REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN

 

EN JUEGO LA LIBERTAD

 

 

Gervasio Portilla | 03.08.2021


 

 

 

 

El  gran reto que las sociedades democráticas tienen en estos momento y posiblemente en los próximos años, será la lucha por mantener las libertades conseguidas en las últimas décadas, en las llamadas sociedades libres.

El reto es vital y de consecuencias imprevisibles para nuestras vidas.

Cuando vemos que los Tribunales de Justicia, tienen que poner continuo coto a los abusos de los diferentes gobiernos e instituciones, en casos hasta ahora nunca discutidos, cuando vemos, el desprecio de muchos gobernantes a leyes y normas, aduciendo intereses oscuros, cuando vemos, que la gran mayoría de medios de comunicación no informan y si lo hacen es de forma tergiversada, sobre la opinión de prestigiosos científicos (hasta premios Nobel), por no ser coincidentes con el relato oficial que se pretende enviar, cuando vemos, que en la redes se corta a todo aquel que meramente sea crítico con algún aspecto de la pandemia del COVID-19; es que tenemos delante, un gravísimo problema de libertades.

La libertad dentro de la ley, es como el oxigeno para el ser humano, sin embargo, la manipulación por parte de grandes élites mundiales esta haciendo que el poder cada vez este más concentrado en unas pocas manos, cada vez, más poderosas, convirtiendo a los diferentes gobiernos en meras “marionetas”.

Cuando nadie explica, por ejemplo, el motivo por el cual en los países con más índice de vacunados, se han disparado más los casos, y que estos son muchos más que el pasado año en las mismas fechas, cuando se ocultó posiblemente a propósito, la opinión del Premio Nobel Mountagnier, al finales del pasado año cuando advirtió que una vacunación tan masiva iba a contribuir a la extensión de diferentes cepas, como se está comprobando, es sin duda, que estamos ante un proceso de control social sin antecedentes desde la segunda guerra mundial.

Lentamente a pesar de las infinitas rectificaciones e incoherencias, el mensaje del miedo y del desprecio a la búsqueda de la verdad va calando en nuestras sociedades, hasta que la “fruta esté madura”, hasta que la resistencia y el cansancio de los ciudadanos sea definitivo y así unos pocos podrán hacer lo que les dé la gana, entonces ya no tendremos capacidad de respuesta a su gran operación.

Lo peor de todo, es que en España y gracias a la desvergüenza de demasiados medios de comunicación, no somos conscientes de tan peligroso despropósito para nuestras vidas.

 

 

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista