Servicio diario - 27 de noviembre de 2020


 

PAPA FRANCISCO
Festival de la Doctrina Social de la Iglesia: Videomensaje del Papa
Gabriel Sales Triguero
“Memoria del futuro”

TESTIMONIOS
Consistorio de Cardenales: Entrevista exclusiva a monseñor Felipe Arizmendi
Larissa I. López
Un nuevo cardenal para la Iglesia

PAPA FRANCISCO
Enfrentamiento militar en Etiopía: El Papa llama al cese de la violencia
Larissa I. López
Y a la oración

CIUDAD DEL VATICANO
Vaticano: #aGiftOfWisdom, campaña para “crear lazos” con ancianos
Larissa I. López
Un “regalo de sabiduría”

PAPA FRANCISCO
Papa Francisco: Audiencia con el padre Mavrič, superior general de los lazaristas
Anita Bourdin
Familia de san Vicente de Paúl

CIUDAD DEL VATICANO
Consistorio de Cardenales: ¿Cómo “se llega” a cardenal?
Alejandro Vázquez-Dodero
Finalidad del reconocimiento

IGLESIA LOCAL
Bolivia: Proyecto Chiquitania entrega ayudas a comunidades rurales
Redacción zenit
Arquidiócesis de Santa Cruz de la Sierra

ARTE Y CULTURA
Universidad Francisco de Vitoria: Noche Europea de los Investigadores
Redacción zenit
Undécima edición en Madrid

IGLESIA LOCAL
México: El Papa nombra a obispos auxiliares de Guadalajara
Redacción zenit
P. Manuel González y P. Eduardo Muñoz

TESTIMONIOS
Beato Luis Campos Gorriz, 28 de noviembre
Isabel Orellana Vilches
Mártir de la Guerra Civil española


 

 

 

Festival de la Doctrina Social de la Iglesia: Videomensaje del Papa

“Memoria del futuro”

noviembre 27, 2020 11:54

Papa Francisco

(zenit – 27 nov. 2020).- El Papa Francisco envió un videomensaje a los participantes de la décima edición del Festival de la Doctrina Social de la Iglesia, a los que animó a seguir comprometidos con el “conocimiento y la formación” para ser “constructores de puentes” que no encuentran “muros sino rostros”.

El evento, titulado “Memoria del futuro”, se celebra del 26 al 29 de noviembre de 2020 en Verona, Italia. Se trata del primer Festival Nacional de la Doctrina Social de la Iglesia sin monseñor Adriano Vincenzi, el sacerdote veronés, por años guía de la Fundación Toniolo, el centro diocesano de investigación social, que fundó el Festival y durante nueve ediciones fue su principal animador.

Mons. Vincenzi murió a la edad de 68 años el 13 de febrero de este año. Este Festival será también el primero en difundirse no solo en Verona, sino como soñaba el prelado, que esté dirigido a toda Italia, indica Vatican News.

Tras su saludo, el Santo Padre ha señalado que el encuentro, “con su metodología creativa”, tiene la intención de confrontar “sujetos diferentes por sensibilidad y acción, pero convergentes en la construcción del bien común”.

 

Diferentes circunstancias

Francisco ha resaltado que la edición de este año es diferente por las circunstancias de la pandemia, “un escenario que comporta dificultades y graves heridas personales y sociales”. Asimismo, apunta que también es distinta por el fallecimiento de Adriano Vincenzi en febrero.

El Pontífice ha querido recordarle con el “rasgo distintivo de su servicio” que está en sintonía con palabras suyas en Fratelli tutti: “una gran nobleza es ser capaz de desatar procesos cuyos frutos serán recogidos por otros, con la esperanza puesta en las fuerzas secretas del bien que se siembra” (n. 196).

 

“Memoria del futuro”

El Papa ha indicado que el acto “nos invita a esa actitud creativa” que supone “frecuentar el futuro”. Para el cristiano, explica, el futuro significa “esperanza”, es la “vida redimida, la alegría del don del encuentro con el Amor trinitario”. En este sentido, la Iglesia significa “tener la mirada y el corazón creativos y escatológicos” sin ceder a la nostalgia, que es una “patología espiritual”.

Asimismo, ha destacado que no es la nostalgia, que “bloquea la creatividad y nos convierte en personas rígidas”, sino la memoria, “tan intrínsecamente ligada al amor y la experiencia”, la que se transforma en una de las “dimensiones más profundas de la persona humana”. Por eso, dice, la dinámica del cristiano no es retener el pasado sino “acceder a la memoria eterna del Padre”.

 

Comunión e intimidad

El Obispo de Roma sostiene que todos “hemos sido generados a la Vida en el Bautismo” y estamos “llamados a realizar la vida en comunión con Dios, en la intimidad de la oración” en su presencia, en “amor por las personas que encontramos”, esto es, en la “caridad”, y en la “madre tierra” significando un “proceso de transfiguración del mundo”.

“Y la Vida recibida en don es la misma vida de Cristo, y no podemos vivir como creyentes en el mundo sino manifestando su misma vida en nosotros”, describe. Inmersos en la vida del “Amor trinitario nos volvemos capaces de la memoria, de la memoria de Dios. Y sólo lo que es amor no cae en el olvido, precisamente porque encuentra su razón de ser en el amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. En este sentido, toda nuestra vida debe ser de alguna manera una liturgia, una anamnesis, una memoria eterna de la Pascua de Cristo”, agrega.

 

Compromiso con el pueblo de Dios

El Papa Francisco ha declarado que el significado de este festival es “vivir la memoria del futuro significa comprometerse a hacer de la Iglesia, el gran pueblo de Dios (cf. Lumen Gentium, 6), el principio y la semilla del reino de Dios en la tierra. Vivir como creyentes inmersos en la sociedad manifestando la vida de Dios que recibimos como don en el Bautismo, para que ahora tengamos memoria de esa vida futura en la que estaremos juntos ante el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo”.

Esta es, continúa, una “nos ayuda a superar la tentación de la utopía, de reducir el anuncio del Evangelio a un simple horizonte sociológico o de que nos embarquen en el ‘marketing’ de las diversas teorías económicas o bandos políticos”.

De este modo, anota, es posible “fascinar el corazón y la mirada de las personas con el Evangelio de Jesús” y ayudar a que “fecunden proyectos de nueva economía inclusiva y de política capaz de amor”.

A continuación, sigue el mensaje completo de Francisco.

***

 

Mensaje del Santo Padre

Un cordial saludo al obispo y a todos vosotros los que participáis, en Verona y en las diversas ciudades italianas conectadas por internet, en el Festival de la Doctrina Social de la Iglesia que, con su metodología creativa, quiere iniciar una confrontación entre sujetos diferentes por sensibilidad y por acción, pero convergentes en la construcción del bien común.

Es una edición diferente a la habitual, porque estamos enfrentándonos a la pandemia todavía presente, un escenario que comporta dificultades y graves heridas personales y sociales.

Y es una edición algo diferente también porque, por primera vez, Don Adriano Vincenzi no está con vosotros para respaldar este evento formativo que ahora llega a su décima edición. Queremos recordarlo en el rasgo distintivo de su servicio, con palabras que están en sintonía con lo que escribí en la última Encíclica Fratelli tutti: «Una gran nobleza es ser capaz de desatar procesos cuyos frutos serán recogidos por otros, con la esperanza puesta en las fuerzas secretas del bien que se siembra (n. 196).

Este año el tema que habéis elegido es Memoria del Futuro. Suena un poco extraño pero es creativo: “Memoria del Futuro”. Nos invita a esa actitud creativa que podemos decir que es “frecuentar el futuro”.  Para nosotros los cristianos, el futuro tiene un nombre y este nombre es esperanza. La esperanza es la virtud de un corazón que no se cierra en la oscuridad, no se detiene en el pasado, no “se apaña” en el presente, sino que sabe ver el mañana. Para nosotros los cristianos, ¿qué significa el mañana? Es la vida redimida, la alegría del don del encuentro con el Amor trinitario. En este sentido, ser Iglesia significa tener la mirada y el corazón creativos y escatológicos sin ceder a la tentación de la nostalgia, que es una verdadera y propia patología espiritual.

Un pensador ruso, Ivanovic Ivanov, afirma que sólo existe lo que Dios recuerda. Por eso la dinámica de los cristianos no es retener con nostalgia el pasado, sino acceder a la memoria eterna del Padre; y esto es posible viviendo una vida de caridad. Por lo tanto, no la nostalgia, que bloquea la creatividad y nos convierte en personas rígidas e ideológicas incluso en el ámbito social, político y eclesial, sino la memoria, tan intrínsecamente ligada al amor y a la experiencia, que se convierte en una de las dimensiones más profundas de la persona humana.

Todos nosotros hemos sido generados a la Vida en el Bautismo. Hemos recibido el don de la vida que es la comunión con Dios, con los demás y con la creación. Así, pues, estamos llamados a realizar la vida en comunión con Dios, es decir, en la intimidad de la oración en la presencia del Señor, en el amor por las personas que encontramos, o sea, en la caridad, y finalmente por la madre tierra, lo que indica un proceso de transfiguración del mundo.

Y la Vida recibida en don es la misma vida de Cristo, y no podemos vivir como creyentes en el mundo sino manifestando su misma vida en nosotros. Injertados en la vida del Amor trinitario nos volvemos capaces de la memoria, de la memoria de Dios. Y sólo lo que es amor no cae en el olvido, precisamente porque encuentra su razón de ser en el amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. En este sentido, toda nuestra vida debe ser de alguna manera una liturgia, una anamnesis, una memoria eterna de la Pascua de Cristo.

He aquí, pues, el significado del Festival de este año: vivir la memoria del futuro significa comprometerse a hacer de la Iglesia, el gran pueblo de Dios (cf. Lumen Gentium, 6), el principio y la semilla del reino de Dios en la tierra. Vivir como creyentes inmersos en la sociedad manifestando la vida de Dios que recibimos como don en el Bautismo, para que ahora tengamos memoria de esa vida futura en la que estaremos juntos ante el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Esta actitud nos ayuda a superar la tentación de la utopía, de reducir el anuncio del Evangelio a un simple horizonte sociológico o de que nos embarquen en el “marketing” de las diversas teorías económicas o bandos políticos.

En el mundo con la fuerza y la creatividad de la vida de Dios en nosotros: así sabremos fascinar el corazón y la mirada de las personas con el Evangelio de Jesús, ayudaremos a que fecunden proyectos de nueva economía inclusiva y de política capaz de amor.

Quisiera dirigir unas palabras en particular a los diferentes actores de la vida social reunidos con ocasión del Festival: al mundo de los empresarios, de los profesionales, de los representantes del mundo institucional, de la cooperación, de la economía y de la cultura: seguid comprometiéndoos en el camino que Don Adriano Vincenzi trazó con vosotros para el conocimiento y la formación en la doctrina social de la Iglesia. Constructores de puentes: los que se reúnen aquí no encuentren muros sino rostros…

Y por favor no os olvidéis de rezar por mí. Gracias.

 

© Librería Editora Vaticana

 

 

 

 

Consistorio de Cardenales: Entrevista exclusiva a monseñor Felipe Arizmendi

Un nuevo cardenal para la Iglesia

noviembre 27, 2020 12:59

Testimonios

(zenit – 27 nov. 2020)-. Monseñor Felipe Arizmendi Esquivel, obispo emérito de San Cristóbal de Las Casas, responsable de la Doctrina de la Fe en la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y colaborador de zenit, será creado cardenal el día de mañana, 28 de noviembre de 2020.

El Papa Francisco celebra el 7º Consistorio de Cardenales de su pontificado y la Iglesia contará con 13 nuevos miembros del Colegio Cardenalicio. Nueve de ellos son menores de ochenta años y, por tanto, electores con derecho a participar en un futuro cónclave, a ellos se agregan cuatro mayores de ochenta años, no electores.

 

Una extensa trayectoria

Monseñor Arizmendi presenta una extensa trayectoria en la Iglesia en México, principalmente en la atención de las comunidades indígenas y como miembro del Departamento de Cultura y Educación del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).

Recibió la ordenación sacerdotal el 25 de agosto de 1963 en la entonces diócesis de Toluca, hoy arquidiócesis. En ella sirvió como sacerdote hasta 1991, cuando el papa Juan Pablo II lo nombró obispo de Tapachula, Chiapas, ciudad fronteriza con Guatemala, y uno de los principales puntos de paso de los migrantes centroamericanos a México.

Nueve años después, san Juan Pablo II lo nombró obispo de San Cristóbal de las Casas, diócesis en la región de Los Altos de Chiapas. Esta circunscripción es conocida por sus pueblos indígenas y se encuentra en uno de los estados más pobres de México.

En 2015, al cumplir 75 años, edad canónica a la que puede solicitarse la renuncia al Pontífice, la presentó a Francisco. Esta fue aceptada dos años después y desde entonces es obispo emérito de San Cristóbal de las Casas.

Tras recibir la noticia de que se convertiría en el séptimo cardenal de México, en los días posteriores, zenit conversó en exclusiva con el prelado, que cada semana comparte con nosotros sus interesantes reflexiones sobre temas de actualidad.

 

La llegada de la noticia

El Papa Francisco anunció en el Ángelus del pasado 25 de octubre la fecha del Consistorio y los nombres de los cardenales electos. Mons. Arizmendi cuenta que no esperaba para nada la llegada de esta nueva: “Como cada fin de semana, estaba en mi pueblo natal, Chiltepec, una pequeña población mayoritariamente campesina. Empecé el día con la Liturgia de las Horas, desconociendo en absoluto el anuncio que acababa de hacer el Papa”.

“En mi oración con el Oficio de Lectura, acostumbro meditar el mensaje previo al Ángelus”, relata: “Abrí mi computadora y empecé a ver muchos mensajes de felicitación. Fui a la página del Vaticano y vi la noticia, con estupor y angustia. Entre lágrimas y oraciones, se enteraron mi familia y mis paisanos. Con ellos, celebré la Eucaristía de medio día, como cada domingo”, apunta.

 

Consistorio en medio de la pandemia

Sobre las reacciones de sus familiares y allegados, relata que “la gran mayoría han reaccionado con mucha alegría, sintiéndose orgullosos y felices por este nombramiento”. “Muchos estaban planeando acompañarme a Roma, pero comprenden que la pandemia ha puesto muchas limitaciones. Me están acompañando con más oraciones, que necesito y agradezco”, prosigue.

Tras la sorpresa inicial, el obispo emérito describe que los días previos al Consistorio los vivió “con tensiones, por las restricciones sanitarias en Italia; estoy expuesto, como todos, a contagiarme con el coronavirus, y que eso me pudiera impedir participar en forma presencial. Además, me tensionan los preparativos de los nuevos ropajes, a los que no estoy acostumbrado”.

Finalmente, siguiendo estrictamente todas las medidas establecidas para la prevención de la COVID-19, monseñor Arizmendi se encuentra en el Vaticano y, Dios mediante, mañana estará presente en la ceremonia de creación de cardenales.

 

Servicio pastoral a los indígenas

El futuro purpurado mexicano comentó que este título concedido por el Santo Padre más que un reconocimiento personal es un homenaje a los pueblos indígenas de México y a los obispos, sacerdotes y religiosos que sirven a estas comunidades.

Al ser preguntado por su experiencia como obispo de Tapachula y de San Cristóbal de las Casas y sobre el significado del encargo que le hizo el papa Juan Pablo II, responde: “Yo soy fruto de mi familia, de mi pueblo nativo, de la arquidiócesis de Toluca, que me formaron. Son mis raíces, que nunca he querido cortar. Mi pueblo ahora pertenece a la diócesis de Tenancingo, a la que valoro mucho”.

“El 7 de marzo de 1991 fui consagrado obispo de Tapachula y allí estuve 9 años. Desde el 1 de mayo del 2000 hasta el 3 de enero de 2018, serví en San Cristóbal de Las Casas. Nunca dejaré de reconocer que soy hijo de estas iglesias, que me han formado y que me han hecho lo que soy; a ellas les debo todo, como mediaciones del amor misericordioso de Dios”, describe.

La diócesis de Tapachula “implicó para mí la encarnación en una realidad pluricultural, pues allí hay chinos, japoneses, alemanes y muchos guatemaltecos. Cuando llegué, había unos cincuenta mil refugiados guatemaltecos, que habían salido de su país por la guerra que había dañado tanto a ese pueblo hermano. Además, es el paso de miles de migrantes, y había que continuar el trabajo de mi antecesor, Luis Miguel Cantón Marín, para atenderles humanitariamente”.

“La diócesis de San Cristóbal de Las Casas, erigida en 1539, con su primer obispo Bartolomé de Las Casas, y presidida durante cuarenta años por mi ilustre antecesor, Mons. Samuel Ruiz García, significó para mí un reto doloroso y comprometedor, pues había muchos que apreciaban de corazón a J’Tatik Samuel, y otros que lo rechazaban. Me encontré una diócesis muy dividida, sobre todo por la cuestión indígena”, continúa.

No obstante, “gracias al Espíritu Santo y al buen corazón de todos, pudimos avanzar en la inculturación de la Iglesia y del Evangelio, y en un proceso de reconciliación eclesial, que mi sucesor, Mons. Rodrigo Aguilar Martínez, prosigue con gran amor pastoral”.

 

Visita del Papa en 2016

El Papa Francisco estuvo en San Cristóbal de las Casas el 15 de febrero 2016 y allí pudo observar la vida de la Iglesia en este lugar. Mons. Arizmendi estima que esta visita fue “un signo elocuente para los indígenas; se sintieron tomados en cuenta y que valen en la Iglesia y en la sociedad”.

El obispo sugirió al Papa que tomara los alimentos de medio día con 13 indígenas “y aceptó gustoso; fue un momento sublime de comunión fraterna y muy cercana. En mucha comunicación con los ceremonieros pontificios, logramos muchos signos de inculturación católica en la Misa”.

 

Situación actual en la diócesis

Respecto a la situación actual de ese territorio, el futuro purpurado sostiene que “sigue siendo de pobreza y marginación. Pude vivir el progreso que se ha logrado en educación, salud, vías de comunicación, electrificación, etc., pero aún esas comunidades siguen viviendo la falta de oportunidades para una vida más digna”.

Los principales retos “siguen siendo, por una parte, la mejor atención a esos factores fundamentales de desarrollo integral, y por otra el servicio humanitario a tantos migrantes que siguen pasando por allí; también el proceso de inculturación para las traducciones bíblicas y litúrgicas, y el acercamiento del corazón entre indígenas que se dividen entre sí mismos por cuestiones agrarias, sociales, políticas y religiosas, y entre indígenas y mestizos. Este es un proceso que no se acaba”, remarca.

 

Faceta como columnista

Además de su labor pastoral como sacerdote y obispo, Mons. Arizmendi lleva más de 40 años escribiendo para diferentes medios, civiles y religiosos, entre ellos, zenit. Sus comentarios sobre la realidad eclesial son seguidos semanalmente por muchas personas.

En torno a esta faceta como redactor de artículos, el pastor comenta que esta surgió en enero de 1979, tras el primer viaje del papa san Juan Pablo II a México: “Cuando regresó a Roma, consideré que era necesario ayudar a nuestro pueblo a recordar y digerir sus mensajes, que fueron muy profundos. Para ello, solicité a un diario local que me permitiera escribir una columna semanal”, detalla. Desde entonces, “lo he hecho, no porque yo tenga muchas capacidades, sino por la urgencia de evangelizar los distintos acontecimientos nacionales y mundiales con la luz de la Palabra de Dios y del magisterio eclesial”.

“Estoy convencido de que es una tarea que el Señor nos encomienda, y no podemos quedarnos tranquilos sólo comentando y lamentando lo que sucede, sino que debemos ofrecer al mundo la luz que hemos recibido. No escribo porque me sobre tiempo, porque nada tenga que hacer, por buscar publicidad, o por interés económico (nadie me paga nada), sino por encender un cerillo en medio de la oscuridad”, remarca.

 

Asistir al Obispo de Roma

Francisco, después de enumerar los nombres de los cardenales en el Ángelus del 25 de octubre, pidió oraciones para cada uno y para que “confirmando su adhesión a Cristo, me ayuden en mi ministerio de Obispo de Roma, por el bien de todo el santo pueblo fiel de Dios”.

Al ser cuestionado sobre el significado de estas palabras del Santo Padre para él, Arizmendi confiesa: “Me implican continuar dando este servicio evangelizador, no sólo en los artículos que escribo semanalmente, sino en lo que sea necesario”.

“Con frecuencia, los obispos me piden acompañar los ejercicios espirituales de su presbiterio, y ayudar en la santificación del clero es una tarea de primer orden. Si el Papa nos encomienda alguna tarea específica, hay que estar dispuestos a colaborar en su misión petrina. Con mis ochenta años, no creo que me confían algo más, sino sólo continuar haciendo el servicio evangelizador, que es la tarea no sólo de Pedro, sino de todos los discípulos de Jesús”, expone.

 

Continuar con el servicio

En cuanto a la cuestión sobre cómo será su vida tras ser creado cardenal, el colaborador de zenit comparte: “Espero que nada cambie, y que todo siga igual. Muchas personas me siguen llamando ‘padre Felipe’, ‘hermano obispo’, ¡y espero que no me traten con los títulos cardenalicios!”.

“Mi servicio actual es escuchar a personas que quieran conversar sobre su vida, atenderles en confesión, dar algunas charlas, ahora por Zoom, acompañar procesos indígenas en el país y en América Latina, como lo he podido hacer desde el CELAM”, continúa.

“Pido al Espíritu no vanagloriarme con este título, pues lo más importante en la vida no son los títulos, sino el servicio fraterno de amor. Lo decisivo, lo que nos hace valer más, es amar a Dios y a nuestro prójimo”, considera.

 

Momento de gratitud

Este reconocimiento a Mons. Felipe Arizmendi es momento para dar gracias a Dios y el prelado expresa su gratitud “desde luego a Dios, a la Virgen, al Papa Francisco y a sus inmediatos antecesores, a mi familia, a mi pueblo natal, a las diócesis que me formaron. Y suplico sus oraciones, para que sea fiel al Señor y a su Pueblo”.

Desde zenit agradecemos al Señor su presencia y cercanía con nosotros y le acompañamos mañana con oraciones.

 

 

 

 

Enfrentamiento militar en Etiopía: El Papa llama al cese de la violencia

Y a la oración

noviembre 27, 2020 18:52

Papa Francisco

(zenit – 27 nov. 2020)-. El Papa Francisco pide oraciones por Etiopía y hace un llamamiento a las partes en conflicto “para que cese la violencia, para que se salvaguarde la vida, especialmente de los civiles, y para que el pueblo vuelva a encontrar la paz”.

Así informa una declaración el presidente de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, difundida en la tarde de hoy, 27 de noviembre de 2020.

 

Cientos de civiles fallecidos

“El Santo Padre sigue las noticias procedentes de Etiopía, donde desde hace algunas semanas se está produciendo un enfrentamiento militar que afecta a la región de Tigray y sus alrededores”, explica el comunicado.

A causa de la violencia, “cientos de civiles han muerto y decenas de miles de personas se ven obligadas a huir de sus hogares al Sudán”, continúa.

 

Oración y respeto fraterno

Bruni recuerda que durante el Ángelus del pasado 8 de noviembre, el Papa Francisco, refiriéndose al actual conflicto en Etiopía, dijo: “Mientras exhorto a rechazar la tentación del enfrentamiento armado, invito a todos a la oración y al respeto fraterno, al diálogo y a la solución pacífica de las discordias”.

Además, el texto indica que los enfrentamientos, “que se han intensificado día a día, ya están causando una grave situación humanitaria”.

 

 

 

 

Vaticano: #aGiftOfWisdom, campaña para “crear lazos” con ancianos

Un “regalo de sabiduría”

noviembre 27, 2020 14:28

Ciudad del Vaticano

(zenit – 27 nov. 2020)-. El Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida del Vaticano invita a los jóvenes de todo el mundo a dar la palabra a los ancianos de cara a la Navidad para recibir de ellos un regalo de sabiduría, con la campaña #aGiftOfWisdom.

Esta iniciativa surge tras el éxito de “Cada anciano es tu abuelo”, con la que se recogieron los abrazos virtuales que tantos jóvenes enviaron a sus abuelos y abuelas de elección, informa una nota del Dicasterio.

 

Crear lazos

“Queridos jóvenes, – escribió el papa Francisco con ocasión de la XXXII JMJ – tenéis necesidad de la sabiduría y de la visión de los ancianos. […] Ellos os contarán cosas que entusiasmarán vuestra mente y emocionarán vuestro corazón”, se lee en el texto.

Dado que nos acercamos a la Navidad, este año, “en el clima particular en el que vivimos, puede ser la ocasión para que los jóvenes reciban un regalo especial. También debido a la pandemia, hay muchas personas mayores que viven solas. Con cada uno de ellas se pueden crear lazos: ¡Será una forma de descubrir un tesoro!”, explica el texto.

 

Un “regalo de sabiduría”

De este modo, en esta Navidad, aún inmersa en la pandemia, se propone a los jóvenes que publiquen en las redes sociales un recuerdo, un consejo, “un regalo de sabiduría de uno de los mayores con los que han establecido un vínculo en los últimos meses”.

En muchos casos, “el encuentro solo puede realizarse a distancia, en cumplimiento de las normas sanitarias vigentes, con videollamadas, llamadas telefónicas, mensajes”, dice el comunicado.

 

Participación

Para participar en la campaña, se pueden publicar las palabras de los abuelos y de los mayores en los medios sociales, usando el hashtag #aGiftOfWisdom.

Las entradas más significativas serán publicadas en las redes sociales del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida @laityfamilylife.

 

 

 

 

Papa Francisco: Audiencia con el padre Mavrič, superior general de los lazaristas

Familia de san Vicente de Paúl

noviembre 27, 2020 12:46

Papa Francisco

(zenit – 27 nov. 2020).- El Papa Francisco recibió en audiencia en el Vaticano el 26 de noviembre de 2020 al padre Madrina Mavrič, superior general de la Congregación de la Misión (lazaristas) y de las Hijas de la Caridad. El sacerdote es también el presidente del Comité Ejecutivo de la Familia Espiritual de San Vicente de Paúl, comprometido con los más pobres según la tradición del fundador.

 

A los pies del altar

La audiencia fue durante la novena a Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa: Mavrič ha escogido una foto de la capilla de París como portada de su página de Facebook de ayer con estas palabras de la Virgen María a Santa Catalina Labouré: “Ven al pie del altar. Aquí habrá abundantes gracias para todos aquellos que las pidan con confianza y fervor”. Hoy, 27 de noviembre, es la fiesta de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, y el sábado 28 la fiesta de Santa Catalina Labouré.

El Santo Padre bendijo una estatua de la Virgen María representada en la “Medalla Milagrosa” en la Rue du Bac, París, el 11 de noviembre de 2020, en el Vaticano. Una Virgen que ahora está de gira por Italia durante un año, para consolar en tiempos de pandemia.

Esta iniciativa tiene lugar con motivo del 190 aniversario de las apariciones marianas a Santa Catalina Labouré, según un comunicado de prensa de la familia religiosa de San Vicente de Paúl. Una delegación encabezada por el padre Mavrič, fue recibida por el Papa. El evento marcó el lanzamiento de la “Peregrinación de María”: del 1 de diciembre de 2020 al 22 de noviembre de 2021, la estatua será acogida en las comunidades vicentinas de todas las regiones de Italia.

Los organizadores citan las palabras de la Virgen María, que se apareció a Catalina en la noche del 18 al 19 de julio de 1830: “Hija mía, los tiempos son muy malos; las desgracias se derretirán sobre Francia… el mundo entero se verá abrumado por desgracias de todo tipo. Pero venid al pie de este altar: allí se derramarán las gracias sobre todos los que las pidan… Llegará un momento en que el peligro será grande; parecerá como si todo estuviera perdido. Estaré contigo, ten confianza… Ten confianza, no te desanimes, estaré contigo”.

El 27 de noviembre del mismo año se le apareció de nuevo en la capilla de su convento. Llevaba en sus manos un pequeño globo dorado coronado por una cruz, que representa “el mundo entero, Francia y cada persona en particular”. De sus manos salen rayos, “símbolo de las gracias que derramo sobre aquellos que me las piden”, explica la Virgen María. Catalina ve entonces la invocación “Oh María concebida sin pecado, ruega por nosotros que recurrimos a ti” y oye una voz que le pide: “Que le den una medalla a este modelo. Aquellos que lo lleven con confianza recibirán grandes gracias”.

“Incluso hoy, la Virgen María nos invita al pie del altar”, dicen los vicentinos que desean, a través de esta peregrinación, dar testimonio del “amor misericordioso de Dios” en un mundo “profundamente turbado”. La estatua bendecida por Francisco será acogida en las distintas regiones de Italia durante tres días de celebraciones, con la participación de los jóvenes, los más pobres y los enfermos.

 

Un conocimiento de Europa oriental

El sacerdote de habla francesa es también un buen conocedor de la Iglesia en Europa oriental y tiene una amplia experiencia internacional: hizo su seminario en Belgrado, Serbia, y a partir de 1977 comenzó sus estudios de posgrado en Filosofía en Liubliana, donde también estudió Teología.

Hizo sus votos finales en la Congregación de la Misión en 1982 y fue ordenado sacerdote en Liubliana. Poco después de su ordenación, fue enviado a Toronto, Canadá, donde sirvió como vicario hasta 1994.

Luego trabajó durante tres años en Eslovenia, en las misiones, en la orientación de retiros y en la animación profesional. En ese momento, fue invitado por el padre Robert Maloney, entonces superior general de la Congregación de la Misión para las misiones internacionales.

Después se incorporó a la formación, partiendo para Dublín, Irlanda, y Banska Bystrica, Eslovaquia, y entre 2004 y 2007 dirigió el noviciado en Kiev, Ucrania. En 2009, fue elegido para la Provincia de los Santos Cirilo y Metodio, fundada en 2001, que incluye a Belarús, Ucrania y Rusia.

 

El carisma del santo patrón

El Pontífice invitó recientemente a seguir el ejemplo de san Vicente de Paúl en “el servicio alegre y desinteresado a los más necesitados” y en “la hospitalidad”: hoy celebramos la memoria del “patrón de todas las organizaciones benéficas”. Que su ejemplo “nos lleve a todos a un servicio alegre y desinteresado a los más necesitados, y nos abra a la hospitalidad y al don de la vida”: este es el llamamiento lanzado por el Papa en un tweet con motivo de la fiesta del santo francés, el 27 de septiembre de 2020.

Vicente de Paúl es una figura de la renovación espiritual y apostólica del siglo XVII. Sacerdote y fundador de congregaciones, trabajó toda su vida para aliviar la miseria material y moral de sus contemporáneos. Fue canonizado en 1737.

El Obispo de Roma conoce bien la Congregación de la Misión y al jefe de la sección francesa de la Secretaría de Estado es un lazarista, el obispo Jean Landousies. También conoce bien a las Hijas de la Caridad, que se ocupan del Vaticano, de su capilla en Santa Marta y de un dispensario.

Su servicio comenzó en 1884 con León XIII, quien les confió un hospicio para enfermos en Santa Marta. También acogieron a pobres sacerdotes, y también a gendarmes o guardias suizos, y durante la Segunda Guerra Mundial embajadores que se habían refugiado en el la ciudad.

 

 

 

 

Consistorio de Cardenales: ¿Cómo “se llega” a cardenal?

Finalidad del reconocimiento

noviembre 27, 2020 17:21

Ciudad del Vaticano

(zenit – 27 nov. 2020)-. Este 28 de noviembre el Romano Pontífice se reúne con los cardenales para crear 13 nuevos purpurados en un nuevo Consistorio. La finalidad principal de ese reconocimiento es la de representar con mayor presencia en el Colegio Cardenalicio a las diócesis de la periferia eclesial.

Pero ¿qué es un cardenal, o el colegio cardenalicio? ¿Y un consistorio, o un cónclave? ¿Qué significa que la Iglesia católica está organizada jerárquicamente?

 

¿Cómo “se llega” a cardenal?

Los cardenales son la máxima dignidad eclesiástica después del Papa. Son denominados “príncipes” de la Iglesia. Varios de ellos desempeñan funciones en las dependencias de la Curia –Dicasterios– para administrar los asuntos de la Santa Sede.

Los designa el Papa entre quienes cumplen una serie de requisitos. Para ser nombrado cardenal debe haberse recibido el orden del presbiterado, y destacar en doctrina, buenas costumbres, piedad y prudencia. De ordinario, a fecha de hoy, el candidato debe ser obispo, pero cabe que el Papa exima de tal condición.

Entre todos forman el colegio cardenalicio, órgano que cumple la doble función de elegir al romano pontífice y brindarle asesoramiento en relación con el gobierno de la Iglesia o cualquier otro asunto.

Actualmente el colegio cardenalicio lo componen 217 cardenales, de los que 120 son electores de un nuevo Papa en caso de vacante. Tras el consistorio del 28 de noviembre el total de electores será de 128.

 

La jerarquía de la Iglesia

Los cardenales forman parte de la organización jerárquica de la Iglesia, individualmente o como colectivo cuando integran el colegio cardenalicio.

Básicamente a fecha de hoy la organización jerárquica de la Iglesia se regula en los cánones 330 y siguientes del Código de Derecho Canónico, aunque hay más normas complementarias sobre la cuestión. El Concilio Vaticano II desarrolló en gran medida esta materia.

La Iglesia necesita organizarse en su dimensión pública u oficial. Para cumplir su único fin –sobrenatural, referido a la salvación de las almas, informando además las realidades humanas– cuenta con una serie de fieles consagrados –clérigos– y organismos integrados por estos que desarrollan la función –potestad de gobierno ordinaria– legislativa, ejecutiva y judicial.

Pero los clérigos –entre ellos los cardenales– en quienes reside esa potestad de gobierno con carácter ordinario, pueden ser auxiliados por fieles laicos en quienes se delegan algunas de esas funciones.

De otra parte, conviene saber que el clero de la Iglesia está organizado en una jerarquía ascendente, a partir de los tres grados del sacramento del orden: Episcopado, Presbiterado y Diaconado. Esa jerarquía ascendente la constituyen el diácono, el presbítero, el obispo, el arzobispo, el primado, el patriarca –en casos más especiales– y el cardenal, hasta llegar al cargo supremo de Papa.

Cada grado tiene su misión, y siempre debe servir a esa misión, pues hallarse en uno u otro grado no tiene más que ese propósito.

 

Origen y significado del Consistorio Cardenalicio

Se trata de una reunión formal del Colegio Cardenalicio. El consistorio representa el órgano superior del gobierno supremo y universal de la Iglesia.

Su origen mantiene una estrecha relación con la historia del presbiterio romano o cuerpo del clero de Roma. En el antiguo presbiterio romano había diáconos, encargados de los asuntos temporales de la Iglesia en las diferentes regiones de Roma; sacerdotes, que encabezaban las principales iglesias de la ciudad; y obispos de las diócesis vecinas a Roma.

Los actuales cardenales han sucedido a los miembros del antiguo presbiterio, no únicamente en lo relativo a los oficios propios de esos tres grados –obispos, presbíteros y diáconos– sino sobre todo asistiendo al Papa en la administración de los asuntos de la Iglesia.

 

Tipos de consistorios

Contamos con 3 tipos de consistorios: ordinarios, extraordinarios y semipúblicos.

El ordinario –o secreto– se llama así porque nadie fuera del Papa y los cardenales puede estar presente en sus deliberaciones. Es el caso de los de nombramiento de nuevos cardenales, como el del 28 de noviembre de este año.

El extraordinario –o público– se llama así porque son invitados a él personas ajenas al colegio cardenalicio. Algunos laicos, que previamente han solicitado participar, también pueden estar presentes. Entre otros asuntos, es en esos consistorios públicos cuando se tratan las causas de beatificación y canonización.

Por último, el consistorio semipúblico es aquél en el que intervienen algunos obispos de Roma o que se hallen en la Ciudad Eterna al momento de su convocatoria.

Como conclusión a esta breve exposición, convendría concienciarse de la necesidad imperiosa de rezar por este instrumento de gobierno, ya que el Consistorio constituye la más estrecha colaboración para el Santo Padre, y la oración es esa única arma que logra la vitalidad –y sentido– de la Iglesia en todas sus dimensiones.

 

 

 

 

Bolivia: Proyecto Chiquitania entrega ayudas a comunidades rurales

Arquidiócesis de Santa Cruz de la Sierra

noviembre 27, 2020 16:32

Iglesia Local

(zenit – 27 nov. 2020)-. En Bolivia, el proyecto Chiquitania entregó ayudas a las comunidades de las localidades de Panorama, Mercedes, Los Olivos, el Big, San Juan de la Bella y San Pedro, pertenecientes a la arquidiócesis de Santa Cruz de la Sierra.

Tal y como informa el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) en una nota, la iniciativa se logró gracias a las donaciones hechas por los amigos de Bolivia en Inglaterra. En esta ocasión, las donaciones se canalizaron a través de los niños y jóvenes estudiantes de los colegios de convenio en este país.

 

Religiosas y voluntarios

En el encuentro con la comunidad de la arquidiócesis de Santa Cruz de la Sierra participaron las religiosas de la Divina Providencia y un grupo de voluntarios misioneros encargados de atender a las comunidades y entregar las ayudas.

“Como religiosa de la Divina Providencia, es una gran alegría poder colaborar con las comunidades que hoy en día son azotadas por los incendios, la sequía y la pandemia”, declara la hermana Ruth, responsable de este proyecto, a Iglesia Viva.

Las comunidades se vieron beneficiadas con la entrega de artículos de primera necesidad a través de las parroquias y la coordinación con los responsables de en la zona de Cáritas.

 

Oración antes de la misión

El obispo del Vicariato de Ñuflo de Chávez, monseñor Antonio Raiman, estuvo presente en esta actividad. El prelado dio la bienvenida y expresó su gratitud al Proyecto Amigos de Bolivia de Inglaterra y a los voluntarios que hicieron posible esta donación, que ayudará a paliar el hambre de muchas familias de escasos recursos en el ámbito rural.

Antes de iniciar la misión, monseñor Raiman y los voluntarios rezaron ante el altar de la Misión Permanente y recordaron al fallecido monseñor Eugenio Scarpellini, pastor que animó las Obras Misionales Pontificias en Bolivia. Mons. Scarpellini es recordado con mucha nostalgia, teniendo presente sus enseñanzas sobre la Misión y su entrega por los más necesitados.

 

Desafíos

Dentro de los principales desafíos que afrontaron los miembros de la misión, destacan la distancia entre las diferentes comunidades. Por ello, se considera que existe la necesidad de contar con un medio de transporte que facilite la actividad en el futuro.

Las diferentes misiones que ha realizado este proyecto de amigos de Bolivia de Inglaterra se adelantaron cumpliendo con las medidas de bioseguridad, buscando la protección de voluntarios y de las comunidades.

 

 

 

 

Universidad Francisco de Vitoria: Noche Europea de los Investigadores

Undécima edición en Madrid

noviembre 27, 2020 10:06

Arte y Cultura

(zenit – 27 nov. 2020).- Los días 27 y 28 de noviembre de 2020 tendrá lugar la undécima edición de la Noche Europea de los Investigadores, evento en el que la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) participa con ocho actividades.

Las intervenciones de la UFV serán abiertas al público y mostrarán algunas de las iniciativas de investigación que se realizan en la institución. Este año, para cumplir con las posibles restricciones derivadas de la situación sanitaria se han concebido acciones online, aprovechando los recursos que las nuevas tecnologías ofrecen para este tipo de eventos.

 

Actividades del programa

La tensiomiografía como herramienta para la prevención de lesiones” es una actividad organizada con el objetivo de dar a conocer esta técnica que resulta muy útil para detectar asimetrías en grupos musculares concretos y, de esa manera, individualizar el trabajo en la prevención de lesiones.

Un año más estará de nuevo presente la gastronomía, con la actividad “El Mundo de las nuevas texturas”, en la que los participantes se adentrarán en el mundo de la físico-química para aprender cómo modificar las texturas de los alimentos.

Videojuegos, más allá del ocio” consiste en un taller donde experimentar los diferentes aspectos de la creación de videojuegos poniendo a prueba la creatividad de los asistentes y que se desarrollará online, siendo requerida la inscripción previa para los participantes.

Médicos por una noche” contará en esta edición con un taller de simulación conocer cómo se realiza un parto a través de la simulación con maniquí o dummy, lo que dota de gran realismo a la experiencia que será retransmitida online.

Tu ordenador te lleva el rehabilitador a casa”, mostrará cómo las nuevas tecnologías están ayudando en campos tan inesperados como la rehabilitación, de manera que se podrá realizar, online, un recorrido por todas las disciplinas que colaboran para la generación de un proyecto tecnológico para la rehabilitación en casa.

Las humanidades estarán presentes en esta edición de la mano de la actividad “Arte Mural” que, partiendo de la idea de geometría como mezcla de arte y ciencia, impartirá una conferencia ofrecida por expertos en la materia y pondrá en marcha una acción que consiste en la pintura de un mural cuyo resultado no se conocerá hasta varios días después.

“Pasarela Emerge” tiene de nuevo un espacio en la Noche de los Investigadores de la UFV. En este caso, con un formato novedoso, ya que el desfile se retransmitirá online el sábado 28, pero durante todo el día 27 se estará transmitiendo a través de redes sociales momentos del making off de la preparación del evento. Estos contenidos de redes se podrán seguir a través de los hashtags del evento.

Finalmente, esta undécima edición cuenta con una post acción que tendrá lugar en marzo, bajo el nombre de “MIND ON, abre la mente a la investigación”, en la que durante varios días se mostrarán las diferentes líneas de investigación en las que trabaja la UFV mediante charlas, conferencias y exposiciones para darlas a conocer de manera amena y cercana. Los datos concretos de cada acción se pueden consultar en la web del evento.

 

 

 

 

México: El Papa nombra a obispos auxiliares de Guadalajara

P. Manuel González y P. Eduardo Muñoz

noviembre 27, 2020 16:48

Iglesia Local

(zenit – 27 nov. 2020)-. El Papa Francisco ha nombrado obispos auxiliares de Guadalajara, México, a los reverendos Manuel González Villaseñor, del clero de Guadalajara, párroco de San Francisco Javier de Las Colinas, asignándole la sede titular de Ploaghe y a Eduardo Muñoz Ochoa, del clero de la archidiócesis de Guadalajara, formador del Seminario Mayor, asignándole la sede titular de Satafis.

Así ha informado hoy, 27 de noviembre de 2020, la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

 

Padre Manuel González Villaseñor

Nació el 16 de diciembre de 1963 en Guadalajara. Ingresó al Seminario Mayor de Guadalajara y recibió la ordenación sacerdotal el 19 de mayo de 1991, incardinado en la archidiócesis metropolitana de Guadalajara.

Ha desempeñado los siguientes cargos: vicario de varias parroquias, capellán del Colegio Marista Cervantes Bosque, párroco y vicario episcopal de la Periferia del Norte. Hasta ahora ha sido párroco de San Francisco Javier de Las Colinas.

 

Padre Eduardo Muñoz Ochoa

Nació el 13 de octubre de 1968 en Guadalajara. Fue ordenado sacerdote el 22 de mayo de 1997, incardinado en la archidiócesis metropolitana de Guadalajara.

Es licenciado en Teología Dogmática por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y en Filosofía por la Universidad del Valle de Atemajac (UNIVA) de Guadalajara.

Ha ocupado los siguientes cargos: vicario parroquial, formador y director espiritual del Seminario y secretario ejecutivo de la Dimensión Episcopal para los Seminarios de México. Hasta ahora era formador en el Seminario Mayor.

 

 

 

 

Beato Luis Campos Gorriz, 28 de noviembre

Mártir de la Guerra Civil española

noviembre 27, 2020 09:00

Testimonios

 

“El beato Luis Campos Gorriz fue un laico integrante de la Asociación Católica de Propagandistas, de la que era una de sus columnas cuando fue fusilado en el fragor de la Guerra Civil española, en 1936, por el hecho de profesar la fe católica, como otros mártires”

Muy arraigada tenía su fe, y, por tanto, claridad en lo que ella conlleva, cuando afirmó: “Mi misión es realizar la unidad de los católicos. Antes de sembrar es necesario arar”. Ignoraba que sería su sangre la que esparciría esa semilla que nunca muere porque la memoria de su martirio mantendría viva su voz prolongando sus afanes apostólicos.

Si a cualquier persona le preguntaran qué haría si le dijeran que iba a morir en plazo fijo, seguramente le vendrían a la mente unas cuantas cosas, entre otras ponerse a bien con quien no lo estuviera, porque la reconciliación es sentimiento que suele acompañar a los postreros instantes.

Los genuinos seguidores de Cristo responderían confirmando la bondad de su acontecer que ya discurría guiado por el afán de dar a Dios lo máximo en el día a día. Porque los santos están espiritualmente preparados de antemano, listos para presentarse ante el Padre cuando así lo dispone.

Ante este dramático trance, en 1936 integrantes de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas, como tantos otros católicos de pro, compartían en checas de diversas ciudades españolas sus más altos ideales con el espíritu de las primeras comunidades de cristianos, aguardando juntos la palma del martirio.

Mientras en el exterior de la prisión se respiraban aires de revancha, ellos apuraban los últimos días orando y compartiendo la fe, aunque fuera en penosas condiciones. Sabían que las súplicas que se elevan a Dios nunca caen en saco roto, y entre sus peticiones incluían la unidad y reconciliación de todos los católicos.

Uno de los insignes Propagandistas que ni siquiera tuvo tiempo de permanecer en una checa fue el beato Luis Campos Gorriz, un valenciano nacido el 30 de junio de 1905, que había sido alumno de los jesuitas y cursado estudios de filosofía y derecho, materia en la que se había doctorado en la Universidad Central de Madrid.

Una persona valiosa, comprometida, cercana al cardenal Ángel Herrera Oria, que tuvo en él un insigne discípulo. Luís le acompañó en muchos de sus viajes y acciones evangelizadoras. Era un apóstol incansable, ciertamente ejemplar en su vida, que había dejado huella entre los estudiantes católicos de Valencia. En esos precisos momentos era el secretario general de la Asociación Católica de Propagandistas y secretario del CEU (Centro de Estudios Universitarios).

Su esposa, Carmen Arteche Echezuría, con la que se había casado en 1933, apenas había podido compartir los sueños que forjarían en común, porque murió antes de estallar la Guerra Civil en 1936 en el transcurso de una enfermedad imprevista y fulminante;

Dios le ahorró el sufrimiento de ver asesinado a su esposo. Hasta Torrente –la localidad valenciana en la que residía el padre del beato Luis Campos Gorriz, delicado de salud entonces, y junto al que se encontraba– llegaron los funestos aires de guerra.

Él ejercía como abogado desde 1930 y en el primer momento pudo continuar su vida sin excesivos sobresaltos, completamente entregado a consolar y procurar aliento a los componentes de la Asociación, con celo y brío ejemplares, lleno de fe, sin ceder un ápice al desaliento.

Buscando para su esposa e hija un remanso de paz en medio de tanta tragedia, en 1936 las había conducido a su tierra, y allí quedó la pequeña huérfana de madre, tutelada por su abuelo, sin saber que su querido padre estaba a punto de dejar este mundo tras haber apurado la palma del martirio.

El beato Luis Campos Gorriz era un hombre lleno de fortaleza que brillaba con singular fulgor en medio de la adversidad. Es memorable la carta que en abril de 1936 dirigió a su hermano relatando la enfermedad y posterior deceso de su esposa; un testimonio emocionante de amor y ternura, que rezuma esperanza y gozo espiritual.

En ella se aprecia su urgencia apostólica y su preocupación por asistir a todos, especialmente a los más frágiles en esa situación de gravísima convulsión política que se vivía. Oraba y sufría viendo el despropósito de tanto odio, como siempre estéril y sinsentido, y lo combatió aferrado a la oración.

De tantas súplicas a María, horas santas, Ejercicios, velas nocturnas, generosa acogida en su propio hogar de los perseguidos, etc., brotarían frutos abundantes para la mayor gloria de Cristo y de su Iglesia, a los que tanto amó.

Como ha sucedido siempre en estos casos de martirio, la condena se produjo el 28 de noviembre en un pseudo juicio sumarísimo, a cargo de un grupo de milicianos armados. Una vez confirmaron lo que ya sabían de antemano: que Luís era fidelísimo a Cristo y a la Iglesia, y que no había escatimado esfuerzos en hacer todo el bien posible, una de cuyas acciones había sido la organización del Congreso Católico de Madrid, no precisaban saber más.

Sin dilación alguna, ese mismo día le condujeron al Picadero de Paterna. Valiente, heroico en su caridad como todos los mártires, dedicó los últimos instantes a uno de los verdugos que, ante el nuevo gesto de violencia que iba a protagonizar, temblaba de tal forma que era incapaz de liar un cigarrillo.

El beato Luis Campos Gorriz, que era un hombre de una vez, repartió entre el grupo de milicianos los que tenía, rogó que le dejaran abrazarles y pidió expresamente que no le dispararan por la espalda. ¡Qué gestos tan elegantes, tan gallardos y conmovedores! Pero no los supieron ver los que se disponían a segar su vida, cercenándola a sus 31 años.

Lo fusilaron mientras mantenía los brazos en cruz y portaba un rosario entre sus manos, perdonando de corazón a los autores de su muerte, como todos los que sucumbieron de este modo por causa de su fe, signo inequívoco de su autenticidad.

Juan Pablo II lo beatificó el 11 de marzo de 2001 junto a 233 mártires de la Guerra Civil española. Un enjambre de virtud atravesando España, sembrada en sus cuatro puntos cardinales con la sangre de numerosos seguidores de Cristo: religiosos, sacerdotes, laicos, y componentes de diversas realidades eclesiales.