Servicio diario - 07 de noviembre de 2018


 

"No robar": "El Señor nos llama a ser administradores responsables de su Providencia"
Rosa Die Alcolea

Audiencia general, 7 noviembre 2018 — Catequesis completa
Rosa Die Alcolea

Paraguay: Mons. Adalberto Martínez Flores, nuevo Presidente de la Conferencia Episcopal
Rosa Die Alcolea

Dedicación de la Basílica de Letrán: "Rezad por mí para que confirme siempre a los hermanos en la fe"
Rosa Die Alcolea

México: Fallece Mons. José Fortunato Álvarez Valdez, Obispo de Gómez Palacio
Redacción

Segundo coloquio Cristiano-Taoísta: Crisis actual de la ética y esperanzas para el mañana
Redacción

Mons. Felipe Arizmendi: "Creo en la Iglesia y la amo"
Felipe Arizmendi Esquivel

Beato Juan Duns Scoto, 8 de noviembre
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

07/11/2018-11:38
Rosa Die Alcolea

"No robar": "El Señor nos llama a ser administradores responsables de su Providencia"

(ZENIT – 7 nov. 2018).- “En sentido positivo, «no robarás» significa que el Señor nos llama a ser administradores responsables de su Providencia, a aprender a multiplicar con creatividad los bienes que poseemos para usarlos con generosidad en favor de nuestro prójimo, y de este modo crecer en la caridad y en la libertad”, ha predicado el Santo Padre esta mañana en la audiencia general.

Esta mañana, a las 9:30 horas, el Santo Padre ha encontrado en la Plaza de San Pedro a miles de peregrinos y fieles de Italia y de otros muchos países, y ha ofrecido una catequesis dedicada al 7º mandamiento: “No robarás”, a la luz del pasaje bíblico de la Primera carta de San Pablo apóstol a Timoteo 6, 7-10), siguiendo su ciclo de reflexiones sobre los mandamientos en la audiencia general.

La propiedad, muy en especial cuando afecta los recursos naturales, “debe estar siempre al servicio de las necesidades de los pueblos”, ha matizado el Papa. “No podemos considerarnos dueños absolutos de las cosas”.

Y ha añadido que el mundo “es rico en recursos” para asegurar a todos el “acceso a los bienes fundamentales”; sin embargo, muchos viven en una situación de “pobreza escandalosa”. Y los recursos naturales mal usados, se van deteriorando y destruyendo, ha advertido.

 

Destino universal de los bienes

La sabiduría cristiana nos dice que, por voluntad divina, “los frutos de la creación están destinados a todo el género humano” –ha especificado–. El destino universal de los bienes y su distribución justa es “anterior” al derecho a la propiedad privada, que debe estar “en función de las necesidades primarias del hombre”.

Asimismo, Francisco ha reflexionado sobre el contexto social del 7º mandamiento: “Lo primero que nos viene a la mente es el tema de la sustracción o retención ilícita de los bienes ajenos, y el debido respeto a la propiedad de los demás. En toda cultura, robar es inaceptable, pues todas defienden el derecho a poseer bienes”.

Tras resumir su discurso en diversas lenguas, el Santo Padre ha saludado en particular a los grupos de fieles presentes procedentes de todo el mundo.

La audiencia general ha terminado con el canto del  Pater Noster y la bendición apostólica.

 

 

 

07/11/2018-12:18
Rosa Die Alcolea

Audiencia general, 7 noviembre 2018 —Catequesis completa

(ZENIT – 7 nov. 2018).- “Lo que nos hace ricos no son los bienes sino el amor”, ha indicado el Papa Francisco esta mañana, en la audiencia general celebrada a las 9:30 horas en la Plaza de San Pedro, antes miles de peregrinos y fieles de Italia y de todo el mundo.

El Santo Padre, continuando el ciclo de catequesis sobre los mandamientos ha hablado del séptimo mandamiento: “No robarás” a la luz del pasaje bíblico de la Primera carta de San Pablo apóstol a Timoteo 6, 7-10).

En la doctrina social de la Iglesia se habla del destino universal de los bienes. “¿Qué significa esto?”, ha planteado Francisco. El Catecismo dice: “El destino universal de los bienes continúa siendo primordial, aunque la promoción del bien común exija el respeto de la propiedad privada, de su derecho y de su ejercicio”.

El Papa advierte de que empieza por “el amor al dinero”, la “fama que hay que poseer”; luego llega la vanidad: “Ah, soy rico y presumo de ello”; y al final, el “orgullo” y la “soberbia”. Así actúa el diablo en nosotros.

Si no puedo dar algo, es porque eso me posee, “tiene poder sobre mí y me esclaviza”, ha señalado el Pontífice. La posesión de los bienes es una “oportunidad para multiplicarlos con creatividad y usarlos con generosidad, y así crecer en amor y libertad”.

«No robarás» significa: ama con tus bienes, aprovecha tus medios para amar como puedas. Entonces tu vida será buena y la posesión se convertirá verdaderamente en un don. Porque la vida no es el tiempo de poseer sino de amar, ha comentado Francisco.

RD

A continuación, ofrecemos el texto de la catequesis traducida al español por la Oficina de Prensa del Vaticano.

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Catequesis del Papa Francisco

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Continuando con la explicación del Decálogo, hoy llegamos a la Séptima Palabra: “No robarás”. Al escuchar este mandamiento, pensamos en el robo y el respeto por la propiedad de otros. No hay cultura en la que el robo y el abuso de bienes sean lícitos; en efecto,  la sensibilidad humana es muy susceptible por lo que respecta a la defensa de la posesión.

Pero vale la pena abrirnos a una lectura más amplia de esta Palabra, centrándonos en el tema de la propiedad de los bienes a la luz de la sabiduría cristiana.

En la doctrina social de la Iglesia se habla del destino universal de los bienes. ¿Qué significa esto? Escuchemos lo que dice el Catecismo: “Al comienzo Dios confió la tierra y sus recursos a la administración común de la humanidad para que tuviera cuidado de ellos, los dominara mediante su trabajo y se beneficiara de sus frutos (cf. Gen 1, 26-29). Los bienes de la creación están destinados a todo el género humano “(No. 2402). Y nuevamente: “El destino universal de los bienes continúa siendo primordial, aunque la promoción del bien común exija el respeto de la propiedad privada, de su derecho y de su ejercicio”. (No. 2403). [1]

La Providencia, sin embargo, no ha organizado un mundo en “serie”, existen diferencias, condiciones diversas, culturas distintas, por lo que se puede vivir ayudándose unos a otros. El mundo es rico en recursos para asegurar a todos los bienes primarios. Sin embargo, muchos viven en una situación de pobreza escandalosa y los recursos naturales, mal utilizados, se van deteriorando. ¡Pero el mundo es uno solo! ¡La humanidad es solo una! [2] La riqueza del mundo, hoy, está en manos de una minoría, de pocos, y la pobreza, todavía más, la miseria y el sufrimiento, de tantos, de la mayoría.

Si hay hambre en la tierra, ¡no es porque falten alimentos! De hecho las necesidades del mercado a veces llevan a destruirlos, a tirarlos. Lo que falta es una iniciativa empresarial libre y con visión de futuro, que garantice una producción adecuada y un enfoque solidario que asegure una distribución equitativa. El Catecismo también dice: “El hombre, al servirse de esos bienes, debe considerar las cosas externas que posee legítimamente no sólo como suyas, sino también como comunes, en el sentido de que puedan aprovechar no sólo a él, sino también a los demás” ( Nº 2404). Toda riqueza, para ser buena, debe tener una dimensión social.

En esta perspectiva, aparece el significado positivo y amplio del mandamiento No robarás. “La propiedad de un bien hace de su dueño un  administrador de la  providencia” (ibíd.).  Nadie es dueño absoluto de los bienes: es un administrador de los bienes. La posesión es una responsabilidad: “Pero yo soy rico de todo…” – esta es una responsabilidad que tienes-. Y todo bien sustraído a la lógica de la Providencia de Dios es traicionado, traicionado, en su sentido más profundo. Lo que poseo realmente es lo que sé dar. Esta es la medida para saber si administro bien o mal las riquezas; esta palabra es importante: lo que realmente poseo es lo que sé dar. Si yo sé dar, si estoy abierto, entonces soy rico, no solamente de lo que poseo, sino también de generosidad, generosidad también como un deber de dar riqueza para que todos participen de ella. De hecho, si no puedo dar algo, es porque eso me posee, tiene poder sobre mí y me esclaviza. La posesión de los bienes es una oportunidad para multiplicarlos con creatividad y usarlos con generosidad, y así crecer en amor y libertad.

Cristo mismo, a pesar de ser Dios, “no retuvo ávidamente el ser igual a Dios, sino que se despojó de sí mimo” (Fil. 2: 6-7) y nos enriqueció con su pobreza (cf. 2 Co 8,9).

Mientras la humanidad se afana por tener más, Dios la redime haciéndose pobre: ​​ese Hombre Crucificado ha pagado por todos un rescate inestimable por parte de Dios Padre, “rico en misericordia” (Ef. 2, 4, ver St.5, 11). Lo que nos hace ricos no son los bienes sino el amor. Muchas veces hemos escuchado lo que dice el Pueblo de Dios: “El diablo se cuela por los bolsillos”. Se empieza por el amor al dinero, la fama que hay que poseer; luego llega la vanidad: “Ah, soy rico y presumo de ello”; y al final, el orgullo y la soberbia. Así actúa el diablo en nosotros. Pero la puerta son los bolsillos.

Queridos hermanos y hermanas, una vez más Jesucristo nos revela el pleno sentido de las Escrituras. «No robarás» significa: ama con tus bienes, aprovecha tus medios para amar como puedas. Entonces tu vida será buena y la posesión se convertirá verdaderamente en un don. Porque la vida no es el tiempo de poseer sino de amar. Gracias


___________________

[1] Ver Enc. Laudato si ‘, 67: ” Cada comunidad puede tomar de la bondad de la tierra lo que necesita para su supervivencia, pero también tiene el deber de protegerla y de garantizar la continuidad de su fertilidad para las generaciones futuras. Porque, en definitiva, «la tierra es del Señor » (Sal 24,1), a él pertenece « la tierra y cuanto hay en ella » (Dt. 10,14). Por eso, Dios niega toda pretensión de propiedad absoluta: « La tierra no puede venderse a perpetuidad, porque la tierra es mía, y vosotros sois forasteros y huéspedes en mi tierra » (Lev, 25 33)

[2] Ce. San Pablo VI, Enc. Populorum progressio, 17: “Pero cada uno de los hombres es miembro de la sociedad, pertenece a la humanidad entera. Y no es solamente este o aquel hombre sino que todos los hombres están llamados a este desarrollo pleno.. […]Herederos de generaciones pasadas y beneficiándonos del trabajo de nuestros contemporáneos, estamos obligados para con todos y no podemos desinteresarnos de los que vendrán a aumentar todavía más el círculo de la familia humana. La solidaridad universal, que es un hecho y un beneficio para todos, es también un deber”.

 

© Librería Editorial Vaticano

 

 

 

07/11/2018-17:26
Rosa Die Alcolea

Paraguay: Mons. Adalberto Martínez Flores, nuevo Presidente de la Conferencia Episcopal

(ZENIT — 7 nov. 2018).- Los obispos de Paraguay eligieron a las autoridades que dirigirán la Conferencia Episcopal Paraguaya en el período 2018-2021, en el contexto de la Asamblea número 219.

En la sesión de ayer, 6 de noviembre de 2018, después del rezo del Laudes y el desayuno pasaron a la sala de reunión para elegir a los nuevos mandatarios.

Monseñor Adalberto Martínez Flores, fue elegido como Presidente. Es Obispo de Villarrica y Administrador Apostólico de la Diócesis de las FF.AA y Policía Nacional.

Como Vicepresidente resultó elegido Monseñor Pierre Jubinville, obispo de San Pedro, y Secretario General a Monseñor Amancio Benítez, Obispo de Benjamín Aceval.

Del mismo modo, Celso Torres Peralta fue nombrado Secretario General Adjunto y Monseñor Francisco Pistilli, Obispo de Encarnación salió elegido para tesorero.

 

Otros nombramientos

En estos momentos continúan eligiendo a obispos responsables del Consejo Episcopal Permanente, Delegados ante el Consejo Episcopal Permanente (CELAM), Comisión Episcopal Doctrinal, Comisión Episcopal de Liturgia, Comisión Episcopal de Pastoral, Comisión Episcopal para el Seminario Mayor Nacional, Comisión Episcopal de Animación Misionera, Comisión Episcopal de Pastoral Social, Comisión Episcopal de Bienes Culturales de la Iglesia.

Los obispos reunidos en Asamblea piden al pueblo católico y a las personas de bien rezar por este encuentro y por las autoridades electas para dirigir la Iglesia católica paraguaya.

Durante la sesión de esta tarde, los obispos se trasladaran hasta el Seminario Mayor Nacional (Monseñor Moleón Andreu c/Pizarro) para escuchar la presentación del Rector Cristino Bonher y otras autoridades sobre las actividades del SMN y la Facultad Eclesiástica.

 

 

07/11/2018-12:31
Rosa Die Alcolea

Dedicación de la Basílica de Letrán: "Rezad por mí para que confirme siempre a los hermanos en la fe"

(ZENIT — 7 nov. 2018).- Ante la fiesta de la Dedicación de la Basílica de Letrán, catedral del obispo de Roma, catedral del Papa, el Santo Padre ha pedido en la audiencia general que recen por él para "confirme siempre a los hermanos en la fe".

Han sido unas palabras dirigidas a los jóvenes, ancianos, enfermos y recién casados que han participado en la audiencia general, celebrada esta mañana, 7 de noviembre de 2018, en la Plaza de San Pedro, en la que el Papa ha hablado del 7° mandamientos, "No matarás".

 

 

07/11/2018-17:07
Redacción

México: Fallece Mons. José Fortunato Álvarez Valdez, Obispo de Gómez Palacio

(ZENIT — 7 nov. 2018).- La Conferencia del Episcopado Mexicano ha comunicado hoy, 7 de noviembre de 2018, el fallecimiento de Mons. José Fortunato Álvarez Valdez, segundo Obispo de la Diócesis de Gómez Palacio.

El Secretario General de la CEM, Mons. Alfonso Gerardo Miranda Guardiola, Obispo Auxiliar de Monterrey, firma el comunicado dirigido a los obispos de México, en el que señala la "dura batalla y frágil estado" del prelado Álvarez Valdez, a quien "hoy el Señor en los primeros minutos de este día lo ha llamado a vivir en su pascua eterna".

"Desde nuestra fe en la resurrección, ponemos nuestra esperanza en el Buen Pastor, Jesucristo, quien lo ha llevado a reposar a los verdes campos y praderas de la eternidad junto a Él. Nos unimos al dolor de esta hermana diócesis, a su familia, a los sacerdotes, miembros de la vida consagrada y fieles, manteniéndonos unidos en la oración y en la Eucaristía", afirma el Secretario General del Episcopado de México.

"Le ruego encomendar su alma a Dios, ofreciendo 3 misas por su eterno descanso. Nuestra Señora de Guadalupe, lo auxilie, lo acompañe y lo lleve al cielo. Confiamos el cuerpo y alma de nuestro hermano obispo a la misericordia de Dios".

 

Mons. José Fortunato Álvarez Valdez

Nació en la ciudad de Mexicali, B.C. el 8 de noviembre de 1967. Es el tercero de cinco hijos que forman la familia del Sr. José Fortunato Álvarez Enríquez y la Sra. Gloria del Carmen Valdez de Álvarez.

Fue bautizado y confirmado de manos del primer Obispo de Mexicali, Excmo. Sr. Don Manuel Pérez Gil y González, el 9 de noviembre de ese mismo año.

Sus estudios de primaria fueron realizados en el Instituto Félix de Jesús Rougier. La Secundaria en el Instituto Valle de Mexicali, Extensión Seminario Menor. La Preparatoria en el Instituto Salvatierra de la ciudad de Mexicali.

Egresado en 1989 de la carrera de Licenciado en Derecho por la Universidad Iberoamericana Plantel Noroeste, en Tijuana, B.C. En 1993 ingresa al Seminario Mayor, haciendo sus estudios de Filosofía en la Universidad Pontificia de México. De 1994 a 1998 hace los estudios de Teología en el Seminario Mayor de Mexicali.

Recibió el Orden del diaconado el 18 de diciembre de 1997. Recibió el Orden sacerdotal de manos del tercer Obispo de Mexicali, José Isidro Guerrero Macías, el 31 de mayo de 1998 en la ciudad de Mexicali.

Secretario Canciller de 1998 al 2003, años en los que tuvo varios encargos diocesanos: encargado de Pastoral Vocacional (1998-2000), Capellán del Asilo de Ancianos "Villa San Francisco" (1998-2001), Vicario en Catedral de Ntra. Señora de Guadalupe (2001¬2003).

Profesor en el Seminario Diocesano desde 1998 a la fecha, impartiendo diversas materias como Patrología, Cristología, Administración Parroquial, Filosofía del Derecho y Latín.

Párroco de Ntra. Sra. De la Medalla Milagrosa en Mexicali de 2003 al 2005.

Obtuvo la Licenciatura en Teología y Ciencias Patrísticas en el Instituto Patrístico Agustinianum en la ciudad de Roma, de 2005 al 2008.

Pro-Vicario General de la Diócesis de Mexicali de 2008 a enero de 2012. Nuevamente Secretario Canciller de la Diócesis de Mexicali de 2012 a la fecha. Párroco de Ntra. Sra. Del Perpetuo Socorro en Mexicali, del 15 de enero de 2012 a la fecha.

Nombrado por Su Santidad Francisco, Obispo de Gómez Palacio, el 30 de diciembre de 2015. Ordenación Episcopal y Toma de posesión el 16 de marzo del 2016.

El 7 noviembre del 2018 fue llamado a la Casa del Padre, Descanse en Paz.

 

 

07/11/2018-17:18
Redacción

Segundo coloquio Cristiano-Taoísta: Crisis actual de la ética y esperanzas para el mañana

(ZENIT — 7 nov. 2018). El Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso ha publicado la declaración final del Segundo coloquio Cristiano-Taoísta, celebrado del 5 al 7 de noviembre de 2018, en el Centro Father J.M Beurel, en la Catedral del Buen Pastor, en Singapur.

El primer coloquio tuvo lugar del 15 al 16 de octubre de 2016 en el templo Baoan de Taipei. El Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso publicó el 17 de octubre de 2016 la declaración final de la Conferencia Internacional "Buscar la verdad juntos: diálogo entre cristianos y taoístas".

A continuación, sigue el texto completo de la declaración final.

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Declaración final

1. El Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso (PCDI), la archidiócesis católica de Singapur y la Federación Taoísta de Singapur (TFS) han organizado conjuntamente el Segundo Coloquio Cristiano-Taoísta en Singapur del 5 al 7 de noviembre de 2018. El tema del Coloquio ha sido "Ética cristiana y taoísta en el diálogo". Setenta académicos y practicantes del diálogo interreligioso, cristianos y taoístas, principalmente de Singapur, pero también de China, Francia, Corea del Sur, Malasia, Suiza, Taiwán y el Vaticano, participaron en este evento. Entre los participantes se encontraba un representante de la Federación de Conferencias Episcopales de Asia y otro del Consejo Mundial de Iglesias.

2. El Sr. Tan Thiam Lye, Presidente de la TFS, pronunció el discurso de bienvenida y diversos representantes dirigieron palabras de saludo. El obispo Miguel Ángel Ayuso Guixot, Secretario del PCDI, pronunció el discurso de apertura.

3. El coloquio se centró en los siguientes temas: Crisis actual de la ética y esperanzas para el mañana; Respuestas taoístas y cristianas a la crisis ética; Instituciones sociales y transformación de las personas humanas; Desarrollo espiritual y cultivo de la persona; La ética global y la interdependencia de todos los seres humanos; Fomentar una sociedad unida y armoniosa; y orientaciones emergentes para el futuro compromiso cristiano-taoísta. El programa también incluyó visitas culturales e interreligiosas al templo taoísta Kew Ong Yah, a la iglesia católica de la Transfiguración y a la Galería Harmony in Diversity.

4. Inspirados por nuestros intercambios espirituales e interdisciplinarios, los participantes acordamos lo siguiente:

a. Reconocemos que el Segundo coloquio cristiano-taoísta ha ayudado a fortalecer nuestros lazos de amistad y a nutrir nuestro deseo de una mayor colaboración.

b. Compartimos nuestras preocupaciones y esperanzas para el futuro.

c. Afirmamos, debido a las enseñanzas éticas fundamentales de nuestras tradiciones religiosas de hacer el bien y evitar el mal, que nadie puede escapar a la responsabilidad moral de transformar estructuras sociales, económicas, políticas, culturales, religiosas y legales injustas.

d. Reconocemos que la crisis ética actual requiere un redescubrimiento de valores universales basados ??en la justicia social, la ecología integral y la dignidad de la vida humana en cada etapa y circunstancia. Por lo tanto, la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) sigue siendo una expresión fundamental compartida de la conciencia humana para nuestros tiempos y ofrece una base sólida para promover un mundo más justo.

e. Creemos en la capacidad de nuestras tradiciones religiosas para inspirar una respuesta multifacética a los desafíos de nuestros tiempos. Por lo tanto, es necesario mejorar los métodos de comunicación de nuestras tradiciones e historias en un idioma que sea fácilmente comprensible.

f. Creemos que las familias, las instituciones educativas y las comunidades religiosas son lugares de formación moral y espiritual donde los jóvenes de hoy pueden aprender a dar forma al mundo de mañana para convertirlo en un lugar mejor.

g. Hemos visto que los intercambios interpersonales y académicos entre nuestras tradiciones religiosas han hecho posible que trabajásemos juntos para crear los marcos éticos necesarios para el bien común de esta generación y de las futuras.

Los participantes expresan su gratitud a las instituciones y a todas las personas por la cálida hospitalidad, el apoyo y la amistad que han experimentado.

 

 

07/11/2018-12:40
Felipe Arizmendi Esquivel

Mons. Felipe Arizmendi: "Creo en la Iglesia y la amo"

+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo Emérito de San Cristóbal de Las Casas

 

VER

Son muy vergonzosos y dolorosos los casos de pederastia clerical, de infidelidades al celibato, divisiones internas, corrupción económica, aburguesamiento y mundanidad, clericalismo, pasividad pastoral, etc. Nos taladran el corazón no sólo los casos que se ventilan en los medios informativos, sino los que se viven aun en lo secreto de las conciencias y en la vida ordinaria de las comunidades. Son una contradicción con nuestra fe y con nuestra identidad y misión. Muchas personas, por culpa nuestra, se alejan no sólo de la Iglesia, sino de Dios mismo.

En Chiapas, donde el porcentaje de católicos es el más bajo del país (el 58%), lo más preocupante no es el 27% de muy variadas y contrastantes denominaciones protestantes, sino el 12% que declararon en el censo de 2010 que no tienen religión. Muchos de ellos fueron católicos, pero se alejaron, en variados casos, por el mal trato de un sacerdote, por tantos requisitos que se ponen para recibir sacramentos, sin darles una explicación adecuada, o por nuestro abandono pastoral. Se fueron a una congregación evangélica, pero descubren que también allí hay deficiencias de los pastores y de los congregantes; luego se van a otra, y quizá a otra más, pero como en todas partes advierten fallas y pecados, deciden quedarse sin religión. Ciertamente es por su muy escasa formación religiosa, pero no podemos negar que nuestros antitestimonios alejan a muchos de las iglesias y de las religiones.

 

PENSAR

En la última sesión del pasado Sínodo de los Obispos, que trató sobre los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional, el Papa Francisco expresó:

"Pienso en nuestra Madre, la Santa Madre Iglesia. Nuestra Madre es santa, pero los hijos son pecadores. Y no olvidemos aquella expresión de los Padres, la 'casta meretrix, la Iglesia santa, la Madre santa, con hijos pecadores. A causa de nuestros pecados, está siempre el gran 'acusador' que anda merodeando, vagando, buscando a quién acusar, y en este momento nos está acusando con fuerza, y esta acusación se transforma también en una persecución. Hay dos tipos de persecuciones constantes de ensuciar a la Iglesia. Pero a la Iglesia no hay que ensuciarla. Los hijos somos todos sucios, pero la Madre no lo es. Y en este momento tenemos que defender a la Madre, y a la Madre la defendemos del gran 'acusador' con la oración y la penitencia. Se trata de un momento difícil, porque el 'acusador, por medio de nosotros, ataca a la Madre, y a la Madre no se le toca" (27-X-2018).

Los obispos mexicanos, en nuestro Proyecto Global de Pastoral 2031+2033, en varios momentos manifestamos la necesidad de una conversión en nuestra vida y en nuestra pastoral:

"Somos conscientes que es fundamental descubrir que ante esta realidad que nos desafía y cuestiona, a todos nos toca recomenzar desde Cristo. Partir de este encuentro personal y transformador de cada creyente con Jesús en su vida, que abre un auténtico proceso de conversión, comunión y solidaridad" (No. 85).

"Como pastores de esta porción del Pueblo de Dios, consideramos que toda esta realidad expresada y reconocida nos hace conscientes de los grandes desafíos que tenemos en la Iglesia y en México, a corto, mediano y largo plazo. Al discernir conjuntamente estas realidades complejas tenemos que hacer un análisis diferenciado, pues no todos estos hechos y circunstancias se dan de manera igual en nuestro País, y en nuestra Iglesia Católica. Como Obispos desde aquí queremos hacer un camino sinodal, mirando lejos, ocupándonos de nuestros desafíos actuales, pidiendo para nosotros al Señor una verdadera conversión personal y pastoral, inspirados en Jesucristo nuestro Redentor y en Santa María de Guadalupe, invitando a los agentes de pastoral y a todo el Pueblo de Dios a recorrer juntos este camino de conversión, para que iluminados por la gracia divina fortalezcamos la presencia del Reino en la transformación de esta realidad" (No. 86).

 

ACTUAR

Ante los pecados reales de quienes formamos la Iglesia, pastores y fieles, les invito a que renovemos nuestra fe en Jesucristo y en su Iglesia. Yo, a partir de mi fe en Cristo, creo con todo mi corazón en la Iglesia que El fundó. La estableció no con ángeles, sino con seres humanos, frágiles y pecadores, por medio de los cuales El sigue realizando su obra de salvación de la humanidad. Creo profundamente en su Iglesia, a pesar de nuestras faltas, mías y de los demás. Creo que Jesús está presente y actuante en ella. Creo que es "sacramento", o sea, signo visible y operante de la acción salvadora de Jesús. Y por ello la amo con todo mi corazón. Es mi madre, que me engendró a la vida eterna; ella me alimenta y fortalece; por ella soy lo que soy; ella me ha confiado una misión específica; ella me acompaña en esta etapa de mi vida. Y porque la amo, me esfuerzo en no hacerla sufrir, no avergonzarla, sino empeñarme en una conversión permanente, con la gracia del Espíritu.

Que este Espíritu nos ayude a amar a nuestra Iglesia, en Cristo y por Cristo.

 

 

07/11/2018-17:36
Isabel Orellana Vilches

Beato Juan Duns Scoto, 8 de noviembre

«Excelso franciscano, virtuoso y brillante teólogo, aclamado como doctor subtilis, es también conocido como doctor mariano y doctor del Verbo Encarnado por su encendida defensa de la Inmaculada Concepción»

Eminente filósofo y teólogo del medioevo, uno de los máximos exponentes de la escuela escolástica, inteligentísimo y ardiente defensor de María, reconocido como Doctor subtilis («Doctor sutil») pudo nacer en la localidad escocesa de Duns, condado de Berwick hacia 1266. En su familia, dedicada al pastoreo, estaba intensamente afianzada la espiritualidad franciscana. De hecho, un hermano de su padre era vicario del convento que los frailes menores tenían en Dumfries. Parece que aunque rondó por su cabeza la idea de convertirse en soldado, renunciaría a este futuro movido por el alto ideal de consagrar su vida a Dios, que percibió cuando despuntaba su juventud, y no dudó en ofrecérsela a Él. Así cuando dos avezados apóstoles franciscanos de aquélla comunidad pasaron por su ciudad natal y repararon en su sensibilidad espiritual, apreciando su valía, le invitaron a seguir a Cristo. Hacia 1280, sin rastro de nubes en su horizonte existencial que lo impidiera, secundó a los religiosos.

Después de ser ordenado en 1291 en Northampton le encomendaron la delicada tarea de confesar, misión muy reputada en la época que se ofrecía a personas de probada virtud, hasta que llegó el momento de iniciar estudios de teología en los prestigiosos paraninfos universitarios de Cambridge y Oxford. Sus dotes intelectuales eran tan excepcionales que en 1293 fue enviado a completar su formación en la célebre universidad de París, aunque en esta decisión pesaron de forma singular sus cualidades espirituales. En él vieron sus superiores los rasgos de un gran franciscano cuya convivencia, por su virtud, era ejemplar. Y es que Juan era un hombre de oración, obediente, humilde, sencillo, abnegado, devotísimo de la Eucaristía y de María, fiel a la Iglesia. Un místico y contemplativo, pero no teórico; lo que escribía y decía estaba encarnado en su amor y entrega a Cristo. Bebía de la tradición de la Iglesia nutriendo con ella las enseñanzas filosófico-teológicas.

Se convirtió no sólo en un reputado profesor universitario, aclamado en Cambridge y en París, ciudades donde ejerció la docencia, sino en un apóstol singular que defendía la verdad y actuaba coherentemente en todo instante. Por su testimonio muchos de sus discípulos se sintieron alentados a emprender el camino de la santidad, y su influjo no ha cesado en todos estos siglos. Durante el curso 1297-98 las Sentencias de Pedro Lombardo fueron uno de los textos fundamentales que alumbraron su reflexión intelectual; constituyeron la base de su Lectura 1, II y III, y materia para su labor académica en Cambridge. Por cierto, que estos trabajos, que en realidad pretendían ser apuntes sobre las Sentencias de Lombardo, revelaron sus altas cualidades para la teología, disciplina que enseñó en París, Oxford y Colonia.

En sus clases ya se ponía de manifiesto su espíritu religioso puesto que daba inicio a las mismas con una oración que incluía después en sus obras. En 1302 se hallaba en París por segunda vez, pero la estancia fue breve. Se produjo un gravísimo enfrentamiento entre el papa Bonifacio VIII y el monarca francés Felipe IV, y Juan se negó a firmar una apelación promovida por éste contra el pontífice, por lo cual tuvo que abandonar la capital gala. En 1305 regresó por tercera y última vez a París como profesor de filosofía y de teología en calidad de Magíster regens. Hallándose en esta ciudad, impulsó la disputa en torno a la Inmaculada Concepción.

La situación planteada era compleja, especialmente por el peso de cierta tradición al respecto sosteniendo que la Virgen no había sido «concebida inmaculada» desde el principio. Pero Juan se encomendó a María: «Te alabaré, oh Virgen sacrosanta; dame valor contra tus enemigos». Poseía una inteligencia excepcional, gran agudeza y sentido crítico. Sus cualidades intelectuales, vinculadas a las espirituales, hicieron de él la persona idónea para defender a la Inmaculada. Fue capaz de memorizar doscientos argumentos contrarios a esta doctrina y refutarlos sistemáticamente y por el mismo orden que fueron expuestos, uno por uno. Es bien conocido el axioma de Eadmer inspirado en San Anselmo: «Potuit, decuit, ergo fecit (Podía, convenía, luego lo hizo)», que Scoto desarrolló dejando claro que la Madre de Dios había sido preservada del pecado original desde el mismo instante de su concepción. Ella fue agraciada por la redención de Cristo antes de ver la luz del mundo.

El argumento del beato fue tenido en cuenta por Pío IX para definir este dogma mariano proclamado el 8 de diciembre de 1854 en la Constitución Ineffabilis Deus. La encendida defensa de María y de la Encarnación efectuada por Scoto le han merecido el título de «doctor mariano» y «doctor del Verbo encarnado». Su devoción por la Madre del cielo rubricaba el genuino espíritu franciscano al que se había abrazado.

En 1307 sus superiores le destinaron a Colonia para impartir clases en el Studium teológico franciscano. Y allí murió el 8 de noviembre de 1308. Estaba en el esplendor de su madurez; tenía 43 años. Su excepcional legado intelectual comprende obras de gran envergadura como Ordinatio (Opus oxoniense) y Reportata parisiensa (Opus parisiense) , así como el Tratado del Primer Principio. Había inducido a sus numerosos alumnos, algunos de ellos insignes, así como a los incontables que le siguieron, a transitar por el camino de la perfección. Juan Pablo II lo beatificó el 20 de marzo de 1993, aunque ya había confirmado su culto ab inmemorabili temporeel 6 de julio de 1991. Al elevar a Scoto a los altares, el pontífice lo denominó «cantor del Verbo encarnado y defensor de la Inmaculada Concepción».