La misteriosa Llama

 

Perdón sin perdón

 

 

Alejandro Sanz | 21/04/2018


 

Dudo mucho que el anuncio divulgado por la banda terrorista ETA solicitando una especie de retorcido perdón a algunas de sus víctimas, pero no a las otras, haya decepcionado a nadie porque la decepción se produce cuando antes tienes depositadas determinadas expectativas, y no era el caso.

También es cierto que hay que leer entre líneas y comprender que, desde el primer párrafo, el texto está redactado para intentar contentar a los famosos observadores internacionales, como si los demás no observásemos lo que pasa o no tuviéramos capacidad para interpretar la intención de quien firma el comunicado.

Y ese es precisamente el problema, el auténtico perdón no tiene otra intención que reconocer el error y redimir el pecado, no persigue otra cosa que la expiación del mal y no busca ningún otro beneficio más allá de compartir el dolor de la víctima y proclamar el propósito de enmienda.

Por eso suenan tan insuficientes los argumentos que se esgrimen en el comunicado y lejos de satisfacer a los agraviados, aún pone más de manifiesto lo torcido del propósito que guía a quienes buscan justificación para explicar sus acciones y distinguen entre asesinatos legítimos y efectos colaterales.

No, este perdón suena a trámite escrito, a formulario obligatorio de rellenar para alcanzar falsos méritos que les permitan volver a insertarse en los mecanismos de una sociedad que solo ellos mismos decidieron dinamitar.

El único perdón es el arrepentimiento sincero y para alcanzarlo no bastan sucedáneos ni palabrería. O es auténtico, o no es.

 

Alejandro Sanz