Tribunas

De Ratzinger, informes y métodos

 

 

José Francisco Serrano Oceja


 

 

 

 

 

Las conclusiones de informe del despacho de abogados Westpfahl Spilker Wastl (WSW) sobre los casos de abusos a menores y personas adultas en la Arquidiócesis de Munich y Freising desde 1945 a 2019 ha producido una importante sacudida en la opinión pública mundial, principalmente porque afecta a Benedicto XVI.

Pero también está generando una corriente crítica ante este tipo de informes que significan, en cierta media, el triunfo del derecho anglosajón, y sus praxis jurídico-sociales, sobre el derecho romano latino.

Como estamos en tiempos de argumentación gruesa, en los que la distinción ha dejado de ser la cortesía del pensamiento, hay que aclarar y repetir que criticar este tipo de estudios, y las dinámicas que generan, no implica ni lo más mínimo no reconocer el sufrimiento de las víctimas, ni legitimar ninguna actuación pasada. Comprender no es justificar, aunque para algunos lo parezca.

Creo que hay algunas ideas que pueden servirnos para hacernos una composición de lugar más amplia sobre el informe y su contexto.

El informe da los siguientes datos, según la síntesis de Jorge Enrique Mújica en Zenit:

– 497 personas abusadas

– 247 son varones

– 182 son mujeres

– El 60% de las personas tenían entre 8 y 14 años cuando sufrieron el abuso

– 235 personas fueron las abusadoras

– 173 son sacerdotes, 9 diáconos, 5 agentes de pastoral y 48 laicos del ámbito escolar

 

Considerando el periodo estudiado en el informe, el bufete de abogados examinó el papel de algunos de los diferentes arzobispos de Munich-Frisinga durante el ejercicio del respectivo episcopado: Michael von Faulhaber (1917-1952); Joseph Wendel (1952-1960); Julius Doepfner (1061-1976); Joseph Ratzinger (1977-1982); Friedrich Wetter (1983-2008); Reinhard Marx (2008-).

El método es la clave. En este informe se utiliza un método indiciario, basado en los testimonios de las víctimas, entrevistas, declaraciones. En el caso de Ratzinger, se confronta la declaración de las víctimas y los testigos del proceso con las 87 páginas de memoria que envió el papa emérito.

Para los autores de la investigación, “él (el Papa emérito) sostiene que no era conocedor de los hechos, nosotros no creemos que sea así”. La matriz de trabajo es la credibilidad que se da a las acusaciones. ¿Por qué no se tiene la misma matriz de credibilidad a la defensa? El método sentencia, los medios crean jurisprudencia.

Según los análisis que se están haciendo del informe, hay que añadir:

De Ratzinger no sólo examinaron su quehacer mientras fue arzobispo sino también sus años como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Por tanto excede el campo para el que Westpfahl Spilker Wastl fue requerido.

La Comisión identifica cuatro casos de abusos que remiten al periodo del entonces arzobispo Joseph Ratzinger y de los cuales, según la misma Comisión, él tendría “alguna responsabilidad”, aunque no dicen exactamente cuál.

El caso más relevante es el de un sacerdote abusador de la diócesis de Essen, que después sería trasladado a Munich. Este caso ya era conocido desde 2010. La historia de este caso, según Mújica, es la siguiente:

El 13 de marzo de 2010 el Süddeutsche Zeitung publicó una nota sobre la supuesta admisión en la arquidiócesis de Munich de un sacerdote –Peter Hullermann– acusado de abuso y procedente de la diócesis de Essen. Ya en Munich habría recibido un nuevo encargo pastoral. Todo esto habría ocurrido en 1980, cuando el arzobispo de esa sede arzobispal era el cardenal Joseph Ratzinger. El mismo día la revista TIME reproducía la nota que luego, sucesivamente, daría la vuelta al mundo. El título que dio TIME fue “El Papa sabía que el sacerdote era pedófilo pero autorizó que continuara su ministerio”. ¿Cuál era la realidad de los hechos?

Efectivamente, el entonces arzobispo de Munich autorizó que Peter Hullermann residiera en el territorio diocesano pero en un convicto sacerdotal de la arquidiócesis y exclusivamente para recibir terapia. Tras el nombramiento, en noviembre de 1981, como prefecto para la Congregación para la Doctrina de la Fe, Ratzinger renuncia a la sede de Munich y pasa a Roma en febrero de 1982. Durante el periodo de sede vacante (es decir, cuando aún no se nombra al suplente de Joseph Ratzinger para Munich), el vicario para la arquidiócesis, padre Gerhard Gruber, es quien decide dar licencia para que Hullermann ejerza el ministerio en una parroquia.

En 1985 se dan nuevas denuncias contra Hullermann (es decir, cuando Joseph Ratzinger ya no estaba en Munich) y se le retira del ministerio sacerdotal. En junio de 1986 es condenado por abusos de menores a 18 meses de cárcel en libertad condicional y a una multa de 4.000 marcos.

Habrá que seguir estudiando este tipo de informes. Pero la pregunta es obvia: ¿No hay otro modo, método de conocer la verdad? ¿Qué dicen los historiadores?

 

 

José Francisco Serrano Oceja