Red Iberoamericana de

Estudio de las Sectas

 

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Nº 905

21 de ene. 2022

 

1. La Escuela de Filosofía Práctica: ¿sólo filosofía? ¿O hay algo más?

2. El Palmar de Troya celebra su Año Santo en 2022: «el mundo doblará las rodillas» ante la secta.

3. Un documental recuerda la influencia de Maharishi en la vida y obra de los Beatles.

4. República Dominicana: los Hare Krishna celebran su desfile de las carrozas.

5. España: un colegio Waldorf reparte test de antígenos a profesores y alumnos.

6. Carles Tamayo: el joven “youtuber” español que ha mostrado la realidad de algunas sectas.

7. Los temazcales, populares lugares de espiritualidad y sanación en México.

8. China: desaparece un activista que ha ejercido como abogado de Falun Gong.

9. República Dominicana: el presidente del Partido Humanista anuncia que abrirán nuevos centros.

10. El Espíritu del Gran Águila, una secta española desarticulada en los años 80.

 

 

1. La Escuela de Filosofía Práctica: ¿sólo filosofía? ¿O hay algo más?

FUENTE: Aleteia

 

 

Desde hace varias semanas, muchos usuarios hispanohablantes de Facebook han visto anuncios en esta red social que los invitan a un “Curso gratuito de introducción a la Filosofía Práctica”, con reclamos como “Descubre tu potencial interior” o “La verdad vive en ti. ¡Descúbrela!”. La publicidad detalla que consiste en un “curso de 10 sesiones que te permite descubrir cómo vivir de manera más armoniosa con la Naturaleza y con los demás seres humanos, alcanzando la verdadera paz interior”.

En esta ocasión, aparece con claridad quién organiza la convocatoria: la Escuela de Filosofía Práctica. ¿De qué se trata? Leyendo los anuncios, se abre un abanico de posibilidades: ¿un organismo académico o universitario? ¿Una asociación cultural? ¿Un grupo espiritual? Así comienza el artículo escrito por Luis Santamaría, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), en el portal Aleteia.

Un actor famoso

Una búsqueda en Internet puede llevar a la persona curiosa, más allá de las propias páginas web del movimiento, a descubrir la pertenencia a esta Escuela de una personalidad conocida: el actor australiano Hugh Jackman (n. 1968), famoso sobre todo por su papel de Lobezno en la saga de los X-Men (Marvel) y por musicales como Los miserables o El gran showman.

En una entrevista publicada en 2017 por El País, Jackman confirmaba esta afiliación, explicando su importancia: “Para mí supone lo que la Iglesia para otra gente, un lugar donde encontrar la luz. La filosofía es la luz de la sabiduría”. Ante las posibles suspicacias, el actor aclaraba: “No se trata tanto de discutir ideas esotéricas, sino cosas prácticas, del día a día. Estudiamos textos de todo tipo, de Oriente, de Occidente, de Platón, la Biblia, Shakespeare… Es una atmósfera que te anima a no aceptar nada, pero también a no rechazar nada”.

Educado en el anglicanismo, Hugh Jackman reconocía su evolución espiritual: “mi padre es una persona muy religiosa. Yo también lo era de joven, pero llegó un punto en que vi todo eso como una manera de pensar muy estrecha”. Porque ahora, lo que aprende en la Escuela de Filosofía Práctica “es fácil, práctico, simple… y muy poderoso para mí”. En más de una ocasión se ha declarado cristiano. Por ejemplo, cuando fue entrevistado en 2015 por la revista Parade, donde también manifestó ser “una persona religiosa” y afirmó: “Siento lo que todos buscan, el sentimiento que nos une a todos. Llámalo ‘Dios’”.

Puede verse, por lo tanto, un pensamiento ecléctico que contiene una idea vaga e impersonal de la divinidad. El relativismo y el sincretismo son sus efectos inmediatos, como podemos comprobar al leer otras declaraciones de Jackman (en 2009, también en Parade): “la Escuela de Filosofía Práctica es de no confrontación. Creemos que hay muchas formas de Escritura. Lo que es verdad es verdad y nunca va a cambiar, ya sea en la Biblia o en Shakespeare. Se trata de unidad. Su filosofía básica es que si el Buda y Krishna y Jesús estuviesen todos en una mesa cenando juntos, no estarían discutiendo. Hay una verdad esencial. Y nosotros somos ilimitados”.

Casi un siglo de historia

La información oficial del grupo nos dice que “las Escuelas de Filosofía Práctica alrededor del mundo surgieron a partir de la Escuela de Ciencias Económicas (School of Economic Science, SES), fundada por Leon MacLaren en 1937, y a la que permanecen afiliadas”. Del enfoque primero en asuntos de economía y justicia se pasó, poco a poco, a que todo girara en torno a la filosofía. El movimiento, con sede central en Londres, reconoce la influencia fundamental de Maharishi Mahesh Yogi (gurú de la Meditación Trascendental) y, a partir de los años 60, la del gurú Shri Shantananda Saraswati, que introdujo la doctrina del Advaita (“no dualidad”).

Dicho esto, resulta claramente reconocible la impronta hindú en la Escuela de Filosofía Práctica, que une a las enseñanzas teóricas la meditación. Pero una investigación más profunda nos lleva a ver otros parentescos espirituales. Por ejemplo, MacLaren se vio muy influido por las ideas de Piotr D. Ouspensky y George I. Gurdjieff, dos de los grandes maestros del esoterismo contemporáneo. Su líder espiritual actual es Shri Vasudevananda Saraswati, aunque la cabeza visible de la organización es Donald Lambie, el sucesor del fundador.

Objeto de controversia

Las enseñanzas teóricas abarcan un ciclo de 4 años de estudio de la doctrina Advaita, pero a los alumnos que lo concluyen se les propone dedicar más tiempo a la meditación, que se casen y continúen participando en las actividades de la Escuela de Filosofía Práctica como voluntarios. Por eso, su realidad va más allá de un simple centro de formación al que se acude temporalmente (ahora también online), convirtiéndose en una verdadera comunidad.

Una comunidad, por cierto, no exenta de importantes polémicas y serias acusaciones. En la década de los 80 estuvieron en el punto de mira algunas de las escuelas británicas dependientes de esta institución, y los medios de comunicación no dudaron en referirse a la Escuela de Ciencias Económicas como “secta”. Antiguos miembros contaron lo que sucedía dentro. Como quedó demostrado en 2005 en el informe que realizó una comisión oficial, en estos centros educativos fue común el maltrato a los alumnos entre los años 1975 y 1985, algo calificado como “agresiones criminales”.

Una organización que absorbe a sus miembros

Podría tratarse de un episodio lamentable, pero puntual, de maltrato infantil, independiente del funcionamiento de la Escuela de Filosofía Práctica. Sin embargo, diversos ex adeptos del movimiento se han atrevido a denunciar públicamente lo que se vive dentro. Por ejemplo, la actriz y escritora inglesa Clara Salaman escribió en 2009 una novela (Shame on you) basada en su propia experiencia vital. Aunque no dijo el nombre de la secta a la que perteneció, enseguida se supo que se trataba de la Escuela de Filosofía Práctica.

En un artículo publicado en The Guardian, la propia Salaman hablaba de “una autoproclamada sociedad espiritual de búsqueda de la verdad, extremadamente estricta”, con la que “el compromiso tenía que ser absoluto. La organización ocupaba el primer lugar en la vida de sus miembros. El entonces líder gobernaba a través del miedo”. El efecto en su propia infancia y en la de sus hermanos –con cursos de “Filosofía” desde los 4 años– lo resumía así: “a nuestros ojos, nos habían robado a nuestros padres”. Porque “la organización era su vida”. En su adolescencia incluso pensó en la opción del suicidio.

Preguntada por el Daily Mail, la autora explicaba en 2009: “Escribí el libro porque no me sentía escuchada”. Es muy significativo lo que le sucedió a Clara cuando fue a publicar su novela: la secta se enteró de que tendría inspiración autobiográfica e hizo todo lo posible para que la editorial incluyera en la obra el aviso de que “todos los personajes son ficticios”.

Técnicas de manipulación

Pero de ficción, nada. Pocos años después, en 2012, el mismo diario publicó un reportaje en el que otra inglesa, Laura Wilson, contaba cómo este movimiento marcó su infancia, ya que sus padres entraron a formar parte de la Escuela de Filosofía Práctica, que impone a sus miembros “alejarse del mundo”. De esta forma, vio cómo su familia dedicaba cada vez más tiempo a la meditación y a las actividades del grupo, desapareciendo todo momento de ocio. La propuesta era clara: “alcanzar el nirvana espiritual a través del abandono de la personalidad”.

Ya en 1985 Peter Hounam y Andrew Hogg publicaron en Reino Unido el libro Secret cult (Secta secreta), resultado de una ardua investigación en la que mostraron la realidad interna de la Escuela de Filosofía Práctica, una organización que, según los ex adeptos, “ejerce sutiles técnicas de lavado de cerebro para asegurar la obediencia absoluta”. El régimen de vida impuesto a los miembros es tal que “los matrimonios fracasan, las familias se separan y algunos estudiantes desarrollan graves problemas mentales”.

 

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2. El Palmar de Troya celebra su Año Santo en 2022: “el mundo doblará las rodillas” ante la secta.

FUENTE: Secretaría RIES

 

 

La conocida como secta del Palmar de Troya (por tener su sede en esta localidad de la provincia española de Sevilla) está de celebración. La Iglesia Cristiana Palmariana de los Carmelitas de la Santa Faz –éste es su nombre oficial– está liderada por el suizo Joseph Odermatt, a quien sus adeptos consideran el verdadero Papa (Pedro III). Es el cuarto pontífice desde que naciera este grupo en los años 70 como un cisma de la Iglesia Católica.

Un reciente documento oficial

En un Sagrado Decreto Apostólico firmado por Pedro III el pasado 21 de noviembre, la secta ha declarado 2022 como “Glorioso Año Santo Palmariano de Nuestra Madre del Palmar Coronada”, con motivo de los 50 años de la entronización de Nuestra Madre del Palmar Coronada. Efectivamente, como explica en su Decreto el líder, “uno de los días más importantes en la historia de El Palmar de Troya fue el 12 de septiembre de 1972… cuando, por mandato del Señor al vidente Clemente Domínguez [fundador del grupo], se entronizó en el Sagrado Lugar del Lentisco la Imagen de la Santísima Virgen María”.

De esta forma, según el “Papa” palmariano con el habitual lenguaje milenarista de esta secta, esta imagen mariana “ha presidido los importantes eventos anunciados hace dos mil años en el Apocalipsis, preparando el Sagrado Lugar del Lentisco en El Palmar de Troya para ser la Santa Sede de la Iglesia en el desierto”.

Como ya es conocido, tras la muerte de Pablo VI el vidente Clemente Domínguez, primer líder del grupo, se autoproclamó nuevo Papa con el nombre de Gregorio XVII (según él, por designación directa de Jesucristo). De manera que la Santa Sede habría dejado de estar en Roma, para pasar a la localidad sevillana.

El Palmar, centro del mundo

Esta idea aparece una y otra vez en el reciente Decreto del “Papa” actual del Palmar. Por ejemplo, cita las palabras que supuestamente habría dicho Jesucristo en 1975, el día del aniversario de la entronización: “He aquí la Cátedra del mundo, la Luz para el mundo, la Antorcha en la Iglesia… He aquí la luz, la antorcha, la estrella para el mundo”.

El tono de aquellas palabras –puestas en boca del mismo Cristo, recordemos– llega hasta este extremo: “El mundo doblará las rodillas ante el Sagrado Lugar de El Palmar De Troya: el lugar más grande de Apariciones, que ha habido, que hay y que habrá”. Y lo remacha diciendo: “No es fanatismo de vosotros. Es una verdad”.

Los no palmarianos, en manos de Satanás

Lo que da una idea del tono del adoctrinamiento que reciben los adeptos de la secta, a los que se recuerda que, siempre según Jesucristo, el Palmar de Troya es “el lugar más importante de todos los lugares de apariciones y de todos los santuarios del mundo, porque el Altísimo así lo quiere. El hombre ¡calle!, cuando Dios actúe”.

Además, Joseph Odermatt clama: “Tristemente, vemos que los gobiernos del mundo actual se unen para combatir a Cristo, y Satanás reina en los corazones de todos los que han abandonado la verdadera Fe” (se refiere a los ex adeptos de la secta y, probablemente, a todos los que no pertenecen a la misma).

 

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3. Un documental recuerda la influencia de Maharishi en la vida y obra de los Beatles.

FUENTE: Varios medios

 

 

Fue cosa de George Harrison. Corría el año 1966 y los Beatles habían empezado a experimentar con drogas. “La primera vez que Harrison tomó LSD se vio tocando un sitar y transportado al Himalaya”. Supo entonces que tenía que aprender ese instrumento que “le parecía una guitarra”. Y como en aquellos tiempos los Beatles siempre iban juntos, George arrastró a toda la banda a la India. Lo cuenta Leonor Mayor Ortega en el diario español La Vanguardia.

Fue un primer viaje, en el que Ravi Shankar enseñó a John Lennon, a Paul McCartney, a Ringo Starr y, sobre todo, a George a tocar el sitar, que resultó mucho más complejo que la guitarra, y también el sarob, la tabla y la tambora, relata Ajoy Bose, biógrafo y fan de la banda de Liverpool y autor de Across the Universe: The Beatles in India (Penguin), un libro que ahora ha llegado al cine convertido en un documental codirigido por Bose y Peter Compton.

“Fue un viaje de doble sentido. Los Beatles se enamoraron de la India y la India de enamoró de ellos. Se produjo un intercambio cultural. Fue una experiencia mística”, asegura Bose. El romance no había hecho más que empezar. Pattie Boyd, la mujer de Harrison, compartía el interés de su marido por todo lo oriental y “cada vez la cosa iba a más, encendíamos incienso en casa, comíamos platos indios, las mesas fueron bajando y, al final, nos sentábamos en el suelo”, recuerda en una entrevista concedida a La Vanguardia en la Seminci, donde se ha proyectado el documental “The Beatles and India”.

Una mañana, en agosto de 1967, Pattie llevó a George a una conferencia del yogi Maharishi Mahesh en Londres y el flechazo fue inmediato. Maharishi invitó a los Beatles a su ashram, su centro de meditación, en Rishikesh, en el Himalaya. “Nadie lo dudó” y unos meses después, ya en 1968, los cuatro miembros de los Beatles y sus parejas se instalaron en el ashram. La noticia corrió por todo el mundo y “los hermanos Farrow, Mia, Johnny y Prudence, que estaban en Goa de viaje por la India, se unieron al grupo”. También su sumó Mike Love, de los Beach Boys. 

“Fui tan feliz allí que quería olvidarme de mi vida en Gran Bretaña”, recuerda Boyd y aprovecha para rememorar como era su día a día en el ashram de Maharishi: “Nos levantábamos temprano y meditábamos. Después íbamos a desayunar en una gran mesa al aire libre, tomábamos pan y té, pero teníamos que comer muy rápido porque los cuervos venían y nos quitaban el pan”.

“Después dábamos largos paseos y asistíamos a clases y tras el lunch, íbamos a nadar al Ganges, el agua llegaba directamente del Himalaya, pero no estaba congelada. Una vez perdí mi anillo de bodas en el río, pero Johnny Farrow lo recuperó”, añade. Por la tarde, más meditación, pero la música nunca faltó en aquel alegre grupo: Paul, George, John y Ringo tocaban “a veces se sentaban en sillas, otras en el suelo y en ocasiones se subían al tejado y cantaban desde allí”.

También componían. “Los Beatles volvieron a Europa con 29 canciones nuevas”, señala Compton. Entre ellas, temas tan inolvidables como Back in the U.S.S.R., Ob-La-Di, Ob-La-Da, While My Guitar Gently Weeps o Blackbird, que se incluyeron en White Album. Pero, aunque el grupo no se solía separar, no todos vivieron su estancia en la India con la misma intensidad. Boyd explica que “Ringo se fue a las dos semanas. Cuando era pequeño había sufrido problemas de estómago, que le hicieron faltar al colegio y que persistieron. La comida india le sentaba fatal. Así que viajó con un equipaje repleto de latas de judías con las que se alimentó. Además, sufría mucho por los insectos. Todo eso le hizo volver a casa”

También Paul se tuvo que marchar, aunque “contra su voluntad”. “McCartney había viajado al ashram con su novia, Jane Asher, que era actriz y tenía compromisos teatrales en Londres, por lo que la pareja se regresó a casa a las cinco semanas”. John Lennon y George Harrison estuvieron cuatro meses y, según Bose, “Harrison volvió de la India siendo mucho más músico, convertido ya en un compositor a la altura de Lennon y McCartney”.

Entrevista al director

El documental dirigido por Ajoy Bose, un periodista político, investigador y fanático de los ‘Fab Four‘, prueba que el universo Beatle es aún más fascinante cuando se conocen nuevos detalles íntimos de sus vidas. La mirada al viaje de la banda a India en 1968, un puente cultural como pocos en la historia, también desnuda el andamiaje del “White Album”, uno de sus mejores trabajos discográficos. Así introduce Alejandro Pérez Echeverry la entrevista a Bose que ha publicado el medio colombiano Semana.

Era apenas un adolescente cuando en India se vivió y sintió la efervescencia de una particular visita de los Beatles. En 1968 Ajoy Bose no sabía que escribiría un libro sobre ese fundamental encuentro de culturas en su aniversario cincuenta, pero al hoy comentarista político, investigador, escritor y fanático confeso de la banda de Liverpool, no le escapaba la dimensión histórica del evento.

El hecho de que dicha visita haya tenido lugar un par de décadas después de que India se libró del colonialismo británico solo lo hizo más relevante. Eso entendió Bose con el tiempo y en esta entrevista nos explica por qué. Hablamos con el director debutante antes del estreno de su documental “The Beatles and India” en HBO Max. Su producción es reflejo del tremendo trabajo investigativo que mostró por más de dos décadas como corresponsal del diario The Guardian y como Editor ejecutivo en el diario The Pioneer de Nueva Delhi.

Fiel a lo que consiguió con el libro Across the Universe: The Beatles in India, publicado en 2018 y base de esta producción, Bose se esmera en reunir material de archivo fílmico, fotográfico y sonoro impresionante, y voces que suman desde sus recuentos de primera mano de los momentos que los músicos vivieron en India y marcaron un antes y un después en sus vidas espirituales. Y, sí, como lo plantea Bose, es un recuento del viaje que sembró las semillas de su separación.

Para sumarle una dimensión extra al trabajo de Bose, se lanzó junto con el documental una producción discográfica en la que artistas indios rinden homenaje a la banda y a muchos de los temas claves del llamado “White Album”, publicado ese mismo 1968. Bose menciona que decidió hacer el documental, precisamente, por la pasión desbordante que veía en músicos jóvenes de su país por los Beatles.

Tal como lo logra el fascinante ‘Get Back’ (de Disney +, dirigido por Peter Jackson), ‘The Beatles and India’ no sólo cautivará a los fanáticos, también acercará a los Beatles a aquellos que solo los respetaban desde una prudente distancia. La producción se estrena pronto en Colombia (uno de los tantos estrenos que emocionan en streaming de cara al año nuevo). Esto contó Ajoy Bose desde su país sobre su impresionante libro, su muy valioso documental y la que considera “la mejor banda de rock de todos los tiempos”.

- Ajoy, cuéntenos los por qués y los cómos de escribir ‘Across the Universe’, el libro que sirve de base para ‘The Beatles and India’ su debut dirigiendo un documental…

- Todo esto ha sido una especie de ‘Magical Mystery Tour’ para mí. Por décadas, en India se me ha conocido como un comentarista político. Todo empieza porque a la editora en jefe de Penguin Random House le interesaba hacer algo sobre el aniversario 50 de la visita de los Beatles a Rishikesh; nos conocemos muy bien y ella sabía que yo era un fanático de la banda. Me dijo que pretendían ofrecer un libro que viniera de un experto, alguien muy informado, pero, sobre todo, un libro de un fanático.

La idea me emocionó mucho. En ese momento estaba escribiendo mis memorias, me detuve, y me metí de cabeza en este libro. Y entre más investigaba sobre la banda, más me daba cuenta de que no sabía nada sobre ellos. Había tantas dimensiones enterradas, y tanto de los sesentas se hizo parte de su ‘formación’... Y caí en cuenta de algo que, creo, es lo más importante que me deja el proyecto: los Beatles jugaron un rol esencial en armar este puente, junto con sus gurús, Ravi Shakar y Maharishi, entre dos culturas vastamente diversas.

Actualmente, claro, vivimos en un lugar mucho más ‘pequeño’, donde quiera que estés, la tecnología y el internet te permiten comunicaciones fáciles. Pero esos eran otros días. Y el impacto fue gigantesco cuando los Beatles se involucraron con la música india.

- Hoy se habla mucho de apropiación cultural, ¿cómo lee usted el caso de los Beatles en India bajo ese prisma?

- Muy popular concepto estos días, y daría a entender que para los Beatles la India no fue más que un artefacto ornamental extra exótico. No lo veo así. En primer lugar, porque George Harrison estaba real y profundamente conectado, además de la música, con la espiritualidad y la cultura indias. Creo también que esta música entró a la vida de los Beatles cuando estaban reinventándose. La música india y las drogas psicodélicas, así fueran completamente distintas, se juntaron para abrir sus cabezas y para impulsar esta asombrosa mutación de los popstars más famosos del planeta. Y esta mutación hace parte de lo que los hace vigentes: cambiaron mucho.

Y fue una ruta de dos sentidos. Los Beatles impactaron en India fuertísimo. Soy de la generación que los vivió, era un adolescente cuando vinieron a India y recuerdo nuestra emoción. Los Beatles cambiaron completamente la idea del ‘britisher’, del ‘westener’; India había sido gobernada por el Raj británico, el gobierno impuesto por la monarquía, y los Beatles eran completamente opuestos a ese oficial gobernante. Eran pelilargos, mostraban sus sentimientos, se reían y hacían chistes...Y esa percepción sobre el Oeste cambió por Los Beatles, creo que jugaron un rol pionero en disipar esa amargura del conflicto colonial. No fueron solo músicos, fueron embajadores culturales, y la retroalimentación entre India y el grupo fue increíble.

“Los Beatles cambiaron completamente la idea del ‘britisher’. India había sido gobernada por el Raj británico, pero los Beatles eran completamente opuestos a ese oficial gobernante, pelilargos, tipos que mostraban sus sentimientos, se reían y hacían chistes...Y esa percepción sobre el Oeste cambió por Los Beatles. Creo que jugaron un rol pionero en disipar esa amargura del conflicto colonial”

Y me animé a hacer esta película al entrar en contacto con el impacto en las bandas. Las hay viejas claro, entre ellas varias bandas de covers, pero me sorprendió el impacto de los Beatles en los músicos de esta era. Es tremendo. Hay muchos jóvenes apasionados por expresar cuánto les significan los Beatles. Viajamos por España mientras una de estas bandas hacía sus conciertos. Y sabes, además salió un álbum entero relacionado al proyecto con interpretaciones de artistas indios (contemporáneos, rockstars, de todo tipo, que compartimos aquí abajo) de canciones de los Beatles. Y que estos jóvenes hablen con tanta pasión de una banda que se separó hace cincuenta años tiene algo de mágico, a mi parecer.

- Recién salió ‘Get Back’, una entrega extensa de Peter Jackson quien recibió ese material. Vemos a la banda en momentos distintos, más cercanos del fin. ¿Cómo cree usted que dialogan ambas producciones?

- A través de ese material tremendo, Peter Jackson, quien es el mensajero, o mejor, los Beatles prueban lo que muchos de sus conocedores han expresado pero no se había visto: que incluso en su etapa de dividirse, de ni siquiera hablar, de pelear viciosamente por el negocio y otros detalles, todo cambiaba cuando entraban al estudio y comenzaban a tocar. Y es una de las razones por las cuales le doy a los Beatles el título de “Mejor banda de rock de todos los tiempos”.

Amo a los Stones, a ‘Led Zep’, a muchas otras bandas que hicieron música enorme, pero Los Beatles son únicos porque, incluso en su separación, en sus etapas de cierre, produjeron su mejor música. Si escuchas ‘Abbey Road’, que viene hacia el final, es su pico. Es un álbum absolutamente brillante... Si escuchas el ‘White Album’, es tan diferente a todo, no es ni siquiera un álbum, es una colección de canciones que nació de Los Beatles sintiéndose libres, porque andan en Rishikesh, porque andan jameando juntos...

- En su documental vemos la muerte de Brian Epstein, y luego registra este viaje y el contacto con gurús como Ravi Shankar y Maharishi. A grandes rasgos, ¿esa muerte desencadenó ese viaje en búsqueda de respuestas? Menciona, entre varios detalles, que George Harrison buscaba entender por qué él había sido escogido para todo eso que vivía...

- George era un caso muy particular. Tuve una entrevista larga con Pattie (Boyd, su ex mujer), quien lo conoció desde muy temprano, y esto también lo comentó George: él estaba obsesionado con el por qué, “¿por qué he sido escogido para ser tan famoso? Pude haber sido un plomero en Liverpool, pude haber sido cualquier tipo ordinario, quizá, de noche, tocando algo de música en bares. ¿Por qué el mundo está a mis pies? Debe haber una razón”.

Alguien lo describió a George como un “místico de la clase trabajadora”, y se formulaba preguntas filosóficas todo el tiempo. Su relación con Ravi Shankar es una de las cosas más misteriosas, desconcertantes, incomprensibles que me vienen a la cabeza, porque sus trasfondos eran absolutamente diferentes, musicalmente, culturalmente, y aun así, había una conexión muy poderosa. Sobre esto hablé con un discípulo de Ravi, amigo mío también, quien asegura que tuvieron que haberse conocido en una vida pasada.

A los otros Beatles, creo, los llevaba a India ese periodo de reinvención. No estaban satisfechos con ser los popstars más famosos del planeta. La fama y la fortuna no los satisfacían, y eso eran, un grupo ambicioso, inquieto. Y les impresionó mucho la habilidad de George para crecer tanto en el periodo tan breve desde haberse asociado con Ravi y con la música india, y apoyaron eso. Esto a pesar de que George pareciera distanciarse de ellos, todo mientras sumaba más a la banda porque se sentía más confiado.

La muerte de Epstein tuvo un impacto fuerte en John, con quien tenía una relación particular. Pero la banda entera era, en muchos sentidos, un grupo de niños. No iban a ninguna parte sin él. Epstein los llevaba como estudiantes de colegio: se encargaba del dinero, se encargaba de todo por ellos. El golpe fue durísimo. Y pudieron haber colapsado en ese punto, y el Maharishi entró en escena.

Cuando me preguntan si la semilla de la separación entre ellos se sembró en Rishikesh, sí creo que fue un momento clave. Todos tuvieron tiempo para pensar en sí mismos, proyectaron en sus cabezas el camino que iban a tomar... cerca del Himalaya, sin rutinas de grabación en el estudio, nada excepto tiempo de pensar sobre sí mismos.

Philip Norman, uno de sus grandes biógrafos, quien los conoció a todos personalmente, asegura que, especialmente en el caso de John, de no haber cruzado caminos con el Maharishi en ese punto, John hubiera podido ser el precursor de destinos trágicos como los de Jim Morrison o Janis Joplin, con alguna decisión drástica y dramática. Estas eran personalidades fuertes, John tenía demonios internos que lo perturbaban, y probaba todo para calmarlos.

- Detalles en el montaje de su película impactan. En un punto, nos muestra a Mia Farrow en las aguas claras del río en esos días, y luego nos las muestra hoy, turbulentas y oscuras...

- Es una alegoría porque, hasta cierto punto, sí fue una edad de inocencia. Para nosotros los indios resultaba algo cómico que unos ‘westeners’ vinieran buscando el mantra, que es algo con lo que crecemos. Todas las mañanas la gente canta mantras alrededor tuyo aquí, no hay nada exótico al respecto. Pero, para ellos, era una especie de escalera al cielo. John se obsesionaba, pensaba que era algo así como una droga mística, y que así como tomaba LSD, tomaba de esta droga mística.

Ahora sabemos que en el fondo, de poco sirvieron. Después de sus mantras, de sus encuentros con la meditación trascendental, todos los Beatles vivieron problemas serios de drogas. John tuvo su etapa de heroína, muy fuerte, con Yoko; incluso George tuvo su recaída con drogas pesadas. No se puede decir que eran gente muy feliz. Eran artistas, y muy rara vez el artista es una persona feliz.

Nosotros somos los afortunados, podemos ser felices disfrutando de su arte, pero los artistas suelen tener vidas turbulentas y duras. Así pues, India no les dio todas las respuestas, era tonto esperarlo, pero sí dejó una huella indeleble en ellos que usualmente no se reconoce. Su relación con el país se suele reducir a su visita a Rishikesh, pero no era solo eso: influenció vastamente su música, su manera de pensar y, últimamente, determinó un poco la manera en la que las cosas terminaron. Todo esto es un reflejo de los años sesenta, donde estas dos culturas trataban de reconciliarse, entenderse. Y eso fue un tema muy interesante de explorar.

- ¿Qué le gustaría que la gente se lleve de su documental?

- Sé que su estreno llega en un momento muy extraño. No sabemos si este virus va a seguir mutando, pero igual tratamos de cojear todos en nuestro regreso de estos dos años horribles, en los que tantos hemos perdidos seres queridos en todo el mundo. Yo perdí a mi hermano ante el covid, ha sido duro. Y creo que todos necesitamos algo de curación, y esta historia de los Beatles haciendo este viaje nos devuelve esta idea de romance, gozo e inocencia. Hoy necesitamos a los Beatles más que nunca.

 

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4. República Dominicana: los Hare Krishna celebran su desfile de las carrozas.

FUENTE: Diario Social RD

 

 

La Sociedad Internacional para la Conciencia de Krishna (ISKCON) en República Dominicana realizó en los primeros días de enero su sexto “Desfile de las Carrozas” en la avenida Duarte de Santo Domingo.El señor Kisor Gouranga Dasa, presidente de ISKCON dominicana, y el Sr. Bhadra Sheth, encabezaron la marcha que en su recorrido también incluyó la avenida Mella y la Arzobispo Meriño hasta llegar al Parque Colón de la Ciudad Colonial, según informa el Diario Social RD.

Esta actividad, que contó con la participación de misioneros, músicos y devotos de la India y visitantes de otras nacionalidades, tiene como propósito promover los valores culturales y filosóficos de la conciencia de Krishna contenida en la milenaria literatura védica. Este evento es celebrado desde hace cientos de años en la India, y desde el siglo pasado en las principales ciudades de Europa, Estados Unidos y América Latina.

El “Desfile de las Carrozas” o “Ratha Yatra”, como también se lo conoce, consiste en que una vez al año las Deidades del Señor Jagannatha, considerado el Señor del Universo y sus hermanos Baladebha y Subhadra, sean llevados en las carrozas por considerarse que una mirada a las deidades es un hecho muy venturoso y santo.

Esta filosofía promueve el canto devocional del santo nombre del Señor Krishna representado en el mantra: “Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare, Hare Rama Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare”. Además, promueve la distribución gratuita de Prasadam o alimento vegetariano a través de su programa internacional “Food for Life” o “Alimento para la Vida”. El “Ratha Yatra” o “Desfile de las Carrozas”, se realiza desde el año 2015 en la ciudad de Santo Domingo y a partir de 2018 en la ciudad de Santiago.

 

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5. España: un colegio Waldorf reparte test de antígenos a profesores y alumnos.

FUENTE: Tribuna Valladolid

 

 

El colegio de El Puente Azul (Valladolid, España) tenía por consigna garantizar una vuelta al colegio segura y tranquila tras la Navidad; por ello, y a pesar de que las autoridades no habían tomado medidas restrictivas, desde el centro tomaron la determinación de crear un protocolo para que el pasado 10 de enero, tanto alumnos como profesores pudieran volver con la certeza de que no estaban contagiados por el Covid-19. Informa de ello el medio digital Tribuna Valladolid.

La dirección del centro entregó a todas las familias de su alumnado test de anticuerpos que son capaces de discriminar entre anticuerpos post-infección y post-vacunación y test de antígenos de saliva. “Se han repartido test de anticuerpos que son capaces de discriminar entre anticuerpos post-infección y post-vacunación y test de antígenos de saliva, que son los mas apropiados para el uso en niños debido a su fácil uso”, comentan desde el propio centro. Los test de autodiagnóstico pertenecen a la familia Prima COVID y están aprobados para autodiagnóstico por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.

El colegio de Primaria e Infantil ‘El Puente Azul’ Escuela Waldorf está apostando por cuidar y proteger a su comunidad educativa desde el inicio de curso. Desde el primer momento han seguido el protocolo de seguridad que se aplica en cualquier escuela: medidas de distancia de seguridad, mascarillas, ventilación de las aulas… pero, además, aprovechando todo el espacio que tienen al aire libre, el curso pasado empezaron a impartir clases fuera.

Lo mantuvieron hasta que el clima se lo permitió. Ahora han implementado las medidas con el establecimiento de un protocolo que consiste en hacer pruebas para ver si los niños tienen anticuerpos. “Es decir, si ya han pasado la enfermedad y por lo tanto tienen defensas; y además de eso haremos semanalmente una prueba de saliva para ver si pueden tener Covid”, explica el profesor Álvaro Rodríguez Casado.

“Desde el inicio de las clases en septiembre de 2020 nuestro compromiso con la salud y la tranquilidad ha sido prioritario. Por ello la primera medida que tomamos entonces fue sacar las clases al exterior para garantizar ventilación y distancia. Con ello conseguimos pasar el primer mes de una manera muy tranquila, además de que supuso también un aprendizaje para todos. A lo largo del curso pasado no tuvimos que confinar ninguna clase”, explica la directora.

Esta medida ayudó a crear un ambiente de tranquilidad y seguridad, en un inicio de clases marcado por el nerviosismo entre la comunidad escolar debido al aumento de contagios tras las vacaciones de Navidad. En diciembre el colegio realizó un cribado de anticuerpos entre profesores y alumnos cuyos resultados fueron que el 28 % de los alumnos mantenía anticuerpos post infección, mientras que un 9 % de los profesores ya no mantenían anticuerpos post vacuna.

Una vez realizados los test, aquellos que den positivo en anticuerpos se les repetirá a los 3 meses, mientras que los que no han pasado la enfermedad y los que aun habiéndola pasado tengan síntomas se les ofrecerá un antígeno de saliva cada 7 días. De esta forma el colegio espera poder controlar posibles contagios y acotar la expansión, ofreciendo un centro seguro. Además, el equipo docente dispondrá de test de anticuerpos de vacuna y de test antígenos saliva para mantener la seguridad de todo el centro.

 

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6. Carles Tamayo: el joven “youtuber” español que ha mostrado la realidad de algunas sectas.

FUENTE: Xataka

 

 

“Cuando hice toda la serie de reportajes sobre El Palmar de Troya preparé notas de prensa y las envié a medios de comunicación de los que tenía el contacto. Alguno que me respondió era como… ‘Sí, pero es que es de YouTube’. Había como cierto descrédito. Incluso ahora. Me entrevistaron hace un tiempo en una televisión y me preguntaron cómo quería que me presentaran. Cuando les dije que como youtuber, uno del equipo me respondió: ‘Hombre, no te infravalores’. He visto cierto estigma en el hecho de ser youtuber. Cada vez hay menos, también te lo digo, cada vez se dan a conocer más youtubers que no hacen retos absurdos; pero sí que he notado ese estigma”. Así introduce su entrevista Carlos Prego en el portal Xataka.

Los pequeños detalles —al decir de un viejo y manido eslogan publicitario— marcan la diferencia. Y en el caso de Carles Tamayo la diferencia reside, confirmando las teorías de Marshall McLuhan, aquel filosofo del siglo XX que predicaba que “el medio es el mensaje”, en el canal que utiliza para comunicar sus contenidos. Tamayo es reportero. Uno muy bueno, si se me permite opinar; de los de cepa, de los tocados con el gen de contar historias y —menos frecuente todavía— de los que no dudan en jugarse el pellejo o quemarse las pestañas para dar forma a una buena historia.

Tamayo es el reflejo de que en el siglo XXI la estirpe de los Larra, los Camba y los Leguineche sigue fuerte y sana. Su lenguaje y su medio, eso sí, poco tienen que ver con la pluma estilográfica o la vieja máquina de escribir Olivetti. Ni siquiera con la radio o la televisión convencionales. Tamayo es hombre de audiovisual. De Youtube, para ser precisos, la misma plataforma en la que convive con gamers, influencers varios y una legión de usuarios anónimos que hablan y disertan sobre lo que les viene en gana sin tener que adaptarse a los rigores del canon periodístico.

Y eso —aunque admite que cada vez con menos frecuencia— choca a algunos, aun cuando con menos de 30 años Tamayo se ha ganado a pulso un lugar en la historia del periodismo patrio: en 2019 logró infiltrarse y contar desde dentro cómo es la Iglesia palmariana, una secta fundaba en Sevilla en la década de los 70 y que durante casi medio siglo había mantenido sus prácticas lejos de la incómoda mirada de los reporteros. A finales de 2021 puede que ya no extrañe ver buen contenido —corrijo, magnífico contenido— en YouTube o Twitch; pero a algunos, como el compañero con el que habló en TV, todavía les resulta chocante encontrarse con buen periodismo cocinado en y para las redes. Casi, casi como toparse con un Messi que hiciese gala de jugar en una liga menor.

Cuando un servidor empezaba primero de Periodismo en la universidad, en septiembre 2006, YouTube llevaba solo un año rodando y acababa de pasar a manos de Google Inc, a la plataforma le quedaban aún meses para traducir su interfaz al español y El Rubius subía sus primeros vídeos. La prensa era por entonces cosa fundamentalmente del papel o las ondas y aunque lo digital pisaba ya fuerte —El País abrió su web en 1996— dibujaba un escenario incierto al que se echaba un vistazo de vez en cuando allá, en lontananza, como parte de un horizonte de formas todavía difusas.

A los periodistas, francamente, les preocupaba más el impacto de los diarios gratuitos que la remota posibilidad de que —década y media después— el público pudiese consumir gratis, vía smartphone, en la parada del bus o mientras espera turno en la carnicería, un reportaje de calidad profesional elaborado por un freelance veinteañero que trabaja sin el respaldo de medio alguno y es capaz de llegar a cientos de miles de usuarios, una audiencia por la que matarían muchas emisoras. La idea de que un youtuber como Ibai Llanos le arrebatase a As o Marca —popes del periodismo deportivo— una entrevista en exclusiva con el futbolista del momento sonaba, sin más, a ficción delirante.

Carles Tamayo (Masnou, 1995) es la viva imagen de los nuevos vientos que soplan desde hace años y cada vez con más fuerza en la comunicación, de ese “otro Nuevo Periodismo” que ni por asomo podían intuir Tom Wolfe, Truman Capote, Gay Talese o Hunter S. Thompson y que habría llevado a derrochar ríos de tinta al bueno de McLuhan. En la descripción de su canal de YouTube, Tamayo presenta sus piezas como “investigaciones y reportajes con rigor, ironía, respeto y humor” que intentan “dar voz a realidades silenciadas por los mass media”. 406.000 suscriptores y algún vídeo con 2,8 millones de visualizaciones acreditan que la fórmula no es mala del todo.

Aunque el de Tamayo ha sido quizás un periplo periodístico poco ortodoxo, el gusanillo por contar historias le picó ya de niño. “La comunicación me ha interesado desde siempre, desde pequeño. Siempre he sido consumidor de radio, de televisión, de periódicos… Yo era el friki que iba al colegio leyendo La Vanguardia. La regalaban en el tren y yo iba leyéndola”, recuerda. A los 15 años primero una emisora escolar y después otra local, Ràdio Premià de Mar, le permitieron cruzar el telón, pasarse al otro lado de los medios, el del micrófono, y compartir sus propios contenidos.

“Hace poco escuché audios de aquella época y el formato es bastante parecido a lo que hago ahora. En uno de los capítulos, por ejemplo, hablaba de las elecciones de Badalona, de Albiol… Es muy cutre, pero podría ser perfectamente un reportaje que hiciera ahora”. Sus pinitos en las ondas le llevarían también a Radio Nacional. Con las ideas y su vocación meridianamente claras, estudio Dirección Cinematográfica en la Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña (ESCAC), una de las más prestigiosas del país. En 2018 tenía ya el título. También una noción del tremendo poder y alcance de las historias bien contadas.

“Algo que me impactó mucho fue el reportaje Los Olvidados, del programa ‘Salvados’. Me dio a entender que el audiovisual podía ser no sólo una forma de entretenimiento, sino también de ayudar a la sociedad. Me impactó mucho, ver cómo una pieza de 25 fotogramas por segundo ayudaba de repente a mucha gente con un tema que casi nadie conocía, que había estado tapado por los poderes políticos de Valencia —recuerda, ya con perspectiva—. El caso se abrió, la gente se sensibilizó… Me impactó. Dije: ‘Yo quiero hacer películas de entretenimiento para niños, que es lo que a mí me gusta, el rollo Spielberg; pero también contenido con pretensión de ayuda social’”.

Tamayo recuperó el canal de YouTube que había abierto años antes, en 2010, y en el que había subido vídeos en los que ensayaba las técnicas audiovisuales que iba aprendiendo —el primero es un corto en stop motion con figuras de plastilina—, para empezar a contar historias de la calle, relatos personales, pegados al asfalto y que compartía a sabiendas de que removerían conciencias y torcerían gestos. Hace cuatro años se arrancó con un vídeo de menos de cinco minutos sobre la turismofobia en Cataluña. Luego le siguió otro, “Rompiendo el Silencio”, en el que abordaba los abusos sexuales a menores; “Trenatronan: de vagón en vagón”, que recibió el Premio Sección Popular Artmov 2017; “Diabetes tipo 1: Dulce María”, “Prostitución Voluntaria: Una noche con Valérie”, “Vagabundo: la vuelta al mundo en bicicleta”… La lista sigue y sigue.

Artistas callejeros, enfermos, prostitutas, víctimas de abuso, trotamundos, oficios en extinción o incluso historias sobre viudas masái en Tanzania o niñas Kumari del Nepal. Rebañando los relatos a menudo olvidados por los grandes medios, Tamayo se lanzó a contar las historias humanas que a él mismo le hubiese gustado ver en la tele. “Eran reportajes sobre gente a la que veía y pensaba: ¿Cómo debe de ser su vida? Luego empecé con el contenido que estoy haciendo ahora”. Su currículo se completa con el callo que cogió en el sector del audiovisual. Pasó por Catalunya Ràdio, Teatro Lliure o Gran Teatro del Liceo. “Quemado” por las condiciones que se encontraba con frecuencia aquí, decidió hacer las maletas, cruzar el canal de la Mancha y mudarse a Londres.

En la City se topó con mejores opciones para ganarse la vida, pero a cambio de un desgaste personal alto y una incertidumbre constante. “A nivel laboral estaba muy bien, te respetaban como trabajador, pagaban lo que tocaba… Pero al no conocer a nadie estaba todo el día buscando trabajo. Mi rutina era levantarme a las siete de la mañana, irme a un bar y enviar correos, currículos, hacer videollamadas… Cada día. A base de enviar cientos de currículos, me daba para encontrar tres o cuatro trabajos al mes que estaban guais y me gustaban —rememora—. Me eché medio año así”. Desde allí seguía cocinando también sus propios proyectos y reportajes sociales.

Todavía en Londres, la oportunidad llamó a su puerta… en forma de estafa. Una muy chusca y digna de las pelis de Esteso y Pajares. Un buen día abrió su Instagram y se encontró con que los mismísimos Illuminati le habían escrito un mensaje lleno de faltas de concordancia en el que le ofrecían la posibilidad de ganar 350 millones de dólares, éxito y fama. Desconfió, claro.

“Como a mucha gente de mi generación, me llegó un mensaje de '¿quieres hacerte rico?' Pensé: No tengo nada que hacer aquí en Londres, así que voy seguirles el rollo a ver si consigo saber quiénes son”. A lo largo de una serie de vídeos desternillantes —para convertirse en Illuminati los presuntos estafadores llegaron a pedirle que entregara el cráneo de un león, tres dientes de pitón, cuatro huevos de tortuga y un litro y medio de agua del Mar Rojo; o, si se veía incapaz de reunir semejante arsenal, un generoso donativo, además del pago de 400 dólares—, Tamayo desenreda una chusca estafa y llega a contactar con sus autores, unos jóvenes de Camerún. Incluso explica en qué consiste el conocido como timo 419 y logra hablar con una víctima que sí había caído en el engaño.

Todo con un formato capaz de mantener el equilibrio entre el tono desenfadado y el más estricto rigor periodístico, cuidando los detalles, documentando cada paso y armando el discurso con una edición cuidada. Los vídeos, que comparten el aroma de los mejores videoblogs, rompían en cierto modo con el estilo de la mayoría de sus producciones anteriores, mucho más clásicas y canónicas. “Me gustó. Desde hacía medio año estaba preparando el tema de El Palmar de Troya y pensé: ese reportaje, que iba a hacer como un documental al uso, como los que había hecho hasta el momento, prácticamente de La 2, voy a hacerlo con ese formato híbrido entre documental y blog”, recuerda. Había dado con la tecla y tenía una buena historia.

Tras una temporada en Inglaterra, con el suficiente dinero ahorrado para tirar al menos un año, Tamayo volvió a meter sus cosas en la maleta y regresó a España. En cuestión de meses estaba ya dando forma a su primer gran “bombazo”, la serie en la que muestra cómo se infiltra en la Iglesia Cristiana Palmariana de los Carmelitas de la Santa Faz, relata su día a día desde dentro de la secta, sus normas y pautas, su catecismo, cómo se condiciona la vestimenta de sus acólitos, con quién pueden o no relacionarse o qué información deben consumir. Durante su visita a El Palmar, el youtuber llega a compartir su día a día con Joaquín, un fiel palmariano con el que establece lo que él mismo ha definido como “una extraña empatía”. De su mano profundiza en las cuestiones más curiosas del día a día de los acólitos o la complicada relación con los familiares apóstatas.

Para conseguirlo Tamayo explota su faceta de actor. Con el pelo alborotado, camisa de puño cerrado y abotonada hasta la mismísima nuez, el youtuber borda el papel de joven aturdido que no acaba de encontrar su lugar en la sociedad y googlea ávido de verdades. Una actuación brillante, ejemplo del Periodismo gonzo que el mismísimo Hunter S. Thomson miraría con aprobación. “Volví de Londres en junio y la primera semana de julio ya estaba hablando con el padre Braulio de El Palmar para ir a visitarlos. En julio lo grabé, en agosto y septiembre estuve editándolo y hacia mediados o finales de septiembre empecé a colgar los capítulos. Funcionó”.

Efectivamente: funcionó. El tiro era arriesgado y ambicioso; pero dio de pleno en la diana. Tamayo empezó a ganar seguidores, repercusión, a labrarse un nombre entre quienes no habían seguido su trabajo hasta ese momento. “Imagino que empecé a salirle a la gente, que YouTube lo recomendó; no sé cómo funcionó”, relata. Por las mismas fechas preparó una nota de prensa sobre lo que había conseguido y la envió a medios de comunicación, pero de entrada se encontró con el muro que —cada vez menos, cierto— separa ambos mundos, el de YouTube y el del periodismo al uso.

— ¿Por qué El Palmar, Carles?

— “Grabando uno de los reportajes que hacía de personajes anónimos, en Sevilla, pasamos con la furgoneta por El Palmar de Troya y me dijeron: 'Aquí hay una secta'. Yo no sabía qué era una secta. Fue cuando me interesé por saberlo. Lo digo en serio: cuando me puse en contacto por primera vez con la gente de la Iglesia palmariana mi idea era hacer un reportaje defendiéndolos en el sentido de, a ver, para mí creer en Dios o en la Virgen de El Palmar de Troya es exactamente lo mismo. ¿Por qué unos son una secta y los otros una religión aceptada? ¿Por el número de adeptos? Fue ponerme en contacto con ellos y ver que el problema no es en lo que creen, sino en cómo usan tu fe”.

A muchos reporteros el intento de estafa con unos berlanguianos Illuminati de por medio y la incursión en la basílica de El Palmar les habría llevado a un cambio de tercio, colgar durante un tiempo los guantes del boxeo informativo y dedicarse a temas más amables, con menos aristas. No fue así para Tamayo. En cuestión de meses estaba trabajando ya en otra serie de reportajes sobre IM Academy, en apariencia una escuela de trading; pero que el youtuber perfila como una presunta estafa piramidal que acabó enredando a un buen número de jóvenes —menores incluidos— y generando una comunidad en la que Tamayo aprecia rasgos de “secta comercial”.

Cómo dio con el tema recuerda en cierto modo a sus reportajes sobre el timo nigeriano. Fue uno de sus propios miembros quién se dirigió a él a través de las redes. “Me contactaron por Instagram al ver que tenía tantos seguidores, para intentar que me uniera a IM y compartirlo con mi audiencia; pero sin saber quién era yo ni cuál era mi contenido en YouTube”, explicaba Tamayo a Crónica Global, de El Español, en marzo, poco después de haber colgado su serie documental y cuando había en marcha ya una demanda colectiva impulsada por 450 familias afectadas por IM.

De cariz religioso o comercial, tirasen de la fe, de la ambición o del sueño de convertirse en un poderoso Illuminati con 350 millones de dólares en el banco, los reportajes sobre el timo 419, los palmarianos e IM aportaron a Tamayo lo mismo: seguidores, prestigio… y también una horda de cabreados —desde acólitos a presuntos estafadores— que no dudaron en hacérselo saber a través de las redes. Aunque las amenazas son el pan de cada día en el periodismo de investigación más incisivo, a menudo los reporteros suelen ocultarlas, reservárselas para el backstage, la privacidad entre bambalinas. También en eso el discurso de Tamayo es diferente. Él opta por hablar del tema. Su cocina periodística —para lo bueno y para lo malo— tiene las paredes de cristal.

“Yo siempre he consumido mucha prensa de todo tipo, había leído artículos sobre sectas, reportajes sobre estafas, y siempre me preguntaba: ¿Y luego qué? ¿Qué pasa? Nunca veía esa segunda parte de qué ocurre después. Era un tema que me interesaba, ese feedback. La gente de El Palmar tiene prohibido usar Internet, con lo que el feedback que recibí fue contado y medido por ellos. Con IM cambió porque todo el mundo tiene acceso a Internet y desde dentro me mandan mensajes del tipo ‘a mí esto no me lo dicen’”, explica.

Con el tiempo ha recibido amenazas más serias, que advierten incluso con enviarle un sicario. Está también la otra parte, por supuesto: la de los afectados que acuden a él al sentirse identificados con sus vídeos. “A raíz de este reportaje estoy en contacto con muchos padres y sus hijos piensan que yo soy poco más que el diablo”, revela sobre las piezas de IM: “Si hay feedback lo comento porque es algo que a mí también me interesaba”. Tamayo habla con rapidez. Su voz, a través del móvil, suena con el mismo tono desenfadado con el que tan bien marida sus reportajes. Un desenfado, eso sí, incisivo, sin concesiones al rodeo, honesto. El cinismo gratuito —ya sabéis, lo decía Kapuściński— no vale para este oficio.

— De todos los temas posibles, ¿por qué sectas y estafas, Carles? No son temas sencillos, pueden ser hasta peligrosos y tú los encaras como freelance, sin el respaldo de un medio.

— “En realidad… Ha sido un poco… —arranca al otro lado del teléfono después de unos segundos de reflexión— Me he especializado sin querer, ¿eh? Tampoco es algo que quiera seguir haciendo en esta línea. Estoy intentando hacer varios temas, temas que me interesen”.

A lo largo de los últimos meses ha publicado piezas sobre la vida en un barco, cómo es el día a día de los refugiados saharauis, “vendehúmos”, el Pizzagate y Qanon o la homosexualidad en la Iglesia Evangélica. En uno de sus documentales más recientes ahonda de nuevo en el mundo de las sectas y relata sus propias experiencias durante 24 horas de “retiro espiritual” en una comunidad New Age. En septiembre dio un paso más y estrenó un podcast, “Disidencia controlada”, que según su propia presentación en Podimo busca “sumergirse en el oscuro mundo de la conspiración y las fake news”. “Estoy súper contento. Yo empecé en la radio y me encantaba”, reconoce.

— Seguramente una de las claves de tu éxito es el formato de tus vídeos, cómo compones los reportajes: relatos ágiles, con guiños irónicos. No es fácil dar con el punto.

— “Básicamente lo que hacía de pequeño en el programa de radio, en la televisión, era imitar a Jordi Évole. Évole metía humor y yo llevo veinte años copiándolo. A mí ‘Salvados’ me gusta mucho. El tono irónico, que a mí me encanta, lo meto, pero sin darme cuenta”.

A sus historias le sienta de mil maravillas. Tanto, de hecho, que Tamayo —que además de en YouTube y la esfera podcasts, está presente al menos en Twitter, Instagram y Twitch, una de sus grandes fuentes de ingresos— cuenta ahora con un pequeño equipo que le ayuda en su día a día. Una persona le echa una mano en preproducción, otro en la edición de los clips de Twitch y un tercer colaborador se encarga de moderar en el canal. “Tuve suerte. Tenía ahorrado lo suficiente como para estar un año enfocado en esto, pero desde el primer mes empecé a ganar dinero”.

Además del tono, otra de las claves de Tamayo es la cocción de sus piezas, a fuego lento, sin prisas y mimando cada ingrediente del aderezo, un “tempo” bien medido y que marca otra de sus grandes diferencias con respecto a los medios convencionales y la televisión de consumo diario. “Yo el concepto de exclusiva no lo acabo de entender. Si eres el primero en sacar la noticia igual es que no has tenido tiempo de mirártelo muy bien. Yo estoy hablando de QAnon, que ya me dirás la exclusiva que puede ser si el asalto al Capitolio fue en enero pasado —comenta Tamayo—. De las exclusivas igual puedo comentar algo en Twitch; pero en el canal principal no las manejo mucho. A nivel personal, creo que ese es uno de los grandes daños del periodismo. Subes algo que igual no está lo suficientemente contrastado para ser el primero. En Internet no hay última hora”.

“Una cosa que a mí no me acababa de gustar de los medios de comunicación tradicionales en los que trabajaba y que sé de amigos que siguen haciendo periodismo es la inmediatez. Si tienes que hacer un artículo tienes que informarte y, como mucho, mucho, dispones de un mes. Y en un mes tampoco se puede profundizar demasiado”, comenta. Para jugar con más margen Tamayo trabaja en varios “temas de larga duración” a la vez. Unos requieren más dedicación —a modo de ejemplo cita El Palmar—; otros, menos. No importa; en su caso prima el contenido. “Si veo que el reportaje que quería sacar no está terminado aún, mando un mensaje en Instagram explicándolo”.

“Yo lo que hago en mi canal es tocar el tema que a mí me interesa dedicándole el tiempo que yo crea posible e intentando mimarlo. Esos productos van a quedarse ahí subidos durante años y yo quiero que estén bien acabados”, abunda el youtuber. De raíces cinéfilas, Tamayo cree firmemente que el público “nota eso, cuando [una pieza] está currada” y elaborada con tacto y rigor.

Cuando un servidor, quien escribe, empezó la carrera de Periodismo, en aquel lejano 2006 que queda escasa década y media atrás, una franja de tiempo no tan amplia, pero que en términos informativos las redes, la Web, los smartphones y las tablets han estirado como un chicle Boomer, perfiles como el de Carles Tamayo sonaban casi a novela de caballería. ¿Un youtuber capaz de escribir su nombre en la historia del periodismo español? ¿Un freelance que con la infinitésima parte del presupuesto de una productora profesional elabora reportajes capaces de alcanzar millones de visualizaciones y reunir una parroquia de 406.000 suscriptores que traspasa fronteras? No.

Pero Tamayo está ahí. Y se ha colado en El Palmar, un imposible durante décadas para los periodistas de la vieja guardia, bregados en mil batallas. Y ha destapado estafas piramidales y a profesionales del engaño. Y ha dado una visibilidad inimaginable a historias de outsiders que se habían quedado fuera del radar de las teles, radios y periódicos. Y ha acercado reporterismo bueno, de calidad y económico, a cientos de miles de seguidores que cada semana aguardan sus vídeos en YouTube igual que un chaval espera los domingos por la paga de la abuela. Y graba. Y edita. Y publica. Y genera hilos informativos que luego retoman los medios tradicionales. Y del cero absoluto, con poco más que una cámara y un móvil, se ha convertido en todo un referente del sector.

Por hacer, hasta se ha hecho un nombre entre los medios tradicionales y participado en ponencias y charlas sobre desinformación y manipulación, invitado por universidades.

— ¿Cómo te identificamos? —le preguntaban hace no mucho en aquella tele convencional.

— “Como youtuber” —respondió él, con orgullo.

Y está bien que así sea, muy bien. Opino yo.

 

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7. Los temazcales, populares lugares de espiritualidad y sanación en México.

FUENTE: Varios medios

 

 

El municipio de Metepec (México) está el segundo Temazcal más grande del país que está bajo la tierra. Se trata de una réplica de cómo lo utilizaba Cuitláhuac, quien fue el penúltimo huey tlatoani mexica, señor de Iztapalapa y hermano de Moctezuma Xocoyotzin. Lo cuenta Ivet Pasquel en El Sol de Tulancingo. El guía de Santo Temazcal, José Manuel Ocho Hernández, explicó que primero calientan las piedras una vez que están al rojo vivo, ingresan a la gente a este lugar sagrado y utilizan un poco de cedro y copal para limpiarlos antes de ingresar.

“Entrando los colocamos en el centro, el ombligo, donde depositamos las piedras, “las abuelitas”, de ahí empezamos a meter las piedras poco a poco, a cada una se le pone una intención, un rezo, una petición, después se mete aguas con tés, plantas y esencias, que se depositan en las piedras”, compartió. Una vez que se cierra la puerta y el temazcal se queda completamente oscuro, para trabajar con uno mismo, ahí empieza la curación física y espiritual, dentro él se hacen cantos y rezos. Se trata de una ceremonia prehispánica que se le entregó al ser humano, de purificación y de renacer, compartió. Compartió que el temazcal simboliza el útero de la madre piedra, “se cree que cuando entras estás muriendo para volver a nacer nuevamente”.

Por otro lado, El Sol de Hidalgo publicó poco antes otro artículo del mismo autor, sobre otro temazcal. El toque de la concha de mar retumba en el lugar, Tote es el maestro guía del Temazcal y está pidiendo a la madre tierra entrar en su vientre para purificar el cuerpo y el alma a través de un baño de vapor. El ritual comienza con una ofrenda a la madre tierra, quien es la que da la vida y los alimentos, mientras que la parte espiritual del ritual trabaja con los cuatro elementos: agua, tierra, fuego y viento.

Antes de entrar al recinto sagrado se hace la purificación a las personas con el copal, para limpiar sus energías negativas, a esto le sigue el baño de vapor dentro del temazcal, para lograr la desintoxicación del alma y el cuerpo. El temazcal se encuentra listo, ya se hizo el calentamiento de las 52 piedras al rojo vivo, que señalan el calor de la vida, mientras tanto, las hierbas medicinales, los tés aromáticos y esencias, se depositan alrededor para que salga el vapor y comience la sanación.

El maestro Jacobo Estrada, guía del Temazcal, señala que el baño indígena ayuda a mantener el cuerpo en forma, además ayuda a quitar malestares mentales, físicos y espirituales, se trata de un lugar de curación donde se utilizan plantas medicinales como ruda, albahaca, Santa María e incluso mariguana. Ante de la llegada de los europeos, explicó que los temazcales ya existían, pero eran muy rudimentarios y provisionales, se construían con ramas y se forraban con pieles de animales para la curación de mujeres que iban a dar la luz, se les preparaba un baño de vapor para que su cuerpo resistiera el parto.

Hay temazcales para curación y meditación, todos tienen características diferentes pues algunos son hechos de tabique, hay otros de adobe, piedra o los tradicionales que se hacen con varas y se forran con pieles de búfalo. Dijo que el temazcal es una bóveda que simboliza el universo, es un horno con espacio suficiente para varias personas y que sobreviven en la actualidad para hacer la curación a través de la medicina tradicional.

En su inquietud por mantener viva esta tradición milenaria, Otzare Olvera Solís, junto con su esposa, María Sandra Cureño Díaz, decidieron construir un temazcal que formaría parte de la recuperación de Otzare tras detectarle cáncer. Ellos viven en la localidad de Temaxcalillos, municipio de Metepec, que hace honor a los temazcales; este lugar alberga una hacienda que data de 1870, y que fue construida por un doctor que combinaba la ciencia con la medicina tradicional.

“Queremos mantener viva este tipo de medicina. El temazcal fue uno de los primeros ritos que Dios y el universo nos entregaron a la humanidad hace miles de años. Está comprobado que hace cien años en México, los temazcales eran los hospitales, aquí era donde la gente sanaba de su malestar físico o espirituales”, contó, Olvera Solís. Relató que nuestros ancestros siempre pensaron que las enfermedades se generan en el espíritu y se manifiestan en el cuerpo, “si no sanamos el espíritu, no se puede sanar el cuerpo. Es la base de la medicina ancestral”.

 

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8. China: desaparece un activista que ha ejercido como abogado de Falun Gong.

FUENTE: Asia News

 

 

Un conocido abogado chino pro derechos humanos lleva varios días desaparecido. Según Radio Free Asia, las autoridades del país detuvieron a Tang Jitian el 10 de diciembre, cuando debía asistir a un encuentro por el Día Mundial de los Derechos Humanos, organizado por la representación de la Unión Europea en la capital china. Lo leemos en Asia News. Teng Biao, un académico chino que vive en los Estados Unidos, dijo que la comunicación con Tang se interrumpió dos horas antes de que comenzara el acto, cuando envió mensajes a sus amigos explicando que no era seguro asistir al evento.

Según fuentes de la RFA, antes de su desaparición, Tang se encontraba en un estado físico y mental delicado. Sufría porque las autoridades le impedían reunirse con su hija de 24 años. La joven se encuentra en Japón, y está en coma por complicaciones derivadas de la tuberculosis. Hace tiempo que el activista es perseguido por el régimen chino: en 2010 le retiraron la licencia para ejercer la abogacía; lo culpan de defender a los seguidores del movimiento espiritual Falun Gong, proscrito en China, y ha sido torturado por su labor humanitaria. Tang está enfermo de leucemia, está desempleado, no tiene vivienda y no puede salir de China. Sobrevive gracias a la ayuda de algunos amigos.

Su situación es similar a la de otro activista, Guo Feixiong, desaparecido el 28 de enero, poco después de que el personal de seguridad del aeropuerto de Shanghai le impidiera embarcar en un avión con destino a Estados Unidos. Quería reunirse con su mujer, que padece cáncer. Para protestar por la prohibición de viajar, Guo comenzó una huelga de hambre. Lo acusan de poner en peligro la seguridad nacional. El activista lucha en favor de los derechos humanos en China desde la época de las protestas de Tiananmen, en 1989, cuando el régimen masacró a miles de estudiantes que pedían libertad y democracia.

 

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9. República Dominicana: el presidente del Partido Humanista anuncia que abrirán nuevos centros.

FUENTE: El Día

 

 

El recién electo presidente del Partido Humanista Dominicano (PHD), Ramón Emilio Goris, dijo que esa organización política (fachada de la secta La Comunidad, o siloísmo) abrirá espacios a la juventud y a las mujeres para que aporten a las transformaciones y al desarrollo de la República Dominicana. Según leemos en El Día, sostuvo que tanto las mujeres como los jóvenes pueden contar con el PHD como plataforma política para expresar sus ideas y propuestas a favor del bienestar de la nación.

Goris anunció que para ello iniciarán un proceso de formación política dirigido especialmente a la juventud y a las mujeres en las diferentes regiones del país. “A partir del próximo año, abriremos cuatro centros educativos de formación humanista en diferentes puntos del país, igual que en el exterior, donde daremos espacio a la juventud y a las mujeres”, expresó.

El también diputado ante el Parlamento Centroamericano (PARLACEN) sostuvo que la educación y la capacitación política es vital en estos tiempos, “de manera que todas las personas se integren a las actividades políticas y sociales a favor de la nación dominicana”. Goris prometió manejar con transparencia los recursos que recibe esa organización de la Junta Central Electoral (JCE).

Aseguró que el PHD será el primer partido político del país que manejará su finanza a través de un portal, “no llevándoselo a la JCE en un papel por debajo en una hoja”. “Esos recursos económicos que reciben los partidos como financiamiento del Estado, debe manejarse con la mayor transparencia, porque es un dinero que proviene de todos los contribuyentes, es decir, de todos los ciudadanos”, expresó finalmente el presidente del Partido Humanista Dominicano al comparecer en el programa “Esta Mañana” que se difunde por el canal 4RD.

 

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10. El Espíritu del Gran Águila, una secta española desarticulada en los años 80.

FUENTE: Huelva Información

 

 

En Huelva (España) encontramos una de las sectas destructivas, la peligrosa “secta de Mazagón”. Todo ello tenía como principal protagonista a Ana Camacho, y esta historia comienza con un curso de control mental que recomienda la psicóloga Ángeles Sánchez Sarachaga a nuestra protagonista en 1978. Así comienza el artículo que ha escrito José Manuel García Bautista en el diario Huelva Información.

Ana comenzó aquel curso en el Hotel Inglaterra de Sevilla e hizo gran amistad con la profesora de aquellos cursos, la uruguaya Marta Lépore. Se centraron en las capacidades mentales orientadas hacia lo esotérico y con el tiempo comenzaron a organizar reuniones semanales orbitando en torno a lo espiritual. Algunos de aquellos asistentes pasarían a la triste historia de este caso: Fernando Asanza, Emilia Gallego, María Soledad Loma, María Rosa Lima o José Manuel Sánchez fueron los primeros adoctrinados por la líder de este grupo sectario.

Pronto abandonaron sus hogares, sus relaciones, sus amistades y se amancebaron juntos a Ana Camacho quienes les volvieron a sorprender cuando les comunicó su capacidad para contactar con el mundo de los espíritus, aquellas personas eran fruta madura de su adoctrinamiento y no iban a cuestionar la afirmación de su líder.

Aquella comunicación iba a transformar sus vidas, aquellos espíritus ordenaban incluso castigos físicos y Ana Camacho entraba en diferentes estados en los que predominaba el odio, la ira y todo aquello que podía ocasionar daños a sus semejantes. Los castigos llegaron a ser tales que aquellos adeptos eran azotados, heridos, quemados, cortados.

En siguiente estadio en esta locura de la secta de Mazagón llegó cuando la iluminada comienza a administrar psicotrópicos (centramina) a los adeptos que conseguía gracias a Fernando Asanza. Éste declaró sobre las maldades de Ana Camacho que: “Solía pegarnos con una fusta e incluso una vez me dio cuarenta latigazos. En otra ocasión diciendo estar poseída por el espíritu de Juan, uno muy cruel, me cogió con unas tenazas el prepucio hasta hacerlo sangrar. En otra ocasión apagó un cigarrillo en mi lengua o con una pinza me cogió la lengua hasta dejarla colgando y con graves heridas”.

Otra de las adeptas, María Rosa Lima, escapó del infierno de Mazagón visiblemente disminuida y con las secuelas en su cuerpo de la estancia en la secta. Fue capturada junto a la estación de tren cuando esperaba al que la llevaría a Huelva y así regresaba al hogar junto a Ana Camacho. En los días sucesivos sería torturada mientras estaba atada a la cama, se le administraba mepivacaína –un anestésico tóxico- y proseguían las torturas y las palizas hasta que entró en un coma del que jamás salió, falleciendo en el Hospital Virgen de la Macarena de Sevilla.

Tras esto todos los miembros de El Espíritu del Gran Águila fueron detenidos y juzgados: Ana Camacho Carrasco fue condenada a 26 años de prisión por homicidio, falsedad en documento oficial, detención ilegal, favorecer del consumo de sustancias psicotrópicas y dos delitos de lesiones; María Camacho Carrasco fue condenada a un año de prisión; José Manuel Sánchez Palancar a siete años de prisión; María Asunción Muñoz Álvarez a dos años de prisión; Concepción González a dos años; Emilio Gallego Vargas a dos años; y Fernando Asanza Fernaud a 310.000 pesetas por encubrimiento de un delito de homicidio, falsedad de documento oficial y favorecer del consumo de sustancias psicotrópicas.

El perfil de la secta de Mazagón se ajustaba al de una secta destructiva, es decir, un grupo de personas que seguía un determinado movimiento ideológico o religioso en la cual se practicaba el control mental, bajo una apariencia inofensiva, siendo muy peligrosa y destructiva hacia sus miembros entrando en acciones violenta con tintes, suicidas, homicidas y hasta genocidas. Entre sus adeptos, personas que tenían problemas sociales y de relación con otras personas, problemas emocionales, frágiles de carácter, pasivos, con necesidad de protección, nivel cultural medio o bajo y provenientes de familias rotas... Todo un caldo de cultivo.

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