Servicio diario - 30 de diciembre de 2019


 

«La Civiltà Cattolica»: Mensaje del Papa al director en el 170 aniversario de la revista
Rosa Die Alcolea

Según «Fides», 29 misioneros fueron asesinados en 2019 en todo el mundo
Anita Bourdin

Georgia: El cardenal Pietro Parolin visita al Patriarca Elías II
Anita Bourdin

Schoenstatt: Inmigrantes hispanos encuentran un hogar cálido para festejar la Navidad
Rosa Die Alcolea

Tony Pereira: El «masterchef» que da de comer en Venezuela
Redacción

San Juan Francisco de Regis, 31 de diciembre
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

30/12/2019-18:13
Rosa Die Alcolea

«La Civiltá Cattolica»: Mensaje del Papa al director en el 170 aniversario de la revista

(ZENIT — 30 dic. 2019).- Con ocasión de los 170 años de la fundación (1850-2020) de La Civiltá Cattolica, la revista de los jesuitas, el Papa Francisco envió al director de la publicación, Antonio Spadaro, un quirógrafo, es decir, un mensaje escrito por él, que aparecerá en la portada del primer número de enero de 2020, el sábado 4 de enero.

La revista vive, hoy como entonces, de una relación especial con el Pontífice. "Gracias por la ayuda que me ofrecen también a mí", ha redactado el Papa, "deseo que sean creativos": "hagan discernimiento y combatan el odio, la mezquindad y los prejuicios".

La Civiltá Cattolica se ha convertido en una «revista internacional de los jesuitas». Internacional porque siempre ha tenido una amplia mirada sobre el mundo y sus tensiones geopolíticas y religiosas; internacional porque desde abril de 2017 la revista se publica en 5 idiomas; internacional porque desde febrero de 2018 el consejo de escritores se ha ampliado gracias a un grupo de 12 «corresponsales» de todo el mundo, pero también a muchos otros jesuitas de diversas naciones.

El Papa Francisco confirma a los miembros de la revista en su «misión» al escribir en su mensaje: «Os deseo que seáis creativos en Dios explorando nuevos caminos, también gracias al nuevo aliento internacional que anima la revista: podéis escuchar las voces de muchas fronteras que surgen de las páginas».

A continuación, reproducimos el texto escrito por el Santo Padre:

 

Quirógrafo del Papa

Hace 170 años el beato Pío IX pidió a la Compañía de Jesús que fundará "La Civiltá Cattolica". Desde entonces ella acompaña fielmente al Papa. Gracias por la ayuda que ofrecen también a mí.

Continúen viviendo la dinámica entre vida y pensamiento con ojos que escuchan, sabiendo que la "civiltá cattolica" es aquella del Buen Samaritano.

Les deseo que sean creativos en Dios explorando nuevos caminos, también gracias al nuevo respiro internacional que anima la revista: se oyen salir de las páginas las voces de tantas fronteras que se escuchan.

Hagan discernimiento sobre los lenguajes, combatan el odio, la mezquindad y los prejuicios. Y sobre todo no se contenten con hacer propuestas de reparación o de síntesis abstracta: acepten en cambio el desafío de las inquietudes desbordantes del tiempo presente, en el cual Dios está siempre en la obra.

 

 

 

30/12/2019-19:21
Anita Bourdin

Según «Fides», 29 misioneros fueron asesinados en 2019 en todo el mundo

(ZENIT — 30 dic. 2019).- Según la agencia vaticana Fides, de Obras Misionales Pontificias, 29 misioneros han sido asesinados en el mundo durante el año 2019: 6 laicos, 2 religiosos, 2 religiosas, 1 diácono permanente y 18 sacerdotes.

En África fueron asesinados 12 sacerdotes, 1 religioso, 1 religiosa, 1 seminarista y 1 laico (15); en América, 6 sacerdotes, 1 diácono permanente, 1 religioso y 4 laicos (12); en Asia, 1 laico (1) y en Europa 1 religiosa (1).

«Después de ocho años consecutivos en los que el mayor número de misioneros muertos se había registrado en América, desde 2018, África se encuentra a la cabeza de este trágico ranking», comenta Fides.

Fides señala también que existe una especie de «globalización de la violencia»: «Si en el pasado los misioneros asesinados se concentraban en gran medida en una nación o área geográfica, en 2019 el fenómeno aparecerá más extendido y difuso», en 10 países de África, 8 de América, 1 de Asia y 1 de Europa.

A este respecto, la agencia recuerda las palabras del Papa Francisco para el Mes Misionero Extraordinario de octubre pasado: «Deseo que la celebración del centenario de Maximum Illud (Carta Apostólica de Benedicto XV), en el mes de octubre de 2019, sea un tiempo propicio para la oración, para el testimonio de tantos santos y mártires de la misión, para la reflexión bíblica y teológica, la catequesis y la caridad misionera contribuyen ante todo a la evangelización de la Iglesia, para que, recuperando la frescura y el ardor de su primer amor al Señor crucificado y resucitado, pueda evangelizar el mundo con credibilidad y eficacia evangélica».

 

 

 

30/12/2019-19:03
Anita Bourdin

Georgia: El cardenal Pietro Parolin visita al Patriarca Elías II

(ZENIT — 30 dic. 2019).- Con ocasión de una visita de tres días a Georgia, el cardenal secretario de Estado Pietro Parolin visitó al Patriarca Elías II, según ha informado la Embajada de Georgia ante la Santa Sede, que dijo en su Twitter que las conversaciones se centraron en «las dificultades y desafíos de Georgia y la fe cristiana».

Según el Patriarca Elías II, al que la Embajada cita, el 30 de diciembre de 2019, en inglés, las relaciones entre el Vaticano y Georgia comenzaron «hace muchos siglos» y la visita del cardenal Parolin «es una continuación de esta cooperación histórica». El cardenal presentó al Patriarca un saludo del Papa Francisco.

La Iglesia Ortodoxa de Georgia celebró el 42° aniversario de la entronización del patriarca de los Católicos de toda Georgia, Elías II, en Navidad. En una carta de felicitación, el Papa lo invitó a Roma el próximo mes de junio para conmemorar el 40° aniversario de su visita al Papa Juan Pablo II, a quien conoció durante su viaje a Georgia el 1 de octubre de 2016.

Por su parte, el blog de información sobre el Vaticano II Sismografo, afirma que el cardenal Parolin «habló con afecto y respeto al anciano líder religioso» y señala que es la primera vez que el cardenal Parolin se reúne con el Patriarca de Georgia. Con motivo del viaje del Papa Francisco en 2016, una fuerte gripe había impedido al cardenal acompañar al Santo Padre.

Entre las primeras cosas que el cardenal Parolin dijo al Patriarca fue lo siguiente: «Sabe, Santidad, cuando le dije al Santo Padre que iba a Georgia, él sonrió y dijo: «Por favor, lleve mis cálidos deseos al Patriarca».

El secretario de Estado —continuó la misma fuente—, «declaró que se sentía muy honrado de transmitir los saludos del Pontífice, que recuerda con gran afecto y gratitud la acogida que recibió durante su visita hace tres años».

 

 

 

30/12/2019-14:04
Rosa Die Alcolea

Schoenstatt: Inmigrantes hispanos encuentran un hogar cálido para festejar la Navidad

(ZENIT — 30 dic. 2019).- Por primera vez la Casa de Alianza, en Schoenstatt, Alemania, abrió sus puertas para recibir a todas las personas que buscan una comunidad donde celebrar Navidad. Para los anfitriones fueron unos «días maravillosos, de encuentros y de ir al fondo de esta celebración donde todos los corazones se vuelven a renovar en el nacimiento de nuestro Salvador».

Desde que se aceptó el proyecto (diciembre 2018) para que la casa sea un centro de formación católico hispanohablantes, «no teníamos duda que para las fiestas cristianas la gente podría acudir aquí y las puertas estarán abiertas», indican los organizadores.

La casa está administrada por familias, tanto su sostenimiento y mantenimiento es llevado acabo con trabajo de voluntarios que ofrecen su tiempo, talentos y capacidades para darle mayor vida a la estancia.

El centro «Casa de Alianza» se encuentra en Schoenstatt y tiene un gran valor histórico, ya que está muy arraigada a los inicios de la  historia del Movimiento de Schoenstatt. Aquí mismo el sacerdote José Kentenich (actualmente en proceso de canonización) comenzó con sus retiros espirituales dirigidos  a familias, jóvenes y sacerdotes durante la primer y segunda guerra mundial. La casa mantiene este piso històrico para las personas que deseen visitar la habitación y la capilla donde rezaba el fundador.

 

Acogida a los peregrinos

Los primeros en anotarse fueron Francely (Nicaragüense ) junto con su esposo Carlos (argentino ) y su hija pequeña. Ellos viven en Stuttgart y son un pilar fuerte en la re-construcción de esta casa, narra uno de los matrimonios que viven en la casa.

Luego desde Kiel, norte de Alemania y diáspora católica, se unieron un matrimonio de Bolivia: Willy y Evelyn, junto con su hija Samantha, quienes viajaron todo el día por las autopistas para llegar un día antes y ayudar en la preparación de Noche Buena, cuentan los organizadores de la cena.

Los voluntarios que actualmente están en la casa son: Romario de Brasil, Angelina de Uruguay y Eva de Argentina. Ellos ayudaron con mucha alegría al orden y limpieza de la casa, narra Jorgelina, una de las personas implicadas en el proyecto, y anfitriona en la Casa de Alianza. «¡Han estado en cada detalle para acoger al peregrino! ¡Y a quienes les volvemos a dar las gracias por tanta disposición!».

 

Comer «bien y rico»

Para muchos realmente llegar a Casa de Alianza, «fue como llegar a Belén ¡Una verdadera peregrinación!», expresan. Una familia y amigos salvadoreños que no vivían más que a 40 km de la casa, se les hizo muy complicado tomar la decisión de venir porque no pasaban buses seguidos. «Gracias a Dios lograron venir y fue así que la comida se multiplicó y fue lo que nunca faltó… comer y bien rico».

La invitación no solamente era para hispanohablantes, indican los anfitriones, «también para alemanes que quieran estar acompañados en noche buena ya que se publicó una invitación publica en el diario de la ciudad». Y fue así que se sumaron dos hombres alemanes que se integraron muy bien leyendo poemas y cantando durante el encuentro.

También asistió una mamá con sus dos hijos pequeños que son de Medio Oriente y viven hace un año en Alemania, ellos llegaron para poder vivir la Navidad con cristianos, «de otra forma hubiese sido imposible», matiza Jorgelina. «Nos contaba esta mamá que estuvo viviendo su primer tiempo en Haus Tabor donde le ayudó mucha gente en su primer tiempo y fue una verdadera alegría volver a Schoenstatt para celebrar Navidad».

 

Del campo de refugiados

También llegaron latinos que salieron unos días del campo de refugiados y asistieron a la celebraciones de Nochebuena y en Navidad, estas personas (al igual que cientos de latinos en este país ) han pedido asilo al gobierno alemán y hasta que no se inserten en el mercado laboral deben depender de las instalaciones que le ofrece el gobierno. Por lo tanto, «salir para vivir el nacimiento del Señor en comunidad ¡ha sido un gran regalo!», asegura la voluntaria argentina.

Otro joven salvadoreño testimonió que tuvo que abandonar Italia debido a que no conseguía trabajo, la situación le fue difícil y decidió probar suerte en Alemania, tiene esperanzas en este país aunque cuenta que su mayor miedo es aprender bien el idioma. «Nos sorprendió que la Navidad pasada fue invitado por el mismísimo Papa Francisco a comer en el Vaticano en una cena de Nochebuena para inmigrantes. Y ahora con nosotros en Casa de Alianza…», recuerda Jorgelina.

 

Villancicos al Niño

Todos los que pasaron la Navidad en la Casa, la vivieron de forma muy especial ya que muchos por primera vez podían vivirla celebrando al centro de la fiesta: el nacimiento de Jesús. Después de la rica cena con comida latina y española, hicieron una procesión por la casa llevando al Niño Jesús a la pequeña capilla, donde le cantaron y adoraron. «¡Un hermoso momento lleno de alegría donde los niños se mostraron muy emocionados!».

«La casa es grande y ofrecía espacios para conversar, bailar, jugar al ping pong» (recientemente donado) y al metegol, también una pieza de juegos para los más pequeños y los largos pasillos de la casa permitían que los niños correteen toda la noche. En el fondo nadie se conocía, «pero el anhelo por festejar la navidad nos unía a todos en un mismo espíritu».

 

Misa de Navidad

La noche del 24 al 25, algunos durmieron en la Casa, y por la mañana desayunaron juntos. Aprovecharon la mañana para hacer un tour por Schoenstatt y al llegar de nuevo a la casa los esperaba un rico asado. A la tarde se preparó la Misa de Navidad en español celebrada por el Padre Joselo, sacerdote chileno, quien pertenece a la comunidad de los padres de Schoenstatt. «Todos los que lo conocemos sabemos cuánto amor le tiene a esta casa y lo crucial que es Él en la vida que va surgiendo», añade Jorgelina.

Todo culminó con otro encuentro para comer y conversar, pero esta vez ya se multiplicó la gente. Se habían sumado los peregrinos hispanos que estaban albergando en otras casas de Schoenstatt y también los hispanos que viven en la cercanía.

 

 

 

 

30/12/2019-19:40
Redacción

Tony Pereira: El «masterchef» que da de comer en Venezuela

Tony Pereira tiene 51 años, es chef de cocina internacional y vive en Venezuela. Todos los días comienza su labor de cocinero a las siete de la mañana, pero se levanta a las cuatro de la madrugada para ir a la parroquia de San Sebastián de Maiquetía. Lo primero que hace al entrar en la iglesia es arrodillarse ante el Santísimo. Luego enciende los fuegos de una vieja cocina y comienza su labor de preparar menús exclusivos para sus invitados especiales.

En sus platos el condimento que más abunda es el cariño. Los ingredientes, aunque son sencillos, son difíciles de conseguir en un país hundido en la miseria. Para Tony y sus ayudantes es un reto encontrar lo necesario pero el chef usa creatividad para que el menú sea lo más variado posible. Hoy hay arroz con pollo. “Diez kilos de arroz y cuatro o cinco pollitos”, calcula Tony en voz alta.

Sus invitados son más de 150 entre niños y ancianos, que acuden, como todos los días, al comedor improvisado en el patio de la parroquia para la tomar la única comida caliente del día. El Padre Martín Vegas, el párroco, recibe lleno de alegría a los comensales, pues sabe que muchos de ellos no probarían bocado si no acudiesen allí.

A Tony no le gusta mucho hablar de lo que hace, él habla de por qué lo hace: “porque veo el rostro de cada uno de esos niños y ancianos el rostro de Cristo”. Siempre lleva una cruz de madera que lo dice todo. Se pone un poco triste cuando habla de la situación de su país, pero reconoce que hay mucha gente buena ayudando.

Ayuda a la Iglesia Necesitada apoya varios proyectos en Venezuela para ayudar a financiar los comedores en los cientos de comedores en diócesis del país.

 

 

 

 

30/12/2019-08:00
Isabel Orellana Vilches

San Juan Francisco de Regis, 31 de diciembre

«Este ardiente defensor de la fe frente a la herejía calvinista, piadoso desde la cuna, fue modelo para el Cura de Ars; acudió a su tumba creyendo que le ayudaría, y partió seguro de que por encima de sus limitaciones sería sacerdote»

Este patrón de los jesuitas de la Provincia de Francia nació en Fontcouverte, Languedoc, el 31 de enero de 1597 en una acaudalada familia de terratenientes con árbol genealógico de noble ascendencia. El pequeño creció con tales muestras de piedad que por sus cualidades parecía santo ya desde la cuna. Era dócil, amable, servicial, atento, extremadamente sensible ante cualquier pequeña falta que pudiera afligir a sus padres... ¡Un encanto de criatura! Se sentía inclinado a frecuentar la iglesia y rezaba con visible devoción las oraciones que había aprendido.

Hacia 1610 le enviaron a estudiar con los jesuitas de Béziers. Dejó una honda impresión en quienes le rodeaban por sus gestos de virtud y sus cualidades naturales. Entre otras muchas, poseía sencillez, humildad, fidelidad y sentido del humor. Sus compañeros, seguramente fascinados por su rica personalidad, no se separaban de él y compartían las inquietudes de la edad. Lejos de atraerle lo mundano, se centraba en el estudio y la oración. En una ocasión participó en una cacería, hecho inusual en una vida, como la suya, trazada por el ejercicio estricto de la virtud.

En 1616 ingresó en el noviciado jesuita de Toulouse dando pruebas de su celo, fervor y caridad, como había hecho siempre. Se formó en retórica en Cahors y estudió filosofía en Tournon. Fue profesor de gramática en Billom, Puy-en-Velay y en Auch, iniciando su predicación en lugares circundantes. Su anhelo era ser sacerdote para dedicarse enteramente a los demás. Y en 1628 comenzó los estudios teológicos mientras se entregaba a la oración con vehemencia. Tanto le urgía recibir el sacramento del orden que los años de estudio requeridos para ello le parecían un mundo, y convenció a sus superiores para que los acortaran. El testimonio que les había ofrecido con su virtud fue su carta de presentación, y en junio de 1631 ofició su primera misa. En cambio, no pudo emitir la profesión solemne porque no había completado su formación. Cuando la epidemia de peste asoló la región de Toulouse, auxilió a los enfermos con ejemplar caridad. Pero su sueño eran las misiones: «Mi vida ¿para qué es sino para sacrificarla por las almas? ¿ Cómo podría probar yo mi amor a Dios, si no ofrezco lo que más se estima en este mundo, la salud y la vida? No me sería grata la vida si no tuviere algo que perder por Jesucristo. Siento un deseo vivísimo de ir a las misiones de los iroqueses y ofrecer mi vida por la salvación de aquellos salvajes».

Ofreció a Dios su frustrado anhelo de evangelizar el Canadá francés, y se centró en la predicación en su país, como le indicaron sus superiores; llovían las bendiciones. Con cierta rudeza en su expresión verbal, y una hondura verdaderamente inspirada, puso en marcha misiones rurales y las llevó a todos los rincones. Cuando alguien cercano le acusó de predicar toscamente, el superior replicó: «Ojalá quisiera Dios que todos los misioneros predicaran con toda unción como este sacerdote. El dedo de Dios está aquí. Si yo viviera en esta región, no me perdería ni un solo sermón de este padre». Sus palabras vibrantes, sencillas, carismáticas, penetraban en el auditorio. Quienes le escuchaban, tanto en el púlpito como en el confesionario al que dedicaba muchas horas, quedaban impregnados de su fe y caridad. «Padre ¿cómo no me voy a convertir a la fe cristiana si usted me lo pide con tanta gracia?», decía un penitente. Los que humanamente fueron encumbrados a la fama siendo considerados como grandes predicadores no tenían nada que hacer a su lado.

Alguien dijo del padre Regis «que no tenía más que a Dios dentro de su alma, a Dios en la boca y a Dios delante de sus ojos». El secreto era sus intensas horas de oración (apenas dormía dos o tres horas en el suelo), su ferviente amor a la Eucaristía, que recibía a diario en una época en la que no era usual, y su tierna devoción por María. Desde que inició la vida apostólica se impuso un rígido ayuno, y no se desprendía de su cilicio. Fue agraciado con el don de milagros y el de penetración de espíritus, entre otros carismas. Muchas veces caía extático. Su corazón inflamado de amor le hacía exclamar: «¡Oh Dios mío, oh amor mío y delicias de mi corazón! ¡Es posible que yo no os pueda amar todo lo que Vos merecéis ser amado, y todo lo que yo deseo amaros!». Las conversiones brotaban a su paso, aunque por su celo apostólico muchas veces fue maltratado física y verbalmente por gentes de mal vivir que él lograba conmover con su paciencia y dulzura. Nadie, menos aún quien tuviera un mínimo ápice de sensibilidad, podía pasar por su lado sin sentirse poderosamente llamado a vivir la santidad. Por algo había sido elegido para hacer frente a la herejía protestante, que combatió con verbo encendido, muchas veces portando en sus manos el crucifijo con el que derrocaba también las aviesas intenciones de bravucones soldados empecinados en atacar a la Iglesia.

Pasó por duras pruebas de diversa índole, algunas provenientes de ciertos superiores, y las acogió con verdadera mansedumbre. «Sufrir por Jesucristo es el único consuelo que hallo en este mundo. Señor, dame fuerzas para poder sufrir más y más por tu amor», suplicaba. Murió el 30 de diciembre de 1640. Clemente XI lo beatificó el 18 de mayo de 1716. Y Clemente XII lo canonizó el 5 de abril de 1737. Cuando el santo Cura de Ars visitó su tumba en 1804, aún consciente de sus limitaciones, tuvo la certeza de que sería sacerdote. Y a punto de morir, manifestó: «todo lo bueno que he hecho se lo debo a él».