Cáritas Santander | Noticia • 14/06/2021

 

Cáritas participa en la jornada ‘Derecho a la salud: impacto y consecuencias de la pandemia en las familias vulnerables’

 

Sonsoles López, Directora de Cáritas Diocesana de Santander, considera más necesario que nunca construir puentes, acciones e ideas que rompan posiciones inmovilistas y que acerquen a las personas

 

 

 


 

 

 

 

 

 

Nuestra directora en Cáritas Diocesana de Santander, Sonsoles López, participaba recientemente en la jornada ‘Derecho a la salud: impacto y consecuencias de la pandemia para las familias vulnerables’, una iniciativa de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES) en colaboración con su red territorial EAPN Cantabria.

La jornada reunía a una treintena de representantes de organismos públicos, del ámbito académico y responsables de las entidades del tercer sector, con el fin de analizar el impacto y las consecuencias de la pandemia en la atención de las necesidades sociosanitarias de las familias vulnerables, poniendo el énfasis en la necesidad de invertir en un sistema sanitario universal que incorpore un enfoque preventivo, con perspectiva de género y de atención a la diversidad.

En su intervención, Sonsoles López destacó lo difícil que lo han tenido las personas vulnerables con la llegada del Covid y citaba los datos que recogía ya en 2019 el informe ‘FOESSA’ de Cáritas en Cantabria. Según este documento, existían ya 80 mil personas “bien integradas en la sociedad” (cocineros, camareros, limpiadoras…), pero en una grave situación de inseguridad y 22 mil con una vivienda insegura o 45 mil personas con una vivienda inadecuada. “Familias cuya vida era tan frágil que algo tan microscópico como un virus ha empujado a vivir una situación de emergencia: pérdida de ingresos, de trabajo, de salud, pérdidas de seres queridos, … “

Nuestra directora, recordaba que “son familias que antes, con mucho esfuerzo, llevaban el día a día y gestionaban sus escasos recursos para poder pagar el alquiler, los gastos, la comida. Sin lujos, pero con dignidad. Pero la pandemia ha hecho que su situación cambie. A la angustia, estrés y pesar de la pandemia, las familias más afectadas, deben sumar el miedo al desahucio, no tener ingresos suficientes, no encontrar trabajo…”

Lo que esta crisis sanitaria ha hecho, según palabras de Sonsoles López, ha sido abrir aún más la brecha social que ya existía antes. “Desaparecieron los ingresos y la exclusión social se hizo mayor en muchas esferas. Desde Cáritas también queremos que se escuche la voz de las familias monoparentales, en su mayoría mujeres como sustentadoras principales que ya en el pre-COVID se situaban en un 26,7% de sus hogares en el espacio de la exclusión. Es uno de los grupos sobre el que las políticas públicas tendrían que poner su mirada con mayor intensidad”.

Cáritas puso de manifiesto en el encuentro, la necesidad de que se escuche la voz de estas personas, “porque los números terminan ocultando a las personas y nos terminan haciendo más insensibles antes la realidad que refleja”.

Atención especial pidió nuestra directora para los niños, que tuvieron que abandonar las clases presenciales y comenzar a estudiar online cuando muchos no disponían de equipos informáticos o conexión a internet, lo que provocó que se quedaran completamente excluidos. Citó problemas ocasionados por esa situación y no solo educativos, sino también a nivel físico, psicológico y emocional.

En su intervención, Cáritas recordó también a las personas que están en irregularidad administrativa y que han visto agravadas muchas de sus patologías de base, al no poder ejercer su derecho a la salud. Por todo ello, Sonsoles López pidió en este encuentro un compromiso institucional, social y personal para la integración en el mercado laboral de los colectivos más vulnerables.

“Reclamar unas condiciones laborales dignas, regular el teletrabajo una nueva realidad de exclusión cuyas consecuencias estamos empezando a ver. Repensar la asistencia sanitaria tanto física como psicológica. Trabajar por una infancia con igualdad de posibilidades e intentar disminuir la brecha educativa que empuja inevitablemente a la exclusión social”, son, según las palabras de Sonsoles López, los retos a los que nos enfrentamos en la actualidad.

Cáritas cerró su intervención insistiendo en la necesidad de construir puentes, acciones e ideas que rompan posiciones inmovilistas y que acerquen a las personas.

A lo largo de la jornada, otros portavoces de asociaciones mostraron su preocupación con la situación actual.

Así, Rosa Pérez, presidenta de EAPN Cantabria, destacó cómo “la salud es un derecho fundamental, sin embargo, no todas las personas tienen el mismo acceso a servicios sociosanitarios. El informe ‘La desigualdad en la salud’ de EAPN-ES demuestra que un sistema universal de salud es imprescindible si queremos una sociedad libre de pobreza y exclusión social”.

Por su parte, Adrián Hugo Aginagalde, director del Observatorio de Salud Pública de Cantabria, destacó el impacto desigual de la pandemia entre la población. “La pandemia de la COVID-19 ha demostrado cómo los determinantes sociales condicionan la salud de las personas. La historia de las epidemias demuestra que el virus sí entiende de clases sociales y los barrios y comunidades más pobres siempre son los más afectados por las epidemias”.

La ponencia marco corrió a cargo de Javier Arza, vicedecano de la Facultad de Ciencias Humanas, Sociales y de la Educación de la Universidad Pública de Navarra (UPNA), que llamó la atención sobre la situación previa a la pandemia. “La crisis sistémica que venimos atravesando los últimos años ha profundizado las desigualdades existentes. En este contexto, la pandemia de la COVID-19 ha impactado con especial crudeza en quienes ya se encontraban en peor situación social y económica”.