REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN

ENTIENDO SU ENFADO

 

Gervasio Portilla | 21.09.2016


Comprendo al hijo de Griñan, entiendo su enfado y sobre todo su desencanto y estoy convencido que su padre no se llevo un euro personalmente de los ERES.

Entiendo su desencanto con la política, en la que unos y otros utilizan el todo vale y en vez de unir la sociedad, crean diferencias y utilizan todo contra el adversario político.

Tengo amigos en casi todos los partidos y a todos les digo lo mismo, buscar la concordia y el bien común, pero ya sé que soy un ingenuo.

Las maquinarias de los partidos no quieren tranquilidad, sólo quieren marcar diferencias y quieren demostrar que son los mejores; haciendo “buenos” y “malos”.

Entiendo al hijo de Griñán, en cuanto se refiere a que la presunción de inocencia no se respeta, en realidad, entre los partidos y los medios de comunicación se han cargado tan fundamental precepto, para el estado de derecho.

El asunto de los ERES es muy grave, aunque muy posiblemente fueran estructuras preparadas y que al final han acabado salpicando posiblemente a personas que no fueran del todo conscientes de que firmaban algo que no fuera licito y que suponía posiblemente una forma de prebendas y de clientelismo político.

Los mismo pasa en otros casos que afectan al PP, muchas personas ya han sido juzgadas y machacadas en su imagen antes de ser juzgadas y me supongo que no todas tengan la misma responsabilidad y se han cargado con “el mochuelo” y la culpabilidad social; por contra tenemos el basurero político de Cataluña con imputados y nadie les dice nada.

Estamos en un país cainita, incapaz de mirar al futuro de una vez para siempre, que habla de lo accesorio y deja lo importante; por eso y muchas cosas más entiendo en el fondo, al hijo de Griñán, aunque en todo no tenga razón, pero si tiene razón, en que la política se está haciendo insoportable en España y en eso el que esté libre de pecado que levante la mano.

 

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista