Tribunas

Más madera para la Amazonía

 

 

José Francisco Serrano Oceja

 

 

 

Ya estamos en el Sínodo de la Amazonia. Al menos en determinada opinión pública eclesial, la impresión sobre determinados temas –viri probati, celibato, mujeres diaconisas, ritos propios- es de prisa por parte de quienes los enarbolan.

Como si tuvieran ahora la oportunidad, largamente esperada, y no desean desaprovecharla. Y por eso de que el Pisuerga para por la Amazonia, pues a ello. Aunque he visto que algunas agencias de información se han hecho eco de estas declaraciones, me parece que no debemos dejar pasar lo dicho por el padre Martín Lasarte, salesiano uruguayo, misionero en África, licenciado en Sagrada Escritura, que forma parte del equipo mundial de animación misionera de la Congregación Salesiana y que está sentado en el Aula Sinodal.

El P. Lasarte, que me da es de la misma madera de mi buen amigo el salesiano Miguel Ángel Ruiz, ha dejado claro que el Papa ha hablado de “sinodalidad”. La cuestión de los viri probati no es una cuestión que pueda decidirse únicamente para la zona amazónica, es una cuestión que requiere sinodalidad, que requiere estudio y reflexión por parte de todas las Iglesias particulares. Toda decisión sobre un tema tan importante no puede ser considerada como aislada y excepcional, ya que repercutirá en toda la Iglesia.

Por otra parte, este buen salesiano plantea que la Iglesia se encuentra en estos momentos en plena polémica sobre los abusos sexuales, los homosexuales, el celibato de los sacerdotes, etc. Si se focaliza todo sobre el tema de los viri probati se estaría transmitiendo un mensaje equivocado sobre el celibato: que al sacerdote le falta algo, que no vive en plenitud su sexualidad, que con una familia es más completo y más normal… Al fin y al cabo, se estaría negando que el celibato es algo bueno en sí mismo.

Piensa el P. Lasarte que, sin crear un proceso sereno de reflexión y discernimiento en la Iglesia universal sobre estas discusiones y decisiones, enviaríamos un mensaje ambiguo y falso de lo que la Iglesia entiende por celibato sacerdotal, obviando el sentido amplio y positivo (como se presenta, por ejemplo, en la “Sacerdotalis caelibatus” y en la “Pastores dabo vobis”).

Como siga el Sínodo por estos derroteros, al final no pasará a la historia como el Sínodo de la Amazonia sino el Sínodo del celibato. ¿De verdad quería esto el Papa Francisco?

 

José Francisco Serrano Oceja