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Alvira se despide del gobierno de Escuelas Católicas: “Celaá se está dejando llevar por Podemos”

 

Tras ocho años como Secretario General, advierte de que la pretensión de este gobierno social-comunista es “la escuela única, el partido único y el sindicato único”

 

 

10/07/20


 

 

 

 

 

José María Alvira, religioso marianista, deja la Secretaria General de Escuelas Católicas tras ocho años de mandato, tal y como preven los estatutos de la Junta Directiva. Le sustituye en el cargo Pedro Huerta, de la Orden de la Santísima Trinidad y los Cautivos, que tomará posesión el próximo 1 de septiembre.

En su despedida, habla con Religión Confidencial y analiza algunos aspectos de sus ochos años al frente de esta institución que representa a más de 2.000 colegios religiosos concertados de toda España. Se esplaya en esta entrevista y se nota su indignación contra el gobierno social-comunista. "No nos pueden tomar como a tonos", afirma.

"Pedro Huerta se enfrenta a un otoño caliente, pero también fueron años complicados para la educación concertada con el gobierno de Zapatero, la asignatura de Educación para la Ciudadania, la primera etapa del gobierno de Rajoy...Sin embargo, este gobierno social-comunista pretende ahogar mucho más a la educación concertada, como está ocurriendo en la Comunidad de Valencia. No han dialogado nunca. Desde que está este gobierno con Compromís, son beligerantes contra la educación concertada ", expresa RC.

 

Discriminación a la concertada

Y es que, las últimas decisiones de este gobierno sobre el Plan de Reconstrucción de España, discrimina claramente a la educación concertada. El Gobierno, inclinado por la imposición de Podemos, ha introducido unas propuestas que, en contra de lo que siempre aseguran desde el Ministerio de Educación, suponen un claro ataque a la enseñanza concertada.

"No solo niega ayuda económica a la educación concertada que se ha visto afectada como todos los sectores por la pandemia, sino que en el borrador se indica que se promueven ayudas exclusivas para la enseñanza pública y se anuncian puestos en la enseñanza pública para todos los españoles, especialmente en la etapa 0-3, excluyendo deliberada y explícitamente a la enseñanza concertada. Esto supone una deriva dictatorial. Es preocupante", expresa Alvira.

Para el marianista, conociendo como conoce a la ministra Isabel Celaá, en su opinión, "se está dejando llevar por Podemos y el PSOE consiente. ¿Es por afán de poder? Pues creo que en caso de Pedro Sánchez sí. Creo que muchas personas del PSOE no están contentos. No entiendo por qué tragan". Fuertes palabras las de Alvira, que, no obstante, agradece el tono cordial de las conversaciones, aunque es difícil hacerles cambiar de postura.

 

El colegio concertado de Irene Montero

Y recuerda que, a la espera de lo que haga cada Comunidad Autónoma con las ayudas que le lleguen de Europa (algunos presidentes autonómicos socialistas ya han advertido que concederán ayudas a la concertada), algunos colegios concertados laicos, como el siglo XXI del barrio de Moratalaz de Madrid, centro en el que estudió la ministra de Igualdad Irene Montero, tampoco recibirán dichas ayudas.

Alvira mantiene contacto con escuelas concertadas que nada tienen que ver con Escuelas Católicas y algunos de estos centros son laicos o colegios concertados en forma de cooperativas como UECoE y, por lo tanto, tampoco recibirán estas cuantías económicas según el plan del gobierno, plan que tiene que ser ratificado por el Congreso.

Ciertamente, la Unión Europea pondrá condiciones a estas ayudas y habrá que esperar si detalla a qué centros concede esas ayudas.

 

Pensamiento único

Por lo tanto Alvira considera que, aunque el gobierno social-comunista mantiene una posición beligerante en algunas autonomías contra la escuela concertada, en definitiva, lo que pretenden "es un pensamiento único, una escuela única, un partido único y un sindicato único. En el fondo es lo que les gustaría. Lo llevan en el ADN".

El marianista, que ha sido director del colegio Santa Maria del Pilar en Zaragoza (le destinan ahora de nuevo a su ciudad), defiende también la escuela pública, pero "lo que no quiero es que sea única. Esto no es propio de un país democrático, ni de la libertad de educación, ni de la libertad de expresión (ya vemos lo que está pasando con los periodistas)".

Para el todavía secretario general de EC, "lo que es lamentable es que este gobierno esté aprovechando esta crisis para introducir sus postulados. Esto es lo que me parece realmente preocupante, tanto en la educación como en la política".

 

Posición de los obispos

En relación a la postura que han mantenido los obispos respecto a la educación concertada, que para muchos católicos ha sido tenue y poco contundente, Alvira opina que los obispos no deben entrar muy al detalle en cuestiones de política, pero sí dar criterios. Y en el caso de la educación, "sí deben pronunciarse, sobre todo en cuanto a la asignatura de Religión", subraya.

 

Políticos como Ana Oramas

Respecto a la defensa de la educación concertada que han realizado algunos políticos como Ana Oramas de Coalición Canaria, agradece su postura contundente, como así también lo han hecho políticos del PP y de Ciudadanos. Y denuncia la postura de Vox, que se ausentó de la Comisión de Reestructuración.

"La Comisión de Reconstrucción ha dado un paso preocupante que segrega a alumnos, familias, profesores e instituciones con una mayoría simple y con la ausencia de VOX. Esto demuestra que los extremismos no son buenos. Han dejado campo libre a los otros. Nos tememos que las conclusiones aprobadas sean el preludio de una futura ley de educación que adolece de la misma falta de consenso que sus promotores denunciaron en la LOMCE", señala Alvira.

 

Ventajas de la Escuela Concertada

Alvira se despide defendiendo la escuela concertada porque "un proyecto educativo da coherencia a toda la actividad de un colegio, se convierten en centros no elitistas en los que impera la equidad (abiertos a todas las clases sociales), en donde se enseña a los alumnos a configurar un espíritu crítico, no se impone (no se adoctrina, creo que el adoctrinamiento se da mucho más en muchas colegios públicos), con una unidad de educación con los padres, en donde los religiosos nos hemos renovado y nos hemos renovado bien, sabemos de educación, tenemos raíces sólidas de muchos años".

Y sobre el eslogan que desde hace años se abandera desde el movimiento de las camisetas verdes "el que quiera un colegio que se lo pague", argumenta: "Pues el que quiera un sindicato o un partido político determinado que se lo pague. Los sindicatos y los partidos los pagamos todos con nuestros impuestos. El dinero es de todos que ponemos en manos de nuestros administradores. A mí me parece bien que se subvencione el cine para que sea accesible a todo el mundo. Pues lo mismo en la educación".