Editorial

 

Los católicos y el partido político Ciudadanos

 

 

8 mayo, 2019 | por ForumLibertas.com


 

 

La conciencia es libre, y todavía lo es más en el caso de los católicos, que tienen en ella su ultima razón. Al mismo tiempo, esta libertad está contrapesada por la tarea personal y colectiva de formar aquella conciencia de manera coherente con la fe que procesamos. De ahí que la confusión sea un grave enemigo de la práctica cristiana. Esto que atañe a todas las dimensiones de la vida, también reza para la política.

Y confusión es lo que parece darse entorno al partido político de Ciudadanos. No son pocos los católicos que afirman votarlos porque les parecen más próximos a su ideario que otras alternativas. Hay que decir ante este tipo de planteamientos que están equivocados. Cs no difiere sustancialmente de los planteamientos en el orden moral que pueda tener el PSOE, incluso Podemos. Cs se afirma en la ideología de la perspectiva de género, a apoyar la iniciativa gubernamental de legalizar la eutanasia.

Defiende a lo machamartillo la legislación actual sobre el aborto, es decir, la desaparición de toda protección del ser humano no nacido y la práctica del aborto eugenésico. Y no solo eso, sino que llama “antiguos” a quienes consideran que aquellas prácticas deben terminarse. Lleva la cuestión del matrimonio homosexual a su máximo exponente, postulando en la campaña electoral pasada la modificación constitucional para blindar lo que ahora solo es una ley. Va más allá de lo que plantean socialistas y Podemos. Esto también sucede en otros ámbitos, como el de la prostitución que rechaza prohibir, y es el único partido que promueve la legalización de los vientres de alquiler.

¿Cómo puede un votante católico ignorar todo esto? y si no lo ignora ¿cómo puede votar a Ciudadanos?

El voto es libre y cada uno puede hacer con él lo que le plazca, pero en todo caso debe ser consciente que determinadas opciones son contrarias a su fe, y si las elige la está supeditando a una ideología mundana. Y eso es suicida para el pueblo de Dios.