Fe y Obras

 

Beato Lolo: un Centenario que vale la pena recordar

 

 

 

19.08.2020 | por Eleuterio Fernández Guzmán


 

 

Admitimos como posible que haya personas que puedan leer estas pocas líneas que no sepan de quién estamos hablando. Y es que en esto, como en todas las cosas de la vida, no todo lo podemos saber ni todo, simplemente, está al alcance de nuestro corazón. Y, sin embargo, hay muchas ocasiones en las que podemos dar gracias a Dios porque alguien, aunque sea de una forma tan imprevista como la que supone leer esto, nos ofrezca un regalo tan grande como el que aquí traemos: persona, vida y existencia de fe.

Creemos, de todas formas, que es importante recordar algo que ha pasado hace muy pocos días, tan pocos como los que van desde el domingo 9 de agosto hasta hoy mismo. Es más, cuando faltaba, exactamente, un mes para tal día, o sea el 9 de julio, ya escribimos en esta casa con el título, justo y necesario, de “Un mes para un centenario: Lolo, Beato de la Iglesia católica”.

Por tanto, nos queremos referir a la celebración del Centenario del nacimiento de un Beato de la Esposa de Cristo, periodista seglar, a más señas y, además, como él mismo se llama en uno de sus libros, “de profesión inválido”, pues muchos fueron sus sufrimientos físicos en los años que le fue permitido dar ejemplo de fe, de esperanza y, claro, de caridad.

Ahora sí, ya lo decimos: Manuel Lozano Garrido, a la sazón Beato y conocido por Lolo cumplió, habría cumplido, 100 años de haber estado entre nosotros el pasado domingo, como apuntamos arriba, 9 de agosto.

Pues bien, hubo, como era de esperar, una Eucaristía en recordatorio de una fecha tan importante como era el que se cumpliesen los citados 100 años. Y en la misma, quien es postulador de la Causa de Canonización (ya lo fue de la de Beatificación), a la sazón, el P. Rafael Higueras Álamo, en su Homilía, dijo que “Al Beato Manuel Lozano podemos pedirle que nos enseñe a dirigirnos a Sta. María, la madre de Dios y nuestra, con las aclamaciones tan sonoras y confiadas como él lo hacía”. Y lo hace Lolo con esto que escribió en su libro “El sillón de ruedas” (publicado en 1961):

 

“Sta. María de las cosas sin brillo;
Reina de las horas gemelas;
Dama de Honor de los inútiles…
-arranca para nosotros la bondad, la perfección ‘standard’:
Santos a manojillos:
Los municipales, las mujeres que van a la compra,
las telefonistas, los que trabajan con sus manos y sus inteligencias,
Y los pobres hombres en sillón de ruedas.”

 

Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, ruega por nosotros.

 

Eleuterio Fernández Guzmán
eleu@telefonica.net