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DIVERSIDAD DE CARISMAS PERO UNA SOLA FE

 

Gervasio Portilla | 02.10.2013


El Santo Padre en su comparecencia semanal de los Miércoles en la Plaza de San Pedro, afirmó una vez más, la Santidad de la Iglesia, desde sus orígenes; y se pregunto ¿como puede ser Santa una Iglesia hecha por seres humanos y pecadores: sacerdotes, monjas, frailes y cardenales pecadores y Papa pecador?.

La Iglesia es Santa, porque procede de Cristo que es Santo. Es Santa, porque esta guiada por el Espíritu Santo que purifica, transforma e innova.

El Papa, señáló también algo muy importante, la tentación de algunos: la Iglesia no es sólo de los puros, de los que son totalmente coherentes. Y los demás alejados. Esto no es verdad, es una herejía.

Al hilo de estas afirmaciones tan claras del Santo Padre, en esta hora se debiera meditar sobre la importancia de los carismas, existentes desde los inicios de la Iglesia, sin embargo, estos carismas no pueden ser, ni deben ser en modo alguno "lobbys" con apetencias de poder y que al final corren el serio riesgo de ser un fin en si mismo, y poder tener incluso la humana tentación, de imponer su forma de ver la realidad eclesial a los demás.

Por lo tanto, los carismas deben de ser potenciados, siempre que sirvan a la unidad en la diversidad y no como elementos cerrados sobre si mismo.

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista