Cáritas | Noticia • 17 Abril 2019

 

El cardenal Tagle invita a «encontrarnos con otros para poder ser uno, juntos»

 

En su mensaje para la Pascua, el presidente de Cáritas Internationalis recuerda los objetivos de la campaña «Compartiendo el viaje».

 

 

 


 

 

El presidente de Cáritas Internationalis y arzobispo de Manila, cardenal Luis Antonio Tagle, en su mensaje con motivo de la Pascua 2019, lanza una invitación a “encontrarnos con otros y caminar juntos para poder ser uno”. Para ello, recuerda los objetivos de la campaña global «Compartiendo el viaje» que Cáritas impulsa desde el pasado año para alentar a las comunidades de todos el mundo a acercarse a los migrantes y refugiados, a compartir una comida y a recorrer un millón de kilómetros en todo el mundo con ellos.

Este es el texto del mensaje:

 

Mensaje para la Pascua 2019

“¿Dónde está el amor?”. Esta fue la pregunta que hizo el joven huérfano Oliver Twist, en el musical Oliver de la década de 1960, cuando se sintió solo y abandonado. Esta es una canción que me conmovió profundamente cuando era un niño. Es una pregunta muy humana que muchos de nosotros nos hacemos cuando la vida es difícil o cuando vemos injusticias en las nuestras o en las vidas de otros.

Esta fue también la pregunta de Cristo en la cruz cuando gritó: “Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” ¿Dónde estaba el amor cuando Jesús fue traicionado, abandonado por sus amigos y crucificado como un criminal?

A veces nos encontramos en un lugar oscuro, como Jesús en la cruz, y nuestras vidas pueden parecer sin amor. A veces, cuando las injusticias se imponen y reinan los tiranos, parece que el mundo entero está en un lugar oscuro. Pero si miramos más detenidamente a las personas y las situaciones, es entonces cuando vemos que el amor se revela a sí mismo.

 

Un acto de bondad

En el viaje de Jesús —su Calvario— hacia la cruz y más allá, en el mar de odio que lo rodeaba, también hubo momentos intensos de amor: las mujeres y Juan, que arrostraron el dolor de estar al pie de la cruz cuando todos los demás lo había abandonado; el buen ladrón, que rompió el estereotipo del delincuente impenitente y pidió ser recordado cuando Jesús entrara en su Reino; José de Arimatea, quien venció su temor de declararse un seguidor abierto de Cristo para pedirle a Pilato su cuerpo; Nicodemo, quien generosamente dio grandes cantidades de mirra y áloe para embalsamar el cuerpo de Cristo; las mujeres que fueron a la tumba al tercer día para atender el cuerpo, aunque no tenían idea de cómo mover la roca que bloqueaba su entrada; e incluso Pilato, que vio la injusticia de la situación y quiso liberar a Jesús.

Lo único que todas estas acciones tienen en común es que parecen casi insignificantes, especialmente si las comparas con la violencia de la crucifixión y todo lo que había sucedido antes. ¿Qué diferencia puede suponer un acto de bondad ante el implacable mal?

La respuesta está en que sí puede suponer toda la diferencia del mundo de una forma que ni siquiera es posible imaginar. Lo que siempre debemos recordar es que son estos pequeños actos de cuidado y amor los que se coronan con el amor total y abnegado de Cristo crucificado en la cruz.

 

Cultura de encuentro

Desde la época de Cristo, que atendía a los pobres, curaba a los enfermos y acogía a los marginados, nuestra fe se ha construido a través de encuentros y de personas que se entregan a sí mismas para poder ver a las personas y sus situaciones desde una profunda comprensión.

Somos llamados a ser cristianos para encontrarnos con otros y caminar con ellos humildemente, sin prejuicios ni la idea de tener la respuesta a todos sus problemas. Es a través de estos encuentros cómo nuestros corazones se abren y se presentan con un nuevo horizonte y una energía renovada para avanzar. Es a través de estos encuentros cómo el espíritu transforma los corazones de las comunidades y juntos construimos el Reino de Dios.

La transformación se produce lentamente y, con frecuencia, de manera oculta al ojo humano. A lo largo del año pasado, Caritas ha plantado miles de acciones de amor en todo el mundo a través de su campaña «Compartiendo el viaje». Estas acciones, aparentemente pequeñas, como la semilla de mostaza, crecerán y llegarán mucho más allá de nuestro tiempo en esta tierra.

Hemos alentado a nuestras comunidades a acercarse a los migrantes y refugiados, a compartir una comida, y ahora les pedimos que recorran un millón de kilómetros en todo el mundo junto con ellos.

 

Poder del amor

Comunidades en Siria, Chile, Burkina Faso, Nueva Zelanda, Irak, Somalia, Tailandia, Colombia, Tonga, Grecia, Polonia, Francia, España, Suecia, Suiza, India, Canadá, Honduras, Marruecos, Portugal, Costa Rica, Italia, Estados Unidos y Reino Unido han estado caminando con los migrantes y los refugiados, y muchos más están planeando unirse.

Te invitamos a aprovechar el poder del amor liberado por Cristo resucitado en esta Pascua y, con el amor que has recibido, a esparcir semillas de esperanza por todo el mundo. Te invitamos a compartir el viaje con migrantes y refugiados, caminando con ellos.

Caritas es amor; pero amor no es solo una palabra, es un estilo de vida, de ver, de encontrar y comprender a otras personas. Es el estilo de vida de estar y vivir para otros en la creencia de que la luz siempre superará a la oscuridad para que juntos podamos ser uno.

Cardenal Luis Antonio Tagle, presidente de Cáritas Internationalis