Vaticano

 

El Prefecto de la Comunicación del Vaticano resalta tres ideas del Papa sobre la Virgen: Paciencia, estupor e inquietud

 

Paolo Ruffini ha presentado en Madrid el libro “Ave María”, un diálogo entre Francisco y el capellán de la cárcel de Padua sobre esta oración universal

 

 

06/11/18


 

 

Paolo Ruffini, el primer laico en ser nombrado Prefecto del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede (algo así como el ministro del Vaticano) ha presentado en la Universidad de Comillas de Madrid el libro “Ave María” un diálogo entre Marco Pozza, teólogo y capellán de la cárcel de Padua y el Papa Francisco, publicado por Romana Editorial.

En este libro, el Papa comenta la oración del Ave María. Según la editorial, se trata de una obra clave del Papa Francisco dedicada a la Virgen María, en la que el Santo Padre comenta cada verso de la oración.

 

El Papa Francisco y el demonio

Durante la presentación, a la que acudió Religión Confidencial, el capellán Marco Pozza, resaltó también que este libro reúne la periferia más extrema y el centro de la Iglesia, el Papa, que debe salvaguardar la Doctrina sin perder la frescura de la periferia. “No se trata de una entrevista al Papa. La mayoría de los libros de Francisco son conversaciones, él quiere entrar dentro de las almas”.

Por otra parte, Pozza indicó que Francisco ha sido uno de los últimos papas que más ha hablado del maligno. “Ha tenido el coraje de enfrentarse a la presencia de satanás. Subrayo esto porque en el mes de octubre nos ha invitado a rezar el rosario, a rezar a María para que el demonio no actúe dentro de la Iglesia. El Papa tiene el coraje de hablar en voz alta de satanás, que no es una teoría es una presencia”.

Así, en el libro se recuerda el pasaje evangélico “Una mujer te pisará la cabeza”, aludiendo al demonio. “La Virgen siempre vence a satanás, tenemos la ayuda de esta gran mujer. Este libro es una forma de ayuda para dar a conocer su magisterio”, señaló el autor.

 

Ruffini y “la oración viva”

Por su parte Paolo Ruffini, prefecto del Dicasterio de la Comunicación del Vaticano, inició su presentación indicando que el libro nace de un encuentro “una comunicación de unidad que devuelve a la oración la importancia que tiene, porque la oración es una relación viva”.

En su opinión, uno de los riesgos de nuestro tiempo es construir una comunidad equivocada, poniendo a Dios a un lado y centrando la mirada en nosotros mismos y no en los demás: “Esto divide nuestra oración. Enseñar a rezar es dar testimonio de un encuentro, es hacer como lo hizo María que siempre confío y espero Dios”.

Respecto al libro, resaltó tres palabras en las que incide el Papa sobre la Virgen y que le habían llamado especialmente la atención. Una es la “paciencia, saber esperar cuando Dios calla. Hay que esperar siempre en la bondad de Dios, aunque no le entendamos”.

 

Del estupor a la entrega

La segunda palabra se refiere al estupor de María: “La Virgen estaba haciendo proyectos sobre su futuro y haciendo oración, Dios le anuncia algo muy grande. María pasa del estupor a la entrega. El estupor, según Francisco una característica que no se encuentra mucho en el mercado, es ni más ni menos que la capacidad de asombrarse. Hay gente que es indiferente hacia la belleza de la verdad”.

Por último, indicó que la palabra inquietud de la Virgen, es algo que “enseña a los que hacemos comunicación. No se puede entender la santidad sin la inquietud, y la Virgen siempre se fío de Dios”.

 

La emoción especial de Osoro

El cardenal Carlos Osoro también analizó el libro durante la presentación y confesó haber sentido una “emoción especial. Es como un musical y las notas son la misma Virgen. El Papa, en el libro, explica que María es la obra maestra del Padre”.

También detalló algunas ideas del libro sobre la Virgen, como la recreación, su secreto, el miedo, la normalidad, la orfandad y la ternura: “La ternura es el gran escándalo de la santidad, porque pone en el centro a quien tiene que estar, que es Dios mismo. La Virgen es la mejor pastilla para tener salud, esperanza, alegría y vida”.