Servicio diario - 14 de noviembre de 2018


 

8° mandamiento: Es grave vivir de "comunicaciones" no auténticas, dice el Papa
Rosa Die Alcolea

Audiencia general, 14 noviembre 2018 — Catequesis del Papa
Rosa Die Alcolea

Audiencia general: El Papa anima a "vivir como hijos que saben que Dios los ama"
Rosa Die Alcolea

Papa Francisco: Que la peregrinación a Roma "fortalezca el vínculo con la Ciudad de los Apóstoles"
Rosa Die Alcolea

México: Mons. Rogelio Cabrera, elegido Presidente de la Conferencia Episcopal
Rosa Die Alcolea

Mons. Felipe Arizmendi: Obispos hacia el 2031+2033
Felipe Arizmendi Esquivel

San Alberto Magno, 15 de noviembre
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

14/11/2018-12:41
Rosa Die Alcolea

8° mandamiento: Es grave vivir de "comunicaciones" no auténticas, dice el Papa

(ZENIT – 14 nov. 2018).- “Es grave vivir de ‘comunicaciones’ no auténticas, porque impide las relaciones recíprocas y el amor al prójimo”, ha advertido el Santo Padre esta mañana de miércoles, 14 de noviembre de 2018, en la audiencia general.

Miles de fieles procedentes de diferentes países del mundo esperaban al Papa Francisco en la Plaza de San Pedro bajo el sol radiante de Roma, esta mañana a las 9:30 horas.

 

Gestos y actitudes

Hoy, el Pontífice ha dedicado la catequesis –pronunciada en italiano y resumida en español y otros idiomas– al 8º mandamiento: «No dirás falso testimonio ni mentirás»; este mandamiento prohíbe falsear la verdad en las relaciones con los demás, ha señalado.

Francisco ha subrayado que es “grave” vivir una comunicación “no auténtica” y ha aclarado que la “comunicación” entre las personas “no es solo con palabras, sino también con gestos, con actitudes y hasta con silencios y ausencias; se comunica con todo lo que uno hace y dice”.

 

¿Qué es la Verdad?

“Entonces, ¿qué es la verdad?”: Esta fue la pregunta que hizo Pilatos a Jesús en el proceso que lo llevaría a morir en la cruz. Jesús había afirmado: «Para esto he nacido y he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad», ha relatado el Papa.

Con su pasión y su muerte, demuestra que él mismo es la “realización plena de la Verdad”, pues su vida fue un reflejo de la relación con el Padre. En su manera de vivir y morir, cada acto humano, por pequeño o grande que sea, afirma o niega esta verdad, ha explicado el Obispo de Roma en la audiencia.

«No dar falso testimonio, ni mentir», implica vivir como hijos de Dios, dejando que en cada acto se refleje que él es nuestro Padre y que confiamos en él.

 

 

14/11/2018-13:20
Rosa Die Alcolea

Audiencia general, 14 noviembre 2018 —Catequesis del Papa

(ZENIT – 14 nov. 2018).- El 8º mandamiento –dice el Catecismo– “prohíbe falsear la verdad en las relaciones con el prójimo”, ha recordado el Papa Francisco, y ha asegurado que donde hay mentira “no hay amor, no puede haber amor”.

“Una persona habla con todo lo que es y lo que hace”, ha subrayado el Santo Padre. “Todos nosotros estamos en comunicación siempre. Todos vivimos comunicándonos y estamos constantemente en equilibrio entre la verdad y la falsedad”.

La audiencia general de este miércoles, 14 de noviembre de 2018, ha tenido lugar a las 9:25 horas en la Plaza de San Pedro. El Santo Padre, continuando el ciclo de catequesis sobre los mandamientos ha hablado hoy del octavo precepto: “No dirás falso testimonio” (Pasaje bíblico, Evangelio de Mateo 5, 14-16).

 

Vivir como hijos de Dios

No dirás falso testimonio significa vivir como un “hijo de Dios”, que nunca, “nunca se desmiente”, “nunca dice mentiras”; vivir como hijos de Dios, dejando emerger en cada acto la gran verdad: que “Dios es Padre y podemos fiarnos de Él”. “Yo me fio de Dios: esta es la gran verdad”, ha compartido el Papa Francisco con los miles de visitantes y peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro.

“¿Pero qué significa decir la verdad? ¿Significa ser sinceros? ¿O exactos?” ha planteado el Papa. “En realidad, esto no es suficiente, porque uno puede equivocarse sinceramente, o puede ser preciso en los detalle, pero no captar el significado del todo”.

 

Un chismoso “es un terrorista”

A veces nos justificamos diciendo: “¡Pero yo he dicho lo que sentía!” Sí, pero has absolutizado tu punto de vista. O: “¡He dicho solamente la verdad!” –ha comentado Francisco–. Tal vez, pero has revelado algunos hechos personales o confidenciales. “¡Cuántos chismes destruyen la comunión por inoportunidad o falta de delicadeza!”

“¡Tened cuidado!”, ha advertido. “Un chismoso o una chismosa es un terrorista porque con su lengua tira una bomba y se va tranquilo, pero lo que esa bomba que ha tirado destruye la fama de los demás. No lo olvidéis: chismorrear es matar”.

Tras resumir su discurso en diversas lenguas, el Santo Padre ha saludado en particular a los grupos de fieles presentes procedentes de todo el mundo. La audiencia general ha terminado con el canto del Pater Noster y la bendición apostólica.

A continuación, ofrecemos el texto de la catequesis ofrecida por el Santo Padre Francisco:

***

 

Catequesis del Santo Padre

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

En la catequesis de hoy abordaremos la Octava Palabra del Decálogo: “No darás falso testimonio contra tu prójimo”.

Este mandamiento – dice el Catecismo – “prohíbe falsear la verdad en las relaciones con el prójimo” (No. 2464). Vivir de comunicaciones que no son auténticas es grave porque impide las relaciones y, por lo tanto impide el amor. Donde hay mentira no hay amor, no puede haber amor. Y cuando hablamos de comunicación entre personas, no nos referimos solo a las palabras, sino también a los gestos, a las actitudes, incluso a los silencios y las ausencias. Una persona habla con todo lo que es y lo que hace. Todos nosotros estamos en comunicación siempre. Todos vivimos comunicándonos y estamos constantemente en equilibrio entre la verdad y la falsedad.

¿Pero qué significa decir la verdad? ¿Significa ser sinceros? ¿O exactos? En realidad, esto no es suficiente, porque uno puede equivocarse sinceramente, o puede ser preciso en los detalle, pero no captar el significado del todo. A veces nos justificamos diciendo: “¡Pero yo he dicho lo que sentía!” Sí, pero has absolutizado tu punto de vista. O: “¡He dicho solamente la verdad!”. Tal vez, pero has revelado algunos hechos personales o confidenciales. ¡Cuántos chismes destruyen la comunión por inoportunidad  o falta de delicadeza! Más aun, los chismes matan, y esto lo ha dicho el apóstol Santiago en su Carta. El chismoso, la chismosa son gente que mata: mata a los demás, porque la lengua mata como un cuchillo. ¡Tened cuidado! Un chismoso o una chismosa es un terrorista porque con su lengua tira una bomba y se va tranquilo, pero lo que esa bomba que ha tirado destruye la fama de los demás. No lo olvidéis: chismorrear es matar.

Pero entonces, ¿Qué es la verdad? Esta es la pregunta de Pilatos, precisamente cuando Jesús, delante de él, cumplía el octavo mandamiento (cf. Jn 18,38). De hecho, las palabras “No darás falso testimonio contra tu prójimo” pertenecen al lenguaje jurídico. Los evangelios culminan en el relato de la Pasión, Muerte y  Resurrección de Jesús; y esta es la historia de un proceso, de la ejecución de la sentencia y de una consecuencia inaudita.

Interrogado por Pilatos Jesús dice: “Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo para dar testimonio de la verdad” (Jn 18, 37). Y este “testimonio” Jesús lo da con su pasión y su muerte. El evangelista Marcos narra que “Al ver el centurión, que estaba frente a él, que había expirado de esa manera, dijo: ¡Verdaderamente este hombre era  Hijo de Dios!” (15.39). Sí, porque era coherente, fue coherente: con su forma de morir, Jesús manifiesta al Padre, su amor misericordioso y fiel.

La verdad encuentra su plena realización en la misma persona de Jesús (cf. Jn 14, 6), en su forma de vivir y morir, fruto de su relación con el Padre. Esta existencia de  hijos de Dios, Él, resucitado, nos la otorga también a nosotros enviando al Espíritu Santo, que es Espíritu de verdad, que da testimonio a nuestros corazones de que Dios es nuestro Padre (cf. Rom. 8:16).

En cada una de sus acciones, el hombre, las personas afirman o niegan esta verdad. Desde las pequeñas situaciones cotidianas hasta las decisiones más exigentes. Pero es siempre la misma lógica: la que los padres y los abuelos nos enseñan cuando nos dicen que no digamos mentiras.

Preguntémonos: ¿qué verdad atestiguan las obras de nosotros, los cristianos, nuestras palabras y nuestras decisiones? Cada uno puede preguntarse: ¿Yo soy un testigo de la verdad o soy más o menos un mentiroso disfrazado de verdadero? Que se lo pregunte cada uno. Los cristianos no somos hombres y mujeres excepcionales. Somos, sin embargo, hijos del Padre celestial, que es bueno y no nos decepciona, y pone en sus corazones el amor por sus hermanos. Esta verdad no se dice tanto con los discursos, es una forma de existir , un modo de vivir, y se ve en cada acto (cf. St.2:18). Este hombre es un hombre verdadero, esta mujer es una mujer verdadera: se nota. Pero ¿por qué, si no abre la boca? Pero se comporta como verdadero, como verdadera. Dice la verdad, actúa con la verdad. Una hermosa manera de vivir para nosotros.

La verdad es la maravillosa revelación de Dios, de su rostro de Padre, es su amor ilimitado. Esta verdad corresponde a la razón humana, pero la supera infinitamente, porque es un don que ha descendido a la tierra y se ha encarnado en Cristo crucificado y resucitado; se hace visible gracias  a aquellos que le pertenecen y muestran sus mismas actitudes.

No dirás falso testimonio significa vivir como un hijo de Dios, que nunca, nunca se desmiente, nunca dice mentiras; vivir como hijos de Dios, dejando emerger en cada acto la gran verdad: que Dios es Padre y podemos fiarnos de Él. Yo me fio de Dios: esta es la gran verdad. De nuestra confianza en Dios, que es Padre y me ama, nos ama nace mi verdad y el ser veraz y no mentiroso.

 

 

 

14/11/2018-13:31
Rosa Die Alcolea

Audiencia general: El Papa anima a "vivir como hijos que saben que Dios los ama"

(ZENIT — 14 nov. 2018).- El Papa Francisco ha animado a los visitantes y peregrinos de lengua española, presentes en la audiencia general, a vivir como "hijos de Dios que saben que Dios los ama".

Venidos de España y Latinoamérica, el Santo Padre los ha saludado, como es su costumbre, durante la audiencia general, celebrada en la mañana del miércoles, 14 de noviembre de 2108.

Así, el Papa los ha exhortado a que "con esa conciencia puedan construir cada vez más una sociedad fundamentada en la sinceridad y en la verdad".

"Que Dios los bendiga. Muchas gracias", ha concluido el Pontífice sus palabras en español.

 

 

14/11/2018-13:52
Rosa Die Alcolea

Papa Francisco: Que la peregrinación a Roma "fortalezca el vínculo con la Ciudad de los Apóstoles"

(ZENIT — 14 nov 2018).- El Papa Francisco ha deseado a los jóvenes, ancianos, enfermos y recién casados que han participado hoy en la audiencia general que la peregrinación a Roma "fortalezca el vínculo con la Ciudad de los Apóstoles".

Esta mañana, 14 de noviembre de 2018, como cada miércoles, en la audiencia general, el Papa les ha dirigido un pensamiento especial a las personas enfermas y ancianas, así como a los jóvenes y a los nuevos matrimonios, que acuden al Vaticano en su viaje de novios para recibir la bendición del Santo Padre.

"Os deseo a todos que la peregrinación a Roma fortalezca el vínculo con la Ciudad de los Apóstoles y la alegría de pertenecer a la Iglesia Católica", les ha comunicado.

 

 

14/11/2018-19:43
Rosa Die Alcolea

México: Mons. Rogelio Cabrera, elegido Presidente de la Conferencia Episcopal

(ZENIT — 14 nov. 2018).- Mons. Rogelio Cabrera, Arzobispo de Monterrey, ha sido elegido Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, para el próximo Trienio (2019-2021), durante la CVI Asamblea Episcopal de los Obispos.

El encuentro del episcopado mexicano tiene lugar del 12 al 16 de noviembre, en la Residencia Casa Lago, ubicada en Cuautitlán Izcalli.

Asimismo, en esta Asamblea, los obispos mexicanos han elegido Consejo de Presidencia, Consejo Permanente, 8 Comisiones Episcopales y 34 Dimensiones Dimensiones de Pastoral.

Hasta la fecha, el Cardenal Francisco Robles, arzobispo de Guadalajara ha desarrollado la misión de presidir la Conferencia del Episcopado Mexicano por 6 años.

 

Consejo de Presidencia

De este modo, el Arzobispo de Morelia, Mons. Carlos Garfias Melos, ha sido elegido vicepresidente, y Mons. Alfonso G. Miranda, Obispo Auxiliar de Monterrey, ha sido reelegido Secretario General, para los próximos 3 años.

Como tesorero general los prelados mexicanos eligieron a Mons. Ramón Castro Castro, Obispo de Cuernavaca; y como primer y segundo vocal resultaron elegidos Mons. Javier Navarro, Obispo de Zamora; Mons. José Leopoldo Gonzáles, Obispo de Nogales.

Rogelio Cabrera nació en Santa Catarina, estado de Guanajuato (Diócesis de Querétaro), el 24 de enero de 1951.

Cursó sus estudios: Humanidades, Filosofía y parte de Teología en el Seminario de Querétaro (1961-1973); terminó su formación teológica en Roma en la Pontificia Universidad Gregoriana, y posteriormente obtuvo la Licenciatura en Sagrada Escritura en el Pontificio Instituto Bíblico, en Roma (1975 a 1978).

Además del español y de las lenguas clásicas, habla italiano y entiende inglés, francés y alemán.

Fue ordenado Sacerdote en la Parroquia de Santa Catarina, Gto., el 17 de noviembre de 1978.

Ha sido asistente diocesano del Movimiento Familia Cristiano, Párroco de la Nuestra Señora de la Paz, en Querétaro, así como Párroco de Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro, y Maestro del Seminario Diocesano (1978.1996). Fue Presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Bíblica de 1997 a 2000.

 

Consagrado Obispo en 1996

Fue nombrado por Juan Pablo II Obispo de Tacámbaro el 29 de abril de 1996 y siendo consagrado Obispo el día 30 de mayo de 1996.

Designado Obispo a la Diócesis de Tapachula el 16 de julio de 2001 por el Santo Padre Juan Pablo II.

El 11 de septiembre del 2004, Juan Pablo II lo nombra obispo de la Diócesis de Tuxtla Gutiérrez.

 

Arzobispo de Tuxtla Gutiérrez

El 25 de noviembre de 2006, Su Santidad Benedicto XVI lo nombra Arzobispo de Tuxtla Gutiérrez.

Elegido Vice-Presidente de la Conferencia Episcopal Mexicana para el trienio 2009-2012.

El 3 de octubre del 2012, el Santo Padre Benedicto XVI lo nombra XII Arzobispo de Monterrey.

Participó en el Sínodo de los Obispos efectuado en la ciudad de Roma en noviembre del 2012.

Inició su Ministerio Episcopal en nuestra Arquidiócesis el día 5 de diciembre del 2012 en una celebración en la Arena Monterrey.

 

 

14/11/2018-20:08
Felipe Arizmendi Esquivel

Mons. Felipe Arizmendi: Obispos hacia el 2031+2033

+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo Emérito de San Cristóbal de Las Casas

 

VER

Estamos reunidos los obispos mexicanos en asamblea ordinaria, para renovar los cargos en nuestra Conferencia, y para buscar los pasos de hacer operativo nuestro Proyecto Global de Pastoral (PGP), en la perspectiva de los años 2031, cuando se cumplen 500 años de las apariciones de la Virgen de Guadalupe, y 2033, a los dos mil años de la muerte redentora de nuestro Señor Jesucristo. El CELAM también está preparando un plan hacia el 2033.

Nos preocupa cómo poner en práctica el PGP, pues en varias partes expresamos nuestro compromiso de procurar una renovación personal y pastoral. Sin ésta, todo se queda en documentos que van y vienen, en palabras sin sustento.

El Papa con frecuencia ha advertido a los obispos del peligro que tenemos de dejarnos aprisionar por la mundanidad, el clericalismo, la ambición de puestos, el activismo, el no dar su lugar a la mujer y a los jóvenes. Ha lamentado que algunos hayan caído en abusos de menores, o que no hayan hecho lo debido para remediar estos delitos clericales.

Puedo afirmar que la gran mayoría de los obispos latinoamericanos viven en forma sencilla, son misioneros por consagración, son muy cercanos a las gentes, no buscan aparecer en los medios informativos y son muy apreciados por el pueblo fiel.

Entre otros muchos asuntos que tratamos en esta asamblea, resalto dos: se pide la aprobación del episcopado para el Misal en lengua tseltal, una obra monumental y fruto de muchos años. Además, la aprobación para que el actual obispo de San Cristóbal de Las Casas pueda facultar a laicas y laicos a presidir sacramentalmente los matrimonios. Este es un paso necesario para que Roma dé la autorización definitiva.

 

PENSAR

Expresamos en nuestro Proyecto:

"Con humildad reconocemos que en nuestro modo de ser pastores, en algunos momentos parecemos más jueces, dueños o líderes de una estructura humana, que agentes dóciles al Proyecto del Reino de Dios. Confesamos que no hemos respondido con generosidad al valor esencial de la comunión, especialmente en la colegialidad entre nosotros como Obispos. No debemos encerrarnos en nuestras jurisdicciones territoriales y olvidarnos de construir la fraternidad y la solidaridad episcopal, ya que muchas de nuestras deficiencias pastorales encuentran aquí su raíz" (67).

"Como Obispos, vemos con inquietud que nuestro Pueblo reclama un mayor acompañamiento espiritual y un especial coraje profético frente a las circunstancias actuales, basado en el testimonio humilde, la vida sencilla y la cercanía habitual al Pueblo de Dios. Como nos lo señaló el Papa Francisco, pastores que sepan reflejar la ternura de Dios, con mirada limpia, de alma transparente y mirada luminosa, que tienen en su rostro las huellas de quienes han visto al Señor, de quienes han estado con ÉL Obispos que tengan una particular cercanía con los pobres, sepan escucharlos y ofrecerles el consuelo de Dios, especialmente quien ha sido víctima de la violencia en estos últimos años, que tanto dolor han provocado a nuestras familias" (68).

"Como Obispos desde aquí queremos hacer un camino sinodal, mirando lejos, ocupándonos de nuestros desafíos actuales, pidiendo para nosotros al Señor una verdadera conversión personal y pastoral, inspirados en Jesucristo nuestro Redentor y en Santa María de Guadalupe" (86).

"Creemos que la conversión pastoral en nuestra Iglesia, que debe fundamentarse en una sólida espiritualidad cristológica, eclesial y guadalupana, pasa primero por los Obispos y después por el presbiterio. Por lo que nos proponemos ser esos pastores en salida, capaces de dialogar con el mundo. Nos sentimos llamados a servir, en comunión con toda la Iglesia, principalmente en las realidades más lacerantes y acuciantes, y, sobre todo, hacer presente las exigencias del Evangelio a favor de la construcción del Reino de Dios, es decir, de una humanidad más humana, justa y solidaria. Una humanidad bajo el signo de la Redención" (146).

"Dios nos está llamando a generar esperanza, a fortalecer y reconstruir una vida humana más plena para todos sus hijos, especialmente los descartados por estos nuevos fenómenos, una vida que refleje en cada persona a Cristo el hombre perfecto y se manifieste en condiciones dignas para cada uno. Una tarea que exige un profundo proceso de conversión, y nosotros, los Obispos, somos los primeros que debemos dar ejemplo de ella" (164).

"Asumir y tomar conciencia, como obispos y presbíteros, de nuestra pertenencia a una Iglesia Pueblo, manifestándolo en nuestras actitudes y formando en esta disposición espiritual a los candidatos al presbiterado"(179 d).

 

ACTUAR

Oremos al Espíritu Santo, para que nos ayude a convertirnos. Y si ustedes advierten en obispos y presbíteros algo que no sea evangélico, por favor, corríjanos fraternalmente.

 

 

14/11/2018-20:22
Isabel Orellana Vilches

San Alberto Magno, 15 de noviembre

«Aclamado obispo, doctor de la Iglesia y doctor universal. Uno de los más insignes maestros de la teología medieval. Patrono de la Jornada Mundial de la Juventud, de la ciencia y de los científicos»

Nació en 1206 en el castillo de Lauingen, Baviera. Era hijo de los condes de Bollstádt, quienes se hallaban al servicio del monarca Federico II. Contaba con 16 años cuando inició los estudios universitarios de derecho. Pasó por Bolonia y Venecia, y finalmente recaló en Padua, lugar donde residía un tío suyo. En ese momento la ciudad era sede de una de las más prestigiosas universidades. Hizo acopio de una vasta preparación decantándose por las ciencias naturales. Solía acudir al templo de los dominicos y en 1223 conoció al beato Jordán de Sajonia, que era entonces el segundo maestro general de la Orden de predicadores. El inquieto joven, profundamente conmovido por el testimonio de vida y palabra del beato, no dudó en seguir el llamamiento de Cristo que se produjo en su interior, y en 1224 se abrazó a este carisma, junto a otros nueve novicios, uno de ellos hijo de un noble, como lo era él.

La conmoción familiar que se desató al conocer la noticia alcanzó cotas preocupantes. Su padre, en particular, estaba tan enfurecido que determinó aplicar la fuerza, si era preciso, para desligarlo de los frailes mendicantes. Alberto no pensaba claudicar. Pero, en todo caso, y con la más que probable idea de evitar males mayores, los superiores le trasladaron a Colonia. Allí impartió clases en 1228 y en 1229; éste último año tomó el hábito.Por esa época el enojo paterno se había aplacado. Era un profesor tan brillante que sus alumnos desbordaban las aulas tanto en las universidades de Colonia, como en las de Hildesheim, Friburgo, Ratisbona, Estrasburgo, y en la Sorbona de París, lugares donde también enseñó. Además, en París había estudiado teología. Algunas veces, cuando el auditorio crecía al punto de exceder el espacio del aula, se vio obligado a impartir clases al aire libre. El texto que tenía como base era el Liber Sententiarum, de Pedro Lombardo. En Colonia, donde fue enviado en 1248 para regir como rector la nueva universidad puesta en marcha por los dominicos, tuvo como discípulo al Aquinate, su más excelso alumno, por el que tuvo predilección. Consciente de su valía, hizo notar: «Ustedes llaman a Tomás 'buey mudo', pero yo les digo que los mugidos de este buey se escucharán en todo el mundo».

Pero si notables fueron las cualidades intelectuales de Alberto, insigne científico, teólogo y filósofo, autor de numerosas obras, no palidecían ante ellas sus excelsas virtudes. Vivía henchido de gozo porque era un hombre de intensa y continua oración. Su penetrante análisis sobre la ciencia y la filosofía estaban encarnados en ella, por eso su magistral exposición enardecía a sus enfervorizados seguidores. Se le considera impulsor de la escolástica. Pero no se dejó tentar por la vanagloria y, con espíritu sencillo y humilde elevó sus súplicas a Dios: «Señor Jesús pedimos tu ayuda para no dejarnos seducir de las vanas palabras tentadoras sobre la nobleza de la familia, sobre el prestigio de la Orden, sobre lo que la ciencia tiene de atractivo».

Se dejó guiar de este sentimiento de plena aquiescencia con la voluntad divina: «Querer todo lo que yo quiero para gloria de Dios, como Dios quiere para su gloria todo lo que él quiere». Destacaba por su amor a la Eucaristía y su devoción por María. Se cuenta que en su juventud, experimentando gran dificultad para el estudio, pensó fugarse del colegio a través de una escalera que pendía sobre la pared. Y la Virgen, saliéndole al encuentro, le ofreció su amparo vaticinando lo que le ocurriría al final de sus días: « Alberto, ¿por qué en vez de huir del colegio, no me rezas a mí, que soy 'Causa de la Sabiduría'? Si me tienes fe y confianza, yo te daré una memoria prodigiosa. Y para que sepas que fui yo quien te la concedo cuando ya te vayas a morir, olvidarás todo lo que sabías».Ella había sido la que guió sus pasos a la Orden dominicana. Le dedicó el Mariale.

En 1254 fue designado provincial de Alemania recorriendo el vasto territorio a pie mientras mendigaba. El pontífice le encomendó diversas misiones y tuvo que combatir graves tendencias y abusos. Defendió el derecho a la enseñanza de las órdenes mendicantes, y fue encargado de redactar el plan de estudios para todos los dominicos. Cuando se aceptó su renuncia, se centró en el estudio, la docencia y la escritura. En 1260 fue nombrado obispo de Ratisbona, lugar donde emprendió la reforma del clero y erradicó las costumbres licenciosas. No consiguió que el papa Alejandro IV le liberase del oficio, pero sí lo hizo Urbano IV encomendándole que predicara la Cruzada desde 1261 a 1263. Fue un gran pacificador. En 1274 participó en el Concilio de Lyon que había convocado Gregorio X y, entre otras cosas, tuvo ocasión de salir en defensa de las tesis de su amado Tomás de Aquino que habían sido objeto de críticas infundadas.

En 1278, mientras impartía clase en Colonia, perdió la memoria. Y desde ese momento se recluyó en su celda, en oración. Diariamente acudía a la tumba que mandó erigir para rezar el Oficio de difuntos. En 1279 redactó su testamento. Murió el 15 de noviembre de 1280 serenamente, sobre su mesa. Fue beatificado en 1622 por Gregorio XV, y canonizado por Pío XI el 16 de diciembre de 1931, quien lo proclamó doctor de la Iglesia. En 1941 Pio XII lo declaró patrono de los científicos. Ha recibido el título de «magnus» (grande), y de «doctor universal» por la extensión de su saber que engloba las disciplinas filosófico teológicas y las científicas.

Como señaló Benedicto XVI, Alberto «tiene mucho que enseñarnos aún [...] muestra que entre fe y ciencia no hay oposición, a pesar de algunos episodios de incomprensión que se han registrado en la historia [...] recuerda que entre ciencia y fe hay amistad, y que los hombres de ciencia pueden recorrer, a través de su vocación al estudio de la naturaleza, un auténtico y fascinante recorrido de santidad».