Tribunas

Los obispos españoles anti-Francisco

 

 

José Francisco Serrano Oceja

 

 

Tengo que confesar que monseñor Fratini crea adicción. Cada vez que habla, -creo que ya no lo hará mucho más porque se ha llevado ya sus maletas y sus bolsas deportivas a su tierra-, da que pensar.

Quizá porque nos obliga a interpretar si lo que dice, algo de lo que dice, parte de lo que dice, o todo lo que dice, lo dice como herencia de sus diez años en España, como mensaje de alguien de más arriba o como simple descargo de conciencia.

En la entrevista a Vida Nueva hizo una afirmación a la que debemos dedicar algo de tiempo. Preguntado por su visión general de la Iglesia en España, el exnuncio Fratini contesta: “La Iglesia española está trabajando bien en su conjunto, se está renovando. La mayoría de los obispos está siguiendo las premisas del Papa, aunque hay una minoría que todavía tiene algunas dificultades. El cardenal Blázquez ha expresado de forma reiterada su respaldo a Francisco. No se puede decir que hay una división en la Conferencia Episcopal, pero sí puntos de vista diversos, aunque finalmente siempre dan una respuesta unidos”.

La frase que me ha llamado la atención es la que afirma que “la mayoría de los obispos está siguiendo las premisas del Papa, aunque hay una minoría que todavía tiene algunas dificultades”.

¿Quiere esto decir que hay obispos españoles, una minoría, que no siguen las premisas del Papa? ¿Quiere decir que hay obispos españoles que no están con el Papa Francisco? ¿Qué ha hecho el Nuncio del Papa saliente para que estos obispos dejen su actitud reticente y entren en el pontificado?

¿Se trata de obispos que no siguen las premisas del Papa o de los que se oponen a quienes se  han constituido como portavoces acreditados del Papa, mensajeros del Papa, intérpretes principales del Papa? ¿Cuáles son esas dificultades que tiene esa minoría respecto al Papa?

Más preguntas, esta minoría de obispos, ¿son de los de más edad, de sedes grandes o pequeñas, están en órganos claves de la conferencia? ¿El Nuncio saliente sabe de este rechazo al Papa porque se lo han manifestado, porque lo han hecho público, porque lo han escrito, porque se lo han contado sus informantes u otros obispos dedicados a mirar hacia los lados?

Y perdonen que me siga haciendo preguntas, ¿no será acaso que el señor nuncio saliente haya dado crédito a determinado clima de opinión que se ha empeñado en catalogar, clasificar, hacer listas, sentenciar a determinados obispos, con nombres y apellidos, entre los fieles al Papa Francisco y los no fieles al Papa Francisco, entre los de unos y los de otros, entre los nuestros y los ajenos, entre los de la Tradición y los de los signos de los tiempos, con una dialéctica antievangélica casi Schmittiana?

¿Acaso esta división entre los obispos no es una división impuesta desde ámbitos externos o con intenciones espurias para legitimar decisiones posteriores? ¿Afirma que hay una minoría que rechaza al Papa no es entrar en el juego inicial de una especie de macartismo eclesial?

¿Se acuerda monseñor Fratini de la época de Tarancón? Seguro que sí. En el postconcilio, los obispos españoles, en la Conferencia Episcopal, debatían, discutían hasta la saciedad, pero no se señalaban unos a otros.

En aquel entonces, había quien estaba de acuerdo con Tarancón y quién no, con su línea o sensibilidad. Pero lo que no ocurría es que se dijeran que quienes no estaban de acuerdo con Tarancón estaban en contra de Pablo VI. O, para avanzar en la historia, quienes no estaban de acuerdo con Suquía, estaban en contra de Juan Pablo II.

Por cierto, que Guerra Campos dejo de ir a la Conferencia. Al menos fue coherente. Y que sepamos, ahora, ningún obispo ha dejado de ir a la Conferencia. Yo solo me he hecho preguntas en voz alta. Lo propio de los periodistas…

 

José Francisco Serrano Oceja