Red Iberoamericana de

Estudio de las Sectas

 

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Nº 957

8 de jul. 2022

 

BOLETÍN MONOGRÁFICO: PSEUDOTERAPIAS Y PSEUDOCIENCIAS

 

1. Psicólogos españoles denuncian el auge de pseudoterapias en su ámbito laboral.

2. España: un abogado del Estado publica un libro sobre las pseudoterapias y el Derecho.

3. Una iniciativa de formación para médicos y pacientes sobre las pseudoterapias y el cáncer.

4. Psicoterapeuta chileno alerta sobre los riesgos de las “terapias alternativas” y de la Nueva Era.

5. Alertan sobre la celebración de “círculos de mujeres” convocados por una sanadora de España.

6. Polémica por las ceremonias de “vaporización de útero”.

7. Un diario español promociona al mayor exponente del Kundalini Activation Process.

8. ¿Por qué las flores de Bach no son recomendables?

9. Gemoterapia: una técnica irracional y con potenciales riesgos personales.

10. Joven de 25 años de EE.UU. se casa con un sanador de reiki de 71 años que “la curó”.

 

 

1. Psicólogos españoles denuncian el auge de pseudoterapias en su ámbito laboral.

FUENTE: Redacción Médica

 

 

Cromoterapia, reiki, coaching transformacional, 'varas de poder' o constelaciones familiares. Estas son algunas de las pseudoterapias y “tratamientos fraudulentos” que abundan en redes sociales y que tras la pandemia han ido en aumento. Algunas incluso promocionadas por 'expertos' que se respaldan en sus estudios de Psicología. Un hecho que tanto desde el Colegio Oficial de Psicólogos como los propios profesionales consideran que afecta a la percepción y confianza de la profesión por parte de los pacientes, según informa Sandra Martín en Redacción Médica.

Rosa Ramos Torío, coordinadora de la Comisión del Ejercicio Privado, Intrusismo y Defensa de la Profesión del Consejo General de la Psicología, considera que este tipo de terapias no tienen “nada que ver con el trabajo psicoterapéutico” y piensa que muy poca gente “confiará en estos métodos para resolver sus problemas”. No obstante, aunque los pacientes tienen derecho a elegir “su propio camino en la búsqueda de la salud”, estas pseudoterapias presentadas como la solución a problemas de ansiedad, desajustes o depresión “pueden producir efectos iatrogénicos, cronificar o descompensar más aún a la persona”.

El hecho de que haya profesionales que ofrezcan este tipo de terapias “produce confusión al usuario” y la confianza de los pacientes en los psicólogos se puede ver truncada. “Esta confianza se establece cuando se cubren las expectativas, cuando aquellas personas han recibido ayuda de profesionales de la Psicología que trabajan con rigor y cumpliendo las obligaciones deontológicas”, expresa Ramos. “No somos gurús, ni magos, ni damos consejos, aplicamos un conocimiento científico, que nos ayuda a saber cómo ayudar a cada paciente. Siendo la persona parte fundamental de ese cambio”, apunta.

300 denuncias anuales por intrusismo

Desde el Colegio Oficial de Psicólogos se registra una media de 300 denuncias anuales por intrusismo profesional, y son muy pocas las que llegan por parte de compañeros que ofrecen estas intervenciones. No obstante, “hay centros que bajo el amparo de 'sanitario' simultanean con otros profesionales que aplican intervenciones que no son propias de la profesión de la Psicología y se desconoce que hacen realmente con los pacientes”.

Ante este tipo de terapias, el psicólogo Óscar Pérez Soler, quien habitualmente denuncia la pseudociencia desde sus redes sociales, también coincide en el aumento y en que dan mala imagen a la profesión. “Cuando se mezcla la terapia con evidencia con prácticas ajenas a la profesión se ofrece una imagen poco seria de la Psicología y crean desconfianza en el sector”, expresa Pérez. “Si algún cliente ha caído en manos de estas prácticas y ha tenido una mala experiencia, hablará mal de la profesión y nos afectará a todos”.

Más control hacia las pseudoterapias

A su vez, Pérez considera que hace falta un mayor control por parte de los Colegios Profesionales de la Psicología, que deberían velar “porque todos los psicólogos y psicólogas utilicemos técnicas con suficiente evidencia científica (como viene claramente establecido en el artículo 18 de nuestro Código Deontológico)”.

De hecho, Pérez tuvo una mala experiencia al criticar a un compañero de profesión por utilizar las constelaciones familiares, ya que fue sancionado y amenazado con sanciones más duras si volvía a hablar mal de un colega. “Si el compañero utiliza pseudoterapias, creo que tengo el derecho a criticar su profesionalidad. A él, que utilizaba pseudoterapias no le dijeron absolutamente nada. Y así todo”, critica este psicólogo.

A su vez, considera que es necesario más control ante el intrusismo ya que “los que queremos aplicar terapias con evidencia nos vemos claramente indefensos ante estas prácticas tan dañinas”. En este sentido, Pérez califica las pseudoterapias como “fantasías alucinógenas” que son “terriblemente dañinas porque se aprovechan de personas vulnerables”. “Las constelaciones familiares, la bioneuroemoción (práctica pseudosectaria terriblemente dañina y tolerada por los COPs que no inhabilitan a sus practicantes) y demás pseudoterapias producen un dolor terrible en las personas, les culpabilizan de sus problemas, les hunden y generan un daño terrible. Es inexcusable luchar contra ellas”, añade.

¿Por qué ofrecen algunos psicólogos este tipo de prácticas? Pérez considera que algunos profesionales olvidan que la Psicología es una ciencia y “actúa más como consejero, cura o amigo que como psicólogo. En todas las profesiones hay malos profesionales, pero en la nuestra quizá se note mucho”. “También hay profesionales que abrazan estas pseudoterapias por desconocimiento, porque no piensan críticamente (en la facultad no nos enseñan a ello y, además, incluso en algunas facultades se forma a los futuros profesionales en estas prácticas). No es mala fe, simplemente no tienen una base teórica sólida y van mucho con el qué bonito queda esto o qué innovador parece, pero sin analizar realmente cuál es el fundamento de una técnica”, puntualiza.

 

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2. España: un abogado del Estado publica un libro sobre las pseudoterapias y el Derecho.

FUENTE: El Correo Gallego

 

 

El salón de grados de la Facultade de Derecho de la Universidade de Santiago (USC), de Santiago de Compostela (España), acogió el pasado 25 de mayo el acto de presentación del libro El derecho frente a la pseudociencia, un trabajo de Juan José Vázquez-Portomeñe Seijas, abogado del Estado y vicepresidente del Círculo Escéptico. El libro ha sido editado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), según informa El Correo Gallego.

Durante el acto, el autor estuvo acompañado por Ana María Gude Fernández, decana de Derecho de la USC; Javier Rey Campos, delegado del CSIC en Galicia; y Jorge Mira Pérez, catedrático de Electromagnetismo de la USC. Este libro “se ocupa del modo en que el derecho trata los engaños perpetrados bajo el cobijo de la pseudociencia y analiza los medios que ofrece para combatirlos. Su propósito es examinar los remedios legales frente a tal forma de engaño y mostrar cómo utilizarlos”, tal y como señalan desde la editorial.

Asimismo, destacan que la temática descrita se sitúa en un punto de intersección entre dos disciplinas bien diferentes, la ciencia y el derecho. “Pero sin la conjugación de ambas no es factible combatir el engaño pseudocientífico. A la ciencia le incumbe señalar qué es pseudociencia y al derecho combatirla, cuando sea medio de engaño. Sin la primera, el derecho no sabría qué mal combatir, pero sin el segundo la contienda contra la pseudociencia no pasaría del debate argumental”, describen.

No obstante, apuntan que El derecho frente a la pseudociencia “no es un libro dirigido a juristas y científicos, sino a cualquier interesado en el combate legal contra los engaños amparados en la pseudociencia”. “Les invito a acompañarme en mi periplo. Hablaremos de leyes, de ciencia, de libertades, de medicina, de procesos judiciales, de la Administración y sus procedimientos, de intrusismo profesional, de alimentos saludables que no lo son, de medicamentos que no curan, de publicidad que engaña, de engaños poco publicitados o de auténticas noticias falsas. Entre otras muchas cosas”, destaca Juan José Vázquez-Portomeñe Seijas en la introducción del libro.

 

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3. Una iniciativa de formación para médicos y pacientes sobre las pseudoterapias y el cáncer.

FUENTE: CGCOM

 

 

En España, el Consejo General de Médicos (CGCOM), la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y distintas sociedades científicas se han unido para informar sobre el peligro de las pseudoterapias en los pacientes oncológicos en un seminario que tuvo lugar el pasado 28 de junio, según informaba previamente el propio CGCOM.

El seminario online “Pseudoterapias y cáncer: una amenaza para el paciente”, organizado el Observatorio contra las pseudociencias, pseudoterapias, intrusismo y sectas sanitarias (OPPISS), contó con una mesa de debate en la que participaron seis expertos en el ámbito de las pseudoterapias y el cáncer, y un coloquio para responder las preguntas que plantearan los participantes.

Este evento continúa con la iniciativa puesta en marcha el año pasado por el OPPISS en materia de formación y divulgación científica, que llevó a cabo tres seminarios on-line y que llevaron por título: “Vacunofobia”; “Actualización del marco legal en intrusismo sanitario y pseudoterapias”; y “La comunicación veraz: antídoto frente a pseudociencias”.

La Dra. Rosa Arroyo, coordinadora del Observatorio y vicesecretaria de la corporación médica destaca que este proyecto de sensibilización e información para los médicos y la sociedad responde al deber de los colegios profesionales y su Consejo General (CGCOM) de velar por la defensa del ejercicio de la medicina adecuado a las buenas prácticas.

“El Observatorio debe de ser una herramienta para coordinar las acciones de los colegios de médicos, establecer alianzas y trabajar en conjunto con las autoridades sanitarias, las sociedades científicas, las asociaciones de pacientes y otros profesionales sanitarios y no sanitarios con el objetivos de orientar a ciudadanos y sociedad sobre cuáles son las características de las fuentes fiables de información sanitaria, basadas en la mejor evidencia científica disponible, para que detecten cuando se trata de “productos milagrosos ineficaces y potencialmente peligrosos”, explica.

En este sentido recuerda que “hay determinadas técnicas o prácticas que alejan al paciente del tratamiento adecuado y basado en la evidencia científica, eso es extremadamente grave por la pérdida de la posibilidad de recibir un tratamiento adecuado o por el retraso a la hora de administrarlo, especialmente en patologías como el cáncer. Si no sigues las recomendaciones basadas en la ciencia te puede llevar a la pérdida de la salud o de la vida”.

En este seminario, acreditado para los profesionales de la Medicina, intervinieron diferentes expertos del ámbito médico y de las asociaciones de pacientes. La primera de las ponentes fue la propia Dra. Mª Rosa Arroyo Castillo, coordinadora del Observatorio (OPPISS) del CGCOM y oftalmóloga en el Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol.

A continuación, participaron la Dra. Mariluz Amador Muñoz, directora médica en la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), miembro de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) y de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM); la Dra. Mónica Granja Ortega, facultativa especialista de área, Hospital Clínico San Carlos (Madrid), experta en Inmunología e Inmunoterapia y formación en Oncología de Tumores Digestivos (GI Experts); el Dr. Raúl Córdoba Mascuñano, coordinador de la Unidad de Linfomas del servicio de Hematología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (Madrid), miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) y de la Sociedad Internacional de Oncología Geriátrica (SIOG); Dña. Carolina Martínez Núñez, enfermera del Hospital de Día de Oncología, del Hospital Universitario Vall d'Hebron de Barcelona, y Dña. Carmen Yélamos Agua, psicóloga clínica y psico-oncóloga, coordinadora Nacional de Programas de Atención Psicológica del área de Programas y Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).

 

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4. Psicoterapeuta chileno alerta sobre los riesgos de las “terapias alternativas” y de la Nueva Era.

FUENTE: Bío Bío Chile

 

 

Con el título “Terapias Alternativas y Espiritualidad New Age: ¿necesita regulación en Chile?”, el diario digital Bío Bío Chile ha publicado el pasado 23 de junio una columna de opinión firmada por Camilo Aguilera Bastías, psicoterapeuta y docente universitario. La reproducimos a continuación.

Con la globalización y el masivo uso de RRSS en Chile, hemos podido ver como cada vez existen más personas que ofrecen servicios de Terapias Alternativas: desde la conocida astrología, pasando por el esoterismo, reiki, brujería, santería y otros derivados que van naciendo día a día. Pareciera que el declive de la hegemonía que tuvo durante décadas la Iglesia Católica ha abierto la puerta a nuevas formas de expresión espiritual. La faceta espiritual del ser humano es algo reconocido y validado en muchos estudios de filosofía, antropología, sociología y psicología. Sin embargo, ¿esto significa que ha de ser válida cualquier expresión espiritual en nuestro contexto social?

¿Por qué si en el campo de la psicología se ha declarado ilegal realizar ciertas terapias al ser consideradas nocivas para el ser humano, no se podría realizar lo mismo con estas terapias alternativas? ¿Cuál es el límite de la libertad de expresión y la agresión directa o indirecta? Desde mis conocimientos como psicoterapeuta, la religión o espiritualidad no es un problema en sí mismo, incluso podría ser un factor positivo para la salud mental.

Pero cuando la espiritualidad es vivida desde ciertas dinámicas abusivas o de manipulación, siempre terminan realizando un daño a la persona. Esto también va para la práctica psicoterapéutica. Estas últimas semanas hemos sido testigos de algunas noticias de cómo algunos terapeutas alternativos o canalizadores de lo espiritual prometen sanación de cualquier enfermedad, o cobran por “hablar con extraterrestres” para darnos un mensaje de sanación e incluso de extorsión por no pago de “amarres”.

Creo que todos los que nos dedicamos a hacer terapias abocadas a mejorar la salud mental de las personas, necesitamos regirnos con ciertos parámetros de base. Libertad de expresión no puede transgredir la libertad de los usuarios de estos servicios. Se hace necesario que las ciencias sociales asuman un rol preponderante en esta materia, donde pueda determinar parámetros básicos, donde todos los servicios terapéuticos se puedan basar en una relación horizontal, con información clara, con fundamentos sólidos y libre de todo tipo de abusos. Recordemos que hace solo unos meses se ha promulgado los derechos de los usuarios en salud mental, y el primero de estos es ser reconocido como “sujetos de derecho”.

 

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5. Alertan sobre la celebración de “círculos de mujeres” convocados por una sanadora de España.

FUENTE: Diario de Burgos

 

 

Anuncia en Instagram 'círculos de mujeres' que cuestan 44 euros y que se celebrarán en un lugar del barrio de Villímar (Burgos, España) que se dará a conocer en el momento de la inscripción. Científicos y profesionales sanitarios tildan de fraude estas “antiterapias”, según explica Angélica González en el Diario de Burgos, en un reportaje que ha titulado “Una 'sanadora' con mucha ‘energía’ y muy poca ética”.

A no pocas mujeres burgalesas con una cuenta en Instagram les está saliendo estos días un peculiar anuncio de los muchos que se publican en esa red social. El 'producto' que publicita se llama 'círculos de mujeres' y la cuenta desde la que se promociona se llama 'La sanadora. Servicio de salud alternativa y holística' que se dirige a su potencial público con la siguiente pregunta «¿Buscas un espacio donde poder compartir con mujeres afines a ti, abrirte emocionalmente sin miedos a ser juzgadas? Te presento este espacio sagrado tan necesario en estos tiempos donde te sentirás acogida, escuchada, apoyada por toda la tribu de mujeres asistentes».

Se trata -continúa 'la sanadora', de nombre Raquel- de un espacio donde mujeres «aparentemente desconocidas entre ellas se convertirán con el tiempo en amigas y confidentes ya que habrán recorrido juntas un camino de sanación donde se abrirán heridas, intercambiarán opiniones, experiencias, donde la escucha sin prejuicios estará presente, mostrando así los problemas individuales que también serán grupales porque todas somos espejos y nos reflejamos en las demás», un mensaje sin duda atractivo para quien se sienta sola o esté pasando por un mal momento.

Pero este círculo no es sólo un lugar en el que hacer amigas que le ayuden a una a superar una circunstancia adversa sino donde también se hacen «dinámicas»: rueda de palabras, meditación, visualización, movimiento consciente, danza sagrada femenina, aromaterapia, oráculos y «acompañamientos por whatsapp». Esta experiencia comienza el próximo mes de septiembre, será mensual «aprovechando la energía de la luna de cada mes», en una zona de Villímar, cuya ubicación exacta se ofrecerá sólo a la mujer que se inscriba y cuesta 44 euros.

El discurso de presentación está, como se ve, lleno de la retórica vacía a la que acostumbran quienes se dedican a lo que el científico del CSIC, el burgalés Carlos Briones, llama «antiterapias», yendo un paso más allá del epíteto 'pseudoterapias' con el que se conocen a las prácticas vacías de evidencia científica y que, según explica, «nunca han demostrado eficacia alguna cuando han sido puestas en estudio y que no son más que falsedades y fraudes». Hasta ahí, Raquel 'la sanadora' no ha cruzado ninguna línea roja.

Pero interesada una burgalesa por resolver unos problemas de salud física y emocional se puso en contacto con ella. Y le ofreció mucha más información de sus prácticas, que según el abogado Fernando Frías -experto en desenmascarar a todo tipo de charlatanes esotéricos- podrían hacerla ser imputada por intrusismo, delito contra los consumidores y publicidad engañosa e incluso por vía administrativa, dice, «también debería ser posible sancionarla por publicidad de servicios con pretendida finalidad sanitaria».

Para empezar, la 'sanadora' explica que en los círculos se realiza «sanación mental, física, energética y espiritual» y que está en el último curso de Enfermería, carrera que tiene «aparcada» porque está «más centrada en la sanación energética». Cuando la aspirante a los círculos le dice que tiene unas reglas muy dolorosas, tanto que está diagnosticada de endometriosis, y que ha roto una relación de pareja, Raquel la sanadora le responde que ese dolor físico es fruto de «memorias ancestrales» y que en la página web que prepara para el mes de junio va a incluir «un espacio de sanación de útero».

Le deja muy claro a la cliente potencial que no hace milagros pero que podría acompañarla «en el proceso» de curación «con reiki, alma, energías y chakra»: «El dolor es la última manifestación física, es decir, hay que mirar emocionalmente, y más planos, el físico es cuando ya el cuerpo avisa de que ha petado y si pones de tu parte todo hasta cosas mucho más graves mejoran y muchos casos se sanan por completo. No me gusta decir que tengo la varita mágica, pero sí puedo acompañar».

«Ni fármacos ni químicos». El acompañamiento sería de dos tipos. Uno, denominado guía, de 88 euros, y otro, de sanación, por 134 del ala. Al del útero aún no le ha puesto precio pero ya adelanta que será algo más caro. Eso sí, ofrece todo el tiempo la práctica más económica, la de los círculos a 44 euros al mes porque dice comprender «que no es barato». ¿Y cómo trabaja? Allá va: «Es todo energéticamente, no se da nada de fármacos y químicos, máximo lo podemos combinar con flores de Bach o aceites esenciales, todo natural. Desde la Enfermería siento decirte que los fármacos no ayudan nada, excepto casos que pueden taparlo pero no sanar de raíz».

Para la endometriosis que dice padecer su interlocutora le ofrece, además, una danza ritual que trabaja «y que mueve energéticamente a nivel del útero muchísimo» y cuando la futura clienta le dice que a su madre los fármacos le ayudaron a curarse un cáncer de mama ella contesta que hay excepciones y que la enferma «haría un trabajo interno» para recuperar la salud.

Carlos Briones, que no disimula su indignación porque siga habiendo ofertas de ese tipo a las que insiste en llamar fraudes y engaños, afirma que son prácticas «que tratan de hacer caja del desasosiego generalizado por la pandemia y las listas de espera». «Es algo muy anticuado y oscurantista y, sobre todo, que a ella le sale gratis, no a sus clientes. Hacer ciencia, en cambio es caro y hay que invertir muchos recursos en ello». A su juicio, lo que debe hacer una mujer ante una endometriosis y una ruptura que le ha dejado tocada en lo emocional es ir a una consulta de ginecología y de psicología «y confiar en la sanidad y en la ciencia».

La enfermera Azucena Santillán, también azote incansable contra las antiterapias, analiza este despropósito y pone el foco en la especial vulnerabilidad de la mujer en algunos aspectos relacionados con la salud como el infradiagnóstico de según qué patologías: «Es cierto que hay enfermedades que se manifiestan en las mujeres que diferente manera que en los hombre y por eso pasan desapercibidas pero esto no les puede llevar a caer en prácticas que no tienen nada positivo y sí son muy perjudiciales».

Recuerda, además, que todas estas 'terapias' basadas en las 'energías' y en las emociones están clasificadas como peligrosas por su potencial componente sectario y anima a que si alguien detecta que una persona de su entorno puede estar siendo atraída por estas prácticas puede denunciarlas en los colegios profesionales tanto de médicos como de enfermeras.

 

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6. Polémica por las ceremonias de “vaporización de útero”.

FUENTE: El Español

 

 

Hace dos semanas, y de pronto, a Cristina empezaron a llegarle decenas de mensajes, tanto en su correo electrónico como en sus redes sociales y WhatsApp. Se encontraba de viaje por Escocia, totalmente desconectada. “La verdad, no entendía qué estaba pasando”, explica a El Español, según cuenta la redactora Laura Garófano. Lo que estaba pasando es que una de sus publicaciones en redes sociales se había hecho viral: 'Ceremonia de vaporización de útero. Sábado 14 de mayo'. La creatividad dando detalles del evento corrió como la pólvora por las redes sociales e incluía hasta el número de teléfono.

Los mensajes que recibió eran de todo tipo, aunque en su mayoría ataques, y desagradables. Se quedó noqueada. Porque Cristina no sabe nada de política ni de organizar talleres subvencionados por ninguna administración pública. “Soy autónoma, y en mi vida he recibido ni una ayuda ni una subvención”, zanja. Sobre aquello, estima que “ha habido polaridad, sí. Luego empecé a entenderlo”. Han pasado quince días de aquello, y “al final me quedo con lo bonito, con lo positivo. Porque también he recibido mensajes positivos. Mi propósito es guiar y empoderar a la mujer y creo que lo he conseguido”, apostilla Cristina Papalotl (mariposa o cometa en náhuatl, la lengua indígena de México). Es su nombre como sacerdotisa chamánica, terapeuta femenina y susurradora de úteros.

Que ella sin saberlo era una susurradora de úteros se lo dijeron en México. Allí llegó como Cristina Salas. Estudió diseño de moda y decoración y estuvo dirigiendo una tienda de ropa de una marca muy conocida. Muy creativa, con 33 años decidió “hacer lo mismo con la energía”. Así que dio un portazo a su vida anterior y se marchó a San Miguel de Allende, en México. Se inició en el reiki, que domina a todos los niveles, así como otras disciplinas, entre las que se encuentra la aromaterapia, aceites esenciales y otras ceremonias y ritos chamánicos. Estuvo formándose varios años, aunque realmente “no he parado de formarme desde entonces”.

“Allí comencé mi viaje espiritual a través del reiki y las ceremonias, como por ejemplo el Espejo Maya de Orión junto a Ac Tah, un chamán descendiente maya. Descubrí el significado de la hermandad femenina y la belleza de colaborar y vivir en comunidad junto a otras mujeres”. Círculos de Mujeres, Madres Luna… Cuatro años después regresó a España embarazada. Ser madre le ha cambiado la vida, pero además, en su caso, “gané en clarividencia”.

En Mallorca

Hoy, con 44 años, tiene en Mallorca su Casa Papalotl -su propia casa- en plena naturaleza, donde organiza retiros, ceremonias y ritos con bastante éxito. “En su iniciación energética, yo acompaño a las mujeres en sus procesos de vida”. Sobre la ceremonia que le causó tanta polémica como ataques, la vaporización de útero, Cristina explica que “se trata de una práctica ancestral” originaria de la tradición maya, así como de países de América Central y de América del Sur. “Regula el ciclo menstrual, activa la circulación, apoya en la fertilidad, equilibrio hormonal, libera traumas, dolor, y nos reconecta con la fortaleza de ser diosas creadoras, conectadas con la madre tierra y la madre divina”, explica en su web.

También es beneficiosa para las hemorroides o para dolencias como la candidiasis. El vapor va acompañado de hierbas medicinales que se calientan en el agua, dentro de una mezcla que puede variar y que elabora ella en función de cada mujer y del momento en el que ésta se encuentre. El recipiente con vapor se coloca en el suelo, y la mujer se sienta en una especie de taburete con un orificio para permitir la vaporización.

Para participar, el único requisito es no estar ni embarazada ni menstruando. Cristina dirige esta ceremonia en sesiones privadas o en grupo, y tiene unas tres horas de duración. “En ese tiempo, además de beneficios físicos, hay beneficios emocionales. Te eleva la autoestima”, en un momento en el que las mujeres “hemos estado dando a todos y nos hemos olvidado de nosotras”. Por eso, “también desarrolla el amor propio emocional”.

Quienes participan no se quedan en una única sesión. “Vienen a diez. Es una sesión por cada ciclo lunar. Que esa es otra, los embarazos se miden en 9 meses, pero en realidad son diez lunas. La luna y sus ciclos también son energía y afecta tanto a los hombres como a las mujeres”, abunda. La próxima, en grupo, ya tiene fecha: el sábado 21 de mayo.

Vivir desconectados

Cristina ofrece en Casa Papalotl varias sesiones diarias, aunque no más de cuatro. “Hay mujeres que me dicen que les he cambiado la vida”, explica. “Tanto el hombre como la mujer”, explica a El Español, “hemos vivido sumergidos en un patriarcado durante siglos, donde se nos ha ocultado el sagrado femenino. No vivimos conectados, y en el caso de la mujer, no vive conectada con su ciclo menstrual: te levantas, vas a trabajar… hemos perdido la cosmovisión, hemos desconectado de la luna, y de sus ciclos”.

La terapeuta indica que “si conoces tu menstruación, y sus ciclos, te das cuenta de que son diferentes energías” a las que la sociedad actual no atiende. “Si esto se enseñara en las escuelas, la sociedad no estaría como está”, reflexiona. Cristina pone dos ejemplos. El primero, que la publicidad “se ha encargado de decirnos que la menstruación es algo sucio”. El segundo, es “que nos introducimos en el útero una T de cobre (el método anticonceptivo DIU) que es un elemento de agua. Te dice el ginecólogo que vas a sangrar unos días. Pues claro que sangras, normal, porque es un objeto que no nos pertenece”.

No obstante, Cristina es muy clara en sus redes sociales y suele responder ante comentarios que optan únicamente por terapias alternativas a modo de tratamiento que “la mujer elige en todo momento a qué tipo de profesionales desea ir”, porque “todo suma y cada uno de ellos aporta medicina para el proceso energético, emocional y físico de la persona”. Lo que sí defiende es que las mujeres “no nos conocemos a nosotras mismas. No sabemos cómo nos sentimos ni qué nos está contando nuestro cuerpo”. Ni siendo niñas, ni en la etapa menstrual, ni con la menopausia…

El poder del útero

¿Y por qué el útero? “Porque es un portal de conexión con la madre tierra”, asevera. Para explicarlo, enumera la existencia de esos enterramientos ancestrales en posición fetal “con rituales en los que se incluye un cordón, porque al morir se vuelve al útero de la madre tierra”, o construcciones como los iglús o los de barro o cañizo de los mexica, “llamados el útero de la tierra”, donde se accede a través de unas brasas “y te pasas 3 o 4 horas en la oscuridad, sudando y purificándote”. La susurradora de úteros ultima que las mujeres poseen “esa fuerza de trascender en los momentos difíciles, y siempre mantenemos la fe. Yo les ayudo a manifestar la vida que desean: a parir proyectos, a hacer negocios, a luchar por sus ilusiones. Ese es el poder del útero”.

-Básicamente, que las mujeres podemos hacer lo que nos salga del útero…

-Pues sí. Todo sale del útero. Y nos unimos por instinto. Yo, por ejemplo, si abrazo a una mujer sé si está ovulando. Todas tenemos algo en común, y cuando compartimos y no competimos, cuando abrimos el corazón… creer es crear. Las mujeres estamos despertando y estamos volviendo a ser nosotras mismas.

 

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7. Un diario español promociona al mayor exponente del Kundalini Activation Process.

FUENTE: El Español

 

 

Un día haciendo Kundalini con Josef Ajram en Ibiza: “Mi cuerpo se movía solo; lloré sin saber por qué”. Así está encabezado el amplio reportaje que ha publicado el medio digital El Español, firmado por Rafa Martí, sin crítica alguna a una pseudoterapia, lo que supone una promoción más que implícita. Por lo detallado de su relato, lo reproducimos a continuación.

Suena a todo volumen “Presto”, la tercera parte del “Verano” de las Cuatro Estaciones de Vivaldi. La música acompaña un vídeo en el que se ve al corredor de bolsa, experto en criptomonedas y triatleta Josef Ajram hacer movimientos con sus manos sobre el cuerpo de unas personas tendidas en esterillas frente al imponente islote de Es Vedrà, en Ibiza. Se agitan y se mueven como si tuvieran los espasmos que produce un ataque epiléptico. Es una sesión de Kundalini Activation Process (KAP), un método fundado y patentado por el gurú estadounidense Venant Wong que en España se ha hecho famoso a principios de mayo gracias al vídeo de Ajram.

Los comentarios no tardaron en llegar. Twitter reventó a mofas contra la que parece una más de la larga lista de pseudoterapias que han convertido a Ibiza en un paraíso para frikis con dinero que buscan encontrarse a sí mismos. Ajram, el bróker que se dedicaba antes a dar consejos de bolsa -con una fama más que discutible- se había convertido en gurú del KAP, una práctica de yoga extrema que persigue activar la energía interior y alcanzar un estado brutal de autoconciencia que ha atraído entre sus fieles a otros personajes carne de cañón de la medicina holística como la influencer Dulceida.

Apenas 13 días después del vídeo, el 25 de mayo, la editorial Alienta puso en circulación el último libro de Ajram, Encontrar la verdad: Cómo me he convertido en mi mejor versión. Ni en sus mejores sueños hubiese soñado con una mejor promoción. Aquel mismo día, el programa de TV3 “Preguntes Frequënts” (FAQS) trajo a Ajram para hablar de su libro y, cómo no, salió el tema del Kundalini. El agudo cómico catalán Magí García protagonizó uno de los momentos estelares de la entrevista:

-No he podido ver bien la entrevista de la cantidad de humo que intentabas vender.

-Estáis invitadísimos.

-¿A qué? ¿A vender humo?

-No, a venir.

-¿Al Kundalini? ¿Tú crees que yo creo en una cosa como la energía? (...) No me parece bien esto que haces…

-Entonces no te estoy vendiendo nada, te estoy ofreciendo…

-Lo único que me ha gustado de la entrevista es un momento en el que has dicho que, al final, uno tiene que saber dónde tiene los límites y llevas un tatuaje aquí [señala el cuello] que dice “Where is the limit”.

El coloquio prosiguió con tensión. Ajram también dijo que, tras 42 años de vida -23 de los cuales dedicados a la bolsa- “había cometido muchos errores” y que había encontrado en el KAP una “herramienta energética” para, finalmente, ser feliz. De aquella entrevista, además de la brillantez de Magí García, me quedé con la invitación de Ajram al cómico a probar por sí mismo la experiencia. No me la hizo personalmente a mí, pero me di por invitado.

En la estela de Hunter S. Thomson y sus experimentos con el peyote, me apuntaría como un curioso más a una sesión de KAP en Ibiza con el objetivo de desenmascarar la farsa o, por el contrario, conectar con mi energía. Sobra decir que, al igual que el cómico García, la única creencia que tengo sobre este concepto es la que me recuerda mi factura de Iberdrola al final de cada mes.

La isla de la ‘energía’

Los dos años de pandemia han hecho que Ibiza haya vuelto a mirar a sus orígenes. Durante este tiempo, el día se ha impuesto a la noche y, con él se han unido, a DJs, camareros, gogós, conductores privados y patrones de yate, miles de oportunistas de la espiritualidad, expertos en autoayuda y sanación, entrenadores personales, ‘coaches’, dietistas, artesanos de dudoso talento, emprendedores de la moda sostenible, hosteleros ecologistas, ejecutivos vestidos de lino y camisetas de tirantes, y gente con demasiado tiempo libre dando rienda suelta a su creatividad.

Un entrevistado condensó este movimiento de forma oportuna a Manuel Jabois en un reportaje que publicó en El País el pasado verano: “Cómo estarán las cosas en Ibiza que al camello le han empezado a llamar chamán”. Porque Ushuaia y Pacha ya no reflejan tanto el espíritu de la isla como lo hacen las puestas de sol al son de los tambores y cánticos tribales en Cala Benirràs, o las sesiones de KAP dirigidas por Josef Ajram y su mujer, Sulaika Fernández.

Según resumió otro reportaje, de Yahoo News, el KAP es un ritual cuyo objetivo es estimular y despertar al centro de energía del primer ‘chakra’ conocido como ‘Muladhara’. Según el hinduismo, la mayor concentración de energía se encuentra en ese ‘chakra’, ubicado en la base del perineo. Allí se halla el Kundalini, una fuerza vital intangible que se representa como una serpiente enroscada. Según algunos yoguis, activar esta energía es una forma de lograr la iluminación.

La palabra Kundalini viene de la palabra “Kundal”, que significa en sánscrito “enrollado como un resorte”, y alude a una energía que está enrollada como una serpiente y preparada para liberarse y subir hacia la cabeza por la espina dorsal. Según sus defensores, durante el proceso, se libera una fuerza espiritual transformadora que reconecta el cuerpo y el alma.

Evidentemente, todo lo anterior suena a fantochada, pero quería saber exactamente de qué iba. Me apunté a una de las sesiones de moda en Ibiza a manos de Josef y Sulaika, enviando un escueto WhatsApp a un número que la pareja facilita en sus redes sociales: “Hola, buenas. Quería preguntarte por las sesiones de KAP en Ibiza con Josef Ajram, cómo funcionan y qué disponibilidad de fechas hay. También quisiera saber el precio. Tengo curiosidad por probar. Muchas gracias”.

Al cabo de unas horas me contestó una mujer con toda la información. Lo primero que me sorprendió fue el precio: 50 euros. Había visto hace poco un interesante documental del ‘youtuber’ Carles Tamayo, infiltrado en una secta New Age que hacía retiros con rituales y sesiones que un no entendido podría considerar casi lo mismo que el KAP. Una especie de viajes interiores en los que la gente contorsiona, grita y se comporta, en definitiva, como un volcán emocional, previo consumo de drogas. A Tamayo, su embaucador le cobró 250 euros.

Lo siguiente que me llegó fue un descargo de responsabilidad de un folio de extensión, donde se describía detalladamente en qué consistía la sesión, qué podría producirse y qué efectos secundarios podría tener: “La persona se tumba relajadamente en el suelo sobre la esterilla de yoga, escucha la música y, al cabo de un rato, siente cómo el facilitador empieza a hacer presiones sobre sus chakras o algunos puntos sobre los meridianos del cuerpo. Durante la sesión puedes sentir frío, movimientos incontrolados con las extremidades, y que involuntariamente -al ser una sesión grupal- algún compañero pueda tocarte o acariciarte- sentir emociones y expresarlas (reír, llorar, gritar…), tener orgasmos, moverte (levantarte, sentarte), sensación de cosquilleo o no sentir nada”.

“Me han informado que después de la sesión se recomienda no beber alcohol, no consumir drogas y comer ligero. Ocasionalmente pueden existir mínimas reacciones secundarias como dolor de cabeza, pérdida de apetito o aumento de apetito, insomnio o cansancio generalizado. Si existía un dolor físico, la sintomatología del mismo puede aumentar o desaparecer”. El documento informaba asimismo de que el KAP “es una disciplina complementaria y no puede ser considerado como tratamiento médico, psicológico o psiquiátrico.”

Me inscribí a la sesión del 14 de junio. Josef y Sulaika dirigen dos sesiones semanales, todos los martes y los sábados en un ‘templo’ de yoga anejo a un hotel a las afueras de Ibiza ciudad. Es un espacio diáfano con grandes ventanales que dan a un jardín. En el interior hay un enorme tatami de madera con varias esterillas dispuestas de forma ordenada. Allí aparecí a las 11:20 el día indicado.

Rendirse

Nada más llegar, un grupo de personas esperaba en la puerta. Pude hacerme una idea rápida de quiénes iban a ser mis compañeros de sesión: conté a 19 personas, de las cuales, solo tres éramos hombres. Yo iba solo; y los otros dos, con sus parejas. Las demás eran mujeres y, a juzgar por su aspecto, varias estaban entradas en años. Más tarde me enteré de que una de ellas era la madre de Sulaika, una señora gallega acompañada de dos de sus amigas con poca pinta de yoguis.

Minutos antes del inicio de la sesión comenzó a escucharse música en el interior. A las 11:32 se abrieron las puertas. Salió Sulaika, que recibió a los participantes sin preguntarles el nombre. Saludó con más efusividad a alguna de las mujeres, supongo que porque se conocían de antes. Josef iba con una camiseta de tirantes, mostrando sus tatuajes. Llevaba las uñas pintadas de negro. Dejamos nuestras cosas en una especie de vestuario separado del salón principal y nos fuimos acomodando en las esterillas.

Casi nadie se conocía, con lo que reinaba el silencio. Sulaika entonces comenzó a hablar, explicando en qué consistiría la sesión. Se ciñó a lo que decía el ‘disclaimer’ que recibí por WhatsApp días antes. También habló Josef, que se refirió a él mismo y a su pareja como “canalizadores de la energía” que, teóricamente, “reside en el mundo”. Explicó que su función en la sesión era introducir esa energía en nuestro interior para que se activase en cada uno de nosotros. No daba crédito a lo que estaba oyendo, pero escuchaba con atención.

Ambos “facilitadores” se han formado en numerosas sesiones con su maestro Venant Wong en Costa Rica, alcanzando un nivel de certificación número dos en KAP. Al igual que Ibiza y Tulum (en México), Costa Rica es otro de los epicentros de esta nueva ola New Age obsesionada con la autoconciencia y la espiritualidad oriental.

Volviendo a la sesión, nos animaron luego a los presentes a explicar por qué habíamos venido. Una de las chicas dijo que “trabaja con energías” y que tenía curiosidad por probar. Otro fue porque su novia le había “convencido”... Tras las tímidas intervenciones del público, Josef y Sulaika hicieron una demostración con tres mujeres que ya habían participado en sesiones anteriores, con lo que su Kundalini ya había sido “activado”. Dos de ellas, de hecho, fueron presentadas también como “facilitadoras”; es decir, que en otras sesiones hacen de maestras de ceremonia.

La demostración fue como el vídeo viral: las tres chicas estaban tumbadas en el suelo boca arriba, después sonó música fuerte -una versión electrónica de Baianá- y, sin dar tiempo ni a pestañear, comenzaron a moverse como si fueran la niña de “El Exorcista”, a rebotar contra el suelo, a poner los ojos en blanco y a proferir toda clase de sonidos guturales. Me salió una sonrisa. Me dije para mis adentros que aquello no podía estar pasando. Luego nos tocó el turno al resto de participantes. En ese momento esperé que me dieran alguna droga, algún té con ‘trampa’ o que me invitaran a esnifar algún tipo de incienso. Si el Kundalini tenía que funcionar, solo podría ser a través de potentes estupefacientes. Pero, para mi sorpresa, nada de eso sucedió.

Nos tumbamos boca arriba y nos pidieron que cerrásemos los ojos. Si los abríamos en algún momento de la sesión, nos advirtieron que podíamos “cortar el flujo de energía” que se estaba desatando en nuestro interior, al ser conscientes nuevamente de nuestro entorno. Así lo hice: cerré los ojos y seguí las primeras indicaciones, que no son muy diferentes a las de cualquier ejercicio de relajación. Comencé a inhalar profundamente y de forma pausada por la nariz y a expirar por la boca, siguiendo la voz de Sulaika. Después dejé mis extremidades en peso muerto, abrí las manos hacia arriba y traté de dejarme llevar y de no controlar nada.

La música comenzó a sonar. Era una especie de música New Age que fue en aumento. Al cabo de pocos segundos, comencé a escuchar los primeros gritos de mis compañeros. Me sentía excitado por lo que podía pasar, al tiempo que mi mente me interrumpía y me recordaba todo el tiempo por qué estaba tumbado encima de ese tatami: hacer un reportaje sobre el último fraude de los famosos.

Pero de una forma que todavía no me puedo explicar, se me comenzaron a agarrotar los músculos de la cara. En ese momento ya no podía respirar por la boca, solamente lo hacía por la nariz. Mi boca se cerró con fuerza. Evidentemente, era plenamente consciente y, si hubiera querido abrir la boca, podría haberlo hecho. Pero me “rendí”, siguiendo el consejo de Josef antes de comenzar la sesión: “Lo único que hace falta para que el KAP funcione es rendirse, no intentar controlar nada y dejar que la energía fluya”.

Después de sentir la cara como una piña, las contracturas musculares y agarrotamientos se fueron trasladando por todo el cuerpo. En mi cabeza quería imaginarme lo que contaron de la serpiente enroscada, y me sugestioné para que así fuera. De pronto sentía latigazos musculares en el brazo derecho, y noté cómo los músculos y tendones se contraían ejerciendo muchísima fuerza por toda la extremidad hasta la punta de los dedos.

La música iba cambiando, lo cual alteraba mi estado de ánimo y los movimientos que mi cuerpo, de forma completamente involuntaria, producía. Los espasmos comenzaron a también en las cervicales, en el cuello, en los hombros... Noté cómo unos dedos me presionaron en el abdomen y luego en la curvatura de la espalda. En toda la sesión, solo hubo contacto físico cuatro veces, en los supuestos ‘chakras’. Los movimientos, sin embargo, se producían constantemente mientras, imagino, los “facilitadores” pasaban y movían sus manos por encima mío, sin llegar a tocarme.

Mientras mi cuerpo se movía e, inevitablemente me preguntaba qué estaba pasando, me pasaron por delante un montón de imágenes de mi vida: de cuando era pequeño, de mi madre, de mis hermanos, de mi última expareja… Al principio me sentí desconcertado y, luego, sin venir a cuento, me puse a llorar a moco tendido. Era consciente de que me caían lágrimas de los ojos cerrados a borbotones, pero no sabía por qué. Fue como una llorera de desahogo, como la que hace años que no tenía.

Cambió nuevamente la música -sonaban versiones del tema principal de “Titanic”, canciones de Michael Jackson…- y me sentí muy relajado, como desperezándome en la cama un domingo por la mañana. Y nuevamente, al cambiar la canción a una más agresiva, me sentí precisamente así, agresivo y poderoso. Eso pasó cuando noté que Josef o Sulaika presionaron mis pies con los suyos. Se me contrajo de forma inmediata todo el abdomen y me dio un espasmo en la espalda que hizo que me incorporara de un salto, con mis brazos haciendo movimientos sin sentido.

Más tarde sentí cómo los brazos y el cuello se me iban hacia adelante, de tal forma que quedé en posición de estiramiento agarrando mis pies con las manos. El tirón era real, y allí estaba yo, postrado, sin haberlo buscado. A ratos se sentía el temblor de las tablas de madera del suelo, porque -supongo- Josef y Sulaika se movían por todo el espacio haciendo su trabajo con cada uno de nosotros. Sulaika también hacía sonidos. En un momento me susurró a la oreja “¡Yes, yes yes, yes!”.

El viaje continuó hasta que, llegado un momento, la música descendió hasta detenerse. Habían transcurrido 60 minutos que pasaron como un suspiro. Poco a poco, fuimos abriendo los ojos y despertando del letargo. No sabía qué había pasado. Todos teníamos una botella de agua que nos habían puesto al lado -en la sesión se suda-. Me sentí muy relajado y como medio atontado. Era una sensación parecida a la que uno experimenta después de un día entero en un balneario dándose baños termales y recibiendo masajes de espalda.

“Cosas muy raras”

Tras la sesión hubo una nueva ronda de preguntas. Josef y Sulaika animaron nuevamente a los participantes a que compartieran su experiencia. Hubo de todo: una mujer francesa confesó que se sentía “muy triste”. Uno de los hombres aseguró que no llegó a moverse nada, pero que “vio cosas muy raras” y que en algunos momentos se sintió como “buceando, sumergido en el agua”.

Después de las intervenciones, los “facilitadores” recordaron que no había que consumir drogas ni alcohol en las horas siguientes, y que ahora nuestra “energía ya estaba despierta”. “Lo interesante puede pasar en los próximos días, quizás os sentís cansados y con ganas de descansar en casa, quizás el cuerpo os pide ir a la naturaleza, o puede que os sintáis empoderados, ejecutivos y con ganas de hacer cosas, de hablar y expresaros libremente como si fueseis un niño pequeño”, dijo Sulaika.

Concluida la sesión, Josef puso un bote como si fuera la colecta de una iglesia, donde cada uno dejó sus 50 euros. Pero no hubo lista ni registro de quién había pagado y quién no, con lo que me pareció que poco negocio podría haber de todo aquello. Luego cada uno se fue para su casa, como quien sale de una clase en el gimnasio.

Tampoco hubo consejos especiales, indicaciones o persuasión ni invasión del espacio personal. Prácticas como el KAP han recibido críticas de especialistas en sectas como que hace promesas de curación interior indemostrables y sin base científica. También que se aprovecha de personalidades débiles o que pasan por momentos delicados para darles una solución “mágica” de la que terminan siendo dependientes y acaban perdiendo montañas de dinero.

Pese a que quería denigrar esta práctica, en honor a la verdad tengo que decir que no hubo un solo condicionante ni manipulación, ni me intentaron vender nada. En ningún momento escuché que el Kundalini me salvaría de mis problemas vitales. Tan solo me dijeron que cada uno, libremente, tenía que descubrir qué es lo que había sentido y “aprovechar esa energía”. En mi caso, como digo, simplemente me quedé contento, relajado, y bastante desconcertado. Al día siguiente, continué con mi vida como si nada, sin sentir nada especial, con los mismos vicios y torpezas, pero con la cabeza aún rumiando qué había podido suceder.

Desconozco si había alguna sustancia en el ambiente o si la música escondía mensajes subliminales para que mi cuerpo y mi mente produjeran todas las reacciones que he descrito. Pero en ningún momento experimenté nada parecido a un subidón como el que dan las drogas. Ni tuve palpitaciones, ni me retumbó la cabeza, ni tuve alucinaciones, ni segregué un exceso de serotonina u otras hormonas. No de forma consciente, al menos.

No he encontrado en toda la red un solo artículo que aporte evidencia científica sobre por qué pasa lo que pasa en una sesión de KAP. Lo que sí es cierto es que, en distintas prácticas con Kundalini a lo largo de la historia, algunos yoguis han llegado a enloquecer. Expertos religiosos en sectas han llegado incluso a relacionar el Kundalini con la posesión diabólica y otros, con un enfoque más científico, no dan crédito a nada de lo que sucede y apuntan a una especie de hipnosis y autosugestión, las cuales serían la causa que induciría a estos movimientos y emociones inexplicables. Aún sin tenerlo claro, es la hipótesis que más me convence.

 

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8. ¿Por qué las flores de Bach no son recomendables?

FUENTE: Muy Interesante

 

 

El mundo de las mal llamadas terapias complementarias o alternativas es extraordinariamente amplio. La homeopatía, la acupuntura, el reiki, la bioneuroemoción, o ideas tan estrambóticas como la grafoterapia —curar cambiando la caligrafía— están catalogadas como pseudoterapias. Entre ellas, hay una que, con cierta periodicidad, se vuelve a poner de moda: las flores de Bach. Así comienza el artículo que ha publicado la revista divulgativa española Muy Interesante, escrito por Álvaro Bayón.

¿Qué son las flores de Bach?

Edward Bach comenzó sus estudios en medicina en la Universidad de Birmingham y los terminó en el Hospital del Colegio Universitario de Londres, donde se licenció en medicina en 1912. Trabajó en el Hospital, se diplomó en salud pública, y en 1919, ingresó en el Hospital Homeopático de Londres. Allí publica varios trabajos tratando de relacionar la conocida pseudoterapia con el funcionamiento de las vacunas —una comparación falaz que emplean, aún hoy, defensores de la homeopatía— y, en 1922, cambia de centro de nuevo, esta vez a un laboratorio propio.

Entre los años 1930 y 1933, escribe varios tratados sobre las propiedades del sol y de las “esencias” de las plantas, hasta llegar a lo que hoy conocemos como “remedios florales de Bach” o “flores de Bach”. Este médico británico se convenció a sí mismo de que la mayoría de las enfermedades, si no todas, estaban causadas por estados mentales negativos, como el miedo, los celos o la desesperación. Siguiendo un método diseñado por él mismo, identificó un total de 38 remedios, cada uno basado en una flor, y que, según su planteamiento, aliviaría un aspecto concreto de esos sentimientos negativos.

El método para seleccionar las flores era bastante peculiar. Cuando sentía un estado de ánimo negativo, caminaba por los jardines y pasaba las manos sobre las flores que hubiera en ellos. Si “percibía” en algún momento que el sentimiento era aliviado, comprobaba sobre qué flor se encontraba su mano, y añadía el remedio a la lista.

Para producir los remedios florales, según el método original, se disponen las plantas son dispuestas en una bandeja de plata y colocadas al sol durante tres horas. Hoy en día, se omite el detalle de la bandeja de plata. El agua resultante, que denominan ‘tintura madre’, a continuación es diluida en brandy, en una proporción de dos gotas de tintura por cada 30 mililitros de aguardiente.

Teniendo en cuenta que una “gota” es una unidad muy poco precisa, cuyo volumen real es variable y dependiente del tamaño del cuentagotas, no es posible estar seguros de cómo de diluido está. Con un cuentagotas habitual se vierte un mililitro con entre 20 y 25 gotas, por lo que, si tomamos ese valor, la dilución de agua en brandi ronda una proporción de 1:600. Eso sería como verter en un barril de 25 litros de aguardiente cuatro cucharadas soperas de agua. Muy homeopático, todo.

¿Cuál es el fundamento científico?

Según los defensores de los remedios florales de Bach, su modo de acción no está relacionado con mecanismos moleculares ni farmacológicos, puesto que al dejar las flores en agua al sol durante tres horas y diluir después en brandy, en el resultado final no queda una cantidad significativa de los principios activos de la flor. Su argumento es que las flores de Bach funcionan mediante una sutil energía, arrastrada por el sol al agua, y de ahí al remedio. Esa energía, hasta hoy, nadie ha podido cuantificarla de ninguna manera, y sus defensores no son capaces de definirla en términos científicos.

Sin embargo, no es necesario saber cómo funciona algo para que funcione. Cuando se consulta a los supuestos expertos en remedios florales de Bach sobre su acción terapéutica, ellos enumeran una larga lista de propiedades que actúan sobre diferentes enfermedades, entre los que se incluyen ansiedad, estrés, depresión, tartamudez, tabaquismo, falta de confianza, traumas físicos o emocionales, acné, alcoholismo o trastornos de la atención. Algunos se atreven a afirmar que pueden tratar enfermedades tan graves como cáncer o SIDA. Sin embargo, cuando se realizan estudios científicos, y aún de mayor magnitud, revisiones sistemáticas de dichos estudios, se observa que, como se podía predecir, su eficacia no es superior a la del placebo en ninguno de los problemas que aseguran poder tratar.

En muchos casos —como el estrés, la ansiedad o la falta de confianza—, la sugestión de un placebo puede arrojar, por sí mismo, efectos positivos aun sabiendo que el producto es inocuo, debido a que el paciente siente que está siendo tratado con algo, y somatiza esa sensación, aliviando su malestar. En este sentido, una de las revisiones establece de forma muy irónica: concluimos que los remedios de flor de Bach son un placebo eficaz para la ansiedad.

¿Qué daño pueden hacer?

Si bien, las flores de Bach no tienen un efecto real, se podría pensar que tampoco hace daño. No obstante, no hay que olvidar que el ingrediente principal de los remedios florales —y casi único— es el brandy. Y, como no se cansan de repetir los nutricionistas, por muy poco que se consuma, no existe una dosis de consumo de alcohol segura, y mucho menos, saludable. No deja de ser irónico, en este aspecto, que se proponga un remedio basado en el aguardiente como remedio contra el alcoholismo.

Sin embargo, incluso ignorando este riesgo, argumentando que solo se consumen unas pocas gotas, y asumiendo que el daño que puede provocar es insignificante, también hay un daño económico directo obvio. El que se trata con remedios florales está pagando por un producto ineficaz, en la creencia errónea de que le servirá para algo.

Pero el peor efecto pernicioso de los remedios florales sobre la salud es el posible abandono o la inacción médica. Si una persona, ante una patología, decide tratarse con flores de Bach ineficaces, puede estar retrasando un diagnóstico y un tratamiento, que posiblemente desencadene el empeoramiento de la enfermedad, y cuando acuda en busca de un tratamiento real, tal vez sea demasiado tarde. Además, aceptar como ciertos postulados anticientíficos en un aspecto concreto —como los remedios florales de Bach— puede abrir la puerta a muchas otras creencias pseudocientíficas mucho más peligrosas.

En palabras de Richard Monvoisin, de la Universidad de Niza, “los principios básicos de la teoría de Bach se basan en hipótesis infundadas y profundamente intuitivas, pertenecen al pensamiento mágico y promueven enfoques filosóficos que debilitan a los pacientes-consumidores, particularmente con respecto a las tendencias sectarias”.

 

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9. Gemoterapia: una técnica irracional y con potenciales riesgos personales.

FUENTE: Diario Médico

 

 

“Yo lo que sé es que los diamantes, por ejemplo, aumentan el atractivo natural cuando son regalados a parejas de todo tipo.” (@DarwinDuck3). Si hay algo que lleva tiempo con nosotros, o más bien nosotros con él, es nuestro propio planeta y sus incontables piedras. Con estas palabras comienza su artículo sobre la gemoterapia en el Diario Médico el vicepresidente de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP), Emilio Molina.

Con la querencia de nuestra especie a otorgar propiedades mágicas arbitrarias a cualquier cosa que se nos cruce, el haber convertido piedras y cristales en amuletos no es nada sorprendente. Sobre todo, dada la belleza y exotismo de sus caprichosas formas y colores, que facilitan la atribución de “magia por simpatía” de la que hemos hablado en varias ocasiones.

Vender piedras a precio de oro no es nada nuevo. De hecho, el propio oro es el ejemplo paradigmático de atribuir a un mineral un valor que va más allá de ninguna característica intrínseca del material, más allá de su exotismo o la escasez del recurso. Desde bien antiguo, valoramos piedras famosas como la Piedra Negra del islam, armas blancas forjadas con meteoritos (aunque en este caso sí aportarían mejor resistencia por alguna característica física particular) y, por supuesto, joyas de todo tipo.

En la gemoterapia, no solo se busca revalorizar piedras que quizá tengan algún valor por su rareza, sino atribuyéndoles capacidades sobrenaturales de protección de la salud (y de otros ámbitos de la vida) a su poseedor, que caen por su propio peso a poco que se intente buscar el mecanismo por el cual esas piedras generarían esas presuntas influencias. Por poner un ejemplo extraído al azar, de la malaquita: “Se dice que refuerza los ojos, ayuda a dormir, equilibra el cerebro y es excelente para aliviar dolores. Es un purificador del sistema digestivo, equilibra el azúcar en la sangre y los niveles de bilis, aumenta la cantidad de leche materna y equilibra los ciclos menstruales irregulares”.

Más allá de que te pueda ayudar a dormir si te atizan con una con la suficiente fuerza, ¿cómo va un pedrusco a “purificar el sistema digestivo” por muy bonito que sea su tono verde? No se espera (ni lo recomendaría) que nadie se lo trague para conseguir tal fin. En esta línea, en la cultura popular reciente, el epítome de esa querencia por el “poder de las piedras” se ha hecho especialmente popular recientemente con el “Guantelete de Thanos”, donde una serie de joyas fantásticas albergaba poderes metafísicos sobre el Universo. En este caso, es claramente ficción y las explicaciones de su funcionamiento son totalmente místicas, aprovechándose de la complicidad de la “suspensión de la incredulidad” del espectador, pero, ¿cómo se intenta justificar la ficción de la gemoterapia para intentar hacerla pasar por real?

Las explicaciones que se suelen dar entroncan con el discurso New Age típico donde las palabras “energía”, “vibración”, “resonar”, “equilibrar”, “auras”, “armonía” y similares aparecen por doquier. Las atribuciones, por cierto, son tan aleatorias que es raro encontrar dos listados que les pretendan las mismas características. De igual forma que, además, van inventándose nuevas propiedades según la conveniencia (y el exceso de stock, supongo), también se entremezclan sus usos con otros esoterismos o pseudoterapias, encontrándonos desde masajes con piedras hasta ponerlas sobre los “chakras”.

A primera vista, más allá del ridículo de que alguien se ponga cuatro pedrolos en la espalda, ¿qué daño puede hacer? No me canso de repetirlo: la desinformación ya supone en sí un daño social, aunque sea abstracto y complicado de ver y valorar. Pero esa desinformación se plasma en daños concretos que van desde la mera estafa hasta daños por pérdida de oportunidad terapéutica al retrasar o rechazar un tratamiento necesario. Pero aún hay al menos un daño activo que la “gemoterapia” ha provocado: los populares “collares de ámbar” para calmar los dolores de la dentición infantil han causado tanto estrangulaciones como asfixias por la ingesta accidental de sus cuentas. Lo único parecido a la gemoterapia que funciona es, quizá, la de los diamantes para mejorar el atractivo propio. O, mejor, seguir a Gemma del Caño para buenos consejos en salud.

 

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10. Joven de 25 años de EE.UU. se casa con un sanador de reiki de 71 años que “la curó”.

FUENTE: El Heraldo de México

 

 

La lógica nos dice que a los 25 años eres una persona llena de energía y salud. Sin embargo, la estadounidense Danielle Reiff no opinaba lo mismo, pues en su plena juventud padecía una misteriosa enfermedad que llevó varias veces al hospital; pese a las consultas, los médicos nunca supieron lo que tenía. “Durante años dormí constantemente, pero siempre me sentía cansada. No tenía apetito, Los médicos no tenían ni idea de lo que me pasaba (…) Estaba ‘al final de mi cuerda’. Ya no podía vivir así”, contó la joven a The Sun, tal como informa Olivia Vázquez Herrera en El Heraldo de México.

Danielle llevaba varios años enferma, pero no fue sino hasta septiembre de 2019 cuando una amiga le recomendó visitar a un sanador energético certificado en Reiki, quien dominaba la curación con gemas, cristales, colores y más. La joven estaba desesperada, así que agendó una terapia con Howard Reiff. La chica, originaria de Filadelfia, viajó hasta la ciudad de Saltsburg, en Pensilvania. Cuando llegó al lugar de la consulta, notó que el sanador era un hombre mayor, mayormente calvo pero con algo de cabello blanco a los lados, entonces infirió que tenía más de 60 años. Entonces le preguntó su edad, y supo que en realidad tenía 68.

Entonces, comenzó la sesión y Howard cuestionó a la joven sobre sus dolencias y comenzó a tratarla con cromoterapia, un método alternativo para curar males usando colores. Danielle comenzó a sentirse bien y regresó esa misma semana con el sanador energético. Entonces, ambos comenzaron a llevarse bien con el paso de las terapias y, aunque la diferencia de edades era de 46 años, ambos sentían que existía una conexión especial. “Cuando vi por primera vez a Danielle, mi corazón se abrió. Estaba tan enferma y sentí que era mi deber curarla…Pero ella también me curó a mí también”, relató Howard a The Sun.

Después de la sexta sesión de sanación, Howard no pudo contenerse y le dijo a Danielle que estaba enamorado de ella pese a la enorme diferencia de edad. Sin embargo, la respuesta de la chica fue positiva, sobre todo cuando él le contó que mucho tiempo atrás una sacerdotisa le había dicho que tendría una esposa joven. A ella le encantó la idea y gustosa dijo que se casaría con él.

Habían pasado sólo cuatro semanas desde que se conocieron, pero sentían que la conexión entre ambos era tan fuerte que se fugaron juntos, sin avisarle a sus familiares o amigos. Luego decidieron casarse, pero mantuvieron en secreto su relación algún tiempo porque Daniella estaba segura de que su familia rechazaría a su marido.

Sin embargo, un día la joven decidió presentarle a su madre a su esposo, quien era 15 años mayor que su suegra. La mamá de Danielle no aceptó al inicio la relación, pero con el paso del tiempo vio cómo su hija estaba mejor de salud y terminó por ceder. Lo mismo pasó con los amigos y familiares de ambos, incluso, el mejor amigo de Howard dejó de hablarle dos años cuando supo que se había casado con la chica.

Ya han pasado casi tres años desde que Danielle y Howard se aventuraron a vivir juntos y en ese tiempo han enfrentado críticas, pero también han compartido momentos curiosos. “Una vez en una ferretería, un dependiente pensó que Howard era mi padre… A veces, incluso, la gente confundía a Howard con mi abuelo (…) Era humillante, pero después de un tiempo nos dimos cuenta de que sólo teníamos que reírnos”, relató la joven, que ahora tiene 28 años. Danielle se siente agradecida con Howard, por haberla curado cuando ningún médico había podido hacerlo. Y, aunque se siente angustiada porque no pueden tener hijos y es muy probable que él muera antes, ella es muy contundente cuando afirma que “le debe la vida”.

 

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La RIES es una red de expertos y estudiosos católicos sobre el fenómeno sectario y la nueva religiosidad, presentes en España y Latinoamérica, y abarcando las zonas lusoparlantes. Pretende ofrecer, también con este boletín informativo, un servicio a la Iglesia y a toda la sociedad. La RIES no se responsabiliza de las noticias procedentes de otras fuentes, que se citan en el momento debido. La RIES autoriza la reproducción de este material, citando su procedencia.