Tribunas

Para ser buenos padres

 

 

Juan José Corazón Corazón
Sacerdote, Doctor en Derecho Canónico, Doctor en Derecho


 

 

 

 

 

Desde siempre, en todas las sociedades, los padres no se han conformado con ser, simplemente, padres de sus hijos. Cualquier padre o madre normal desea ser un buen padre o una buena madre de sus hijos. Es más, si pudiera, desearía ser el mejor padre o la mejor madre. Esto es lo normal.

Por eso, hasta la mayoría de edad de los hijos, los padres suplen su falta de capacidad en los diversos ámbitos de su desarrollo.

En toda sociedad se establece un momento en el que ya se considera a la persona capaz por sí misma, de un modo implícito, otorgándole una independencia, o de un modo explícito, estableciendo oficialmente una mayoría de edad.

Hasta entonces, los padres, que quieren ser buenos padres, dan a sus hijos lo que consideran que es mejor para ellos y exigen a la sociedad en la que viven las condiciones necesarias para poder hacerlo así.

No debería extrañar a nadie, por tanto, que los que desean ser buenos padres cristianos exijan al Estado las ayudas necesarias para la existencia de colegios cristianos y católicos donde poder confiar la educación de sus hijos.

No debería extrañar a nadie, por tanto, que los que desean ser buenos padres cristianos exijan al Estado que los centros docentes públicos, a cuyo acceso tienen derecho ellos y sus hijos, ofrezcan la asignatura de religión como una más.

 

Juan José Corazón Corazón