Red Iberoamericana de

Estudio de las Sectas

 

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Nº 813

16 de feb. 2021

 

BOLETÍN MONOGRÁFICO: CULTOS AFROAMERICANOS

 

1. España: se suceden los hallazgos de restos de animales sacrificados en ritos de santería.

2. Cuba: polémica entre la Asociación Yoruba y unas mujeres santeras acusadas de “profanación”.

3. Uruguay: la fiesta umbanda en honor de Iemanjá, modificada por la pandemia.

4. Argentina: un pai umbanda abusaba de una niña “para liberarla de espíritus satánicos”.

5. Revelan los nombres de varios famosos mexicanos que han practicado santería.

6. México: denuncian maltrato animal en un grupo que hace rituales con perros.

7. Pae umbanda de Argentina defiende su culto y responde a las acusaciones más frecuentes.

8. Colombia: una banda de narcotráfico practicaba santería para protegerse de la Policía.

9. Murió a los 92 años el babalawo más longevo de la santería en Cuba.

10. La concepción del vudú del escritor dominicano Tomás Hernández Franco.

 

 

1. España: se suceden los hallazgos de restos de animales sacrificados en ritos de santería.

FUENTE: Varios medios

 

 

Plumas, gallinas sin cabeza, enrollados… El pasado 3 de febrero han vuelto a aparecer animales muertos en el parque del Viera y Clavijo (Santa Cruz de Tenerife, España). Los operarios de limpieza municipales han avisado a la Policía Local para que elabore un informe, ya que sospechan que pueda haber animales enterrados. Tal como leemos en el Diario de Avisos, los restos han sido hallados en la entrada peatonal de la calle San Sebastián, exactamente en el mismo lugar que hace unas semanas, cuando también aparecieron gusanos y restos de sangre. Según los vecinos de la zona, podría tratarse de rituales de santería.

El día anterior, 2 de febrero, El Día informaba de otro hallazgo: nuevos restos de ritos de santería en la playa de Montaña Roja. En esta ocasión, los cuerpos de los animales sin vida fueron encontrados en la Reserva Natural Especial de Montaña Roja, en Granadilla de Abona (Santa Cruz de Tenerife), según denuncia la organización para la conservación del medioambiente “Pasa sin huella”. Esta denuncia se suma a otras realizadas por esta organización en las que también se ha podido ver patos y gallinas decapitadas en zonas de Güímar, Candelaria, el Parque Viera y Clavijo o en el Parque Rural de Anaga.

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2. Cuba: polémica entre la Asociación Yoruba y unas mujeres santeras acusadas de “profanación”.

FUENTE: Cibercuba

 

 

La Asociación Cultural Yoruba de Cuba acusa de profanación a un grupo de mujeres cubanas que el 1 de enero de 2021 celebraron una ceremonia para sacar su propia Letra del Año, según informa Gretchen Sánchez en Cibercuba. “Es conocido por la comunidad religiosa mundial que, un grupo de féminas en La Provincia de Holguín, en el Oriente de Cuba, en actitud desafiante el 01 de enero del 2021, decidió flagrantemente profanar en su máxima expresión, nuestra Cultura Patrimonial, nuestra Religión y el Legado de nuestros Ancestros”, comentó la Asociación en una declaración publicada en su perfil de Facebook.

La organización considera el hecho como “una burla patética” que ha mancillado la identidad cultural de esta comunidad no sólo en Cuba, sino en el mundo, pues ésta es una ceremonia que sólo pueden realizar los babalawos hombres. Según la Asociación, estas mujeres dicen actuar bajo el derecho que les conceden “Olodumare y la Constitución de la República de Cuba”. El Consejo Mayor de los yorubas cubanos considera este alegato como una excusa falsa y bochornosa pues, según señalan, los derechos constitucionales son civiles, sociales, legales y no aplicables ni rectores de las funciones de los religiosos.

Los Yorubas de Cuba se enfrentan a las instituciones culturales de la isla para exigir ser escuchados y apoyados. Iniciaron su declaración invocando uno de los refranes de la Letra del Año 2021 (oficial) para Cuba: “A veces lo que no nos gusta es lo que tenemos que hacer”. “Estamos denunciando y protestando, porque durante mucho tiempo hemos advertido que todo esto podía suceder (...) hicieron ‘oídos sordos y mutis’ y con su total indiferencia han permitido la profanación de nuestro legado afrocubano y mundial (...) Se ha violado el uso y empleo del sagrado sistema oracular de Ifá en manos femeninas, violando los preceptos del patrimonio universal, siendo un acto de profanación en nuestras tradiciones religiosas afrocubanas y mundiales”, indica el mensaje.

La rama más apegada a la tradición yoruba está en desacuerdo con lo ocurrido en Holguín y han dejado constancia de su desacuerdo en las redes sociales. La Asociación Cultural Yoruba en su declaración expresa que lo ocurrido en Holguín es una tergiversación de la práctica religiosa, pues no existe nada de eso en la tradición Afrocubana, ni en Nigeria, ni en el resto del mundo.

“Escudándose en argumentos triviales como la ‘Libertad Religiosa’ han sido las protagonistas de la Profanación más grande y bochornosa que se pudiera cometer contra nuestra Identidad Religioso Cultural, ultrajando las tradiciones patrimoniales de Cuba y del Mundo”, indica la declaratoria protesta de los yorubas cubanos. La Asociación Cultural Yoruba de Cuba asegura que las mujeres que sacaron la Letra del Año en Holguín han tratado de manipular a la comunidad religiosa usando falsos argumentos y repitiéndolos continuadamente.

Los Mayores de la comunidad yoruba en Cuba cuestionan a las autoridades cubanas: “¿Quién responde por esto?”. Indicaron en su mensaje que han alertado a las instituciones culturales sobre lo que ocurría y solicitaron apoyo del Ministerio de Cultura y del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural para que hicieran cumplir la Declaración de Patrimonio Inmaterial de la UNESCO que reconoce la figura única de los sacerdotes hombres en esta religión.

“Siempre hemos hecho hincapié alertando en que existían objetivos turbios, manipulaciones y financiamientos desde el exterior como una forma más de agresión, en este caso hacia la identidad cultual cubana”, indica el comunicado de la Asociación. Las alertas sobre varios problemas que existen en el interior de la comunidad yoruba se remontan a más de 20 años. Los religiosos más connotados indican que están en peligro los valores, tradiciones y creencias.

La Asociación indica que en el año 2000 hicieron la primera denuncia pública y que mantiene constancia en sus archivos. Estaba referida a la “iniciación de mujeres” en el culto a Ifá. “Por cada denuncia, ellos recibieron palmadas y nosotros, absolutamente ninguna respuesta, y siguieron profanando a la vista de todos los que han sido alertados durante 20 años, es por eso que hoy estamos sufriendo por la pereza de quienes debían actuar”, indica el comunicado.

La Asociación Yoruba de Cuba carece de mecanismos legales que permitan establecer demandas y sanciones jurídicas a los presuntos profanadores de las prácticas religiosas. Esto no se trata solo de ceremonias sino de un turbio negocio en las mismas, sin embargo, aunque lo delaten, no pueden actuar contra lo que consideran una violación de su patrimonio cultural. “Seguiremos denunciando hasta ser escuchados”, dice la Asociación en su mensaje de protesta y hacen un llamado a todos los religiosos para unirse contra las Iyanifas y “contra cada Profanador, defensor, investigador, antropólogo o escritor que intente justificar estos sacrílegos”.

El hecho de que sean mujeres quienes realizaron la ceremonia no es el único agravante de este caso. La práctica fue compartida en redes sociales, revelando escenas y secretos de los sacerdotes que se mantienen reservados a círculos muy cerrados. La cultura yoruba se sustenta en conocimientos y prácticas ancestrales. Su profanación es un tema sumamente delicado porque implica aspectos de disímiles interpretaciones que influyen, de modo directo, en una comunidad que se extiende por todo el mundo.

Reacción de las protagonistas

Las Iyanifas cubanas denuncian que han recibido calumnias y amenazas desde que la Asociación Cultural Yoruba de Cuba las acusara públicamente de profanación de la Osha-Ifá. “Nosotras las Ìyánifá también queremos hacer un llamado no sólo a nuestros seguidores, que son bastantes, sino a las autoridades competentes sobre las calumnias y amenazas constantes que nos acechan, las cuales sabemos que las está incitando la Asociación Cultural Yoruba de Cuba”, recoge la publicación en Facebook.

La Asociación Yoruba acusó de profanación a un grupo de mujeres cubanas que el 1 de enero de 2021, en Holguín, celebraron una ceremonia para sacar Letra del Año. En ese texto hacían un llamado a luchar contra la figura de las Iyanifas por considerarlas una invención alejada de la tradición de la Osha-Ifá. Las religiosas indican que desconocen el origen de la preocupación del Consejo de Mayores y de los babalawos representantes de la Asociación. Aseguran que ellas no han entrado en la casa de nadie a quitar nada, ni buscan aprobación, ni se afectan por quienes no las reconozcan.

“Llevamos 20 años trabajando solas, con nuestros seguidores, sin molestar a nadie. Si nos decidimos a sacar nuestra Letra fue, sencillamente, porque la Asociación Cultural Yoruba llegó al punto de expulsarnos de allí y a todo el que tenía que ver con nosotras, después de habernos aceptado en el año 2017”, aseguran en su texto. Las Iyanifas explican que eran contribuyentes de la Asociación Cultural, como un miembro más y fueron expulsadas.

“Muchos deben saber que en Cuba siempre se han sacado Letras en las Casas para familias, ahijados y seguidores. Lo han hecho los Espiritistas, los Paleros, los seguidores de Asojanu y otros grupos religiosos. ¡Ah! Pero, como en este caso fueron mujeres, es ahí el gran problema”, explican. Estas religiosas cubanas indican que tras la protesta de la Asociación Cultural Yoruba de Cuba hay un gran machismo que no les permite a sus representantes pensar, razonar, ni ver más allá de lo que conocen.

“¿Por qué la Asociación Cultural Yoruba no sanciona y expulsa a todos los babalawos corruptos, que quizás tengan como miembros y no miembros? (...) ¿Qué identidad es la que estamos mancillando nosotras y de que ética moral están hablando? (...) ¿De qué moral y conocimiento están hablando, cuando las cárceles de Cuba están llenas de iyawoses y babalawos? ¿De qué moral están hablando?”, se cuestionan las Iyanifas en su texto.

Estas mujeres señalan que Cuba está llena de babalawos estafadores, que trabajan la religión sin escrúpulos porque solo les importa ganar. Denuncian que los propios religiosos han convertido en sacerdotes de Ifá a “hombres de dudosa moral”. Consideran que la Asociación debería primero ocuparse de limpiar la imagen del babalawo cubano. “Sólo Òlódùmarè tiene la verdad, ningún mortal tiene derecho a criticarnos, pues si estamos Mal, ¡Iború!, así vamos a seguir, miren a ver ustedes que están mucho peor. Ya han ido demasiado lejos y las amenazas no paran”, señalan las mujeres.

Las Iyanifas alertan que todas tienen hijos, nietos y que algunas personas se han atrevido a hablar del tema de la “profanación” con sus familiares, lo que les causa indignación. “Nosotras hacemos responsable de cualquier agresión que se pueda fomentar en casa de alguna Ìyánifá, (...) a la Asociación Cultural Yoruba de Cuba y principalmente a su presidente (...) por estar convocando a la población a que tomen carta en el asunto”, indican en su mensaje. Las Iyanifas reiteraron que ellas actúan amparadas por Olodumare, Orula y por el artículo 42 y 55 de la Constitución de la República de Cuba.

Las Iyanifas han recibido el apoyo desde la plataforma cubana YoSíTeCreo, un sitio dedicado a la memoria de las mujeres víctimas de feminicidios en Cuba que exige justicia para todas las que han sufrido y siguen afectadas por la violencia machista. La Asociación Cultural Yoruba en su acusación pública de “profanación” contra las Iyanifas de Holguín, expresó que el hecho ocurrido es una tergiversación de la práctica religiosa, pues no existe nada de eso en la tradición Afrocubana, ni en Nigeria, ni en el resto del mundo. Aseguran que las Iyanifas con su actitud desafiante de sacar Letra del Año, profanaron el legado yoruba.

Existen múltiples lecturas sobre lo que ocurre hoy en el seno de la Asociación y de la propia cultura yoruba, rica, diversa y en continua evolución. La rama más tradicional defiende la figura única del babalawo, y se apega a la Declaración de Patrimonio Inmaterial hecha por la UNESCO. Sin embargo, una rama moderna toma fuerza con el argumento de que son los yorubas una cultura patriarcal y machista que debe evolucionar.

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3. Uruguay: la fiesta umbanda en honor de Iemanjá, modificada por la pandemia.

FUENTE: Varios medios

 

 

La reunión entre los umbandistas y el Ministerio del Interior de Uruguay que hubo con anterioridad de la fecha señalada fue a pedido del ministro Jorge Larrañaga, ante el homenaje que cada 2 de febrero los fieles realizan a Iemanjá. Para aquel día, las organizaciones representativas del culto umbanda exhortaron a los fieles a no concurrir a las playas, en el marco de la emergencia sanitaria por el Coronavirus Covid-19, tal como informó el medio uruguayo Subrayado.

Propuesta: no hacer las ofrendas

El director de convivencia del Ministerio, Santiago González, expresó que a pesar de que no iba a haber un procedimiento en especial, trabajarían Prefectura y la Policía para evitar las aglomeraciones y el uso de tapabocas. Las autoridades exhortaron a no ofrendar ese día y a que “sea muy poca la gente que vaya”. Desde la Intendencia de Montevideo (IM) “se han dispuesto algunas medidas” aseguró Jorge Cuello, coordinador del Comité de Emergencia departamental; entre ellas manifestó que no se cortarían las calles como se hace “habitualmente” y “no va haber extensión de ómnibus al lugar”.

A pesar de que se desestimuló la presencia en las playas, la IM ya tenía pronto un operativo de limpieza. Desde la Federación IFA del Uruguay instaron a concurrir otro día a la playa para evitar las aglomeraciones, y promovieron rezar desde las casas el 2 de febrero. Susana Andrade, presidente de la Federación, expresó que Iemanjá está todo el año. “Siempre nos está esperando, porque el mensaje del agua que nos provee la vida y de la cual venimos es un mensaje universal”, además agregó que en el momento en que la gente “sienta la necesidad de promulgar es un buen momento para ir”.

Los centros religiosos acordaron, a iniciativa de la Intendencia de Montevideo, que las ofrendas se destinarían a las ollas populares. “La ayuda al prójimo es un mandato de todas las religiones, también de la Umbanda” manifestó Andrade, quien remarcó que es una forma de “canalizar un sentimiento de amor y también de espiritualidad”. Desde la Intendencia de Canelones, y en coordinación con Prefectura y las organizaciones umbandistas, trabajaron en conjunto para desestimular la bajada masiva a la playa.

Algunas personas sí acudieron

De esta forma, la pandemia de la covid-19 obligó a que la tradicional celebración de la diosa de las aguas Iemanjá en las costas de Uruguay cambiara su escenario por una acción solidaria en la que sus fieles donaron alimentos para las ollas populares que reparten comidas a las personas con mayores carencias, según informa Efe. Se trata de una iniciativa de siete ollas populares promovida por las distintas asociaciones afroumbandistas y otros cultos de ese país en la que también se hizo un llamamiento a sus fieles a no concurrir masivamente a las playas para evitar las aglomeraciones en cumplimiento de las normas sanitarias.

Sin embargo, durante la jornada se pudo observar algunos creyentes de la religión acercarse hasta las aguas capitalinas a dejar su ofrenda, así como a la estatua que rinde homenaje a la diosa. El “Babalorixa” del culto africano de la rama “Jeje Nago” Manuel Núñez explicó a Efe que, aunque lo conocido es la concurrencia masiva a las playas, también existen los “cultos privados” desde hace más de 40 años, así como la donación de alimentos. “Se reparte la comida entre los fieles y entre los indigentes, es una tradición de nosotros los del culto africano, o sea, se ha hecho siempre”, señaló.

Según detalló, dentro de su congregación desarrollan un ritual de limpieza de la “cabeza mala o enferma” en el que las personas toman un baño de hierbas durante un día de reposo y retiro para “recomponer su mente y cabeza”. Núñez destacó la importancia de cumplir con las recomendaciones de no asistir masivamente a las playas y hacerlo de manera privada ya que, debido a la pandemia, consideró que los creyentes de la diosa están “tomando carrera” para el próximo año.

Sin embargo, remarcó la importancia del llamado a la solidaridad durante este día algo que, a su juicio, “potencia” a la diosa de las aguas. “Iemanjá tiene una actitud positiva, porque lo que se iba a dar al mar nosotros estamos pidiendo que se les de a las ollas populares, a los carentes, entonces, Iemanjá se potencia en este mal momento que tiene la humanidad como una fuerza positiva que representa a nuestra religión del modo de ayuda al necesitado”, afirmó.

Cada 2 de febrero en Uruguay, la diosa Iemanjá es venerada por diferentes religiones de origen africano. Es la “madre universal” de todas estas religiones y se la considera la “señora de los navegantes”. El culto africano nació en Nigeria, aunque luego se expandió hacia América y el Caribe con la llegada de los esclavos negros durante las invasiones europeas. Su fusión con creencias indígenas y de la población católica derivó en la religión umbanda, que nació en 1908 en Niterói (Brasil).

Este día tan especial para toda esta colectividad ya se transformó en un evento masivo de la cultura uruguaya y miles de personas participan cada 2 de febrero haciendo ofrendas, tomando fotos o simplemente viendo cómo cada ritual toma lugar. La Playa Ramírez, ubicada en el sur de Montevideo, es el epicentro de esta festividad debido a que frente a ella se ubica la estatua de Iemanjá, que en este día recibe ofrendas, velas, fotos o besos y rezos de los presentes.

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4. Argentina: un pai umbanda abusaba de una niña “para liberarla de espíritus satánicos”.

FUENTE: Noticias Net

 

 

Un delincuente fue detenido tras un operativo que se realizó en la localidad bonaerense de Villa Trujui. La víctima era la mejor amiga de la hijastra del pai umbanda, quien abusaba sexualmente de la nena con la excusa de que la pequeña tenía espíritus diabólicos que la atormentaban. Después de una búsqueda de varias semanas, los efectivos policiales lograron detener al pai umbanda, quien está acusado de haber violado, en reiteradas oportunidades, a una niña, en 2015.

La denuncia asegura que el imputado sometía sexualmente a la menor con la excusa de que, de esa manera, la iba a liberar de espíritus satánicos. Lo contaba el pasado 6 de enero el medio argentino Noticias Net. El abusador, de 34 años, fue detenido por los servidores públicos de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) en jurisdicción de Villa Trujui, en el oeste del conurbano bonarerense.

Los ultrajes en perjuicio de la niña ocurrieron en 2015, cuando ella tenía 12 años y era la mejor amiga de la hijastra del pai umbanda, quien abusaba sexualmente de la menor con la excusa de que la pequeña tenía espíritus diabólicos que la atormentaban y que él, gracias al poder que poseía, basado en la divinidad Bahiano y Sechi, podía de esa manera expulsar a esas fuerzas satánicas de su cuerpo. El caso se conoció en 2020, tras la una denuncia que radicaron los familiares de la víctima, que hoy tiene 17 años, ante los funcionarios de la Justicia.

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5. Revelan los nombres de varios famosos mexicanos que han practicado santería.

FUENTE: El Heraldo de México

 

 

Para nadie es un secreto que muchos famosos de México practican la Santería, la cual es una religión con origen en el pueblo de Yoruba en África, y lo hacen para diversos objetivos; los principales son para obtener éxito en sus proyectos o en situaciones más personales, según leemos en El Heraldo de México. En entrevista para el programa “Chisme en vivo”, liderado por la periodista Elisa Beristain y por Javier Ceriani, la santera “Karla” reveló algunos de los nombres de famosos quienes ella ha sido testigo de que practican esta religión.

De acuerdo con la Santera Karla, no sólo la comediante Karla Panini ha practicado la santería (cabe recordar que recientemente se reveló un video en el que supuestamente la ex lavandera ofreció a una de las hijas de Karla Luna en uno de los rituales llamado “cajón”). Así como Panini, la santera Karla reveló que Galilea Montijo practicó algunos trabajos de esta religión a la ex esposa de Fernando Reina y otro más para lograr que su boda fuera en la playa.

Sin embargo, no sólo Karla Panini y Galilea Montijo son practicantes de la Santería, sino también nombres como Talina Fernandez, Magda Rodríguez, Daniel Urquiza y hasta David Zepeda, de quien –aseguró– ella vio en uno de los rituales que hizo con el “Rey de las extensiones”. Es importante recordar que Zepeda fue ligado sentimentalmente a Urquiza y la santera Karla lanzó una fuerte advertencia al actor pues revela que si niega lo que hubo entre ellos, los espíritus del estilista vendrán a cobrarle con su salud.

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6. México: denuncian maltrato animal en un grupo que hace rituales con perros.

FUENTE: Excelsior

 

 

Vecinos de la colonia Reforma (Nezahualcóyotl, en el Estado de México) aseguran que en un domicilio de la calle Oriente 22 se utilizan perros para santería y sus pieles pueden observarse secándose en tendederos dentro de la vivienda, tal como informa María de los Ángeles Velasco en Excelsior. Ante ello, exigen que se lleve a cabo una investigación por maltrato animal, por lo que se inició una carpeta de investigación contra quien resulte responsable.

“Nuestra preocupación mayor es que en esa casa se llevan a cabo ceremonias; no sabemos de religiones, pero hacen como ritos con animales, ahí sacrifican pollos, llega gente a verlos y llevan su gallina para que les hagan su ceremonia, pero aparte de estas personas meten perros que después desaparecen, ya no vuelven a salir los perros”, explicó uno de los vecinos, quienes temen dar sus nombres ante las represalias.

Aseguran que en los últimos días incluso le extrajeron el ojo a un perro que tienen dentro de la vivienda, por lo que han solicitado a las autoridades de protección animal que se presenten y se lleve a cabo una investigación por crueldad animal. “No he entrado, pero sí se escucha cuando matan a los animales, cuando empiezan a torturar a los animales, se escucha cómo chillan los animales, se escucha como no sé si los maten a machetazos, pero se escucha cómo los matan”, apuntó otra vecina.

Los inconformes mostraron fotos donde aseguran que se observan las pieles de los perros secándose en un tendedero y de jícaras con lo que al parecer es la grasa de los animales. “Continuamente están trayendo perros, hay una foto donde pieles de perros están colgando en su tendedero y trastecitos donde guardan la grasa de los animales; con qué fin, no lo sabemos; si ustedes van al domicilio y escarban la jardinera, van a encontrar restos de animales”, añadieron.

Edgar Abraham Castillo, director ejecutivo de Protección Animal Nitin México AC, explicó que ya se inició una denuncia de hechos, por lo que refieren los vecinos de que se utilizan animales para realizar sacrificios de sectas, al desollar animales, por lo que la denuncia fue por maltrato animal. Indicó que el articulo 285 Bis marca que todo acto de crueldad hacia los animales será penado y castigado; sin embargo, resaltó que las penas en el Estado de México son bajas.

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7. Pae umbanda de Argentina defiende su culto y responde a las acusaciones más frecuentes.

FUENTE: El Tucumano

 

 

Nicolás Figueroa es sacerdote de la religión umbanda en Villa Quinteros (Tucumán, Argentina) donde debió afrontar varias denuncias de sus vecinos por los rituales y las ofrendas que realiza. Por primera vez revela su versión de los hechos en El Tucumano y asegura romper con algunos mitos que demonizan a este culto: “No existen malas religiones, existen malos religiosos”.

Cuentan las malas lenguas que invocan a espíritus maléficos, que protegen a malvivientes en sus actos delictivos, que sacrifican animales y hasta personas. Mucho es lo que se dice y muy poco lo que se sabe respecto a la religión umbanda en Tucumán. ¿Cuál es la verdad acerca de este culto africanista surgido en Brasil a principios del siglo XX que ha sido demonizado y estigmatizado a lo largo de los años? Carlos Nicolás Figueroa es babálorixá de oxalá, pero todos en Villa Quinteros lo conocen como el Pae Nicolás Figueroa, es decir, un sacerdote de la religión umbanda.

A raíz de unas publicaciones que se viralizaron en las redes sociales donde se alertaba sobre extraños rituales, el joven de 29 años tuvo que salir a explicar el significado de la ofrenda realizada semanas atrás a los espíritus caboclos que representan a los aborígenes sudamericanos. Del mito a la espiritualidad, de la superstición a la fe, de los afrobrasileños a los tucumanos, ahora, por primera vez, Nicolás corre el velo de oscurantismo que los chismes llevan de un rincón a otro y revela su verdad.

“Me atrapó, me sentí bien, cómodo”, describe Nicolás lo que fue su primer encuentro con la religión umbanda a los 17 años cuando conoció un “terreiro”, como llaman dentro del culto a los templos. Ese fue el inicio de un camino de fe que se afianzó hace seis años cuando viajó a la provincia de Corrientes a conocer a quien es su guía espiritual, la mae Miriam Krakowski de Oiá, muy reconocida entre los umbandas de todo el país. Ahí se consagró como pae de la religión que profesa en su Villa Quinteros natal y que ha despertado rumores y suspicacias de todo tipo entre sus vecinos.

“En la localidad fui denunciado varias veces por el hecho de pertenecer a una religión que muchos no conocen; por profesar una fe distinta a las demás. Me denuncian por las ofrendas, dicen que hago brujerías y cosas así, pero eso es mentira. La gente teme cuando ve ofrendas que suelen encontrar en calles y ríos, pero son todos elementos que forman parte de una ofrenda a los guías espirituales que nos acompañan y a quienes les pedimos por bienestar y por la apertura de caminos, no es nada malo. Esta es una religión, en Argentina no hay ninguna ley que no nos permita profesar la religión umbanda”.

Para el pae Nicolás, esos prejuicios y temores han sido alimentados por el desconocimiento de la gente respecto al culto que profesa. Como sucedió semanas atrás cuando descubrieron al oeste de León Rougés unas de las ofrendas que realizó a la vera del río Ibatín. El periodista Carlos Rosznercki publicó unas fotos donde se aprecian los restos del ritual y esas imágenes generaron una ola de rumores. “Lamentable que haya gente dispuesta a hacer invocaciones y esas cosas para hacer daño...de que existe el mal es real”, comentó Verónica Díaz en la publicación.

“Son ofrendas a un Dios pagano del mal que suelen hacer los días jueves mayormente creo que es, en un decir, brujería”, escribió por su parte Juana Faustina Velárdez. Ante esos comentarios infundados, Nicolás tuvo que salir a aclarar la situación a través de un texto que fue replicado en la cuenta de Facebook del periodista. En la publicación, el pae explicó que se trató de una ofrenda umbanda y no un ritual de magia negra, como muchos insistían.

¿Qué fue lo que pasó? El pasado 20 de enero es la fecha en que los umbandas homenajean a los caboclos, espíritus de los aborígenes nativos sudamericanos y de sus descendientes mestizos. Por eso, Nicolás fue hasta la orilla del río Ibatín para agasajar a esos espíritus con frutas, maíz, pochoclo, vinos, tabaco y velas. También dejó un papel con los nombres de familiares y amigos con pedidos o agradecimientos a estas fuerzas: “Los caboclos fueron indígenas y son espíritus de luz, con mucha evolución espiritual. Es una fecha muy especial para los que pertenecemos a la religión umbanda donde se les pide por salud y apertura de caminos o se les agradece a las divinidades. Les pedimos bendiciones y axe, que es la energía que nos auxilia día a día para que nuestro destino se torne favorable, para que estemos bien”.

“Yo salí a hablar y a aclarar a la sociedad para defender mi creencia, no me gustaría que personas mal intencionadas manchen nuestra maravillosa religión umbanda que, además, está dentro de los credos reconocidos oficialmente en nuestro país. Nosotros no creemos en la existencia de satanás o el diablo, pero sí creemos en el bien y el mal. Siempre la sociedad nos relaciona con las sectas… dicen que somos satánicos, brujos. Nos vinculan a muchos pae con santos que están relacionados a la delincuencia y a cosas malas. Pero no adoramos a demonios ni a Lucifer. Considero que no existen malas religiones, existen malos religiosos”, explica el pae umbanda de Villa Quinteros, quien suele ser requerido por creyentes de distintos credos que buscan ayuda espiritual para resolver problemas familiares y personales como, por ejemplo, adicciones.

“He atendido a varios jefes de policía y a gente desesperada que busca alguna solución ante las dificultades que tienen. Quiero dejar en claro que yo no vivo de la religión, sino que profeso la religión por amor. Yo tengo mi trabajo, soy empleado público y esto es parte de mi vida. Mucha gente recurre a mí porque me sintieron nombrar por ahí”. Nicolás aclara que nunca pide dinero a las personas que acuden a él, sino que estos colaboran con frutas, monedas, llaves, maíz y otros elementos para realizar las ofrendas.

Según explica el religioso, el umbanda realiza un sincretismo entre formas de la espiritualidad africana y la religión católica. Se trata de un culto que rinde tributo a los ancestros étnicos africanos en nuestro continente: “En nuestra religión incorporamos varios elementos de la cristiandad, por ejemplo, San Jorge, que para nosotros es un orixá de la guerra. O San Marcos, a quien lo asociamos con Xangó, orixá de la justicia. Es un solo Dios para todos, pero con diferentes nombres. Para nosotros Oxalá es el equivalente a Jesucristo, la energía mayor, nuestro supremo”.

A lo largo de la historia, los sacerdotes y feligreses de la religión umbanda han sido muchas veces caricaturizados o ridiculizados como falsos líderes espirituales que hablan ese español atravesado de portugués que por acá se conoce como “portuñol”. En el mundo de la ficción, esa mirada peyorativa del culto afrobrasileño ha dado origen a personajes como “El Manosanta”, que interpretaba por televisión Alberto Olmedo.

También ha sido una usina prolífica de mitologías con algunos lugares comunes. Entre los más difundidos está el que dice que los umbandas invocan a espíritus demoníacos, pero Nicolás lo desmiente: “Se habla mucho respecto a la manifestación de las entidades y es cierto que se manifiestan espíritus, nosotros somos materia de ellos. Pero son espíritus que bajan a hacer caridad a la gente del pueblo, no son espíritus satánicos. En esta religión no tenemos nada que ver con el ocultismo”.

Otro de los rumores más escuchados por ahí respecto al culto umbanda es que sacrifican animales en sus rituales; de hecho, en los últimos días de enero se viralizó en las redes sociales un mensaje que pedía no regalar animales negros el 2 de febrero, ya que se trata de una fecha en que se realizan ese tipo de ofrendas en esta religión. El pae Nicolás explica que ese día es la fecha en la que se rinde tributo a Iemanjá, la Señora de los Navegantes: “Es un día muy importante para todos porque es la data de Iemanjá y de animales no se hace ofrenda, sino que se la agasaja con miel, perfumes, maíz blanco, espejos, collares, aros… se ofrenda en el agua, pero como acá no hay mar, lo hacemos en el templo o en los ríos. Se le pide siempre protección y tranquilidad para la familia”.

Volviendo a uno de los aspectos más polémicos del culto, Nicolás no niega que haya algunos sacerdotes que sacrifiquen animales dentro de esta religión, pero asegura que él no lo hace: “La verdad que es muy delicado ese tema, yo trabajo el axe con frutas, hierbas y cosas naturales. Si tengo que hacer una limpieza a una persona, le pido maíces, velas o monedas y las uso para limpiar el campo de vibración y limpiar los obstáculos de las personas cuando no pueden salir adelante, para concretar algo o para estar económicamente mejor. Pero de eso no te puedo detallar más”.

“Nosotros los hijos de Oxalá somos siempre sociables y generosos. Como hijo de Oxalá somos visibles y notables y esas características son visibles en mí, por eso me sigue mucha gente. Como sacerdote fui elegido por los Orixas y sólo espero que la gente trate de comprender que somos religiosos y no satánicos ni brujos. Espero que la sociedad nos pueda comprender. Yo con orgullo amo mi religión y siempre subo fotos vestido de pae y haciendo ofrendas, no tengo por qué ocultarme porque esta religión es parte de mi vida”, comenta Nicolás para echar luz y espiritualidad ahí donde muchos ven sólo oscuridad y misterio.

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8. Colombia: una banda de narcotráfico practicaba santería para protegerse de la Policía.

FUENTE: Varios medios

 

 

La santería es conocida como una actividad ligada a la religión, en la cual se le rinde culto a algunos santos con el fin de obtener su protección, su guía, y hasta algunos favores en específico; no obstante, tiene una particularidad, que es lo que más critica la sociedad sobre esta práctica y por la cual la considera satanismo: los sacrificios. Estos últimos son considerados ofrendas para las figuras sacras, según explica Colombia.com.

Y es que, aunque es algo que se realiza desde hace muchos años, en la actualidad todavía hay personas que la llevan a cabo, a pesar de la existencia de penalidades para quienes atenten contra la vida de un animal, siendo esto maltrato animal, y de las constantes recriminaciones hacia el hecho de querer asociar estos rituales con una supuesta “creencia”. Al respecto, son muchos los casos que se han conocido sobre santería; sin embargo, el más reciente es la captura de una banda dedicada al microtráfico que, con la intención de protegerse de la Policía y no ser encontrados, realizaban rituales macabros en los cuales utilizaban gallos disecados.

Los hechos se dieron en el barrio Rebolo, de Barranquilla (Colombia), donde las autoridades allanaron cuatro casas que funcionaban como expendio de microtráfico, teniendo en cuenta de que se habían apoderado de dicho negocio en esta zona de la ciudad; no obstante, no fueron sólo los estupefacientes y los responsables de estos delitos lo que encontraron en estas viviendas.

Según declaraciones del general Diego Rosero, comandante de la Policía de Barranquilla, en diálogo con Noticias Caracol, encontraron tabacos, velones, y algunas figuras religiosas de santos, materiales con los cuales realizaban los rituales para mantener alejadas a las autoridades, además de los gallos disecados. “Manifiestan que era la manera de ellos protegerse ante la acción operacional de la Policía Nacional. Se encuentra un gallo disecado, unos tabacos, de igual manera unos velones, y unos dibujos de algunos santos”, fueron las palabras del comandante hacia el mismo medio, al relatar la escena con la cual se encontraron las autoridades al ingresar al lugar.

No obstante, aunque dichas prácticas que llevaban a cabo estas personas pueden llegar a ser sorprendentes e indignantes para la sociedad, no corresponden a ningún tipo de delito; por ende, los cargos por los cuales tendrán que responder los detenidos son el porte y tráfico de estupefacientes y concierto para delinquir.

Vale la pena recordar el caso que se dio en el mes de diciembre de 2020 en la ciudad de Bogotá, más específicamente en un edificio de la localidad de Usaquén, en el cual la Policía encontró por lo menos 30 cuerpos de animales, aparentemente utilizados en rituales; asimismo, los hechos que se dieron en Cali, donde dos mujeres fueron atacadas por la comunidad después de ser vistas sacrificando gatos en prácticas oscuras.

Más detalles de la operación

En una de las casas considerada guarida de la banda delincuencial ‘La Familia’, la Policía encontró un altar con ángeles y arcángeles, una biblia abierta y muchas velas. Otro con la figura de La India Tibisay y uno más con la de José Gregorio Hernández, el venerado beato venezolano. Pero también encontraron 20 cigarrillos de marihuana, una de las evidencias que se suman a la investigación contra cinco personas señaladas del tráfico de drogas.

Fueron investigadores de la Unidad de Intervención Policial (Unipol) quienes les hicieron un complejo trabajo de inteligencia a tres viviendas donde se presumía que vendían estupefacientes. Los funcionarios recopilaron la información necesaria y las evidencias para que les dieran órdenes de allanar los inmuebles, uno de ellos localizado en uno de los ‘bolsillos’ del barrio Rebolo, suroriente de Barranquilla, donde hallaron los altares.

Los policías identificaron plenamente a los presuntos expendedores de droga y develaron que todos son parientes, por eso la banda fue denominada ‘La Familia’. Según los datos recopilados por los encargados, la organización delictiva movía semanalmente unos seis millones de pesos producto de la venta de drogas. Como resultado de los allanamientos, la Policía reportó las capturas de cinco personas y la incautación de 20 cigarrillos de marihuana. Sin embargo, la institución destacó que los investigadores conocieron que, al parecer, los miembros de la banda trataban de proteger su negocio con rituales de santería.

Este medio conoció que las personas detenidas como sospechosas de los delitos de concierto para delinquir, tráfico de estupefacientes y destinación ilícita de mueble o inmueble fueron identificadas como Wilber Antonio Pérez Acosta, quien, según la investigación, al parecer dirigía y ordenaba la venta de droga; Carmen Maxcinta Amaya Acosta, Rosalba María Acosta de Meléndez y Carmen María Acosta Conrado, quienes serían las encargadas de la comercialización de los narcóticos. Por último, Estanislao Acosta Conrado, alias El Manco, a quien la Policía señaló de ser el presunto ‘campanero’. Es decir, de estar atento a que no hubiera presencia policiaca cuando la organización hacía sus transacciones delictivas o cuando los clientes llegaban a comprar la droga.

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9. Murió a los 92 años el babalawo más longevo de la santería en Cuba.

FUENTE: Dime Cuba

 

 

El pasado 13 de febrero murió Ángel Custodio Padrón Cárdenas, quien fuera el babalawo más longevo en el culto de la santería en Cuba. La mañana del día 13, la Asociación Cultural Yoruba de Cuba amaneció de luto como resultado de la muerte de uno de sus máximos representantes. Así lo manifestaron mediante sus redes sociales, donde lamentaron el fallecimiento de quien fuera el vicepresidente primero de la agrupación, tal como informaba después la revista Dime Cuba.

Bebo, como cariñosamente lo llamaban, era uno de los más destacados babalawos y sacerdotes del Ifá de la santería en Cuba. Además, era respetado y admirado por muchos practicantes de esta religión debido a la sabiduría que le otorgó el ser el babalawo más longevo. “Dolorosamente informamos a todos nuestros Asociados, Amigos y Seguidores que, en la mañana de hoy, falleció nuestro querido Bebo”, expresaron en el comunicado difundido en Facebook. Seguidamente, recordaron que Ángel Custodio Padrón Cárdenas, Awo Eyiogbe, era el vicepresidente de la institución y “el Sacerdote de IFA más longevo de Cuba”.

Al parecer, este distinguido babalawo de la santería en Cuba murió a la edad de 92 años por razones aún no descritas de manera oficial. Asimismo, dedicó al menos unos 68 años de su vida al Ifá defendiendo con ímpetu los principios esenciales de la religión yoruba en Cuba. Sin duda, la muerte de este insigne babalawo causó gran consternación entre los practicantes de la santería en Cuba. Como resultado, a través de las redes sociales manifestaron su pesar por esta pérdida y recordaron la relevancia de Awo Eyiogbe para el culto religioso.

Tras saberse que murió Bebo Padrón, el babalawo más longevo, diferentes practicantes de la santería en Cuba le rindieron un homenaje en redes sociales. Por lo tanto, se dedicaron a destacar la grandeza de este sacerdote del Ifá, marcada por su alto sentido de pertenencia a la religión. Asimismo, recordaron que durante su vida Bebo defendió las tradiciones de la santería en la Isla. Esto se notó, sobre todo, mientras se desempeñó como uno de los Sacerdotes Mayores de la Asociación Cultural Yoruba de Cuba.

Algunos de los más fieles seguidores del fallecido babalawo reconocieron también cómo éste practicó la santería en Cuba de una manera limpia. En consecuencia, mencionaron que Bebo sobresalía por su empeño en no convertir la práctica religiosa en un lucrativo negocio. Y es que, al parecer, Padrón nunca tuvo reparo en condenar públicamente a las personas que desde el culto buscaban beneficios económicos. Como resultado, repudiaba este tipo de acciones e instaba a los miembros de la sociedad a mantenerse firmes en los principios de la religión. “Sabemos que el dinero es con lo que se compran las cosas, pero todo no se puede comprar con dinero”, dijo alguna vez Bebo sobre este tema.

Finalmente, muchos practicantes de santería en Cuba esperaban informes acerca de los actos fúnebres que se realizarían en honor de este insigne babalawo. No obstante, en un primer momento no se brindaron mayores detalles. Posiblemente, a causa de la situación del coronavirus en Cuba, no sería posible realizar un velatorio público como es acostumbrado. Sin embargo, aún no habían indicado cuáles serían los planes previstos.

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10. La concepción del vudú del escritor dominicano Tomás Hernández Franco.

FUENTE: Acento

 

 

En la formidable conferencia “Apuntes sobre poesía popular y poesía negra en las Antillas” (1942), Tomás Hernández Franco expone una muestra bastante sólida y rica de la tradición poética popular y negra y su relevancia en la definición del mestizaje. Lo cuenta Ronny Ramírez en el medio dominicano Acento.

En la costa africana de Ouidah, en Benín, reina un paisaje de abandono y desolación. Allí se encuentra un arco de piedra que rememora las enormes procesiones de esclavos que eran forzados a ocupar los barcos negreros destinados a América. Del llanto, los gritos y la impotencia de aquellos días, según el etnólogo francés Alfred Métraux, sólo permanece la melancolía de una playa silenciosa y desierta. Cuántos siglos de almas anónimas y tristes arrastrará el viento salado por esos confines. Pues el lugar que ocupa la “Puerta del no retorno” sería lo último que los esclavos verían de África. Una vez ocupaban los buques, jamás volvían. Muchos ni siquiera llegaban vivos al Nuevo Mundo. Es difícil imaginar el nivel de conmoción y desesperanza que debieron sentir cientos de miles de personas al verse cruelmente despojadas de su dignidad, su tierra y seres queridos. En esas condiciones, sin embargo, sólo algo de sí retenían en sus corazones temerosos y resentidos, algo insondable e inaprensible para los amos blancos. Llevaban el vudú.

Nadie hubiese imaginado que el vudú no solo serviría para reivindicar la identidad africana y evocar la tierra natal y perdida, sino que resplandecería como estandarte de resistencia y base de revoluciones posteriores que derivarían en la abolición definitiva de la esclavitud. Pero, lamentablemente, el vudú suele ser concebido de otra manera. Como advierte Métraux, “el vudú sugiere habitualmente imágenes de muertes misteriosas, ritos secretos o saturnales celebradas por negros borrachos de sangre, de estupro y de Dios”.

El compilador Amar Hamdani refiere que hubo una literatura “blanca” que fomentó esta imagen diabólica y bárbara del vudú en la cultura popular. Libros como La isla mágica (1929), de William Seabrook, o Haytiorthe Black Republic (1884), de Spencer St. John, no sólo impregnaban un hálito de aventura, crimen, exotismo y magia al vudú, sino que calaban en la cosmovisión de Europa y el resto del mundo con respecto a Haití como país peligroso e incivilizado. Por su parte, el escritor dominicano Tomás Hernández Franco (1904-1952), menos conocido en el plano internacional, también refiere una concepción peculiar del vudú. Explorar dicha concepción y su posible adherencia a la reputación generalizada de esta religión es el propósito de esta nota.

En la formidable conferencia “Apuntes sobre poesía popular y poesía negra en las Antillas” (1942), Tomás Hernández Franco expone una muestra bastante sólida y rica de la tradición poética popular y negra y su relevancia en la definición del mestizaje. La ponencia se perfila como una búsqueda del ser antillano a través de la poesía y subraya la dificultad de identificar un canto puramente mulato. Las confluencias históricas y culturales entre el español, el africano y el indio configurarán una identidad transida de sombras y luchas. Pero hay un detalle que particularmente llama mi atención. Y es cómo este autor parece concebir la negritud y el vudú frente a las demás religiones y culturas:

El negro se siente en su casa. Da todo lo que tiene, pero se posesiona de todo lo que necesita. Ha traído su mundo de ritmos, de supersticiones, de sueños, pero saquea la mitología cristiana en beneficio de sus propios ritos. El voudou haitiano tiene casi todos los santos del calendario cristiano y lo mismo el ñáñigo cubano. ¿Qué le quitó al indio que tenía una mitología mucho más accesible y un fetichismo mucho más ingenuo? Pocos se han preocupado por averiguarlo.

El autor perfila al negro como un “conquistador de ritmos” y señala su aparente determinación de apropiarse de elementos ajenos para beneficiar o enriquecer su propia expresión. Es curioso que plantee esta afirmación desde el punto de vista de qué componentes “saqueó”, por ejemplo, del cristianismo, en vez referir las circunstancias que llevaron a los esclavos a adoptar los íconos cristianos.

El escritor dominicano Carlos Esteban Deive en su libro Vudú y magia en Santo Domingo (1996) dice a este respecto que los vuduistas enmascaraban a sus dioses con imágenes de santos católicos para engañar a sus amos blancos y así evitar sus reprensiones: Lo que el esclavo veía en el santo no era su santidad, sino las simples analogías que le permitían rendir culto a un determinado vudú. La imagen del santo actuaba como una pantalla, pero se trataba de una pantalla elocuente, que le servía para mantener viva la representación mística de esa deidad”. Es decir, más que una “conquista” y una usurpación deliberada, los elementos adoptados sirvieron en última instancia para constituir una estrategia de supervivencia y resistencia frente a los atropellos que suscitaban sus actos “paganos”.

Ahora, Tomás Hernández Franco extrapola ese espíritu depredador y voraz del vudú a la poesía. Así lo expone en el poema “Banquete de negros en el muelle de la noche” de su libro Canciones del litoral alegre (1936), en el que recrea una fiesta vudú en el candor de la clandestinidad:

“En el banquete del muelle / se están comiendo la luna / los negros / con dientes de la canción. […] Los negros ya no se van: / con viento de la tormenta / está inflado el acordeón / El volcán de Martinica / Está en el trago de ron, / Trueno de noche de trópico / Rodando va en el tambor”.

El vudú de Hernández Franco es ritmo de trópico y muerte. Pero también apetito insaciable y paroxismo. En este poema, que puede evocar la posesión de los loas sobre sus adeptos o el trance místico, los negros engullen todo a su paso y van oscureciendo el paisaje. Es decir, a través del furor de la música y la expresión corporal los negros se adueñan de los elementos naturales. En última instancia, el poema proyecta a los negros como una procesión de invasores hambrientos.

A propósito de ello, el ensayista dominicano José Enrique Delmonte refiere que el poema hace patente el “canto del negro y su inserción exitosa en tierra dominicana”, mientras que el poeta dominicano Héctor Incháustegui Cabral advertía que estos versos tenían un aire profético, además de señalar que el final del poema parecía responder a una pregunta enigmática: “Los negros ya no se van/los negros”. Más curiosa resulta la impresión del mismo Tomás Hernández Franco, quien califica su propio poema en la conferencia como “un ensayo de captación del ritmo que todos llevamos dentro”. Me pregunto, a la luz de este análisis, qué esperaba el autor que se captara: ¿El resultado del mestizaje? ¿Los elementos saqueados? ¿Nuestra dimensión africana? Independientemente de todo, Tomás Hernández Franco concreta el clima de superstición y fatalidad que moldea su concepción del vudú en la que se considera su obra cumbre: “Yelidá”.

En este poema, el marinero noruego Erick, intrigado por las historias fantásticas de su tío, emprende la aventura hacia “los puertos bruñidos y azules” y “donde las noches olían a cedro como las barricas de ron”. La épica de esta parte recuerda las peripecias de Ulises en La Odisea y las islas misteriosas y encantadas que fueron apareciendo en su viaje. Erick llega a Haití y se enamora de la nativa Mamuasel Suquiete. La haitiana lo quiere “por ser blanco y rubio” y lo amarra con rituales vudús. Erick se une con ella, como muy a pesar suyo:

“Erick amó a Suquiete entre accesos de fiebre / Escalofríos y palideces y tomaba quinina en grandes tragos de tafiá / Para sacarse de la carne a la muchacha negra / Para ahuyentarla de su cabeza rubia / Para que de los brazos y el cuerpo se le fuera / Aquel pulido y agrio olor de bronce vivo y de jungla borracha / Para poder pensar en su playa noruega con las barcas volteadas / Como ballenas muertas”.

El noruego queda despersonalizado, consumido y convertido a la religión de la negra. En este punto, vale resaltar que en las historias del tío los jóvenes que llegaban a volver de esas islas fantásticas “volvían flacos, callados y tristes”. La magia consumía a los hombres y cerraba el camino de regreso. Los terribles rituales y maleficios del vudú marcaron el trágico final de Erick y apagaron para siempre su pulso de viento.

Con ese mismo clima de fatalidad, William Seabrook describe en su isla mágica todo lo concerniente a los “muertos que trabajan la caña”, es decir, expone por primera vez, a modo de reportaje, un caso de zombificación, mientras Spencer St. John refiere el terrible “Caso Bozoton” en el que supuestamente unos adeptos vudús asesinan a una menor por razones rituales. Por otro lado, muchos especialistas contemporáneos, como Métraux, opinan que estos relatos y otros similares fueron exagerados o distorsionados para generar interés y comercializar la intriga que suscitaba el vudú en el resto del mundo.

No hay que olvidar que la Iglesia católica venía arrastrando una lucha encarnizada contra una religión que creía pagana y salvaje. Hamdani señala que desde 1860, con la firma del concordato entre la república haitiana y el Vaticano, los cristianos empezaron a fijar la imagen de terror y barbarie del vudú que iría arraigándose en el imaginario social de esa época y las que le seguirían. Tomás Hernández Franco pudo verse influido por esa ola mediática y estigmatizante del vudú, a tal punto de involucrar su obra en ello.

Ahora, en pleno siglo XXI, con documentales pagados en Youtube y posesiones efectistas en vivo, el misticismo fatal del vudú ha devenido en una curiosidad corriente. Métraux refiere que varios hougans y mambos de Puerto Príncipe “han convertido los santuarios en salas de espectáculos iluminadas con luces de neón”. Es decir, han llegado a falsear ceremonias por unos cuantos dólares americanos, y por ese negocio han expulsado a muchos de los verdaderos creyentes. La traición de sus mismos sacerdotes ha debido mermar la fe de forma significativa.

Es triste imaginar que el capitalismo logre quebrantar en unos años lo que el colonialismo no pudo tocar en siglos de represión y muerte. Pero me gusta pensar que el vudú será depurado y reivindicado en su faceta política, social y revolucionaria, y será finalmente reconocido como una de las fuerzas articulatorias que determinaron la revaloración y libertad de los esclavos.

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