Boletín Diario de Zenit


 

 

Servicio diario - 28 de noviembre de 2020


 

PAPA FRANCISCO
Consistorio de Cardenales: Homilía del Papa
Gabriel Sales Triguero
Permanecer en el camino de Jesús

PAPAS
Los nuevos cardenales visitan a Benedicto XVI
Gabriel Sales Triguero
Como es costumbre

CIUDAD DEL VATICANO
Ceremonia del 7º Consistorio Ordinario Público del Papa Francisco
Gabriel Sales Triguero
La Iglesia cuenta con 13 nuevos cardenales

CIUDAD DEL VATICANO
Consistorio: El Papa Francisco creará 13 nuevos cardenales
Gabriel Sales Triguero
El Colegio cardenalicio cuenta con 229 cardenales

CIUDAD DEL VATICANO
Monseñor Celestino Aós será creado hoy cardenal
Gabriel Sales Triguero
Su lema es “amar y servir”

CIUDAD DEL VATICANO
Felipe Arizmendi, nuevo cardenal mexicano
Gabriel Sales Triguero
Pastor de comunidades indígenas

ESPIRITUALIDAD
Tiempo de Adviento, preparación para la llegada de Jesús
Rafael Mosteyrín
Comienza el Año Litúrgico

TESTIMONIOS
Beato Bernardo Francisco Hoyos, 29 de noviembre
Isabel Orellana Vilches
Intensa vida mística


 

 

 

Consistorio de Cardenales: Homilía del Papa

Permanecer en el camino de Jesús

noviembre 28, 2020 19:26

Papa Francisco

(zenit– 28 nov. 2020).- En la homilía del séptimo Consistorio Ordinario Público de cardenales de su Pontificado, el Papa Francisco ha destacado la importancia de “estar siempre vigilantes para permanecer” en el camino de Jesús.

El Consistorio de hoy, 28 de noviembre de 2020, ha sido emitido desde la basílica de San Pedro y ha supuesto la creación de 13 nuevos cardenales que se suman al Colegio Cardenalicio. Actualmente, la Iglesia católica cuenta con 229 de los cinco continentes. De ellos, 127 tienen menos de 80 años y serían electores en el cónclave. Entre los nuevos purpurados se encuentran 9 electores y 4 no electores.

 

El camino

El Santo Padre se ha dirigido a la asamblea centrando su homilía en “el camino”, presente en la lectura del Evangelio de san Marcos. Para el Papa, se trata del espacio donde “se desarrolla siempre la trayectoria de la Iglesia: el camino de la vida, de la historia, que es historia de salvación en la medida en que se hace con Cristo, orientado a su Misterio pascual”.

“La cruz y la resurrección”, explica, es parte de la historia y no solo es “nuestro presente”, sino también “la meta de nuestro camino”. En la misma línea, ha afirmado que el relato evangélico, citado a menudo en los consistorios, no es solo “un trasfondo”, sino la “hoja de ruta para nosotros que estamos hoy en el camino de Jesús” que es “fuerza” y “sentido de nuestra vida y de nuestro ministerio”.

 

El contraste de la Palabra

Citando el Evangelio de Marcos, Francisco ha señalado cómo los discípulos “tenían miedo” y “estaban asombrados”, situación frente a la cual Jesús “conoce el estado de ánimo de los que lo siguen, y esto no lo deja indiferente”. Cristo “no abandona jamás a sus amigos, no los olvida”, y “todo lo que hace, lo hace por nosotros, por nuestra salvación”.

También ha relatado cómo el pasaje bíblico muestra a Jesús comunicando el “tercer anuncio de su pasión, muerte y resurrección” a los apóstoles, cuyo corazón “estaba turbado”: Este es, apunta, “el camino del Hijo de Dios”, del “Siervo del Señor”, con el que se identifica “hasta el punto de que Él mismo es este camino” y “no hay otro”.

 

El “otro camino”

El Pontífice ha esclarecido el “golpe de efecto” que hace posible que Jesús pueda revelar su destino a los apóstoles: Santiago y Juan. Estos se acercan a Él para expresarle su deseo de sentarse en su gloria, “uno a tu derecha y otro a tu izquierda”.

El Obispo de Roma sostiene que esta actitud se trata de “otro camino”, no el de Jesús, sino el de alguien que utiliza al Señor para “promoverse a sí mismo” y “busca su propio interés, no el de Cristo”. Una actitud parecida a la del resto de apóstoles, pues “todos estaban tentados de salirse del camino”.

 

Estar “vigilantes”

El Sucesor de Pedro ha manifestado la necesidad de “estar vigilantes” para seguir a Cristo, pues “con el cuerpo podemos estar con Él, pero nuestro corazón puede estar lejos y llevarnos fuera del camino”.

Para ilustrar esto ha invitado a pensar en “tantos tipos de corrupción en la vida sacerdotal”: “el rojo púrpura del hábito cardenalicio, que es el color de la sangre, se puede convertir, por el espíritu mundano, en el de una distinción eminente, y ya no serás más el pastor cercano a la gente. Sentirás que eres sólo la eminencia. Cuando sientas eso, estarás fuera del camino”.

Del mismo modo ha aclarado los “dos recorridos opuestos” descritos por san Marcos, el del Maestro y el de sus discípulos, un “contraste” que Jesús “conoce” y “soporta”: “Puede salvar a sus amigos desorientados y con el riesgo de perderse; sólo su cruz y su resurrección. Por ellos y por todos, Él subió a Jerusalén. Por ellos y por todos, entregó su cuerpo y derramó su sangre. Por ellos y por todos, resucitó de entre los muertos, y con el don del Espíritu los perdonó y los transformó. Finalmente, los orientó para que lo siguieran en su camino”.

El Papa Francisco ha finalizado su homilía declarando que él mismo y los cardenales deben reflejarse “siempre en esta Palabra de verdad”, que es una “espada afilada” que “nos corta, es dolorosa, pero al mismo tiempo nos cura, nos libera, nos convierte”. “Conversión”, concluye, “es justamente esto: desde fuera del camino, volver al camino de Dios”.

A continuación, la homilía completa del Pontífice.

***

 

Homilía del Santo Padre

Jesús y los discípulos estaban en el camino, iban de camino. El camino. El camino es el lugar donde se realiza la escena que describe el evangelista Marcos (cf. 10, 32-45). Y es el lugar donde se desarrolla siempre la trayectoria de la Iglesia: el camino de la vida, de la historia, que es historia de salvación en la medida en que se hace con Cristo, orientado a su Misterio pascual. Jerusalén siempre está ante nosotros. La cruz y la resurrección pertenecen a nuestra historia, son nuestro presente, pero también son la meta de nuestro camino.

Este relato evangélico ha estado presente con frecuencia en los consistorios para la creación de nuevos cardenales. No es sólo un “trasfondo”, sino la “hoja de ruta” para nosotros que estamos hoy en camino con Jesús, que va delante de nosotros. Él es la fuerza y el sentido de nuestra vida y de nuestro ministerio.

Por tanto, queridos hermanos, hoy nos toca a nosotros confrontarnos con esta Palabra.

Marcos subraya que, en el camino, los discípulos “estaban asombrados […] tenían miedo” (v. 32). Pero ¿por qué? Porque sabían lo que les esperaba en Jerusalén; lo intuían, es más, lo sabían, porque Jesús ya les había hablado abiertamente en otras ocasiones. El Señor conoce el estado de ánimo de los que lo siguen, y esto no lo deja indiferente. Jesús no abandona jamás a sus amigos; no los olvida nunca. Aun cuando parece que vaya derecho por su camino, Él siempre lo hace por nosotros. Y todo lo que hace, lo hace por nosotros, por nuestra salvación. Y, en el caso específico de los Doce, lo hace para prepararlos a la prueba, para que puedan estar con Él, ahora, y sobre todo después, cuando Él no esté más con ellos. Para que estén siempre con Él en su camino.

Sabiendo que el corazón de los discípulos estaba turbado, Jesús llamó aparte a los Doce y, “otra vez”, les dijo “lo que le iba a suceder” (v. 32). Lo hemos escuchado: es el tercer anuncio de su pasión, muerte y resurrección. Este es el camino del Hijo de Dios. El camino del Siervo del Señor. Jesús se identifica con este camino, hasta el punto de que Él mismo es este camino. “Yo soy el camino” (Jn 14,6). Este camino, y ningún otro.

Y en este momento sucedió un “golpe de efecto” que trastocó e hizo posible que Jesús pudiera revelarles a Santiago y a Juan —pero en realidad a todos los Apóstoles y a todos nosotros— el destino que les esperaba. Imaginemos la escena: Jesús, después de haberles explicado nuevamente lo que le iba a suceder en Jerusalén, miró a los Doce, fijó en ellos sus ojos, como diciendo: “¿Está claro?”. Después retomó el camino, a la cabeza del grupo, y del grupo se separaron dos: Santiago y Juan. Se acercaron a Jesús y le expresaron su deseo: “Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda” (v. 37). Y este es otro camino. No es el camino de Jesús, es otro. Es el camino de quien, quizás, sin ni siquiera darse cuenta, “usa” al Señor para promoverse a sí mismo; de quien —como dice san Pablo— busca su propio interés, no el de Cristo (cf. Flp 2,21). Sobre esto, san Agustín tiene un estupendo Sermón sobre los pastores (n. 46), que siempre nos hace bien releer en el Oficio de Lecturas.

Jesús, después de haber escuchado a Santiago y Juan, no se alteró, no se enojó. Su paciencia fue verdaderamente infinita. También con nosotros tuvo, tiene y tendrá paciencia. Y les respondió: “No sabéis lo que pedís” (v. 38). Los disculpó, en cierto sentido, pero al mismo tiempo también los acusó: “Ustedes no se dan cuenta de que se salieron del camino”. En efecto, inmediatamente después fueron los otros diez apóstoles los que demostraron, con su actitud de indignación hacia los hijos de Zebedeo, que todos estaban tentados de salirse del camino.

Queridos hermanos: Todos nosotros queremos a Jesús, todos deseamos seguirlo, pero tenemos que estar siempre vigilantes para permanecer en su camino. Porque con los pies, con el cuerpo podemos estar con Él, pero nuestro corazón puede estar lejos y llevarnos fuera del camino. Pensemos en los muchos tipos de corrupción en la vida sacerdotal. Así, por ejemplo, el rojo púrpura del hábito cardenalicio, que es el color de la sangre, se puede convertir, por el espíritu mundano, en el de una distinción eminente. Y tú ya no serás el pastor cercano al pueblo, sentirás que eres sólo “la eminencia”. Cuando sientas esto, estarás fuera del camino.

En este relato evangélico, lo que siempre sorprende es el claro contraste entre Jesús y los discípulos. Jesús lo sabe, lo conoce, y lo soporta. Pero el contraste permanece: Él en el camino, ellos fuera del camino. Dos recorridos opuestos. Sólo el Señor, en realidad, puede salvar a sus amigos desorientados y con el riesgo de perderse; sólo su cruz y su resurrección. Por ellos y por todos, Él subió a Jerusalén. Por ellos y por todos, entregó su cuerpo y derramó su sangre. Por ellos y por todos, resucitó de entre los muertos, y con el don del Espíritu los perdonó y los transformó. Finalmente, los orientó para que lo siguieran en su camino.

San Marcos —como también Mateo y Lucas— agregó este relato en su Evangelio porque es una Palabra que salva, una Palabra necesaria para la Iglesia de todos los tiempos. Aun cuando los Doce hacen un mal papel, este texto entró en el Canon porque muestra la verdad sobre Jesús y sobre nosotros. Es una Palabra beneficiosa también para nosotros hoy. También nosotros, Papa y cardenales, tenemos que reflejarnos siempre en esta Palabra de verdad. Es una espada afilada, nos corta, es dolorosa, pero al mismo tiempo nos cura, nos libera, nos convierte. Conversión es justamente esto: desde fuera del camino, volver al camino de Dios.

Que el Espíritu Santo nos conceda, hoy y siempre, esta gracia.

 

© Librería Editorial Vaticana

 

 

 

 

Los nuevos cardenales visitan a Benedicto XVI

Como es costumbre

noviembre 28, 2020 18:10

Papas

(zenit – 28 nov. 2020).- Al final de la celebración del 7º Consistorio Ordinario Público de hoy, el Papa Francisco y los 11 nuevos cardenales presentes en Roma visitaron a Benedicto XVI, en la capilla del Monasterio Mater Ecclesiae.

Así ha informado en la tarde de hoy. 28 de noviembre de 2020, la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

“En un ambiente de afecto, los cardenales fueron presentados individualmente al papa emérito, quien expresó su alegría por la visita y, después de cantar la Salve Regina, les dio su bendición”, se lee en el comunicado. La reunión duró hasta poco después de las 17 horas.

La visita al monasterio Mater Ecclesiae en el Vaticano se ha convertido en una costumbre desde el Consistorio de 2016. En las dos primeras ocasiones, 2014 y 2015, el papa emérito participó en la celebración en la Basílica Vaticana.

El año pasado, al recibir a los nuevos purpurados, Benedicto XVI les recordó el valor de la fidelidad al Sucesor de Pedro.

 

Benedicto XVI

En este mes de noviembre Mons. Georg Gänswein, secretario personal del papa emérito, contó que este se encuentra “de buen humor y sereno” y ha reanudado sus paseos por los Jardines Vaticanos.

En una entrevista con Maria Giuseppina Buonanno, publicada en el semanario italiano Oggi, Mons. Georg Gänswein niega los rumores sobre el grave estado de salud del Papa emérito: “se han difundido noticias falsas”.

También describió que “Benedicto XVI es como un hombre de 93 años: Su cuerpo es frágil, su voz es muy débil, pero su mente está clara. Todos los días concelebra la misa, reza, recibe algunas visitas más, lee, estudia, escucha música, se ocupa de su correspondencia. Ciertamente con un ritmo tranquilo. Descansa más a menudo porque su fuerza ha disminuido, pero está de buen humor y sereno”.

 

 

 

 

Ceremonia del 7º Consistorio Ordinario Público del Papa Francisco

La Iglesia cuenta con 13 nuevos cardenales

noviembre 28, 2020 17:58

Ciudad del Vaticano
Papa Francisco

(zenit– 28 nov. 2020).- A las 16 horas de hoy, 28 de octubre de 2020, en la basílica de San Pedro, el Papa Francisco ha celebrado su 7º Consistorio Público Ordinario para la creación de 13 nuevos cardenales.

De los trece anunciados, solo once han estado presentes, dado que los dos asiáticos -el filipino José Fuerte Advincula, arzobispo de Capiz, y Cornelius Sim, vicario apostólico de Brunei- no han podido viajar a causa de la emergencia sanitaria. No obstante, ambos han sido creados cardenales en la distancia. Igualmente, tal y como fue anunciado, los miembros del Colegio Cardenalicio que no han podido trasladarse a Roma, se han unido a la Celebración, participando desde su sede, a través de una plataforma digital.

El rito del Consistorio para la creación de los nuevos purpurados ha comenzado con el saludo litúrgico. A continuación, monseñor Mario Grech, secretario general del Sínodo de los Obispos, en nombre de todos los futuros cardenales, ha dirigido unas palabras al Santo Padre.

Después se ha leído el Evangelio según san Marcos (10, 32-45) y el Pontífice ha pronunciado su homilía.

Acto seguido, el Papa ha leído la fórmula de creación (en latín) de los nuevos cardenales y ha proclamado solemnemente los nombres de todos ellos. Luego, los elegidos, han profesado la fe y han jurado ante el Sucesor de Pedro sus nuevos títulos.

Posteriormente, cada uno de los 11 neo cardenales presentes, por orden de creación, se ha aproximado a Francisco y se han arrodillado ante él para recibir el birrete y solideo cardenalicio, el anillo cardenalicio y la asignación a cada uno del Título o la Diaconía.

 

Birrete y anillo

Así, el Obispo de Roma ha colocado el birrete sobre la cabeza del nuevo cardenal, indicando que es “un signo de la dignidad del cardenalato” y significando su disposición para “actuar con valentía, incluso hasta el derramamiento de su sangre por el incremento de la fe cristiana por la paz y tranquilidad el pueblo de Dios y para la libertad y el crecimiento de la Santa Iglesia Romana”.

El Sucesor de Pedro ha entregado a los nuevos cardenales el anillo cardenalicio diciendo “recibe el anillo de la mano de Pedro, debes saber que tu amor por la Iglesia se vea reforzado por el amor del Príncipe de los Apóstoles”.

 

Títulos y Diaconías

El Santo Padre ha ofrecido también a cada uno la Bula de Creación de Cardenales y de asignación de un Título o Diaconía. A continuación, se expone la lista de Títulos y Diaconías consignados por el Papa a cada uno de los nuevos purpurados:

CARDENAL TÍTULO / DIACONÍA
Card. Mario Grech Diaconía San Cosme y Damián
Card. Marcello Semeraro Diaconía Santa María in Domnica
Card. Antoine Kambanda Título San Sisto
Card. Wilton Daniel Gregory Título Inmaculada Concepción de María en Grottarossa
Card. Jose F. Advincula Título San Vigilio
Card. Celestino Aós Braco Título Santi Nereo e Achilleo
Card. Cornelius Sim Título San Judas Tadeo Apóstol
Card. Augusto Paolo Lojudice Título Santa María del Buen Consejo
Card. Mauro Gambetti Diaconía Santísimo Nombre de María en el Foro de Trabajo
Card. Felipe Arizmendi Esquivel Título San Luis María Grignion de Montfort
Card. Silvano Maria Tomasi Diaconía San Nicola in Carcere
Card. Raniero Cantalamessa Diaconía San Apolinar en las Termas Neronianas-Alejandrinas
Card. Enrico Feroci Título Santa María del Divino Amor del Castillo de Leva

 

Misma ceremonia, varios cambios

Por motivos protocolarios de prevención frente a la expansión de la COVID-19, el Consistorio de hoy ha sufrido algunas variaciones con respecto a años anteriores.

Han sido dos los nuevos cardenales creados que no han podido asistir presencialmente a la ceremonia y han seguido la retransmisión vía online: monseñor José Advincula, arzobispo de Cápiz, en Filipinas, y Mons. Cornelius Sim, obispo titular de Puzia de Numidia y vicario apostólico de Brunéi, Kuala Lumpur.

Asimismo, aunque habitualmente al finalizar el rito de creación, el Pontífice dedicaba a cada nuevo purpurado el “abrazo de la paz”, en esta ocasión se ha omitido el saludo tanto de Francisco como entre los nuevos pastores. Por consiguiente, después del rito, estos han vuelto a su lugar en el presbiterio.

Al final de la celebración, el Obispo de Roma, junto con los nuevos cardenales, han salido en procesión, pasando por la capilla de San José y volviendo a la sacristía.

 

 

 

 

Consistorio: El Papa Francisco creará 13 nuevos cardenales

El Colegio cardenalicio cuenta con 229 cardenales

noviembre 28, 2020 11:20

Ciudad del Vaticano
Iglesia y Mundo

(zenit– 28 nov. 2019).- El pasado domingo 25 de octubre, durante el Ángelus, el Papa Francisco anunció la celebración de un Consistorio Ordinario Público de cardenales previsto para hoy, 28 de octubre de 2020, en la vigilia del I Domingo de Adviento.

En él, el Santo Padre creará 9 nuevos cardenales electores, es decir, que participarían en el cónclave y serían “papables”. A estos nueve purpurados, el Santo Padre añadió otros cuatro arzobispos y obispos jubilados para crearlos cardenales.

Tal y como informa la Santa Sede, los cardenales provienen de diferentes países: uno de España, uno de México, seis de Italia, uno de Malta, uno de Estados Unidos, uno de Ruanda, uno de Filipinas y uno del Líbano. Igualmente, su misión es llevada a cabo en diferentes continentes: ocho de Europa, uno de América Latina, uno de América del Norte, uno de África y dos de Asia.

Efectivamente, entre todos ellos se encuentra un español, monseñor Celestino Aós, arzobispo de Santiago de Chile, y un mexicano, Mons. Felipe Arizmendi, obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, México, y responsable de la Doctrina de la Fe en la Conferencia del Episcopado Mexicano.

De los trece anunciados, solo once estarán presentes en la ceremonia, dado que los dos asiáticos -el filipino José Fuerte Advincula, arzobispo de Capiz, y Cornelius Sim, vicario apostólico de Brunei- no han podido viajar a causa de la emergencia sanitaria. No obstante, ambos serán creados cardenales en la distancia.

 

Colegio de cardenales

El Colegio Cardenalicio es una institución importante de la Iglesia Católica que tiene como finalidad proveer la elección del Papa y ayudar al Santo Padre en su servicio a la Iglesia de Jesucristo, extendida de Oriente a Occidente.

Hoy en día el Colegio cuenta con 229 cardenales de los 5 continentes. De ellos, 127 tienen menos de 80 años y serían electores en el cónclave.

Aunque el número de cardenales europeos electores sigue teniendo un gran peso, dejaron de ser mayoría, en concreto, hoy en día son 56. De hecho, la suma de cardenales, de América Latina (23), África (18), Asia (17), América del Norte (12) y Oceanía (6) los supera.

Por otro lado, Italia sigue siendo el país que más cardenales electores presenta (22), seguido de Estados Unidos (9) y España (8).

 

7º Consistorio del Papa Francisco

El de hoy constituye el séptimo consistorio de creación de cardenales que celebra Francisco. Anteriormente, el Pontífice celebró otros consistorios en junio de 2018, febrero de 2014 y de 2015, noviembre de 2016, junio de 2017 y octubre de 2019.

Juan Pablo II celebró 9 consistorios de creación de cardenales (de 1979 a 2003), y Benedicto XVI, por su parte, presidió 5 (de 2006 a 2012). Durante sus pontificados, el “Papa de los jóvenes” creó un total de 65 (16 electores + 49 no electores) y el emérito 69 (38 + 31).

 

Francisco y las periferias

Según indica un artículo de Vatican News, tras el acto de hoy, Francisco habrá creado un total de 101 cardenales, 73 de los cuales permanecen actualmente con derecho a voto en el Cónclave.

El Papa Bergoglio pasará a la historia por incluir en el colegio la representación de países como Brunei, Rwanda y Malta. Otro registro que también le pertenece es el de las oficinas de los cardenales en países que nunca la habían acogido: aparte de la República Centroafricana, Brunei y Rwanda, también Haití, Dominica, Birmania, Panamá, Cabo Verde, Tonga, Bangladesh, Papua Nueva Guinea, Malasia, Lesotho, Malí, Suecia y Laos, El Salvador y Luxemburgo.

Su Pontificado ha estado marcado del mismo modo por la inclusión en el Colegio del primer cardenal afroamericano, Wilton Gregory, metropolitano de Washington, el primero nacido después del Concilio, Nzapalainga y el primer convertido al catolicismo desde la época de Jean-Marie Lustiger, obispo de Estocolmo Anders Arborelius y luterano de nacimiento.

La época papal del actual Sucesor de Pedro también ha estado sellada por la geografía, pues sigue ampliándola para el mapa del Colegio, que llega ahora a 90 países representados.

 

Otros datos

El estudio estadístico del medio vaticano también incluye otros datos como que el tailandés Michael Michai Kitbunchu, de 91 años de edad, emérito de Bangkok, es el que ha sido miembro durante más tiempo (37 años) del Colegio de Cardenales. Un registro de duración compartido con el neozelandés Thomas Stafford Williams, de 90 años, ordinario militar emérito de su país. Ambos recibieron el birrete del Papa Wojtyla en 1983.

Otra cifra refiere la presencia de familias religiosas en el actual Colegio: hay 26, para un total de 51 cardenales (29 votantes) que llevan el hábito de su Instituto bajo el púrpura. Los más representados son los Salesianos (9), seguidos por los Jesuitas (7). Cabe señalar que con el Padre Mauro Gambetti, custodio del Sagrado Convento de Asís, la Orden de los Franciscanos Conventuales también forma parte del grupo de los purpurados.

 

Nuevos cardenales

Francisco va a celebrar un Consistorio Ordinario Público para la creación de los 13 siguientes cardenales:

Mons. Mario Grech, secretario general del Sínodo de los Obispos.

Mons. Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.

Mons. Antoine Kambanda, arzobispo de Kigali, en Ruanda.

Mons. Wilton Gregory, arzobispo de Washington.

Mons. José Advincula, arzobispo de Cápiz, en Filipinas.

Mons. Celestino Aós Braco, arzobispo de Santiago de Chile.

Mons. Cornelius Sim, obispo titular de Puzia de Numidia y vicario apostólico de Brunéi, Kuala Lumpur.

Mons. Augusto Paolo Lojudice, arzobispo de Siena-Colle Val d’Elsa-Montalcino.

Fray Mauro Gambetti, franciscano conventual, custodio del Sacro Convento de Asís.

Mons. Felipe Arizmendi Esquivel, obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, en México.

Mons. Silvano M. Tomasi, arzobispo titular de Asolo, Nuncio Apostólico.

Fray Raniero Cantalamessa, capuchino, Predicador de la Casa Pontificia.

Mons. Enrico Feroci, párroco en Santa María del Divino Amore en Castel de Leva.

 

 

 

 

Monseñor Celestino Aós será creado hoy cardenal

Su lema es “amar y servir”

noviembre 28, 2020 09:00

Ciudad del Vaticano

(zenit– 28 nov. 2020).- Monseñor Celestino Aós, arzobispo de Santiago de Chile, será creado cardenal, junto con otros 12, por el Papa Francisco, hoy 28 de noviembre de 2020.

Al tener menos de 80 años, el prelado español formará parte del grupo de nueve cardenales creados con derecho a voto sobre el próximo cónclave.

Sobre este reconocimiento, anunciado por el Santo Padre en el Ángelus del pasado 25 de octubre, Mons. Aós declaró en el diario italiano Avvenire: “Estoy muy agradecido. Soy consciente de que no he sido ‘elegido’ por mis méritos. El gesto del Papa es una demostración de cariño, cuidado y atención a la Iglesia chilena que, después de una larga lucha, trata de encontrar nuevas formas de dar testimonio del Evangelio en este momento convulso de la nación”.

 

Años dolorosos para la Iglesia chilena

En ese mismo artículo se recuerda que los últimos años han sido “particularmente dolorosos para el cuerpo eclesial chileno, golpeado por el escándalo del abuso sexual y de poder y su cobertura sistemática”, y el encuentro en el Vaticano entre Francisco y la Conferencia Episcopal de Chile.

Sobre este punto, el arzobispo señala a la misma fuente que “debemos esforzarnos por ser una Iglesia de comunión, de hermanos, sin dividirnos en círculos cerrados. Mientras tanto, estamos trabajando en la formación de agentes pastorales, sacerdotes, diáconos y laicos. En un futuro inmediato, finalmente, intentamos aclarar, sin aspavientos por razones obvias, algunas situaciones para garantizar la justicia a las víctimas”.

Y explica que este “es un camino más lento de lo que nos gustaría, pero lo seguimos con convicción. Dos preguntas sirven como brújula: ‘¿Qué pasó?’ y ‘¿Por qué?’ El coraje de responder con sinceridad, yendo hasta el final, es la única garantía de que lo que pasó no volverá a pasar”.

 

Monseñor Celestino Aós

Nació en Artaiz, arquidiócesis de Pamplona, España, el 6 de abril de 1945. Completó sus estudios filosóficos en Zaragoza y sus estudios teológicos en Pamplona. Obtuvo la Licenciatura en Psicología en la Universidad de Barcelona, España.

Hizo su profesión religiosa temporal como franciscano capuchino en 1964 en Sangüesa y su profesión perpetua en1967 en Pamplona. Fue ordenado sacerdote en Pamplona el 30 de marzo de 1968.

Como sacerdote desempeñó los siguientes cargos: en España fue profesor en Lecaroz – Navarra, vicario en Tudela, profesor en Pamplona y vicario en Zaragoza.

Enviado a Chile en 1983 fue vicario parroquial de la Parroquia de Longavi, superior de la Comunidad de Los Ángeles, párroco de San Miguel en Viña del Mar, superior de la Comunidad de Recreo, vicario episcopal para la Vida Consagrada de la diócesis de Valparaíso y vicario parroquial de la parroquia de San Francisco de Asís en Los Ángeles, diócesis de Santa María de Los Ángeles.

Mons. Aós Braco fue también ecónomo provincial de los Capuchinos en Chile, promotor de Justicia del Tribunal Eclesiástico de Valparaíso, juez del Tribunal de la arquidiócesis de Concepción y Tesorero de la Asociación Chilena de Derecho Canónico.

 

Ordenación episcopal

Nombrado obispo de Copiapó el 25 de julio de 2014, recibió la ordenación episcopal el 18 de octubre siguiente. El 23 de marzo de 2019 fue nombrado administrador apostólico sede vacante et ad nutum Sanctae Sedis de la arquidiócesis de Santiago de Chile.

En una entrevista concedida a zenit tras su nombramiento en este cargo, el franciscano capuchino, cuyo lema es “amar y servir”, declaró que “todos tenemos claro que no basta con dar los decretos o cambiar a la persona”, sino que más bien “hace falta cambiar el corazón”, hacerlo para que “el clericalismo del que tanto se habla y que ciertamente existe, y a veces muy fuerte, desaparezca”.

El 27 de diciembre de 2019 el Santo Padre Francisco le nombró arzobispo de Santiago de Chile.

 

Otros cargos desempeñados

Tal y como señala su biografía publicada por el arzobispado de Santiago, el prelado español ha sido tesorero de la Asociación Chilena de Derecho canónico y miembro de varios tribunales eclesiásticos del país: Del Tribunal de Valparaíso, donde colaboró como promotor de Justicia y del Interdiocesano de Concepción, donde actuó como psicólogo y sucesivamente como juez.

También ha sido parte de tribunales especiales creados para estudiar el milagro de la canonización de san Alberto Hurtado, la beatificación del beato Tomás Reggio, arzobispo de Génova y fundador de la Congregación de Hijas de Santa Marta, y el proceso histórico de presunto milagro de la “beatita Benavides”.

 

Cuarentena previa

La web del arzobispado chileno también explica cómo, por prevención frente a la COVID-19, Aós tuvo que permanecer 10 días de cuarentena en la residencia del Papa a su llegada a Roma. Misma razón por la cual la ceremonia de creación de nuevos cardenales no podrá contar con la totalidad de los miembros del Colegio Cardenalicio y muchos deberán seguir las alternativas vía online.

El Consistorio se desarrollará en la basílica San Pedro, presidida por el Sumo Pontífice, este mismo sábado 28 de noviembre. El rito de creación contempla la entrega a cada designado del birrete, un sombrero rojo con tres aletas,  y del anillo cardenalicio, signo de su unión esponsal con la Iglesia. Los cardenales visten también sotana color púrpura escarlata, de donde les viene el nombre de “purpurados”.

 

Con Larissa l. López

 

 

 

 

Felipe Arizmendi, nuevo cardenal mexicano

Pastor de comunidades indígenas

noviembre 28, 2020 09:00

Ciudad del Vaticano

(zenit– 28 nov. 2020).- Monseñor Felipe Arizmendi, obispo emérito de San Cristóbal de Las Casas, y responsable de la Doctrina de la Fe en la Conferencia del Episcopado Mexicano, será creado cardenal, junto con otros 12, por el Papa Francisco, hoy 28 de noviembre de 2020.

Tal y como indica Desde la Fe, el obispo mexicano tiene una larga trayectoria en la Iglesia en México, principalmente en la atención de las comunidades indígenas y como miembro del Departamento de Cultura y Educación del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).

 

Sus comienzos

Nació el 1 de mayo de 1940 en Chiltepec, Estado de México y realizó sus estudios en el Seminario de Toluca, además estudió Teología Dogmática en la Universidad Pontificia de Salamanca.

El 25 de agosto de 1963 fue ordenado presbítero en la entonces diócesis de Toluca, hoy archidiócesis, donde sirvió como sacerdote hasta 1991 cuando san Juan Pablo II le nombró obispo de Tapachula, Chiapas, ciudad fronteriza con Guatemala, y uno de los principales puntos de paso de los migrantes centroamericanos a México. Nueve años después, el mismo Papa le nombró obispo de San Cristóbal de las Casas, diócesis en la región de Los Altos de Chiapas, conocida por sus pueblos indígenas. Chiapas es también uno de los estados más pobres de México. Inició su ministerio allí en el 2000, con una duración de 17 años.

Desde el primer día, declaró que él no llegaba para destruir lo creado por su predecesor Samuel Ruiz García, quien “abrió caminos que habían sido inspirados por el Espíritu Santo en el Concilio Vaticano II”.

 

Despedida de san Cristóbal

En 2015, al cumplir 75 años, presentó su renuncia al Papa Francisco, aceptada dos años después. En 2018 le sustituyó en el ministerio Mons. Rodrigo Aguilar Martínez, nuevo obispo de San Cristóbal de las Casas.

En su carta de despedida, monseñor Arizmendi declaró: “me esforcé para que todos continuáramos el camino de ser una Iglesia autóctona, liberadora, evangelizadora, servidora, en comunión y bajo la guía del Espíritu Santo, en opción preferencial por los pobres”.

También afirmó sentirse en paz: “No voy a descansar, a jubilarme, sino a cambiar de estilo de servicio; ya no al frente de una diócesis, sino con mi tiempo dedicado a atender a tantas personas que tienen hambre de ser escuchadas y de recibir una orientación según Dios”.

Y agregó que entre los retos que enfrentó la diócesis y se esforzó por atender estuvieron:  la migración, interna y externa, las traducciones bíblicas y litúrgicas a los idiomas indígenas, la consolidación del diaconado permanente, la promoción de la mujer, la evolución global de la niñez y la juventud, la pastoral urbana, la organización de los catequistas de comunidades, la promoción de vocaciones religiosas y sacerdotales, la renovación del Seminario Diocesano, la pastoral de las familias, la evangelización por los medios de comunicación.

 

Felicitación del Papa

En 2016, el Papa Francisco le envió una carta de felicitación por sus 25 años como prelado: “Tomando en cuenta tus méritos y tu gran labor, San Juan Pablo II, el día 7 del mes de febrero de 1991, te nombró obispo de la diócesis de Tapachula, que presidiste con responsabilidad por nueve años. En el Año del Gran Jubileo, 2000, el mismo Sumo Pontífice confió a tu comprobada competencia la diócesis de San Cristóbal de las Casas, que hasta la fecha sabiamente has presidido.

Ejerciendo el ministerio episcopal, no te has dado descanso, visitando diligentemente las parroquias, interpretando rectamente la doctrina de la Iglesia y llevando esperanza cristiana a los hombres de buena voluntad.

Por otra parte, queremos recordar el ejemplo diario de tu vida, tu entrega misionera, tu sólida piedad, así como tu fidelidad al Magisterio de la Iglesia y el amor que demuestras al Sucesor de Pedro. En la Conferencia de Obispos de México y en el Consejo Episcopal Latinoamericano has realizado un gran trabajo, analizando, con tus hermanos obispos, las cuestiones de nuestro tiempo y proponiendo iniciativas pastorales”.

En 2017, el Ayuntamiento de San Cristóbal de Las Casas reconoció a monseñor Arizmendi “su aportación a la unidad y paz, así como por el trabajo realizado durante 17 años en la zona de los Altos de Chiapas”.

 

Entrevista exclusiva

Además de tener acceso a la carta que le escribió Francisco tras anunciar su próxima creación como cardenal, zenit tuvo la oportunidad de conversar de forma exclusiva con el obispo emérito. En este diálogo ha compartido su reacción ante este reconocimiento, su experiencia pastoral con los indígenas, así como sus impresiones sobre la visita del Santo Padre en 2016 a San Cristóbal de las Casas.

También ha hablado, entre otros temas, sobre su faceta como columnista en diferentes medios de comunicación, y el proyecto que se le presenta como nuevo purpurado. En este sentido, Mons. Arizmendi desea “continuar dando este servicio evangelizador, no sólo en los artículos que escribo semanalmente, sino en lo que sea necesario”.

“Espero que nada cambie, y que todo siga igual. Muchas personas me siguen llamando ‘padre Felipe’, ‘hermano obispo’, ¡y espero que no me traten con los títulos cardenalicios!”, dijo.

“Mi servicio actual es escuchar a personas que quieran conversar sobre su vida, atenderles en confesión, dar algunas charlas, ahora por Zoom, acompañar procesos indígenas en el país y en América Latina, como lo he podido hacer desde el CELAM”, continúa.

“Pido al Espíritu no vanagloriarme con este título, pues lo más importante en la vida no son los títulos, sino el servicio fraterno de amor. Lo decisivo, lo que nos hace valer más, es amar a Dios y a nuestro prójimo”, considera.

 

 

 

 

Tiempo de Adviento, preparación para la llegada de Jesús

Comienza el Año Litúrgico

noviembre 28, 2020 09:00

Espiritualidad

(zenit – 29 nov. 2020)-. Mañana domingo comienza el tiempo de Adviento, el Año Litúrgico, en curso desde el domingo 29 de noviembre hasta el 24 de diciembre.

Rafael de Mosteyrín, sacerdote del Opus Dei, nos ofrece el siguiente artículo sobre el sentido de este tiempo litúrgico.

***

 

La palabra Adviento quiere decir venida. Es el tiempo en que los cristianos nos preparamos para celebrar la llegada de Jesucristo. Abarca las cuatro semanas antes de Navidad. Una costumbre muy bonita, y de gran ayuda para vivir este tiempo, es la Corona de Adviento, que es como el primer anuncio de la Navidad.

Esta Corona se hace con ramitas entrelazadas con hojas de pino, verdes, sobre las que se colocan cuatro velas. El primer domingo de Adviento se enciende la primera vela, y cada domingo siguiente de Adviento, se enciende una vela más, hasta llegar a la Navidad.

Mientras se encienden las velas se dice una oración, utilizando algún pasaje de la Biblia, y se recita algún canto apropiado. Es muy recomendable vivir esta costumbre en cada casa, por ejemplo, antes o después de la cena.

Lo más importante es el significado: la Luz, que va aumentando con la proximidad del nacimiento de Jesús, pues Él es la “Luz del Mundo”.

Lo fundamental del Adviento es que recordemos quién es Jesucristo. Se trata del Hijo de Dios hecho hombre, que nació de la Virgen María, por obra y gracia del Espíritu Santo. Es verdadero Dios y verdadero hombre. Igualmente celebramos también a la Virgen María. Ella es la Madre de Jesús y Madre nuestra, concebida sin pecado original, que está en el Cielo en cuerpo y alma.

Son el motivo de nuestra esperanza. Pero, ¿por qué debemos tener esperanza? ¿A quién debemos esperar? Porque todos tenemos, al menos a veces, momentos de desánimo y desesperanza. Lo que de nosotros se espera es que aportemos lo poquito que podamos para transmitir el bien a nuestro alrededor, como manifestación de que es lo que quiere Jesús para nosotros, y para todos los hombres de buena voluntad.

El día que nos muramos, tal vez el mundo siga siendo tan malo, pero lo será, gracias a nosotros, un poco menos. Contra la desesperanza no hay más que un tratamiento: hacerse menos preguntas y trabajar más.

Un claro ejemplo de esperanza ocurrió después del incendio que dejó en cenizas  el laboratorio de Thomas Alva Edison. El inventor tenía ya 67 años y al día siguiente, observando las ruinas, dijo estas palabras: “El desastre tiene un gran valor porque quema todos nuestros errores. Gracias a Dios siempre podemos empezar de nuevo”.

Edison era un luchador optimista y volvió a empezar, sin quejas, a hacer lo que tenía que hacer.

El Adviento son cuatro semanas al año que nos ayudan a preparar nuestra vida, por dentro, para recibir bien a Jesús. La mayor alegría que le podemos dar es arrepentirnos de nuestros pecados, con la Confesión, y recibirle en nuestra alma en gracia, con la Comunión. Al prepararnos para celebrar que Jesús nace necesitamos una buena puesta a punto.

 

 

 

 

Beato Bernardo Francisco Hoyos, 29 de noviembre

Intensa vida mística

noviembre 28, 2020 09:00

Testimonios

 

“Joven jesuita español. Su breve existencia se caracterizó por una intensa vida mística. El beato Bernardo Francisco Hoyos fue agraciado con numerosos favores sobrenaturales. Es el impulsor del culto al Sagrado Corazón de Jesús que extendió en España y América”

Este místico nació el 20 de agosto de 1711 en Torrelobatón, Valladolid. Y en esta región española situada en el corazón de Castilla discurrió su breve existencia. Cuando el jesuita Juan de Loyola publicó su biografía en 1735, emergió con luz propia la intensísima experiencia de amor al Sagrado Corazón de Jesús que había jalonado su vida.

No obstante, en esa fecha ya era sobradamente conocido por haber extendido esta devoción en España y en América, secundando en esta acción a la que venían realizando en Francia los santos Margarita María de Alacoque, y su director espiritual, Claudio de la Colombière.

Tuvo la fortuna de contar con unos padres piadosos que le legaron el preciado patrimonio de su fe, le pusieron bajo el amparo de san Francisco Javier y le alentaron en su vocación religiosa. Desde los 9 años y hasta su temprana muerte siempre estuvo con los jesuitas.

Con ellos estudió el beato Bernardo Francisco Hoyos en varias localidades vallisoletanas y se integró en la Compañía a los 14 años, época en la que ya experimentaba favores celestiales. Éste fue uno de los rasgos preponderantes de su existencia, agraciada con una profunda y singular vida interior que recuerda a la de los grandes místicos como Teresa de Jesús y Juan de la Cruz.

Una de esas personas cuyo acontecer no parece encerrar grandes misterios, sencilla, inocente, devota de la Virgen María, diligente en la obediencia, dócil a las indicaciones recibidas, con los brazos tendidos siempre a Dios en espíritu de ofrenda, guiado por el santo temor que le precavía de cualquier falta que pudiera ofenderle.

Un apóstol que se afligía por las almas que vivían alejadas del amor divino y por las que estaba dispuesto a entregarse: “Se me parte el corazón de dolor, cuando considero hay quien ofenda a mi Dios; y diera mil vidas para sacar una alma de pecado”.

El maligno intentó por distintas vías socavar su bondad, y al joven no le faltaron sus zarpazos externos e internos. Atentados contra su vida espiritual a mansalva y agresiones físicas. Quería sembrar en su ánimo la duda haciéndole creer en su impiedad: “¿Dónde va el deshonesto, el soberbio, el blasfemo? Apártese, que, si llega, será luego confundido en lo profundo del infierno”.

Confiaba a su director espiritual el inmenso sufrimiento en el que vivía: “Esta carta va regada con lágrimas que brotan de mis ojos; y me parece que soy la criatura más infeliz que de mujeres ha nacido”. Pero era un elegido de Dios y, con su gracia, lo superó todo. Tenía muy presente esta máxima de Santa Teresa: “Sólo se puede seguir o que Dios sea alabado o yo despreciado: de todo me consuelo”.

En su biografía hallamos claramente expresado el instante concreto que marcó lo que iba a ser su misión en honor del Sagrado Corazón de Jesús. No cabe tomar como coincidencia sino como algo providencial lo que le sucedió a los 21 años mientras cursaba teología en Valladolid. Y así lo reconoció él mismo más tarde.

Un amigo sacerdote y profesor, algo mayor que él, le pidió el favor de que tomase de la biblioteca el texto  De cultu Sacratissimi Cordis Iesu, escrito por el padre José de Gallifet, y copiase algunos fragmentos que precisaba para preparar un sermón que tenía encomendado.

La lectura de esta obra dedicada a la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, y de la que el beato Bernardo Francisco Hoyos no tenía noción alguna, le produjo una conmoción interior inenarrable. En ese mismo momento hizo ofrenda de su vida ante el Sagrario prometiendo que se dedicaría por entero a extender este culto.

Al día siguiente a través de una locución divina supo que era elegido para esta misión: “Yo, envuelto en confusión renové la oferta del día antes, aunque quedé algo turbado, viendo la improporción del instrumento y no ver medio para ello”.

Esa misma jornada durante la oración vivió otro hecho singular. Se le mostró el Sagrado Corazón “todo abrasado en amor, y condolido de lo poco que se le ama. Repitióme la elección que había hecho de este su indigno siervo para adelantar su culto, y sosegó aquel generillo de turbación que dije, dándome a entender que yo dejase obrar a su Providencia, que ella me guiaría…”. En otra visión el arcángel san Miguel le aseguró su asistencia para llevar a cabo esta misión.

Hacia los 19 años su ascenso espiritual había sido coronado con el “desposorio místico”. Los favores sobrenaturales se sucedían unidos a la experiencia de la purificación. En ella se incluía la aludida insidia del maligno, y sus mezquinos intentos de engañarle mediante falsas locuciones y apariciones.

Entre tanto, promovía una intensa cruzada a favor del Sagrado Corazón de Jesús en la que implicó a religiosos, comenzando por su propia comunidad. Dirigió cartas a prelados y miembros de la realeza, imprimió estampas, y logró que el pontífice señalara esta fiesta para España.

En una de las locuciones Cristo le había asegurado que reinaría en “España, y con más veneración que en otras muchas partes”. Hay que decir que el arzobispo de Burgos le apoyó en esta misión desde un primer momento, y ello propició el florecimiento de congregaciones del Corazón de Jesús y la realización de numerosas novenas que acrecentaban la veneración de las gentes.

A través de los jesuitas que se hallaban en América también allí llegaron los ecos de esta cruzada emprendida por el beato Bernardo Francisco Hoyos y de la que únicamente pudo apartarle su muerte. Ésta se produjo en Valladolid el 29 de noviembre de 1735 como consecuencia del tifus. Tenía 24 años y había sido ordenado sacerdote en enero de ese mismo año. Fue beatificado en Valladolid el 18 de abril de 2010.