Un Tráfico falso me pide pague multa, ¡paren ya tantas estafas!

 

 

Miguel del Río | 21.04.2024


 

 

 

 

 

La ciberdelincuencia está desmadrada en España. Bien sea a través del móvil y, mayormente vía emails, por ordenador, los ciudadanos estamos inundados de mensajes que intentan estafarnos, lo mismo en nombre de Hacienda que de Tráfico. Picar y complicarte la vida es lo más sencillo del mundo. A fin de cuentas, si se pone en contacto contigo (falsamente) un ministerio, ¿cómo no le vas a prestar atención? No deja de ser curioso que estemos más preocupados y enfadados los consumidores que las Administraciones que, en gran medida, nos dejan desprotegidos y a nuestra suerte. Increíble pero cierto.

 

Son las 16:14 horas de un lunes. Recibo en el móvil un mensaje de texto que me altera: “Alerta sede electrónica: Tienes una multa no pagada que se incrementará en 24 horas sino recibimos el pago. Y añaden un enlace en el que pretenden que pinches. Suplantan a la Dirección General de Tráfico. Todo falso. Aunque, ¿cómo tiene esta jarcia estafadora mi móvil? Además: ¿Cómo se atreven a identificarse como el mismísimo Tráfico?

No quieran pensar lo que nos espera con la Inteligencia Artificial, cuando ahora estamos literalmente acosados e indefensos con los mensajes, wasaps y e-mails que nos envían a cada momento, todos falsos, pero gestionados con tal habilidad timadora, que no somos precisamente pocos los que caemos en la trampa.  A continuación, llega el robo de dinero, el pleito con tu banco para que te lo devuelva, los quebraderos de cabeza y, de ahí, la desconfianza más absoluta hacia todo.

La digitalización en España, como tantas otras cosas, se ha empezado por el tejado. Era cuestión de hacer un gran favor a los bancos para que eliminaran todas sus sucursales y cuantos más cajeros automáticos mejor. Pero desde el minuto cero no se ha protegido al consumidor. Desde el primer instante no se ha contado con determinados sectores sociales. Pero hay mucho más. No ha habido educación alguna al respecto del cambio a esta economía electrónica. Ahora ya es demasiado tarde porque un ejército de ladrones bien camuflados dentro de Internet nos está jorobando bien, al tener que elegir entre que el mensaje de Hacienda, de tu Ayuntamiento, de Correos o de Tráfico sea verdadero o falso. Las cosas que pasan en este país son de traca,  y nadie corta por lo sano. Nos usurpan el dinero de nuestro trabajo o ahorros, entran en tus datos personales, saben dónde vives y el número de móvil que tienes. Se lo digo sin exageración alguna y sí con mucho disgusto: me siento absolutamente desprotegido por parte de mi Gobierno.

En repetidas ocasiones me he manifestado a favor de la innovación y las nuevas tecnologías. Aunque prefiero, claro, que el salto a estos procesos esté bien gestionado. No es el caso. La indefensión es un gran mal, especialmente cuando se sufre. Y es lo que sucede. No podemos defendernos de tanto caco como está oculto en la gran Red que es Internet, y bien poco podemos esperar también para que las diferentes Administraciones, con el Gobierno a la cabeza, nos ofrezcan máxima seguridad, cuando conectamos móvil, tablet u ordenador.

Me he visto tantas veces asaltado mediante el intento de estafas informáticas, que no sabría a quien sacar de la lista, se dedique a lo que se dedique. Por otra parte, usurpar la identidad de la propia Agencia Tributaria, a Tráfico o a un ministerio o consejería de comunidad autónoma, plantea dos cuestiones. La primera que los cacos le han perdido el temor a todo, incluido al Estado y sus Cuerpos y Fuerzas de Seguridad. La segunda, y recuperando este último concepto, el de la seguridad, habla por sí sola de lo floja que está en España, y como nos ocurra algo verdaderamente grave nos vamos a enterar y arrepentir, pero ya será demasiado tarde.

Cuando sucede algo a nivel internacional importante, como lo de Irán e Israel, cualquiera de los Estados miembros de la Unión Europea refuerza su seguridad, caso de Francia mismamente, pero aquí tan campantes. ¡No pasa nada! Ni sé ni entiendo la imagen interna y externa que queremos ofrecer, porque no somos precisamente una potencia de fuerza como pueda ser Reino Unido o Alemania. Tampoco somos precavidos. No hablo de vivir con temor. Tan solo de que sigamos el ejemplo de otros países que están en nuestro entorno (UE, OTAN). Aquellos que cuando refuerzan medidas de seguridad, ¡por algo será! La mala situación de Europa se nota especialmente en que cada país actúa libremente, y en este caso España es el peor ejemplo, en todos los sentidos.

Si la delincuencia habitual, la de hurtos, asaltos y ocupaciones de casas, crece de manera desbocada, la ciberdelincuencia no se queda atrás. Una cosa es que no se diga, menos se reconozca, pero no sea un hecho constatable por cualquiera. Hay que tomar medidas, ¡ya! Se debe legislar por la seguridad de todos. ¿Qué es esto de que cada vez los ciudadanos de bien nos sintamos más y más desprotegidos? Quien crea que exagero, espero que no lo experimente en persona. Porque que intenten timarle a través de su móvil u ordenador, eso lo vive, como yo, a diario.

 

 

Miguel del Río