COMPARTIENDO DIÁLOGOS CONMIGO MISMO

LA ESTRELLA COMO INSPIRACIÓN

 

 

 

Víctor Corcoba Herrero/ Escritor | 30.12.2016


 

En este procesión de cada día
los caminos son diversos,
pero todos buscamos
en la buena estrella,
una morada para recrearnos,
crecernos y alcanzar la gloria
del verso y la palabra,
esa que viene de la luz
y se distancia de las noches.
¡Sabedlo y entendedlo!

Somos hijos del amor
que nos impulsa a ponernos
en camino, para abrazarnos
y sentir que Dios
anda a nuestro lado,
deseoso de que tomemos
la senda acertada
del encuentro con el Padre,
del hallazgo con el Niño.
¡Sabedlo y entendedlo!

Todo el tiempo es nuestro,
para levantarnos
y proseguir,
para rehacernos
y persistir,
pues el espíritu siempre está
ahí, abriéndonos
al entusiasmo,
entusiasmándonos para vivir.
¡Sabedlo y entendedlo!

Tomemos conciencia
del carácter poético que nos une,
de su belleza en la aspiración
del Creador, de su armónico
abecedario de sentimientos,
donde la compasión es un modo
de querer, y el cariño una manera
de hacer familia en familia,
pues cuánto más se ama más se perdona.
¡Sabedlo y entendedlo!

Ahora y siempre será tiempo
de encuentros, de ayudarse en el andar,
de auxiliarse en el pensar,
de aliviarse de las cargas,
de protegerse de los Herodes,
de confluir miradas,
para que nadie se abandone,
para que ninguno
se confunda de horizonte, ni de cielo.
¡Sabedlo y entendedlo!

Despojémonos de mundo,
volvamos al amor
de los amores,
hallemos el valor
de lo auténtico,
seamos niños entre niños,
humilde entre los humildes,
pues hasta Dios se hizo pobre
para enriquecernos en su modestia.
¡Sabedlo y entendedlo!

Al fin, todos tenemos un lucero
que nos guía, una estela
que nos traza la señal a seguir,
penetremos en su misterio,
en su mística ahondemos,
sigámosle con la tenacidad
de los Magos de Oriente,
que Dios jamás se esconde,
pero tampoco está en ningún podio.
¡Sabedlo y entendedlo!

 

Víctor Corcoba Herrero
corcoba@telefonica.net
30 de diciembre de 2016