Sociedad y Familia

 

Josep Miró i Ardèvol denuncia la disolución de lo cristiano en la política: se pierde “la fraternidad”

 

“Fue el cristianismo el que modificó los parámetros en las sociedades humanas: respeto, dignidad del otro y trabajo en común por encima de las diferencias”, afirma

 

 

29 junio, 2020 | ForumLibertas.com


 

 

 

 

 

En el vídeo de la semana, el presidente de e-Cristians, Josep Miró i Ardèvol, aborda la necesidad de la presencia cristiana en la vida política.

El que ha sido miembro del Consejo Pontificio de los Laicos hasta su refundación en Dicasterio, constata que allí donde lo cristiano tiene presencia, “la política funciona mejor”.

En ese sentido, hace referencia a como anteriores culturas pre cristianas como la romana o la helénica, no tenían los principios y valores que sí que construyó posteriormente el cristianismo en las sociedades en las que arraigó.

“Fue el cristianismo el que modificó los parámetros en las sociedades humanas: respeto, dignidad del otro y trabajo en común por encima de las diferencias”, afirma Miró i Ardèvol, en ese sentido.

Miró denuncia que con la disolución de la cultura cristiana se diluye también el valor único del hecho cristiano para todos, “la fraternidad”.

Además, advierte de que esos valores y virtudes “no son inherentes a cualquier forma de pensar”, ya que los ha generado el cristianismo. En ese sentido, denuncia que si el cristiano no tiene presencia en la pollítica se corre el grave riesgo de que esos valores y virtudes desaparezcan progresivamente de la escena social.

Por eso reclama presencia cristiana en la política para que haya conductas, acciones y leyes ligadas a esa verdad: “si los testimonios de Dios y Jesucristo no son transmitidos en la política, entonces caminamos hacia la catástrofe”, afirma el presidente de e-Cristians.

Además, constata que no se resolverá nada sin ir a la raíz del problema, ya que “no se resuelve un problema grande sin una solución grande”. Miró i Ardèvol considera que ese impulso debe ser el impulso cristiano en la “vida pública” y en la “política” el que llama a las personas de buena fe a participar.