Cáritas | 27/10/2021

 

Personas sin hogar en el laberinto sanitario

 

Juan Francisco nos cuenta su periplo de años por el laberinto de la burocracia y la exclusión sanitaria que sufren las personas sin hogar.

 

 

 


Fotografía: @sahinsezendincer

 

 

 

 

Juan Francisco es participante en los programas de Cáritas para personas sin hogar. Con motivo del Día de las Personas sin Hogar, que se celebra el 31 de octubre, queremos traeros su testimonio, sus vivencias y sus años de espera para ser operado en la Sanidad Pública.

 

Este es su testimonio en primera persona:

“Mi nombre es Juan Francisco, tengo 50 años y soy de Cáceres. Tuve una lesión de rodilla encontrándome en situación de calle y no podía andar ni 50 metros; me llegué a convertir en un asiduo de urgencias. Como no tenía asignado médico de cabecera, porque no disponía de un domicilio que dar en el centro de salud, no podía verme ningún especialista. Pasó mucho tiempo hasta que acudí a un centro de acogida de Cáritas y se me pudo asignar un médico de cabecera y derivar al especialista. Aun así, llevo 3 años esperando, ya que me pusieron en lista de espera para operarme y siempre que voy a ver al médico, recibo la misma respuesta: ‘te encuentras en lista de espera’.

De nuevo me encuentro en la calle y no tengo medios de realizar una reclamación; no hay quien me ayude a ello. Tengo que presentarme en el centro de Cáritas para que me ayude la trabajadora social porque la del Ayuntamiento no me puede atender por no estar empadronado. Si no fuera por ella, me hubiera sido imposible realizar este trámite. Me ayudó sin estar alojado en el centro. Ahora me pregunto: ‘cuando me operen, ¿dónde podré alojarme para recuperarme sin tener una casa?’.

Me habría ayudado que, desde un principio, me hubieran asignado un médico de cabecera para así verme un especialista y, como ha sido el caso al final, ponerme en lista de espera, ya que necesito que me operen. Sin disponer de domicilio, no pude entrar en la lista hasta mucho después de tener la lesión en la rodilla, por lo que el tiempo se ha demorado bastante y, como consecuencia, ha empeorado mi salud. Propongo que a la hora de necesitar que te atienda un médico de cabecera y no disponer de domicilio habitual pueda valer el domicilio de Asuntos Sociales ya que vivo en la calle”.