Red Iberoamericana de

Estudio de las Sectas

 

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Nº 619

14 de oct. 2018

 

BOLETÍN MONOGRÁFICO: PSEUDOTERAPIAS Y PSEUDOCIENCIAS

 

1. Así cuentan su historia los supervivientes españoles de las pseudoterapias.

2. España: continúan retirando pseudociencias de las universidades.

3. Cataluña crea una comisión para desvelar la difusión de pseudoterapias sobre cáncer.

4. Suspenden un congreso pseudocientífico sobre el autismo en Lérida (España).

5. España: la falta de regulación libra de consecuencias a una pediatra que recetó homeopatía.

6. Mujer de clase alta y con estudios superiores, el perfil de español usuario de homeopatía.

7. Los grandes medios de comunicación españoles siguen difundiendo pseudoterapias.

8. Los oncólogos españoles piden acabar con el “espantoso limbo legal” de la homeopatía.

9. La revista Discovery Dsalud, un peligroso medio de difusión de pseudoterapias.

10. Los homeópatas españoles se defienden ante las críticas crecientes.

 

 

1. Así cuentan su historia los supervivientes españoles de las pseudoterapias.

FUENTE: La Razón

 

 

Teresa tenía tal desesperación que confió en que la homeopatía podía salvarla. Una decisión por la que “estuve a punto de fallecer”, denuncia. Le intervinieron de peritonitis en Alcoy y cogió una infección. “Me operaron cuatro veces en un espacio muy breve de tiempo. Los especialistas no sabían ya qué hacer. Tenía fiebre y me seguía encontrando muy mal. Así que decidí acudir a un médico homeópata”. El hecho de que fuera un profesional sanitario le dio confianza.

“Él trabaja como médico en la Seguridad Social y en la casa tiene la consulta de homeopatía. Cuando fui me dijo que solo me podía recetar productos homeopáticos, que el proceso iba ir lento, pero que me iba a recuperar. Probé, pero no iba a mejor y eso que tomé un montón de botes que me recetó”, recuerda Teresa, que contactó con la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP). Lo leemos en el diario español La Razón.

Sin embargo, cada vez estaba peor: “Me dolía tanto que se me quitaron las ganas de comer. No exagero, perdí cinco kilos en dos semanas”. Al encontrarse peor que antes volvió a la consulta. “Al ver la analítica me dijo que tenía una infección aguda y que me tomara unas bolitas que me lo iban a controlar y bajar la infección. Una vez en casa, me vi tan enferma, había perdido tanto peso, que busqué a un especialista de digestivo. Esta vez me fui a Alicante. Fui por privado. Estuve un par de días ingresada. Si llego a esperar un día o dos me hubiera muerto. Gracias a los antibióticos se me quitó la infección”.

Teresa reconoce que “nunca le dije a los médicos que había decidido quitarse del tratamiento médico ni que opté por la homeopatía”. Algo muy grave. Antes de esto, ella creía que le podía ser útil. “Tiempo atrás había estado decaída y opté por la homeopatía y la verdad es que me sentí mejor, pero es más que nada porque te escuchan, solo por eso. Si estás enfermo de verdad los productos homeopáticos no funcionan. No sirven de nada. No hacen ni bien ni mal, pero si te confías te puede costar la vida”. Pero es que “estuve tantos meses tan mala que hubiera probado lo que fuese para salir de aquello”.

Caso bien distinto es el de Juanjo. Él siempre ha sido escéptico de las mal llamadas terapias alternativas. De hecho, cuando le diagnosticaron esclerosis múltiple en 2010 decidió ir a Galicia para que un neurólogo le atendiera. Cuál fue su sorpresa cuando el médico “me aconsejó que para la espasticidad que tenía, que en aquella época era muchísimo menor que la de ahora, podía utilizar la acupuntura”. “Le dije que tenía muchos reparos, máxime siendo biólogo, pero me insistió en que aunque ciertamente no valía para todo lo que decían, para el caso de mi rigidez muscular, que ellos sí que habían visto que podía ser de utilidad”.

“Me volví a Teruel y fui al acupuntor, un médico licenciado. La primera cita fue una charla de una hora y media en la que me preguntó de todo. Me costó 50 euros. Le pedí un recibo y me dijo que ya me lo daría. Aún lo estoy esperando. Como iba a ir más veces no le di importancia. En la primera sesión me dijo que con cuatro iba a notar mejoría. En la cuarta no noté absolutamente nada. Entonces me dijo que como mi espasticidad era bastante grave que habría que hacer diez sesiones. Cada una costaba 36 euros. Llegué a la décima sesión y estaba exactamente igual que en la primera. Me dijo que al ser un caso tan especial que a la sesión decimoquinta lo notaría. A la decimocuarta directamente no aparecí”.

“Era una tomadura de pelo. No notaba nada, ni bueno ni malo, ¡nada! Estaba una hora y media con las agujas clavadas, con música relajante, todo muy agradable, pero al llegar a casa estaba exactamente igual que cuando entraba allí. Fue una pérdida de tiempo mía y del familiar que me llevaba porque yo no podía conducir y 550 euros tirados”. Por suerte, Juanjo volvió a la medicina avalada científicamente, con los neurólogos de Zaragoza que llevan su caso. Jamás hubiera acudido a la acupuntura si no hubiera sido por el médico de Galicia. “Le diría que tenga un poco de vergüenza antes de aconsejar utilizar estos tratamientos, que no juegue ni él ni otros titulados con la esperanza de las personas que estamos delante de ellos confiados esperando hallar una solución y te mandan a una cosa que son solo castillos en el aire”.

Por eso insiste en que todas las personas que estén en una situación similar que él que “no opten en ningún momento por terapias que no tengan aval científico y sobre todo que jamás dejen la medicina basada en la evidencia por cosas que no tienen ningún aval científico”. Un mensaje que trata de transmitir al resto de miembros de la Asociación Turolense de Esclerosis Múltiple de la que es presidente. “Nos llegan todo tipo de ofertas surrealistas a la asociación: cambios de dieta, auriculoterapia o incluso la cama pirámide una estructura en la que dicen que si metes la cama es capaz de estabilizar toda tu energía y si te duele algo te deja de doler... Sólo buscan ganar dinero rápido”.

Es lo que Antonio le intentó transmitir a la madre de su mejor amigo. “Falleció hace tres meses. Su hijo me ha dado permiso para denunciar su caso para tratar de evitar que otra persona pase por lo mismo”. Le diagnosticaron cáncer de mama. Y optó por ponerse en manos de un naturópata. “Le dijeron que con homeopatía y reiki –”técnica” que dice canalizar y transmitir la energía vital a través de la imposición de manos– iba a conseguir remitir el cáncer, que era igual de eficaz que la medicina pero sin los efectos secundarios. Ella no entendía que la estaban estafando. Le dije que no se fiara, el médico también se lo dijo, además tenía un tratamiento específico con el que podía haberse curado, pero optó por la naturopatía ya que no tenía efectos secundarios”. Ni primarios...

Al año, por la insistencia de su familia acudió a revisión. Había cuadriplicado el volumen del tumor y se le había extendido por todo el cuerpo”. Esta vez sí se puso en tratamiento. “Los médicos le dieron tres meses de esperanza de vida. Y lograron darle casi dos años y medio de vida. Le dio tiempo a despedirse”, dice Antonio notoriamente emocionado. “Tengo 25 años y me ha visto crecer desde que nací. Cómo se le dice a alguien al que quieres que la están timando para que te haga caso... A pesar de ser ingeniero químico con especialización en procesos biológicos, ella me veía como si fuera un niño”.

“Ella pensó que era la mejor opción”. Confió, confió en su naturópata. El mismo que nada más decirle que iba a ir a revisión, “la bloqueó por WhatsApp, no le cogía el teléfono, etc. Ella fue a denunciar. El problema según le explicó la Policía es que el naturópata había utilizado una identidad falsa y que él nunca le dijo que dejara el tratamiento médico”. “A todos los naturópatas les diría que desistieren, que aunque digan que quieren ayudar, lo que quieren es ganar dinero y que quizá mañana el que esté en la misma situación que estuvo la madre de mi mejor amigo puede ser un familiar suyo. Que dejen de engañar”.

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2. España: continúan retirando pseudociencias de las universidades.

FUENTE: Varios medios

 

 

Recogemos a continuación varias noticias recientes relativas a la presencia y expulsión de enseñanzas pseudocientíficas de varios centros académicos superiores de España, sobre todo en la Universidad de Valencia.

Retirada de tres másteres en Valencia

La Universidad de Valencia (UV) había retirado tres másteres que habían despertado quejas por incluir entre sus contenidos terapias alternativas a la medicina –como la homeopatía, el reiki y la iridología, entre otras– y “legitimar” estas “pseudoterapias” y, además, estudió el pasado 26 de septiembre el contenido de otros cuatro cursos. Fuentes de la institución académica han confirmado que ya fueron retirados hace algún tiempo el Máster en Medicina Regenerativa y Antienvejecimiento, así como el Máster en Acupuntura y el Máster en Recuperación Funcional de la Actividad Física y el Deporte, según leemos en Europa Press.

Asimismo, el 27 de septiembre se celebró una reunión de la comisión de estudios de postgrado en la que se trató este tema y la posibilidad de eliminar otros cuatro cursos (no todos ellos son másteres, sino que también hay diplomas). Así, se evaluaron el máster y tres diplomas en Development Behavioural Modelling y en Hipnosis Eriksoniana, tal como especificaba la Cadena Ser. La Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP) había realizado en julio una petición a esta universidad valenciana para que se retirara estas enseñanzas y no “legitimara las pseudociencias”.

El colectivo se refería a prácticas como la homeopatía, el biomagnetismo, la bioneuroemoción, la reflexología, la terapia ortomolecular, el reiki o a falsas técnicas de diagnóstico como la iridología o la kinesiología. En esta línea, expresaba “especial preocupación” por la Universidad de Valencia, “que lleva años impartiendo un Máster en medicina naturista, acupuntura y homeopatía, el cual va por su novena edición, y otro Máster en terapias complementarias aplicadas a la salud y equilibrio personal, que acaba de ser creado”.

“Bajo estos nombres –advierten– se esconden pseudomedicinas que dicen poder curar porque el agua tiene memoria (homeopatía), que mediante la imposición de manos se pueden curar dolencias como el cáncer (reiki), que mediante la observación del iris se puede detectar el estado físico, emocional y mental de los enfermos (iridología), que mediante la estimulación de ciertos puntos en pies, manos, nariz y orejas uno puede llegar a tener efectos beneficiosos en ciertos órganos del cuerpo por la reconducción de los canales de una energía mística llamada chi (reflexología), o que los chakras tienen propiedades que únicamente la física cuántica puede estudiar y que sirven para curar enfermedades (terapia cuántica)”.

Otros cinco títulos más

Primero fueron el Máster en Medicina Regenerativa y Antienvejecimiento, el Máster en Acupuntura y el Máster en Recuperación Funcional de la Actividad Física y el Deporte. Fue dentro de lo que en la Universidad de Valencia describen como “primera fase”. ¿Primera fase de qué? De la purga contra las pseudociencias. Porque la Universidad quería limpiar su oferta de títulos de falacias y fantasías. Buscaba rigor y la ciencia como vara de medir. Ahora han sido cinco títulos más (un máster, un diploma de Especialización Universitaria y tres certificados universitarios). En total, pues, ocho títulos, ocho cursos que ya no se ofertarán, según leemos en Valencia Plaza.

La decisión la adoptó finalmente el pasado 27 de septiembre la Comisión de Estudios de Postgrado de la Universidad, y la aprobó por unanimidad. Ningún voto en contra, ninguna abstención. La decisión la adoptó este jueves la Universidad pero se comenzó a gestar hace más de dos meses, el 19 de julio, cuando la APETP mantuvo una reunión con los representantes de la institución y les aportó documentación que demostraba que estos títulos eran pseudociencia en estado puro.

Después de un procedimiento de valoración y estudio de alegaciones presentadas, explicaban desde la Unversidad, la Comisión de Estudios de la UV no tuvo dudas y por unanimidad de sus miembros presentes puso el pulgar boca abajo y ordenó la supresión de estos títulos propios, de estos másteres, diplomas de especialización, títulos de experto y certificados. Su valor ahora es cero.

La pregunta es: ¿cómo pudieron ofertarse? Desde la Universidad admiten que los títulos que han sido retirados fueron sometidos al procedimiento estándar y aprobados después de un proceso transparente de valoración por parte de la comunidad universitaria, que pudo presentar sus alegaciones también las entidades vinculadas a cada temática del curso. Y que fue la reunión mantenida con la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias pseudocientíficas la que les hizo someter a una nueva revisión los títulos.

Primero, ya se ha dicho, fueron los tres másters antes citados. Este jueves fueron cinco títulos más: un máster propio (en Developmental Behaviour Modelling); un diploma de Especialización Universitaria en hipnosis eriksoniana; un certificado universitario en Coaching con Metodología DBM para la enseñanza, gestión, coaching y terapia; y un certificado universitario de Modelado del Aprendizaje desde el DBM. Además, indicaban, se ha retirado de la oferta, y vinculado a los anteriores, el certificado universitario en Modelado de la Hipnosis y la Terapia eriksoniana desde el DBM, que no se encontraba en el informe de la asociación. Desde la Universidad, pues, han aportado su granito de arena. No sólo han escuchado; han ido más lejos. El resultado final, una auténtica paliza: ciencia, 5; pseudociencias, 0. La batalla continúa.

Los decanos de Medicina, preocupados

El mundo de la Medicina en todas sus aristas comienza a posicionarse en pro de sacar a las pseudociencias de la universidad pública, donde han estado acampando a sus anchas durante los últimos años. Las últimas noticias han obligado al sector universitario a posicionarse e intentar buscar soluciones concretas para evitar más casos similares, aunque aún no existe una propuesta firme sobre la mesa. Lo cuenta Jesús Arroyo en Redacción Médica.

Es por eso que estudiantes de Medicina, decanos de Medicina y Ministerio de Ciencia están estudiando cómo eliminar de raíz este tipo de cursos, que proliferan en buena parte de las universidades españolas, y que carecen de base científica. La reciente decisión de la Comisión de Estudios de Posgrado de la UV que aprobaba por unanimidad la retirada de títulos propios con bases pseudocientíficas, se ha traducido por la comunidad científica como una “buena noticia”.

A raíz de este anuncio, los decanos de Medicina han trasladado a Redacción Médica su intención de llevar ante su próxima Asamblea General este debate con el objetivo de “insistir en la importancia de ofrecer una oferta formativa de calidad, fundamentada en la evidencia científica y centrada en el paciente”. Pablo Lara, presidente de la Conferencia Nacional de Decanos de Medicina, confiesa que “hasta ahora no hemos recibido ninguna solicitud de actuación” contra estos cursos, pero es una situación “preocupante”.

Precisamente uno de los másteres ofertados por la Universidad de Valencia y eliminado ahora se denominaba ‘Máster en Medicina Regenerativa y Antienvejecimiento’, y entre otras asignaturas se potenciaba el consumo de vitaminas, especialmente la vitamina C, para curar el cáncer y otras patologías graves.

Los estudiantes piden regulación

“Los Estudiantes de Medicina nos oponemos a cualquier práctica pseudocientífica y exigimos una regulación más estricta para evitar la implantación de estos cursos, sobre todo en las universidades públicas”, denuncia Laura Martínez, presidenta entrante del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM). Aunque aún no han concretado un documento oficial para pedir dicha regulación, Martínez señala que en los próximos meses se estudiará un posicionamiento conjunto con el Foro de la Profesión, que aún no se ha llevado a cabo por “falta de tiempo”. Asimismo, desde la institución que preside se han lanzado varias campañas bajo la etiqueta ‘Stop pseudociencias’, donde se evidencian los motivos que existen para no recurrir a ellas.

Este medio también se ha puesto en contacto con el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades para conocer la regulación que sopesa sobre estos talleres sin base científica. “En el caso de la Universidad de Valencia, los máster suprimidos por la Universidad son propios, es decir, no son oficiales. Este tipo de máster no tiene seguimiento del Estado ni de la Comunidad Autónoma, sólo del Consejo de Gobierno de la Universidad”, señalan fuentes oficiales.

En cambio, desde el Ministerio de Pedro Duque sí reconocen que se han constituido tres mesas de trabajo para “afrontar los retos más inminentes” que vive la universidad. Así, una de las mesas de trabajo se está centrando en la ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales, aunque “aún es pronto para conocer sus objetivos”.

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3. Cataluña crea una comisión para desvelar la difusión de pseudoterapias sobre cáncer.

FUENTE: Redacción Médica

 

 

La Generalitat catalana (gobierno autonómico de Cataluña, España) creará en enero de 2019 una comisión asesora para desvelar malas praxis en terapias alternativas sobre cáncer en Internet y los medios de comunicación, y para evaluar el impacto de la celebración de congresos de tratamientos pseudocientíficos.

Lo ha anunciado el pasado 5 de octubre la secretaria general de Salud de la Generalitat, Laura Pelay, durante la presentación de un informe elaborado por el Consell de l’Audiovisual de Catalunya (CAC) sobre la presencia de desinformación y noticias falsas sobre el cáncer en la red, conducida por el presidente del órgano regulador, Roger Loppacher, y con la presencia el presidente del Collegi de Metges de Barcelona (COMB), Jaume Padrós.

Tal como leemos en Redacción Médica, la comisión asesora estará formada por la Conselleria, colegios profesionales, la Agencia de Salud Pública de Catalunya, la Agencia Catalana de Consumo (ACC) y el Consell de l’Audiovisual de Catalunya (CAC) y tendrá como objetivo trabajar “holísticamente” para informar y poner en alerta a la ciudadanía de la existencia de estos contenidos.

Pelay, que ejerce competencias administrativas de la consellera de Salud, Alba Vergés, durante su permiso de maternidad, ha explicado que el trabajo conjunto realizado se pondrá en valor con el CAC y ha subrayado la necesidad de seguir trabajando y ampliar el convenio con el organismo regulador porque el fenómeno de la información engañosa es “muy complejo”.

Cinco denuncias a la Fiscalía

También ha explicado que desde el departamento ya han abierto varios expedientes sancionadores por mala praxis y que cinco han sido denunciados ante la Fiscalía de Cataluña. Ha lamentado que tengan “una capacidad de actuación limitada” para hacer frente a este fenómeno y que, debido a la libertad de expresión, no pueden hacer nada hasta que se publican los contenidos o se celebran los congresos.

De hecho, ha explicado que ante la celebración de un acto público en el que se pretende explicar un tratamiento sin base científica, lo único que puede hacer el departamento es enviar un requerimiento para la suspensión del acto por vulnerar la regulación de la publicidad de medicamentos. Ante esta situación, el acto puede quedar suspendido por los propios organizadores o puede celebrarse, algo que de producirse inmediatamente se pone en conocimiento de la Fiscalía.

El Colegio inhabilita a dos profesionales

Padrós ha explicado que desde el colegio de médicos barcelonés se ha inhabilitado a dos profesionales este año por mala praxis y que tienen abiertos una veintena de expedientes. Padrós ha lamentado el incremento de las pseudoterapias y ha reclamado más mecanismos de control y prevención para contrarrestarlas: “Es un fenómeno que no podemos menospreciar ni banalizar. Desde el colegio, una línea de actuación es definir qué es la pseudociencia, y no es un problema de libertad de expresión”.

Ha explicado que tienen un programa de revisión de contenido sanitario que cuenta con 1.500 páginas web de salud acreditadas, tanto en catalán como en español, y que disponen de un decálogo de recomendaciones para navegar por Internet, donde se aboga por adoptar una actitud crítica y tener precaución con las fuentes, entre otros.

“Los colegios de médicos tenemos una responsabilidad muy importante. Necesitamos la colaboración de los medios de comunicación. El servir el interés general no puede ser patrimonio sólo de las administraciones públicas”, ha concluido Padrós, que ya ofreció al presidente del CAC la formalización de un convenio para hacer pedagogía de la información falsa, ha añadido.

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4. Suspenden un congreso pseudocientífico sobre el autismo en Lérida (España).

FUENTE: El País

 

 

Los organizadores de un congreso pseudocientífico sobre el autismo que se iba a realizar en Balaguer (Lleida) en octubre han suspendido el acto tras las advertencias de la Generalitat, que había abierto un expediente informativo tras las quejas de asociaciones y familias de personas con autismo. Los impulsores de la conferencia sostienen que el autismo se puede curar con una solución de clorito de sodio y ácido cítrico (MMS, Miracle Mineral Solution), un producto prohibido por el Ministerio de Sanidad desde 2010 por sus efectos adversos potencialmente graves. La Generalitat les advirtió de que podrían infringir la ley de medicamentos y productos sanitarios al promocionar medicamentos que no estén reconocidos como tal por los organismos sanitarios. Lo cuenta Jessica Mouzo Quintáns en El País.

El acto, que se presenta con el nombre de “El autismo es recuperable”, se iba a celebrar el 14 de octubre en el Ecocentro Pàmies Vitae, propiedad de Josep Pàmies, viejo conocido en el entorno pseudocientífico. Ante las denuncias de familiares de personas con autismo y profesionales sanitarios especializados en el abordaje del trastorno del espectro autista (TEA), el Gobierno catalán abrió un expediente a los organizadores para estudiar el caso.

La Generalitat no puede prohibir preventivamente estos actos porque se amparan en la libertad de expresión, pero la Dirección General de Ordenación Profesional y Regulación Sanitaria ha utilizado la propia tesis de los organizadores sobre el uso del MMS para curar el autismo. “El hecho de que se haga un acto en el que se pueda promover el uso de un producto que presenta riesgos para la salud y que ha estado tipificado como medicamento ilegal lleva a considerar que supone un riesgo inminente y extraordinario para la salud si las personas que asisten deciden dar el clorito sódico a familiares que tengan autismo”, zanja una resolución del Departamento de Salud a la que ha tenido acceso El País.

Sobre esta base, la Generalitat instó recientemente a los organizadores de la conferencia a que informasen al Departamento de Salud de las medidas que adoptarían para garantizar que “no se hará ninguna mención, directa o indirecta, relacionada con la utilización del MMS, o de cualquier otro producto que contenga clorito sódico o clorito de sodio, para el tratamiento del autismo o cualquier otra enfermedad”. Los impulsores de este congreso pseudocientífico respondieron a la Generalitat que cancelarían el acto.

“Es un tema que nos preocupa mucho. La Generalitat envió un requerimiento a los organizadores y tenían dos opciones, o suspenderlo o seguir adelante. Si seguían adelante, el Departamento podía intervenir y ponerlo en conocimiento de la Fiscalía. Ellos decidieron suspenderlo”, ha explicado el pasado 5 de octubre Laura Pelay, secretaria general del Departamento de Salud.

Expediente sancionador

La Generalitat también abrirá un expediente sancionador a uno de los organizadores (la página web de Pàmies) por promocionar el medicamento ilegal en su página web. Según el Departamento de Salud, la página web recoge testimonios del uso del MMS para distintas enfermedades. El Gobierno catalán ha anunciado una comisión asesora para poner bajo lupa los tratamientos del cáncer y combatir las pseudoterapias que rodean a esta dolencia.

“Nos han dicho que si hablamos del MMS nos enfrentamos a multas de 90.000 euros. Los padres ya tienen miedo de que la policía los identifiquen y les retiren la custodia. Están espantados. Hemos anulado el acto”, explica Josep Pàmies por teléfono a El País. La Agencia Española del Medicamento advertía en 2010 de que el consumo directo de MMS “puede producir dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea, intoxicaciones, fallo renal y metahemoglobinemia”. Precisamente, esta misma solución era la que ofrecía Pàmies cuando dijo ser capaz de curar el ébola.

El agricultor curandero

Josep Pàmies (Balaguer, 1948) es uno de los organizadores del polémico congreso que anunciaba la cura del autismo vinculada al consumo de MMS, un medicamento prohibido por la AEMPS desde 2010. Es una celebridad en el mundo de las pseudociencias, conocido por sus polémicas intervenciones en las que conjuga teorías conspiratorias sobre la industria farmacéutica con su tesis de que puede curar numerosas enfermedades a través de las plantas que él mismo cultiva.

Suyos son, de hecho, los remedios milagrosos para curar el ébola a través también del MMS, o sanar el cáncer con cardo mariano. De hecho, en otro congreso pseudocientífico celebrado en Barcelona el pasado enero —terminó con una multa del Departamento de Salud por los comentarios vertidos por los organizadores—, Pàmies se jactó de que una investigación científica había demostrado lo que él decía sobre las bonanzas del cardo mariano. El investigador aludido, Joaquim Bosch-Barrera, médico en el Instituto Catalán de Oncología (ICO), salió al paso de estas afirmaciones y explicó que no es la ingesta de cardo mariano (como la vende Pàmies), sino un compuesto extraído de esta planta (la silibinina) el que, tras ser aislado con los procedimientos químicos adecuados, puede mejorar la supervivencia en un tipo de cáncer.

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5. España: la falta de regulación libra de consecuencias a una pediatra que recetó homeopatía.

FUENTE: El Diario

 

 

La falta de regulación específica ha reducido a una advertencia las acciones de Sanidad sobre una pediatra que recetó homeopatía para curar a un niño con placas bacterianas en un centro de salud madrileño. La Comunidad de Madrid no cuenta con ninguna norma ante la posible prescripción de estos productos sin evidencia científica en las consultas médicas, pese a que admite por escrito que están “fuera de la cartera del Sistema Nacional de Salud”. Lo cuenta Sofía Pérez Mendoza en El Diario.

No es una excepción. La ausencia de regulación es el común denominador en todas las regiones excepto en la Comunidad Valenciana, que envió en 2017 –cuando la ex ministra Carmen Montón era consejera– una instrucción para recordar a los sanitarios que las pseudoterapias no tienen espacio en la sanidad pública. Tampoco existe ninguna orden a nivel nacional en este sentido aunque el Ministerio de Sanidad se sitúa en “la defensa de la evidencia científica en todo lo que respecta a los tratamientos y terapias”.

La queja del padre que recibió la homeopatía como solución a la dolencia de su hijo de 11 años se ha saldado con un aviso a la pediatra y una disculpa a la familia. Ante la reclamación, la Consejería abrió el proceso habitual para ver qué había pasado en la consulta objeto de la queja. Después de hablar con el centro y la facultativa, el departamento asegura que avisó a la pediatra de que dar homeopatía como una solución a un proceso bacteriano no era adecuado.

“Le hemos recordado que la cartera de servicios comunes de prestación farmacéutica del Sistema Nacional de Salud excluye los medicamentos homeopáticos en el momento actual”, dice el escrito que recibió Carlos Briones, el padre, en respuesta. El documento admite que “hay áreas de mejora en relación con la atención prestada” y traslada las disculpas de la profesional que atendió al niño.

Fuentes de Sanidad consultadas por eldiario.es aseguran que se trata de un “caso puntual” aunque no descartan que haya “alguna reclamación más”. “Este tema ni es destacado en las reclamaciones y sobre este caso se ha actuado”, dicen las mismas fuentes, que aseguran que en los últimos años se ha trabajado para “reforzar los mecanismos de control” en los centros de salud.

A raíz de esta queja, otra paciente ha compartido por la red social Twitter la respuesta de la Consejería a su reclamación, que se efectuó en 2016. En el documento se observa un cambio de postura evidente del departamento respecto a la prescripción de homeopatía: hace dos años, la Consejería defendía el derecho a la “libre prescripción” y la correcta actuación de la doctora que recetó un producto homeopático en consulta. Sanidad, preguntada por este caso, asegura que no conoce la “procedencia” ni el “contexto” de esta queja porque, al no verse la firma, “no está identificada”.

“No existe ninguna regulación que diga: en el ámbito del SERMAS está prohibido el uso de terapias no alopáticas”, apunta Ana Jiménez, responsable de atención primaria de AMYTS. La asociación de facultativos sostiene que, si no hay regulación, no hay ningún incumplimiento de la legislación por parte de la pediatra que recetó homeopatía a un niño.

Jiménez defiende que, para evitar más episodios de este tipo, es “necesario” que “la administración conozca lo que se hace en las consultas para ver si hay un porcentaje importante de prácticas sin respaldo científico”. Para eso, abogan por hacer un “estudio” sobre ello y “adoptar medidas si procede”. “Pero para eso hay que estudiar primero la situación, y luego regular”, insiste la responsable de Atención Primaria de AMYTS.

El vacío que se produce en Madrid no es aislado. Las medidas públicas contra terapias sin evidencia científica tienen un desarrollo muy prematuro y de momento son solamente intenciones declaradas: controlar la venta en farmacias, blindar las consultas de estas prácticas, actuar contra “publicidad engañosa”... Muchas patas de una misma polémica.

Pero sí se han dado algunos pasos: el Colegio de Médicos de Madrid excluyó en mayo de 2017 todas las secciones, comisiones y registros que no estuvieran en la lista oficial de especialidades médicas reconocidas por el Ministerio de Educación. En esa criba quedaron fuera la homeopatía, la acupuntura y la medicina naturistas, que ya no son objeto de cursos o conferencias.

El Ministerio de Sanidad promete medidas

La ex ministra de Sanidad, Carmen Montón, ya había pedido al Ministerio en sus tiempos como consejera del ramo en la Comunidad Valenciana que actuara contra la homeopatía. Su sucesora en Sanidad tras dimitir Montón por el escándalo de su máster, María Luisa Carcedo, se ha comprometido a tomar medidas después de recibir una carta firmada por miles de médicos y científicos. Entre ellas, un plan para controlar y regular los productos que se están vendiendo en las farmacias u otro para controlar la publicidad engañosa.

A nivel nacional no hay ninguna regulación de espíritu restrictivo. El Gobierno del PP aprobó por exigencia europea una orden ministerial para sacar a la homeopatía, según su argumento, del “limbo legal” en el que estaba. Esta regulación, que traslada al ordenamiento jurídico español la directiva europea de 2001 que reconoce la homeopatía como medicamento, permite la venta de productos homeopáticos en farmacias como si lo fueran pese a que estas pseudoterapias no cuentan con evidencias que avalen su uso.

La mayoría de las comunidades autónomas pidieron entonces a Sanidad que defienda en Europa una reforma para que no se puedan denominar medicamentos, porque “no curan”. Y el Ministerio se comprometió a poner en marcha campañas informativas para que los ciudadanos tengan clara la diferencia de estos productos, aunque se vendan en el mismo ámbito que las medicinas. “Queremos decirles bien claro a los pacientes que no hay evidencia terapéutica”, aseguró la ex ministra Dolors Montserrat antes de que Mariano Rajoy saliera de la Moncloa por la moción de censura.

El nuevo Gobierno ya ha empezado a empujar la revisión de este régimen vigente. “En la última reunión de ministros de Sanidad, el 10 y 11 de septiembre, el Ministerio trasladó la necesidad de revisarlo para que dejen de ser considerados como medicamentos y se regulen fuera de la normativa sobre medicamentos para uso humano”, indican fuentes de Sanidad a eldiario.es. “La postura española es defender la evidencia científica en todo lo que respecta a los tratamientos y terapias”, zanjan las mismas fuentes.

Estos productos deben ahora, según la orden, pasar un control de calidad y pagar las tasas establecidas por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Los que no cumplan con los criterios sanitarios de seguridad serán retirados del mercado y aquellos que no tengan ninguna acción terapéutica tendrán que especificarlo en su etiquetado.

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6. Mujer de clase alta y con estudios superiores, el perfil de español usuario de homeopatía.

FUENTE: Agencia Sinc

 

 

A principios de 2018 los productos homeopáticos carecían de licencia legal de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) para ser vendidos en farmacias como medicamentos. Sin embargo, a partir de abril el Ministerio de Sanidad del anterior Gobierno de España reguló el registro de productos homeopáticos y su autorizó su comercialización como medicamentos.

Investigadoras de la Universidad de Valencia han identificado ahora el perfil del usuario de homeopatía en España tras examinar los datos de 2.486 personas extraídos del barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), realizado el pasado febrero. Este trabajo, publicado on line en la revista Atención Primaria, analiza el conocimiento de las terapias alternativas, su comprensión y utilización, el grado de satisfacción, la motivación de su uso, el centro o lugar donde el usuario ha recibido el tratamiento y la principal fuente de información. Informa sobre ello la Agencia Sinc, en un artículo de Verónica Fuentes.

Los resultados muestran que el usuario tipo de homeopatía en España es una mujer, de 46 años de edad, con una posición socioeconómica de clase media o alta, con estudios superiores universitarios y con un posicionamiento ideológico de izquierdas. “Esto no significa que los hombres no consuman homeopatía, sino que son las mujeres las usuarias más habituales”, explica a SINC Carolina Moreno Castro, catedrática de Periodismo de la Universidad de Valencia, que lidera el grupo de investigación Scienceflows.

Hasta el reciente estudio del CIS, los datos de que se disponía sobre el conocimiento y uso de estas terapias provenían de informes realizados por el sector industrial implicado: el estudio del Observatorio de Terapias Naturales, financiado por la mayor asociación de profesionales del sector (COFENAT), y el estudio de Boiron, la principal empresa de venta de productos homeopáticos en España.

Conocimiento de la homeopatía

Las cifras revelan un consumo mucho menor de lo que se pensaba hasta el momento. Según los datos recogidos, el 66,5 % de los ciudadanos residentes en España ha oído hablar de la homeopatía, aunque solo un 5 % del total la ha usado en los 12 meses anteriores a la encuesta (es decir, 124 de 2.486). Los consumidores justifican su decisión con dos argumentos básicos: “Es sana y cura lo que la medicina convencional no puede”. Es más, los encuestados afirman que la utilizan para prevenir enfermedades y para aliviar los efectos secundarios derivados de los tratamientos de la medicina convencional.

Sobre el conocimiento de esta terapia, el 50,8 % de la muestra total sabe describir exactamente en qué consiste. No obstante, el 90,2 % de los que conocen y comprenden en qué consiste no la ha usado en los últimos 12 meses. Aunque el 66,5 % de los ciudadanos ha oído hablar de la homeopatía, sólo un 5 % la ha usado en los 12 meses anteriores a la encuesta

Por su parte, del 5 % de la población que la usa, un 46,8 % lo hace de forma puntual. El resto la utiliza en frecuencias periódicas regulares como una vez a la semana (29,8 %), una vez al mes (7,3 %) o menos de una vez al mes (14,5 %). El grado de satisfacción medio es de 6,9/10, inferior al que esos mismos usuarios tienen del médico de cabecera (7,9) o del especialista (7,8).

Razones para consumirla

El estudio revela que la causa mayoritariamente defendida para su uso es, en primer y segundo lugar, para que les ayude a tener una vida sana y equilibrada (47,5 %). Otras razones aportadas son prevenir enfermedades y dolencias (37,1 %), curar donde la medicina convencional no funciona (32,2 %), creencia y confianza en la terapia (29,1 %), aliviar los efectos secundarios de los tratamientos convencionales (17,8 %) y porque en ocasiones la medicina convencional es perjudicial para la salud (13,7 %).

Sobre los canales de información que utiliza el usuario de homeopatía para informarse sobre estas terapias, los amigos y conocidos es la prioritaria (70,16 %). La segunda fuente más consultada es internet, con un 28,2 % de los usuarios, y la tercera, los profesionales (23,4 %). “El hecho de que internet sea la segunda fuente más utilizada hace aún más preocupante esta situación, pues ambas fuentes de información no aseguran ni la fiabilidad ni la calidad de la misma”, subrayan las autoras.

Características del usuario

El patrón tipo del consumidor de homeopatía es mayoritariamente mujer (66,1 %), con una media de edad de 46 años, significativamente inferior a la de la población general, que es de 50. En cuanto a su nivel de estudios máximos alcanzados, un 62,9 % posee estudios superiores o formación profesional. Esta diferencia es significativa respecto a la población general, donde el porcentaje es del 38,8 % en las mismas categorías.

“El hecho de que sean mujeres con estudios universitarios, coincide con otros trabajos publicados a nivel nacional (FECYT) e internacional (como informes de Reino Unido)”, apunta Moreno Castro. “El nivel educativo y de formación no es relevante para tomar una decisión sobre estos productos”. Los consumidores son mayoritariamente de clase alta-media alta (32,3 %) y de nuevas clases medias (34,7 %) y se posicionan más hacia la izquierda ideológica que la población general. El 57,3 % se define como católico.

Ante un dolor leve o un resfriado, el 40 % lo enfrenta tomando medicamentos, el 28 % no hace nada y el 23,4% intenta que se pase con productos naturales. Por último, la población general acude con mayor frecuencia a una consulta médica (17,7 %) respecto a los usuarios de productos homeopáticos (8,1 %).

Acciones a tomar

Para las autoras, el elemento fundamental sobre el que hay que trabajar es la divulgación científica desde las instituciones públicas y sanitarias. “La prohibición de la venta de la homeopatía a escala legal no evitaría su consumo. Además, esto podría conllevar la búsqueda de productos en un mercado no regulado”, sostienen. “Lo interesante sería que la regulación pasara por permitir la venta de estos preparados en supermercados, que no estuvieran limitados al ámbito farmacéutico, que también conllevan a confusión; exactamente igual que los suplementos y preparados de vitaminas”, concluye Moreno Castro.

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7. Los grandes medios de comunicación españoles siguen difundiendo pseudoterapias.

FUENTE: El Diario

 

 

El pasado 25 de septiembre el periodista Carles Francino aseguró en su programa de radio (Cadena Ser, España) que “la homeopatía, la acupuntura y la osteopatía son cosas absolutamente serias” y que no todas las terapias alternativas son iguales. La afirmación levantó críticas airadas en diversos sectores, hasta el punto de que el propio periodista terminó pidiendo disculpas públicas: “Metí la pata, me equivoque, lancé un mensaje confuso y lo quiero aclarar”. Francino aseguró que no tiene ninguna autoridad para hacer la afirmación que hizo y recordó que “la Organización Mundial de la Salud hace tiempo que dictaminó la falta de evidencias científicas, de beneficios terapéuticos en los tratamientos homeopáticos” o que la Real Academia Nacional de Farmacia ha alertado del “riesgo real de que los pacientes prefieran esos tratamientos a otros que sí están apoyados en evidencias científicas”.

Sin embargo, tal como explica Teguayco Pinto en El Diario, pese a su rectificación, el caso de Francino está lejos de ser una anécdota y, de hecho, supone un ejemplo más de la falta de criterio de muchos medios a la hora de tratar las pseudoterapias. Durante años, periodistas y comunicadores de todo tipo de medios han alabado, promocionado o justificado el uso de ciertas terapias alternativas, independientemente de si éstas habían demostrado eficacia o no. Según ha declarado a eldiario.es el director del Observatorio de la Comunicación Científica, Sergi Cortiñas, “las noticias sobre pseudociencias poco rigurosas se han mantenido más o menos estables en los últimos años, pero con una tendencia creciente”, ya que “hay una cantidad extraordinaria de nuevas pseudoterapias y todas ellas se tienen que abrir a los medios de comunicación”.

Cortiñas es uno de los autores de una investigación publicada en 2015 que concluyó que existe “un bajo compromiso de la prensa analizada con la información acerca de la eficacia/inocuidad de la homeopatía”. Los datos proporcionados en el estudio mostraron que cuatro de las principales cabeceras nacionales publicaron un promedio de un artículo mensual sobre alguna terapia alternativa y que, en la mitad de los casos, la información avalaba el uso de estas terapias o se mostraba ambivalente.

Falta de criterio editorial en los medios españoles

Los ejemplos son muchos, aunque solo levantan polémica los más sonados, como la afirmación de Francino o la columna de El País en la que la escritora Rosa Montero justificaba el consumo de homeopatía porque se trata de “una práctica barata y desde luego inocua”, decía. Dos días después, Montero se justificaba a través de un comentario de Facebook, recurriendo a una posible conspiración en contra de la homeopatía, “costeada al menos en parte por los laboratorios alopáticos y por razones comerciales”.

Montero obviaba en su respuesta dos datos fundamentales, el primero, que la venta de productos homeopáticos también supone un importante negocio por el que la multinacional francesa Boiron, por ejemplo, factura más 600 millones de euros anuales. El segundo, que al recurrir a una conspiración estaba señalando a otros compañeros de El País, que llevan años trabajando para ofrecer información rigurosa sobre las pseudoterapias.

Este es precisamente uno de los problemas que señala Cortiñas, quien asegura que “en los grandes medios puede haber un control muy estricto en la sección de ciencia, pero ese control no es tan estricto en el resto de secciones”. Según este investigador, “no en todas las secciones los periodistas tienen los conocimientos de ciencia como para poder discernir lo que es ciencia de lo que no lo es y las pseudoterapias se aprovechan de esta confusión”.

En este sentido, otro estudio más reciente, también elaborado por Cortiñas junto a otros investigadores y publicado en la revista Public Understanding of Science, concluyó que existe una “falta de políticas editoriales respecto a la pseudociencia” y apuntaron a “la falta de formación científica de editores y gestores de medios como una de las razones de la proliferación de las pseudociencias”.

Mensajes confusos y contradictorios

Existen otros muchos ejemplos de esta falta de criterio editorial a la hora de abordar las pseudoterapias. El mismo medio puede un día publicar una información en la que se defiende el uso de algunas terapias que no tienen eficacia probada y apenas unos días después, publicar otro artículo en el que se critican esas mismas terapias.

Otro de los grandes problemas señalados por Cortiñas es el criterio de igualdad que prima en algunos medios a la hora de abordar una información. “Llevar a personas que estén a favor y en contra de una pseudoterapia es una falsa pluralidad y es un grave error”, afirma este investigador. “No se puede poner en un plano de igualdad a quien aporta datos contrastados y verificados científicamente con quien lanza opiniones que se han demostrado falsas”.

En este sentido, sobre la equidistancia destacan los casos ocurridos con dos antiguos presentadores de RTVE. Carlos Herrera en su programa “¿Cómo lo ves?” planteó un debate sobre la utilidad de las vacunas al que invitó a una mujer que no había vacunado a sus hijos. Javier Cárdenas, por su parte, puso en duda la seguridad de las vacunas, planteando una posible relación con el autismo que ha sido descartada por docenas de estudios.

Según la presidenta de la Asociación para defender a los pacientes de las terapias pseudocientíficas (APETP), Elena Campos, “la ciencia biomédica no es algo democrático, en este ámbito uno se debe ceñir a las evidencias y las opiniones no tiene cabida”. Precisamente la APETP ha centrado algunas de sus quejas en el ente público, que en los últimos años ha protagonizado varias polémicas por emitir espacios en los que se promocionan terapias ineficaces. Levantó mucha polvareda la afirmación de Mariló Montero sobre el aroma del limón para poder prevenir el cáncer. Campos insiste en que “los ciudadanos tienen el derecho constitucional de recibir información veraz por parte de los medios de comunicación” y recuerda que “hay estafas sanitarias que se han propagado a través de medios nacionales y años más tarde han terminado provocando víctimas mortales”.

Los mensajes ambivalentes generan confusión

Sobre el posible impacto que puede tener este tipo de informaciones en la ciudadanía, Cortiñas reconoce que “no hay estudios concluyentes”, pero afirma que “los pseudoterapeutas están encantados de aparecer en los medios de comunicación” y, de acuerdo con diversos estudios, tienen razones para estarlo.

Según los resultados de una investigación publicada el pasado año en el European Journal of Criminology, “las percepciones que la gente tiene de los tratamientos médicos, incluyendo las terapias alternativas y complementarias, a menudo dependen de lo que aprenden sobre ellos a través de los medios de comunicación”, por lo que “los mensajes ambivalentes pueden causar confusión entre el público y dar lugar a que las personas confíen en estos estafadores de la salud y sus tratamientos, a la vez que desconfían de la comunidad científica y médica”.

Los investigadores concluyen afirmando que “una cobertura más rigurosa en los medios de comunicación de los aspectos fraudulentos de las charlatanerías podría ayudar a informar mejor al público y, en última instancia y a largo plazo, a reducir el sufrimiento en la sociedad”.

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8. Los oncólogos españoles piden acabar con el “espantoso limbo legal” de la homeopatía.

FUENTE: Redacción Médica

 

 

La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) ha solicitado la creación de un marco normativo para acabar con el “espantoso limbo legal” en el que se encuentran los “charlatanes” que se dedican a las pseudociencias como la homeopatía, según leemos en Redacción Médica. “La administración tiene una responsabilidad importante. No se puede amparar el limbo legal de los charlatanes que, ahora, están en la máxima impunidad”, ha aseverado el vicepresidente de SEOM, Álvaro Rodríguez-Lescure, durante la presentación del Congreso SEOM2018, que se ha celebrado recientemente en Madrid.

Rodríguez-Lescure recuerda que las pseudociencias se basan en cuestiones de “creencias y no de ciencia”, por lo que son “potencialmente muy peligrosas”, más aún si se tiene en cuenta que han habido muchos casos de pacientes que han abandonado los tratamientos médicos por estas terapias “totalmente inocuas”.

No culpabilizar al paciente

En este punto, Rodríguez-Lescure ha subrayado la importancia de no culpabilizar al enfermo que acude a estas terapias, ya que se encuentra en una situación de debilidad, especialmente cuando no tiene más opciones de tratamiento médico. “En esos casos es donde los charlatanes pueden calar y hacerles mucho daño”, ha avisado.

De la misma opinión se ha manifestado la presidenta de SEOM, Ruth Vera, quien ha recordado que el problema con las pseudoterapias “no es actual”, sino que los oncólogos llevan “muchos años” viendo a pacientes que han abandonado sus tratamientos por técnicas de imposición de manos o, incluso, por el 'reiki'. No obstante, ha destacado la importancia de que haya sido la sociedad la que esté sacando a la luz esta problemática porque, a su juicio, con estas movilizaciones de podrán “frenar” estas técnicas sin evidencia científica.

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9. La revista Discovery Dsalud, un peligroso medio de difusión de pseudoterapias.

FUENTE: El Español

 

 

Las reuniones con el extraterrestre debieron de tener lugar, sobre todo, entre julio y septiembre de 1994. José Antonio Campoy, director de la revista Discovery Dsalud, uno de los individuos que asegura que aquellos encuentros se produjeron con total normalidad, como quien queda por la tarde con un marciano para ver el partido de las cuatro, explica que estos se llevaron a cabo del siguiente modo: él y una serie de amigos se sentaban alrededor de una mesa tal que si aquello fuera una reunión normal en un día normal, como otro cualquiera, para jugar una partida a las cartas. Colocado en el centro, habían instalado un tablero de ouija, y encima de este un vaso de cristal de yogur. Pasaba el tiempo y, de repente, mediante este método con el que se dice que se puede contactar con los espíritus, Campoy dice que vio a un extraterrestre. Y que incluso mantuvo conversaciones con él.

La escena, tan surrealista e imaginaria como empíricamente indemostrable, aparece narrada en uno de los libros del protagonista. Por el módico precio de 30 euros, Campoy vende el volumen titulado Entrevista a un extraterrestre: Geenom. En sus casi 200 páginas, a las que ha tenido acceso El Español, Campoy reproduce esa supuesta conversación con este ser que es tan particular como hasta el momento indemostrable su existencia. Lo cuenta el periodista Brais Cedeira.

Todo resultaría una simple broma de no ser porque el libro está plagado de distintas proclamas que tratan de desacreditar los métodos validados científicamente para tratar las enfermedades. “Las enfermedades, el cáncer incluido, no son sino la consecuencia de posicionamientos mentales erróneos, en algunos casos transmisibles por vía genética. Debéis saber que son el rencor, la envidia, la soberbia o las actitudes despreciativas hacia los demás las que alteran la composición cromosómica y generan células cancerígenas”.

Este es el terreno en el que se mueve Campoy: niega la validez de la oncología como ciencia, y lo hace como el director de una de las revistas más polémicas de España. Descarta la existencia del virus del sida, dice que la quimioterapia no sirve para curar y recela de las vacunas. Todo ello desde su publicación, la cual dirige desde 1999. Su objetivo: generar incertidumbre y controversia en torno a la medicina convencional. Lo hace con portadas tales como la de su número 99, donde aparece bien grande, con letras azules mayúsculas, el siguiente mensaje: “¡No vacune a su hija!”.

Esta y otras soflamas -”No es ya que la quimioterapia no cure, ¡es que promueve el cáncer”, “El sistema sanitario mata por dinero y poder” o “Ébola, ¿otra falsa pandemia?”-aparecen de forma recurrente en las portadas, en los reportajes, en las noticias y en los editoriales de la revista. Esa es su línea editorial.

Denunciada ante fiscalía

José Antonio Campoy pasaría por ser uno más de los centenares de personajes que tratan de desacreditar los medios tradicionales de la medicina si no fuera porque tiene a mano una revista de tirada nacional: o sea, un megáfono con el que distribuye su mensaje tanto en papel como en formato digital. En 2007, en una entrevista con PR Noticias, aseguró que contaba con 312.000 lectores. Algo que no se ha podido comprobar.

En la actualidad, según ha podido saber El Español, Discovery DSalud no aparece incluida en los recuentos de la Oficina de Justificación de Difusión (OJD), uno de los medidores recomendados del mercado publicitario digital. “Quienes no se incluyen en el medidor es, normalmente, porque no les conviene”, dicen desde la empresa auditora de audiencias. Cuentan, sin embargo, con un canal de Youtube en el que están colgadas múltiples conferencias de la revista. Ahí se puede empezar a glosar el alcance de esta revista, al menos en el ámbito digital. Muchos de esos vídeos contienen más de 20.000 reproducciones.

El nombre de esta publicación ha aparecido en dos tragedias recientes relacionadas con pacientes que abandonan los tratamientos de quimioterapia. El año pasado, llegó a este periódico el caso de Mario Rodríguez, un joven que abandonó el tratamiento y acabó falleciendo. Recientemente, el diario El País publicaba la historia de una economista llamada Rosa Morillo, que decidió tratarse el cáncer con homeopatía. Ambos, tanto Mario como Rosa, conocían la revista: según el progenitor del joven, la madre de Mario era una ávida lectora de esta publicación, Rosa también lo era. Incluso había comprado los libros que edita la revista de Campoy. En ella, Rosa había visto que podía tratarse con dieta, suplementos vitamínicos y baños de sal marina. Tres años después de abandonar la quimioterapia y de abrazar los remedios homeopáticos, Rosa falleció. Tenía el cuerpo abrasado por la metástasis.

Las publicaciones de Campoy han sido ya denunciadas por colectivos como la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP) o la Organización Médica Colegial. En concreto, ésta última cuenta desde hace más de un año con un Observatorio contra las Pseudociencias que lleva meses recopilando en un interminable listado distintas páginas webs que promueven métodos para curar enfermedades que carecen de toda base científica. Esa lista será trasladada pronto a la Fiscalía. “En ella, Discovery Dsalud ocupa un puesto muy destacado”, explican a El Español desde el Observatorio.

El negocio de promover las pseudociencias

José Antonio Campoy Sanz-Orrio es licenciado en Periodismo. Entre los años 1993 y 1998 fue el director de la revista Más allá de la ciencia, una publicación mensual en la que se divagaba sobre esoterismo, ocultismo, ufología, historia o teorías de la conspiración. El curso siguiente comenzó a dirigir Discovery Dsalud.

20 años después de esto, Campoy gana un cierto dinero con la revista. Según ha podido saber El Español, como administrador único de la empresa editora, logró que la publicación obtuviese unos ingresos de 573.835 euros a lo largo de 2017. Tras hacer los balances financieros, el dato que sale es que Discovery Dsalud ganó 105.000 euros en ese mismo ejercicio. Por lo visto, decir que el VIH no existe, que la quimioterapia es una engañifa o que las vacunas son malas resulta, al final, enorme y lamentablemente rentable.

En la revista de Campoy se difunden mensajes tales como que la quimioterapia es “una absoluta estupidez porque no existe ningún producto quimioterápico que cure el cáncer o prevenga la metástasis a pesar de las falacias en tal sentido de los oncólogos”. Los textos de la publicación se propagan tanto de forma escrita como en la página web con la que cuenta desde hace dos décadas. Una suscripción al contenido digital o en papel cuesta 66 euros al año. A cambio, en ella se pueden leer publicaciones como la siguiente: “Millones de personas de personas mueren cada año a causa del cáncer porque ¡la quimioterapia y la radioterapia no funcionan!”. “Hay terapias mucho más eficaces que se ocultan”, dicen. La OMC denunció posteriormente esta publicidad que todavía hoy puede hallarse con facilidad a poco que uno bucee en internet.

En ese anuncio aparecen publicitados los dos libros de Campoy en los que ofrece (o eso dice él) la llave secreta hasta el momento no encontrada para hallar el tratamiento idóneo del cáncer. Sin embargo, él mismo admite que no es médico, doctor ni tampoco licenciado en disciplina científica alguna. Aun así, publicita en la página web algunos de sus propios libros en los que parece atesorar el remedio infalible para tratar del cáncer. El título de uno de ellos es bien claro: Cáncer, qué es, qué lo causa y cómo tratarlo. Está formado por dos tomos, el primero vale 45 euros y el segundo 40. En ambos ejemplares alude a todas aquellas nuevas medicinas como idóneas para el tratamiento de las enfermedades oncológicas. Eran estos los libros a los que gente como Rosa, tristemente fallecida, según sus familiares reconocen, tenían acceso.

“Habría que preguntarles a ellos acerca de si tuvieran un cáncer, ¿seguirían sus propias recomendaciones o se meterían en quimioterapia?”, lamentan desde la Asociación Española Contra el Cáncer. “Somos conscientes de que hay gente que está tratando de sacar beneficio, pero también hay que ser conscientes de que estas propuestas no tienen aval científico alguno. Solo pedimos que el paciente se informe bien y que vaya a sitios que tengan credibilidad”.

Un polémico consejo asesor

Tras la cara visible de la revista se encuentra un consejo editor o asesor integrado (entre otros) por algunos personajes que en los últimos años han sido detenidos o han estado implicados en este tipo de asuntos. Un ejemplo es la doctora Almudena Ramón Cueto, detenida recientemente y a la que acusan de estafa agravada y de delitos contra la salud pública contra, al menos, más de cien personas.

Entre ellos está también José Ramón Llorente, el especialista que fue denunciado por el padre del joven Mario después de su fallecimiento. Fue supuestamente él quien recomendó al joven tratarse el cáncer con vitaminas, a través de diversas publicaciones que tiene en la revista en ese sentido. El caso sigue en los juzgados. El padre de Mario ha recurrido la decisión de la Audiencia Provincial de absolver a Llorente de su responsabilidad en la muerte del joven.

Muchos de los miembros que pertenecen al órgano asesor de la revista practican o son partidarios de la nueva medicina germánica, una peligrosa técnica calificada de secta destructiva en varios países. Todos ellos son seguidores de un tal Ryke Hamer. Hoy ya muerto, Hamer fue condenado y expulsado de la medicina en varios países por los métodos que promovía. Pero eso a Campoy no parece importarle, todo lo contrario: la figura del policondenado Hamer le parece objeto de loa, por lo que no pierde ocasión en pedir para él toda clase de honores y para resaltar las injusticias que se hicieron con él. Incluso, llega a escribir la revista, lo propone para el premio Nobel. Quizá por eso, durante un tiempo, perteneció al consejo asesor de la revista.

Todos ellos son conocidos por rechazar la medicina convencional y por abrazar sin problema tesis conspiranoicas relacionadas con el negacionismo del VIH, por ejemplo. Y eso luego queda reflejado sin demostración empírica ni científica en las páginas de la publicación. Con su revista, Campoy ha logrado difundir una sarta infinita de improperios contra la salud y contra la medicina. “Los niños no vacunados gozan de mejor salud que los vacunados”, “las vacunas no son eficaces ni seguras” o “la existencia del virus del sarampión nunca se ha demostrado”.

Campoy hace, como hemos visto, negocio con la empresa editora de la revista, Ediciones MK3. Se trata de algo innegable. Sin embargo, también lo hace con una engañosa firma de nombre pomposo que él mismo creó años atrás. La World Associations for Cancer Research (WACR), una asociación que cuenta con el mismo domicilio social que la editora de la revista. Se encuentran en el mismo lugar. Trabajan desde el mismo sitio. En el año 2005, según ha podido saber El Español, resulta que se amplió el objeto social de esta empresa. Pasó a ser también la producción, elaboración, financiación, comercialización y distribución de complementos alimenticios y productos dietéticos.

Tiempo después de este cambio de denominación social, la Asociación Española Contra el Cáncer, ante los alarmantes mensajes de la revista, emitió un inequívoco comunicado denunciándoles por hacer publicidad de tratamientos alternativos a la medicina convencional y general. Son muchas las aristas de la revista de Campoy, pero sin duda queda mucho más claro cuál es su objetivo con la revista que más denigra al mundo de la medicina en España. Lo hace sin pedir perdón ni permiso.

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10. Los homeópatas españoles se defienden ante las críticas crecientes.

FUENTE: Varios medios

 

 

“Somos médicos y conocemos la medicina tradicional, hemos estudiado”, se defiende Alberto Sacristán, presidente de la Asamblea Nacional de Homeopatía y de la Sociedad Española de Medicina Homeopática, de una misiva firmada el pasado mes de septiembre por cientos de científicos españoles que piden que se actúe contra la “pseudociencia que mata”. Lo leemos en Euronews, en un artículo escrito por Marta Rodríguez Martínez.

Promovida por la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APEPT), la carta se dirige a la ministra de Sanidad de España, Luisa Carcedo, y surge tras la publicación de un artículo en el diario español El País sobre una paciente de cáncer que murió tras abandonar la terapia de quimioterapia a favor de “pseudoterapias”. “Actualmente ya hay estudios que han demostrado que aquellos seguidores de terapias complementarias aumentan en un 470% su riesgo de morir en caso de pacientes oncológicos”, explica a Euronews Elena Campos, presidenta de la APEPT.

Los médicos homeópatas “no retiramos tratamientos oncológicos, y en general podríamos decir ningún tratamiento prescrito por un compañero, antes de hacerlo se habla con el compañero”, asegura a Euronews Sacristán, cuyos pacientes, explica, “están indignados” con la reciente polémica y con la carta que les hace sentir “insultados” y tratados de “analfabetos”. “La investigación no es blanco o negro, todos los medicamentos tienen estudios a favor y en contra y estudios que no son concluyentes, con la homeopatía pasa lo mismo”, añade.

Sacristán explica que la homeopatía no es “pseudociencia”, ni ciencia, sino “una opción terapéutica, igual que prescribir ejercicios” de la que se pueden beneficiar los pacientes oncológicos para reducir los efectos secundarios de tratamientos como la quimioterapia o la radioterapia o para combatir trastornos como la ansiedad o el insomnio, comunes tras el diagnóstico. “Los pacientes que utilizan homeopatía en un tratamiento oncológico tienen un grado de satisfacción muy alto”, asegura Sacristán. “No voy a prescribirles algo contraproducente porque ese paciente no volvería a verme, me denunciaría”.

Mario, en el centro de la polémica

Uno de los casos que más discusiones ha generado en torno a quien tiene responsabilidad en el abandono de las terapias tradicionales es el de Mario Rodríguez, un joven de 21 años con leucemia que decidió dejar la quimioterapia y falleció en 2013. Cuando tomó esa decisión, Mario estaba siendo tratado por un curandero, José Ramón Llorente, que, según su familia, prometió curarle con “con medicina naturista y ortomolecular”. El Juzgado de lo Penal número 10 de Valencia absolvió a Llorente de los delitos de intrusismo y homicidio y consideró que la decisión de Mario de no seguir el tratamiento médico tradicional fue “libre y consciente”.

“Ponen el ejemplo de un paciente que no ha sido valorado por un médico y no ha sido tratado con homeopatía”, señala Sacristán en referencia al mediático caso. “Engloban a muchos profesionales que nada tienen que ver con la homeopatía”. Para este médico homeópata existen puntos en común con los firmantes de la carta que demoniza su práctica: “Hay que hacer una regulación más estricta” contra el “intrusismo profesional”, indica.

“Efectos secundarios mínimos y máximos resultados”

La presidenta de la Sociedad Murciana de Homeopatía, la doctora Ana María Gálvez Mirón, considera que “es inadmisible que, desde el desconocimiento, se pretenda manipular a la opinión pública presentando como peligrosas unas terapias que, precisamente, se caracterizan por tener mínimos efectos adversos secundarios y máximos resultados”. Es la respuesta de esta médico murciana –que preside una asociación constituida por más de 50 miembros– ante el manifiesto impulsado por la Asociación para Proteger a los Enfermos de Terapias Pseudocientíficas (APETP) y respaldado por un millar de médicos, científicos e investigadores españoles. Lo leemos en La Opinión de Murcia.

A juicio de Gálvez, “no hay una pérdida de oportunidad terapéutica, como quieren hacer creer sus detractores, ya que la mayoría de los pacientes que buscan las terapias complementarias acuden porque no han encontrado solución en la medicina convencional”. Y añade: “Las terapias complementarias curan a miles de pacientes. Por eso deben ser practicadas por profesionales sanitarios, adecuadamente formados. Las universidades y los colegios profesionales tienen el deber de respaldar y fomentar todas aquellas terapias que puedan curar o aliviar el sufrimiento de los pacientes”.

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La RIES es una red de expertos y estudiosos católicos sobre el fenómeno sectario y la nueva religiosidad, presentes en España y Latinoamérica, y abarcando las zonas lusoparlantes. Pretende ofrecer, también con este boletín informativo, un servicio a la Iglesia y a toda la sociedad. La RIES no se responsabiliza de las noticias procedentes de otras fuentes, que se citan en el momento debido. La RIES autoriza la reproducción de este material, citando su procedencia.