Cáritas | Cooperación
Asistencia humanitaria ante el coronavirus en Guatemala
Para mitigar la exposición de las comunidades más vulnerables a la pandemia
El proyecto en un vistazo
- Quién lo hace: Cáritas Guatemala.
- En qué consiste: Asistencia humanitaria a hogares de la etnia Ch’orti’ en el Municipio de Jocotán del Departamento de Chiquimula (Guatemala) cuya situación de vulnerabilidad se ha visto agravada por el impacto de la COVID-19.
- Presupuesto: 68.072,46 €.
- Apoyado por AECID.
Situación actual
El 5 de marzo el Gobierno de Guatemala decretó “Estado de Calamidad” por el COVID-19, activando una serie de medidas de contención nacional que han ido endureciéndose con el paso de las semanas debido a que la propagación del virus ha ido en aumento. Con una capacidad limitada de detección de casos, a fecha 1 de junio hay 5.087 contagios confirmados (60% hombres vs 40% mujeres) y 63 fallecidos. Se espera las semanas más críticas entre finales de mayo y junio.
Además del impacto en el ámbito de la salud, la pandemia del COVID-19 tiene profundas implicaciones sobre los indicadores socioeconómicos. Guatemala sufre los mayores niveles de pobreza en América Latina. Según la última Encuesta Nacional de Condiciones de Vida, el 59% de la población subsiste en condiciones de pobreza y el 23% en condiciones de pobreza extrema.
Las medidas restrictivas de contención decretadas están agravando estos problemas estructurales y exacerbando el hambre estacional en Guatemala.
Zona de intervención
El Municipio de Jocotán, en el departamento de Chiquimula, eminentemente agrícola y habitado mayoritariamente por población indígena de la etnia Ch’ortí’, es uno de los municipios con el índice más bajo de desarrollo humano, el porcentaje más alto de población en pobreza y los indicadores más bajos en salud y educación.
Según los datos de la Encuesta Nacional sobre Condiciones de Vida, las condiciones de vivienda y acceso a servicios de agua y saneamiento son deficientes y precarios. La cobertura de letrinas y drenajes es muy baja, el 44% de los hogares no cuentan con servicios sanitario y el 36% de la población no tiene acceso a agua segura.
Las tasas de desnutrición aguda moderada y severa en niñez menor de cinco años son superiores a las tasas departamentales y la prevalencia de desnutrición crónica en escolares es del 67%, siendo las más altas del departamento de Chiquimula.
Las enfermedades gastrointestinales ocupan las primeras causas de morbilidad en el municipio. Tiene la tasa más alta de muertes materno-infantiles, con una tasa de mortalidad de 6,53 niños/as menores de un año por cada mil nacidos vivos/as. La neumonía y bronconeumonía (35,71%) y síndrome diarreico agudo (28,57%) representa las causas principales de mortalidad en el municipio, seguida del resfriado común, enfermedades agravadas por la alta prevalencia de la desnutrición, que podría aumentar la susceptibilidad de la población a la infección por COVID-19.
El proyecto en detalle
Cáritas de Guatemala elaboró un diagnóstico rápido de necesidades a través de una encuesta que fue completado por los equipos departamentales de Caritas en consulta telefónica con animadoras comunitarias, representantes de familias, líderes/as comunitarias y agentes parroquiales.
Producto de este diagnóstico se identificaron las necesidades que los segmentos más vulnerables de la población están enfrentando, principalmente relacionadas con su seguridad alimentaria y nutricional, limitado acceso a agua segura y a condiciones de higiene y protección adecuadas para estar preparados ante la pandemia.
Especialmente en zonas del Corredor Seco, quedó manifiesta la preocupación de la población por garantizar su alimentación y proteger sus medios de vida. Muchas personas no tienen suficientes reservas de granos básicos, se han quedado sin ingresos, están postergando su nueva siembra y tienen un acceso limitado a los mercados.
Todo esto genera un alto riesgo de pérdida de los medios de vida de subsistencia de los pequeños agricultores y agricultoras ya que estos hogares, al contar con muy pocos recursos, han comenzado a emplear estrategias de afrontamiento negativas, tales como: disminución de la calidad de la dieta, venta de sus animales, uso de ahorros y solicitud de préstamos/créditos con riesgo incluso abandonar sus hogares en busca de ayuda.
A pesar de que hay varias campañas difundiendo mensajes clave de prevención del COVID-19, en el nivel comunitario no todas las personas muestran contar con información adecuada ni tienen la capacidad de acceder a artículos básicos para protegerse.
Se considera necesario proporcionar información inclusiva, adaptada a su cultura, clara y sencilla, así como sensibilización para mitigar situaciones de discriminación de los portadores del virus. Para ello las radios comunitarias se estiman como los medios más oportunos para llegar a todas las personas, especialmente a las mujeres.
Las mujeres y niñas están particularmente expuestas, ya que muchas de ellas están en la primera línea de contagio por su rol primordial de cuidadoras. Ellas enfrentan una desproporción de la carga de responsabilidades reproductivas y de cuidados en los hogares, y hay evidencias de que la cantidad de trabajo no remunerado realizado por mujeres en periodos de crisis aumenta exponencialmente, con implicaciones directas sobre su salud física y mental.
Además, las restricciones decretadas, tales como la cuarentena y distanciamientos social, están aumentando la exposición de las mujeres a la violencia de género, sobre todo en el ámbito doméstico.
Participantes
- El proyecto beneficiará a 440 hogares de comunidades rurales del municipio de Jocotán (Departamento de Chiquimula), integrados principalmente por agricultores/as de subsistencia en riesgo de inseguridad alimentaria y nutricional, agravado por la crisis del COVID19.
- La población total estimada es de 2.327 personas, para un promedio de 5,29 personas por hogar (según ENCOVI 2015).
Se priorizará en esta intervención a grupos vulnerables de la población indígena Ch’orti’, entre ellos: infancia, mujeres, personas mayores de 60 años, personas con discapacidad o enfermedades crónicas.
Nuestra acción
- Medidas preventivas y de bioseguridad para asegurar la salud y minimizar los riesgos: dotación y uso de equipos de protección personal (mascarillas, guantes, botas), dotación y uso de insumos de higiene y desinfección (jabón, alcohol en gel, etc), instrucciones de uso.
- Entrega en especie, siempre siguiendo el cumplimiento del imperativo humanitario y especialmente con un enfoque de acción sin daño. Esta modalidad pretende evitar que las familias tengan que desplazarse largas distancias donde se pueden hacer efectivas las transferencias económicas o canjeo de cupones (ya que muchos productos solo se encontrarían en las cabeceras municipales), además de considerar el poco o nulo acceso al sistema financiero y la dificultad para el acceso a mercados, por la paralización del transporte público. Además, hay comunidades que han impuesto medidas restrictivas para limitar los desplazamientos de las personas y evitar contagios.
Kits humanitarios
La entrega en especie posibilita minimizar las posibilidades de contaminación ya que los kits se recibirán de un solo proveedor.
Las cajas al por mayor recibidas con los productos llevarán un proceso de desinfección por parte del equipo técnico del proyecto y voluntarios, quienes también cumplieran con las medidas personales de protección (mascarilla, guantes, bata), de higiene (correcto lavado de manos) y de higienización (desinfección del almacén), previo al montaje de los kits.
Kit de higiene y desinfección
- Alcohol en gel 70% (frasco 240 ml).
- Jabón de manos líquido (1 litro).
- Toalla.
- Jabón antibacteriano para baño (pastilla 110 gr).
- Cloro (botella 300 ml).
- Detergente (1 kilo).
- Jabón (paquete 3 uds).
Kit de higiene y desinfección
- 7 libras de harina vitaminada.
- 7 librasd de proteína de soja.
- 8 kg de maíz.
- 5 kg de frijoles.
- Aceite.
- 2 kg de arroz.
- 2 kg de fideos.