Servicio diario - 26 de diciembre de 2019


 

Fiesta de san Esteban, protomártir: «La violencia es derrotada por el amor»
Rosa Die Alcolea

Filipinas: El Papa invita a rezar por las víctimas del tifón Phanfone
Rosa Die Alcolea

Los cristianos perseguidos en el mundo están aumentando
Rosa Die Alcolea

Monseñor Felipe Arizmendi: «Descristianización»
Felipe Arizmendi Esquivel

Perú: Más de 7.000 personas participaron en "Navidad en la Plaza Mayor de Lima"
Redacción

Monseñor Enrique Díaz Díaz: «Familia: amor y cercanía»
Enrique Díaz Díaz

Beato Francisco Spoto, 27 de diciembre
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

26/12/2019-12:44
Rosa Die Alcolea

Fiesta de san Esteban, protomártir: «La violencia es derrotada por el amor»

(ZENIT — 26 dic. 2019).- El Papa ha indicado que desde la perspectiva de la fe, la celebración de la fiesta del protomártir san Esteban «se pone en sintonía con el verdadero significado de la Navidad».

En esta festividad, «la violencia es derrotada por el amor, la muerte por la vida: él, en la hora del testimonio supremo, contempla los cielos abiertos y dona a sus perseguidores su perdón».

A las 12 horas, este 26 de diciembre de 2019, fiesta de san Esteban, diácono y primer mártir, el Santo Padre se ha asomado a la ventana del estudio del Palacio Apostólico Vaticano para rezar el Ángelus con los fieles y con los peregrinos en la plaza de san Pedro.

«Para nosotros, los cristianos, el Cielo ya no está lejos, separado de la Tierra», ha anunciado Francisco. «En Jesús, el Cielo ha descendido a la Tierra y gracias a él, con la fuerza del Espíritu Santo, nosotros podemos asumir todo lo que es humano y orientarlo hacia el Cielo, de tal modo que el primer testimonio sea precisamente nuestro modo de ser humanos, un estilo de vida plasmado según Jesús, manso y humilde».

Reproducimos a continuación las palabras del Papa han introducido la oración mariana.

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Palabras del Papa Francisco

Querido hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy celebramos la fiesta de san Esteban, primer mártir. El Libro de los Hechos de los Apóstoles nos habla de él (cfr cap. 6-7) y en las páginas de la liturgia de la Palabra de hoy nos lo presenta en los momentos finales de su vida, cuando es capturado y lapidado (cfr 6,12; 7,54-60).

En el clima gozoso de la Navidad, esta memoria del primer cristiano asesinado por la fe puede parecer fuera de lugar. Sin embargo, precisamente desde la perspectiva de la fe, la celebración de hoy se pone en sintonía con el verdadero significado de la Navidad. En el martirio de Esteban, de hecho, la violencia es derrotada por el amor, la muerte por la vida: él, en la hora del testimonio supremo, contempla los cielos abiertos y dona a sus perseguidores su perdón.

Este joven servidor del Evangelio, lleno de Espíritu Santo, supo narrar a Jesús con las palabras, y sobre todo con su vida. Mirándolo a él, vemos realizarse la promesa de Jesús a sus discípulos: «Cuando los entreguen por causa mía, el Espíritu del Padre les dará la fuerza y las palabras para dar testimonio» (cfr Mt 10,19-20). Así había prometido Jesús. En la escuela de san Esteban, que se asemejó a su maestro tanto en la vida como en la muerte, también nosotros fijamos nuestra mirada en Jesús, testigo fiel del Padre. Aprendemos que la gloria del Cielo, aquella que dura para la vida eterna, no está hecha de riquezas y poder, sino de amor y de entrega de sí mismo.

Tenemos necesidad de tener la mirada fija en Jesús, autor y perfeccionador de la fe, para poder dar razones de la esperanza que se nos ha donado a través de los desafíos y las pruebas que debemos afrontar cotidianamente. Para nosotros, los cristianos, el Cielo ya no está lejos, separado de la Tierra. En Jesús, el Cielo ha descendido a la Tierra y gracias a él, con la fuerza del Espíritu Santo, nosotros podemos asumir todo lo que es humano y orientarlo hacia el Cielo, de tal modo que el primer testimonio sea precisamente nuestro modo de ser humanos, un estilo de vida plasmado según Jesús, manso y humilde. Humilde y noble, no violento.

Esteban era diácono, uno de los primeros siete diáconos de la Iglesia, (cfr At 6,1-6). Él nos enseña a anunciar a Cristo a través de gestos de fraternidad y de caridad evangélica. Su testimonio, que culmina en el martirio, es una fuente de inspiración para la renovación de nuestras comunidades cristianas. Estas están llamadas a ser cada vez más misioneras decididas, todas orientadas a la evangelización, decididas a alcanzar a los hombres y mujeres de las periferias existenciales y geográficas, donde hay sed de esperanza y de salvación. Comunidades que no siguen la lógica mundana, que no ponen al centro a sí mismas, su propia imagen, sino únicamente la gloria de Dios y el bien de la gente, especialmente de los más pequeños y los pobres.

La fiesta del protomártir Esteban nos llama a recordar a todos los mártires de ayer y de hoy, hoy hay muchos, a sentirnos en comunión con ellos. Y a pedir a ellos la gracia de vivir y morir con el nombre de Jesús en el corazón y en sus labios. Que María, Madre del Redentor, nos ayude a vivir este tiempo de Navidad fijando la mirada en Jesús, para hacernos cada día más semejantes a Él.

 

© Librería Editorial Vaticano

 

 

 

26/12/2019-13:07
Rosa Die Alcolea

Filipinas: El Papa invita a rezar por las víctimas del tifón Phanfone

(ZENIT — 26 dic. 2019).- Tras el rezo del Ángelus, el Pontífice ha invitado hoy, 26 de diciembre, a todos los fieles a orar por las víctimas del tifón Phanfone en Filipinas, y junto a ellos, ha recitado el Ave María, en la plaza de San Pedro, desde el Palacio Apostólico Vaticano.

Asimismo, el Papa ha agradecido todos los mensaje y felicitaciones recibidos en estos días, y se ha disculpado por no poder responder a todos ellos.

«Yo rezo por todos ellos y les expreso hoy a todos mi agradecimiento sincero, especialmente por el don de la oración, que muchos de ustedes han prometido hacerlo: muchas gracias», ha dicho.

Siguen las palabras textuales del Santo Padre al término del Ángelus.

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Palabras del Santo Padre

Queridos hermanos y hermanas:

Me uno al dolor de la querida población de Filipinas a causa del tifón Phanfone. Rezo por las numerosas víctimas, por los heridos y por sus familias. Invito a todos a recitar conmigo el Ave Maria por este pueblo al cual quiero mucho.

Dios te salve, María...

Saludo a todos ustedes, peregrinos provenientes de Italia y de todos los países. La alegría de la Navidad que llena también hoy nuestros corazones, suscite en ellos el deseo de contemplar a Jesús en la gruta del pesebre para poder servirlo y amarlo en nuestros hermanos, especialmente en aquellos más necesitados.

En estos días, he recibido muchos mensajes de saludos desde Roma y no es posible responder a todos ellos. Yo rezo por todos ellos y les expreso hoy a todos mi agradecimiento sincero, especialmente por el don de la oración, que muchos de ustedes han prometido hacerlo: muchas gracias.

Buena fiesta de San Esteban. Por favor, continúen

 

 

 

26/12/2019-17:34
Rosa Die Alcolea

Los cristianos perseguidos en el mundo están aumentando

(ZENIT — 26 dic. 2019).- Hoy, 26 de diciembre, la Iglesia celebra la fiesta litúrgica de san Esteban, el primer mártir, motivo para recordar el gran número de personas que aún hoy son
perseguidas en varias partes del mundo debido a su fe cristiana. En honor al mártir, la Conferencia Episcopal Alemana celebra hoy una jornada de oración por ellos.

Su martirio se describe en los Hechos de los Apóstoles. Sucedió por lapidación, en el año 36. San Esteban Protomártir, el primero de los mártires cristianos de la historia. Asesinado porque testificó su fe en Cristo, difundió el evangelio, convirtió a las personas.

El culto a San Esteban está muy extendido en todo el mundo, solo en Italia hay más de cien municipios de los cuales es patrón. Pero incluso hoy existe el martirio de los cristianos. Mujeres y hombres que pagan su amor por Jesús con sus vidas, la opción de profesar la religión cristiana. Ayer como hoy, es importante llamar la atención sobre estas persecuciones, que se expresan en diversas formas: violencia, estigma, vandalismo, intolerancia, exclusión.

Según la Lista Mundial de Vigilancia de Puertas Abiertas de 2019, el Informe anual sobre la libertad religiosa de los cristianos en el mundo, alrededor de 245 millones de cristianos son perseguidos. La lista del organismo examina un período de 12 meses, que se extiende desde noviembre de 2017 hasta octubre de 2018. El 18 de enero, la asociación publicará el nuevo informe.

 

Martirio con «guantes blancos»

La edición española de Vatican News publica una entrevista con Cristian Nani, director de una de las sedes en Italia de Open Doors (Puertas Abiertas), ONG presente en más de 60 países, brinda capacitación y asistencia a los cristianos que sufren debido a su fe.

En la entrevista con Radio Vaticana-Vatican News, Cristian Nani, director de Open Doors en Italia, anticipa cómo en el año en que la persecución de los fieles cristianos está por terminar ha aumentado en tamaño, número e intensidad. «Tenemos que hablar sobre esto, hacer que la gente piense porque hoy, dice, miles de personas mueren por su fe, no en la guerra, en situaciones de conflicto, pero, insiste Nani, solo por una profesión de fe».

El directivo de la organización analiza la situación de los cristianos en Libia y Yemen, retoma lo que dijo el Papa Francisco en una audiencia general reciente llamó «cristianos perseguidos con guantes blancos», con referencia particular a Europa. «La intolerancia y el vandalismo son, dice Nani, dos alarmas para ser consideradas seriamente».

 

Régimen de cristiandad

«Hoy en el mundo, en Europa, muchos cristianos son perseguidos y dan sus vidas por su fe. También son perseguidos con guantes blancos, dejados de lado, marginados». Las palabras pronunciadas improvisadamente por el Papa, en la audiencia general del pasado 11 de diciembre, enciende la atención sobre otro tipo de persecución contra los fieles.

Hecha de intolerancia, vandalismo, el resultado de un secularismo que, dijo Francisco en su discurso ante la Curia la semana pasada, nos hace comprender cómo «ya no estamos en un régimen de cristiandad debido a la fe». El Santo Padre ya había hablado del «martirio con guantes blancos» el 18 de junio del 2018 en la Misa celebrada en Casa de Santa Marta.

 

 

 

26/12/2019-16:20
Felipe Arizmendi Esquivel

Monseñor Felipe Arizmendi: «Descristianización»

+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo Emérito de San Cristóbal de Las Casas

 

VER

Me llamó la atención lo que advirtió el Papa Francisco a la Curia Romana, en su reciente saludo navideño: "No estamos más en la cristiandad. No más... No estamos ya en un régimen de cristianismo, porque la fe —especialmente en Europa, pero incluso en gran parte de Occidente— ya no constituye un presupuesto obvio de la vida común; de hecho, frecuentemente es incluso negada, burlada, marginada y ridiculizada".

¿Esto es verdad? Pareciera que no, porque en las celebraciones navideñas y de fin de año, nuestros templos se llenan de personas. Se realizan las "posadas" (novenario prenavideño) con participación de mucha gente. En mi diócesis anterior, tanto en las ciudades como en las parroquias rurales, hay activa vida eclesial. Hay muchos laicos implicados en la pastoral, hombres y mujeres. Lo mismo constato en la diócesis donde ahora resido, Toluca, y en los retiros espirituales que acompaño en varias partes del país. Muchísimas personas se bautizan, se confirman y celebran tanto la Primera Comunión, como los tres años de sus pequeños y los quince años de sus hijas; muchos participan en las catequesis presacramentales. Todavía bastantes se casan por la Iglesia. Se aprecia el sacramento de la reconciliación y se valora el auxilio de los últimos sacramentos. Los sacerdotes no se dan abasto a tantas solicitudes de servicios pastorales que la gente les pide; trabajan mucho y descansan poco. Aunque han disminuido las vocaciones sacerdotales y religiosas, aún hay bastantes jóvenes que optan por consagrar su vida a Dios y a la comunidad. Entonces, ¿es verdad lo que dice el Papa?

Si analizamos la vida ordinaria de nuestro pueblo, tiene razón el Papa. Entre nosotros, hay mucha participación en los ritos, pero también hay muchos hechos que contradicen la fe cristiana, como la enorme cantidad de asesinatos, robos, extorsiones, abortos, secuestros, infidelidades matrimoniales, borracheras, drogas, corrupción, divisiones, etc. Esto contradice totalmente la fe. Muchos jóvenes están lejos de la Iglesia, aunque a veces participen en el culto, más obligados por sus padres o por la costumbre del pueblo, que por convicción personal y madura. Algunos narcotraficantes y líderes de grupos delincuenciales son muy devotos de la Virgen o de algún Santo, con lo cual hacen una burla de nuestra fe.

¿Esto es por los casos lamentables de pederastia clerical? Sí; a algunos les ha afectado y confían menos en la Iglesia. Otros lo usan como pretexto, porque no quieren que alguien les remueva su conciencia. Los creyentes maduros perseveran firmes en su fe, porque ésta se centra en Cristo, y Él no falla.

¿Se puede deber a que algunos agentes de pastoral han hecho una opción preferencial por los pobres, por el cuidado de la madre tierra? Sí; no faltan personas que a esto achacan su alejamiento, pues alegan que nos hemos apartado de la piedad tradicional, que se conformaba con rezos y prácticas piadosas, sin incidencia en la vida social, política y ecológica. Los que son adultos en su fe, comprenden que esta dimensión es esencial al seguimiento de Jesús.

 

PENSAR

Esto dijo el Papa a la Curia Romana: "Las poblaciones que no han recibido el anuncio del Evangelio no viven sólo en los continentes no occidentales, sino que se encuentran en todas partes, especialmente en las enormes conglomeraciones urbanas, que requieren una pastoral específica. En las grandes ciudades necesitamos otros "mapas", otros paradigmas que nos ayuden a reposicionar nuestros modos de pensar y nuestras actitudes. No estamos más en la cristiandad. No más. Hoy no somos los únicos que producen cultura, ni los primeros, ni los más escuchados. Por tanto, necesitamos un cambio de mentalidad pastoral, que no quiere decir pasar a una pastoral relativista. No. No estamos ya en un régimen de cristianismo, porque la fe —especialmente en Europa, pero incluso en gran parte de Occidente— ya no constituye un presupuesto obvio de la vida común; de hecho, frecuentemente es incluso negada, burlada, marginada y ridiculizada.

Esto fue evidenciado por Benedicto XVI cuando, al convocar el Año de la Fe (2012), escribió: «Mientras que en el pasado era posible reconocer un tejido cultural unitario, ampliamente aceptado en su referencia al contenido de la fe y a los valores inspirados por ella, hoy no parece que sea ya así en vastos sectores de la sociedad, a causa de una profunda crisis de fe que afecta a muchas personas».

Y por eso fue instituido en el año 2010 el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, para «promover una renovada evangelización en los países donde ya resonó el primer anuncio de la fe y están presentes Iglesias de antigua fundación, pero que están viviendo una progresiva secularización de la sociedad y una especie de "eclipse del sentido de Dios", que constituyen un desafío a encontrar medios adecuados para volver a proponer la perenne verdad del Evangelio de Cristo». Muchas veces he hablado con algunos de ustedes, pienso en cinco países que han llenado el mundo de misioneros, y les he dicho cuáles son, y hoy no tienen recursos vocacionales para ir hacia adelante. Y este es el sentido del mundo actual.

La percepción de que el cambio de época pone serios interrogantes a la identidad de nuestra fe no ha llegado, por cierto, de improviso. En tal cuadro se insertará también la expresión "nueva evangelización" adoptada por san Juan Pablo II, quien en la Encíclica Redemptoris missio escribió: «Hoy la Iglesia debe afrontar otros desafíos, proyectándose hacia nuevas fronteras, tanto en la primera misión ad gentes, como en la nueva evangelización de pueblos que han recibido ya el anuncio de Cristo» (n. 30). Es necesaria una nueva evangelización, o reevangelización (cf. n. 33). Todo esto comporta necesariamente cambios y puntos de atención distintos" (21-XII-2019).

 

ACTUAR

En estos tiempos navideños, pensemos qué podemos hacer para fortalecer nuestra fe: orar más, meditar más la Palabra de Dios, participar más en actividades eclesiales, prepararse y ser agente de pastoral, compartir nuestra fe a otros, renovar nuestras parroquias, para que salgan de su modorra misionera.

Padres de familia: con su ejemplo y su palabra, alimenten la vivencia cristiana en sus hijos. Cuando tengan dudas y resistencias, dialoguen mucho con ellos y compártanles su propia experiencia de fe.

 

 

 

26/12/2019-16:50
Redacción

Perú: Más de 7.000 personas participaron en "Navidad en la Plaza Mayor de Lima"

(ZENIT – 26 dic. 2019).- Evento contó con la participación del Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Mons. Carlos Castillo; el Alcalde Metropolitano de Lima, Jorge Muñoz; la viceministra de Interculturalidad, Angela Acevedo; y la viceministra de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, María Elena Córdova.

Lima se vistió de color, música y gala con el show “Navidad en la Plaza Mayor de Lima”, un concierto que logró reunir a más de siete mil personas en las inmediaciones del Atrio de la Catedral de Lima. El evento fue organizado por el Ministerio de Cultura a través de la Dirección de Elencos Nacionales en estrecha colaboración con la Municipalidad Metropolitana de Lima y el Arzobispado de Lima.

El espectáculo cultural dirigido al público en general, colocó en escena a más de 200 artistas, integrado por cantantes del Coro Nacional de Niños, jóvenes músicos de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil Bicentenario, bailarines y músicos del Ballet Folclórico Nacional.

Durante el show, los asistentes lograron realizar un recorrido visual por las diversas regiones del país, revalorando nuestra música ancestral y aquellas costumbres que se mantienen vigentes. También disfrutaron los clásicos villancicos y piezas barrocas interpretadas en famosas catedrales e iglesias del mundo.

Participaron de esta noche musical, el Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Monseñor Carlos Castillo, el alcalde de Lima, Jorge Muñoz, la viceministra de Interculturalidad, Ángela Acevedo y la viceministra de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, María Elena Córdoba, quienes disfrutaron de este hermoso show gratuito para todos los feligreses de Lima.

Cabe indicar, que esta es la primera vez que se realiza en el Atrio de la Catedral de Lima el espectáculo “Navidad en la Plaza Mayor de Lima”, el cual demandó en el montaje un gran despliegue técnico de gran envergadura.

Entre los temas que se interpretaron esta noche se encuentra: “Cholito”, “Caminito”, “Diospa Churin”, “Noche limeña”, “El ahijado”, “Señor San José, carpintero fino”, “Dormía yo”, “Navidad negra”, “Tamborilero”, “Noche de paz”, entre otros temas.

 

 

 

 

26/12/2019-17:08
Enrique Díaz Díaz

Monseñor Enrique Díaz Díaz: «Familia: amor y cercanía»

 

Eclesiástico 3, 3-7. 14-17: "El que teme al Señor, honra a sus padres"
Salmo 127: "Dichoso el que teme al Señor"
Colosenses 3, 12-21: "La vida en familia de acuerdo con el Señor"
San Mateo 2, 13-15. 19-23: "Toma al niño y a su madre y huye a Egipto"

Nadie quiso esa tierra y la vendieron en unos miserables pesos. Los ejidatarios decían que no servía porque era arenosa, estéril, llena de piedras y espinos. Sólo Gregorio y sus hermanos se animaron a trabajarla. Se reían de ellos cuando empezaron a limpiarla, pero a base de paciencia, constancia y una decisión a toda prueba la fueron transformando. Quitaron algunas piedras, otras las acomodaron y les sirvieron de base para ir formando terrazas, limpiaron de basura y de espinas y se ingeniaron un sistema, rudimentario pero efectivo, para llevar agua y, por goteo, transformar aquel erial en un vergel. Ahora es el terreno más bello y productivo de toda la zona. "La tierra es igual que la familia, con dedicación, amor, constancia y mucha fe se transforma. Pero si se descuida se convierte en un desierto agreste y agresivo", afirma Gregorio, animando a sus hermanos. Y repite con insistencia: "Con amor, mucha cercanía, y mucha fe se obtienen buenos frutos".

Como la naturaleza ha sufrido con el cambio climático, de igual forma los vientos adversos y los tiempos difíciles se han ensañado con la familia, esa institución clave para la conformación de la sociedad y de la Iglesia. En medio de tantas adversidades no pueden crecer familias sanas e individuos integralmente formados. Nos asustamos por la gravedad de los acontecimientos que estamos sufriendo y nos cuestionamos seriamente hacia dónde nos llevarán estos nuevos tiempos. ¿Cómo puede florecer una persona con madurez sicológica, afectiva y social, si vive en un ambiente tan hostil? Por todos lados se sienten los ataques a la familia, desde el interior y desde el exterior. Desde fuera enemigos, como huracanes, amenazan destruirla y no la dejan desarrollar, pero en su interior también está fuertemente amenazada. Nos podremos quejar del ambiente adverso, de una actitud permisiva que sólo procura el placer, de la migración que provoca separaciones y nuevas ideologías, de los tiempos de trabajo y de estudios que no dan oportunidad para las relaciones, pero lo más preocupante es lo que va aconteciendo al interior de la familia: una resequedad interior, una falta de espiritualidad y un ambiente individualista que rompe la armonía y el sentido de hermandad.

Apenas celebrada la Navidad, hoy nos encontramos a esta pequeña familia de Jesús, María y José en circunstancias difíciles y hostiles. Se perciben las amenazas de un gobernante, Herodes, que obsesionado por su poder, busca destruir al pequeño e indefenso porque se siente amenazado. Se ven obligados a dejar su patria e irse a la aventura hacia un país desconocido, con otra religión, con otra lengua, otras costumbres y otras personas. Sin embargo aparece la fortaleza y la unión de esta familia. Y no quiere decir que no hubiera problemas, como si la pobreza, la lejanía o la adversidad no fueran suficientes problemas. Pero hay familias a las cuales los problemas las unen, las obligan a tenerse más en cuenta, las sostienen en ambiente de oración, de fe y de comunidad; en cambio a otras familias los problemas las destruyen y las reducen a la nada. San Pablo en su carta los Colosenses da una serie de consejos que ayudarían a buscar esa espiritualidad de la familia: "Sean compasivos, magnánimos, humildes, afables y pacientes. Sopórtense, perdónense mutuamente... pero sobre todo, tengan amor que es el vínculo de la perfecta unión". Su consejo lo basa en el amor que Dios nos ha tenido, en el perdón que nos ha otorgado y en sabernos consagrados a Él. "Que en sus corazones reine la paz de Cristo, esa paz a la que han sido llamados, como miembros de un solo cuerpo. Sean agradecidos". Consejos prácticos que nos pueden ayudar a buscar esa armonía que muchas veces falta en nuestro hogar.

Graves retos tendremos que afrontar y buscar nuevos caminos. No basta rasgarse las vestiduras, debemos ser conscientes de las nuevas opciones y de las nuevas formas de vivir, para darles sentido y espiritualidad. Como Iglesia y como sociedad no podemos permanecer con los ojos vendados ante la realidad de madres solteras que tienen que afrontar no sólo la manutención, sino la educación integral de los hijos. Se multiplican las uniones libres, ya sea por falta de compromiso, por falta de sentido de Dios, o simplemente porque la vida moderna nos está arrojando a la situaciones pasajeras y desechables. Los adolescentes muy inmaduros se enfrentan solos a terribles decisiones, donde se encuentran perdidos y con frecuencia fracasan. Los famosísimos "ninis", que ni estudian, ni trabajan, ni encuentran un lugar en la sociedad ni en la familia. Se sienten marginados y acaban siendo una carga para todos. Las bandas delictivas y de narcotráfico encuentran abastecimiento fácil en los jóvenes que se sienten deslumbrados por los modelos que les presenta el consumismo, con fáciles adquisiciones y mucho placer, pero que después quedan vacíos y sin esperanza al no lograr su felicidad. ¿Cómo sostenerlos para que no caigan en el mundo de las drogas, del alcohol y no sucumban a las seducciones del dinero fácil, del poder y a la sensación de clan y compañía que parecen ofrecer los grupos delictivos? Los divorciados y sus hijos son un campo donde se debería sentir un amor especial de Dios que es comunidad y amor y sin embargo no lo encuentran. Las situaciones que llevan al aborto son un reto que no hemos sabido afrontar. Los emigrantes que llegan a los nuevos sitios, tienen que acoplarse a una nueva convivencia familiar, por llamarla de algún modo. Hoy al contemplar la Sagrada Familia no podemos olvidar a estas familias que en su interior también desearían paz y armonía y que nosotros como discípulos de Jesús no podemos olvidar pues Él vino a integrase a esta familia humana.

Jesús nos exige descubrir su presencia en medio de todas estas nuevas realidades y hacer sentir que su amor da sentido a las más terribles situaciones. Para Él ningún aspecto del ser humano le resulta desconocido y así nos ama y así busca nuestra restauración y darnos la verdadera dignidad. Junto a la Sagrada Familia hoy busquemos una nueva y revitalizada espiritualidad que sostenga y dé esperanza a las familias y a los grupos que en muchos lugares hacen las veces de familia. Reto grande para los discípulos será hacer de cada una de nuestras comunidades un espacio de acogida, de comprensión, calidez y fraternidad que tengan en cuenta en primer lugar que cada hombre y mujer que viene a nuestro encuentro es una persona, con sus derechos, con sus necesidades y con su sed de amar y ser amada. Cada una de ellas es un Hijo de Dios que tiene el derecho de saberse amado y de ser recibido en comunidad. No podemos olvidar que "con amor, mucha cercanía, y mucha fe se obtienen buenos frutos".

Padre bueno que nos invitas a contemplar a nuestras familias a través de la imagen de la Sagrada Familia de tu Hijo, concédenos descubrir nuevos caminos que hagan florecer personas íntegras, unidas por los lazos del amor. Amén.

 

 

 

26/12/2019-08:00
Isabel Orellana Vilches

Beato Francisco Spoto, 27 de diciembre

«Digno discípulo del beato Cusmano, su fundador, todo en Spoto pone de manifiesto que su existencia fue una encendida llama de amor a Cristo hasta el martirio acaecido en el Congo»

En esta festividad de san Juan Evangelista, al examinar la vida de Spoto, que también celebra hoy la Iglesia, vuelve a detectarse que el equipaje de un apóstol no es otro que la cruz. De ella extrae la imponente fortaleza para emular a Cristo encarnando su misión con religiosa intrepidez, dispuesto siempre por amor a Él a derramar su sangre, si es preciso. En dificilísimas condiciones, peligrando su vida, Francisco quiso correr la misma suerte que sus hermanos en la fe.

Nació el 8 de julio de 1924 en la localidad italiana de Raffadali. Fue uno de los tres hijos de un honrado y creyente matrimonio que vivía de forma ejemplar. Dieron a sus vástagos lo mejor que poseían: la fe. La madre puso al pequeño bajo el amparo de san Francisco Javier y pasado el tiempo emularía a este gran misionero. El cabeza de familia padecía una discapacidad que afectaba a su pierna izquierda, causada por una lesión contraída durante la guerra de 1915-1918. Con todas las dificultades afrontaba su día a día dando testimonio a sus hijos de fortaleza, esforzándose para proveer de lo necesario a su familia, acompañado de su fiel y abnegada esposa. De esa época, el beato recordaría entrañables gestos de piedad aprendidos en el hogar que han sido patrimonio de otras muchas personas, como, por ejemplo, besar el trozo de pan que se ha caído en el suelo por haber apreciado en él el símbolo del Cuerpo de Cristo.

Seguro que le llenaría de orgullo y le edificaría la generosidad y ternura de esos padres que lo educaron y acompañaron espiritualmente en esos primeros años de su vida. Y, de hecho, tanto calaron en su espíritu las enseñanzas que le dieron, que en 1936 ingresó en el seminario de la Congregación de los Misioneros Siervos de los Pobres. Profesó en 1940. En 1951 fue ordenado sacerdote, y en 1959 fue designado superior general. Por encima de su juventud, 35 años, que requirieron dispensa de la Santa Sede para poder asumir este alto oficio, se tuvieron en cuenta sus muchas virtudes y cualidades. Era un asceta, un hombre de auténtica oración. En ella se fraguaron su caridad, humildad y obediencia manifestadas en todo momento fuesen cuales fuesen las circunstancias de su acontecer.

Se caracterizó por su alto sentido de la responsabilidad, tenacidad y el ardor apostólico que latía en su alma misionera. Al recibir el sacramento del orden había tomado nota del pasaje evangélico «Id y predicad...» que sintetizaba sus anhelos. Pasó por el orfanato de la Congregación de Vía Pindemonte en Palermo, enseñó francés y ejerció una intensa misión pastoral junto a las Siervas de los Pobres. En cualquier acción que desempeñaba, su eficacia al servicio del evangelio era más que patente. Con una gran formación intelectual, que puso a merced de la evangelización, ejerció una encomiable labor periodística y literaria, sin atisbos de vanidad ni de orgullo, lejos de la fama y oropeles. Dejó numerosos escritos. Fue un gran predicador y comunicador; un orador excelente que con su vida de entrega supo transmitir la fuerza de la Palabra de Dios a través de homilías cuidadosamente preparadas en la oración. Era honesto y justo; estaba siempre disponible para todos.

Admirado, respetado y querido tanto por miembros de la Iglesia como por sus hermanos, de los que se ocupaba con gran delicadeza, fue fiel transmisor del carisma de su fundador, el padre Cusmano. Una de sus grandes debilidades fueron los pobres. Con penetrante visión impulsó la Orden, promovió vocaciones y abrió casas en distintos lugares. Su antecesor fundó la misión en el Congo, y él continuó alimentándola. Precisamente en esta República Democrática africana pasó la última etapa de su vida. Llegó a Biringi en agosto de 1964. La situación altamente difícil y comprometida de sus hermanos, debido a cuestiones de índole política, hizo que acudiera a confortarlos personalmente. Entonces muchos religiosos y religiosas derramaban su sangre por Cristo en medio de la persecución a la que eran sometidos. El beato no ignoró que él mismo podía sumarse a este insigne grupo de apóstoles, perdiendo su vida.

En un momento dado, previendo que no regresaría puso su oficio apostólico a merced de la Orden, ya que no estaba dispuesto a dejar a sus hermanos. En noviembre de ese año se inició una durísima persecución contra ellos, que se vieron obligados a huir sin rumbo fijo acosados por los Simba que perseguían su muerte. En medio de esa tragedia el padre Spoto escribió un diario en el que narraba de forma pormenorizada lo que aconteció. El 3 de diciembre de ese año 1964 sus hermanos fueron apresados. En una noche espantosa, lleno de heridas, descalzo, sediento y hambriento siguió corriendo. Al día siguiente vio con gozo que sus hermanos habían sido liberados. Pero el 11 de diciembre fue atacado con tamaña furia que quedó paralítico. Y en esas condiciones le portaban por la selva en una improvisada y rústica camilla huyendo de los captores. Sobrevivió hasta el 27 de diciembre, día en que murió en la humilde cabaña en la que se cobijaron. Sus hermanos, que pudieron regresar a Italia más tarde, depositaron sus restos en un lugar cercano. Fue beatificado por Benedicto XVI el 21 de abril de 2007.