Fe y Obras

 

Año nuevo, seguramente lo mismo o peor

 

 

 

06.01.2021 | por Eleuterio Fernández Guzmán


 

 

Cuando empieza un año siempre se echan las campanas al vuelo porque, como no sabemos nada de nada de lo que va a pasar, pues eso, que todo nos parece posible. Y no me refiero a eso de empezar a estudiar inglés, ir al gimnasio o cosas por el estilo que no dejan de ser más que buenas intenciones que suelen acabar en el mismo momento en el que nacen (sin eutanasia ni nada). No. Nuestro caso, de lo que hablamos, va por otro lado y tiene que ver con lo que, en el fondo, es más importante pues siempre lo es lo que tiene que ver con el alma y con el espíritu.

Nosotros sabemos que sí, que este año acaba de empezar pero Satanás no ha dejado de trabajar nunca y no va a dejar de hacerlo ahora pues lleva muchos siglos malmetiendo y dando por saco, por decirlo de forma poco estridente. Por eso estamos más que seguros que, como mínimo, será lo mismo que el pasado y, también seguros, que será peor pues estamos en manos de malandrines que tienen como ansia molestar al prójimo y, como objetivo, conseguir sus más íntimas preocupaciones que, ¡miren por dónde!, nada tienen que ver, pero nunca, nunca, con el Bien sino siempre y siempre con el Mal y sus frutos.

En realidad, los sabuesos hijos del Maligno siempre están al acecho y buscan cualquier momento para hacer daño a lo bueno y mejor. Por eso sabemos que no van a cejar en su intento de hacer todo lo malo que se pueda hacer y seguir adelante con todo lo que malamente salga de sus nigérrimos corazones.

A lo mejor alguien puede pensar que como estamos en tiempos en los que siempre se desea la paz y todo eso estamos siendo demasiado duros y que podíamos bajar algo el listón de la crítica. Sin embargo, quien eso piense que le dé más de una vuelta a cómo va a ser su vida estando en manos de quienes estamos (el socialcomunismo) y, luego, que concluya si somos algo pesados con el tema o nos quedamos cortos y más que cortos.

A lo mejor, también, se nos puede tildar de visionarios o de profetas. Y no somos ni una cosa ni la otra. Sin embargo, es más que cierto que ya son muchos los lugares donde estos manejadores de la cosa ajena han demostrado que no saben hacer las cosas de otra forma. Y son muchas las ocasiones en las que han mostrado su forma de ser y ahora, precisamente ahora, cuando tienen todo el poder en el mundo (y no sólo, por ejemplo, en España) no van a mirar para otro lado sino que, al contrario, van a procurar hacer todo lo que puedan para que su señor, Satanás, esté contento con ellos. Y, como los conocemos, seguros estamos de que lo estará y animará a sus discípulos a seguir por el camino de la perdición al que quieren llevarnos a todos.

De todas formas, deberían saber que nunca van a triunfar contra le Iglesia de Cristo y que será como una especie de muro donde se van a dar de cabezazos. A nosotros nos queda la esperanza de que, si es posible, se estampen muchas veces y se rompan, en todos los pedazos posibles, su negra cabeza. Y esto lo decimos para ser suaves y no poner aquí lo que, verdaderamente, pensamos.

 

Eleuterio Fernández Guzmán
eleu@telefonica.net