Red Iberoamericana de

Estudio de las Sectas

 

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Nº 842

14 de jun. 2021

 

BOLETÍN MONOGRÁFICO: PSEUDOTERAPIAS Y PSEUDOCIENCIAS

 

1. Una encuesta muestra que los españoles pierden confianza en las pseudoterapias.

2. España: una popular presentadora de televisión promociona la biodescodificación.

3. Las ideas de la agricultura biodinámica triunfan entre algunos cocineros.

4. Terapias alternativas: las curas mágicas que están de moda.

5. La Nueva Medicina Germánica, doctrina peligrosa que defiende el origen emocional de la enfermedad.

6. Louise Hay: la gurú que recetaba amor y perdón para curar enfermedades.

7. Feng shui: de la decoración de casa a la búsqueda de la felicidad.

8. Las flores de Bach lograron “colarse” en un concurso televisivo español.

9. México: la santería también ofrece su propia versión terapéutica a los enfermos.

10. España: polémica por la inclusión de la acupuntura en un temario de oposiciones.

 

 

1. Una encuesta muestra que los españoles pierden confianza en las pseudoterapias.

FUENTE: El Periódico

 

 

Sólo uno de cada seis españoles confía en la homeopatía y uno de cada diez cree en la utilidad del reiki. En el año de la pandemia, las vacunas y la omnipresencia de voces científicas, la confianza en las terapias sin evidencia científica ha caído en picado. Según indica el último estudio de percepción social de la ciencia en España, en apenas dos años la homeopatía ha pasado de seducir el 25 % de los ciudadanos a quedarse con la confianza del 17 %. El reiki, por su parte, ha pasado de contar con el beneplácito del 16 % a quedarse con tan sólo el 11 % de la opinión pública. Lo cuenta Valentina Raffio en El Periódico.

La reputación a la baja de las pseudoterapias contrasta con el fervor ciudadano a favor de la investigación científica. Los españoles valoran muy positivamente el trabajo de los científicos. Estos, de hecho, destacan junto a médicos y profesores como los profesionales más valorados por los españoles, tal y como recoge la última Encuesta de Percepción Social de la Ciencia elaborada por la Fundación Española Para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), que ha recogido la opinión de casi 8.000 ciudadanos entre julio y octubre de 2020.

El impacto de las pseudoterapias

Tres años después de que el Gobierno lanzara su plan para proteger a los pacientes frente a las pseudoterapias, un 23,8 % de los españoles reconoce haber utilizado un 'tratamiento alternativo' como la homeopatía o la acupuntura a lo largo de su vida. La gran mayoría de los encuestados afirma haber utilizado estas pseudoterapias como complemento a los tratamientos médicos convencionales. Sólo uno de cada cuatro usuarios de estas disciplinas sin eficacia científica contrastada afirma utilizarla como sustituto de un tratamiento médico. Y este es justamente el dato que más preocupa. Sobre todo porque, según han denunciado reiteradamente los sanitarios, los pacientes pueden dejar de lado los tratamientos avalados por confiar en este tipo de falsas terapias.

Casi la mitad de los usuarios de pseudoterapias confía en ellas para el tratamiento de problemas como el dolor. Un 20,7 % acude a estos para paliar el estrés o la ansiedad. Y un 12,8 % para tratar enfermedades leves como un resfriado. Preocupa, sin embargo, el 1,4 % de ciudadanos que afirma haber recurrido a estas falsas terapias para el tratamiento de dolencias tan graves como el cáncer. “Estos datos muestran que en España la gran mayoría de los ciudadanos no creen en las pseudoterapias. Aun así, preocupa este 1 % de los españoles que han sido engañados para creer que pueden curar algo grave con algo que no es científico”, ha afirmado Pedro Duque, ministro de Ciencia, durante la presentación de la encuesta.

El estudio, que indaga en la percepción social de este fenómeno cada dos años, apunta a que el uso de pseudoterapias ha aumentado en los grupos de población con un nivel educativo más bajo y, por el contrario, ha disminuido entre las personas con estudios universitarios. Todo apunta a que las mujeres y los jóvenes son los grupos más proclives al uso de estas falsas terapias. En la franja de entre 25 a 34 años, de hecho, el uso de pseudoterapias ha aumentado de un 26 % a un 33 % en los últimos dos años.

Percepción social de la ciencia

Al otro lado de la balanza, parece que aumenta el interés por la ciencia en España. Un 14 % de los ciudadanos sitúa a la ciencia entre sus intereses principales. Pero, indirectamente, también hay un gran porcentaje de ciudadanos que se inclina por temas (directa o indirectamente) relacionados con la ciencia, como el 46 % de españoles interesados por el seguimiento de la pandemia de covid-19, el 26 % por cuestiones de medicina y salud y un 10 % por temas medioambientales.

Un 85 % de los interpelados en este estudio está a favor de que se invierta más en ciencia. La petición iría dirigida tanto al Gobierno de España, como a las autonomías, la administración local y las empresas. Asimismo, un 59 % de los ciudadanos afirma que estaría dispuesto a donar a favor de la investigación científica de la misma manera que se dona a entidades sociales y oenegés.

Pero a pesar de su buena reputación, la ciudadanía también percibe que la investigación en España está mal remunerada y que, en general, cuenta con escaso reconocimiento social. Estas afirmaciones, sin ir más lejos, también protagonizan las reivindicaciones del sector, que reclama contratos estables y salarios dignos para los investigadores españoles. En relación con esto, el 66,2 % de los encuestados opina que la ciencia española está más retrasada que la media de los países de la Unión Europea.

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2. España: una popular presentadora de televisión promociona la biodescodificación.

FUENTE: Varios medios

 

 

El pasado mes de abril, la humorista, presentadora y actriz española Paz Padilla publicó su libro El humor de mi vida. En él, cuenta cómo superó la muerte de su marido. Sin duda, fue un duro golpe y contar cómo lidió con el duelo puede ser incluso liberador para ella. Y quizás para otras personas que lo lean y se encuentren con una situación similar. Según explica Azucena Martín en Hipertextual, el problema es que entre sus páginas menciona ciertas pseudoterapias, como la biodescodificación y el reiki. No sólo las menciona. Defiende su utilidad.

Es bastante peligroso que alguien con su influencia dé validez a cualquier terapia sin evidencia científica. Pero lo es mucho más que se le dé un altavoz tan grande como la televisión. Y, por desgracia, no sólo ha hablado de estas terapias en su libro. También en programas como “Sálvame” (programa vespertino sobre los famosos, emitido de lunes a viernes), donde ella trabaja, o en la última emisión de “Cuarto Milenio” (programa semanal emitido los domingos en la noche, con contenidos sobre misterio).

En este programa, presentado por Iker Jiménez, no se limitó a hablar de su libro sin más. Dio valor a la biodescodificación y de paso desprestigió la verdadera medicina, con frases como “los médicos no saben nada”. Esto no es ilegal, pero debería estar en la responsabilidad de quienes dirigen estos altavoces que no se utilicen para difundir mensajes que pueden confundir a los espectadores y llegar a ser muy dañinos. Puede parecer que no es el caso de la biodescodificación, pues incluso sus defensores en determinadas ocasiones la señalan como un complemento de la medicina convencional. Sin embargo, por definición conlleva mensajes que pueden hacer mucho daño a los enfermos. Incluso a sus familias.

¿Qué es la biodescodificación?

Para empezar, es importante tener claro qué es la biodescodificación. Durante la intervención de Paz Padilla en “Cuarto Milenio” la definieron como “una rama de la medicina tradicional que intenta encontrar el origen o el significado emocional de las enfermedades”. Les faltó finalizar la definición diciendo que lo intenta, pero no lo consigue. Porque no hay un origen emocional de las enfermedades. Al menos no como señala esta pseudoterapia.

Y es que, básicamente, busca un origen general para cada patología, sin distinciones entre pacientes. Hay de todo. En el caso del cáncer, por ejemplo, lo relacionan con algún viejo resentimiento u otros problemas emocionales muy arraigados en el pasado. Los fallos renales los asocian a problemas de convivencia. Y el SIDA con “una disociación entre el amor y la sexualidad que destruye las defensas”. Estos son sólo algunos ejemplos, pero hay para casi cualquier enfermedad que nos venga a la mente.

Cabe destacar que los problemas emocionales a veces se pueden exteriorizar físicamente. La ansiedad no sólo consiste en palpitaciones y falta de aire. Puede provocar fuertes dolores de cabeza, hormigueo en las extremidades o trastornos digestivos, entre otros síntomas. El estrés a la larga también nos puede pasar factura. Todo estos podrían considerarse orígenes emocionales de la enfermedad, pero sí cuentan con una explicación científica y no tienen nada que ver con lo que defiende la biodescodificación. En esta pseudoterapia se intentan dar más bien una explicación metafísica a todas esas cuestiones. Y eso es peligroso.

¿Por qué no es tan inocua como parece?

Inicialmente puede parecernos que la biodescodificación no es peligrosa. Si simplemente se usa para encontrar el origen de una enfermedad, pero sin dejar de recibir tratamiento por parte de un especialista, ¿qué mal puede hacer? Pues, en realidad, mucho mal. Los psicólogos llevan ya mucho tiempo advirtiendo del mayor de sus peligros: la culpabilización del paciente. Una persona con una enfermedad terminal tiene mucho que asumir. Si además a eso le sumamos el peso mental de creer que fue un viejo rencor o cualquier otro problema emocional el que se la causó, el tránsito puede ser mucho más insoportable.

Es algo similar a lo que ocurre con la costumbre de retratar a los pacientes de cáncer como luchadores. No se les puede dejar a ellos el peso de su enfermedad. No hay nada contra lo que luchar. Tampoco es una guerra. Es una enfermedad muy grave y, a veces, por muchas ganas que tenga la persona de curarse, no es posible. Y otras veces no hay ganas, porque no les quedan fuerzas, pero no por eso se merecen morir. De cualquier modo, todo esto es aplicable también a enfermedades que no son mortales. El paso por cualquier enfermedad, incluso si es curable, puede hacerse más arduo si se acompaña del peso de la culpabilidad.

Además, la situación se vuelve incluso más dramática si los enfermos son niños, pues muchas veces son los padres los que se sienten culpables. De hecho, uno de los mensajes más dañinos de la biodescodificación es que los niños menores de 14 años no se enferman, “sino que reflejan las emociones mal gestionadas de los adultos con los que conviven”.

Parémonos a pensar por un momento. Imaginemos a unos padres que vieron el programa de “Cuarto Milenio” en el que Paz Padilla habló maravillas de la biodescodificación. Supongamos que se sienten atraídos por esta pseudoterapia y deciden empezar a leer sobre ella y a aplicarla en sus vidas. Imaginemos ahora que poco después diagnostican leucemia a su hijo de cinco años. ¿Cómo se sentirán esos padres? Por todo esto, la biodescodificación no es inocua. Y es algo en lo que deberíamos pensar antes de darle altavoces tan grandes.

El trasfondo de la pseudoterapia

En El Español, Marcos Domínguez relata que Paz Padilla, una de las presentadoras de televisión más queridas por el público, acudió a “Cuarto Milenio”, el popular programa de misterio de Cuatro, para hablar de su libro El humor de mi vida, donde narra el proceso de la pérdida de su marido, Antonio Juan Vidal, que falleció de un cáncer a los 53 años. La también humorista contaba a Carmen Porter, presentadora del espacio junto a Íker Jiménez, cómo llegó a la aceptación de la muerte de su marido y quiere ayudar a la gente a ver este proceso como algo natural. Hay que alabar su valentía para contar algo tan personal e íntimo como es la pérdida de un ser querido, y también sus palabras en favor de la importancia de los cuidados paliativos y de la comunicación entre los médicos, los pacientes y los familiares de estos.

El problema vino cuando afirmó que, para afrontar este proceso, contó con la ayuda de una amiga “biodescodificadora”, algo que aconseja a todo el mundo “porque son personas que estudian las emociones”. Lo que quizá no sabe es que esa 'ayuda' de la biodescodificación ha causado ya varias muertes en personas que, confiando en esta pseudoterapia, abandonaron el tratamiento médico que tenían prescrito, si bien no fue así en el caso de su esposo. Sin embargo, el creador de esta presunta terapia –que no cuenta con ningún respaldo científico– ya tiene varias condenas por incitar el abandono de tratamientos médicos probados.

Según sus defensores, la biodescodificación se basa en que toda enfermedad tiene una causa emocional, algo que la emparenta con la tristemente famosa Nueva Medicina Germánica. Claude Sabbah, el médico francés que la inventó con el nombre de Biología Total de los Seres Vivientes, es seguidor de Ryke Geerd Hamer, el creador de la Nueva Medicina Germánica que, como Sabbah, tuvo a sus espaldas varias condenas por similares causas. “Las emociones nos enferman”, indicó Padilla en “Cuarto Milenio”. Refiriéndose a su amiga terapeuta, “primero intentó ayudar a que Antonio supiera de dónde venía todo ese sufrimiento, porque él tenía mucho sufrimiento de estrés, de angustia… Yo sé que a Antonio lo enfermó el estrés”, afirmó.

La biodescodificación relaciona distintas emociones con problemas en otros tantos órganos. Según sus inventores, casi todos los traumas que generan enfermedades vienen de la infancia, de los primeros meses de vida e incluso desde el momento de la gestación. El Observatorio contra las Pseudociencias, Pseudoterapias, Intrusismo y Sectas Sanitarias de la Organización Médica Colegial explica que la biodescodificación se basa en que las enfermedades no existen como tales “sino que se trata de programas biológicos de supervivencia, que activan el cerebro para adaptar al organismo al estrés que padece, fruto de los conflictos que afectan a todo ser vivo”.

El problema es que nada de esto está demostrado. Los seguidores de esta práctica niegan otros orígenes para las enfermedades que no sean los emocionales. Es decir, que la culpa del cáncer no es de la genética, de la exposición a ciertos elementos o de hábitos insanos sino del trauma emocional del propio paciente. Así, 'curando' ese trauma emocional, se curaría la enfermedad. Esto, sin embargo, no es lo que pasa.

Francia suspendió a Claude Sabbah su título de Medicina cuando una persona con cáncer de próstata, siguiendo los preceptos de la biodescodificación, se negó a ser tratada hasta que ya era demasiado tarde. Sabbah se mudó a Canadá para seguir con su práctica. En Bélgica, en 2011, murió una mujer con cáncer de estómago por la misma razón: ’tratarse’ con esta pseudoterapia renunciando a su tratamiento.

El principal impulsor de esta pseudociencia es otro francés, Christian Flèche, creador del 'sistema DBO' o descodificación biológica original, que busca liberar la energía encerrada en el cuerpo por culpa del trauma o bioshock. Como todos estos embaucadores, es autor de numerosos libros donde aplica esta pseudoterapia a una gran variedad de patologías, desde el reumatismo a la enfermedad de Alzheimer.

En España, los impulsores de la biodescodificación han sido Rafael Marañón y Enric Corbera, que ha creado su propio término, bioneuroemoción, pero la base siempre es la misma: las enfermedades no son más que manifestaciones de una emoción traumática. Así, la persona es la culpable de su enfermedad y de no curarse. Como dice el propio Corbera: sólo se mueren los gilipollas. La relación entre bioneuroemoción y biodescodificación es tan clara que Flèche denunció a Corbera por plagiar sus libros, y ganó.

Como en todas las pseudoterapias, acaban sirviendo para todo tipo de problemas. Hay 'terapeutas' de biodescodificación como Patricia Bartolomé, que aplica el presunto método a la fertilidad, afirmando que el “inconsciente biológico” influye de tal forma que puede impedir a las mujeres quedarse embarazadas. Por supuesto, dándole una vuelta de tuerca al nombre, pero la esencia es la misma: psicobiofertilidad.

Programación neurolingüística

Volviendo a Paz Padilla, la humorista ya había señalado en alguna ocasión su interés por la biodescodificación, pero es ahora, con la emisión de su entrevista en “Cuarto Milenio”, cuando ha estallado la respuesta. La farmacéutica y miembro del colectivo Salud sin Bulos Gemma del Caño señalaba que “es una patraña especialmente cruel porque culpabiliza a las personas de su enfermedad”.

La entrevista guardaba otras perlas. “Tenemos 15 sentidos o más, hay tanto por descubrir… ¡Si es que los médicos no saben nada!”, ha afirmado, apuntando después que hay “cosas que la ciencia, hoy por hoy, no puede demostrar”. En otro momento de la conversación también hacía referencia a la programación neurolingüística, definida por la OMC como “una serie de ideas y técnicas de tipo filosófico-pseudopsicológico que busca la autorrealización personal y la superación de trastornos mentales”, adjudicando al lenguaje “la capacidad de nuestro éxito y salud”. Evidentemente, no se ha demostrado su efectividad.

Cada vez que una persona famosa, con toda su buena intención, habla en público de estas prácticas cuyos beneficios no han sido demostrados le da una publicidad inmensa que cuesta un esfuerzo enorme rebatir por parte de los expertos. El privilegiado altavoz de la fama debe utilizarse con responsabilidad, máxime cuando ya ha habido numerosas víctimas inocentes que un día abandonaron los tratamientos con eficacia demostrada movidos por unos charlatanes sin escrúpulos.

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3. Las ideas de la agricultura biodinámica triunfan entre algunos cocineros.

FUENTE: Varios medios

 

 

Mauro Colagreco ha recreado la experiencia actual del restaurante Mirazu (Menton, Francia) en el escenario de Madrid Fusión Alimentos de España mediante una escenografía de plantas y frutos. «La pandemia nos llegó en un momento culmen, con las tres estrellas y el título de Mejor Restaurante del Mundo por The World's 50 Best, y fue un shock, por lo que decidimos dar un cambio total y apostar por la agricultura biodinámica y el calendario lunar, por conectar intrínsecamente con la tierra, aunque esto supusiera mucho más trabajo para mi gente». Lo leemos en El Correo, en un artículo de David Salvador.

Más trabajo porque ahora Mirazur no cuenta con un menú fijo, sino que puede cambiarlo íntegramente hasta cuatro veces en una semana. Y no solo el menú. Según los diferentes ciclos de la luna -Raíz, Hoja, Flor y Fruto-, cambia también el perfume o la decoración de la sala. Colagreco era firme: «La luna es ahora nuestra jefa de cocina». Iba explicando su visión lunar mientras una persona del público disfrutaba en primera persona de la experiencia sentándose en el «jardín» recreado, donde empieza ahora el recorrido del restaurante. «Siéntete con el Mediterráneo delante y los Alpes atrás», le comentaba. La inmersión comenzaba con los snacks, que el equipo del restaurante entrega al comensal en una cesta de picnic (entre otros, remolacha y hibiscos, polen y flores frescas o flor de calabacín con menta).

Estaba todo el auditorio en el universo Mirazur de un día flor, con el mismo número de pases que el de las otras fases -unos ocho o nueve, «suficientes para poder transmitir lo que queremos sin cansar al comensal»-, pero totalmente particular. Tocaba entrar en la «sala». Ahí, «en un día flor el menú podría presentar platos como el de la rosa de gamba roja de San Remo («Me matará Quique, pero tan buena como la de Dénia») con pétalos de rosas fermentados; la flor de borraja hervida sobre un flan del jugo de navajas; un juego cromático amarillo con remolachas amarillas, mejillones y salsa infusionada en azafrán, o la flor de banano cultivado en su huerta con mantequilla («Estamos en Francia») montada con huevas de trucha».

«En Mirazur no dividimos tanto la parte dulce y salada como hacen en Francia, sino que trabajamos su transición por ejemplo con un postre de crema helada de capuchina». El último plato, un homenaje a los «seres sagrados para la biodinámica», las abejas, donde se utilizan todos los elementos de un panal: miel, propóleo y polen. Había finalizado la inmersión; faltaba el mensaje final del chef: «Cuanto más afinemos nuestros sentidos más capacidad tendremos para construir relaciones íntimas con nuestro entorno, para tender puentes entre nuestro interior y el exterior. Debemos compartir el sentimiento de ser parte de un todo».

Incidía en la llamada a sus colegas: «La cocina es un privilegio. El alimento es la vida. Quien lo cuide, cuidará la vida; quien descuide lo, descuidará la vida. Y es un momento especial para cuidarla. Las generaciones que van a seguirnos ya lo reclaman. Como cocineros tenemos la oportunidad de impactar en nuestro entorno de forma positiva, de crear consciencia». Y Colagreco acababa: «En Mirazur decimos que el futuro es hoy. La naturaleza debe estar en el medio de nuestras cocinas. No perdamos esto de vista, aunque nos tomen por lunáticos».

Cómo la pseudociencia ha conquistado a las estrellas Michelin

“En función del día los alimentos y los vinos saben diferentes”, explica sin rubor Juan Manuel Bellver, director de Lavinia y reputado crítico de vinos, al presentar la ponencia de Mauro Colagreco en Madrid Fusión. No se refiere a cómo te pille de ánimo una comida, sino a que un tipo de alimentos sientan y saben mejor si los comes hoy dos de junio o mañana, día tres. Esto es, exactamente, lo que ha explicado Colagreco, el chef argentino que se ha convertido en el primer no francés en obtener las tres estrellas Michelin para su restaurante Mirazur, considerado uno de los mejores comedores del mundo.

En su nueva temporada, que está a punto de inaugurarse, Colagreco preparará cuatro menús completamente distintos, en función de un calendario de los ciclos lunares que divide los alimentos en “hoja”, “raíz”, “flor” y “fruto”. ¿Es un pichón un fruto o una raíz? ¿Y unas navajas? Poco importa. En los platos presentados hoy, pertenecientes al menú “flor”, bastaba con incluir flores o capullos en las preparaciones para estar satisfecho.

No hace falta llamar al CSIC para saber que esto es una estupidez esotérica. Y Colagreco, lejos de vender esta como un ejercicio creativo de inspiración mística, más o menos inocente, ha insistido en dibujarla como la salvación, no ya de gastronomía, sino del mundo. “La tierra y sus elementos, los astros y su ritmo, son aliados para afinar nuestras emociones y conectar con la naturaleza”, ha asegurado el argentino. “Compartir el sentimiento de ser parte de un todo. Debemos ser conscientes de que nuestra materia prima, el alimento, es la vida. Quien cuide el alimento cuidará la vida, quien descuide el alimento, descuidará la vida. Como cocineros tenemos la oportunidad de impactar en nuestro entorno de forma decisiva”.

Ya sabíamos que la agricultura biodinámica, la pseudociencia que asegura, entre otras cosas, que hay que adaptar las tareas agrícolas a los ciclos lunares y enterrar cuernos de vaca para el correcto abono del terruño, ha conquistado a muchos bodegueros. Pero parece que ya ha entrado de lleno en la cocina, donde aún es más difícil de justificar. Vaya por delante que hay muchos vinos biodinámicos estupendos. Al fin y al cabo, sus promotores no dejan de practicar una agricultura muy cuidada, con la que se obtienen resultados excelentes. Pero no debemos confundir causa y efecto. Los vinos no están buenos porque la uva se haya vendimiado a la luz de la luna llena, sino porque se ha tratado con esmero durante todo el año. ¿En qué cabeza cabe que los ciclos lunares afecten ya no a los cultivos, sino a nuestras comidas diarias?

Por desgracia, Colagreco no es el único chef de categoría que se ha dejado encandilar por estas sandeces. Ignacio Echapestro, chef de Venta Moncalvillo, el restaurante con estrella Michelin ubicado en un pueblo con menor población (Daroca de Rioja), también está ya diseñando sus menús en función de los ciclos lunares. Como ha explicado en Madrid Fusión, su restaurante ofrece trece menús al año, “uno por cada fase lunar, que es de 28 días”. Y esto, explica, “da sentido a nuestra cocina”.

La chaladura llega al nivel de afirmar que la luna creciente, que se relaciona con el “fuego”, es buena para hacer fermentaciones; y la luna menguante, que se relaciona con la “tierra”, es ideal para hacer encurtidos. Ya ni siquiera hace falta disimular con el rollo de que “si la luna afecta a las mareas también lo hace a las plantas”. Amigo, la luna también te puede joder los boquerones en vinagre.

Todos estos discursos esotéricos se rodean siempre de la palabra “sostenibilidad”, que, en los últimos años, se ha convertido en obligatoria en los ciclos gastronómicos. Vaya por delante que es fantástico que la cocina se preocupe por el medio ambiente, algo que debería hacer todo el mundo, pero es necesario que todos nos hagamos la pregunta que nadie quiere hacerse. ¿Qué impacto positivo tiene en el planeta que uses agua de grifo, recicles las botellas o utilices (algunas) verduras de tu propio huerto para generar una menor huella de carbono cuando la gran mayoría de tus clientes son turistas, que vienen de la otra parte del mundo, en muchos casos en avión de ida y vuelta, solo para comerse un menú de 300 euros? Me juego el cuello a que más de un superrico viene en jet privado de Rusia o EE.UU. a Mirazur a probar los cuatro menús distintos. Póker de sostenibilidad.

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4. Terapias alternativas: las curas mágicas que están de moda.

FUENTE: Perfil

 

 

Hay disciplinas que ofrecen caminos “alternativos” para reflexionar sobre ciertos aspectos de la vida. Algunos guías pueden orientarnos para saber si la persona que nos gusta “vibra” en la misma sintonía que nosotros o si las energías son favorables para animarnos y, por fin, cambiar de trabajo. Hasta ahí, nada nuevo bajo el sol. Desde siempre, los hombres y las mujeres han intentado encontrar las misteriosas razones de su existencia y de su destino. Así comienza el artículo que ha escrito Giselle Leclercq y que ha publicado el diario argentino Perfil.

Sin embargo, el siglo XXI trajo una explosión de las terapias alternativas que ofrecen la promesa de curar cualquier tipo de enfermedad, en base al trabajo espiritual y al autoconocimiento. Desde el Health Coaching, que insiste en la la mirada holística para tratar trastornos como el estrés o la ansiedad, hasta la Biodescodificación o las Constelaciones Familiares, que van mucho más allá de las lógicas racionales y aseguran que se puede “viajar” a generaciones pasadas para encontrar el origen de un cáncer o una diabetes. A pesar de no tener ningún respaldo científico, estas opciones son cada vez más tentadoras para jóvenes y profesionales de las grandes ciudades.

Parece una paradoja que, en tiempos de pandemia, los discursos anticientíficos estén más en boga que nunca. Sin embargo, mientras el mundo aprende a pasos acelerados sobre virología y métodos para desarrollar tratamientos o vacunas, un sector importante de la sociedad busca respuestas médicas a través de terapias alternativas. “Vibrar alto”, “tener buenas energías”, conectar con el “yo interior” y “soltar” parecen ser la receta mágica para paliar cualquier dificultad.

A nivel mediático, la famosa argentina Ivana Nadal se convirtió en una especie de caricatura de estos mensajes. “Date amor y el Covid-19 no te toca, amigo, te lo prometo”, llegó a decir la modelo, que tiene casi 3 millones de seguidores en Instagram. Y, aunque sus detractores se esfuerzan en mostrarla como una voz aislada, estos discursos circulan con una fuerza inédita.

Cecilia López Silva se dedica a la Biodecodificación Consciente y Andrés Rovetto a las Constelaciones Familiares. Ambos reconocen que en el último tiempo crecieron las consultas (y los clientes, se podría decir). El fenómeno excede a la Argentina. En España, por ejemplo, se lanzó la Asociación Para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP), que publicó un informe alarmante. Según el estudio, muchas personas abandonan tratamientos convencionales con la esperanza de curas alternativas y se producen entre 1.200 y 1.400 muertes al año en el país vinculadas a la “medicina natural”. Sin embargo, tanto López Silva como Rovetto insisten en un punto: las suyas son terapias “complementarias” y, subrayan, jamás recomiendan abandonar la atención tradicional.

Las Constelaciones Familiares entienden que todas las personas traen información, patrones y estructuras heredadas de generaciones pasadas. “Es lo que traemos en el alma, la memoria que trasciende los recuerdos y que puede venir de un abuelo o bisabuelo que quizás no conociste. Ahí es donde aparece lo misterioso. Hay una herencia invisible”, cuenta Revotto. Las experiencias que cuentan quienes se constelaron suenan fantásticas. Hay quienes dicen haber descubierto un secreto familiar o encontrado el origen de su síntoma (sea físico, mental o emocional). El especialista es cauto a la hora de hablar de “curar” y prefiere hablar de “ordenar la información del alma”. De hecho, toma distancia de Ivana Nadal y reconoce que su mensaje puede ser riesgoso.

La Biodescodificación tiene diferentes ramas. En la que trabaja López Silva “una persona puede biodescodificar cualquier síntoma, desde un granito a un dolor físico o a la molestia que puede generar que un vecino haga ruido a la noche y no pueda dormir”, asegura y agrega: “No somos solo un cuerpo físico y, si nos enfermamos, lo primero que se enfermó es el espíritu. Lo que vamos a decodificar es qué mensaje me vino a dar esta enfermedad o situación”. Su postura es bien “nadalista”.

Una crítica frecuente a estas posiciones radica en que se “responsabiliza” a quien tiene la enfermedad, como si fuera culpable de haber nacido en determinada familia o lugar, causantes de su enfermedad. López Silva no esquiva el cuestionamiento: “El síntoma no es un castigo sino un mensajero. La enfermedad se manifiesta porque hay algo que lo permite desde el inconsciente. Por ejemplo, viene alguien con diabetes y tenemos que buscar arriba. Si algo sucede acá es porque arriba ya sucedió y uno es creador de su vida. Me pueden preguntar: ‘¿entonces yo me creé que mi padre me pegue?’ No digo que una persona lo desee, pero desde lo inconsciente hay una información que está actuando, que está vibrando”.

A pesar de la irracionalidad postulada, los consultantes de estas terapias suelen contar orgullosos los beneficios obtenidos. En el libro Ingenuos: el engaño de las terapias alternativas, en el que un grupo de investigadores estudió cómo trabajan diferentes disciplinas, concluyó que “el efecto placebo es el gran responsable de que, en algunas ocasiones, se crea que una determinada terapia alternativa ha funcionado. El agente responsable no es la terapia, sino el propio sujeto que, por medio de los cambios realizados en sus pensamientos ha modificado sus comportamientos y emociones. En la psicología clínica científica todo esto lo evaluamos y lo sometemos a prueba. En las terapias alternativas no. Por el contrario, alegan toda una serie de elementos esotéricos (energías universales, vidas pasadas, etcétera) para explicar los cambios que el propio paciente ha producido”, explican.

Este punto de vista puede observarse con más facilidad entre los “health coach”, quienes hablando de universo y energías invitan a los consultantes a pensar en la integridad de su salud, atendiendo tanto al cuerpo, como a la mente y el espíritu. “Sabemos que somos un todo, y por más de que comamos 100 % orgánico y natural, si tenemos estrés o una relación tóxica, eso impactará en nuestra salud y bienestar”, describe Loli Alliati, referente de esta disciplina. Mientras algunos ubican a las terapias alternativas en el plano de la fantasía y la irracionalidad, sus defensores insisten que la única evidencia es la experiencia personal.

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5. La Nueva Medicina Germánica, doctrina peligrosa que defiende el origen emocional de la enfermedad.

FUENTE: Maldita Ciencia

 

 

Hace unas semanas los lectores preguntaron al portal español Maldita Ciencia por una peligrosa pseudoterapia, la biodescodificación, que sostiene que las enfermedades no existirían como tal, sino que serían el resultado de conflictos emocionales previos sin solucionar, no sólo de la persona que sufre los síntomas sino también de sus antepasados, señalando a unos y otros como culpables de la patología. Como explicamos, esto es falso y contrario a todos los postulados científicos y médicos.

A raíz de este artículo, han surgido dudas sobre otra pseudoterapia, la Nueva Medicina Germánica, que inspiró a la biodescodificación y de la que derivan sus bases. De nuevo, se trata de una teoría sin ningún fundamento científico. En concreto, sostiene que el cáncer sería en realidad la consecuencia de un fuerte conflicto emocional. Por ello, la solución que propone para curarlo (repetimos, sin base en ninguna evidencia científica) es simplemente tomar conciencia de tal conflicto y tratarlo psicológicamente.

Junto a la biodescodificación y la bioneuroemoción, la Nueva Medicina Germánica forma parte de los pseudotratamientos basados en la supuesta interacción entre mente y cuerpo, las propuestas pseudoterapéuticas más peligrosas. Éstas “suelen llevar a niveles extremos la posibilidad de relación entre lo psíquico y lo somático, sirviendo de gancho para inocular el resto de creencias más o menos aberrantes”, explica en su página web la Organización Médica Colegial de España del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM).

El peligro más grave irrumpe cuando, entre sus bases, la Nueva Medicina Germánica incluye el abandono de cualquier tratamiento médico, incluso aquellos con fines paliativos, ya que “hay evitar interferir en dicha curación” de cualquier otra forma que no sea a través de la psicología. Es más, sostiene que “la medicina científica sería altamente dañina y destructiva para el proceso de curación”.

El rechazo a la medicina y al seguimiento de un tratamiento médico adecuado y necesario y la respuesta que esto suele generar en los allegados de la víctima, pueden ocasionar conflictos entre ambas partes. Por eso, el CGCOM incide en que este tipo de pseudoterapias, aúnan un componente de separación sectario del paciente y su entorno con una culpabilización del mismo, al que responsabilizan de la propia existencia de su enfermedad.

Origen de la Nueva Medicina Germánica

La Nueva Medicina Germánica fue ideada por el médico inhabilitado Ryke Geerd Hamer, que, además, pasó por cárcel. El origen de la corriente como tal se remonta a un hecho ocurrido en 1978 que hizo a Hamer relacionar por primera vez el cáncer con un shock o conflicto emocional. En ese año su hijo murió de forma traumática, en el traslado de Marsella a Alemania (por orden del propio Hamer) tras haber recibido un disparo en la pierna y la posterior amputación de esta.

“Posteriormente, Hamer sufrió un cáncer de testículo (que superó gracias a la medicina tradicional), lo que le llevó a relacionar los conceptos 'testículo-hijo' y de ahí la aparición del cáncer como la somatización o expresión corporal de un conflicto no verbalizado”, explica el equipo de psicólogos de Psicosalud. Se considera a la mujer de Hamer la primera víctima de esta pseudoterapia, al morir tras “tratar” con ella su enfermedad, un cáncer de mama.

Hamer propuso los principios en los que se basa la Nueva Medicina Germánica en 1981. En octubre del mismo año, se emitieron en un documental en la televisión de Baviera. Poco después, Hamer presentó su tesis “Síndrome de Hamer y la regla de hierro del cáncer”, que fue rechazada por la Universidad de Tübingen por la falta de evidencia científica y calidad. Estas dos carencias son una constante en todo el trabajo posterior de Hamer.

Como adelantábamos, en 1986 Hamer quedó inhabilitado como médico por un escándalo en una de sus clínicas. Ese mismo año, se le condena por seguir tratando a pacientes a pesar de ello. Desde entonces, se suceden multitud de acontecimientos, denuncias y muertes derivados del pseudotratamiento. Como recoge el CGCOM, Hamer ha pasado varias veces por prisión por la muerte de varias víctimas: más de 300 derivadas de sus propias “consultas” y más de 3.000 por la aplicación de la pseudoterapia a manos de sus adeptos. La Nueva Medicina Germánica arraigó fuertemente en España en 1980 y 1990 debido al afincamiento de Hamer en Málaga, huyendo de la justicia francesa y alemana.

Sus postulados falsos y sin evidencias

Las bases de esta pseudoterapia pueden resumirse en cinco puntos (que, en el colectivo, denominan leyes) y que nada tienen que ver con las bases de la medicina. En primer lugar, la “Ley de hierro”, su base, que predica que las enfermedades graves, especialmente el cáncer, “son la consecuencia de una experiencia inesperada y de gran intensidad que, además, se vive en soledad”. Según la Nueva Medicina Germánica, existiría una correlación entre la evolución del conflicto y la del cáncer.

De ahí la segunda ley sobre el supuesto carácter bifásico (de dos fases) de las enfermedades. Según la pseudociencia, un paciente de cáncer que aún no hubiese resuelto el conflicto estaría en la primera fase, la fase de “conflicto activo”. Si consigue resolverlo, entraría de lleno en la segunda, supuestamente de curación.

Al contrario de lo que muestra la evidencia científica (que en una metástasis las células cancerígenas de un tumor primario llegan a otros lugares del cuerpo a través del torrente sanguíneo), la tercera ley de la pseudoterapia afirma que estos segundos focos son consecuencia de otras emociones no resueltas, de otros conflictos secundarios. También formula lo que llama el sistema ontogenético de los microbios, la cuarta de las leyes. Ésta afirma que los microbios no causan enfermedades, sino que “nuestro cuerpo los usa, siguiendo las instrucciones del cerebro, para optimizar la fase de curación, si están disponibles”.

Por último, la ley de la quintaesencia, que mantiene que cada supuesta “enfermedad” es un “programa especial de la naturaleza con un sentido, desarrollado a lo largo de la evolución para permitir a los organismos salir de su funcionamiento ordinario para lidiar con situaciones particulares de emergencia”. Sin embargo, repetimos: las teorías de la Nueva Medicina Germánica carecen de evidencias científicas. “Un ejemplo son los cambios específicos en la estructura del cerebro después de experiencias traumáticas que nunca han podido ser científicamente documentados, a pesar de lo declarado por Ryke Geerd Hamer”, explica en un artículo de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP) Anke Hein, licenciada en Ciencias Biológicas por la Universidad de Bonn (Alemania).

Además, recuerda que la Nueva Medicina Germánica es “altamente peligrosa” dado que “no ofrece ningún tratamiento contra las enfermedades”: “Los pacientes son fuertemente desalentados por Hamer y sus seguidores para que no sigan tratamientos científicos, ni siquiera de forma anecdótica. Por todo ello, la Nueva Medicina Germánica no solo carece de evidencia científica a su favor, sino que incita al abandono de terapias y puede ser responsable de una muerte altamente dolorosa”, concluye.

Pseudociencias y comportamientos sectarios

La forma de curar síntomas y dolencias según la Nueva Medicina Germánica y la biodescodificación, como explicamos en Maldita.es, consiste en sacar a la superficie emociones ocultas e inconscientes que ni el propio sujeto conoce. Según señalaba a Maldita.es Mercedes Cimas, psicóloga, miembro del Grupo de Intervención Psicológica en Emergencias y maldita que nos ha prestado sus superpoderes, esto lleva incluso a “crear” memorias falsas y sentimientos hacia ellas. El resultado suele ser que, además de seguir enfermo, aparecen problemas emocionales que los administradores de esta pseudoterapia crean “para poder curar”. “Es todo muy lucrativo”, señalaba Cimas.

Pero la historia no acaba ahí. Al estar basada no solo en que las emociones sin superar del paciente sean la causa de los síntomas propios de las enfermedades, sino que también pueden tener este mismo efecto los conflictos emocionales sin resolver de los antepasados, el contexto que rodea a estas pseudoterapias está muy relacionado con la familia. En palabras de Cimas, quienes la administran ofrecen o persuaden de que, para la curación, es necesario alejarte de tus seres queridos padres, madres, hermanos.

Uno de los problemas sectarios fundamentales según Emilio Molina Cazorla, vocal de RedUNE y vicepresidente de APETP, es la reforma de la cosmovisión del individuo: cómo le hacen creer que funciona la biología, la psicología e incluso otros fenómenos como las relaciones sociales interpersonales, sobre todo las familiares. “La persona cree haber entendido una realidad fundamental de la naturaleza que le otorga el control y poder sobre su salud y la de sus allegados, por lo que es muy común que bombardee a los mismos con todas las afirmaciones que 'ha descubierto'“, indicaba a Maldita.es el vocal de RedUNE. Por otro lado, en combinación con la iatrogenia (daño) psicológica que causa el pensar que los problemas de salud han sido causados por desavenencias con esa misma gente, hace que sea muy fácil generar una fractura emocional con ellos.

El sentimiento de culpabilidad no solo tiene que ver con el origen emocional de las enfermedades (que, al final, se achaca al propio paciente): también es un posible efecto del comportamiento sectario. Como apuntaba el psicólogo Miguel Perlado a Maldita.es en Twitch, estas culpas “dejan paralizada a la persona”. Respecto a cómo combatirlo, el psicólogo recomendaba abrir un diálogo. En los primeros momentos las personas están en una “luna de miel” con el grupo en cuestión y sus ideas y no se mueven por comportamientos racionales sino emocionales.

Para quien esté cerca de una persona inmersa en un proceso de este tipo, Perlado recomienda fijarse en comportamientos esquivos o huidizos, como que esta no cuente a dónde va o con quién se reúnen. Otro de los factores a tener en cuenta es cuando estas personas no saben explicar las actividades a las que asisten “porque habría que vivirlas en primera persona”, como ocurre en el caso del pseudotratamiento durante las sesiones propuestas por la biodescodificación.

Las pseudoterapias atentan contra la salud

Existe la creencia de que hay un conflicto entre la libertad de elección de un tratamiento médico y la eliminación de pseudoterapias, pero no es cierto. Según el artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, toda persona tiene derecho a la asistencia médica. “Mentir a los enfermos para venderles productos inservibles que pueden matarlos incumple el derecho de los ciudadanos a recibir información veraz sobre su salud. Así que, aunque un ciudadano tiene derecho a renunciar a un tratamiento médico estando correctamente informado, también es cierto que nadie tiene derecho a mentirle para obtener lucro económico a costa de su vida”, expone un manifiesto internacional contra las pseudoterapias, firmado por más de 2750 científicos de 44 países (entre ellos, 1112 españoles).

Concluye así: “Solo en un mundo donde consideráramos que mentir a un enfermo para obtener su dinero fuera ético, podríamos permitir que se siguiera vendiendo homeopatía -o cualquier otra pseudoterapia- a los ciudadanos”.

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6. Louise Hay: la gurú que recetaba amor y perdón para curar enfermedades.

FUENTE: El País Semanal

 

 

San Francisco, 1987. Decenas de hombres jóvenes se apelotonan en una habitación. Sentados en la postura del loto, extienden sus manos y cierran los ojos. Entre ellos sobresale una figura, una mujer de mediana edad vestida de blanco y con el pelo rubio platino que entona una plegaria: “El amor es la fuerza de curación más poderosa que hay y el camino hacia el amor es el perdón. Perdónate a ti mismo”.

La escena abre Another Hayride, un corto documental de Matt Wolf producido por The New York Times y la PBS, la televisión pública estadounidense, que recupera la polémica figura de Louise Hay, una gurú de la autoayuda que murió en 2017 con 90 años y multimillonaria gracias a la venta de libros, audios y cursos en internet. Lo cuenta Begoña Gómez Urzaiz en El País Semanal.

Hay, que había sufrido abusos sexuales de niña, empezó a interesarse por las filosofías alternativas a finales de los setenta. Por entonces le diagnosticaron un cáncer cervical, pero rechazó el tratamiento y se lo curó, decía, gracias a “la nutrición, la reflexología y el perdón”. Con todo eso sintetizó un sistema de creencias en un libro titulado Usted puede sanar su vida (1984), del que se vendieron 50 millones de copias y que todavía circula, también en español.

Su mensaje encontró un eco especial en una comunidad abandonada y demonizada, la de los enfermos de sida. En 1985 Hay celebró su primer Hayride, su primera reunión con seis hombres diagnosticados de sida en Los Ángeles. La idea tuvo éxito y empezó a expandirse, hasta acabar celebrándose en un auditorio al que acudían cada semana más de 800 personas y a extenderse por todo Estados Unidos.

Mensaje de autoaceptación

En las hayrides se daban charlas y abrazos, se cantaba y se predicaba un mensaje de autoaceptación. Reinaba un chamanismo new age bastante aseado, estéticamente cercano a la actual chaladura milenial por los cuarzos y los cristales que se venden por Instagram. Hay hablaba de “sus chicos”. “No dejaré que os acerquéis a mis chicos”, gritaba a las cámaras de las televisiones que acudían a grabar reportajes.

Hay que recordar que Ronald Reagan no pronunció la palabra “gay” hasta 1985; que su jefe de prensa Pat Buchanan dijo que la enfermedad era “la venganza de la naturaleza sobre los homosexuales”, y que en 1988, cuando ya habían muerto casi 50.000 personas en el país, el senador republicano Jesse Helms llamó a los enfermos de sida “seres humanos pervertidos”. En ese contexto, miles de víctimas aceptaron como gurú a una mujer que esencialmente les estaba diciendo exactamente lo mismo: que la enfermedad era culpa suya, puesto que se la habían generado a base de “culpa sexual” y “falta de aceptación”. Eso sí, se lo decía con una sonrisa y un abrazo.

Las hayrides fueron perdiendo popularidad a medida que se robusteció el activismo y surgieron grupos de apoyo a los enfermos como Act Up, y Louise Hay redirigió su negocio hacia el empoderamiento y la autocuración. El cineasta Peter Fitzgerald, que en su día tuvo a muchos amigos metidos en las hayrides, la despidió así cuando falleció: “Puedo entender que consoló a mucha gente en tiempos oscuros, pero también sé que sus pies de barro estaban enfangados por sacar beneficio del sida, ser una amiga desleal y una proveedora de falsa esperanza. Namasté, bitch”.

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7. Feng shui: de la decoración de casa a la búsqueda de la felicidad.

FUENTE: El País

 

 

Dice la tradición filosófica china que el chi queda atrapado y asfixiado en espacios cargados de malas energías. Que esa especie de aliento vital puede decaer en hogares inhóspitos, donde las perturbaciones inherentes al lugar frustran la sensación de confort y acogida. Pero que podemos enfrentarnos a ese mal doméstico. El feng shui nos previene sobre las malas influencias. Así introduce su reportaje en el diario español El País Gerardo Elorriaga.

Se trata de una filosofía taoísta que ha llegado a Occidente desde el país oriental, pero reconvertida en una tendencia dentro del interiorismo o, quizás, como una manera de buscar la felicidad de sus moradores sin literalmente salir de casa. Ahora bien, la polémica la acompaña. Algunos la consideran una pseudociencia, un hatillo de supercherías, mientras que sus seguidores recurren a ella antes de habitar una casa, abrir un negocio e, incluso, establecer la disposición de una tumba.

Hay mucha confusión en torno a esta disciplina. «Se trata de una ciencia milenaria china que no tiene nada que ver con el esoterismo», advierte Gloria Ramos, decoradora, profesional del feng shui desde hace doce años y directora de su propia escuela de formación en la materia. «Está basada en cálculos matemáticos complejos y la parte espiritual está más relacionada con creencias orientales», alega.

No hay altares con velas humeantes ni plácidos budas en sus propuestas, pero también apunta que sus objetivos pretenden algo más que ordenar el mobiliario. «Aspiramos a que estos planos impulsen el proyecto de vida de nuestros clientes, tanto personal como laboral, que consigan un estado más energético en espacios armónicos», defiende. Y niega cualquier aspecto milagroso. «Todo se basa en la más adecuada disposición de los interiores». Radicada en Las Palmas, Gloria Ramos ha elaborado más de un millar de proyectos para clientes españoles y de otros países de habla hispana.

Su colega María Ponce de León se formó en Hong Kong y posee una escuela 'online' con clientes de España, Europa y Latinoamérica. Ella llegó al feng shui desde su propia experiencia personal. «Mi marido y yo nos cambiamos de casa y, poco después, la relación entró bruscamente en crisis y se rompió», recuerda. «Yo lo atribuyo a la casa, a que había mala energía en el dormitorio». A partir de ahí, inició sus estudios en esta materia, articulada fundamentalmente en torno a la Escuela de las Formas y la de la Brújula, las más importantes. La enseñanza confirmó sus suposiciones. «En la casa hay zonas buenas y malas», insiste la experta. «Y el interiorismo distribuye los planos en función de ese conocimiento previo».

Los consejos sin fundamento y el intrusismo son dos males que denuncian ambas especialistas. «Hay que huir de las pautas genéricas que defienden, a menudo, quienes no son verdaderos profesionales. No solo son ineficaces, sino que también pueden resultar contraproducentes. Nuestros proyectos son personalizados. Si quieres aplicar las fórmulas del feng shui, debes recurrir a alguien con experiencia y referencias». Aquí, algunas claves del feng shui.

El edificio

¿Sabe en qué año se construyó? Los proyectos pueden arrancar incluso antes de comprar una casa. «Sería lo ideal, porque existen emplazamientos realmente gafes y que contrarrestamos con materiales, formas y colores, aunque lo ideal sería no vivir allí, porque son lugares donde tienes la sensación de que tu vida se va parando sin que sepas qué ocurre», advierte Ponce de León. El punto de partida para su intervención suele ser la compra del inmueble y justo antes de emprender la reforma. Porque otro error frecuente es suponer que el feng shui tan solo se refiere a la decoración.

Su presupuesto teórico es que cada casa posee sus propias energías, que se pueden identificar atendiendo a su año de construcción, las transformaciones realizadas y su frente energético, el punto por el que entran estas fuerzas. «El interior se divide en ocho sectores, que corresponden a otras tantas orientaciones, y cada uno proporciona una determinada información», indica Gloria Ramos. El estudio del local se lleva a cabo con instrumentos y cálculos matemáticos complejos. «Así llegamos a comprender la energía que hay dentro».

Pero no hay que fijarse solo en el edificio, también sus futuros moradores aportan señas de identidad. «Estudiamos las personas que lo utilizan. Mediante el conocimiento de su sexo y año de nacimiento, establecemos su perfil energético, que es como una especie de brújula interna».

El inquilino

¿Hay problemas de salud, con la suegra...? Los clientes se sorprenden cuando, antes siquiera de iniciar el proyecto, el profesional les interpela sobre cuestiones privadas. «A veces les preguntamos si tienen problemas de riñón, conflictos con la suegra o dificultades para ahorrar, circunstancias que descubrimos con estos datos», asegura la especialista.

Los resultados, dice, suelen ser extraordinariamente reveladores. «Quienes piensen que la demanda deriva en un planteamiento light y superficial, dónde poner una puerta o una mesa, están muy equivocados», insiste. Su colega aduce que, con frecuencia, los datos proporcionan una película de lo que sucede. «La decoración habrá de contrarrestar estos conflictos con el uso de la luz natural o artificial o el empleo de mucho o poco mobiliario, la orientación de las camas y los sofás, las formas y el abanico cromático, porque hay colores que activan la energía y otros la neutralizan».

El diagnóstico realizado por los profesionales del feng shui permitirá emprender una estrategia particular. «El movimiento de muebles o el pintado de paredes no busca un efecto meramente estético, sino el cambio de la vibración de la casa para que ejerza toda su funcionalidad».

Los huecos

Explican los expertos que la puerta de entrada representa la boca por la que entra el alimento energético y, asimismo, supone una metáfora de la persona poseedora. «Ya comenzamos equivocadamente cuando la convertimos en un paso estrecho, oscuro y poco agradecido, al que no se le otorga la importancia debida», lamenta Ponce de León. En otras ocasiones, es un lugar donde todo se acumula, un pequeño y abarrotado almacén de abrigos, mochilas y paraguas. «Es una zona sobrecargada», lamenta. La decoradora asegura que, si la energía que predomina posee signo negativo, es mejor decantarse por la sobriedad, pero, si su signo resulta positivo, resulta más apropiado convertirlo en un ámbito cuidado, atendido, bien iluminado y despejado. «Olvidamos que su función es darte la bienvenida» añade Gloria Ramos.

Los pasillos hablan de la comunicación entre los miembros de la familia. De modo que el carácter descuidado, feo y lleno de desconchados genera una atmósfera nociva. «Te afecta, aunque no lo sospeches, a ti y a la calidad de las relaciones», sostiene Ponce de León.

¿Y qué hay de la cocina? «Antes se encontraba en el fondo de las casas y era un lugar que se ocultaba, mientras que en el siglo XXI es el espacio que más se cuida, un signo de su empoderamiento. En la medida de lo posible, hay que potenciar su luminosidad». Ponce de León aconseja distanciar el fuego del agua, el horno de la nevera, para evitar las guerras de energías y las pérdidas materiales.

El salón es el espacio del relax y, a su juicio como interiorista, debe prescindir de las fórmulas estandarizadas y apostar por aquellas cosas que nos hacen la vida más agradable. «Ha de reflejar aquello que realmente te importa porque, de esta manera, irradiará buena energía y las buenas vibraciones aumentarán las expectativas positivas», indica. Y un detalle, apunta Ramos: «A menudo, lo decoramos con cuadros que trasmiten desánimo».

La gestión del dormitorio se asemeja a la del espacio de reunión. «Presta infinita atención a lo que te rodea, porque es lo último que ves cuando te acuestas y lo primero que contemplas al despertar». La decoradora nos aconseja que fotografiemos el entorno en el que descansamos y reflexionemos. ¿No hay nada sobre la mesilla? ¿No hay ningún elemento que sugiera cariño o calor? Las cosas que te rodean ahí hablan de ti. «Deben ser cosas que te inciten al amor, aunque estemos solteros. Ahora bien, quizás la frialdad monacal es tu forma de entender la pasión».

Por último, el baño suele ser un escenario desequilibrado, sobre todo en el mundo de pareja, advierten las especialistas consultadas para este reportaje. «Ella suele invadirlo y tiene que ser una zona donde todos los habitantes se hallen representados porque, si no es así, experimentarán la casa como un mero lugar de paso».

Cómo atraer la prosperidad

Quien piense que esta disciplina es el reducto de unos pocos crédulos deberían viajar hasta Hong Kong, uno de los centros neurálgicos de la economía global. La ciudad que no se doblega ante el control de Pekín, el epítome de la modernidad urbanística, sigue escrupulosamente la milenaria tradición. Los maestros locales de esta filosofía, debidamente acreditados, supervisan los proyectos arquitectónicos para que se hallen en consonancia con sus presupuestos.

El viento y el agua, traducción del término chino feng shui, han dictado las formas de su característico 'skyline'. La sede central del Banco de China, obra del prestigioso Ming Pei, se mantiene fiel a sus dictados y, según los expertos, utiliza las aristas de su parte superior como una manera de expresar ambición y proyectar intensas energías directas sobre sus competidores en el distrito financiero.

El edificio más agresivo del mundo ha sido respondido adecuadamente por las construcciones aledañas, caso del Shanghai Bank, diseñado por Norman Foster. El inglés hubo de reformar la azotea para colocar dos cañones que contrarrestarán la obra de Ming Pei. Además, el rascacielos cuenta con vistas directas sobre el puerto porque, según la teoría del feng shui, el agua está asociada a la prosperidad.

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8. Las flores de Bach lograron “colarse” en un concurso televisivo español.

FUENTE: El Español

 

 

Aunque, en realidad, el concurso “¿Quién quiere ser millonario?” es de origen inglés, tanto este espacio como la ceja levantada de Carlos Sobera (su presentador) son parte de la cultura popular de España. Ahora el formato vuelve a estar en antena con Juanra Bonet como presentador y celebridades como concursantes. El pasado mes de abril, sin embargo, el programa se hizo popular en redes sociales por una pregunta que ha indignado a nutricionistas y otros científicos. Lo cuenta Juan Rodríguez de Rivera en el medio digital El Español.

Concursaba la actriz Ana Milán —que había elegido a Open Arms como beneficiaria de todo el dinero que ganó— cuando irrumpió la siguiente pregunta por 750 euros: “Las flores de Bach son un remedio para…”. La concursante dio en el clavo con la respuesta que pedía el programa: “los problemas emocionales”. Pero los científicos y buena parte de los usuarios de Twitter que reaccionaron a este momento se llevaron las manos a la cabeza.

Todos ellos coincidían en señalar que las flores de Bach no servían para absolutamente nada. Milán confesó saberse la pregunta porque las había tomado y que se ponía unas gotas debajo de la lengua cuando tenía un mal día: “Quince. Creo que son cinco, pero yo me echaba quince”, bromeó. De todas formas, al final de su intervención admitía que esta “infusión de flores” no hace nada, “pero te entretienes; o sea, ¿base científica? Ninguna”.

Respuesta científica

Las flores de Bach son una solución muy conocida en el mundo de la homeopatía, una práctica pseudocientífica que ya ha desaparecido de las universidades españolas. Por esta razón, muchos científicos han reaccionado a la pregunta del famoso programa. Gemma del Caño, farmacéutica y experta en Seguridad Alimentaria; Miguel Ángel Lurueña, doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos; o Conchi Lillo, neurobióloga de la Universidad de Salamanca, han sido tajantes con su respuesta en Twitter:

Aunque el nombre de las flores de Bach pueda recordarnos al famoso músico y compositor alemán, en realidad no tienen nada que ver con él, sino con Edward Bach, un médico y homeópata inglés que fue quien elaboró la receta. Como ingredientes lleva algunas flores maduras y, según su inventor y ¿Quién quiere ser millonario?, se emplean para tratar problemas emocionales como el miedo, la confusión o la ira.

Tal y como se explica en un artículo de El Español, las flores de Bach se elaboran a través de dos métodos diferentes: por exposición solar o por decocción/hervor. En ambos casos, las flores se ponen en agua de manantial y se dejan al calor durante un tiempo determinado, finalmente, se rellena la mitad de un frasco con este líquido y la otra mitad, con alcohol —el más utilizado suele ser el brandy—.

Pocas evidencias

De todas formas, aunque algunos medicamentos proceden de las plantas, las flores de Bach no tienen principio activo. La Asociación Española de Medicamentos Genéricos (AESEG) explica en su página web que un principio activo es “toda sustancia o mezcla de sustancias destinadas a la fabricación de un medicamento [...] destinado a ejercer una función farmacológica, inmunológica o metabólica con el fin de restaurar, corregir o modificar las funciones fisiológicas, o de establecer un diagnóstico”.

Además, según el artículo anteriormente citado, apenas hay estudios que hayan intentado demostrar “la evidencia científica detrás del método y ninguno ha podido demostrar que las flores de Bach superen al efecto placebo”. Es decir, que las flores de Bach no tienen efecto farmacológico ni están basadas en una evidencia científica y, por eso, los científicos se muestran tajantes a la hora de etiquetarlo como una pseudociencia inútil.

La dosis que se suele recetar de este líquido son unas 4 o 5 gotas hasta 6 veces al día colocadas debajo de la lengua. Aunque no producen ninguna mejoría demostrada en los síntomas emocionales que dicen tratar, las flores de Bach no son tóxicas. Se trata de una sustancia que no presenta riesgos para la salud, pero sí para nuestra cartera: un frasco de 20 mililitros puede llegar a costar hasta casi 20 euros.

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9. México: la santería también ofrece su propia versión terapéutica a los enfermos.

FUENTE: El Sol de Morelia

 

 

Trabajos, amuletos, limpia de casas o de energía personal, así como amarres y “endulzamientos”, forman parte de la labor que realizan en el negocio “Ile Yemaya”, fundado hace tres décadas por el maestro José Chávez, especializado en Cuba en la religión yoruba, traída al Caribe desde África. Entrevistado para El Sol de Morelia por Josafat Pérez, Alberto Mora, hermano del fundador y encargado del negocio ubicado en el pasaje comercial de Capuchinas, explicó que los trabajos relacionados con la salud, sea mediante técnicas esotéricas o trabajos de santería, deben diagnosticarse primero a partir de una consulta, mismas que parte de la lectura de tarot egipcio o baraja gitana –dijo– “para saber si con una limpia es suficiente o, en caso de ser detectado algún problema, aplicar tratamientos homeopáticos o canalizar a la persona con otro colega”.

Con certificaciones en acupuntura, tratamientos homeopáticos y conocimientos básicos de medicina, el aprendiz de santería con 28 años de edad reconoció que la gente recurre a los paliativos que ellos ofrecen en cuestión de salud, una vez que buscó apoyo en la ciencia médica y no encontró buenos resultados. “No hacemos operaciones, buscamos apoyar con tratamientos homeopáticos como tés, plantas o sustancias naturales que pueda conseguir la gente”, dijo al precisar que a la par de aplicar los conocimientos de la religión yoruba –que es “más espiritual para abrir los caminos”–, trabajan el esoterismo, la acupuntura y la medicina holística, específicamente aquella enfocada a tratamientos con bioenergía.

“Ile Yemaya” significa en yoruba “la casa de Yemaya”, divinidad conocida como la madre del mar, protectora del hogar y la familia, así como de los barcos, peces y pescadores. “Es una de las 7 potencias africanas en las que se basa esta religión”, advirtió Alberto Mora al explicar que la “apertura de caminos” está encaminada a buscar la estabilidad económica y laboral, así como el bienestar familiar de quienes consultan y solicitan un trabajo de santería. Agregó que también se pueden “tumbar trabajos” y “deshacer amarres”, mediantes diversas formas de interpretación, como tirar los caracoles o las cartas, en tanto–señaló– “ahí mismo te vas desglosando tú mismo, en base a los signos, que están basados en un libro para leerlos”.

Asimismo, explicó que para convertirse en santero es necesario una iniciación en la cuál se le indica al interesado qué cosas tiene prohibidas hacer, cuáles son los preceptos ha cumplir y qué hábitos o conductas debe modificar. A pregunta expresa sobre posibles llamados de atención de instancias como la Comisión Estatal de Protección Contra Riesgos Sanitarios (Coepris) o su homóloga federal, dijo que no han tenido problema con dichas instancias porque no practican cirugías ni trabajos que impliquen “riesgos mayores” y subrayó que se encuentran reglamentados por academias cubanas donde se fusiona la religión afrocubana con los tratamientos alternativos.

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10. España: polémica por la inclusión de la acupuntura en un temario de oposiciones.

FUENTE: Valencia Plaza

 

 

La Conselleria de Sanidad (departamento del gobierno autonómico de la Comunidad Valenciana, España) ha vuelto a incluir la acupuntura en las oposiciones de fisioterapia pese a que la administración la considera una pseudoterapia. Así lo recogían las bases del concurso-oposición para la provisión de vacantes, publicadas el pasado 15 de marzo en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV), donde en el tema 18 aparece esta disciplina a la que la ex consellera Carmen Montón declaró la guerra junto a otras disciplinas y recordó que no estaban en la cartera de servicios de la sanidad valenciana. Lo cuenta Estefanía Pastor en Valencia Plaza.

Más destacable resulta que esta situación se dio en 2017, cuando Sanidad ya modificó las bases de esta oposición a petición del sindicato CCOO-PV al incluir temario que no estaba incorporado en la cartera de servicios de la sanidad valenciana, cuestión que se ha vuelto a repetir este 2021 al publicar de nuevo el mismo temario. Desde la Conselleria Sanidad no han manifestado cuál es el motivo de que disciplinas como ésta hayan vuelto al temario. Podría ser un error de copia-pega lo que habría devuelto la cuestión al mismo.

Según explican desde CCOO, los temas que han solicitado que se revisen son el colegio profesional, el informe pericial, la ecografía, la fisioterapia invasiva -donde iría incorporada la acupuntura-, y las nuevas tecnologías en la recuperación funcional. “Ya nos gustaría que todo esto se incluyera en la cartera de servicios de la Conselleria de Sanidad”, señalan desde el sindicato.

Sin embargo, recalcan que este temario, el mismo que el de la convocatoria 2017, mantiene temas que no son, íntegramente o en parte, competencias de fisioterapias en la sanidad pública y que incumplen la propia convocatoria, donde en su artículo 6.1.1. dice: “El ejercicio tendrá como finalidad valorar las aptitudes, destrezas y capacidad profesional de las personas aspirantes en relación a las funciones propias de la categoría a la que optan”.

“Se evidencia de nuevo que en el temario hay un excesivo número de temas que no atienden a la finalidad que se expresa en la anterior premisa y según la cual, el temario, ha de versar sobre la cartera de servicios y catálogo de procedimientos y funciones que la persona profesional ha de realizar, según la normativa vigente en el ámbito de la sanidad pública valenciana”, señalan.

Además, insisten en que el interés de pedir esta modificación es dar seguridad jurídica al normal desarrollo de la convocatoria y evitar situaciones como las generadas en otras ocasiones, en las cuales las impugnaciones sobre un proceso selectivo ha provocado la demora de la resolución durante un año o ha obligado a repetir las pruebas una vez los aspirantes ya estaban en posesión de sus plazas.

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La RIES es una red de expertos y estudiosos católicos sobre el fenómeno sectario y la nueva religiosidad, presentes en España y Latinoamérica, y abarcando las zonas lusoparlantes. Pretende ofrecer, también con este boletín informativo, un servicio a la Iglesia y a toda la sociedad. La RIES no se responsabiliza de las noticias procedentes de otras fuentes, que se citan en el momento debido. La RIES autoriza la reproducción de este material, citando su procedencia.