Servicio diario - 02 de junio de 2020


 

Cáritas Venezuela: COVID-19, “Gesto de Solidaridad” con los más afectados
Rosa Die Alcolea

Coronavirus: Testimonios sobre la vida durante el confinamiento
Jim Fair

Chile: La Iglesia invita a todos los compatriotas a hacer un “esfuerzo solidario”
Rosa Die Alcolea

Costa Rica: Obispos publican el Protocolo contra abusos sexuales
Larissa I. López

África: Nuevo brote de ébola en la República Democrática del Congo
Redacción

#TodosSomosAmazonía: Campaña de religiosos de Latinoamérica contra efectos de COVID-19
Larissa I. López

Consejo Mundial de Iglesias: Reunión virtual y oración por la pandemia
Larissa I. López

Revista ‘Mujeres Iglesia Mundo’: “Crisis y liderazgo femenino”
Anne Kurian

P. Antonio Rivero: “Adoro, agradezco y amo a la Trinidad Santa que habita en mi alma”
Antonio Rivero

Píldoras de esperanza: “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”
Ricardo Grzona

San Juan Grande Román, 3 de junio
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

Cáritas Venezuela: COVID-19, “Gesto de Solidaridad” con los más afectados

Acción nacional para alimentación

junio 02, 2020 12:34

Organizaciones caritativas y de voluntarios

(zenit – 2 junio 2020).- La Conferencia Episcopal Venezolana, a través de Cáritas de Venezuela, despliega a nivel nacional la actividad “Gesto de Solidaridad”, con la que entregarán víveres y provisiones para la alimentación de los más necesitados.

Si bien la situación de pobreza es extrema en Venezuela, la grave situación de la pandemia de COVID-19 agrava los graves problemas económicos, políticos y sociales en el país.

La iniciativa se lleva a cabo desde el 30 de mayo hasta el 13 de junio de 2020. Es promovida en medio de las acciones propias que desarrolla la gestión nacional de Cáritas a través de sus diócesis y parroquias, proyectando “crear un hito en el tema alimentario, a manera de exhortar a otros entes y sociedad civil que desee sumarse a la misión en la que “juntos podemos alimentar y asistir a más necesitados”, escriben los promotores.

Los voluntarios de Cáritas entregarán una ayuda compuesta por alimentos a personas vulnerables en todo el país. Estas entregas se desarrollan en las circunscripciones eclesiásticas que han dispuesto la infraestructura de las Cáritas diocesanas, quienes a su vez, sondearán las parroquias para identificar a las personas y grupos familiares más necesitados, de manera que la ayuda llegue directamente a sus hogares.

 

Kit de 6 alimentos

Janeth Márquez, directora nacional de Cáritas Venezuela enfatiza en que esta es una ayuda para acercarnos a los ciudadanos en estado de especial vulnerabilidad, Márquez detalla que este gesto “comprende la entrega de un kit de 6 alimentos en toda Venezuela.

Es una actividad que “busca entregar 800 kits de alimentos en cada diócesis, y que al final estaremos haciendo una actividad donde entregaremos 20 mil kilos de alimentos: 20 toneladas de amor, 20 toneladas de solidaridad”.

En las circunstancias actuales “es muy difícil decidir quién está más vulnerable”, reconoce la directora de la Pastoral Social, sin embargo desde las Cáritas Parroquiales han podido sondear en el trabajo directo con las comunidades quiénes son los que más necesitan. “Este gesto es para el más vulnerable, y además, tiene varios objetivos”, explica Márquez.

 

Caricia de la Madre Iglesia

En primer lugar, persigue “ser la caricia de la Madre Iglesia con todas las personas que hoy necesitan” y por otro lado, busca “animar a otros, al empresariado, a otras ONG a que se hagan solidarios, no con lo que les sobra, sino con lo que tienen para ofrecer a los que hoy necesitan”.

En segundo lugar, aclara la directora de Cáritas Venezuela, “con este gesto salimos de la Iglesia, y nos conseguimos con el necesitado en su casa, en el barrio, en la comunidad; hay que tocar la puerta y ahí podemos ver qué es lo que está pasando en nuestro país, y podemos de alguna manera dialogar con la gente y escuchar, pues sus alegrías, pero también sus problemáticas”.

Con este “Gesto de Solidaridad”, Cáritas en el territorio nacional se dispone a acompañar, atender y además escuchar cuáles son los lamentos de nuestro pueblo, a manera de responder a este diálogo con la programación de nuevas actividades.

 

Aumento de casos

En Venezuela, los primeros casos de COVID-19 se confirmaron el 13 de marzo de 2020 y se introdujeron medidas de contención durante las siguientes semanas.

Es probable un aumento en los casos, debido a una adherencia inconsistente al bloqueo, pruebas de PCR limitadas y limitaciones en el acceso regular a la higiene relacionada con la escasez de agua, advierte ACAPS (proveedor de información y análisis no afiliado a la ONU).

Además, ACAPS indica en un informe publicado el 28 de mayo de 2020 que existen otras preocupaciones relacionadas con el regreso de los migrantes y refugiados venezolanos a Venezuela. “Existe un alto riesgo de que el sistema de salud del país se vea abrumado incluso por un aumento moderado de pacientes con COVID-19 que requieren servicios médicos especializados”.

 

 

 

 

Coronavirus: Testimonios sobre la vida durante el confinamiento

Lo mejor y lo peor en estos tiempos

junio 02, 2020 17:23

Entrevistas

(zenit – 2 junio 2020)-. zenit habla con una muestra representativa de gente de fe para saber cómo se enfrentaron a lo mejor y a lo peor de estos tiempos, y sus esperanzas.

“Era el mejor de los tiempos y era el peor de los tiempos; la edad de la sabiduría y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación” – Charles Dickens, Un cuento de dos ciudades.

Charles Dickens no estaba escribiendo sobre la pandemia de coronavirus del 2020, pero sus palabras de un tiempo y lugar diferentes ciertamente suenan familiares a millones de fieles en todo el mundo.

Muchos millones han estado confinados, adhiriéndose a los mandatos del Gobierno de permanecer en casa, a establecer “distancia social” mientras se les prohibía ir al trabajo, la escuela y la Iglesia. Esto ha producido una situación de vida que pocos han experimentado antes, que nunca esperaban experimentar, y que esperan no volver a experimentar nunca más.

Mientras gran parte del mundo se prepara para reabrir las iglesias y los negocios, zenit conversa con una muestra representativa de personas de fe para saber cómo se enfrentaron a lo mejor y a lo peor de estos tiempos, y qué esperan que suceda en los próximos meses.

Hicimos cuatro preguntas a los participantes en esta encuesta no científica pero anecdótica:

1. ¿Cuál fue la parte más difícil de estar encerrado?

2. ¿Cómo mantenías tu vida espiritual?

3. Mirando hacia atrás en los últimos meses, ¿qué no hiciste que desearías haber hecho?

4. ¿Qué es lo que más deseas hacer después de que todo vuelva a abrirse?

Entre las respuestas más claras está la del P. Luke Winkelmann, párroco de la parroquia de St. John Vianney en la arquidiócesis de Chicago:

“La parte más difícil del encierro fue no poder ofrecer la confesión a mis feligreses, no ver a los devotos, la gente sin poder asistir al Santo Sacrificio, o recibirlo. Mi vida espiritual era como siempre. Disciplina diaria de oraciones: una hora de oración mental, breviario, Rosario. A medida que las cosas se inicien de nuevo, espero bautizar a los niños, casar a las parejas y dar la Santa Comunión a los fieles”.

¿Cómo respondieron los demás a nuestras preguntas? A continuación, una muestra:

 

¿Cuál fue la parte más difícil de estar encerrado?

“Lo más duro de estar confinado fue que sentí, y la sensación persiste, que me había metido en una historia de ficción de Ray Bradbury.  El problema era, y sigue siendo –siendo Bradbury es uno de los escritores más entretenidos y que provocan la reflexión que honra a Estados Unidos–, que si estuviéramos viviendo una ficción, sería entretenido y provocador; pero no lo es.  Todo esto es tan real como la lluvia. – Sara Sullivan, Cumming, Georgia

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Pasar tanto tiempo a solas. Gregg ha podido seguir trabajando fuera mientras yo he estado trabajando desde casa. He descubierto que incluso para mí mismo es importante conectar con los demás. Otro desafío ha sido cómo manejar la ansiedad de otras personas y sus miedos sobre el futuro de sus trabajos, cómo manejar el trabajo y la educación de sus hijos en casa, cómo ayudar a todos a estar bien con un ritmo más lento. – Jeannine Backstrom, Minnesota

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Darme cuenta de la falta de liderazgo y unidad en el mundo para enfrentar la amenaza unidos y siguiendo un plan bien pensado. – Roberto Sánchez Mejorada, Atlanta

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Con diferencia la parte más difícil del encierro ha sido no tener acceso a los santos sacramentos, la confesión, la Eucaristía y la adoración. Me ha costado mucho acostumbrarme a no tener la presencia física de Cristo visible en mi rutina semanal. Dado que nada puede llenar ese vacío, me ha costado habituarme a ello. Aparte de eso, el que los niños no puedan ver a sus abuelos ha sido difícil. Sé que disfrutan y aprenden mucho de la familia y es difícil explicarles la pérdida de esa conexión personal, aunque las reuniones online han sido una bendición para mantenerse conectados. Aparte de esas dos cosas, realmente, nada más. Siendo una familia bastante independiente podemos estar contentos con menos, contentos con nosotros mismos y felices haciendo cosas simples que nos aportan alegría, simplemente no necesitamos muchos ‘extras’”.  – Adriennhe Fair Leach, Sycamore, Illinois

 

¿Cómo mantuviste tu vida espiritual?

“Bueno, en realidad esta fue la mayor gracia para mí en este tiempo… Tener más tiempo para rezar. Me despertaba y tomaba una taza de café y hacía mi oración matutina y también añadía  una consagración de 33 días a San José. Fue un tiempo tan sagrado y pacífico que siempre atesoraré y por el que estaré agradecido”. – Lauren Hawkesworth, Atlanta

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El confinamiento también ha significado una disminución de la velocidad. Ha sido un gran momento para volver a algunas prácticas espirituales de mi noviciado, como la adoración al Santísimo Sacramento durante todo el día. Nuestra vida comunitaria también ha crecido enormemente ya que estamos todos juntos en esto, compartiendo ideas creativas para estar en misión aunque sea desde casa. Siento que nuestra comunidad se ha vuelto más vibrante en nuestro discipulado. También he sido muy consciente de lo privilegiado que soy al poder celebrar la Misa y recibir la comunión cada día, y esto me ha ayudado a desempolvar cualquier rutina que pueda haber estado presente en mi vida sacerdotal”. – P. Benjamín Clariond, Legionario de Cristo, Escuela Internacional Cumbres Querétaro, México

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“Pude sobrellevar el encierro durante la Cuaresma porque lo vi como una penitencia. Pero cuando continuó durante la Pascua, me sentí cada vez más inquieto. Si no hubiéramos encontrado una iglesia a una hora de nuestra casa dando la comunión por la ventana del coche, no sé qué habría hecho”. – Bloomfield Hills, Michigan

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Desde el comienzo del encierro, vi una oportunidad espiritual de adoptar una prolongada experiencia de oración de “Sábado Santo”.  Nuestro Señor, de alguna manera, estaba en la tumba, atrapado en los tabernáculos, aislado de sus seguidores; claramente, Jesúcristo está más allá y por encima de cualquier restricción construida humanamente.  Alabado sea Dios porque la Misa regresa. Ante todo esto, alabado sea Dios por nuestros sacerdotes, y estoy muy agradecido a los sacerdotes que encendieron sus aparatos electrónicos para permitirnos ricas experiencias de comunión espiritual”. – Sara Sullivan, Cumming, Georgia

 

Mirando hacia atrás en el último par de meses, ¿qué es lo que no hiciste que desearías haber hecho?

“¡Más ejercicio!” – Lauren Hawkesworth, Atlanta

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“Mientras me siento en mi ‘oficina en casa”, una pelota de ejercicio y una mesa de cartas, desearía haber establecido un montaje un poco más permanente para el trabajo a distancia. En el lado espiritual de las cosas, me hubiera gustado participar en la Misa de diferentes parroquias, o incluso que un amigo asistiera a una Divina Liturgia Bizantina. Además, me hubiese gustado intentar la transmisión de una capilla de adoración durante la oración para ayudarme a concentrarme más durante la oración, ya que no podía asistir a mi tiempo de adoración semanal”. – Keaton Leach, Sycamore, Illinois

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“Mi hija y yo íbamos a ir a Tierra Santa en mayo de 2020.  ¡Ojalá lo hubiera hecho el año pasado!  He viajado mucho… desearía haberlo hecho más. He estado posponiendo las visitas a la familia y amigos (en los Estados Unidos y en el extranjero)… ojalá lo hubiera hecho antes. Desearía no haber pospuesto hacer las cosas que era necesario hacer”. – Joyce Pope, Chicago

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“La corona de mi diente se desprendió en la primera semana del encierro. El dentista me dijo que podría ser multado si me la volvía a poner, ya que el gobierno no lo consideraba una emergencia suficiente. Esto ha supuesto un poco de dolor para mí, así que desearía que se hubiera podido solucionar antes. Todavía tengo que ir…” – Dra. Joan Kingsland, Roma

 

¿Qué es lo que más esperas después de que las cosas se abran?

“Estoy deseando volver a ir a Misa en familia; tanto por la gracia sacramental de la Eucaristía como para deshacer cualquier mal hábito que nuestros hijos hayan desarrollado al intentar participar desde casa. La parte más difícil, hasta ahora, de estar encerrado ha sido tratar de asistir a la Misa como una familia. Debido a que estamos viendo desde casa, ha sido muy difícil involucrar a nuestros niños en la Misa cuando sus juguetes están en la habitación de al lado. Se ha perdido toda la reverencia y la ‘alteridad’ para ellos, ya que no hay nada especial en abrir el ordenador y tratar de participar desde casa”. – Keaton Leach, Sycamore, Illinois.

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“Tener algo de normalidad. Ir a la iglesia y tener la libertad de ir a los lugares”. – Joyce Pope, Chicago

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Volver a la Misa regular, sobre todo. Y ver la continua disminución de nuevos casos de COVID y muertes, es decir, menos sufrimiento. Pensé que el encierro de la pandemia tenía beneficios secundarios al reducir algunas de las actividades pecaminosas que ahora forman parte de la vida pública diaria – y no deseo que esa parte de la sociedad se reanude”. – Chris McLaughlin, Cove, Oregon.

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“Ser capaz de entrar en la Iglesia y ver a Cristo allí. Recientemente pude confesarme y entrar en la iglesia y fue una gran bendición. Recibir la Eucaristía será uno de los mayores regalos”. – Adrienne Fair, Sycamore, Illinois

 

¿Lo mejor y lo peor?

Aunque las sencillas preguntas que zenit hizo dieron lugar a una amplia gama de respuestas, hubo temas comunes. Todos mencionaron el dolor de estar lejos de los sacramentos y todos esperan volver a la Iglesia, recibiendo el Santísimo Sacramento.

Nadie sugirió que estar encerrado en respuesta a la pandemia fuera algo que apreciaran y disfrutaran. No obstante, hubo un tema constante de bendiciones inesperadas y aprecio por los amigos y familiares que no podían visitar en persona.

Varios mencionaron que el hecho de verse obligados a conectarse con la familia a través de un vídeo de computadora ha dado lugar a un contacto más frecuente, a una sensación de cercanía, e incluso a la curación de las relaciones rotas. Como dijo la Dra. Joan Kingsland, consagrada de Regnum Christi: “Ha habido momentos de reunión familiar online que han sido muy valiosos y que no hubiéramos tenido si no fuera por el confinamiento. Ha habido una curación en una relación familiar durante este tiempo que llegó a través de esta circunstancia”.

Y una pareja de Illinois que lleva casada más de cuatro décadas dijo que estar juntos ha sido una verdadera bendición. “Ha sido maravilloso estar juntos”.

 

 

 

 

Chile: La Iglesia invita a todos los compatriotas a hacer un “esfuerzo solidario”

Declaración de los obispos

junio 02, 2020 18:22

Conferencias Episcopales

(zenit – 2 junio 2020).- En estos duros días para la nación, los obispos chilenos invitan a todos los compatriotas a realizar un “esfuerzo solidario” y expresan sus condolencias a las familias de las personas fallecidas, “rogando al Dios de la Vida que les sostenga en la esperanza”, y “con cordial cercanía” oran por la pronta y total recuperación de quienes padecen la enfermedad.

Según las cifras ofrecidas por el Ministerio de Salud, este 2 de junio de 2020, Chile registra 108.686 casos contagios totales (105.159 informó ayer el Minsal). En las últimas 24 horas se registraron 3.527 casos nuevos, de ellos 3.206 casos con síntomas y 321 asintomáticos.

Los pastores católicos de Chile hicieron pública el martes, 2 de junio de 2020, una declaración firmada por el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile. En el texto, añaden que el efecto de esta pandemia “trasciende el ámbito de la salud pública” y está causando efectos sociales que pueden ser “devastadores” en una parte importante de la población.

Los obispos invitan a todos los chilenos a un esfuerzo solidario: “Llamamos con urgencia a todas las personas e instituciones que puedan apoyar, con recursos económicos y materiales, difusión y voluntariado, las innumerables campañas solidarias, que se multiplican a lo largo de Chile”.

 

Drástica caída de la economía

Concretamente, los prelados se refieren a la “drástica” caída de la actividad económica, teniendo en cuenta que el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) cayó en abril un 14.1% en comparación con igual mes del año anterior y se espera una caída del 20% en mayo de 2020; y al aumento sustancial en el desempleo, por lo cual importantes sectores han visto disminuir fuertemente sus ingresos.

“Los más pobres muchas veces deben soportar situaciones de falta de alimento y hacimiento en sus hogares, lo que se agrava en el caso de los migrantes que no cuentan con casa, trabajo ni redes de apoyo, o el de los adultos mayores temerosos en sus hogares sin poder salir. Esta crisis se va agudizando con el correr de los días y es posible prever que se mantendrá por meses”, manifiesta el texto episcopal.

 

Gracias al esfuerzo diario de tantos

Finalmente, los obispos agradecen el “compromiso” y “desvelo” del personal de salud y de muchos servidores públicos “cuya vida se ha trastocado” por esta pandemia. Expresan: “Son tantas personas que se esfuerzan día a día en silencio, arriesgando sus vidas para ayudar a que otros se recuperen, puedan comer y se levanten de las penurias. A todos ellos gracias por enseñarnos cómo se construye Chile”.

El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile está formado por el presidente monseñor Santiago Silva Retamales, obispo castrense de Chile; Mons. René Rebolledo Salinas, vicepresidente y arzobispo de La Serena; Mons. Celestino Aós Braco, arzobispo de Santiago; Mons. Juan Ignacio González Errázuriz, obispo de San Bernardo y administrador apostólico de Rancagua; y Mons. Fernando Ramos Pérez arzobispo de Puerto Montt, secretario general de la Conferencia Episcopal.

 

 

 

 

Costa Rica: Obispos publican el Protocolo contra abusos sexuales

Nota de la Conferencia Episcopal

junio 02, 2020 18:17

Protección de Menores

(zenit – 2 junio 2020)-. La Comisión Nacional de Protección a Menores y Adultos en Vulnerabilidad de la Conferencia Episcopal de Costa Rica (CONAPROME) publicó ayer, el Protocolo para la actuación en casos de abuso sexual a menores o adultos en vulnerabilidad por parte de clero, religiosos consagrados.

En un comunicado difundido por el episcopado costarricense, se recuerda que el 7 de mayo de 2019, con la promulgación de su Carta Apostólica, en forma de Motu Propio Vos estis lux mundi  (Vosotros sois la luz del mundo), el Papa Francisco quiso “proveer a la Iglesia universal de instrumentos que ayuden a erradicar, de modo determinante, de la vida de las comunidades eclesiales el terrible flagelo que implica todo tipo de abuso y, en particular, contra los más pequeños e indefensos”.

Efectivamente, el 1 de junio 2020 se cumplió el plazo establecido por el Papa Francisco para la entrada en vigor, en toda la Iglesia Católica, de los mecanismos y procesos, fácilmente accesibles al público, para presentar informes o denuncias fundadas sobre situaciones de abuso contra personas menores de edad o en estado de vulnerabilidad.

 

Erradicación del mal

Sobre la publicación de este protocolo en la Iglesia local de Costa Rica, monseñor José Manuel Garita, obispo de Ciudad Quesada y presidente de Comisión Nacional de Protección a Menores y Adultos en Vulnerabilidad de la Conferencia Episcopal de Costa Rica (CONAPROME), comenta: “La comisión ha venido trabajando en estas Líneas Guía y en códigos de conducta que aplicarán para todo el país. En enero 2020 enviamos dos miembros de la comisión a una formación específica sobre este tema a México y ahora vamos hacia un fuerte trabajo de aplicación del protocolo y de prevención para el abuso sexual en todos los ambientes de la Iglesia costarricense, así como también hacia la conformación y trabajo conjunto con las comisiones diocesanas”.

Igualmente, la nota señala que los obispos costarricenses “están comprometidos con la erradicación de este mal que afecta a todas las estructuras de la sociedad, pero que, de manera muy particular y decidida, debe ser corregido y erradicado sin demora en la Iglesia”.

 

Ambientes sanos y seguros

Con este Protocolo, también conocido como Líneas-Guía, “se busca instaurar ambientes sanos y seguros que garanticen el cuidado y desarrollo de todos los que participan en la Iglesia y especialmente de los menores y más vulnerables”, subrayan.

“Es importante dar una respuesta inmediata ante los casos de denuncia que se presenten en esta materia, sabiendo que las víctimas son la prioridad, ejecutando todos los procedimientos con transparencia absoluta, tolerancia cero y evitando cualquier tipo de manifestación de secretismo u obscuridad en el proceso”, indica Mons. José Manuel Garita Herrera.

 

Objetivo principal

Los prelados apuntan que el principal objetivo de estas Líneas-Guía, con relación con las personas ofendidas, “es brindarles la protección necesaria y el acompañamiento debido”, aseguran.

Con relación al sacerdote o consagrado/a  que ha sido acusado/a, “se le debe orientar para que pueda asumir responsablemente las consecuencias de su pecado y delito, a fin de enfrentar tanto la ley civil como canónica, según sea el caso, y emprender un proceso de sanación, perdón y conversión como lo pide el Papa Francisco: ‘erradicar de la Iglesia el flagelo del abuso sexual de menores y abrir un camino de reconciliación y curación para quien ha sufrido abusos, garantizar la protección de los menores y adultos vulnerables y dar respuesta de justicia y misericordia’” (Homilía, 2 de febrero de 2015).

Asimismo, con este protocolo “se da un paso importante hacia la prevención de abusos de todo tipo en la Iglesia local, de tal forma que será en adelante un trabajo conjunto de todos: laicos, religiosos, sacerdotes, comunidades y obispos. Todos comprometidos con este mismo fin, solo así lograremos realmente proteger a nuestros menores y adultos en vulnerabilidad” aclara Juan Carlos Oviedo, psicólogo de la Comisión Nacional de Protección a Menores.

 

 

 

 

África: Nuevo brote de ébola en la República Democrática del Congo

Coincide con COVID-19 y sarampión

junio 02, 2020 18:46

Medicina y salud

(zenit – 2 junio 2020)-. El Gobierno de la República Democrática del Congo (RDC) anunció el 1 de junio de 2020 la declaración de un nuevo brote de la enfermedad por el virus del Ébola en la zona sanitaria de Wangata, en Mbandaka, provincia de Équateur.

La noticia llega cuando un prolongado brote de ébola, complejo y difícil, llega a su fase final al este del país, que se enfrenta también a la COVID-19 y al mayor brote de sarampión del mundo, informa la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La información inicial procedente del Ministerio de Salud indica que hasta el momento se habían detectado seis casos de ébola en Wangata, cuatro de los cuales han fallecido y dos siguen con vida y están siendo atendidos. Tres de los seis casos se han confirmado mediante pruebas de laboratorio. Es probable que se detecte la enfermedad en más personas a medida que se incrementan las actividades de vigilancia.

“Esto es un recordatorio de que la COVID-19 no es la única amenaza a la que se enfrenta la población”, señaló el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS. “Aunque gran parte de nuestra atención se centra en la pandemia, la OMS sigue haciendo seguimiento de muchas otras emergencias sanitarias y respondiendo a ellas”.

Este es el 11.º brote de ébola de la RDC desde que el virus se descubriera en el país en 1976. La ciudad de Mbandaka y alrededores es donde se declaró el 9º brote de ebola de la RDC, que tuvo lugar de mayo a julio de 2018.

“El brote se ha declarado en un momento complejo, pero la OMS ha colaborado durante los dos últimos años con las autoridades de salud, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África y otros asociados con el fin de fortalecer la capacidad del país para responder a los brotes”, indicó la Dra. Matshidiso Moeti, directora regional de la OMS para África.

“Para reforzar el liderazgo local, la OMS tiene previsto enviar un equipo de apoyo a la ampliación de la respuesta. Dada la proximidad de este nuevo brote a rutas de transporte concurridas y países colindantes vulnerables, debemos actuar con rapidez”, añadió.

La OMS ya está sobre el terreno en Mbandaka para apoyar la respuesta a este brote, como parte de la capacidad generada durante el brote de 2018. El equipo ha contribuido a la recopilación y análisis de muestras y su remisión al laboratorio nacional para confirmación.

Se ha iniciado el rastreo de contactos y sigue en marcha la labor para enviar suministros adicionales desde Kivu del Norte y Kinshasa en apoyo de la respuesta, dirigida por el Gobierno. Se espera que otras 25 personas lleguen mañana a Mbandaka. La OMS también trabaja para garantizar que se proporcionan a las comunidades los servicios de salud esenciales, pese a las emergencias.

El 10º brote de ebola de la RDC, en las provincias de Kivu del Norte, Kivu del Sur e Ituri, está en sus fases finales. El 14 de mayo de 2020, el Ministerio de Salud inició la cuenta atrás de 42 días hasta la declaración del final del brote.

Se esperan nuevos brotes de ébola en la RDC dada la presencia del virus en un reservorio animal en muchas partes del país, advierte la OMS.

 

 

 

 

#TodosSomosAmazonía: Campaña de religiosos de Latinoamérica contra efectos de COVID-19

Para ayudar a los pueblos indígenas

junio 02, 2020 14:05

Órdenes religiosas

(zenit – 2 junio 2020)-. Ante la crisis de COVID-19, que afecta de manera especial a indígenas, la Confederación Caribeña y Latinoamericana de Religiosas y Religiosos (CLAR), promueve la campaña #TodosSomosAmazonía, haciéndose eco de la denuncia de la Red Eclesial Panamazónca (REPAM).

Se trata de una iniciativa que busca recaudar fondos para la compra de insumos hospitalarios y kits de protección para las comunidades indígenas en la Amazonía, así como profesionales en el área de la salud que se dispongan para hacerse presentes, en calidad de voluntarios, en los lugares desprovistos de atención sanitaria, indica una nota de la CLAR en mayo.

 

“Armar nuestra tienda” en la Amazonía

Con respecto a la labor de los religiosos y religiosos en la Amazonía, un artículo publicado ayer, 1 de junio de 2020 en L’Osservatore Romano, destaca las palabras de Gloria Liliana Franco Echeverri, presidenta de la CLAR, de la Orden de la Compañía de María Nuestra Señora, que en la asamblea especial del Sínodo de la Amazonía dijo: “Los religiosos y religiosas estamos convencidos de que, como hombres y mujeres consagrados, debemos ‘armar nuestra tienda’ en el Amazonas”.

Hoy, continúa la religiosa, “es realmente urgente reanudar esa vocación profética…Como personas consagradas, tenemos y entendemos que estamos llamados a una vida que tiene tres características fundamentales: la interculturalidad, es decir, la capacidad de realizar la pedagogía del encuentro y del diálogo; la itinerancia en un mundo que se mueve, y finalmente la dimensión intercongregacional, porque hoy debemos practicar el camino de la comunión, de la sinodalidad, y esto requiere que nos comprometamos a trabajar juntos como hermanos y hermanas”.

Todo esto es algo a lo que los consagrados de este continente están llamados a hacer “porque la vida sigue gritando y nos necesita”, y especialmente en tiempos de pandemia, donde la proximidad a los demás supone una dedicación aún más intensa a los que se encuentran inmersos en la emergencia sanitaria y carecen de los medios para combatirla.

 

Situación en Brasil

En Brasil, la situación es cada vez más difícil “día tras día”, dijo el padre Darío Bossi, superior provincial de los Combonianos de Brasil y miembro de REPAM y de la Red de Iglesias y Minería, en una entrevista con Vatican News.

“En Piquiá de Baixo, en el estado de Maranhão, y en la región del Amazonas, tenemos la situación más delicada”, relata el sacerdote. Allí casi la mitad de los habitantes viven con unos noventa dólares al mes.

A ello se añaden las dificultades crónicas para acceder al agua y a servicios sanitarios e higiénicos decentes, con todas las consecuencias imaginables sobre la salud de los indígenas, que están más expuestos al contagio debido a sus bajas defensas inmunológicas.

 

Red de solidaridad

Frente a este panorama, la red de solidaridad activada por la Iglesia local está tratando de aliviar las carencias de una situación complicada a través de intervenciones a nivel general, explicó el religioso.

“Justo el día de Pascua”, describe, “la Conferencia Episcopal Brasileña, junto con Cáritas, lanzó una campaña a largo plazo. Y es una campaña que busca no sólo abordar la emergencia inmediata sino también estructurar la solidaridad de manera permanente”.

Una presencia de esperanza que también permanece en las diversas celebraciones en línea para no dejar solos y hacer sentir en las “iglesias domésticas” creadas en los hogares de las familias, “el sabor de la Palabra de Dios”, concluye Bossi.

Efectivamente, tal y como señala la CLAR en el mencionado comunicado, en la región panamazónica “hay tinajas vacías que esperan de nuestra agua” y “el compromiso con el sufrimiento de nuestros hermanos de la Amazonía puede adelantar el milagro, hacer que fluyan las redes de la solidaridad, desde una cooperación significativa en favor de la vida amenazada”.

 

 

 

 

Consejo Mundial de Iglesias: Reunión virtual y oración por la pandemia

Evaluación del impacto del coronavirus

junio 02, 2020 11:27

Ecumenismo y diálogo interreligioso

(zenit – 2 junio 2020)-. El Comité Ejecutivo del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) se reúne virtualmente del 1 al 3 de junio de 2020 y ofrece su solidaridad a “un mundo en el que muchas personas se encuentran en situaciones críticas debido a la pandemia de la COVID-19”, informa el propio CMI en una nota.

Según la misma, el Comité Ejecutivo prevé “compartir información, adoptar decisiones por consenso y evaluar el impacto de la COVID-19 en la vida de la comunidad de iglesias miembros y la labor del CMI”.

 

Consejo Mundial de Iglesias

El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) es una organización cristiana dedicada a la búsqueda de la unidad cristiana. Es una comunidad (asociación) voluntaria de iglesias que confiesa al Señor Jesucristo como Dios y Salvador.

El CMI agrupa a iglesias, denominaciones y comunidades de iglesias en más de 110 países y territorios de todo el mundo que representan más de 560 millones de cristianos, incluidas la mayoría de las iglesias ortodoxas, gran cantidad de iglesias anglicanas, bautistas, luteranas, metodistas y reformadas, así como muchas iglesias unidas e independientes.

 

11ª Asamblea

Además, el comité analizará las repercusiones de la pandemia en los planes y el presupuesto del CMI para 2020, determinará cómo el Comité Ejecutivo proseguirá sus consultas y toma de decisiones, y aprobará el informe financiero del CMI de 2019.

La planificación de la 11a Asamblea de esta organización cristiana, que se celebrará en Karlsruhe (Alemania) en 2021, también figura en el orden del día de la reunión.

 

Tiempos difíciles para todos

En un mensaje a los miembros del Comité Ejecutivo, la Dra. Agnes Abuom, moderadora del CMI, señaló que son tiempos difíciles para todos: “Tengan en cuenta que esta no será una reunión como de costumbre”.

“No dispondremos de mucho tiempo ni de los valiosos momentos fuera de las reuniones para dialogar y estar juntos”, añadió.

 

Foro de debate

De acuerdo al citado comunicado, aunque la reunión se centrará en un número de decisiones inferior de lo habitual, habrá un foro de debate que permitirá al Comité Ejecutivo publicar comentarios o plantear preguntas.

“Al prepararnos para esta reunión, pedimos a Dios que nos guíe por medio de la presencia constante del Espíritu Santo”, indicó Aboum. “Sabemos que nuestra gente y nuestras iglesias están sufriendo en muchas partes del mundo”.

 

Próximas reuniones

En 2021, tendrá lugar una reunión del Comité Central del 22 al 30 de junio y el Comité Ejecutivo se reunirá el 21 y 22 de junio.

Por su parte, el secretario general en funciones del CMI, reverendo profesor Ioan Sauca, presenta mensualmente informes de rendición de cuentas a los Comités Central y Ejecutivo en los que comparte información sobre las prioridades del CMI y los planes de ajuste durante la pandemia de COVID-19, explica la nota.

 

 

 

 

Revista ‘Mujeres Iglesia Mundo’: “Crisis y liderazgo femenino”

En ‘L’Osservatore Romano’

junio 02, 2020 18:55

Medios de comunicación y media

(zenit – 2 junio 2020)-. “Crisis y liderazgo femenino” es el título del número de junio de 2020 de la revista mensual Mujeres Iglesia Mundo (Donne Chiesa Mondo) de L’Osservatore Romano, publicado el primer día del mes.

La revista se abre con un editorial titulado “Una Iglesia con cerebro maternal”, en el que se destaca que “nacer mujer no significa ser madre”: “Nos convertimos en madres a través de una transformación de la identidad femenina que pasa ‘de ser para uno mismo a ser para el otro’”.

Este “descentramiento” ya no es instintivo, es “una transformación que implica libertad, un verdadero trabajo, como escribe Marta Rodríguez en su texto firmado: “Y no siempre llega. Hay mujeres con hijos que tal vez no tienen un ‘cerebro maternal’ y mujeres madres que no tienen hijos biológicos”.

“El cerebro maternal es creativo para encontrar maneras de cuidar, multiplica su fuerza, sabe cómo arriesgar y sacrificar. Responde de forma creativa a las crisis”, continúa la crónica: “En este número contamos historias de mujeres con cerebro maternal. Mujeres valientes y resistentes, capaces de permanecer en primera línea en contextos de guerra, epidemias, hambre, pobreza, tráfico de personas… en cualquier periferia existencial, cuestionan los esquemas preconcebidos, dando vida mientras dan su vida”.

Para Marta Rodríguez, “estas mujeres encarnan el rostro de la Madre Iglesia, llamada a desarrollar un ‘cerebro maternal’, a convertirse en ‘una madre con el corazón abierto’, orientada hacia los pobres y marginados”.

“Una Iglesia Madre”, añade, “es una Iglesia ‘en salida’ que no se encierra en su propia seguridad y que supera cualquier tentación de autodefensa rígida, de aislarse en una maraña de obsesiones, procedimientos o estructuras. La Iglesia Madre está ‘descentrada’: sabe salir a los caminos sin mirarse a sí misma, sin temor a ser golpeada, herida o manchada; y no permanece tranquila mientras le quede un solo hijo sin horizonte de vida”.

Así, las mujeres de este número “despiertan el cerebro materno de la Iglesia y proponen, con su ejemplo y su palabra, que todos -hombres y mujeres, cualquiera que sea su fe y credo- adopten este cerebro”. Marta Rodríguez concluye: “La crisis es una buena oportunidad para salir de uno mismo y conocer al otro”.

 

 

 

 

P. Antonio Rivero: “Adoro, agradezco y amo a la Trinidad Santa que habita en mi alma”

Solemnidad de la Santísima Trinidad

junio 02, 2020 10:18

Espiritualidad y oración

 

SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD

Ciclo A

Textos: Ex 34, 4.6.8-9; 2Co 13, 11-13; Jn 3, 16-18

 

Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor en el Noviciado de la Legión de Cristo en Monterrey (México) y asistente del Centro Sacerdotal Logos en México y Centroamérica, para la formación de sacerdotes diocesanos.

Idea principal: Adentrémonos de rodillas a contemplar este Misterio de la Santísima Trinidad.

Resumen del mensaje: Hoy la Iglesia celebra el misterio más elevado de la doctrina revelada, su misterio central. El enunciado del misterio es muy simple, como lo aprendimos en el Catecismo: La Santísima Trinidad es el mismo Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo; tres Personas distintas y un solo Dios verdadero. Misterio insondable que nos lleva a tres actitudes: adorar, agradecer y amar. Sólo lo comprenderemos en el cielo. El misterio de la Trinidad viene a desafiar todas las religiones y filosofías humanas. Mientras esas religiones, sobre todo las más depuradas, como el hinduismo y las creencias orientales, conciben a Dios como un todo impersonal, rozando a veces en el panteísmo, el Cristianismo nos presenta a un Dios personal, capaz de conocer y amar a sus creaturas. Ninguna religión llegó a concebir que la divinidad amase realmente a los hombres.

 

Puntos de la idea principal:

En primer lugar, nos preguntamos si este misterio, que sólo entenderemos en el cielo, nos servirá a nosotros aquí y ahora. Podríamos responder: realmente el misterio de la Santísima Trinidad no nos sirve para nada, porque Dios no sirve a nadie y a nada. Dios está para ser servido por nosotros y no para que nosotros nos sirvamos de Él. Tenemos que cuidarnos del criterio utilitarista tan propio de nuestra época, que juzga todo según sirva o no al capricho del hombre. Hay bienes que son deseables y amables por sí mismos, sin necesidad de estar buscándoles utilidades a nuestra medida. Los antiguos llamaban a estos bienes “honestos” porque se deseaban por sí mismos, sin buscar la utilidad o el deleite, que los convertiría en medios. Ante este misterio infinito caigamos de rodillas admirados. Se dice que un día san Agustín caminaba por la playa y al ver a un niño que excavaba un agujero en la arena le preguntó:
-Pero, ¿qué pretendes hacer? El niño le respondió ilusionado:

-Pienso meter toda el agua en este hoyo.

-Pero ¡¿no te das cuenta que es imposible?! Le contestó san Agustín.

Entonces el niño, que ya sabía de las elucubraciones de Agustín le contestó:

-Es más posible meter toda el agua del mar en este agujero que intentar meter el misterio de la Trinidad en tu cabeza.

¡Te adoramos, Dios Trinidad!

En segundo lugar, realmente deberíamos agradecer a Dios porque al ser un misterio inaccesible a nuestra mente, nos ha hecho el gran favor de humillarnos, de abajar nuestra inteligencia y nuestra cabeza, y colocarnos en nuestro verdadero lugar y de rodillas. Dios no es un objeto del cual podamos disponer a nuestro arbitrio, sino que es nuestro Señor y Creador, al que tenemos que adorar y ante el cual debemos doblegar nuestras rodillas. Contra la soberbia del hombre moderno, que cree poder conocer y dominar todas las cosas, aún las mas sagradas, como el alma y la vida humana, se alza el misterio insondable de la Una e indivisa Trinidad que la Iglesia proclama hoy, como hace dos mil años. ¡Te agradecemos, Dios Trinidad!

Finalmente, la revelación de este misterio es otra muestra más del infinito amor de Dios hacia los hombres. Él no se contenta con amarnos, sino que goza en nuestro amor por Él, y como nadie puede amar lo que no conoce, para excitar más nuestro amor por Él quiso mostrarnos los secretos de su vida íntima. Porque eso es en definitiva lo que Dios nos revela en este misterio, nada más y nada menos que su intimidad. De este modo, sabemos que Dios no es un solitario encerrado en su inalcanzable grandeza, sino que en Él hay un dinamismo vital de conocimiento y amor. Dios Padre, desde toda la eternidad, engendra al conocerse una Persona, su Imagen plena, el Hijo de Dios. Y el amor entre la primera y segunda Persona, entre el Padre y el Hijo, es tan profundo, por ser divino, que de él brota una tercera Persona, el Espíritu Santo. ¡Te amamos, Dios Trinidad!

Para reflexionar: Piensa en esta frase de san Pablo: “Ni ojo vio, ni oído oyó, ni entró en pensamiento humano, lo que Dios tiene preparado para los que le aman” (1 Co 2, 9). ¿Qué relación tienes con cada una de las personas de la Santísima Trinidad? ¿De Dios Padre imitas su amor paternal y misericordioso? ¿De Dios Hijo imitas su capacidad de sacrificio y entrega? ¿De Dios Espíritu Santo imitas el ser Consuelo y Aliento para tus hermanos?

Para rezar: oración de la beata Isabel de la Trinidad

¡Oh, Dios mío, trinidad adorable, ayúdame a olvidarme por entero para establecerme en ti! ¡Oh, mi Cristo amado, crucificado por amor! Siento mi impotencia y te pido que me revistas de ti mismo, que identifiques mi alma con todos lo movimientos de tu alma; que me sustituyas, para que mi vida no sea más que una irradiación de tu propia vida. Ven a mí como adorador, como reparador y como salvador… ¡Oh fuego consumidor, Espíritu de amor! Ven a mí, para que se haga en mi alma una como encarnación del Verbo; que yo sea para él una humanidad sobreañadida en la que él renueve todo su misterio. Y tú, ¡oh, Padre!, inclínate sobre tu criatura; no veas en ella más que a tu amado en el que has puesto todas tus complacencias. ¡Oh mis tres, mi todo, mi dicha, soledad infinita, inmensidad en que me pierdo! Me entrego a vos como una presa; sepultaos en mí para que yo me sepulte en vos, en espera de ir a contemplar en vuestra luz el abismo de vuestras grandezas.

 

Para cualquier duda, pregunta o sugerencia, aquí tienen el email del padre Antonio, arivero@legionaries.org

 

 

 

 

Píldoras de esperanza: “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”

Martes, 2 junio 2020

junio 02, 2020 09:26

Espiritualidad y oración

 

Reflexión de los Evangelios diarios

Invocamos al Espíritu Santo

“Espíritu Santo, llena de alegría y paz mi corazón y da sabiduría a mi mente para poder entender la Palabra de Dios. Amén”.

 

Evangelio según San Marcos 12, 13-17

En otra ocasión le enviaron algunos de los fariseos y de los herodianos, para que lo atraparan en alguna palabra; y cuando vinieron a Él, le dijeron: “Maestro, sabemos que eres un hombre sincero, y no buscas el favor de nadie porque no miras la apariencia de las personas, sino que enseñas el camino de Dios en la verdad. ¿Es legal pagar el impuesto al César o no? ¿Lo debemos pagar o no?”.

Entonces Él, conociendo su hipocresía, les dijo: “¿Por qué me están poniendo a la prueba? Tráiganme una moneda (denario) para que la vea”.

Se la trajeron y Él les dijo: “¿De quién es esta imagen y esta inscripción?”. Y ellos le dijeron: “Del César”. Jesús, respondiendo, les dijo: “Denle, pues, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”. Y se maravillaban de Él.

Palabra del Señor

 

¿Qué dice el texto?

“Maestro, sabemos que eres un hombre sincero, y no buscas el favor de nadie porque no miras la apariencia de las personas, sino que enseñas el camino de Dios en la verdad”.

“Denle, pues, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”

 

¿Qué nos dice Dios a nosotros hoy en el texto?

La humanidad siempre quiere justificar el poder creer en algo o alguien sobrenatural. Las mismas preguntas de siempre afloran de formas diversas: ¿Dónde está Dios cuando hay sufrimientos? ¿Porqué si Dios existe pasan calamidades? Etc. Hoy vemos a estos personajes intentando poner en una trampa al Señor. Primero viene la adulación a Jesús diciendo que Él enseña con la verdad, luego una pregunta bastante justa, si era lógico y legal pagar impuestos al gobierno de Roma que los tenía ocupados. Conocemos esa respuesta famosa, porque hasta en los proverbios nuestros la utilizamos: “Denle, pues, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”.

Aún en medio de nuestras dificultades nosotros nos preguntamos si es lícito pagar impuestos, cuando no sabemos que hacen hoy los políticos con el dinero que nosotros recolectamos, y seguramente más de uno quisiera hacer una manifestación al respecto. Pero sin entrar en los temas de la vida de hoy, y basándonos en la respuesta de Jesús, debemos ser conscientes que vivimos en una sociedad que merece nuestro aporte, pero como cristianos también debemos darle a Dios lo que le corresponde.

Seguramente te planteas: ¿Y yo qué debo darle a Dios? Hay una respuesta muy sencilla que seguramente puedes encontrar tú en tu propia vida: Cuando mires a tu alrededor, ¿alguien necesita mi ayuda? ¿alguien necesita mi tiempo? Es posible que sí. Depende donde vivas, habrá hermanos que necesiten algo, y tú puedes hacer esa diferencia. Puede ser desde una llamada telefónica para darle ánimo, hasta una acción en servicio de alguien. La única diferencia, es que tú lo estás haciendo cumpliendo con lo que el Señor te pidió. No dejes pasar esta oportunidad que Dios te da. Siéntete invitado por Jesús a darle a Dios tu tiempo para ayudar a otra persona. Es la gran diferencia. De esta manera te vuelves tú, una respuesta que Dios quiere dar a un mundo que necesita esperanza.

Repite hoy varias veces una estrofa de la oración atribuida al padre Pío:

“Quédate, Señor, conmigo, si quieres que te sea fiel”.

Te invito a conocer más de nuestro trabajo diario sobre la Lectura Orante de la Biblia

 

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San Juan Grande Román, 3 de junio

Tomó por sobrenombre “Juan Pecador”

junio 02, 2020 09:00

Testimonios de la Fe

 

“Como otro san Juan de Dios, en cuya orden ingresó, este humilde religioso que eligió denominarse pecador, porque así se sentía, tuvo en los enfermos y desvalidos la vía para ejercitar su caridad en los hospitales que fundó”

 Este humilde santo, que tomó por sobrenombre “Juan Pecador” dando gloria a Dios y a la Iglesia con su vida, nació en Carmona, Sevilla, España, el 6 de marzo de 1546. Cristóbal, su padre, era herrero y murió cuando él tenía once años dejando a su familia con bienes suficientes para vivir holgadamente. Su madre Isabel al enviudar contrajo nuevo matrimonio con un hombre bueno que trató siempre al muchacho de forma considerada. Su vinculación a la parroquia de san Pedro como “niño de coro” ya había dejado una cierta huella en él, aunque desestimó entonces la vía sacerdotal, como le propusieron.

Pasó por un periodo de reflexión de cuatro años en Sevilla comprobando que ser pañero no era lo suyo, pese a que gozó de la alta estima del propietario del comercio que hubiera querido mantenerlo junto a él. Su madre le reclamó y sin querer desprenderse de este hijo singular puso a su alcance telas para que comerciara con ellas por las calles de la localidad, pero todo fue en vano. En su interior se había ido abriendo paso una imparable vocación. Y no se lo pensó: abandonó a su familia, el negocio, y vivió retirado en la ermita de Santa Olalla, en Marchena, localidad colindante a su ciudad natal, en intensa oración de la que extrajo la clara determinación que marcaría su existencia.

No tuvo dudas de que Dios le llamaba para entregarse a Él plenamente, y después de mendigar para asistir a los pobres, renunció al matrimonio y se vistió con un humilde hábito, adoptando como apellido el de “pecador” que vinculó a su nombre. La atención a un matrimonio de ancianos desvalidos que encontró en estado de abandono, a quienes llevó a su habitación y para los que pidió limosna, le hizo comprender que esa era la vía apostólica que debía seguir. Fue el inicio de un camino sembrado de obras de misericordia.

Dios le señaló Jerez de la Frontera para continuar sirviendo a los necesitados y enfermos. Tenía 19 años cuando partió a esta ciudad. Y allí Juan Pecador, como otro san Juan de Dios, a quien no conocía en ese momento, recogió en 1565 a los primeros enfermos abandonados y pedía limosna para paliar las carencias de los pobres. Entre tanto, frecuentaba la iglesia de los padres franciscanos recibiendo consejo espiritual de uno de los frailes. Y en ese corazón oceánico, forjado por una intensa vida de oración y su indeclinable fe en la divina Providencia, calaron las sugerencias de uno de los frailes que le señalaba a los pobres como objeto concreto de su caridad. De modo que Juan acogió a las mujeres descarriadas, a las que colocaba en hogares cristianos, a los prófugos, presos de la Cárcel Real, y a cualquier persona necesitada.

Un día se le apareció Cristo llagado y le marcó la senda de los enfermos. Entonces se hizo cargo de un pequeño hospital de los Remedios acogiendo enfermos convalecientes e incurables. Eran tantas las necesidades que apreciaba que quiso fundar otro hospital, aunque las numerosas dificultades que le salieron al paso le impidieron materializar el proyecto y aceptó la oferta del hospital de Sebastián que le cedió dos enfermerías.

Pronto Jerez se encariñó con él al ver su heroica entrega, fruto de su fecunda vida interior. Su actuación durante la epidemia de 1574 es memorable. Angustiado al ver a tantos enfermos por las calles sin poder recibir asistencia, urgió a las autoridades locales que se la procuraran. Y viendo que no podía dar abasto a tanta necesidad, con la venia de la Hermandad de San Juan de Letrán, en 1572 fundó su propio hospital en un terreno que le cedieron, con expresa dedicación a Nuestra Señora de la Candelaria.

Ese año, y como había tenido noticias de la labor que llevaba a cabo en Granada Juan de Dios, visitó la Institución creada por él y se unió a ella, acogiéndose a sus reglas que aplicó en su hospital y que consiguió que después fuese transferido a la orden Hospitalaria de San Juan de Dios en la que profesó recibiendo el hábito en 1576. Otro tanto hicieron los compañeros que le ayudaban. A partir de entonces extendió su radio de acción benéfica a otras localidades gaditanas con nuevas fundaciones en Medina Sidonia, Puerto de Santa María, Sanlúcar de Barrameda, Arcos de la Frontera y Villamartín. Fue un excepcional maestro de novicios a los que formaba con la palabra y el testimonio: dormía en el suelo, era sumamente frugal en la comida, y dedicaba casi todas las horas del día a la oración y a la caridad. Sanaba el cuerpo y el alma. A todos abría las puertas de par en par ejercitando de manera sublime todas las obras de misericordia.

Pero la asistencia que se procuraba en Jerez a los enfermos que no tenían recursos dejaba mucho que desear. Además, las autoridades decidieron suprimir hospitales, entre los que se hallaba también el de Juan. Y entonces confeccionó un informe preciso (Memorial) consignando la actividad que ellos llevaban a cabo en estos términos: “con diligencia, cuidado y mucha caridad, haciéndose muy buena obra y servicio a Dios nuestro Señor, porque él y sus hermanos de hábito son hombres virtuosos y profesan esta caridad de curar los pobres enfermos”. Lo redactó a instancias del arzobispo de Sevilla, cardenal Rodrigo de Castro, quien preocupado por esta determinación de las autoridades le había encargado esa misión. Con todo el dolor de su corazón, y dando muestras de virtud, Juan Grande afrontó la reducción hospitalaria prevista, ofreciendo a Dios sus contrariedades y sufrimientos. Seguramente le consoló también la presencia de su madre que pasó junto a él los últimos años de su vida. En 1600 se desencadenó en Jerez una virulenta epidemia de peste. Contagiado por ella, el santo murió el 3 de junio de ese año mártir de la caridad. Pío IX lo beatificó el 13 de noviembre de 1853. Juan Pablo II lo canonizó el 2 de junio de 1996. En 1986 había sido proclamado patrón de la diócesis de Jerez de la Frontera.