El instituto de la juventud en España (Injuve) encargó al
‘gran comendador del supremo consejo masónico de España’,
Joan-Francesc Pont, un estudio según el cual “la juventud
española ha dado la espalda a la Iglesia católica”. El
informe “Jóvenes y laicidad” ha sido coordinado por la
fundación Ferrer i Guardia, que preside Pont.
Publicado por Injuve, instituto dependiente del ministerio
de Sanidad, el estudio concluye que en los últimos nueve
años el porcentaje de jóvenes españoles que se considera
católico practicante ha pasado del 29,5% al 10,3%. Según el
informe, los jóvenes de entre 15 y 29 años que se consideran
“católicos no practicantes” son el 44,8%, casi un 5% más que
en 2002.
El director general del Injuve, Gabriel Alconchel, opina que
“para la juventud en nuestro país la religión es cada vez
más lo que debería haber sido siempre, un asunto privado en
el que buscan un sentido último a la vida, sin apenas
trascendencia sobre los comportamientos y posiciones que
mantienen en otros aspectos de su vida, como la política, la
familia, la educación o su sexualidad”.
Joan-Francesc Pont, que se autodenomina como ‘gran
comendador del supremo consejo masónico de España’ y es
también catedrático de derecho financiero en la Universidad
de Barcelona, firma el primer artículo del estudio, en el
que defiende un laicismo radical. Reproducimos algunas
frases de Pont:
- “La jerarquía actual de la Iglesia Católica en España,
encendidamente antitaranconiana, con el apoyo del mensaje
político del Dr. Joseph Ratzinger, reivindica el monopolio
de los valores, pretendiendo que los valores del catolicismo
han de seguir siendo los del Estado y calificando las
primeras concreciones del principio de laicidad traducidas
en la autonomía del legislador (libertad de investigación
biomédica, interrupción voluntaria del embarazo,
planificación familiar, divorcio, matrimonio entre personas
del mismo sexo, educación para la ciudadanía, entre otras
leyes) como laicismo agresivo, al que viene a compararse con
la quema de conventos”.
- “Concepciones con tendencias totalitarias como el
catolicismo y el islamismo devienen liberales en entornos de
pluralidad”.
- “Resulta dudosa la legalidad del mecanismo de asignación
tributaria a la Iglesia Católica en el Impuesto sobre la
Renta de las Personas Físicas, por lo que comporta de
declaración sobre las creencias”.
- “Una cierta histeria clerical que toma en vano como
bandera a Caritas o a los hospitales y asilos regidos por
órdenes religiosas ante cualquier moderada expresión de
laicidad, debería ser capaz de no tergiversar el significado
liberal de la separación entre las iglesias y el Estado”.
- “La distinción entre educación y formación religiosa y
moral se cumple adecuadamente si se reserva la primera a la
escuela y la segunda al templo o a las instituciones
confesionales y no confesionales”.
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