EL EVANGELIO DEL DOMINGO

por Gervasio Portilla García

11.06.2017


Domingo, LA SANTÍSIMA TRINIDAD, solemnidad (A):

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN (3, 16-18)

En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo:

̶  «Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios».

Palabra del Señor


COMENTARIO.

Este Domingo celebramos la solemnidad de la Santísima Trinidad, el misterio insondable de Dios.

A los creyentes nos basta saber que el amor es la realidad que conjuga las tres personas distintas y una única naturaleza.

Es importante saber, que Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que se salve, por ello debiéramos evitar tanto juicio y tanta condena en nuestra acción diaria y por supuesto en el seno de la Iglesia.

Hasta el próximo Domingo si Dios quiere. Paz y bien.