Servicio diario - 17 de abril de 2019


 

Audiencia general: Tres palabras de Jesús al Padre durante su Pasión
Larissa I López

El Papa agradece y alienta a Greta Thunberg en su empeño por la defensa del medio ambiente
Rosa Die Alcolea

Via Crucis de Eugenia Bonetti: "Con Cristo y con las mujeres en el camino de la cruz"
Rosa Die Alcolea

"Pascua: la oración al Padre en la prueba"- Catequesis del Papa
Redacción

Jueves Santo: Visita del Santo Padre al Centro Penitenciario Velletri
Larissa I López

"Vivir cada día para la gloria de Dios"
Larissa I López

Pascua, reflejo del amor que Cristo ha mostrado para todos
Larissa I López

Gratitud de la Iglesia hacia los que han trabajado por Notre-Dame
Larissa I López

Papa Francisco: "Inspirados en el ejemplo de San Josemaría, funden su vida en valores de fe"
Rosa Die Alcolea

Mons. Miguel Ángel Ayuso: "La fraternidad es una piedra fundamental"
Sergio Mora

Padre Antonio Rivero: "Fuego, Palabra, Agua y Pan"
Antonio Rivero

Mons. Felipe Arizmendi: "Pasión de Cristo en su Iglesia"
Felipe Arizmendi Esquivel

Beato Andrés Hibernón, 18 de abril
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

17/04/2019-09:00
Larissa 1. López

Audiencia general: Tres palabras de Jesús al Padre durante su Pasión

(ZENIT — 17 abril 2019).- En la audiencia general de este Miércoles Santo, 17 de abril de 2019, dado el tiempo litúrgico de la Semana Santa que estamos viviendo estos días, el Papa Francisco ha dedicado la catequesis al Triduo Pascual. El tema de dicha catequesis ha sido "Pascua: la oración al Padre en la prueba" (Evangelio según San Marcos, 14, 32-36a) y en ella el Pontífice ha reflexionado sobre tres palabras que Jesús dirige al Padre durante el momento de su Pasión.

 

La gloria

La primera de ellas es: «Padre, ha llegado la hora: glorifica a tu Hijo» (Jn 17,1). El Papa ha explicado el significado de la gloria: "la revelación de Dios como signo de su presencia salvadora entre los hombres". Igualmente, el Pontífice ha señalado que es en la cruz donde Jesús muestra su gloria porque en ella se realiza de forma definitiva la salvación de la humanidad.

El Pontífice ha manifestado que "la verdadera gloria es la del amor", del Padre al Hijo y viceversa, y que "ninguno se glorifica a sí mismo". Por último, el Santo Padre ha animado a que el ejemplo del Señor nos haga buscar la gloria de Dios y la del prójimo y no la propia.

 

Abbá, papá

La segunda palabra a la que se ha referido el Papa Francisco es: «Abbá», papá» (cf. Mc 14,36). En el huerto de Getsemaní, sabiendo que va a ser crucificado y sintiéndose solo y angustiado, Jesús habla a Dios y lo llama "papá". Jesucristo nos enseña, por tanto, a tratarle como un Padre, pues en él "se encuentra la fuerza para seguir adelante en el dolor", ha indicado el Pontífice.

El Santo Padre ha puesto a Jesús como ejemplo de hijo que nunca está solo porque siempre recurre al Padre, incluso en las situaciones de mayor desolación. Nosotros, sin embargo, ante las dificultades "preferimos muchas veces la soledad, antes que decir `Padre' y confiar en Él".

 

El perdón

Por último, el Papa Francisco se ha referido al momento en el que Jesús en la cruz dice: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen» (Lc 23,24). El perdón, según el Papa es el momento "culmen del amor" que "rompe el círculo del mal". Incluso en el instante de mayor dolor, Jesucristo pide por los que le han crucificado: "Jesús reza por nosotros al Padre, para que nos envuelva con su misericordia, que trasforma y sana el corazón", ha concluido el Pontífice.

 

 

 

17/04/2019-12:05
Rosa Die Alcolea

El Papa agradece y alienta a Greta Thunberg en su empeño por la defensa del medio ambiente

(ZENIT — 17 abril 2019).- Esta mañana, en la audiencia general, celebrada en la plaza de San Pedro, el Papa Francisco "ha agradecido y ha alentado a Greta Thunberg en su empeño en la defensa del medio ambiente", ha indicado Alessandro Gisotti en la Oficina de Prensa, este miércoles 17 de abril de 2019.

“La joven activista sueca, que había pedido encontrarse con él, ha agradecido al Papa por su empeño en favor de la custodia de la Creación”, ha señalado el Director interino de la Oficina de Prensa del Vaticano.

La segunda encíclica que escribió Francisco, Laudato Si’, está dedicada precisamente al cuidado de la Creación y de la Casa Común, publicada por la Santa Sede el 24 de mayo de 2015. “Con la Encíclica ‘Laudato si’’ he reclamado la atención de la humanidad y de la Iglesia sobre las preguntas más urgentes relacionadas con el cuidado de nuestra casa común y con el presente y el futuro de los pueblos que la habitan. Los problemas de la destrucción del ambiente natural son cada vez más graves y las consecuencias sobre la vida de las personas resultan dramáticas”, expresó el Pontífice.

 

Greta Thunberg en Roma

La joven activista sueca, de 16 años, está en Roma durante estos días, donde participará el próximo Viernes Santo, 19 de abril, por la mañana, en la manifestación sobre el clima en la plaza del Popolo con los jóvenes de Fridays for Future Rome.

Greta escribió en su página de Twitter @GretaThunberg el 14 de abril: “De camino al Parlamento Europeo, al Senado italiano, al Vaticano y al Parlamento durante las vacaciones de Semana Santa”, y añadió: “Y el viernes, participaré en la huelga escolar en Roma. Sé que es un día festivo, pero como la crisis climática no se toma vacaciones, tampoco nosotros”.

 

Parlamento Europeo

El martes 16 de abril, Greta intervino en la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo. Llegó a Estrasburgo (Francia) en tren desde Estocolmo (Suecia): la activista sueca nunca utiliza el avión para reducir las emisiones de gases relacionadas con sus viajes y así no contribuir al efecto invernadero.

Greta Thunberg es conocida por su iniciativa Fridays for Future, lanzada en agosto de 2018. Se trata de un movimiento organizados por adolescentes que denuncia la inacción de las políticas frente al calentamiento global. Es una convocatorio a manifestarse a nivel global, en las principales ciudades y capitales del mundo. La joven activista acostumbra a participar en estas marchas, en la medida de sus posibilidades.

 

 

 

 

17/04/2019-16:24
Rosa Die Alcolea

Via Crucis de Eugenia Bonetti: "Con Cristo y con las mujeres en el camino de la cruz"

(ZENIT — 17 abril 2019).- "Con Cristo y con las mujeres en el camino de la cruz" es el foco de las meditaciones escritas por la hermana Eugenia Bonetti para el Via Crucis que se rezará el próximo Viernes Santo, 19 de abril de 2019, en el Coliseo, con el Santo Padre, a las 21:15 horas.

La monja italiana de 80 años creó en 2012, junto con otros religiosos y laicos, la Asociación "Slaves no more" (No más esclavos), conocida por su compromiso con la esclavitud moderna, especialmente la de las mujeres. Bonetti ha expuesto su testimonio este miércoles, 17 de abril de 2019, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

Las esclavas, las mujeres explotadas sexualmente, los niños víctimas de la trata son los "nuevos esclavos de nuestro mundo actual", ha asegurado la religiosa.

 

Los nuevos crucificados

En las 14 estaciones del Via Crucis, la misionera de la Consolata reflexiona sobre las víctimas de la trata, los menores mercantilizados, las mujeres forzadas a prostituirse y los migrantes. "Son los nuevos crucificados que deben despertar las conciencias de todos", ha señalado.

La trata de personas "es una cadena de muerte, una cadena que está destruyendo una generación de jóvenes y mujeres de modo particular, provenientes de todas partes, de todo el mundo".

"Desgraciadamente —escribe la religiosa de la Consolata— muchas veces hoy ya no sabemos reconocer quién está necesitado, quién está herido y humillado a menudo reivindicamos nuestros derechos e intereses, pero olvidamos los de los pobres y los últimos de la fila. Es entonces cuando debemos pedir a Dios que nos ayude a amar y a no ser insensibles a las lágrimas, al sufrimiento y al grito de dolor de los demás".

 

Ayudar a prostitutas

La consagrada, que ha estado 24 años en Kenia, trabaja en una asoció donde hay 12 mujeres de distintas nacionalidad y distintas congregaciones. "Nosotras somos mujeres en favor de otras mujeres para devolverles su dignidad: esta es tarea mayor tarea. A través de la acogida, la fraternidad, el honor", ha explicado.

Sor Eugenia ha narrado cómo sintió su "conversión" y ha explicado que cuando fue destinada a vivir en Italia, ella se sentía enfadada porque quería continuar en África. De regreso a su país, le fue encomendada la labor en un centro de escucha a mujeres inmigrantes, y cuando atendía a una mujer con necesidad descubrió que era prostituta y se sintió a ayudar a mujeres en esa situación.

Esta mañana ha expresado a los periodistas la necesidad de "crecer en la conciencia de que todos somos responsables del problema" y de que todos podemos y debemos ser parte de la solución, el cual se lee en la octava estación, "Jesús se encuentra con las mujeres".

Y sobre todo, sor Bonetti hace hincapié en que las mujeres "deben desafiar el coraje, saber ver y actuar, considerar a los pobres, a los extranjeros, a los diferentes, no como un enemigo que hay que rechazar o combatir, sino como un hermano o hermana que hay que acoger y ayudar".

 

Privados de una infancia feliz

Y cómo no ver en el Vía Crucis a los muchos "niños, en diversas partes del mundo, que no pueden ir a la escuela", "explotados en minas, campos, en la pesca, vendidos y comprados por traficantes de carne humana, para trasplantes de órganos, así como utilizados y explotados... por muchos, incluso cristianos".

Son menores "privados del derecho a una infancia feliz", "criaturas utilizadas como mercancías baratas, vendidas y compradas a voluntad".

 

Grito de los pobres

En la primera estación, la figura de Poncio Pilato inspira la oración "por los responsables, para que escuchen el grito de los pobres" y "de todos aquellos jóvenes que, de diversas maneras, son condenados a muerte por la indiferencia generada por políticas exclusivas y egoístas".

Así, la religiosa expresa que "los nuevos crucificados de hoy son los sin techo, los jóvenes sin esperanza, sin trabajo y sin perspectivas, los inmigrantes obligados a vivir en chabolas al margen de nuestra sociedad, después de haber enfrentado sufrimientos sin precedentes".

También el pensamiento se dirige a los niños "discriminados por su origen, el color de su piel o su clase social". Ante todo esto, el ejemplo a seguir es el de Cristo que habló de servicio, perdón, renuncia y sufrimiento, manifestando en su vida "el amor verdadero y desinteresado al prójimo".

 

 

 

17/04/2019-11:29
Redacción

"Pascua: la oración al Padre en la prueba"- Catequesis del Papa

(ZENIT — 17 abril 2019).- En la audiencia general que ha tenido lugar esta mañana en la Plaza de San Pedro, el Santo Padre ha dedicado la catequesis al Triduo Pascual, abordando el tema "Pascua: la oración al Padre en la prueba" (Evangelio según San Marcos, 14, 32-36a).

Tras resumir su discurso en diversas lenguas ha saludado en particular a los grupos de fieles presentes procedentes de todo el mundo. La audiencia general ha terminado con el canto del Pater Noster y la bendición apostólica.

 

Catequesis del Santo Padre

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

En estas semanas estamos reflexionando sobre la oración del “Padre Nuestro”. Ahora, en vísperas del Triduo pascual, detengámonos en algunas palabras con las que Jesús, durante la Pasión, rezó al Padre.

La primera invocación tiene lugar después de la Ultima Cena, cuando el Señor “alzando sus ojos al cielo, dijo:” Padre, ha llegado la hora: glorifica a tu Hijo para que tu Hijo te glorifique a Ti …con la gloria que tenía a tu lado antes de que el mundo fuera” (Jn 17: 5.5). Jesús pide  la gloria, una petición que parece paradójica mientras la Pasión está a las puertas. ¿De qué gloria se trata ?. La gloria, en la Biblia, indica la revelación de Dios, es el signo distintivo de su presencia salvadora entre los hombres. Ahora bien, Jesús es Aquel que manifiesta de forma definitiva la  presencia y la salvación de Dios, y lo hace en Pascua: levantado en la cruz, es glorificado (vea Jn 12: 23-33). Allí, Dios finalmente revela su gloria: quita el último velo y nos sorprende como nunca antes. Descubrimos, en efecto, que la gloria de Dios es todo amor: amor puro, loco e impensable, más allá de cualquier límite y medida.

Hermanos y hermanas, hagamos nuestra la oración de Jesús: pidamos al Padre que quite el velo de nuestros ojos para que  en estos días, mirando al Crucificado, aceptemos que Dios es amor. ¡Cuántas veces lo imaginamos patrón y no  padre!, ¡Cuántas veces lo consideramos  juez severo en vez de Salvador misericordioso! Pero Dios en la Pascua anula las distancias, mostrándose en la humildad de un amor que pide el nuestro. Nosotros, pues, le damos gloria cuando vivimos todo lo que hacemos con amor, cuando hacemos todo con el corazón, como para Él (ver Col 3:17). La verdadera gloria es la gloria del amor, porque es la única que da vida al mundo. Por supuesto, esta gloria es lo contrario de la gloria mundana, que llega  cuando se es  admirado, alabado,  aclamado: cuando yo soy el centro de la atención. La gloria de Dios, en cambio, es paradójica: no hay aplausos ni audiencia. En el centro no está el yo, sino el otro: De hecho, en la Pascua vemos que el Padre glorifica al Hijo, mientras que el Hijo glorifica al Padre. Ninguno se glorifica a sí mismo. Hoy nosotros  podemos preguntarnos: “¿Para qué gloria vivo? ¿ La mía o la de Dios? ¿Solo quiero recibir de otros o también dar a otros? ”

Después de la Última Cena, Jesús entra en el huerto de Getsemaní y también aquí reza al Padre. Mientras los discípulos no logran estar  despiertos y Judas está llegando con los soldados, Jesús comienza a sentir “miedo y angustia”. Experimenta toda la angustia por lo que le espera: traición, desprecio, sufrimiento, fracaso. Está “triste” y allí, en el abismo, en esa desolación, dirige al Padre la palabra más tierna y dulce: “Abba“,  o sea papá (véase Mc 14: 33-36). En la prueba, Jesús nos enseña a abrazar al Padre, porque en la oración a Él está la fuerza para seguir adelante en el dolor. En la fatiga, la oración es alivio, confianza, consuelo. En el abandono de todos, en la desolación interior, Jesús no está solo, está con el Padre. Nosotros,  en cambio, en nuestros Getsemanís a menudo elegimos quedarnos solos en lugar de decir “Padre” y confiarnos a Él, como Jesús, confiarnos a su voluntad, que es nuestro verdadero bien. Pero cuando en la prueba nos encerramos en nosotros mismos, excavamos un túnel interior, un doloroso camino introvertido que tiene una sola dirección: cada vez más abajo en nosotros mismos. El mayor problema no es el dolor, sino cómo se trata. La soledad no ofrece salidas;  la oración, sí, porque es relación, es confianza. Jesús lo confía todo  y todo se confía al Padre, llevándole  lo que siente, apoyándose en él en la lucha. Cuando entremos en nuestros Getsemanís, -cada uno tiene sus propios Getsemanís, o los ha tenido, o los tendrá-  acordémonos de rezar así: “Padre”.

Por último,  Jesús dirige al Padre una tercera oración por nosotros: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34). Jesús reza por los que han sido malvados con él, por sus asesinos. El Evangelio especifica que reza esta oración en el momento de la crucifixión. Probablemente fue el momento del dolor más agudo cuando le metían los clavos en las muñecas y en los pies. Aquí, en la cumbre del dolor, el amor alcanza su cima: llega el amor, es decir, el don a la enésima potencia, que rompe el círculo del mal.

Rezando estos días el “Padre Nuestro”, pidamos una de estas gracias: vivir nuestros días para la gloria de Dios, es decir, vivir con amor; saber encomendarnos al Padre en las pruebas y decir “papá” y  hallar en el encuentro con el Padre el perdón y el coraje de perdonar . Las dos cosas van juntas. El Padre nos perdona, pero nos da el valor  para poder perdonar.

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En sus saludos, al final de la catequesis  a los peregrinos de lengua española provenientes de España y de América Latina, el Papa dijo“Pidamos al Señor que la celebración de la Pascua no sea sólo un momento más en nuestra vida, sino que nos impulse a vivir cada día para la gloria de Dios, confiando al Padre las pruebas que nos afligen y encontrando en Él el abrazo misericordioso que nos anima a perdonar a los demás. ¡Que Dios los bendiga!.

También recordó, en italiano, a los participantes en el Encuentro UNIV 2019. “Queridos jóvenes que vivís estos días de formación siguiendo el ejemplo de San Josemaría, fundad cada vez más vuestra vida en los valores de la fe, para que cambiando vosotros mismos sobre el modelo de Cristo, transforméis el mundo que os rodea.

Y entre los presentes de habla inglesa en la audiencia mencionó  de forma particular a la delegación de la OTAN Defense College.

 

© Librería Editorial Vaticano

 

 

 

 

17/04/2019-16:16
Larissa 1. López

Jueves Santo: Visita del Santo Padre al Centro Penitenciario Velletri

(ZENIT — 17 abril 2019).- En la tarde del Jueves Santo, el 18 de abril de 2109, el Papa Francisco visitará el Centro Penitenciario Velletri en Roma para la celebración de la Santa Misa "in coena Domini"con los presos.

A las 15.30 horas está prevista la salida desde Santa Marta para llegar a las 16.30 al Centro Penitenciario Velletri, donde será recibido por la Directora del Penitenciario, Maria Donata lannantuono; la Subdirectora, Pia Palmeri; la Comandante de la policía de prisiones, Maria Luisa Abbossida; y el capellán, el P. Franco Diamante. Allí, el Santo Padre saludará a los representantes civiles, a los de la policía y a los de los internos.

A las 17.00 horas el Papa Francisco celebrará la Santa Misa. La ceremonia incluye la homilía y el rito del lavado de pies a 12 reclusos por parte del Pontífice.

Al término de la celebración tendrá lugar el saludo de la Directora del centro penitenciario y un intercambio de regalos. A las 19.00 horas, el Santo Padre regresará al Vaticano.

 

Jueves Santo

El Jueves Santo comienza habitualmente con la Misa Crismal. Durante esta Eucaristía, que está presidida siempre por el obispo y es concelebrada por los sacerdotes diocesanos, se consagra el Santo Crisma. Esta es una sustancia sacramental con la que se unge a los bautizados, a los que reciben la Confirmación y con la que también son ordenados obispos y sacerdotes.

No obstante, la celebración central del Jueves Santo es la de la Última Cena. Jesús, sabiendo que va a ser entregado, se reúne con sus discípulos y ofrece a Dios Padre su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino.

 

Lavado de pies

Además de la comunión eucarística, en el Jueves Santo se produce el gesto del lavatorio de los pies, que reproduce la entrega de Jesús en la cruz por amor a todos los hombres. Durante la Última Cena Jesús llama a los suyos "amigos" y no "siervos" y les comunica el mandamiento de la caridad: "Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado" (Jn 15,12). Ese día es celebrado por toda la Iglesia como el Día del Amor Fraterno.

 

Reserva y adoración del Santísimo

Después de esta celebración, se procede a la reserva y adoración del Santísimo, que ha de ser concebida especialmente desde la perspectiva sacrificial de la Eucaristía: quien está en el sagrario es quien se entregó en la cruz y quien sigue haciéndolo en cada celebración. El Viernes Santo no puede haber consagración eucarística, ya que Cristo muere.

 

 

 

17/04/2019-09:48
Larissa 1. López

"Vivir cada día para la gloria de Dios"

(ZENIT — 17 abril 2019).- "Pidamos al Señor que la celebración de la Pascua no sea sólo un momento más en nuestra vida, sino que nos impulse a vivir cada día para la gloria de Dios, confiando al Padre las pruebas que nos afligen y encontrando en Él el abrazo misericordioso que nos anima a perdonar a los demás".

Estas son las palabras del Papa Francisco dirigidas a los hispanohablantes durante la audiencia general celebrada hoy, 17 de abril de 2019, en la plaza de San Pedro.

El Papa ha saludado y bendecido a los peregrinos de lengua española procedentes de España y América Latina durante la catequesis en torno a tres palabras que Jesús dirige al Padre en distintos momentos de su Pasión. A través de los mismos, el Pontífice ha reflexionado sobre la gloria, sobre la confianza en Dios como Padre ante la desolación y el dolor y sobre el poder del perdón.

 

 

 

17/04/2019-11:49
Larissa 1. López

Pascua, reflejo del amor que Cristo ha mostrado para todos

(ZENIT — 17 abril 2019).- Hoy 17 de abril de 2019, el Papa Francisco, como acostumbra a hacer en la Audiencia general que celebra los miércoles, ha dirigido un pensamiento especial a los jóvenes, los enfermos, los recién casados y los ancianos.

Debido a que el Triduo Pascual de la Semana Santa comienza mañana, Jueves Santo, el Papa les ha deseado que la Pascua del Señor "os haga reflejar el amor que Cristo ha mostrado tener para todos vosotros. El Señor os conceda participar plenamente en el misterio de su muerte y resurrección y os ayude a hacer vuestros sus sentimientos y a compartirlos con vuestro prójimo".

La catequesis que el Santo Padre ha ofrecido esta mañana a los fieles y visitantes se ha titulado "Pascua: la oración al Padre en la prueba" (Evangelio según San Marcos, 14, 32¬36a), y en ella el Pontífice ha reflexionado sobre tres palabras que Jesús dirige al Padre durante distintos momentos de su Pasión.

 

 

 

17/04/2019-14:37
Larissa 1. López

Gratitud de la Iglesia hacia los que han trabajado por Notre-Dame

(ZENIT — 17 abril 2019).- En la audiencia general de hoy 17 de abril de 2019, el Papa Francisco, después del saludo a los peregrinos francófonos presentes, trasladó a la comunidad diocesana de París, a todos los parisinos y a todos los franceses su dolor, afecto y cercanía tras el incendio en la catedral de Notre-Dame el pasado lunes 15 de abril.

"Estoy muy entristecido —dijo- y me siento muy cerca de todos vosotros. La gratitud de toda la Iglesia va a aquellos que han trabajado duro, incluso arriesgándose, para salvar la basílica. ¡Que la Santísima Virgen María os bendiga y apoye la obra de reconstrucción: que sea una obra coral, para la alabanza y la gloria de Dios! ¡Dios os bendiga!", dijo el Papa.

En los últimos días, el Papa Francisco ha mostrado de diversas maneras su proximidad con la catástrofe acaecida en Notre-Dame. Por un lado, Alessandro Giotti, Director ad interim de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, realizó dos declaraciones difundidas el 15 de abril y el 16 de abril. El Papa, por su parte, ayer por la mañana hizo llegar un mensaje al arzobispo de París, Monseñor Michel Aupetit. Por la tarde, el Santo Padre realizó una llamada telefónica al Presidente de Francia, Emmanuel Macron, transmitiéndole su solidaridad con la población francesa tras el incendio. Asimismo, también en el día de ayer, en todas las cuentas oficiales de Twitter, el Pontífice publicó unas palabras de apoyo y aliento en torno a este suceso.

Una vez evaluados los daños, hoy, 17 de abril, el presidente de la República francesa, Macron, ha convocado un consejo de ministros especial y una reunión con los actores llamados a colaborar en la reconstrucción de la catedral parisina con el fin de comenzar a fijar el método de trabajo a seguir.

 

 

 

17/04/2019-09:31
Rosa Die Alcolea

Papa Francisco: "Inspirados en el ejemplo de San Josemaría, funden su vida en valores de fe"

(ZENIT — 17 abril 2019).- Esta mañana, en la audiencia general, el Santo Padre ha dado la bienvenida a los participantes del Congreso UNIV 2019: "Queridos jóvenes que viven estos días formación: Inspirados en el ejemplo de San Josemaría, funden cada vez más su vida en valores de fe, para que, al cambiar ustedes mismos en el modelo de Cristo, puedan transformar el mundo que les rodea", les ha dicho.

El Papa Francisco ha enviado un saludo especial en la audiencia general, celebrada en San Pedro, en la mañana del Miércoles Santo, 17 de abril de 2019, a los jóvenes procedentes de más de un centenar de universidades de todo el mundo, congregados estos días en Roma para celebrar un encuentro internacional de universitarios junto al Papa y en Semana Santa y Pascua.

El tema que trabajarán este año los jóvenes en el UNIV es: "Getting down to business: The transformative power of work" ("Ponerse a trabajar: el poder transformador del trabajo"). Esta reflexión hace referencia a un ambiente en el que los jóvenes afrontan problemáticas sociales, políticas, económicas y culturales de actualidad en la búsqueda de soluciones válidas que respeten la dignidad humana y los derechos fundamentales de la persona.

 

Promovidos por San Josemaría

Los encuentros UNIV nacieron en 1968 bajo la inspiración e impulso de San Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei. En estos 51 años más de 100.000 estudiantes universitarios han participado en el encuentro. Cada año los estudiantes participan en la audiencia con el Papa, siendo este año particularmente significativo, teniendo en cuenta la recién publicada exhortación apostólica del Papa Francisco "Christus Vivir, fruto del Sínodo sobre los jóvenes celebrado en el pasado mes de octubre.

La Prelatura del Opus Dei organiza actividades de formación cristiana que acompañan el programa del encuentro. Se trata de una oportunidad para conocer la ciudad de Roma, participar en visitas guiadas a museos, exposiciones de arte, así como visitas a los lugares donde se pueden seguir las huellas de la historia de la Iglesia desde los primeros siglos.

 

 

 

17/04/2019-09:36
Sergio Mora

Mons. Miguel Ángel Ayuso: "La fraternidad es una piedra fundamental"

(ZENIT — 17 abril 2019).- El documento 'Fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común', firmado por el Papa Francisco, el Gran Imán de Al-Azhar y Ahmad Al Tayeb, principal líder académico del islam suní, "no es un documento islamocristiano, está firmado en cuanto representantes de las dos mayores religiones monoteístas y está destinado a promover y transmitir un mensaje: la fraternidad es una piedra fundamental".

Lo indicó este miércoles Mons. Miguel Ángel Ayuso, secretario del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, al dar algunas claves de interpretación del Documento de Abu Dhabi, a diplomáticos y periodistas reunidos en un desayuno de trabajo organizado por Mediatrends América en el Hotel NH Giustiniano.

"Las diferentes tradiciones tienen un patrimonio de valores -que sin entrar en materia política- deben saber proponerlos en sfavor de la dignidad humana, del respeto y la fraternidad", dijo, invitando a leer el documento de Abu Dhabi.

"¿Cómo podemos crear un mundo más fraterno? Este es un desafío abierto, una pista en la que el Papa nos recuerda que no se trata de quejamos, sino proponer valores y vivirlos". Todo esto en un momento en el que "hay un populismo que pone en riesgo los valores más fundamentales de nuestro sistema democrático mundial".

Mons. Ayuso añadió que "no es un mensaje para el Cairo y el Vaticano, sino para promover el diálogo interreligioso" precisando que "nosotros no decimos que todas las religiones son iguales, porque nos llevaría al relativismo".

Sino que "a partir de nuestra propia identidad, arraigados en nuestra esencia de que Jesús es camino, verdad y vida, nos hacemos compañeros de viajes de nuestros amigos, caminando hacia la Verdad con 'V' mayúscula, sin miedo, porque el miedo es el peor enemigo del diálogo".

Y reiteró que el diálogo se realiza "arraigados en nuestra propia identidad, para recorrer un camino en nuestro itinerario humano, hombro con hombro, proponiendo la humanidad, para ayudar a conseguir la paz".

"El discurso del Papa con el gran Imán fue muy positivo -explicó Mons. Ayuso- porque recordó tres cosa importantes: que debemos mantener la propia identidad, fundamental en nuestras vidas; que debemos conocer al otro porque no lo conocemos y no nos hacemos conocer; y el tema del pluralismo".

"En el fondo en el fondo, como dice Nostra Aetate, cuál es la aspiración de cada ser humano: ser felices, vivir, tener un trabajo digno, una familia, ver a los hijos crecer bien, un hogar. Son los anhelos fundamentales de todos los seres humanos", explicó el monseñor español. Y que "muchos de estos elementos no existen, porque falta un compromiso concreto, a nivel de comunidad internacional, para respetar que todo esto es algo que viene de Dios".

"Creo que hemos llegado a un momento muy delicado, que desde el 11 de septiembre de 2001 nos ha llevado a divisiones, violencia, al descarte de la religión, a un laicismo muy violento. Y esto nos ha dividido" dijo el secretario del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso.

Precisó además que se la llegado a esta situación debido "al terrorismo de matriz islamista, que ha puesto en la parrilla el tema religioso", olvidando en cambio que "la religión es parte de la solución de los problemas que vivimos hoy en día".

"Para esto es necesario lo que el Papa dijo en Abu Dhabi: vivir con sinceridad de intención, o sea sin segundas intenciones". Vale a decir, evocar "esta sinceridad de querer un mundo mejor", y no "a través de los intereses que llevan a las guerras, como la venta de armas".

Indicó además que "es fundamental para ello el tema de los derechos humanos, el respeto de la vida y la libertad religiosa, no solo la libertad de culto sino sobre todo la libertad de conciencia".

Mons. Ayuso concluyó indicando que el Papa sabía que ese viaje era un riesgo enorme, pero qué iba a ser un evento de gran importancia.

Respondiendo a las preguntas de los periodistas, Mons Ayuso indicó que "Ha habido una evolución muy positiva del mundo islámico. Después del 11 de septiembre, ante la fase de islamofobia que fue creciendo, se ha entendido que estos terroristas no son musulmanes, sino que instrumentalizan su terror con textos islámicos. Esto ha levantado ampollas en el mundo islámico y les ha hecho entender que es necesario renovar el discurso religioso. Así ha habido una reacción de la comunidad musulmanas, en diversas instancias y modos indicando los verdaderos valores de la religión islámica, separándolo de la violencia".

 

 

 

17/04/2019-07:00
Antonio Rivero

Padre Antonio Rivero: "Fuego, Palabra, Agua y Pan"

 

VIGILIA PASCUAL

Ciclo C

Textos: Gn 1, 1- 2, 2; Gn 22, 1-18; Ex 14, 15 —15, 1; Is 54, 5-14; Is 55, 1-11; Ba 3, 9¬15.32 — 4, 4; Ez 36, 16-28; Rm 6, 3-11; Mc 16, 1-7

Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor en el Noviciado de la Legión de Cristo en Monterrey (México) y asistente del Centro Sacerdotal Logos en México y Centroamérica, para la formación de sacerdotes diocesanos.

Idea principal: Repasemos las partes de esta Solemne Vigilia Pascual, desentrañando el significado profundo sacramental y espiritual.

Síntesis del mensaje: Después de un día transcurrido en la oración y el silencio, el sábado, en torno al sepulcro del Señor, la comunidad cristiana se reúne esta noche para la celebración principal de todo el año: el paso de la muerte y del sepulcro a la vida nueva. Esta Vigilia es el punto de partida para la Cincuentena Pascual, siete semanas de prolongación festiva que nos llevarán a la solemnidad conclusiva, Pentecostés.

 

Puntos de la idea principal:

En primer lugar, comienza todo fuera de la iglesia, con el fuego nuevo, bendecido por el sacerdote. Iniciamos una procesión siguiendo al Cirio Pascual, símbolo de Cristo Luz del mundo, y progresivamente con cirios encendidos en manos de los fieles. Es la figura del amor de Cristo que desea arder como una antorcha encendida en cada alma. Es como una llamarada divina que desea abrazar a todas las almas para encenderlas en el deseo de las cosas eternas; pero es también un fuego que debe quemar nuestras miserias, un fuego abrasador que nos purifique de nuestro amor propio, que nos vacíe de nosotros mismos para llenarnos de Dios.

Después escuchamos el pregón inicial — "Exsultet"- de la fiesta pascual. Himno bellísimo que se remonta a los primeros siglos del Cristianismo; cántico impregnado de júbilo por la resurrección de Cristo, sobre el telón de fondo del pecado del hombre y la misericordia de Dios. Júbilo del cielo, de la tierra y de la Iglesia. Es el rito de entrada, hoy más solemne. Podríamos llamar fiesta de la luz o "lucernario".

En segundo lugar, la proclamación de la Palabra tiene hoy más lecturas, sobre todo del Antiguo Testamento, que nos van conduciendo desde la creación hasta la nueva creación o resurrección de Jesús. En esta Vigilia, madre de todas las Vigilias, se proponen nueve lecturas: siete del Antiguo Testamento y dos del Nuevo (epístola y evangelio). Aquí se cumple lo que Jesús dijo a los de Emaús: "todo lo escrito en la ley de Moisés y en los profetas y salmos acerca de mí, tenía que cumplirse".

Estas lecturas resumen las maravillas de Dios a favor de los hombres, culminando con la del evangelio de la resurrección que nos relata san Lucas. Palabras sagradas a las que debemos recurrir con frecuencia para alimentar el alma, para saciar la sed de eternidad. Palabras que brotan del Señor como de su fuente para esclarecer nuestra inteligencia y encender en nosotros el entusiasmo por las cosas celestiales. Es la fiesta de la Palabra.

En tercer lugar, la parte sacramental de esta noche es más rica: ante todo celebramos el Bautismo, junto con la renovación de las promesas bautismales por parte de los ya bautizados. Por el bautismo hemos sido injertados en Cristo. Fue nuestra resurrección espiritual, pues gracias a él pasamos de la muerte a la vida. En esta parte invocamos a Dios para que con su poder santifique el agua con que serán bautizados los catecúmenos.

Recurrimos para ello a la Iglesia triunfante, a la Iglesia del cielo, a través de las letanías, rogando a los ángeles y a los santos que intercedan ante el trono de Dios por nosotros y por que serán bautizados, Al bendecir el agua, el sacerdote introduce en ella el cirio pascual, imagen de Cristo, a cuyo contacto adquiere su virtud santificadora. Es la fiesta del agua.

En cuarto lugar, pasamos ahora a la Eucaristía, la principal de todo el año, en la que participamos del Cuerpo y la Sangre del Resucitado. Es Cristo como alimento para el camino y para la lucha por la santidad. Es la fiesta del Pan y del Vino, convertidos en comida celestial para nuestra salvación. La eucaristía es un banquete. ¡Vengan y coman! ¡No se queden con hambre! Es un banquete en el que Dios Padre nos sirve el Cuerpo y la Sangre, el alma y la divinidad de su propio Hijo, hecho Pan celestial. Pan sencillo, pan tierno, pan sin levadura...

Pero ya no es pan, sino el Cuerpo de Cristo. ¡Vengan y coman! Sólo se necesita el traje de gala de la gracia y amistad con Dios, si no, no podemos acercarnos a la comunión, pues "quien come el Cuerpo de Cristo indignamente, come su propia condenación", nos dice San Pablo (1 Cor 11, 27). Este pan de la Eucaristía nos libra de esta muerte y nos da la vida inmortal. Todo alimento nutre según sus propiedades. El alimento de la tierra alimenta para el tiempo. El alimento celestial, Cristo eucaristía, alimenta para la vida eterna.

Finalmente, especial esta noche es también la conclusión de la Eucaristía, con los "aleluyas" de la despedida, el saludo cantado a la Virgen y la prolongación, si es posible, de un pequeño ágape de los participantes en el salón principal de la parroquia. Es la fiesta de la vida pascual, hecha convivio y caridad fraterna.

Para reflexionar: Del Pregón Pascual de la Vigilia Pascual, meditemos:

Esta es la noche en que,
rotas las cadenas de la muerte,
Cristo asciende victorioso del abismo.
¿De qué nos serviría haber nacido
si no hubiéramos sido rescatados?
¡Qué asombroso beneficio de tu amor por nosotros!
¡Qué incomparable ternura y caridad!
Para rescatar al esclavo, entregaste al Hijo!
Necesario fue el pecado de Adán,
que ha sido borrado por la muerte de Cristo.
¡Feliz la culpa que mereció tal Redentor!

Para rezar: ¡Te alabamos, Señor, por tu resurrección maravillosa! ¡Gracias por morir como el grano de trigo para engendrarnos como los muchos granos llenos con tu vida divina! ¡Gracias por morir como el Unigénito de Dios y resucitar como el Primogénito, con nosotros como los muchos hermanos! ¡Ahora somos hijos de Dios y hermanos de Cristo! ¡Gracias por hacernos la simiente corporativa, tu continuación y tu reproducción! ¡Señor, sólo queremos colaborar contigo lo mejor posible hoy, permitiéndote vivir en nosotros para nosotros poder vivirte! ¡Somos tu expresión y tu continuación, somos tus "largos días"!

 

Para cualquier duda, pregunta o sugerencia, aquí tienen el email del padre Antonio, arivero@legionaries.org

 

 

 

17/04/2019-07:00
Felipe Arizmendi Esquivel

Mons. Felipe Arizmendi: "Pasión de Cristo en su Iglesia"

+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo Emérito de San Cristóbal de Las Casas

 

VER

¡Cuánto sufrimiento hay en todo el mundo, en creyentes y no creyentes! Y en todos ellos se actualiza la pasión de Jesús. Sufren padres de familia, que no pueden dar la atención integral que sus hijos requieren. Esposas y madres de familia sufren sin consuelo y esperanza, porque ya no pueden con la cruz que significa un esposo alcohólico, violento, distante, infiel. Muchos enfermos y ancianos padecen en soledad sus achaques, su impotencia, el desprecio y la incomprensión de los suyos. Muchos jóvenes se sienten desconcertados ante la falta de estudio y trabajo, sin amigos verdaderos, sin éxito en el noviazgo y, sobre todo, sin una familia armónica, sin unos padres que les signifiquen seguridad, esperanza cierta de un futuro prometedor; se sienten solos y se dejan engañar por el alcohol, las drogas, los grupos delictivos.

En nuestra Iglesia, ¡cuánto dolor y sufrimiento, por todo tipo de fallas, tanto de los ministros jerárquicos, como del resto del Pueblo de Dios! No sólo por el delito execrable de la pederastia clerical, que crucifica sin misericordia a tantos niños, sino por otros pecados que llevamos en nuestra historia. Muchas veces los pastores hacemos sufrir injustamente a los fieles, por actitudes prepotentes y por un clericalismo repulsivo. ¡Pero cuánto sufre también un sacerdote calumniado, solo, enfermo, anciano, así como un obispo incomprendido, quizá distante del Pueblo y de su Presbiterio, criticado por las justas decisiones que debe tomar en bien de la comunidad!

Me duele mucho lo que están haciendo sufrir al Papa Francisco, sobre todo gente que se dice católica. Es increíble cómo malinterpretan todo lo que dice o hace. Algunos llegan a dudar de la legitimidad de su elección. No comprenden su opción por los pobres y por la defensa de la casa común, como si esto fuera ajeno al Evangelio. No aceptan su insistencia en la misericordia, como si prescindiera de la moral católica. Se viralizan en las redes ataques, calumnias y descalificaciones. Es cierto que siempre ha habido rechazos a algunos Papas, a veces con razón, como cuando, en el pasado, se comprobaron deficiencias en el proceder de alguno, pero los enemigos actuales no tienen una concepción de fe ante el Sucesor de Pedro, sino que todo lo juzgan según sus limitados y enfermizos criterios. ¡Que el Espíritu Santo lo fortalezca!

 

PENSAR

Me iluminó mucho lo que Francisco dijo en su reciente homilía del Domingo de Ramos, y que refleja lo que está viviendo. Hace ver el contraste entre "los gritos de fiesta y el ensañamiento feroz" hacia Jesús. Este "nos muestra cómo hemos de afrontar los momentos difíciles y las tentaciones más insidiosas, cultivando en nuestros corazones una paz que no es distanciamiento, no es impasividad o creerse un superhombre, sino que es un abandono confiado en el Padre y en su voluntad de salvación, de vida, de misericordia.

El corazón de Cristo está en otro camino, en el camino santo que solo él y el Padre conocen: el que va de la «condición de Dios» a la «condición de esclavo», el camino de la humillación en la obediencia «hasta la muerte, y una muerte de cruz» (Flp 2,6-8). Él sabe que para lograr el verdadero triunfo debe dejar espacio a Dios; y para dejar espacio a Dios solo hay un modo: el despojarse, el vaciarse de sí mismo. Callar, rezar, humillarse. Con la cruz no se puede negociar, o se abraza o se rechaza. Y con su humillación, Jesús quiso abrirnos el camino de la fe y precedernos en éL

Aclamaciones de fiesta y furia feroz; el silencio de Jesús en su Pasión es impresionante. Vence también la tentación de responder, de ser "mediático". En los momentos de oscuridad y de gran tribulación hay que callar, tener el valor de callar, siempre que sea un callar manso y no rencoroso. La mansedumbre del silencio hará que parezcamos aún más débiles, más humillados, y entonces el demonio, animándose, saldrá a la luz. Será necesario resistirlo en silencio, 'manteniendo la posición', pero con la misma actitud que Jesús.

Él sabe que la guerra es entre Dios y el Príncipe de este mundo, y que no se trata de poner la mano en la espada, sino de mantener la calma, firmes en la fe. Es la hora de Dios. Y en la hora en que Dios baja a la batalla, hay que dejarlo hacer. Nuestro puesto seguro estará bajo el manto de la Santa Madre de Dios. Y mientras esperamos que el Señor venga y calme la tormenta, con nuestro silencioso testimonio en oración, nos damos a nosotros mismos y a los demás razón de nuestra esperanza. Esto nos ayudará a vivir en la santa tensión entre la memoria de las promesas, la realidad del ensañamiento presente en la cruz y la esperanza de la resurrección".

 

ACTUAR

Nosotros estamos con el Papa Francisco y lo apoyamos, porque vemos su elección como una gracia de Dios, para bien de la Iglesia y de toda la humanidad. Y ante el sufrimiento de los demás, ojalá muchos seamos Cirineos, y no culpables de su dolor.

 

 

 

17/04/2019-07:00
Isabel Orellana Vilches

Beato Andrés Hibernón, 18 de abril

«Una sencilla vida de entrega, colmada del amor de Dios, signó el acontecer de este virtuoso limosnero que vio premiada su entrega indeclinable con dones como milagros, bilocación, profecía, y multiplicación de alimentos, entre otros»

Su adolescencia y juventud estuvo dedicada a liberar a su familia de la pobreza en la que malvivían con las limosnas que obtenían, aunque la situación había sido bien distinta cuando él vino al mundo. Sus padres se establecieron en Alcantarilla, Murcia, España.

Pero Andrés nació en la capital en 1534 en casa de un tío canónigo, lugar donde se hallaba su madre temporalmente. Unos días más tarde regresaron a la localidad. Creció familiarizado con Dios, cultivando la devoción a María y amando los principios de la fe que le inculcaron.

Su padre tenía origen nobiliario, pero una crisis económica suscitada por una pertinaz sequía le desposeyó de sus bienes. Al perder su estatus le enviaron a Valencia junto a un tío para que pudiera labrarse un porvenir. Allí trabajó como pastor de ganado hasta los 20 años. Luego decidió volver a casa.

El dinero que había ganado lo reservó para la dote que su hermana precisaba para desposarse conforme a la costumbre de la época. Pero en el viaje de regreso al domicilio paterno, unos ladrones le golpearon y le esquilmaron lo que llevaba dejándole con lo puesto. En este hecho vio con claridad lo que ya se había fraguado en su espíritu: que debía ser religioso.

Su trabajo en el campo no fue impedimento para que frecuentase las visitas al Santísimo, por el que tuvo gran devoción, ni mermó sus ansias de penitencia. Estaba forjado en el ayuno y en las mortificaciones; es decir, que había comenzado ya una vía de perfección. Sus virtudes eran manifiestas para quienes le conocían: mansedumbre, humildad y diligencia, entre otras muchas.

Antes de comprometerse pasó unos días en Granada acompañando a un regidor de Cartagena, alguacil mayor del Santo Oficio, que le tenía en gran estima y confianza, tanto que puso bajo su custodia cuantiosos bienes.

Pero un día, sin despedirse de él, temiendo que pudiera influir en su decisión de consagrarse, partió para ingresar en el convento franciscano de Albacete perteneciente a la provincia de Cartagena donde hizo el noviciado. Aunque lo conocía, al regidor le impactó su honradez cuando vio que el beato había mantenido intactas sus valiosas pertenencias. Andrés profesó en 1557.
Permaneció seis años en esa comunidad tras los cuales eligió la reforma de san Pedro de Alcántara porque tenía unas reglas más severas. Se le asignó la residencia de San José de Elche donde llegó en 1563. Acostumbrado a la pobreza y a la mendicidad, no tuvo duda de que había elegido el lugar idóneo para él.

La peculiar sensibilidad de los santos descubre la finura y profundidad de la vida espiritual cuando pasa por su lado. Sus hermanos san Pascual Bailón y san Juan de Ribera, que fue arzobispo de Valencia, al ver actuar a Andrés constataban su espíritu evangélico percibiendo su grandeza en cualquier detalle. A todos les cupo la gracia de vivir esos primeros instantes de instauración del movimiento renovador.

Andrés siempre encontraba unos minutos para hincarse en tierra y rezar fuera labrando la huerta, en la portería o mendigando. Era obediente, responsable, austero, prudente, discreto, puntual, abnegado incluso a pesar de la edad y los achaques, y poseía un gran sentido del honor.

Su gran temple y confianza en la Providencia fue especialmente ostensible en circunstancias de catástrofe en las que actuó con admirable entereza. Sentía gran veneración por los sacerdotes y debilidad por los pobres y los enfermos. Y había obtenido de sus superiores el permiso para recibir frecuentemente la comunión, algo inusual en la época.

La fama de santidad le precedía. Su piedad traspasaba los muros del convento. Era estimado por las gentes, y personas ilustres que le conocían le abrían su corazón porque era un gran maestro y confesor. Desconocía lo que era tener un minuto de ocio, sin que le reportase celestes ganancias. En una ocasión, cuando le preguntaron si la vida espiritual le había resultado tediosa alguna vez, respondió que «jamás lo sentía, porque había hecho hábito de nunca estar ocioso, con lo cual siempre se hallaba apto para la oración o contemplación».

Pasó por varios conventos, todos en la zona del Levante español. Tuvo en la limosna un fecundo campo apostólico. Los pobres vieron en él un amigo y asesor; les orientaba en la búsqueda de un trabajo digno.

También asistía a los que estaban en trance de morir, y contribuyó a la conversión de musulmanes a quienes conmovía con su palabra y ejemplo. Cuando le llamaban «santo viejo», respondía humildemente, sin falsa modestia: «¡Oh, que lástima! Viejo loco, sí, insensato e impertinente, pero de santo no, no».

Se caracterizaba por su capacidad contemplativa, fue agraciado con muchos éxtasis y raptos que le sobrevenían en cualquier lugar, aunque suplicaba a Dios que en esos momentos le preservase de miradas ajenas.

Además, recibió distintos dones: el de la bilocación y el de profecía, así como el de milagros (curación de enfermos) y la multiplicación de alimentos. Vaticinó el día y hora de su muerte cuatro años antes de que se produjera.

La antigua lesión de estómago y «fluxión» ocular que venía padeciendo le causaron muchos sufrimientos. Los hermanos que permanecían a su lado cuando se encontraba en su lecho de muerte, afligidos por los dolores que soportaba, aunque los encajaba con admirable fortaleza, hubieran deseado compartirlos con él.

Y al hacérselo saber, el venerable religioso manifestó: «Esto no, mis carísimos hermanos, porque estos dolores me los ha regalado Dios, y los pido y quiero enteramente para mí. Creedme, hermanos, que no hay cosa más preciosa en este mundo que padecer por amor de Dios».

La devoción que tuvo en vida a María le acompañó en el momento de entregar su alma a Dios. Su deceso se produjo en el convento de San Roque de Gandía, Valencia, el 18 de abril de 1602. Pío VI lo beatificó el 22 de mayo de 1791. Su cuerpo incorrupto desapareció en la Guerra Civil española. Localizados sus restos, se llevaron a Alcantarilla siendo trasladados con posterioridad a la catedral de Murcia donde se veneran.