Santo

 

¿Qué es un santo?

 

Los santos nos parecen a menudo seres aparte, inalcanzables, que revolotean en las altas esferas de la perfección. Y sin embargo, son hombres y mujeres como nosotros.

 

 

 

26 nov 2021, 10:00 | La Croix


 

 

 

 

 

"Los santos no son héroes, superhombres, como Napoleón, Tutankamón o Tarzán".

 

Son hombres y mujeres corrientes, que han dicho sí a Dios. Solo Dios es santo, Él es la santidad. Y los santos, como dijo san Pablo, son solo un reflejo de su gloria. Son aventureros de lo esencial. Se entregan a Dios y permiten que los invada. Un poco como Abraham.

No sabemos realmente a dónde vamos; si lo supiéramos, no iríamos. En primer lugar, tienes que entregarte a Dios. En la primera parte de su vida, Vicente de Paúl trató de poner a Dios en su negocio, para hacer una buena carrera. Luego se entregó a Dios. Y es él quien se pone en los asuntos de Dios.

 

Los santos son solo hombres, con sus defectos y sus debilidades

San Pablo es tedioso, insoportable. San Pedro siempre está metiendo la pata. No son hombres perfectos. Están llamados a la perfección, a la santidad, como todos nosotros. Hay algo divino en cada hombre. De vez en cuando, la Iglesia designa a tal o cual persona. Hoy pensamos en el padre Pierre o en la Madre Teresa.

Pero esto no significa que una hermanita que lleva sesenta años cocinando en su convento y a la que nadie conoce no sea también una santa. La Iglesia propone "modelos superiores", por así decirlo. No debemos imitarlos tal como son, sino inspirarnos en ellos. A quien debemos imitar es a Cristo, como los santos trataron de imitarlo. Es una llamada. Nosotros contestamos. O no. Con la condición de no olvidar nunca a Dios. El único modelo es Cristo.