Red Iberoamericana de

Estudio de las Sectas

 

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Nº 696

9 de oct. 2019

 

BOLETÍN MONOGRÁFICO: PSEUDOTERAPIAS Y PSEUDOCIENCIAS

 

1. Autor de un nuevo libro explica las claves para identificar las pseudoterapias.

2. España: el Gobierno gasta miles de euros en cursos de mindfulness para funcionarios.

3. Estudios demuestran que las hierbas medicinales ayurvédicas son peligrosas para la salud.

4. Médico español: “ha habido mucha permisividad con las pseudoterapias”.

5. Argentina: un Colegio de Psicólogos, preocupado por el intrusismo de las terapias alternativas.

6. Retiran la custodia a unos padres que sustituyeron la quimioterapia de su hijo por terapias alternativas.

7. Las redes sociales de Internet toman medidas ante la difusión de pseudoterapias.

8. La Bioneuroemoción: una peligrosa pseudoterapia irracional… con las puertas abiertas en Argentina.

9. Psicóloga argentina denuncia la “explotación desenfrenada del pensamiento mágico”.

10. Las pseudoterapias afectan más intensamente a personas con discapacidad.

 

 

1. Autor de un nuevo libro explica las claves para identificar las pseudoterapias.

FUENTE: 20 Minutos

 

 

Entre 1.200 y 1.400 personas mueren al año en España por confiar en las pseudoterapias, según el primer informe realizado (en 2018) por la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP). Los expertos alertan de la confusión que existe entre los españoles sobre estas terapias que carecen de evidencia científica. Pero, ¿cómo se pueden identificar? Así comienza el artículo que ha publicado el medio español 20 Minutos, firmado por Lolita Belenguer.

El vicepresidente de la APETP, Emilio José Molina, que acaba de publicar su primer libro, Las Pseudoterapias (Popular), explica que “no existe una forma directa de identificar una pseudoterapia. Hay algunas que son muy contundentes y capaces de engañar a facultativos”, en referencia a oncólogos que creen en ellas. De forma más intuitiva, cuando algo nos parezca “demasiado bonito para ser verdad, probablemente sea una pseudoterapia”, añade. Y pone un ejemplo: el cáncer. “Hay pseudoterapias que afirman que el cáncer es una forma natural de sanación del propio cuerpo. Se venden como terapias seguras e inocuas y, si no funcionan, es porque hay algo que el paciente no habrá hecho bien”.

Otra forma de detectar una terapia fraudulenta es “comprobar si está cubierta por el Sistema Nacional de Salud”, aunque actualmente existen muchos médicos que siguen recetando homeopatía, acupuntura u osteopatía. El Ministerio de Sanidad identificó en febrero 73 pseudoterapias que carecen de evidencia científica y está investigando otras 66, entre las que se encuentran la homeopatía y la acupuntura. Aun así, hay “muchas más” que no están recogidas en el listado del Gobierno, como el psiconálisis y la biodescodificación o la nueva medicina germánica, “muy peligrosa” según Molina porque tiene características “sectarias y cruentas” en temas de cáncer, pues rechaza los paliativos y considera que el cáncer es un “proceso natural de sanación del cuerpo”.

El CIS, en su barómetro de febrero de 2018, preguntó —por primera vez— por estos tratamientos y desveló que el 10 % de la población española había acudido a un profesional que le administró homeopatía o le recomendó la osteopatía. De forma puntual, el 61 % de los encuestados que afirmaron haber acudido en el último año a una de estas pseudoterapias recurrió a la hipnoterapia. Preguntados por su nivel de satisfacción, en general es bastante alta. Independientemente de si las usaron o no, el 21 % de los encuestados respondieron que creen que la gente utiliza estos tratamientos porque “confía en ellas sin un motivo concreto”. En particular, de los que reconocieron haber recurrido a ella, el 30 % aseguró que lo hicieron en primer lugar “para que le ayude a tener una vida sana y equilibrada” y el 27 % “para curarse de enfermedades y dolencias para las que la medicina convencional no le funciona”. El 5 % las ha usado de forma exclusiva.

Además, según la novena Encuesta de Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología, elaborada por la Fecyt en 2018 con una muestra de 5.200 entrevistas, el 5,2 % del total de la población española ha utilizado alguna vez tratamientos alternativos en lugar de las terapias médicas convencionales, y el 14 % de forma complementaria. Todas estas cifras han comenzado a arrojarse estos últimos dos años. De hecho, hasta hace un año y pico el Gobierno español “no había hecho absolutamente nada, ni siquiera hacía cumplir las leyes que protegen a los ciudadanos de prácticas inseguras o engañosas”: el Real Decreto de 1996 sobre publicidad de productos y servicios con finalidades sanitarias (que por ejemplo, prohíbe la asociación de lo natural como mejor), el de 2003 sobre centros sanitarios y la Ley de profesiones sanitarias.

El único paso hasta la fecha lo dieron en 2018 la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, y el titular de Ciencia, Pedro Duque, que presentaron el Plan para la Protección de la Salud frente a las Pseudoterapias, cuyos últimos avances consistieron, en febrero de este año, en esbozar un Real Decreto que impida que los centros que ofertan estas técnicas o productos lleven la calificación de sanitarios, así como que estos se ofrezcan en hospitales. Medidas que Molina entiende como “buenísimos primeros pasos de identificación y concienciación”, pero considera que lo “prioritario” es hacer cumplir la ley.

“Estamos como estaba la violencia de género hace 30 años. Si denunciabas ante la policía, te hacían caso omiso; si llegabas ante el juez, este te decía que nadie le obliga a estar con su marido —al que no se condenaba—; y a nivel social, te tachaban de mala esposa. Hoy, con las pseudoterapias, ocurre lo mismo: la policía te culpabiliza de confiar en un estafador; el juez te dice que has tomado la decisión de forma libre y siendo mayor de edad, por lo que el estafador queda impune, y no asume que estabas en una situación de vulnerabilidad; y la sociedad te tacha de tonto”, expone Molina. Con todo, reconoce que España está “a la cabeza de lanza” en la lucha contra las pseudoterapias y es “uno de los países más beligerantes contra la desinformación en salud”, por delante de Alemania o Suiza, “cunas” de estas propuestas.

Perfil y riesgos

Molina apunta que el perfil de las personas que acuden a las pseudoterapias suele corresponder con personas con estudios y un nivel socio cultural medio alto que sienten una “falsa seguridad” de que a ellos no les pueden engañar, cuando en realidad los que están detrás de esto son “profesionales del engaño”. “Lo mejor que te pueden hacer es que no tengas nada y te vendan algo que no necesitas, por ejemplo para potenciar el sistema inmunológico, es decir, que te engañen. Lo peor, que te lleguen a matar”, sentencia Molina.

Y recuerda el caso del joven de 21 años al que le diagnosticaron leucemia y decidió fiarse de un supuesto médico que le recetó vitaminas. “Incluso en personas con buen pronóstico” llega a calar este discurso que, según Molina, se basa en el “adoctrinamiento para recelar del sistema médico, que tiene sus problemas, pero se magnifican”. El autor del libro Las pseudoterapias. Guía básica para pacientes y profesionales sanitarios considera que los argumentos de los pseudosanitarios son “falacias argumentadas para invertir la realidad”.

¿Cómo rebatir sus argumentos? Preguntado por la gran penetración de las pseudoterapias entre la población española, Molina explica que se aceptan “porque el discurso es emocionante, porque somos escépticos de lo que nos suena mal pero las buenas historias nos fascinan. Nadie estamos a salvo y son especialmente peligrosas cuando hablamos de salud”. Ante el argumento de “son técnicas milenarias”, Molina responde: “hace miles de años las personas actuaban guiadas por supersticiones”; ante la frase “lo hace mucha gente”, rebate: “la pederastia también está muy extendida y no por ello se acepta”. Como consejos básicos para saber si se está ante una terapia de fiar, el vicepresidente de la APETP recomienda contrastar con profesionales independientes de la sanidad pública y privada, con investigaciones y conciencia crítica.

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2. España: el Gobierno gasta miles de euros en cursos de mindfulness para funcionarios.

FUENTE: Cadena Ser

 

 

El Gobierno español lleva años pagando cursos de mindfulness –un tipo de meditación proveniente del budismo– para que los funcionarios se inicien en esta práctica calificada por algunos expertos como pseudoterapia y que el propio ministerio de Sanidad está evaluando. El portal de transparencia publica 43 contratos de 11 ministerios adjudicados entre abril de 2016 y junio de 2019 con empresas que imparten cursos presenciales o a través de internet. En total el Gobierno ha gastado 166.859 euros en ese periodo para tratar enseñar a meditar a empleados públicos. Lo cuenta Adela Molina en Cadena Ser.

El mindfulness, textualmente atención plena, se ha puesto de moda en algunos sectores para tratar de combatir el estrés o la ansiedad a través de la concentración y la meditación no mística. Un artículo publicado en la prestigiosa revista Nature en 2018 cuestionaba su eficacia y aseguraba que tenía los mismos beneficios que ver documentales en televisión.

El abogado experto en pseudoterapias Fernando Frías lo incluye directamente en esta categoría: “El mindfulness se puede considerar una pseudoterapia porque se está presentando como algo con efectos terapéuticos sin base teórica ni, sobre todo, resultados probados”, explica. El ministerio de Sanidad no lo incorporó al listado que aprobó el pasado febrero en el que aparecen 73 técnicas que no han acreditado ninguna eficacia como la terapia regresiva o el coaching transformacional. La meditación aparece entre las 66 terapias aún en evaluación junto al yoga o la homeopatía.

Frías sostiene que si no está incluido es porque el listado se ha quedado desfasado nada más ser aprobado. También dice que si el ejecutivo quiere mejorar el bienestar de los funcionarios debería buscar otras fórmulas en las que invertir el dinero público: “Debería buscar prácticas acreditadas, que las hay. Debería mejorar también las condiciones de trabajo, que probablemente en muchos casos sea necesario, y dejarse de este tipo de cosas que, aparte de esta vertiente pseudo terapéutica, tienen mucho de modas”.

El psicólogo Ramón Noguera reconoce que hay “mucha charlatanería” en torno al mindfulness aunque sostiene que “no es una pseudociencia” y que tiene “beneficios moderados pero significativos” si se practica regularmente. Afirma que puede ser útil a empleados públicos con mucha tensión como el personal de urgencias o los bomberos pero no encuentra explicación a que hayan sido contratados por el Consejo de administración de Patrimonio Nacional o la Confederación Hidrográfica del Júcar como refleja la web de transparencia: “La verdad es que no tengo idea del trabajo que hacen estás personas así que no puedo valorarlo con objetividad. En una primera impresión diría que no me parece un colectivo prioritario”.

Noguera apunta también las razones por la que han aumentado este tipo de cursos entre empresas y entre la administración: “Esto en realidad enmarca un problema de fondo que es la proliferación de coaching y mandangas de pensamiento positivo para que los empleados cambien su actitud y toleren condiciones de trabajo que son, a menudo, horribles”.

El Gobierno quita importancia al tema. El ministerio de Hacienda, a través de un portavoz, dice que estos cursos son una proporción mínima del gasto general en formación para funcionarios, “unas décimas”, y que se enmarcan dentro de la prevención de riesgos laborales aunque no ha concretado cuántos trabajadores los han recibido ni desde cuando se imparten. El ministerio de Sanidad, encargado de luchar contra las falsas terapias, que contrató un taller de mindfulness en junio por valor de 800 euros a través del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria, ha dado orden para que no se vuelva a realizar.

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3. Estudios demuestran que las hierbas medicinales ayurvédicas son peligrosas para la salud.

FUENTE: Xataka

 

 

El ayurveda es una medicina tradicional india que se ha practicado desde hace milenios y actualmente es considerada por la Organización Mundial de la Salud como una práctica útil de la medicina alternativa. Sin embargo, no hay suficientes ensayos clínicos bien controlados y revisiones sistemáticas de investigación para probar que los enfoques son beneficiosos, según explica Sergio Parra en el portal Xataka.

Pero que no sean eficaces no significan que sea inocua. De hecho, pueden ser peligrosa. El reiki, el feng shui, el ayurveda o la medicina tradicional china son, en su conjunto, un timo. Si una terapia es milenaria, energética, natural o cuántica, es un timo. Y, encima, si es antigua, pues peor: los conocimientos al respecto eran muy pobres. Pero es que encima algunas son peligrosas, por eso la esperanza de vida los chinos empezó a aumentar cuando se empezó a abandonar la medicina tradicional china y se adoptó masivamente la alópata.

Un estudio de 1994 de hierbas medicinales ayurvédicas descubrió que una muestra de cada cinco compradas en tiendas locales en Boston contenía suficiente plomo, mercurio o arsénico para que alguien que usara el medicamento según las indicaciones recibiera una dosis más alta que los estándares de seguridad de Estados Unidos. Así, esta medicina natural expondría al usuario 10.000 veces más a estos metales pesados tóxicos que lo permitido por las normas federales para cualquier medicamento convencional.

El 9 de julio de 2004, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, de hecho, recibió informes de 12 casos de envenenamiento por plomo asociados con el uso de medicamentos ayurvédicos. En general, estos pacientes tomaron el medicamento para la artritis o la diabetes. No es nada nuevo: durante más de una década, los principales hospitales de Mumbai solían referir casos sospechosos de intoxicación por este motivo.

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4. Médico español: “ha habido mucha permisividad con las pseudoterapias”.

FUENTE: El Norte de Castilla

 

 

El Norte de Castilla ha entrevistado recientemente al doctor Francisco José del Riego, presidente del Colegio de Médicos de Palencia. Recogemos a continuación sus declaraciones, tal como las ha conseguido en su entrevista la redactora Inés Macho.

- ¿Qué opina de que muchos productos homeopáticos sean considerados como medicamentos?

- Se ha ido demostrando que la mayoría de los productos homeopáticos, aunque yo no los conozca todos, carecen de certificación de utilidad terapéutica, no responden a las indicaciones dicen responder. Esto significa que muchos actúan únicamente como placebos, como podría actuar el azúcar o un líquido rojo.

- ¿Cuál es su trabajo frente a esto?

- En España, desde el Observatorio OMC contra las pseudociencias de la Organización Médica Colegial, y desde el Ministerio de Sanidad se han ido denunciando todas aquellas pseudociencias que no están sometidas a los criterios de la medicina actual. Quizá la homeopatía no es la más llamativa, porque hay otras que se consideran incluso nocivas para la salud, como es el hipoclorito sódico, del que tenemos un representante de su difusión en Palencia.

- En el caso de la homeopatía, ¿cuáles serían las consecuencias más graves para un paciente?

- La mayoría de las veces, el abandono de terapias avaladas. Estamos teniendo algunos casos de pacientes con patologías malignas que han abandonado los tratamientos oncológicos porque alguien les ha dicho que eso no es lo que les está curando y que, con unas terapias alternativas –en muchos casos con ciertas connotaciones mágicas o místicas– podían recuperarse. Somos contrarios a esto porque los tratamientos oncológicos están avalados por estudios y evidencias científicas contrastadas. Como otras terapias, la quirúrgica, la médica y la habitual que se expende en las farmacias, antes de darles el marchamo de calidad, se someten a ensayos clínicos. Sin ningún aval de este tipo, sin ninguna evidencia publicada, lo que se ofrece se plantea casi como magia.

- ¿Cuál es el proceso que debe pasar un medicamento para que pueda distribuirse como tal?

- Lo primero son los ensayos en laboratorio, preclínicos, en los que se demuestran, con células o animales de laboratorio, los beneficios de este medicamento. Una vez se aprueba el consumo humano, se hacen estudios en series y en voluntarios –siempre firmando unos certificados y siempre con una organización que avale el estudio en humanos– y se comparan con placebos y con otros medicamentos para la misma indicación. Una vez superada esa fase, la Agencia Española del Medicamento lo aprueba y se le da salida comercial. Y eso es lo que exigimos a todos los productos homeopáticos, que sigan el mismo itinerario que ha de seguir los antibióticos, o los nuevos hipertensivos o los nuevos anticoagulantes. No nos oponemos a la homeopatía arbitrariamente, sino por la falta de cumplimiento de unos requisitos preestablecidos.

- ¿Cómo es posible, entonces, que la homeopatía esté integrada dentro de la medicina?

- En España hemos sido muy permisivos con productos médicos y paramédicos y farmacéuticos y parafarmacéuticos. Esa permisividad va de la mano de otras cuestiones como la publicidad engañosa. Ponemos la televisión y aparecen cantidad de productos para el rejuvenecimiento, el blanqueamiento dental, o contra la caída de cabello, y la mayoría de ellos no tienen tampoco una base comprobada. Hay que acotar esa permisividad en todas las esferas de la sociedad, ya no solo en la médica. Es un trabajo complicado porque no todas las personas que defienden estas alternativas son ajenas a la profesión, sino que hay muchos profesionales médicos que ofrecen terapias pseudocientíficas, así que nos está costando guerras y luchas internas poner sobre la mesa lo que está bien y lo que está mal.

- ¿Podría un médico de la Seguridad Social recetar un medicamento homeopático?

- Inicialmente no, porque no están en los listados de farmacia de Sacyl [Sanidad pública de la comunidad autónoma de Castilla y León]. En la sanidad privada sí, porque están a la venta como medicamentos, de lo que estamos en contra.

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5. Argentina: un Colegio de Psicólogos, preocupado por el intrusismo de las terapias alternativas.

FUENTE: El Liberal

 

 

La licenciada Roxana del Castillo, presidenta del colegio de Psicólogos de Santiago del Estero (Argentina), reveló que la institución a su cargo se encuentra preocupada por “todas las terapias alternativas que están proliferando como un intrusismo en nuestra profesión, pero también estamos en contra de que profesionales psicólogos pudieran ejercer terapias que no estuvieran, insisto en esto, avaladas científicamente”. Lo leemos en el diario El Liberal.

Al respecto, detalló: “Los coaching, counselors no tienen título de grado. Son carreras, generalmente, de dos años. No tienen tampoco un programa. No están habilitados por el Ministerio de Educación. Nosotros sí somos carrera de grado, por lo tanto estamos contenidos dentro de la Ley de Educación Superior. No hay un plan de estudio (para estas terapias alternativas) y, fundamentalmente, tampoco los respalda una teoría avalada científicamente. Así tampoco están avaladas científicamente otras terapias que les denominamos alternativas llámese Flores de Bach, Mandalas, etc.”.

Acerca de su postura institucional, expresó: “Nosotros adherimos a la postura de la Federación de Psicólogos de la República Argentina y de la Asociación de Universidades Nacionales, y a esta misma lucha nosotros la hacemos propia, no aceptamos como profesionales a quienes, primero, no tengan un título de grado. Los títulos de grado son los que emiten las universidades nacionales públicas o privadas. Ese título tiene que ser un título de grado”.

Expresó: “Nos preocupa cual es el servicio que prestan. Todos debemos estar alertas. Y como Colegio, nosotros hacemos eso: alertamos a la comunidad. Por supuesto que cada uno tiene la libertad de elegir a dónde va a buscar ayuda. Tenemos que estar alertas, como lo estamos nosotros, ante la cantidad de terapias alternativas y cantidad de profesionales que dicen estar capacitados para brindar servicio profesional”.

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6. Retiran la custodia a unos padres que sustituyeron la quimioterapia de su hijo por terapias alternativas.

FUENTE: La Sexta

 

 

Unos padres de Florida, en EE.UU., han perdido la custodia de su hijo Noah, de cuatro años, después de cambiar el tratamiento de quimioterapia para tratar la leucemia del menor por 'terapias alternativas', según ha informado el medio CBS. El pasado mes de septiembre, juez encargado del caso, Thomas Palermo, ha considerado que el pequeño se enfrentaría a un “riesgo sustancial de negligencia inminente” si permaneciese con ellos, tal como leemos en La Sexta.

A partir de ahora, serán sus abuelos quienes estén a su cargo, algo que, según el magistrado, “es la única manera de garantizar la salud, la seguridad y el bienestar de Noah”. Tan sólo diez días después de comenzar las sesiones de quimioterapia, los padres de Noah decidieron sacar al menor del hospital, llegando a quitarle a la fuerza el catéter venoso central que tenía puesto. Después, le llevaron a Ohio para ser tratado con 'medicina alternativa'.

Cuando faltaron a la siguiente sesión, las autoridades sospecharon y la Policía investigó su marcha. Fueron, entonces, obligados a traer de vuelta al menor y someterle a los tratamientos pertinentes para la leucemia. De acuerdo a la legislación de Florida, el Estado puede tratar a los menores incluso ante la negativa de los padres. La madre, Taylor Bland-Ball, ha afirmado que pretendían curar la enfermedad de su hijo a través de 'terapias de oxígeno', cannabidiol y una dieta especial, pseudociencias que, según la mujer, “no tenían tantos efectos secundarios”.

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7. Las redes sociales de Internet toman medidas ante la difusión de pseudoterapias.

FUENTE: El País

 

 

A finales del pasado mes de agosto, la red social Pinterest hizo pública su intención de restringir los resultados de búsqueda de información cada vez que alguien teclee palabras relacionadas con las vacunas. Términos como “sarampión” y “seguridad de la vacuna” dirigirán a sus usuarios directamente a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y al Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. Unos días después, la agencia de la ONU también anunciaba que se unirá a Facebook para que los usuarios de la red social, así como los de Instagram, accedan y compartan, en varios idiomas, información basada en la evidencia científica sobre las vacunas. Lo cuenta Kristin Suleng en el diario español El País.

La intención de estos movimientos es combatir los mitos que se difunden en Internet, y parece una medida necesaria ante la información errónea sobre las vacunas que amenaza la salud mundial. Según ha advertido el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, esta expansión de creencias sin fundamento científico “podría revertir décadas de progreso en la lucha contra las enfermedades prevenibles la difteria, la hepatitis, la poliomielitis y el sarampión”. El peligro es suficientemente importante como para que la OMS considere que el rechazo a las vacunas es una de las diez grandes amenazas para la salud global.

El posicionamiento de las redes sociales, que en los últimos tiempos han sido señaladas por difundir bulos contra la salud, deriva de la creciente presión pública contra la desinformación acerca de las vacunas en internet. En febrero, el diputado demócrata estadounidense Adam Schiff exigió responsabilidades en una carta abierta a las plataformas Facebook y Google por recomendar información de los grupos antivacunas, una crítica a la que se sumaron la Asociación Médica Americana y la Academia Americana de Pediatría, que advierten que la difusión antivacunas se beneficia de los algoritmos de búsqueda, terreno en el que lo más polémico, escandaloso, llamativo o falso se viraliza más rápido que lo veraz. Es algo que inquieta porque puede tener un efecto de arrastre entre muchos progenitores primerizos.

Receptiva a la demanda social, Facebook, donde organizaciones antivacunas como Stop Mandatory Vaccination o National Vaccine Information Center acumulan más de 200.000 seguidores y funcionan como grupos cerrados, reaccionó en marzo con el compromiso de impedir que quienes se oponen a la vacunación aparezcan en los primeros puestos de búsqueda de información, pero sin eliminar cuentas ni publicaciones antivacunas. La medida no contentó ni a quienes reprochan a la red social que se difunda en ella la propaganda antivacunas ni a quienes piensan que no se trata de protección sino de censura. Así, en la búsqueda sale automáticamente “las vacunas no causan autismo”, en lugar del mensaje contrario, y otras primeras posiciones se reservan a entidades promotoras de las vacunas como de la Asociación Vaccine Alliance, perfiles particulares defensores de la vacunación, noticias sobre brotes infecciosos y vacunas, y a la crítica al movimiento antivacunas.

A Facebook le siguió de inmediato Amazon. La tienda digital, acusada de promover y financiar a los movimientos antivacunas a través de su fundación AmazonSmile, empezó a retirar títulos que promueven una supuesta cura del autismo y los que desinforman sobre las vacunas, como los libros Healing the Symptoms Known as Autism (Curando los síntomas conocidos como autismo) y Fight Autism and Win (Combatir el autismo y ganar), además del documental Vaxxed, conocido por promover el vínculo entre las vacunas y el autismo, y basado en la investigación de un médico británico desacreditado Andrew Wakefield, el director de la película.

Los antivacunas, una preocupación cada vez mayor

El movimiento antivacunas preocupa cada vez más en Norteamérica y Europa, donde, en el último lustro, han aumentado, los brotes epidémicos de enfermedades como el sarampión. Mientras se extiende la alerta de que las diversas corrientes que cuestionan el consenso científico puedan encontrar un terreno abonado a su difusión en plataformas de mensajería como WhatsApp, con acceso a grupos pequeños libres de filtros –como sucede con el spam electoral–, encuestas como la de Wellcome Global Monitor, que comprende más de 140.000 individuos mayores de 15 años en 140 países, destacan que el 73 % de las personas confía principalmente en médicos y enfermeras para recibir asesoramiento sanitario. El dato, si se ve con perspectiva, significa que el otro 27 % tiene en internet su principal fuente de información en temas de salud, señala Vicente Prieto, presidente del Círculo Escéptico, una entidad dedicada a cuestionar las pseudociencias, a favor del pensamiento crítico, el escepticismo y la divulgación científica.

“Esto es una prueba de que ahora le estamos viendo las orejas al lobo. No es lo mismo que nos digan que han muerto miles de niños en África que el que mueran decenas de niños en Europa por enfermedades prevenibles, y que haya países de nuestro entorno a los que se les haya retirado su estatus de país sin sarampión, como Reino Unido, República Checa, Grecia y Albania. El primer ministro británico Boris Johnson ha tenido que pedir a los padres que vacunaran a los niños porque hay gente que todavía lo atribuye a la exclusión social o a los deficientes servicios sanitarios, cuando está afectando a personas con cultura y alto poder adquisitivo”, indica Prieto.

Twitter también ha hecho sus movimientos. En mayo, la plataforma lanzó una nueva herramienta en su sección de búsqueda para ayudar a los usuarios a llegar a una página web del departamento de Salud y Servicios Sociales de Estados Unidos. La herramienta funciona en Android, iOS, y en la nueva versión rediseñada de escritorio en EE.UU., Canadá, Reino Unido, Brasil y Corea del Sur, con el objetivo de ayudar a proteger la salud de sus usuarios. Twitter ya usa una herramienta similar para que aquellas personas que buscan información sobre el suicidio contacten con una línea telefónica de ayuda, y espera extender esta medida a otros ámbitos de la salud.

“Es un buen paso que ahora en Twitter cuando introducimos 'vacunas' o 'vacunas y autismo' salte un mensaje del Ministerio de Sanidad [de España] diciendo que te asesores correctamente. Hay que valorarlo en positivo, aunque también nos pueda parecer que llegamos tarde o que sea insuficiente. Hay que dar la bienvenida a estas iniciativas porque las redes son muy influyentes, y es muy preocupante todo lo que se pueda verter en ellas. Es una forma de tranquilizar a las personas al permitir el acceso a buena información ante casos de duda o alarma”, observa Antonia de Oñate, directora ejecutiva de ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico.

¿Sólo para las vacunas?

El presidente del Círculo Escéptico celebra las medidas de las plataformas digitales contra la desinformación sanitaria, aunque reconoce que su alcance es limitado. “No es suficiente aplicarlo solo a las vacunas. Se están cerrando webs que animan al suicidio o a trastornos alimentarios, pero se permiten páginas que alientan a dejar la quimioterapia o cualquier otro tratamiento para enfermedades graves por remedios mágicos. Y que además estas medidas se apliquen a las vacunas pero no a la homeopatía o a mitos sobre el cáncer se relaciona con las empresas potentes que se lucran con determinadas terapias falsas y que denuncian a quienes las critican. Los antivacunas son algo muy etéreo, no tienen rostro, ir contra ellos no implica atacar a ninguna empresa ni colectivo concreto”, recalca Prieto.

Como respuesta al incremento del número de usuarios que intentan aprovecharse de otros ofreciendo tratamientos engañosos y no probados, la multiplataforma digital Google también se ha sumado a esta corriente contra la desinformación sanitaria, con medidas que pasan por la mejora de algoritmos de clasificación de búsqueda y de la capacidad por mostrar contenido autorizado, así como políticas más estrictas contra la monetización de contenido dañino o peligroso en YouTube.

El famoso buscador cuenta con sistemas para priorizar los resultados de fuentes autorizadas para centenares de afecciones médicas, y paneles con información de procedencia fiable como la Clínica Mayo, así como colaboraciones del equipo de salud del periódico The New York Times y el Centro de Cáncer Memorial Sloan Kettering, además de etiquetas de verificación. Todo para ofrecer buena información que desmonte mitos cuando tecleamos términos como “wifi” o “campos electromagnéticos” junto a la palabra “cáncer”.

Google, contra la publicidad de terapias celulares o génicas

El gigante tecnológico Google acaba de anunciar que su nueva política de publicidad digital, que no afectará a los ensayos clínicos y que prohibirá los anuncios que vendan tratamientos sin base biomédica o científica, técnicas médicas no comprobadas o experimentales –terapias con células madre, terapia celular y terapias génicas– y tratamientos basados en hallazgos científicos básicos sin pruebas suficientes para justificar su uso clínico generalizado, por el riesgo para la salud que ese tipo de publicidad puede suponer.

La filial de Google para compartir vídeos, YouTube, también apuesta por la mejora de las fuentes de noticias fiables a base de cambiar sus algoritmos y el acceso a más información para consultas de temas de salud a través de la inclusión de paneles con enlaces a fuentes de terceros como la Enciclopedia Británica y Wikipedia. Es una medida que se suma al cambio para impedir que, en las recomendaciones de vídeos, figuren vídeos con “contenido límite”, término empleado por la plataforma para referirse a los contenidos que no llegarán a retirarse por no violar las pautas de privacidad de la compañía pero que incluyen desinformación, como los que prometen milagros para curar enfermedades o los que defienden el terraplanismo.

Entre las críticas a estas medidas, algunas voces señalan que priorizar los vídeos fiables no ha llegado a los contenidos en español. Si se combina en YouTube los términos “vacunas” y “autismo” el primer vídeo que aparece en la pantalla es un fragmento de un reportaje televisivo sobre el caso de un niño que, tras recibir la vacuna pentavalente fue diagnosticado de autismo. Algo similar pasa en Pinterest, que devuelve todavía como primer resultado de búsqueda artículos con títulos como La FDA enumera el autismo como efecto secundario de la vacuna DTaP.

“Cualquier iniciativa es buena, pero las plataformas deben tomárselo más en serio en la cuestión de los anuncios, que tienen más impacto que las búsquedas. No se puede tener los huevos en todas las cestas posibles, hay que dejar de monetizar anuncios de videntes u homeópatas. Las redes sociales tienen en su mano, con recursos humanos y técnicos, que no aparezca esta publicidad e impedir la monetización de esas burradas”, observa Oñate.

En la misma línea se expresa Prieto: “El problema persiste en que algunas web o blogs que escriben contra las pseudoterapias les saltan anuncios de falsas terapias, y los autores no pueden impedirlo. Controlar la búsqueda y los anuncios es un paso, pero las autoridades sanitarias y los colegios profesionales tienen que ser más beligerantes. No sé si estas iniciativas son estéticas o defienden la evidencia. Quiero pensar que es un ataque de sensatez sobre su responsabilidad ante la ciudadanía y la salud pública. Lo que nadie debe olvidar es que a la hora de asesorarse en temas de salud hay que recurrir a las fuentes y organismos oficiales, ni a famosos ni a vecinos”, concluye.

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8. La Bioneuroemoción: una peligrosa pseudoterapia irracional… con las puertas abiertas en Argentina.

FUENTE: Factor 302.4

 

 

Recogemos a continuación el largo artículo que, con el título “¿Quién le teme a la Bioneuroemoción?”, ha escrito Alejandro Agostinelli en el medio digital Factor 302.4. En él puede verse una respuesta documentada y enérgica desde Argentina a esta peligrosa pseudoterapia originada en España.

La Facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), con sedes en Corrientes y Chaco, firmó un convenio de “colaboración académica” con Enric Corbera Institute, una empresa fuertemente cuestionada por promover todo lo contrario a lo que enseñan las ciencias de la salud. El pasado 4 de septiembre tuvo lugar en Corrientes una “conferencia gratuita abierta a todo público” para estudiantes de la UNNE sobre Bioneuroemoción (BNE). El psicólogo Enric Corbera ya lo había intentado, sin continuidad, en las universidades públicas de Mendoza y Rosario. Así, tuvo otra oportunidad para buscar legitimidad institucional y ampliar la difusión de sus cursos y posgrados pagaderos en euros sobre una terapia de eficacia nunca comprobada.

La Facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Nordeste presentó en la tarde del miércoles 4 de septiembre en el Estadio del Club de Regatas de Corrientes, la conferencia del psicólogo español Enric Corbera, fundador de la BNE, titulada “La mente como clave para el cambio personal”.

El profesor Gerardo Omar Larroza es médico oftalmólogo. El año pasado, la UNNE renovó su posición en la Facultad de Medicina y sigue siendo uno de los Decanos más jóvenes del país. No usa redes sociales, ni siquiera whatsapp. En su entorno dicen que casi no atiende el celular en horario de trabajo. Los docentes celebran su apertura por ser uno de los primeros rectores que impulsó los consultorios inclusivos para que el colectivo LGBTIQ reciba atención en salud en cumplimiento de la Ley de Identidad de Género. Pero a varios que aplauden su apoyo a las minorías no les entra en la cabeza su entusiasmo con Corbera o con la neonata Diplomatura Superior en Acupuntura. Larroza ya era Decano cuando se firmó el primer convenio entre el Corbera Institut y la UNNE. Pero esta era la primera vez que el bioneuroemocionólogo iba a la provincia. Corbera venía de visitar San Luis del Palmar, una localidad a 24 km de la capital correntina, donde firmó un acuerdo de colaboración con una escuela primaria.

Lo que más le gusta a Corbera es charlar. Y para que el psicólogo catalán pudiera presentar su enésima charla, la UNNE había reservado uno de los salones del Club de Regatas. Pero la bola creció, terminaron inscribiéndose 2.500 personas y la Facultad debió pedir que mudaran la cita al Estadio de Básquet del mismo Club. “La Facultad consiguió el lugar y el instituto de Corbera convocó”, me explicó un docente cercano al Decanato. Las tareas se repartieron así para zafar de la polémica: la Facultad sabía que la visita iba a causar conflictos. “Pasó lo mismo cuando estuvo Facundo Manes, también recibió muchos ataques en las redes sociales, pero aquella vez vino poca gente”. Con Corbera fue distinto. “Nos sorprendió. Creíamos que no lo conocía nadie. Para Corrientes 2.500 personas en un evento es muchísimo. Entre los inscriptos hubo muchos psicólogos, psiquiatras y sociólogos”, aclaró otro empleado que también pidió omitir su nombre.

Estas conversaciones confirmaron una sospecha: la Facultad no podía aducir ignorancia. Sabía a quién estaba invitando. Por cierto, gestionar un espacio para amplificar la difusión de una terapia cuestionada –y además por el tipo de motivos que es cuestionada– crea un ambiente de tensión. En España, los medios le llaman charlatanismo, pese a que Corbera intenta sofocar las críticas con querellas o amenazas de litigios, a contrapelo de sus arengas sobre “la cansina actitud de juzgar a los otros en vez de aprender de ellos”.

Así presentó el tema la edición de El Español del 26 de marzo de 2016: “Enric Corbera, el ‘charlatán’ que dice curar el cáncer sin tratarlo y gana así tres millones al año”. El Periódico definió a la Bioneuroemoción como “una disciplina sin sustento científico que trata las patologías a través del bienestar emocional”. Fundado en Barcelona en 2014 sobre la estructura de una charcutería, en dos años y apenas 13 empleados, Enric Corbera Institute ingresó más de 4,3 millones de euros en 2016 y un beneficio de 964.763 euros por medio de charlas, cursos y sesiones individuales tanto en modalidad presencial como por skype, a 90 euros por 90 minutos de atención.

Pero la UNNE no solo le ha ofrecido un espacio a la empresa de Corbera. Esta charla se inscribe en el marco de lo que han llamado eje Nº 3: “Extensión y bienestar de la comunidad” del Plan Estratégico Institucional (PEI) de la Facultad de Medicina de la UNNE. Y la actividad, avalada por la UNNE, es parte de un proyecto mayor: “Esta unidad académica firmó recientemente un acuerdo de colaboración académica con Enric Corbera Institute y por ello se gestionan este tipo de Conferencias gratuitas y abiertas a todo público”, dice un comunicado oficial de la Facultad.

El uso de la fórmula “colaboración académica” entre la UNNE y la empresa de Corbera reduce a cero las chances de error. A fin de aclarar esto, no bien despuntó septiembre buscamos interlocutores. El silencio del conmutador fue desolador: fue imposible contactar con la Secretaría Académica o con Extensión Universitaria. Sólo al tercer día el área Comunicación Institucional me envió el número del móvil del Decano, que no contestó.

Ahora bien, a estas alturas el lector se preguntará: ¿Qué tanto puede tener de malo la Bioneuroemoción? El origen de la expresión parece científica (Bio seguramente procede de Biología, Neuro de Neuronas, Neurología o Neurociencia y Emoción de Psicología), el disertante se licenció en Psicología y si, además, la UNNE organiza un encuentro que auspicia la Facultad de Medicina, pues entonces ¡es una disciplina científica! Ahora bien, una disciplina científica es la acumulación ordenada de un conocimiento construido en base a la observación, la experimentación y el desarrollo de hipótesis que han posibilitado la elaboración de leyes generales y sistemas organizados por medio de la aplicación del método científico. Digámoslo ya mismo: nada de esto aplica a la BNE.

¿Qué supone introducir la BNE en una Facultad como la de Medicina? Metafóricamente, equivale a presentar una charla a favor del Terraplanismo en la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la UNLP, reivindicar Iridología en Oftalmología o Numerología en Ciencias Exactas. La primera versión de esta suerte de psicoterapia fue creada por el ex médico (le fue revocada la licencia por mala praxis) Ryke Geerd Hamer (1935-2017) bajo el nombre Nueva Medicina Germánica (NMG) a partir de sus experiencias personales e ideas complotistas, rayanas en la paranoia, según las cuales existe una conspiración sionista genocida mundial dispuesta a silenciarlo porque “los sionistas se curan con la NMG e impiden a los no judíos usarla”.

Las técnicas que enseñan los seguidores de Hamer, semejantes en lo fundamental a la BNE, abrevan en disciplinas con fundamentos parecidos como la Programación Neurolingüística, Un Curso de Milagros y otros del esoterismo más próximo a la New Age de los 80/90. Aquel movimiento, que empezó como Movimiento del Potencial Humano, fue sustituido por el esoterismo social de Marilyn Ferguson, la autora de “La Conspiración de Acuario”, quien quiso unificar disciplinas que eran parte de un tronco que venía a arrollar los viejos paradigmas. Las redes de consciencia social originales se fueron disipando y aquellas terapias fueron reemplazadas por otras que buscaron endurecer el yo.

El historiador de las religiones Massimo Introvigne definió a esta etapa de relevo como Next Age: afirmarse en un individualismo más propio del presente conservadurismo ideológico, el surgimiento de unas tecnologías aplicadas al autoperfeccionamiento, psicoterapias centradas en el ser y el desarrollo personal, líderes terapéuticos a lo Deepak Chopra o Ravi Shankar y una audiencia sin problemas para pagar altos precios por los servicios que estas figuras prestan en salud, espiritualidad, publicaciones y merchandising.

De la Nueva Medicina Germánica de Hamer también llegaron la Biodescodificación, la Descodificación Biológica y algunas otras saraso-tecnologías que incluyeron innovaciones genuinas o que fueron rebautizadas para esquivar contenciosos con sus profesores pioneros. Según Emilio Molina, vicepresidente de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP), la denominación BNE nació en 2011 cuando Corbera debió dejar de usar biodescodificación: por el uso de esta marca en Cuba, el enfermero Christian Flèche, otro de los ideólogos del movimiento, le ganó un juicio por plagio: la Audiencia Provincial de Barcelona condenó a Corbera a pagar 11.500 euros por vulneración de los derechos de autor.

En busca de legitimidad… y nuevos clientes

La BNE de Enric Corbera, que presenta en libros, charlas en Youtube y onersos seminarios, viene levantando olas en España e iberoamérica porque, a diferencia de otras psicoterapias Next Age, él solía desalentar sin rodeos los tratamientos médicos efectivos para proponer el suyo que, este sí, carece de todo sustento científico.

Parte de sus críticos le endosaron sectarismos, una acusación poco seria, por un lado porque constituir sectas no reviste delito, por el otro porque lo repudiable de la terapéutica que pregona Corbera no necesita otro cargo más grave: él asegura que enfermedades como el cáncer son fruto de conflictos emocionales, que éstas se pueden curar si los pacientes se vuelven conscientes de ello, tomándose días de cuarentena y aislándose de la familia. Acuñó un gran repertorio de frases célebres. “Sólo se mueren los gilipollas”, declaró en un video que, tras cierto alboroto, dio de baja en Youtube. O esta otra: “Cuando tenemos mamás con hijos que tienen leucemia, ya sabemos que allí puede haber violencias silenciosas que el niño somatiza en forma de una enfermedad tan grave”.

Para crecer aún más, el emporio necesita legitimidad científica y social. Tratándose de una disciplina sin validez científica, la universidad es el trampolín publicitario que le permite a Corbera seguir sumando clientes para sus cursos pagos o a sesiones dictadas por profesionales formados en su instituto. El día después de la charla gratuita auspiciada por la UNNE Corbera dio en el Hotel Panamericano de Buenos Aires la charla “Las claves de una mente abundante” por 35 euros. Allí ofreció cursos de 500 euros o un Postgrado en Bioneuroemoción “100 % online avalado por la Universidad Iberoamericana Torreón, México”, de 10 meses por 2.895 euros. Si los interesados buscan a Corbera para recibir tratamiento, podrán ser atendidos por profesionales preparados en las escuelas de su instituto a 90 euros la sesión, con opción a skype así no escapan clientes por motivos de distancia.

Corbera entró en la Argentina gracias a Jorge y Silvia Patrono, líderes del proyecto psicoterapéutico new age “Tu vida, tu Creación”. En su ficha, junto a su título de Psicólogo, cita varias veces a nuestro país: gracias a gestiones del matrimonio Patrono, el 2 de octubre de 2013 fue distinguido Embajador de Paz, título otorgado por Mil Milenios de Paz y Fundación PEA, en un acto celebrado en el Honorable Senado de la Nación Argentina.

En la Argentina, la Universidad Nacional de Rosario (UNR) fue la primera que le abrió las puertas. Entre el 4 al 13 de octubre de 2013, la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR avaló con la firma del Decano Miguel Angel Farroni un evento de capacitación con personal del Instituto Español de Bioneuroemoción. El 31 de marzo de 2014, el mismo Decano aprobó la disciplina como Materia Electiva a pedido del Secretario Académico, Dr. Eduardo G. Elizaldo, Profesor Asociado del Área Gineco-Obstetricia de la carrera de Medicina y el pulgar alzado de la profesora a cargo de Materias Electivas, Anahí Luque.

La materia se comenzó a dictar en forma conjunta con el Instituto Enric Corbera el 28 de abril, como quedó documentado. “La Facultad decidió no renovar el convenio”, me contestó Elizaldo por mail. También le pregunté por la fecha y motivos por los cuales discontinuaron la relación que ahora retoma la Universidad Nacional del Nordeste, pero ya no volvió a contestar. En abril de 2015, el Rector de la Universidad de Mendoza, Dr. Emilio Vázquez Viera, firmó un convenio con Corbera para formar docentes y desarrollar una Diplomatura en Bioneuroemoción el año siguiente. El último rastro de la noticia es una beca otorgada por la UM y el Instituto de Enric Corbera a 2 psicólogos, 4 médicos y 1 odontólogo, quienes disfrutaron de 20 días de capacitación extra en Barcelona. Hoy, en la página de la UM, el curso de BNE apunta a una vía muerta.

Estas clases multiplican especialistas que trabajan desde sus respectivos países y facturan un porcentaje para BNE España. Cuando el encantamiento se evapora, los alumnos abren un consultorio con su innovación particular, un corpus de conocimientos de cosecha propia o siguen otra corriente afín. Este último fue el caso de Georgina Spizzirri, una psicóloga rosarina diplomada en descodificación Psicobiológica/Bioneuroemoción/Integración Bio-Emocional que escribió un empalagoso perfil de Corbera en el diario Página/12 tras su visita a la UNR y, al cabo de unos meses, migró a una disciplina que retoma el toque new age, la Sanación Reconectiva (Reconnective Healing).

“¿En qué aguas transita, navega este buen hombre? ¿Y con qué alimento prodigioso instruye? Con el pan de la salud. No interfiere, no embiste contra las disciplinas jerárquicas de la medicina tradicional, no traba, ni ofende, ni malogra. Por el contrario: deja paso, colabora en silencio con una eficacia apabullante. Es que, digámoslo, la Bioneuroemoción ha abierto una compuerta sellada y poderosa que libera”. Y luego, sobre la BNE, apela a “pasar de víctimas indolentes para ser acción. Con el conocimiento llega la cura. Un aroma nuevo, potente y puramente poético flota en el aire: sus méritos y felicidades para llegar a buen puerto no están más que dentro de nosotros mismos. Arte de acompañar a la persona a encontrar la emoción oculta”.

Otro globo de ensayo con la BNE explotó en Tandil, provincia de Buenos Aires, entre julio y agosto de 2016: la Secretaría de Extensión de la Universidad del Centro (UNICEN) abrió las puertas a Alejandro Gatti, discípulo de Ryke Geerd Hamer, para que dictara un ciclo sobre “las cinco leyes biológicas de Hamer” en el Centro Cultural Universitario y “tomar conciencia de la forma en que percibimos la realidad como determinante para la salud”. Por entonces, Daniel Herrero, Secretario de Extensión de la UNICEN, no contestó mi cuestionario y me derivó con un cuatro de copas incapaz de contestar cualquier pregunta.

Si es inquietante la genuflexión de las universidades públicas argentinas que le dan la bienvenida, cabe preguntarse cuál será el derrotero de las escuelas y universidades privadas. El área de Extensión de La Universidad Abierta Interamericana ya ofrece una Diplomatura Universitaria de Asistente en Descodificación Biológica. Quedará por evaluar el rumbo de otras instituciones privadas de nivel terciario que dictan seminarios o clases para ejercer estas disciplinas, que seguirán su ciclo de expansión, muerte o reemplazo por otras ligeramente retocadas o rebautizadas.

La empresa especializada con más rebote es tal vez la del ex periodista Daniel Gambartte, director del Instituto Argentino Descodificación Biológica, que ya se presenta como “creador original de los eventos Descodificaciones en Vivo” –parecidos a las sesiones colectivas de Corbera–. Gambartte es discípulo de alumnos de Hamer, como el doctor Claude Sabbah, autor de la “Biología Total” (otra variante de lo mismo). En 2007, este médico francés continuador de la Nueva Medicina Germánica fue acusado por la muerte de un paciente con cáncer por “negarle tratamiento por tres años”. Terminó sin su título, condenado a dos meses de prisión y obligado a pagar miles de euros de multa por “publicidad engañosa” por el Tribunal Penal de Montpellier, Francia.

Llora, neurona, llora

Las enseñanzas de Corbera basadas en “el origen emocional de las enfermedades” se encuentran en la tradición de otras disciplinas paralelas a la medicina, uno de cuyos antecedentes contemporáneos es la literatura de autoayuda de Louise Hay, en los años 70, o los seminarios Insight entre los años 80 y los 90. Louise Hay, una costurera devenida en conferencista tras superar un supuesto cáncer que difundió este movimiento a través del libro Usted puede sanar su vida (1976), sostuvo que las enfermedades eran consecuencia de la falta de amor propio, y proponía combatirlas repitiendo como mantras afirmaciones de aceptación a fin de elevar la autoestima.

En 2000 llegaron para quedarse La Nueva Medicina Germánica del ex médico de Ryke Geerd Hamer , la Biodescodificación o Descodificación Biológica y su más reciente encarnación, la Bioneuroemoción de Corbera. Una de los principales antecedentes y fuentes de inspiración para esta última es el libro Un Curso de Milagros, publicado por primera vez en 1975 y escrito por Helen Cohn Schucman (1909-1981), profesora de Psicología Médica en la Universidad de Columbia de Nueva York. El libro, que circuló sin firma hasta el día que su autora murió, es la transcripción de una voz interior que Cohn Schucman identificó con Jesús.

La Biodescodificación, la Bioneuroemoción y el método Hamer coinciden en que las emociones intensas, el estrés o estados anímicos evitados por el paciente, afectan los órganos del cuerpo, siendo la BNE una forma de descubrir y recordar los códigos ocultos de esas enfermedades para descodificarlas y desactivarlas. El modo en qué explican cómo enfrentar estos traumas es deudor del psicoanálisis. Con una gran diferencia: según la BNE, el paciente creerá que el terapeuta le va a poder curar una patología fisiológica, con el consiguiente riesgo de abandonar un tratamiento de eficacia comprobada y controlada, en todo caso con posibilidades de cura.

La BNE hizo confluir muchas corrientes dispersas, entre ellas el ya mencionado “Curso De Milagros” (la autocreación de la realidad que de él deriva es un tema recurrente en las charlas de Corbera), Programación Neurolingüística (PNL), Constelaciones Familiares e Hipnosis Ericksoniana. Corbera insiste en que el paciente debe aislarse, alejarse de todo, por lo tanto también del médico, para curarse del cáncer o de otras enfermedades igualmente graves “siguiendo los dictados del corazón”.

En algunas conferencias se presenta a sí mismo como “salvador de vidas” y ataca a otros tratamientos como “pérdida de tiempo” porque “al final las personas se mueren por estrés y por agotamiento, cansadas de luchar. Cansadas de buscar soluciones a través de su mente y no escuchar a su corazón, que te dice ‘Mejor que te vayas de casa de tu madre, mejor que dejes esa relación, mejor que te vayas a otro sitio…’. Y no escuchamos. Porque viene la mente y pone todas sus razones [tono de burla] ‘ay que los niños, el papá de los niños, la mamá de los niños’, y todas esas tonterías”. Estas mismas declaraciones, que estaban en videos que hizo dar de baja alegando incumplimiento de derechos de autor, son mechados en sus escritos y en intercambios directos con sus seguidores en redes sociales.

El caso de Maribel Candelas se interpuso como un sismo en lo que venía siendo una carrera de cabeza al éxito. En una entrevista que él le grabó en el Instituto de Secundaria Rodrigo Botet de Manises, Maribel cuenta que tiene cáncer de hígado y metástasis en los huesos, que no quiere recibir quimioterapia y que las primeras fases de su enfermedad, cuando se le declaró un cáncer de mama y una metástasis en la clavícula, la llevaron a conocer la BNE. También dice que gracias a su “cuarentena” (idea que según Corbera se inspiró en el concepto bíblico) logra “renovar las conexiones neuronales y conseguir cambiar el campo que la rodea”. En opinión del bioneuroemocionólogo, el alejamiento causa efectos fisiológicos sobre la enfermedad. “El hipotálamo y sobre todo la hipófisis empieza a segregar una sustancia que te ayuda a despertar conciencia”, dijo

¿Por qué fue suprimido el video donde Corbera entrevista a Maribel Candelas? Después de utilizar aquel material como ejemplo de curación de un cáncer metastásico, el Instituto decidió quitarlo «por respeto a su familia»: a comienzos de 2016, Maribel murió y el caso dio pie a un comunicado del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña (COPS) donde afirma “no avalar ni dar soporte al modelo llamado Bioneuroemoción”.

Entre otras cosas, el COPC afirma que “este modelo y prácticas derivadas no cuenta con el aval y la garantía suficiente para poder ser definidos dentro de los estándares científicos y de calidad propios de la práctica psicológica y, por tanto, no pueden encuadrarse en los cánones que prevé la Lex Artis, propia de la profesión o el oficio de psicólogo”. Todos estos modelos, continúa, “no están reconocidos ni validados por la comunidad científica suelen pertenecer a ‘registros de marca’ comercial por parte de particulares con la intención de llamar la atención del usuario para obtener una mayor audiencia clientelar”.

La “ciencia” de la Bioneuroemoción

Finalmente, ¿existe algún conocimiento científico que avale el posible origen traumático emocional para enfermedades como el cáncer? Un artículo publicado en PsicoSalud, titulado “El timo del origen emocional de las enfermedades”, reúne varios estudios relevantes. Son múltiples los factores de riesgo que influyen en enfermedades como el cáncer (genética, sustancias químicas diversas como el tabaco, estilos de vida, uso de drogas, envejecimiento y muchos otros) y no existe ningún estudio científico que relacione su origen con conflictos internos o experiencias traumáticas no resueltas. De hecho, fueron realizadas varias revisiones de estudios científicos que no lograron demostrar esta relación.

En 2004 el investigador Bert Garssen publicó en la revista Clinical Psychology Review el artículo «Psychological factors and cancer development: Evidence after 30 years of research» (Factores psicológicos y desarrollo del cáncer: Evidencia tras 30 años de investigación). Tras revisar 70 estudios, el autor concluyó que «no hay suficiente evidencia de que ningún factor psicológico contribuya al desarrollo del cáncer. Si aún no es posible hablar de “contribución”, menos de causar la enfermedad. Numerosos estudios no han podido probar que exista una relación directa entre las emociones, el estado de ánimo, el estrés y el cáncer.

Otros trabajos descartan la posible influencia de emociones negativas. Por ejemplo, en un meta-análisis, Ahn y colaboradores concluyeron, tras la revisión de nueve estudios científicos, que no se puede demostrar que las personas con trastorno depresivo tengan mayor riesgo de desarrollar cáncer. (“Psycho-Oncology, 2016 Risk of cancer among patients with depressive disorder: a metaanalysis and implications” / Riesgo de cáncer en pacientes con trastorno depresivo: metaanálisis e implicaciones.)

En los últimos años, Corbera modificó su rechinante prédica contra la atención de la salud basada en la evidencia para pasar a otro discurso más centrado en la autoayuda. Aun así, la sugerencia de alejar a los pacientes de los especialistas médicos es parte de la doctrina de esta corriente, desde la Nueva Medicina de Hamer hasta la BNE en todas sus variantes. Un plus lo constituyen los conceptos de “física cuántica” con que Corbera adorna su tesis acerca de la transmisión de conflictos emocionales a la esfera de la consciencia o extremos tales como la existencia de “dobles cuánticos” (cada mortal tendría el suyo). Por ser una onda de energía, este par nuestro “vive en tiempo acelerado al viajar a la velocidad de la luz, entonces podemos pedirle consejo sobre nuestra vida porque, lo que sea que estemos viviendo, él ya lo habrá vivido –dado que vive en ese tiempo acelerado”.

Todo lo dicho es motivo para que los Ministerios de Salud Pública y los organismos representativos de la comunidad médica –salvo quizá la Asociación Médica Argentina, que ha prestado apoyo entusiasta a varias pseudociencias en salud– establezcan límites para este tipo de procedimientos no controlados por pares, o que al menos no abran alegremente las puertas de las Facultades de Medicina para inculcar a las nuevas generaciones enseñanzas sobre terapias que nunca fueron sometidas a ningún protocolo experimental y colmadas de falsos conocimientos, afirmaciones erróneas y falacias.

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9. Psicóloga argentina denuncia la “explotación desenfrenada del pensamiento mágico”.

FUENTE: La Nación

 

 

La coordinadora de Investigación de la carrera de Psicología y profesora adjunta en Neuropsicología Clínica de la Facultad de Ciencias Biomédicas, y miembro del CONICET, Lucía M. Alba-Ferrara, ha escrito recientemente en el diario argentino La Nación un artículo titulado “Pseudociencias, pensamiento mágico y el culto a la ignorancia”. Lo reproducimos a continuación.

En la actualidad, la comunidad científica observa atónita el advenimiento de ciertas teorías, carentes de toda lógica y basamento científico, que, sin embargo, reclutan miles de adeptos entre el público desprevenido. Es reveladora la difusión de encuentros de “terraplanistas”, aunque el pensamiento mágico y las pseudociencias también florecen en el ámbito de las más diversas disciplinas académicas, desde la astronomía hasta la medicina, pasando por la psicología y las ciencias de la educación, entre otras.

Frecuentemente, esas teorías se enmascaran mediante el uso de una jerga científica, que otorga la falsa impresión de que están respaldadas por investigaciones de laboratorio y evidencia empírica. Es común escuchar a “expertos” respaldando sus “teorías” a través de testimonios de adeptos que apelan a la emocionalidad sin aportar datos concretos y prometiendo un 100 % de resultados positivos. Se podría pensar que algunas de estas teorías pseudocientíficas son pasatiempos inofensivos. Sin embargo, la sociedad invierte recursos en investigación científica de calidad y resulta menester hacer buen uso de ellos, así como también evitar que se malgasten esfuerzos públicos en la difusión de disciplinas sin ningún tipo de sustento.

La preocupante difusión internacional de creencias que afirman que las vacunas causan autismo –y que en sólo un año ha provocado que se cuadrupliquen los casos de sarampión a nivel mundial, lo que se convirtió en un serio problema de salud pública– es un claro ejemplo del daño que las pseudociencias pueden causar en el campo de la medicina. Otro caso similar es el de los pacientes oncológicos que rechazan continuar el tratamiento tradicional de quimioterapia y optan por la homeopatía, lo que frecuentemente desemboca en muertes que hubieran sido evitables. Cabe destacar que la homeopatía contra el cáncer puede ser perjudicial aun cuando los pacientes opten por ambos tratamientos (el tradicional y la pseudoterapia), dado que quienes se inclinan por esta práctica alternativa tienden a mostrar una menor adherencia al tratamiento tradicional, al abandonarlo o renunciar a algún procedimiento.

Los tratamientos científicos se distinguen de las pseudoterapias por su efectividad, pero también por su validación a través de ensayos controlados, que develan sus mecanismos de acción y bases fisiológicas. Las pseudoterapias, en cambio, extrapolan ciertos conceptos científicos, pero sin fundamento, lo que da la impresión de articular principios explicativos que no permiten ninguna verificación empírica ni la posibilidad de establecer un programa de investigación viable. La refutabilidad es un criterio principal de toda ciencia del cual las pseudociencias carecen. El pensamiento mágico no es falsable, y sostenerlo mediante hallazgos espurios y razonamientos endebles es un camino peligroso hacia la superstición y la irracionalidad. Entonces, ¿por qué la pseudociencia está tan arraigada en nosotros?

Desde un punto de vista emocional, puede haber muchas motivaciones para creer en teorías pseudocientíficas. Quizás una creencia personal en la astrología responda al deseo de ejercer control sobre lo incontrolable, dándole cierto “sentido” a la existencia. Las creencias pseudocientíficas también pueden surgir de la desesperación. Se pueden encontrar ejemplos trágicos entre las numerosas “curas milagrosas” para los tipos de cáncer que aún no tienen cura. La recompensa por la adhesión a esas creencias pseudocientíficas podría ser la liberación de los temores que generan la enfermedad y la muerte. El hecho de que todos somos potencialmente vulnerables a esos temores genera el caldo de cultivo para una explotación desenfrenada del pensamiento mágico y el abuso por parte de charlatanes y cultos.

A veces, los medios de comunicación también promueven el avance de la pseudociencia. Más allá del gran aparato de marketing con que cuentan algunas de estas corrientes, existen también razones de su proliferación que exceden lo puramente económico. Podría pensarse que en nombre de la diversidad y la tolerancia es correcto darle espacio a todo tipo de información y opiniones independientemente de sus fundamentos. Un público inteligente debería poder distinguir por sí mismo un conocimiento válido de la superchería.

El deterioro en la calidad del debate público y el antiintelectualismo ocurren en paralelo a la unión entre política y pseudociencia. Esto se ilustra por el surgimiento en los think tanks de gurúes que se guían por su propia intuición más que por la racionalidad científica. A menudo, en lugar de buscar el conocimiento que muchas veces reside en las universidades e instituciones científicas se autopostulan como expertos en todo lo que hay bajo el sol. De ahí que quienes ocupan posiciones de liderazgo y tienen el poder de generar una distribución democrática del conocimiento terminen contribuyendo al abandono del pensamiento crítico como valor cultural.

Finalmente, en el nivel individual, existe lo que se conoce como sesgo cognitivo. Mediante este se selecciona evidencia que apoya las ideas previamente tomadas como válidas y se ignoran los datos que las contradigan. Ese mecanismo perpetúa la ignorancia. Por otra parte, como sostuvo Charles Darwin, la ignorancia engendra confianza. Cuanto menos conozca uno de un tema más se percibirá a sí mismo como un experto. A la inversa, cuanto más se sepa, más se dudará de la propia competencia. La ignorancia genera una superioridad ilusoria.

Entonces, ¿cómo hacer para ayudar al público a no malgastar sus recursos económicos o incluso su salud en disparates? Tal vez se pueda salvar la brecha entre la academia y el debate público con estrategias prácticas para distinguir entre conocimiento científico y pseudociencia. Para ello, podrían examinarse los argumentos a favor y en contra de determinada teoría, buscar si existe acuerdo ente los expertos, indagar los antecedentes científicos de quien la propone y cuáles son sus intereses y posibles beneficios en promulgar ese cuerpo teórico.

A pesar de algunos valiosos intentos de transmitir el razonamiento crítico, difícilmente se logre derrotar definitivamente el pensamiento mágico. En tiempos de pereza intelectual, en los que se evita detenerse a pensar, y en que, en pos de la inmediatez, los contenidos no se cuestionan, sino que se viralizan como fake news, todas las ideas, sin importar cuán argumentadas estén, tienden a valer lo mismo. El fenómeno fue ilustrado por Isaac Asimov: “Mi ignorancia es tan buena como su conocimiento”.

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10. Las pseudoterapias afectan más intensamente a personas con discapacidad.

FUENTE: Qué

 

 

El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha reclamado “actuar enérgicamente contra las pseudoterapias y las malas prácticas en materia de salud, que afectan más intensamente a personas con discapacidad”. Así lo ha puesto de manifiesto la entidad en un documento en su Comité Ejecutivo, en el que el CERMI y las entidades que lo integran “rechazan el uso, la distribución y comercialización de prácticas, terapias, métodos, tratamientos, productos y/o servicios para procesos de prevención y/o diagnósticos, rehabilitación y/o soluciones protésicas que comprometen la salud de la ciudadanía en general, y de las personas con discapacidad, en particular”. Lo leemos en la sección “Vidas insuperables” del medio digital Qué.

En concreto, el CERMI se refiere “a prácticas sin evidencia de eficacia y/o con efecto nocivo para la salud que han surgido en este ámbito en los últimos años y que ocasionan por tanto un importante perjuicio al grupo al que se dirigen, así como a la comunidad sanitaria y científica, poniendo en riesgo la salud pública”. En este sentido, la plataforma representativa de la discapacidad recuerda que la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, en vigor en España desde mayo del año 2008, reconoce el derecho de las personas con discapacidad a gozar del más alto nivel posible de salud sin discriminación por motivos de discapacidad.

En ese contexto, el CERMI pide con urgencia “dar comienzo a acciones colectivas que, con el apoyo de los poderes públicos de las administraciones sanitarias, promuevan el derecho a la salud de toda la ciudadanía”. Así, plantea diversas propuestas de actuación como el aumento de la información de la población en general y de las personas con discapacidad y sus familias en particular acerca de la existencia de este tipo de tratamientos, a través de campañas informativas universalmente accesibles que incorporen además la utilización de lengua de signos y el subtitulado.

En paralelo, esta entidad aboga por impulsar la investigación específica que desarrolle herramientas que “prueben la evidencia de eficacia de estas prácticas, y que revierta en la comunidad científica y sanitaria y se traslade de forma comprensible y accesible a la población general”.

Por otro lado, la plataforma representativa de la discapacidad solicita también la promoción de un marco normativo que regule este tipo de actividades y servicios que permita posteriormente sancionar el uso fraudulento y las prácticas que resulten manifiestamente nocivas, ampliando la corresponsabilidad de todos aquellos, incluyendo medios de comunicación y redes sociales, que contribuyan a la difusión de estas terapias, métodos o tratamientos.

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La RIES es una red de expertos y estudiosos católicos sobre el fenómeno sectario y la nueva religiosidad, presentes en España y Latinoamérica, y abarcando las zonas lusoparlantes. Pretende ofrecer, también con este boletín informativo, un servicio a la Iglesia y a toda la sociedad. La RIES no se responsabiliza de las noticias procedentes de otras fuentes, que se citan en el momento debido. La RIES autoriza la reproducción de este material, citando su procedencia.