Oído Cocina

CUANDO SACAMOS CABEZA SUBE LA LUZ

 

Miguel del Río | 22.01.2017


 

Empezar un nuevo año que se pretende de recuperación económica subiendo la luz, es un sin sentido. Los sueldos medios en España no aguantaban bien los precios anteriores, y ahora se dispara la tarifa de la luz y con ello la factura correspondiente. Cuando sube la electricidad es además muy mala señal, porque eso significa que a continuación van a subir los precios de otros muchos productos. Esto no sería motivo de alarma y crítica generalizada, si los sueldos medios fueran suficientes para poderse costear las necesidades básicas mensuales, y entre ellas están las facturas de la luz, el agua y el gas. Durante la crisis económica se ha puesto de manifiesto la existencia de pobreza energética, y de muchas familias que no pueden utilizar en invierno su calefacción de gas o eléctrica, sencillamente, porque pueden pagar la factura.

Al mismo tiempo que sufrimos uno de los inviernos más duros conocidos hasta ahora, subir la luz en estos instantes es insolidario con la situación que viven muchos españoles. No basta con denunciar el hecho, hay que reconducirlo ante el más que posible incremento de esa pobreza energética que resulta intolerable, mucho más en sectores tan sensible de la población como son los ancianos y los niños. Con los sueldos tan justitos, el dinero se dedica mayormente a la alimentación y a las necesidades básicas de las familias y los hijos. Con esto quiero decir que es irracional del todo que la mayor parte de un sueldo se vaya en pagar las facturas de la energías que utilizamos. Para hablar verdaderamente de recuperación, tiene que existir esa sensación en la calle, y es algo que no ocurre. Si cuando el optimismo con el futuro es aún tan débil, llega una subida exagerada de la luz, los buenos presagios se desmoronan. Harán bien las autoridades pertinentes en reconducir lo que es visto por muchos ciudadanos como un claro e injusto abuso.

 

Miguel del Río