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Sobre la tercera boda de Boris Johnson, esta vez por la Iglesia Católica

 

 

03/06/21


 

 

 

 

 

Algunos católicos de Reino Unido andan algo escandalizados por la tercera boda del primer ministro Boris Johnson, esta vez por la Iglesia Católica. Ha sido la primera boda de un inquilino de Downing Street desde 1822. Johnson de 56 años (está bautizado por el rito católico debido a su madre) se ha casado por la Iglesia católica con Carrie Symonds de 33 años, que profesa la fe católica, con quien ya convivía en Downing Street y con quien tiene un hijo, bautizado en la fe católica.

No obstante, al parecer, Boris no se ha convertido a la fe católica y continúa siendo anglicano. Se ha podido casar por la Iglesia católica porque su primer matrimonio con Allegra Mostyn-Owen fue por el rito anglicano. Tras seis años de matrimonio, se divorciaron y su unión fue anulada por la Iglesia anglicana.

Después se casó civilmente con Marina Wheeler con quien ha convivido durante 25 años y tiene cuatro hijos. Al parecer, el primer ministro británico también tiene otro hijo extra matrimonial y hay quienes aseguran que alguno más de otras relaciones.

Con este historial, pueden ocurrir dos cosas. O bien que Boris, a los 56 años, va por el camino de convertirse al catolicismo, o bien, que aunque canónicamente se pueda casar por la Iglesia Católica, no es un ejemplo de virtudes católicas. Si bien, toda persona está en su derecho de enmendar sus culpas.

Por ejemplo, el sacerdote católico Mark Drew en sus redes sociales ha publicado: “¿Alguien puede explicarme cómo Boris Johnson, quien dejó la iglesia católica mientras estaba en Eaton y está divorciado dos veces, puede casarse en Westminster Catedral, mientras tengo que decirles a los católicos practicantes de buena fe que quieren un segundo matrimonio en la Iglesia que no es posible?".

Comprendo perfectamente al P. Mark. Quizás esos católicos practicantes deberían iniciar su proceso de nulidad matrimonial y poner en manos de la Iglesia su matrimonio.

En cualquier caso, la verdad, la boda de Boris me chirría un poco. Otra cosa sería si el primer ministro hubiera hecho una declaración pública de fe católica y de responsabilidad en atender a sus hijos. El ejemplo habría sido distinto.

 

 

Zenón de Elea.