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Mundo |
| Viernes, 04
de Febrero de 2011 01:00 |
El
último proyecto en el que trabaja Caritas Pakistán es la
construcción de viviendas para los afectados por las inundaciones
por valor de 1,5 millones de euros. El anuncio coincide con el
informe de Human Rights Watch que señala que 2010 ha sido "un año
desastroso" para el país, en el capítulo de la libertad religiosa,
que ha tenido como caso más conocido la condena a muerte de Asia
Bibi.
La asociación 'All Pakistan Minorities Alliance' (APMA), que
defiende los derechos de las minorías religiosas en la región,
denunció hace pocos días que los fundamentalistas islámicos
quemaron las fotos de Benedicto XVI y del ministro paquistaní para
las Minorías, el católico Shahbaz Bhatti, durante una
manifestación convocada en la ciudad de Lahore el pasado domingo
30 de enero, que congregó a más de 40.000 militantes islámicos
contrarios a la modificación de la ley sobre la blasfemia y a la
liberación de la cristiana condenada a muerte Asia Bibi.
Mientras, Caritas Pakistán anuncia la inminente puesta en marcha
de un plan de construcción de viviendas temporales en la provincia
de Sindh para 2.500 familias desplazadas por las graves
inundaciones que arrasaron buena parte del país el pasado mes de
agosto.
"La reconstrucción de las infraestructuras básica es crucial para
que la vida pueda recuperar la normalidad. Después de varios meses
sumergidas, las aguas han dejado a la vista las estructuras de
madera de las pocas casas de adobe que han quedado en pie",
explica Shamas Shamaun, secretario ejecutivo de Caritas Pakistán
en diócesis de Hyderabad.
Según datos del ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para los Refugiados), unas 166.000 personas siguen desplazadas
seis meses después de las inundaciones, en las que perdieron la
vida 2.000 personas y 1,7 millones de casas sufrieron graves
daños.
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