en nuestro propio corazón, “engañoso sobre manera” (Jeremías 17:9). He intentado dar una mirada algo más compasiva a Berg y la Familia, pero no podemos justificar lo injustificable. Ahora bien, “el que cree que está firme, tenga cuidado, no sea que caiga” (1 Corintios 10:12).

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9. Joven coreana cuenta cómo perdió a toda su familia en la secta Grace Road.

FUENTE: BBC

 

 

Una iglesia cristiana de Corea del Sur que cree en la inminente llegada de una hambruna global se ha instalado en Fiyi, donde ha adquirido influencia, a la vez que enfrenta acusaciones de abuso. Una mujer que huyó de lo que cataloga como una “secta”, le contó a la periodista de la BBC Yvette Tan cómo perdió a su familia en el proceso, pero no se arrepiente de haberla dejado atrás. Seoyeon Lee tuvo una sola oportunidad de escapar y la tomó, corriendo por una carretera en Fiyi en pijama y chancletas.

“Lloraba y estaba histérica”, le dijo a la BBC. La joven de 21 años estaba siendo perseguida por miembros de la iglesia Grace Road –incluyendo su madre–, quien dice que la engañó para que se trasladara a esa isla nación. “Me hubiera matado el quedarme allá”, expresó. Un año antes, en 2013, Seoyeon había regresado a Corea del Sur desde Estados Unidos, donde estaba estudiando durante el verano. Su madre sufría de cáncer de útero pero había rechazado tratamiento. Le dijo a Seoyeon que sólo se sometería al tratamiento si ella la acompañaba a la iglesia de Grace Road.

“Era un sitio muy extraño”, contó Seoyeon. “Había gente gritando, llorando, hablando en lenguas y el sermón era de cómo se acercaba el fin del mundo. Le dije a mi madre: 'Creo que esto es una secta'. Pero no me creyó”. Fiyi es un paraíso para muchos, pero no para Seoyeon. De regreso a la universidad, se dio cuenta de que su madre continuaba sin buscar tratamiento y que sólo lo haría bajo una condición: que Seoyeon abandonara sus estudios y regresara a Corea del Sur.

Seoyeon, cuyo padre murió de cáncer, dejó la universidad y regresó a casa. Después de ser operada, su madre le dijo que quería mudarse a Fiyi para recuperarse. Insistió en que la acompañara. Finalmente, Seoyeon aceptó ir por un par de semanas para ayudarla a ajustarse. “En ese momento no sabía que se trataba de un engaño elaborado”, explicó. “Pero cuando llegué a Fiyi vi cómo entrábamos a una comuna... mi reacción fue: ‘¿cómo pude ser tan estúpida?’”.

La “gran hambruna”

Corea del Sur tiene una considerable población cristiana y, en décadas recientes, han surgido muchas pequeñas iglesias marginales, algunas de las cuales han desarrollado aspectos de secta. Grace Road, que insiste en que no es una secta, tuvo un inicio pequeño en 2002, y ahora cuenta con unos 1.000 feligreses, según el profesor Tark Ji-il, de la Universidad Presbiteriana de Busan, quien ha estudiado de cerca a las sectas surcoreanas.

La fundadora y pastora principal de la iglesia, Shin Ok-ju, cree que la gran hambruna es inminente y que sus seguidores “necesitan encontrar un nuevo hogar para prepararse para la segunda llegada de Jesús”, explica el profesor Tark. En 2014, cuando fue declarada herética por las iglesias tradicionales, la congregación se trasladó a Fiyi, declarando que ese sería uno de los pocos lugares que Dios perdonaría de la hambruna.

Unos 400 feligreses viven en Fiyi actualmente, la mayoría de los cuales trabaja para la compañía que la iglesia estableció para administrar sus operaciones, el Grupo GR. Seoyeon indica que ellos han sido “especialmente seleccionados” por el liderazgo “posiblemente dependiendo de cuánto hayan donado”. “Cuando mi padre murió, nos dejó un dinero. Estoy bastante segura de que mi madre se lo dio todo a la iglesia. Se aseguran de que vendas tus propiedades, dejes tu empleo y renuncies a tus amistades”.

El grupo ha desarrollado un imperio empresarial de tamaño considerable, con actividad en la construcción, los restaurantes o la agricultura. “La agricultura es nuestra misión principal porque debemos prepararnos para la hambruna, necesitamos ser autosuficientes”, comentó a la BBC Daniel Kim, el presidente del Grupo GR e hijo de la señora Shin.

El negocio de construcción del grupo también ha ganado contratos lucrativos, incluyendo una licitación para renovar la residencia y casa presidencial de Fiyi, que Kim insiste se consiguió en un proceso legal. Kim fue fotografiado junto al primer ministro Frank Bainimarama, después de que su grupo ganara el Premio Empresarial Internacional del Primer Ministro.

“Quedarse es la única opción”

Pero, a lo largo del último año, ha surgido una imagen desoladora de la vida dentro de Grace Road. Cinco miembros de la iglesia que regresaron a Corea del Sur acusaron a la señora Shin de confiscar sus pasaportes contra su voluntad. Alegan que la iglesia obliga al trabajo forzado y ordena palizas rituales tan extremas que uno de los feligreses murió.

En julio, Shin fue arrestada cuando se encontraba en Corea del Sur, acusada de asalto y detención forzada. También de abandonar a los miembros de la iglesia, de confiscar sus pasaportes y de supervisar un régimen brutal. Luego, en agosto, las autoridades de Fiyi y Corea del Sur realizaron una redada conjunta en las instalaciones de la iglesia en la isla, arrestando a Kim y a otros altos dirigentes, como parte de una investigación sobre esclavitud. Fueron liberados sin cargos pero, de acuerdo con el comisionado de la policía, las investigaciones “continúan”.

Un documental de la emisora surcoreana SBS el mes pasado incluyó imágenes de la señora Shin golpeando a sus feligreses. Chun Jae-hong, jefe de la Agencia Nacional de Policía de Corea, dijo a SBS que muchos habían “donado todos sus bienes a la iglesia... así que no tiene más opción que quedarse”. Cuando la BBC solicitó comentarios de la policía surcoreana, ésta la refirió al documental.Wilfred Regunamada, un portavoz de la iglesia Metodista de Fiyi, comentó recientemente a los medios en Nueva Zelanda que los miembros de Grace Road viven atemorizados y exhortó al gobierno de Fiyi a que explicara sus vínculos con la iglesia. El gobierno no respondió a las solicitudes de entrevistas de la BBC.

“Una locura”

Kim niega firmemente cualquier delito y dijo de su madre: “No puedo entender por qué la están tratando como una criminal. Es un ataque muy malicioso de aquellos que se han ido. Ellos dicen que yo y los otros altos miembros somos como una secta dominante. Eso es una locura”. Insistió en que “no ha habido” golpizas rituales. “Si alguien hizo algo muy malo, pueden haber sido bofetadas... pero como cuando una madre reprocha algo a su hijo”, expresó. También aclaró que la muerte de uno de los feligreses fue de cáncer y que “no hay evidencia que esté conectada con las golpizas”.

Kim asegura que todos los que están en Fiyi es de forma voluntaria, “sin importar si traen dinero o no”. Evadió la pregunta sobre si los miembros de la iglesia reciben pago por su trabajo diciendo que “tienen posada, comida y viajes por cuenta de la compañía”, añadiendo que él mismo “no recibe un sueldo fijo mensual”.

Pero, ¿qué hay de las acusaciones de que 400 miembros de la iglesia están siendo virtualmente retenidos contra sus voluntades? “Imposible”, declaró. “Si realmente les hubiéramos confiscado sus pasaportes es muy sencillo... lo único que tienen que hacer es ir a la embajada y conseguir un pasaporte de emergencia”.

Eso es exactamente lo que Seoyeon tuvo que hacer. El día antes de irse, se dio cuenta de que su portátil y su pasaporte no estaban. Su madre reconoció que los había tomado para no dejarla ir. “Yo quería regresar a la universidad, quería verme con mis amistades”, dijo. Intentó comunicarse con la policía, y acusa a los otros feligreses de que “llamaron de vuelta a decir que era una broma”.

“Intentaron frenarme pero salí corriendo a la carretera. Me estaba volviendo loca”. Encontró una patrulla de policía que la llevó a la comisaría y finalmente logró conseguir un pasaporte de emergencia. “Me siguieron desde la comisaría hasta la embajada en un auto. Ahí fue cuando mi madre trató de desarmarme emocionalmente. Me dijo que había sido adoptada. Así fue como me enteré”.

“Me dijo que toda mi familia –mis tíos, abuela y primos– se estaban mudando allí y que nuestro apartamento se había vendido. Intentaba convencerme de que ya no tenía a nadie”, afirmó Seoyeon. “Pero nunca hubiera permitido que me lavaran el cerebro y unirme a la iglesia. Me hubiera suicidado antes de que obligaran a quedarme”.

Ahora, de regreso en Corea del Sur, dice que no tiene cómo regresar a sus estudios, pero que ha salido adelante y tiene un empleo fijo. “Estoy muy feliz con la vida que tengo ahora. Todavía amo a mi familia pero, por más duro que suene, no podré perdonarlos por lo que me hicieron... y, después de todo lo que sucedió, nunca podré permitir que entren a mi vida otra vez”, expresó. “Están tan metidos dentro de la secta que no hay cómo cambiarles su parecer... si ya se encuentran en Fiyi, son una causa perdida”.

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10. Argentina: así era el imperio del “hermano Raúl”, condenado por abusos a menores.

FUENTE: Infobae

 

 

Raúl Donato Guerreño, conocido en los pueblos del interior bonaerense como el “hermano” o “maestro Raúl”, arrastraba multitudes desesperadas. Amparado en el poder del Gauchito Gil, deidad pagana de origen correntino, armó su propia liturgia a partir de sus incomprobables pero muy veneradas capacidades de sanación. Con la magia del engaño, este hombre de 57 años confeccionó un imperio negro que recaudaba millones de pesos por mes, coimeaba policías y apretaba a quienes lo denunciaban. Así fue al menos hasta hace unos días, cuando la Justicia lo condenó a prisión por el abuso de una niña menor de edad. Lo cuenta Fernando Soriano en Infobae.

Guerreño nació en Santa Fe y a mediados de los 2000 se instaló en la ciudad bonaerense de Bolívar, donde construyó su fama de manosanta y su empresa, disfrazada de culto sin nombre. Con el paso de los años y la viralización de sus “poderes” a partir del boca en boca, el “maestro Raúl” dejó la casa que ocupaba en el centro de la ciudad, donde atendía, y se mudó a una quinta enorme con espacio para que sus fieles acamparan, estacionaran micros y combis y esperaban durante días y noches para escucharlo o tocarlo y confiarle su angustia y salud.

Por definición, un milagro es un “hecho no explicable por las leyes naturales y que se atribuye a intervención sobrenatural de origen divino”. Los feligreses iban en busca de los trabajos inexplicables del “hermano Raúl”, pero en efecto, lo que hacían, era nutrir el “milagro” de su propio negocio. Después de la denuncia por el abuso sexual a una niña de 11 años, a quien él llamaba su “sucesora”, y que finalmente le valió la condena a 16 años de cárcel en los últimos días, la Justicia realizó varios allanamientos en sus propiedades. Así, descubrió en un cuaderno anotaciones que detallaban la recaudación de cada sábado, el día de mayor convocatoria.

Al menos hasta 2016 Guerreño juntaba un promedio de 500.000 pesos por día. Si bien no cobraba sus plegarias atendidas, sí “sugería” una colaboración a voluntad. “Para esos años la mayoría eran billetes de la máxima denominación, es decir de 100 pesos, no es que se veían propinas de $ 5”, comentó una fuente allegada al caso.

Además, como el predio donde atendía estaba alejado del centro de la ciudad de Bolívar, Guerreño instaló locales de venta de comida, de ropa, de “agua bendita” y sus propios baños, cuyo uso tenía, hace dos años, un costo de $100. Si alguien quería comida de lugares del casco urbano, la gente del “maestro Raúl” ofrecía el servicio de “motomandado”, obviamente a cambio de una tarifa.

“Más allá de las ceremonias generales, donde se juntaban miles de personas, Guerreño tenía todo organizado: un predio gigante con lugar para estacionar combis y colectivos que llegaban de toda la provincia de madrugada. Ahí se formaban colas y a la mañana abrían las puertas y les hacían la recorrida. Tenía un salón de espera desde donde iban pasando los fieles al santuario. Ahí había una mesita con estampitas y al lado una urna donde la gente dejaba el diezmo”, contó la fuente.

Pero la manipulación era tal que por el afán de sanación, el “hermano Raúl” conseguía que la gente le donara no sólo dinero, sino también bienes y también trabajo. Antes de caer detenido, Guerreño se estaba construyendo una quinta cerca del cementerio de Bolívar, dentro de la cual además pretendía levantar un hotel. “Lo que se refiere es que los albañiles se lo hacían gratis porque confiaban en que Raúl mejoraría la salud de sus familiares”, comentó uno de los investigadores.

Guerreño, que en los registros de AFIP aparece como monotributista, sin aportes previsionales ni tarjetas de crédito, se convirtió así en un hombre poderoso, con dinero e influencia en los ámbitos político y policial. Son varias las fuentes que aseguran que muchos hombres poderosos iban a sus ritos de sanación, incluidos intendentes y hasta dos ministros de las gestiones anteriores en el gobierno bonaerense.

El hombre usaba su poder y su dinero para comprar protección policial y plantar testigos falsos. Antes de ser condenado por el abuso de una nena de 11 años, Guerreño estuvo procesado por el abuso de otra chica, de 13, en Olavarría. En aquella causa, Guerreño fue sobreseído llamativamente porque la Justicia no pudo constatar que “el hermano Raúl” era Raúl Guerreño. Los investigadores que trabajaron en ese caso cuentan que a la madre de esa niña “le hicieron de todo; la golpearon, la amenazaron la Policía y los propios fieles”.

“No abusaba a cualquiera, no era idiota. Se aprovechaba de los más vulnerables o necesitados”, detalló alguien que conoció al detalle su vida. Cuando la madre de la chica de Olavarría declaró en la causa por el abuso de la nena de 11 volvió a sufrir amenazas. Un grupo de hombres la interceptó en la calle y le exigieron que no se metiera con “el hermano Raúl”. Tras estos episodios se abrieron otras causas que todavía investigan el patrimonio no declarado de Guerreño. “Era un hombre que manejaba muchísimo efectivo. Tenía autos y camionetas de alta gama, un stud con caballos de carrera y mantenía amantes por todo Bolívar”, relataron a Infobae.

Durante el allanamiento realizado en 2016 en su casa la Policía encontró al costado de su cama un bolso con 300.000 pesos en billetes. Las fuentes judiciales cuentan que allí mismo el “hermano Raúl” les ofreció dinero para que adulteraran la escena del crimen. A raíz de ese allanamiento Guerreño estuvo detenido un tiempo en Sierra Chica, donde luego se supo que había conseguido una celda VIP a cambio del pago de 10.000 pesos.

El hombre se manejaba con impunidad. También está procesado en una causa junto al ex titular de la sub DDI de Bolivar, el comisario Dante Ferrante, en la que se investiga el ofrecimiento del manosanta al policía para lograr impunidad en la causa por abuso que finalmente lo mandó condenado a prisión. “Se sospecha que le ofreció a la Policía 500.000 pesos si lo ayudaban durante la investigación y un millón 'si las cosas salían bien'“, comentó uno de los investigadores, aunque aún no se pudo corroborar que Ferrante haya recibido el dinero prometido: “Si no estaría preso”. No obstante, Ferrante, fue desafectado de la fuerza.

Esa causa está a cargo del juez de Garantías 2 de Olavarría, Carlos Villamarín. Se sigue el rastro de tráfico de influencias y cohecho (coimas) y también están involucrados el jefe de la Departamental 25 de Mayo, Abel Moussompés, y el comisario Oscar Urruchúa, también pasados a disponibilidad. “Logró atraer a multitudes. Andaba por las ciudades poniendo estatuillas del Gauchito Gil y los seguidores le hacían fiestas. Un año hizo un cumpleaños con todos sus fieles y hay que admitir que los medios regionales lo acompañaban. Tenía contactos muy arriba, con policías de alta jerarquía”, detalló una periodista de un medio de la zona que cubrió el caso desde el inicio.

Pero el poder se le acabó cuando comenzaron a llover las denuncias por abuso. Según contó al medio La Mañana la fiscal de Bolívar que lo investigó a fondo, Julia Sebastián, “hubo 12 mujeres que recibieron abusos de la misma característica pero todas ellas fueron sujetos de presiones de parte de los seguidores de Guerreño y también apabulladas por el poderío económico, político y policial que éste ejercía”.

De esa forma Guerreño logró construir una imagen inmaculada. En otra entrevista a un medio de Urdampilleta el manosanta anunció que la niña de 11 que violó durante dos años sería su sucesora y que él se convertiría en Gobernador. Julia Sebastián, la fiscal que lo investigó todos estos años y que lo llevó a prisión hace unos días, sintetizó el perfil del “maestro Raúl”: “La única viveza que tuvo es ser un embaucador”.

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La RIES es una red de expertos y estudiosos católicos sobre el fenómeno sectario y la nueva religiosidad, presentes en España y Latinoamérica, y abarcando las zonas lusoparlantes. Pretende ofrecer, también con este boletín informativo, un servicio a la Iglesia y a toda la sociedad. La RIES no se responsabiliza de las noticias procedentes de otras fuentes, que se citan en el momento debido. La RIES autoriza la reproducción de este material, citando su procedencia.